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XI JINPING: SOLIDARIDAD, COOPERACIÓN Y COMUNIDAD GLOBAL DE SALUD

Agustín Saavedra Weise*

Por su importancia glosaremos el discurso de Xi Jinping, presidente de la República Popular China (RPC), emitido el pasado 18 de mayo durante la inauguración de la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sus palabras representan un hito insoslayable en la actual coyuntura.

El mandatario expresó su condolencia ante esta peste del coronavirus, que ya cuenta mundialmente con más de 300.000 muertos; este virus no sabe de fronteras ni razas. Luego explicó que —tras arduos esfuerzos— la RPC pudo revertir internamente la situación. Agregó que Beijing compartió informaciones con la OMS y otros países, siempre tratando de ayudar. 

Xi Jinping presentó propuestas concretas. En primer lugar, maximizar esfuerzos para el control y tratamiento del Covid-19 como prioridad, movilizando trabajadores médicos e insumos para tomar efectivas medidas de protección, cuarentena, detección, tratamiento y rastreo, con el fin de frenar la propagación. Se debe potenciar el intercambio de experiencias y seguir apoyando la investigación para aclarar por completo el origen y las vías de transmisión del virus. 

En segundo lugar, el mandatario considera que debe reconocerse el liderazgo de la OMS en la lucha contra la pandemia. En esta fase de esfuerzo conjunto, pidió que se aumente el apoyo político y financiero a la OMS para ganar esta guerra contra la enfermedad. 

Lo tercero consiste en proseguir colaborando con los países africanos. 46 equipos médicos de la RPC están ahora en ese continente.

En cuarto lugar, expresó que debe reforzarse la gobernanza global de la salud pública. Ante las insuficiencias expuestas por el problema del Covid-19, dicha gobernanza deberá mejorarse a nivel planetario. China es partidaria de un minucioso examen sobre la respuesta global al virus; una vez el mal esté bajo control, cabrá resumir experiencias y subsanar debilidades.

La quinta propuesta consiste en reestimular el desarrollo socioeconómico. Los países podrán retornar progresivamente a sus actividades normales, pero sin aflojar controles. Además, deberá reforzarse la coordinación en materia de políticas macroeconómicas en aras de la plena recuperación de la economía mundial.

Por último y en sexto lugar, es necesario fortalecer la cooperación internacional puesto que la humanidad tiene un futuro compartido. China se adhiere a esa visión y asume la responsabilidad no sólo de proteger vida, seguridad y salud de sus habitantes; también apoyará la causa de la salud universal. En ese contexto, China ofrecerá durante dos años una asistencia de dos mil millones de dólares para apoyar a países emergentes en el combate contra el virus y en la recuperación socio-económica; China también cooperará con la ONU para construir un centro de respuesta humanitaria que garantice el abastecimiento de insumos anti epidémicos básicos. Las vacunas chinas —una vez probada su eficacia— serán bienes públicos mundiales. La RPC propiciará además —junto con miembros del G20— la suspensión del servicio de la deuda en favor de los estados más pobres y apoyará a quienes sufren impactos financieros para que superen sus dificultades.

Concluyó Xi Jinping reiterando que la Tierra es el hogar de la humanidad y por eso debe construirse una comunidad global de salud. En la próxima se-mana comentaré todas las expresiones y propuestas del primer mandatario chino.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/181600_xi-jinping-solidaridad-cooperacion-y-comunidad-global-de-salud

POTENCIAL DESTRUCCIÓN MASIVA VÍA MEDICAMENTOS PELIGROSOS

Agustín Saavedra Weise*

 

Diversos expertos coinciden en que una vez terminada la pandemia por el Covid-19 habrá muchos cambios en el mundo, incluyendo hasta la forma de saludarse y hacer vida social. Entre los principales “ganadores” estarán las empresas que controlan las nuevas tecnologías y veremos también el regreso de gobiernos fuertes; habrá una especie de “reestatización”, no necesariamente de bienes o propiedades sino de los propios individuos de una comunidad, tanto en el sector productivo como en la propia sociedad civil. En todos los sentidos habrá mayor control. Los estados como tal saldrán altamente fortalecidos de la actual crisis mundial de salud.

Y luego de todo lo ocurrido con el tema Coronavirus, tendrá que venir también un estricto control de medicamentos y de sus modalidades de transporte, con el fin de evitar no solo muertes sino la posibilidad terrorífica de usar algunos de esos medicamentos poderosos como armas de destrucción masiva. Por razones de espacio me referiré solamente al fentanilo, pero conste que hay varios otros remedios que bien usados son benéficos y mal usados son letales.

El fentanilo es un opioide utilizado para el dolor y para la anestesia en cirugías. El fentanilo lamentablemente también se usa como droga recreativa, a menudo mezclado con heroína o cocaína. Tiene un inicio rápido y sus efectos generalmente duran menos de dos horas. Por otro lado, el fentanilo es indicado para tratar el dolor recurrente del cáncer mediante dosis regulares. El fentanilo es, pues, un opioide sintético potente;  es similar a la morfina pero 50 a 100 veces más fuerte; eso lo hace muy peligroso en malas manos. Recetado por un médico autorizado, el fentanilo es administrado por inyección, parche transdérmico o pastillas. En el costado negativo, fentanilo y análogos son producidos en laboratorios clandestinos. Ese fentanilo delincuencial es vendido como polvo o como tabletas que imitan otros opioides menos potentes. Las personas pueden ingerir, inhalar o inyectarse el fentanilo.

Según datos comprobados provenientes de EEUU, tan sólo 55 kilos de fentanilo podrían matar a veintisiete millones de personas, casi el 10 por ciento de la población estadounidense. Y se han incautado cantidades similares en varias redadas policiales… En una imagen de terror, podemos imaginar un avión cargado con esa cantidad (o más)  que vaya liberando gradualmente desde el aire  polvo de fentanilo. Sobrevolando áreas densamente pobladas puede aniquilar a muchísimas personas a un costo relativamente bajo: entre un avión pequeño y droga no se gastarían más de 200.000 dólares. ¿Qué tal?

La horrible posibilidad mencionada arriba podría ser real. Hay que ponerle coto con control del transporte, atacando la fabricación clandestina del fentanilo y regulando al máximo su consumo legal. Y conste que me referí a un solo producto; hay otros igualmente peligrosos y pese a eso, en la actualidad se los transporta masivamente por tierra y por aire sin tomar en cuenta los tremendos riesgos.

Además, tenemos la parte criminal, que no cesa en la producción ilegal de estos productos. Alguien en EEUU y el resto del mundo tendrá que comenzar a imponer fuertes controles sobre los traslados de fentanilo y otros medicamentos letales que, en caso de ser mal utilizados, podrían transformarse en amenaza mundial.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/177464_potencial-destruccion-masiva-via-medicamentos-peligrosos  

 

REFLEXIONANDO DURANTE LA CUARENTENA

Francisco Carranza Romero*

Imagen de Sabine van Erp en Pixabay

La peste covid-19 ha destapado, de sorpresa, los defectos y debilidades del sistema. Los gobiernos del mundo hacen muchos esfuerzos para evitar los contagios y muertes de sus ciudadanos. Algunos honorables profesionales de salud, arriesgando su integridad física, atienden diariamente a los enfermos del mortal virus, toman las medidas buscando superar el mal; y en esta lucha hasta se contagian y mueren. Sin embargo, aún hay algunos gobernantes que, pensando más en sus intereses políticos de reelección que en la salud del pueblo, hablan y actúan con indolencia, imprudencia y despreocupación.

Aquí voy a hablar sólo de tres temas relacionados con la peste, la cuarentena y la actitud de los ciudadanos: centralismo, adultos mayores y disciplina.

El fracaso del centralismo

En el siglo XVI hubo la política de juntar a los nativos peruanos en un espacio para controlarlos, evangelizarlos y tenerlos al alcance para las labores, a eso llamaron reducción. Desde entonces han aparecido urbes con poca planificación. Ni qué decir de Lima del siglo XXI, que crece sin la debida planificación urbana ni vial ni de salud. La ciudad capital del Perú muestra hacia el este, norte y sur edificaciones en desorden sin respetar los canales de regadío y cerros que crean los microclimas. El Océano Pacífico es el silencioso receptor de toneladas de basura.

El centralismo es la política de los países en vías de desarrollo industrial. Así Lima se convirtió en el centro del poder político, económico, laboral, educativo, judicial y de salud. El aeropuerto internacional también está aquí. Como las provincias no reciben la debida atención, miles de provincianos llegan a la capital buscando mejores servicios y oportunidades. A su vez, por el mismo mecanismo del centralismo, las capitales de los departamentos también atraen a los pobladores de las áreas rurales que quedan con poca población activa.

Ahora que se ha declarado la cuarentena por la peste que ataca a la capital del Perú, muchos centros de labor, oficinas públicas y negocios han reducido su personal y hasta se han cerrado. Entonces, miles de inmigrantes temporales y residentes se han acordado de sus pueblos de origen y han optado volver para no contagiarse ni morirse de hambre. Este retorno al pueblo natal a pie o en los transportes humanitarios es la huida con pánico. ¿Qué harán estos viajeros cuando lleguen a sus pueblos? ¿Participarán en las labores como sus paisanos? Cuidado, algunos de los que retornan ya están acriollados y achorados. Llevan el virus terrible del egoísmo que se manifiesta en la viveza y en muchas malas mañas.

Este retorno desesperado al pueblo natal no es la búsqueda de la vida tranquila en el área rural como escribieron los poetas. Horacio: Beatus ille qui procul negotiis (Dichoso aquél que lejos de los negocios). Fray Luis de León: Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido.

¿Quieren que los viejos existan pero que no vivan?

La edad es biológica y no cronológica. Por eso hay algunos menores que se comportan como adultos; como también hay algunos adultos que se comportan como niños porque el proceso cronológico no los ha madurado. Y, durante los días de la cuarentena, se repite con frecuencia el discurso: los viejos deben quedarse en casa “por ser más vulnerables ante el virus”. Este enunciado oculta la verdad: falta de camas y equipos de las unidades de cuidado intensivo. Por eso en algunos países los médicos, sin querer, se vieron obligados a actuar como los heraldos negros quitando las máscaras de oxígeno de los enfermos viejos para dárselas a los jóvenes por tener la mayor posibilidad de curación. Es el nuevo edadismo y discriminación, como si estos seres no necesitaran salir para realizar algunas gestiones. Los longevos saludables, dentro y fuera de la casa, pueden aportar experiencia y reflexión que tanta falta hace a los jóvenes. No estorban, más bien, con su larga vida demuestran que están vivos porque han podido superar muchos desafíos.

Ahora les comparto mi experiencia en la República de Corea (más conocida como Corea del Sur) donde es muy común encontrar el Centro de Adultos Mayores en cada complejo de apartamentos y en cualquier pueblito del área rural. Es un local de dos habitaciones amuebladas con televisor, computadora, cocina, periódicos, revistas… donde los mayores se reúnen, organizan sus actividades como almuerzos, cenas, cursos de canto y baile, y otros eventos de actualización. Tienen su directiva que los representa ante las autoridades del distrito. Es que hay una política nacional de cuidado y respeto a los ancianos.

En Perú hace falta la política de cuidar a sus ciudadanos mayores. Una vez en Lima hablé sobre la necesidad de un espacio para los mayores, la respuesta inmediata de un limeño sabihondo fue: “Para eso están los clubes”. Ahora, ¿él estará pasando estos días aburridos en los clubes?

Educación con disciplina

Si la mayoría del pueblo comprendiera que el distanciamiento social y las precauciones de aseo son necesarios habría menos contagios. Por la televisión he visto dos escenas indignantes: 1. Un borracho de clase adinerada se pasea insultando a los policías sin que éstos lo capturen como harían si se tratara de un ciudadano común. 2. En plena cuarentena dos grupos de pandilleros jóvenes (delincuentes en potencia) se enfrentan a pedradas en las calles. Allí no estaban ni los policías ni los militares.

Cuánta falta hace la educación en y con disciplina que forma gente que piensa y actúa no sólo en beneficio de su ego sino también de otros que son miembros de la sociedad. El ser humano no nace para vivir solitario sino para vivir solidario. Y la solidaridad implica generosidad, respeto y orden, valores que se enseñan en el hogar y en la sociedad.

Acabo de informarme que un coreano que vive en el piso décimo noveno, al sentir fiebre y tos, se preocupó de su salud, se puso la mascarilla, evitó usar el ascensor para no encontrarse con nadie, bajó por la escalera y caminó hasta el hospital más cercano donde explicó sus síntomas y pidió un examen para saber si estaba infectado por covid-19. Un ejemplo de cuánto puede aportar cada ciudadano para vencer el mal.

Un pueblo con gente disciplinada puede superar los males con mayor facilidad, y puede construir un futuro mejor.

 

* Licenciado en Lengua y Literatura, Universidad Nacional de Trujillo, Trujillo, Perú. Doctor en Filología Hispánica, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Madrid, España. Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Universidad Dankook, Corea. Ha publicado numerosos libros, entre ellos Diccionario quechua ancashino – castellano.