GUÍA DEFINITIVA. ¿CÓMO DETECTAR GLORIOSOS NEOLIBERALES Y ZURDOS KEYNESIANOS?

Gonzalo Chávez (El Deber*)

 Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

 Las redes sociales son lo más parecido a un loquero. Con una facilidad enorme se destila veneno y se ametralla con adjetivos de grueso calibre a las personas. En el campo económico, un día uno es un neoliberal vende y compra patria.

A la mañana siguiente es un zurdo y comunista que quiere convertir las iglesias en bares. La ponzoña y vulgaridad es infinita. No sería mala idea instalar aplicativos que detecten ideología. Cuando algún fanático del mercado entra a una red social, se activan fuertes alarmas y, en algunos casos, sueltan fuego para hacer retroceder al Satanás seguidor de Milton Friedman o algún discípulo de Lord Keynes o de un pensamiento heterodoxo en economía.

Edward Amadeo, un economista brasileño, sugiere un método más sencillo que el anterior: cinco preguntas que permiten diferenciar a un neoliberal de un economista heterodoxo.

En este último caso, ciertamente se trata de una definición incompleta para describir a alguien que en la profesión se identifica con Joseph Schumpeter (quien desarrolló importantes teorías sobre el crédito y la innovación tecnológica en el crecimiento), John Maynard Keynes (quien defendió la acción del Estado en los ciclos económicos), Raúl Prebisch (cuya tesis central fue que las distorsiones del comercio exterior exigen la acción del Estado para promover la competitividad de las empresas), y más recientemente con Dani Rodrik (quien sostiene que el desarrollo depende de las instituciones y las políticas públicas). 

Pero veamos las preguntas para dividir a estos dos grupos.

1-¿Qué es lo que limita el crecimiento, la oferta o la demanda? Para un economista neoliberal, las restricciones al crecimiento del producto están dadas por la escasez del ahorro. Si no hay oferta de productos en una economía es porque no existe plata para invertir.

Por lo tanto, se debe atraer ahorro externo, vía préstamos internacionales o inversión extranjera. Un economista heterodoxo invertirá la ecuación y dirá que lo que interesa es el lado de la demanda de bienes. No hay crecimiento porque la gente no tiene recursos para gastar.

Las empresas están paradas, o no se invierte en una economía, porque no hay a quién vender. En estas situaciones, el gobierno debe activar la demanda de productos, bajando la tasa de interés o invirtiendo más (en infraestructura, por ejemplo). Como dice Keynes: “La demanda crea su propia oferta y la inversión genera su propio ahorro”. Este sería el caso de la coyuntura de crisis económica actual.

2-¿Cómo aumentar las inversiones en un país? ¿Con una política industrial o con un mercado de capitales? Para un neoliberal, la forma de atraer inversión es a través del establecimiento de reglas de juego claras, jurídicas y económicas, lo que se conoce en la jerga económica, como “instituciones sostenibles”. El otro mecanismo es el mercado de capitales, que debería canalizar el ahorro hacia la inversión.

La escuela heterodoxa sostiene que el mercado no asigna las inversiones de acuerdo con las necesidades de una economía. Por lo tanto, las políticas públicas son fundamentales, tanto para generar recursos para la inversión como para hacer sostenibles las empresas, todo esto vía sustentación de la demanda. La política pública debe ser complementaria a la acción privada pero no excluirla.

3-¿Expandir las exportaciones con políticas industriales o con la apertura de la economía? La visión neoliberal apuesta a la apertura total del comercio. Es el mercado mundial quien debe decidir lo que un país deberá producir para la exportación y lo que se deberá comprar de afuera. En economías como la nuestra, esto implica vender recursos naturales y comprar productos industrializados.

Para un economista heterodoxo, la política industrial juega un papel central en el estímulo a las exportaciones y en la creación de las condiciones para abrirse a la economía mundial. No hay que abrirse al fósforo, sino que hay que tener una estrategia nacional de atracción de inversiones para mirar hacia el mercado externo.

4-¿Cómo se debe manejar el equilibrio fiscal? Para la escuela neoliberal, mantener déficits públicos es un pecado capital. La política económica debe tener como objetivo prioritario el superávit. Para lograrlo, no se debe escatimar en esfuerzos fiscales y monetarios. Para los heterodoxos, el déficit público debe ser administrable y sostenible. Toleran un déficit, siempre que este sea bajo, y que se lo pueda financiar, especialmente cuando la economía crece vía inversión pública.

5-Para mejorar la redistribución del ingreso, ¿se debe hacer crecer la economía o focalizar los gastos públicos? Un economista neoliberal apuesta a que el crecimiento del producto ayudará a mejorar la distribución del ingreso. Hay que crecer para poder distribuir; para favorecer a los más pobres se debe focalizar los gastos. Los heterodoxos apuestan a las políticas públicas universales, especialmente en países donde la mayoría de la población es pobre. Creen que la mejor política social es el empleo y que se debe apoyar a los sectores productivos sin distorsionar los precios.

Obviamente, la zoología de economistas es mucho más amplia. Están los economistas marxistas, liberales, trotskistas, institucionalistas, y muchas otras hierbas más. Pero con esta pequeña guía espero contribuir a un mejor entendimiento de las escuelas del pensamiento económico y bajar un poco la ignorancia que circula por las redes sociales.

 

* Nota original publicada por El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/guia-definitiva-como-detectar-gloriosos-neoliberales-y-zurdos-keynesianos_201138

“AL AMIGO TODO; AL ENEMIGO, NI JUSTICIA”

Marcelo Javier de los Reyes*

22 de agosto de 1972. José López Rega, Juan Domingo Perón y Giancarlo Elia Valori en Madrid. La foto está dedicada por Perón “al querido amigo Dott. D, Giancarlo Elia Valori”.

Introducción

El 14 de septiembre el Equipo SAEEG publicó un documento inédito, una carta con fecha 20 de mayo de 1971 y escrita por el general y tres veces presidente de la República Argentina, Juan Domingo Perón, dirigida a su amigo el Profesor Doctor Giancarlo Elia Valori[1].

En esta oportunidad, publicaré nuevas cartas que el Doctor Valori me ha enviado personalmente y que él, oportunamente, ha recibido de su amigo el general Perón. Estas cartas ponen en evidencia no solo la amistad que los unía sino también la contribución que el Doctor Valori ha hecho para favorecer el retorno de Perón a la Argentina, retorno que le permitió asumir la presidencia por tercera vez el 12 de octubre de 1973, con su esposa, María Estela Martínez de Perón —“Isabel”— como vicepresidente. Como veremos más adelante, los buenos oficios de Valori fueron recompensados gentilmente por Perón.

Quiero dejar en claro que lo que me une a Perón es haber nacido, como él, el 8 de octubre y que el propósito de publicar estas cartas es la intención de hacer un aporte a la historia argentina, así como también que ellas contribuyan a conocer mejor el pensamiento de Perón y a superar las viejas divisiones de nuestra sociedad en pos de que solo nos detengamos a pensar en los objetivos nacionales y en el bien de la Patria y de la sociedad que la integra. En este sentido, estoy dispuesto a reconocer aquellos aspectos y aquellas visiones de estadista que, a mi juicio, fueron acertados por parte de Perón.

Una carta manuscrita

En una carta manuscrita, fechada el 22 de junio de 1970, Perón le escribe a su amigo en respuesta a una carta suya. El general, en su exilio, le hace llegar un “afectuoso saludo” y “los mejores deseos” de parte de su esposa. Además le informa que estaba en conocimiento de que el Doctor Valori pensaba viajar a Madrid, dado que el “señor López Rega” se lo había comunicado.

Carta manuscrita de Perón a Valori, Madrid, 22 de junio de 1970 

El texto de la carta es el siguiente:

Madrid, 22 de junio de 1970

Señor D. Giancarlo Elia Valori

Roma

Estimado amigo:

He recibido su amable carta y deseo hacerle llegar mi agradecimiento por su recuerdo y saludo que retribuyo con mi mayor afecto. De la misma manera mi Señora me encarga le transmita junto con su afectuoso saludo, sus mejores deseos.

Le tendremos presente en nuestros votos este 24 de junio que brindaremos por su próspera felicidad.

Me ha dicho el Señor López Rega que piensa Usted viajar a Madrid, en cuyo caso deseo tener el placer de poderle saludar con un abrazo. Probablemente saldremos de vacaciones en julio pero espero estar nuevamente aquí en pocos días.

Le ruego que, junto con nuestro más afectuoso saludo, quiera aceptar nuestros mejores augurios.

                                               un gran abrazo

                                                       Juan Perón

Reconocimiento, amistad y política

En otra carta fechada el 6 de marzo de 1971, Perón pondera unos artículos sobre la Iglesia y América Latina que había escrito el Profesor Giancarlo Elia Valori y le reconoce, del mismo modo, sus conocimientos sobre la región. Como ya se ha mencionado en la referida nota del Equipo SAEEG, el Profesor Valori era un gran conocedor de la Argentina debido a que su hermano Leo trabajó en nuestro país desde 1948 enviado por Enrico Mattei (1906-1962), impulsor de la creación del Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), del que luego llegó a ser presidente. Por ese motivo y por otros, el Doctor Valori viajaba asiduamente a la Argentina. Cabe agregar que Leo falleció joven en la Argentina y que estableció una estrecha amistad con Arturo Fondizi y que también conoció a Perón.

El texto de la carta es el siguiente:

 

MADRID, 6 de marzo de 1971

Señor Doctor Don Giancarlo Elia Valori.

ROMA

       Mi querido amigo: 

He recibido vuestra carta del 1º de marzo próximo pasado y le agradezco el recuerdo y saludo de retribuyo con mi mayor afecto. Me informaron en mi casa que Usted había llamado por teléfono pero lamentablemente estaba fuera: no debe preocuparse por no haber podido despedirse e imagino sus ocupaciones en los pocos días que ha permanecido en Madrid.

He leído sus excelentes artículos “La Iglesia en el Proceso de Integración Nacional en América Latina” y “Misión de la Iglesia en América Latina” donde Usted enjuicia con evidente acierto y ecuanimidad la situación de nuestro Continente, como asimismo la tarea de la Iglesia en nuestra integración y desenvolvimiento espiritual. No es común en los escritores europeos, encontrar un conocimiento tan completo y ajustado como el que Usted tiene de nuestros problemas. Sus viajes y su agudo sentido de observación le han permitido penetrar profundamente la situación de nuestros países y de ahí la eficacia con que los expone y juzga. Lo felicito.

Cuando viaje a Chile puede contar con toda la colaboración que yo pueda prestarle. Se encuentra allí un sacerdote peronista y amigo: ALBERTO BALLERINI que podrá ponerse a sus órdenes para acompañarlo en lo que sea. Él es amigo personal del Ministro de la Gobernación como asimismo del Presidente Allende. Además está vinculado a mucha gente. Es mi representante allí y también le podrá informar sobre cualquier cosa que a Usted le interese. Yo le daré una carta de presentación para él como para el Doctor Allende.

He leído también el artículo que me adjunta del “CORRIERE DELLA SERA” escrito con un gran sentido de la realidad de nuestro Movimiento. Es absolutamente real que la fuerza de aglutinación peronista se basa especialmente en la amistad, quizá el sentimiento más noble y verdadero que suele cultivar el hombre. Los peronistas, más que nada o por sobre todo, somos amigos. Dentro de eso practicamos el apotegma de un viejo amigo mío brasilero que decía: “AL AMIGO TODO; AL ENEMIGO, NI JUSTICIA”.

Tiene razón Virgilio Lilli, yo he tratado de ser un “amigo del Pueblo Argentino” y servirlo como a tal. Por eso también nuestra unidad indestructible a pesar del tiempo y la distancia. Por eso también puedo yo tener absoluta fe en la conducta de ese Pueblo que sigue y seguirá siendo mi amigo. Ello también destruye la leyenda que nuestros enemigos han pretendido formarme como “DICTADOR”: yo fui elegido legal y constitucionalmente por una mayoría jamás alcanzada por Presidente Argentino alguno en toda la historia política de la República Argentina.

Por eso también sé que, en las actuales circunstancias, yo mando más que la dictadura militar que desgobierna la Argentina, porque mando sobre muchos millones de corazones argentinos.

Hay mucha gente que se asombra de mi popularidad después de más de quince años de estar ausente de la Patria: es que a los amigos se los recuerda siempre, cuando han sabido honrar esa amistad. No es extraño entonces que aun los jóvenes y los niños sean peronistas y amigos míos, porque es un sentimiento que han heredado de sus padres y se sienten amigos míos aunque no me hayan conocido personalmente. Así llegan a mi casa en Madrid, cientos de jóvenes universitarios que anhelan conocerme personalmente porque han oído a sus padres hablar de mí desde que nacieron. Estas son satisfacciones. De las pocas que el Gobierno puede ofrecer a un hombre de estado. Así la vejez puede ser más amable y llevadera.

La situación argentina sigue de mal en peor: ya nadie cree en las promesas de la dictadura militar que cuenta con la oposición generalizada de todo el país. Yo no alcanzo a comprender la necia contumacia de la camarilla militar que intenta gobernar con la repulsa y el odio de todos los argentinos. Cada día pienso más en que esto no puede terminar sino en un gran desastre. Desgraciadamente, será como siempre el Pueblo el que ha de pagar los platos rotos y eso es precisamente lo que me aflige.

También la situación del Mundo, la veo cada día más comprometida en los cinco continentes, es que en el mundo pasa lo que en la Argentina: la necia contumacia del imperialismo nos llevará paulatinamente hasta el borde del abismo. Dios quiera que todos nos demos cuenta antes de caer en él.

Querido amigo Valori: muchas gracias por todo. Le ruego que, junto con nuestro saludo más afectuoso, quiera aceptar nuestros mejores deseos. López ya ha regresado de la Argentina y de Brasil por donde ha viajado durante casi un mes y me encarga sus saludos.

                                                       Un gran abrazo

                                                               Juan Perón

Fragmento de la carta de Perón a Valori, Madrid, 6 de marzo de 1971

 

En esta carta, además de reconocer el conocimiento que el Doctor Valori tiene acerca de nuestra región, de poner a su disposición sus contactos en Chile y de manifestar su malestar por un artículo publicado en el “Corriere della Sera”, se explaya sobre su concepto de la amistad, la que destaca como un factor aglutinante del peronismo y expresa una célebre frase que le atribuye a un “viejo amigo brasilero”. “AL AMIGO TODO; AL ENEMIGO, NI JUSTICIA”.

 

“Es absolutamente real que la fuerza de aglutinación peronista se basa especialmente en la amistad, quizá el sentimiento más noble y verdadero que suele cultivar el hombre. Los peronistas, más que nada o por sobre todo, somos amigos. Dentro de eso practicamos el apotegma de un viejo amigo mío brasilero que decía: ‘AL AMIGO TODO; AL ENEMIGO, NI JUSTICIA’”.

 

 

Este fragmento forma parte de la serie de videos que integran “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder”, grabados a mediados de 1971 por Pino Solanas y Octavio Getino en Madrid. En el video, Perón responde a la pregunta que le formuló Solanas: “¿Cómo identificamos al aliado y al enemigo? Usted definió al compañero y al traidor; ¿puede definir al aliado?”

La respuesta, obviamente, cercena el sentido de justicia, ya que la misma es un derecho que alcanza a todos los hombres, incluso a aquellos que han cometido sus peores felonías. Perón no estaba dispuesto a que los enemigos pudieran apelar a la ley.

El ex presidente en el exilio estaba perfectamente al tanto de lo que ocurría en la Argentina, así como de la situación difícil por la que atravesaba el gobierno militar, al punto que en la carta expresa: “yo mando más que la dictadura militar que desgobierna la Argentina, porque mando sobre muchos millones de argentinos”. Y no era mentira…

Perón era consciente de su poder a pesar de los años que llevaba en el exilio y se sentía la persona apropiada para llevar a cabo la pacificación que la Argentina necesitaba, tal como lo expresa en la carta del 20 de mayo de 1971, publicada en la nota anterior.

Aún más, a diferencia de nuestra clase política actual, Perón gozaba de una gran cultura, era un gran conocedor de los diferentes escenarios internacionales y era un ferviente anti imperialista. A su juicio, “el imperialismo nos llevará paulatinamente hasta el borde del abismo”. En este sentido es oportuno recordar su concepción acerca de la Tercera Posición, algo que alguno que se consideró seguidor y partidario suyo supo olvidar cuando fue presidente de la República.

Otras cartas

El 13 de marzo de 1971 le escribió nuevamente una carta manuscrita para saludar a su querido amigo, el Doctor Valori, con motivo de la Santa Pascua y para felicitarlo por su hijos.

Carta fechada el 13 de marzo de 1971 

La carta del 25 de octubre de 1971 es muy importante porque le expresa al Profesor Valori un enorme agradecimiento:

Un millón de gracias por sus valiosas gestiones que tenemos que agradecerles todos los peronistas. Como me han llegado las ayudas prometidas, sé que se las debemos a Usted y a Usted nuestra gratitud.

Finaliza la misma enviándole saludos de “Isabelita y López” (Rega).

Carta fechada el 25 de octubre de 1971

La amistad entre Perón y Valori

Diversos autores que han investigado a Perón en el exilio y a todo lo concerniente a su retorno a la Argentina han considerado la importancia de la relación que existía entre Perón y Valori. Entre ellos puede mencionarse a Juan Bautista Yofre y a Carlos Manfroni.

En su libro La trama de Madrid. Los documentos secretos sobre el retorno de Perón a la Argentina, Juan Bautista Yofre lo menciona y deja en claro la confianza que Perón le tenía, al punto que le entregaba cartas para que se las diera a su delegado personal, Jorge Daniel Paladino, a quien también le comunicaba que Valori le informaría acerca de charlas que habían mantenido personalmente en Madrid[2]. Yofre también menciona que el Profesor Giancarlo Elia Valori fue un protagonista en la célebre visita que Arturo Frondizi le hizo a Perón, de la que también participó el propio Valori, el 13 de marzo de 1972. La presencia de Valori, destaca Yofre, “estaba vinculada con sus gestiones por un Plan Europa para la Argentina que nunca se llevó a cabo, ya que era una suma de grandes intenciones para un país carcomido por la violencia terrorista”.

El 29 de marzo de 1972, Frondizi volvió a visitar a Perón en Madrid.

Histórica visita de Frondizi a Perón en Madrid, 29 de marzo de 1972. A la izquierda el Doctor Valori. Fuente: Giancarlo Elia Valori. 

Carlos Manfroni también le dedica al Profesor Valori un lugar protagónico en el retorno de Perón al país, un paso previo para asumir su tercer mandato como presidente de la Argentina[3].

 

15 de noviembre de 1972. Foto publicada por el Herald Tribune, que registra la llegada de Perón y de su esposa a la Argentina. En el centro Giancarlo María Valori.

Como reconocimiento y gratitud, Perón le entregó al Dr. Valori la Medalla Peronista por “los importantes servicios prestados a la causa peronista”.

Revista Las Bases, 2 de noviembre de 1972. Ceremonia de entrega de la Medalla Peronista a Giancarlo Elia Valori.

 

La Medalla Peronista que Perón le entregó a Valori.

La amistad siguió con María Estela Martínez de Perón

Juan Domingo Perón falleció en ejercicio de la presidencia el 1º de julio de 1974. A su muerte, le sucedió su esposa María Estela Martínez de Perón, quien fue derrocada por el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976 y puesta bajo arresto domiciliario durante cinco años, siendo liberada en 1981. Luego se exilió nuevamente en España, donde aún vive.

Su amistad con el Doctor Valori continuó tras la muerte de Perón como puede apreciarse en la siguiente carta manuscrita del 14 de enero de 1986, donde nuevamente —como en aquella que escribió el general el 6 de marzo de 1971— estuvo presente el tema de la amistad.

 

Don Giancarlo E. Valori.

       Querido amigo:

Gracias por las infinitas atenciones y muestras de cariño de quien siempre ha sido un amigo fiel y sincero.

       El Libro del Eclesiástico dice:

“Un amigo fiel es poderoso protector, el que le encuentra halla un tesoro.

Nada vale tanto como un amigo fiel, su precio es incalculable.

Un amigo fiel es remedio saludable; los que temen al Señor lo encontrarán.”

Los días pasados en Roma, tu madre como siempre tan tierna y maravillosa, tus amigos tan afectuosos conmigo y tu constante preocupación por mi salud y miles de detalles que sería largo enumerar.

Gracias Giancarlo por todo, un abrazo muy grande de tu amiga, extensivo a tu madre de

                                       Ma. Estela Isabel Perón

 Madrid, 14 de Enero de 1986 

 

Carta de María Estela Martínez de Perón al Doctor Giancarlo Elia Valori, Madrid, 14 de Enero de 1986. 

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] Equipo SAEEG. “Documento inédito: carta de Juan Domingo Perón a su amigo, El Profesor Giancarlo Elia Valori”. Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 14/09/2020, https://saeeg.org/index.php/2020/09/14/documento-inedito-carta-de-juan-domingo-peron-a-su-amigo-el-profesor-giancarlo-elia-valori/

[2] Juan Bautista Yofre. La trama de Madrid. Los documentos secretos sobre el retorno de Perón a la Argentina. Buenos Aires: Sudamericana, 2013, 512p.

[3] Carlos Manfroni. Propaganda Due. Historia documentada de la Logia Masónica que operó en la Argentina sobre políticos, empresarios, guerrilleros y militares. Buenos Aires: Sudamericana, 2016, 504 p.

 

Cartas y fotos enviadas por el Profesor Doctor Giancarlo Elia Valori al Doctor Marcelo Javier de los Reyes para ser publicadas en exclusividad por la SAEEG.

©2020-saeeg®

 

 

 

 

El rincón de los sensatos ¿Y SI MONTONEROS Y EL ERP HUBIERAN TENIDO ÉXITO?

Emilio Guillermo Nani* (Publicado en La Prensa**)

Mario Firmenich.

El 7 de septiembre de 2020, escuchando el programa de Fernández Díaz emitido por Radio Mitre, tuve una especie de shock. Durante su transcurso, escuché una crítica feroz, tanto a los festejos por el Día del Montonero, como a sus crímenes. En el desarrollo de la emisión, él y Miguel Wiñazki —que no dudó en seguir calificándonos a los militares de “genocidas” y en atacar a la Iglesia Católica, omitiendo las complicidades de los otros credos—, hicieron una clara descripción de lo que fueron las acciones de la organización terrorista. Y ésto es una constante en estos programas. Recuerdo que en la emisión el del 23 de junio de 2020, escuché un diálogo entre él y Jorge Sigal, a raíz de un libro que éste había escrito, condenando al comunismo.

Pero como no son pocos los periodistas que, de golpe, se dieron cuenta de que los montoneros y erpianos, al igual que los integrantes de las más de 20 organizaciones terroristas que ensangrentaron nuestra Patria, eran muy «malas personas», no puedo menos que expresar mi asombro, porque me he cansado del ensañamiento encarnizado de los comunicadores sociales que, por un lado nos tratan de represores, genocidas y perpetradores de delitos de lesa humanidad, a quienes, en los ’60, ’70 y ’80, defendimos la república democrática y a su pueblo y, por el otro, dan tratos almibarados y hasta obsecuentes, a quienes los atacaron, muchos de ellos, hoy, periodistas, políticos, jueces o empresarios. Y tratando de encontrar una palabra que sintetice ese asombro, solamente encontré una: hipocresía.

Porque lo que realmente me desconcierta de esta gente es que esté de acuerdo con la persecución judicial desatada contra quienes participamos en la guerra contraterrorista que aseguró la libertad que, hasta hace unos pocos meses atrás, disfrutaban todos los argentinos, incluso ellos.

APOLOGIA DEL DELITO

Hemos asistido en días recientes a la apología del delito perpetrada por 750 terroristas montoneros o apologistas de ellos, materializada en una solicitada a la que se atrevieron a titular “Murieron para que la patria viva”’. ¿Cuál patria? ¿La que ellos ensangrentaron? ¿La de los 300.000 desaparecidos que nos auguraba Firmenich o del millón de muertos anunciados por Santucho?

Es por ello que no puedo menos que sentir repulsión ante tanta hipocresía de la sociedad como del periodismo y otros. Fernández Díaz continúa con su latiguillo de la teoría de los dos demonios. Recuerdo que en diciembre de 2017, a raíz de uno de sus artículos dominicales, escribí una carta a La Nación (que no fue publicada), titulada “Los once demonios”’, en la que refutaba su teoría diciendo que en los ’70 no fueron sólo dos los demonios, y en la que expresaba la existencia de otros 9 que también actuaron, tanto de uno o de otro lado: periodistas y medios de comunicación social, intelectuales, empresarios, políticos, jueces y fiscales, sindicalistas, docentes (secundarios y universitarios), credos, todos, y la propia sociedad, hoy tan distraída y adormecida.

Unos buscando la paz que les asegurara poder desarrollarse económicamente; otros alentando la toma del poder para imponer el “hombre nuevo” y el “mundo mejor”, que tanto cacareaba el Che Guevara en sus discursos.

Nos procesan por haber arriesgado nuestras vidas para impedir que el proyecto castrocomunista del ERP/MTP o Montoneros se instalara en nuestra Patria. Entonces pregunto, ¿qué creen los periodistas, políticos, jueces, sindicalistas, docentes, intelectuales, empresarios, religiosos de todos los credos y el resto de la sociedad, que habría sucedido con ellos si hubieran tenido éxito? Yo les respondo:

  • Seguramente algunos habrían sido miembros del Comité Central del régimen totalitario instalado.
  • Muchos otros habríamos sido fusilados;
  • Otros eternamente habrían sido privados de su libertad en cárceles horrorosas (en las cuales, con el correr de los días, algunos también habrían sido fusilados).
  • Otros habrían terminado en granjas colectivas y sus mujeres e hijas, prostituidas para poder sobrevivir.
  • Todos estarían haciendo largas colas en los depósitos para recibir las migajas del régimen, para poder alimentarse;
  • Y absolutamente todos habrían perdido su libertad. La libertad que quienes hoy están presos les aseguraron hasta estos días. Libertad que nos ha sido conculcada por quienes liberamos.

** Nota publicada originalmente en La Prensa, 17/09/2020, http://www.laprensa.com.ar/493774-Y-si-Montoneros-y-el-ERP-hubieran-tenido-exito.note.aspx