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EL SISTEMA NUMERAL EN QUECHUA

Francisco Carranza Romero*

El concepto cuantitativo, efecto de la percepción de los sentidos (vista, oído y tacto), no es sólo de la especie humana, existe también en los animales. El fiero halcón huye ante la bandada de golondrinas. El zorro, ante una manada de ovejas, busca a la más aislada para evitar el enfrentamiento con los carneros. El hombre inteligente, por más valiente que sea, se aleja si los enemigos están en gran número. Y esta huida no es cobardía, es la sobrevivencia digna e inteligente.

  • Abreviaturas. QI: quechua I, quechua central (Áncash, Lima, Junín, Huánuco, Pasco); QII: quechua II (otras regiones de Perú, Bolivia, norte de Argentina, Ecuador, sur de Colombia); lit.: literalmente; morf.: morfema-.

I. Idea cuantitativa en quechua

El léxico numeral es un adjetivo determinativo que antecede al nombre.

Singular. Huk (QI), suk (QII): uno (un), una.

Huk ullqu (QI), suk qari (QII): un varón.

Huk warmi: una mujer.

Plural. Desde dos (ishkay –QI-, iskay –QII-).

El morfema plural del nombre: –kuna. Papakuna: papas.

En la frase: adjetivo numeral + nombre se puede omitir el morfema del plural.

Ishkay qucha (ishkay quchakuna): dos lagunas.

Pachak wata awkista hamatsillay: Por favor, haga sentar al anciano de cien años. En este caso se puede decir también: Pachak watayuq awkista hamatsillay. El morf. -yuq es de tenencia. Y significa: Por favor, haga sentar al anciano que tiene cien años.

El morfema plural del verbo: -ya. Qamkuna papata muruyanki: Ustedes siembran papa.

II. Sistema numeral quechua

Números simples. Los números arábigos que anteceden al léxico del numeral quechua son sólo referenciales.

  1. Huk (QI), suk (QII)
  2. Ishkay (QI), iskay (QII)
  3. Kimsa
  4. Chusku (QI), tawa (QII)
  5. Pitsqa (QI), pichqa (QII)
  6. Suqta
  7. Qanchis
  8. Pusaq
  9. Isqun
  10. Chunka

En estos números simples observamos:

Un caso de heteronimia: chusku (QI), tawa (QII). chusku chunka = tawa chunka: cuarenta.

Dos casos de variación fonética:

ts (QI), ch (QII): pitsqa, pichqa: cinco 

sh (QI), s (QII): ishkay (QI), iskay (QII): dos. Pero, en QI se da el par mínimo sh / s. Ejemplo: ishkay (dos), iskay (recostarse, echarse de lado).

Números compuestos. El sistema es decimal y regular. Y, como es compuesto tiene sus elementos: B (Base) A (Addendum, adenda) M (Multiplicador).

Orden de los elementos de 11 a 19: B (Base) + A (Addendum).

Chunka huk (11) 

Chunka ishkay (12)

Chunka kimsa (13)

Chunka chusku (14)

Chunka pitsqa (15)

Chunka suqta (16)

Chunka qanchis (17)

Chunka pusaq (18)

Chunka isqun (19)

Se observa que desde once hasta diecinueve el orden es regular: B + A.

Orden de los elementos en decenas: M (multiplicador) × B(Base).

M × B                                        M × B + A

Ishkay chunka (20) 2 × 10.       Ishkay chunka ishkay (22) 2 × 10 + 2

Kimsa chunka (30) 3 × 10.       Kimsa chunka kimsa (33) 3 × 10 + 3

Chusku chunka (40) 4 × 10.     Chusku chunka chusku (44) 4 × 10 + 4

Pitsqa chunka (50) 5 × 10.      Pitsqa chunka pitsqa (55) 5 × 10 + 5

Suqta chunka (60) 6 × 10.       Suqta chunka suqta (66) 6 × 10 + 6

Qanchis chunka (70) 7 × 10.   Qanchis chunka qanchis (77) 7 × 10 + 7

Pusaq chunka (80) 8 × 10.      Pusaq chunka pusaq (88) 8 × 10 + 8

Isqun chunka (90) 9 × 10.        Isqun chunka isqun (99) 9 × 10 + 9

Pachak (100), ishkay pachak (200) pitsqa pachak (500)

Waranqa (1000), chunka waranqa (10,000), pitsqa chunka waranqa (50,000)

Hunu (millón), kimsa hunu (tres millones)

Como se puede observar, el número que antecede multiplica (M) al número base (B); y lo que sigue es lo adicionado (A).

III. Expresiones idiomáticas

Chunka chunka (lit. diez diez): Muchas veces, innumerables veces.

Chunka chunka yaatsirquq: Te he aconsejado muchas veces.

Huk ishkay (lit. uno dos): de poca cantidad, poco.

Huk ishkay pun tinkuntsik: Nos encontramos pocas veces.

Kuka, wakshu mana kaptinqa huk ishkay runallam aruyman yurikana. Kuka, wakshu kaptinqa, tsika runa yurikan: Si no hay coca ni ron muy poca gente aparece a la labor. Si hay coca y ron, aparece mucha gente.

En el español hablado en Perú hay dos expresiones de valor numeral indeterminado:

“Miles de veces”: muchas veces. Frecuencia cuantitativa exagerada.

“En un cinco”: muy pronto. Referencia temporal muy breve.

IV. Símbolos

Pitsqa: 5. Pitsqay (rito al 5to día post mortem). Este rito es de despedida al alma del difunto que, después de recoger sus huellas por cinco días, iniciará el viaje a la otra dimensión. Los que quedan en este mundo no deben nombrar al difunto por cinco meses, porque nombrarlo es convocarlo a este mundo y no respetar el proceso existencial. El nacimiento y la muerte son dos momentos importantes de la vida. (En el blog: Francisco Carranza, universo quechua, El mundo de los espíritus y muertos en la concepción andina).

Pitsqa pachak, patsakuti, pachakuti: 500 años (período de los cambios).

Chunka: 10. Chunka kamayuq: decurión.

Pachak: 100. Pachak kamayuq: centurión.

Waranqa: 1000. Waranqa kamayuq: jefe de 1000.

V. Comentario final

Como se ha podido observar, el sistema numeral quechua es regular y homogéneo.

El que habla quechua, al aprender el castellano, tiene que memorizar el numeral desde once hasta quince sin saber el porqué del orden diferente; pero, desde 16 hasta 19 encuentra el orden igual como en su lengua materna: dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve.

Los decimales veinte, treinta también los debe memorizar. Desde cuarenta hasta noventa halla cierta regularidad: 40 (cuar-enta), 50 (cincu-enta), 60 (ses-enta), 70 (set-enta), 80 (och-enta), 90 (nov-enta). Sólo recurriendo a la lengua latina se halla la explicación: viginti (veinte), triginta (treinta); luego, se halla la variación -inta > -enta: quadraginta, quinquaqinta, sexaginta, septuaginta, octoginta, nonaginta.

En quechua las centenas, miles y millones no se pluralizan: kimsa pachak (trescientos), kimsa waranqa (tres mil), kimsa hunu (tres millones).

En castellano las centenas se pluralizan: doscientos, trescientos hasta novecientos; pero no se pluraliza el numeral mil: dos mil, cinco mil, diez mil. Sin embargo, al usar el numeral millón se pluraliza como con centenas: dos millones, veinte millones.

El estudiante, cuya lengua materna es el quechua, compara dos sistemas numéricos durante el proceso de la educación escolarizada castellanizante. Y, si pregunta al docente sobre el porqué “once, doce…” y no “dieciuno, diecidos…, generalmente recibe la respuesta tajante y evasiva: “Así, es. Tú debes repetir y no preguntar”.

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

 

Referencias

Carranza Romero, Francisco. Madre Tierra, Padre Sol. Trujillo, Perú: Computer Age, 2000.

Carranza Romero, Francisco. Diccionario quechua ancashino-castellano. Madrid: Iberoamericana Vervuert, 2003.

Carranza Romero. Diccionario español-quechua ancashino”. Madrid: Iberoamericana Vervuert, 2023.

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LA SUERTE DEL PERRO: ADMIRADO Y DESPRECIADO

Francisco Carranza Romero*

El perro es, quizás, el animal que mejor se ha adaptado a la vida de los seres humanos, y hasta se ha convertido en símbolo de admiración y desprecio.

Los perros peruanos más comunes

Perro calato (qalatu allqu). Qara, qala: piel, cuero. Qalatu, qalashtu, qarapachu, qarapintu: pura piel, sin pelo. Su principal característica es no tener pelambre; por esta razón, vive mejor en lugares de clima cálido. Su piel está expuesta al sol, viento, polvo y lluvia. Algunas personas gustan dormir con este perro porque les abriga bien.

Perro chusco. Es el perro común (chusku) de diferentes tamaños y colores. En Perú la palabra “chusco” es usada como desprecio por los que no asumen la peruanidad multicolor y multicultural. Pero en Cundinamarca (Colombia) es sinónima de hermoso, bello; por eso, la expresión: “¡Qué vieja tan chusca!” es un elogio a la belleza de una dama.

Perro cashmi (kashmi allqu). Perro pequeño, muy inteligente e incansable. No tiene un color definido.

Se dice que los pobladores huancas comían la carne canina para asimilar las aptitudes físicas y metafísicas: mucha caloría, buen olfato (distingue a los seres conocidos de los extraños; reconoce los caminos cubiertos por la nevada) y excelente visión (localiza e identifica a seres cercanos y lejanos; además, ve hasta a los espíritus). El andino huanca hasta ahora es calificado así: Allqu mikuq wanka (Huanca comeperro), Allqu wiksa wanka (Huanca con estómago -con carne- de perro).

Algunos pitucos o pijos peruanos, que sobrevaloran lo extranjero, prefieren como mascota un perro de raza extranjera. Una muestra más de la presunción. Al perro nacional lo llaman chusco (de raza común) despectivamente.

Las referencias caninas de elogio o insulto se expresan en muchas lenguas. Aquí están en contextos quechua y español.

El perro en la admiración

En la región andina el perro se ha ganado el afecto y el buen trato por ser un buen compañero, buen guardián de casa, ganado y chacra. Ladra cuando siente la llegada de personas y animales extraños a la casa, redil y chacra que están bajo su cuidado. Ladra al sentir al zorro y puma cerca del redil. Cuando su amo y amigo humano muere, sufre cual un familiar: llora, aúlla triste, se estremece, pierde el apetito y hasta muere.

En la cultura andina, se celebra el rito de despedida pichcay (pitsqa, pichqa: cinco) al quinto día post mortem. Después de este rito el alma del difunto inicia su nuevo ciclo existencial. En este nuevo viaje el alma del perro es quien guía al alma del amigo humano. Alli allquqa, kay patsachaw, wak patsachaw runa yanasanta qunqantsu: El buen perro no olvida a su amigo humano en este mundo y en el otro mundo lejano. (En el blog: Francisco Carranza, universo quechua, El mundo de los espíritus y muertos en la concepción andina).

El día del perro (allqu raymi). El can también merece tener su día, por eso hay uno dedicado a él: el 17 de diciembre, cinco días antes del día solar más largo del año (solsticio de verano en el hemisferio sur). En este día se da un trato especial a los perros y se les ofrece un banquete. Y ellos, como si entendieran el motivo de los preparativos de sus amigos humanos, están felices y graciosos oliendo y viendo la comida que, al final, les es servida en platos especiales.

El perro en el desprecio

Este animal, después de ser domesticado por la especie humana, ha ido perdiendo sus habilidades de autoabastecerse; ahora depende mucho de lo que le da su amo y amigo. Pero, como es inteligente, hace muchas demostraciones graciosas y de bravura para ganarse el aprecio y sustento: mueve la cola, las orejas y la cabeza, se arrastra, se revuelca, salta, se contorsiona, ladra con afecto, lame la mano, se pone delante del amo y ladra para defenderlo.

Las palabras y frases en quechua y castellano con referencias comparativas del humano con el perro tienen connotaciones negativas; por eso, son insultos:

En quechua

Allqu: perro. Servil y adulón con el que tiene el poder, arrastrado, que no tiene autoestima. La conducta graciosa del canino es para recibir la recompensa, aunque sea un hueso. Pero es fiero y abusivo con el que no tiene poder.

Allqupa lamatin: sobra del perro. Es la peor calificación ofensiva porque se refiere a la sobra del perro. Peor que un hueso sin sabor.   

Allquhina: como el perro. Allqutrasa: de traza perruna (esta expresión es mixta: quechua y castellano).

Allqutsay (allqu-tsa-y): tratar como a un perro. Kachaakuqa waktsa runata allqutsan: El cachaco trata a la gente pobre como a un perro. El peruanismo cachaco (mandadero del que tiene el poder) procede del quechua kachaku (kacha-ku).

Chushchu: cachorro. Aprendiz de las mañas caninas.

Siki laqwaq: lameculo. Las formas abreviadas laqwaq, laqwa: lambón, lambiscón. En el área rural donde no hay servicios higiénicos cerrados la gente defeca entre montes y piedras, y el perro come el excremento humano y hasta lame el ano del amo.

Waqyapay: ladrar a alguien. Hablar con descortesía, llamar la atención con rudeza. Manaraq riqimar waqyapamaytsu: No me estés ladrando antes de conocerme.

Galga: prostituta, puta. Préstamo léxico del castellano. Mujer que no cuida su feminidad.

En castellano

Perro, perrito. Que acepta cualquier trato con tal de obtener beneficios. Cumple las órdenes del amo (superior) al pie de la letra, sin ningún cuestionamiento. El diminutivo “perrito”, aparentemente gracioso, enfatiza la ridiculización y desprecio. Hay ocupaciones y profesiones de “perros y perritos” que sólo cumplen las órdenes de sus superiores; por eso, no asumen las consecuencias de sus actos, aunque sean mortales. Y se justifican con mucha frescura: “Yo sólo cumplí las órdenes”.

Perra, perrita. Prostituta, puta. En muchas lenguas se usa este tipo de referencia comparativa. El diminutivo “perrita” es una ridiculización graciosa y sarcástica. Ahora, un dato histórico y anecdótico: Manuel de Amat y Juniet, virrey del Perú (1761-1776), tuvo una amante más conocida como Perricholi (María Micaela Villegas y Hurtado de Mendoza) con quien tuvo una hija y un hijo. Para algunos este apelativo es el resultado de la pronunciación catalana de petit-choli (cholita) ya que Manuel de Amat era catalán. Pero, para muchos que nunca aceptaron a una chola (nacida en Perú) como pareja del virrey, es la pronunciación graciosa de “perra chola”. Los que hablaban quechua le decían wachapa (wacha: coprolalia referente a vagina): que vale por su huacha. De wachapa resulta huachafa(o): cursi, de mal gusto.

En el castellano peruano: huacha (arandela, pequeña pieza circular perforada), homosexual. Hacer la huacha, hacer una huachita (pasar la pelota por entre las piernas del oponente).  

La expresión “hijo(a) de perra” es un insulto que hiere al interlocutor y a su madre porque equivale a “hijo de puta”. Esta agresión verbal puede provocar pelea. Y se usa en muchas lenguas como en la coreana: ke seki. La vocal e, en las dos palabras, es abierta; y según la romanización del alfabeto coreano, se puede escribir con la digrafía: kae saeki.

Galgo. Ambicioso, voraz, que no sabe compartir. Los perros galgos y alanos fueron usados por los españoles para cazar a los indígenas para llevarlos a los obrajes y minas. Si el perseguido moría en la huida, era comida del galgo. Los perros Becerrillo y Leoncillo recibieron mejor salario que los soldados rasos españoles, y mejor trato que los nativos humanos (López de Gómara cap. LXV).

Cachorro. Discípulo, menor que cumple ciegamente lo que el mayor le ordena.

Pata de perro. Andariego, que no permanece en ningún lugar.

Qué suerte la del perro.  Así como es bien tratado algunas veces; también es utilizado sólo para obtener beneficios; luego, es menospreciado. Así, a nadie le gusta que lo comparen con el perro.

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

 

Referencias

Carranza Romero, Francisco. Diccionario del quechua-castellano. Frankfurt: Iberoamérica-Vervuert, 2003.

Carranza Romero, Francisco. El mundo da vueltas. Trujillo (Perú): Edit. Papel del viento, 2006.

López de Gómara, Francisco. Historia general de las Indias y vida de Hernán Cortés. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1979.

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VOCES E IMÁGENES DE LA AMAZONÍA

Francisco Carranza Romero*

Con mucha emoción he leído el libro «Relatos huitoto murui» (Heraldos Editores, Lima, 2023) escrito por Alex Acuña Rojas quien, recurriendo al castellano y al dibujo, nos hace conocer la vida de sus antepasados antes de la explotación del caucho. Gracias a estos relatos he recordado el paisaje de la región amazónica peruana y he viajado oyendo el canto de los pájaros y el zumbido de las hojas de los árboles mecidos por el viento. El libro está dividido en cinco relatos (I: El demonio Mónallagona. II: Ifonoisaicidaraño, la abuela y la sachapapa del diablo. III: La tribu sairegaro y su curaca. IV: La venganza del motelito. V: Los hermanos Llárae y Barok) donde los protagonistas viven con principios, una demostración de que en la selva también hay ley y orden.

La labor es la base de la vida. Los varones cultivan yuca, piña, plátano y otras frutas, recolectan los frutos silvestres, cazan, pescan, construyen la vivienda personal y comunal (maloca) y defienden hasta con sus vidas el bien personal y comunal. Las mujeres elaboran comida y bebida, tejen ropa y bolsa, cuidan a los niños y participan en las labores agrícolas. Los ancianos ayudan según sus condiciones físicas, educan a los menores con relatos y consejos, reviven el pasado en el presente y muestran el futuro. En las tardes, después de la cena, las malocas se convierten en verdaderas escuelas donde los mayores son escuchados.

Respeto al bien ajeno. Los que no cumplen este principio son descritos como bestias, monstruos y demonios. Los ladrones que roban y matan sin ningún sentimiento de culpa no tienen la estética física ni moral.

El demonio Mónallagona es un ser antropomorfo: alto, velludo, con garras, extrae yucas de chacra ajena, las asa y traga por la boca y por las oquedades oculares porque se quita los ojos para devorar rápido el producto de la labor ajena (Relato I).

Una anciana forastera, aprovechando la ausencia de los padres, regala manjares a los niños, se gana la confianza de ellos, luego los roba, mata y los lleva al subsuelo donde viven otras viejas de su especie. En esa morada los devoran (Relato II).

Llórigoma, jefe del clan cascabel, saquea un pueblito y mata a su curaca por no entregarle la piedra de fuego. Los niños Llárae y Barok, escondidos dentro de un tronco, ven la muerte de su padre; luego, sufren los maltratos en la casa de la tía. «A veces las heridas del alma duelen más que las heridas del cuerpo» (p. 128, Relato V).

La solidaridad entre los buenos. Los miembros de una comunidad, para poder subsistir en paz, deben saber compartir lo que tienen. El curaca es tragado por la boa cuando él trataba cazarla para comer su carne como su gente. La tribu, ante esta tragedia, asume la culpa del egoísmo, caza a la boa y saca de su vientre el cuerpo inerte del curaca al que lo entierran con ceremonia y arrepentimiento (Relato III).

La inteligencia bien desarrollada vence a la fuerza bruta. Los honestos agricultores, para defender lo suyo (familia, vivienda y cultivo), recurren más a la inteligencia que a la fuerza física; así, tienen éxitos: esconden los ojos del ladrón Mónallagona cuando se los quita para devorar las yucas asadas. El monstruo ciego, al ambular con torpeza, cae en el barranco y muere (Relato I). Atacan la cueva de las antropófagas viejas con humo de ají; y, cuando ellas salen casi ahogadas, las matan (Relato II). La pequeña tortuga motelito, pisoteada por una gigante sachavaca en el lodazal, apenas se libera del barro busca a quien la maltrató. Encontrándola dormida le muerde mortalmente la parte más delicada hasta matarla (Relato IV). Los hermanos Llárae y Barok huyen de la casa de la tía por los constantes maltratos, crecen y aprenden a metamorfosearse en tigre comiendo la corteza de una liana. Hasta que un día llega a su paraje el asesino de su padre con su gente. Los jóvenes hombres-tigres lo reconocen y preparan la venganza. Aprovechando la oscuridad nocturna lo atacan y matan (Relato V).

Así se cumple el principio de la sobrevivencia e higiene social: No compadecerse ni ayudar al malvado. Quien lo hace, es un tonto.

La cremación del cadáver humano. Cuando la señora Naruño murió de fiebre y vómitos, su esposo Coimo y sus hijos tiernos Llárae y Barok la incineraron. «Tal como manda la tradición antigua, el cuerpo sería quemado, permitiendo que el alma salga del difunto en forma de humo» (p. 114, Relato V). Aunque este caso es aislado, es una buena propuesta para no seguir depositando los cadáveres con sus bacterias y virus. Con la incineración no heredaríamos las enfermedades a las generaciones futuras.

Influencia quechua. En los cinco relatos hay muchos vocablos quechuas, una demostración de su influencia en la región amazónica antes y después del siglo XVI. Para muestra cito algunos vocablos en orden alfabético tal como están transcritos en el libro. Entre paréntesis aparecen en quechua central con sus equivalentes: casha (kasha: espina), cocha (qucha: laguna, embalse), colpa (qullpa: tierra salitrosa), chacra (chakra: terreno de cultivo), huayo (wayu: fruto), huayhuasho (waywashu: ardilla), huingo (winqu: torcido, sinuoso), macana (maqana: mazo), páucar (pawkar: oropéndola), pique (piki: nigua, sote), sachapapa (papa silvestre), sachavaca (sachawaaka: vaca del monte), shicra (shikra: bolsa), shunto (shuntu: montón de cosas), supay (diablo), tushpa (tullpa: fogón), yuca (yuka).

Como los temas sobre los indígenas no interesa a muchos peruanos citadinos y modernos no es fácil publicar un libro con estos temas. Por eso, merecen la gratitud los que han apoyado y ayudado para hacer posible esta publicación: el antropólogo español Manuel Martin Brañas (Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana) y el profesor estadounidense Thomas Ward (Universidad Loyola Maryland) por quien he tenido acceso a este libro.

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

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