R.I.P.

F. Javier Blasco Robledo*

Hace ya casi un año y medio, caramba como corre el tiempo y más para aquellos que ya bordamos los setenta en nuestros galones de la espalda, escribí y publiqué un artículo, que titulé España está perdida y cuyo link aparece a continuación https://sites.google.com/site/articulosfjavierblasco/espa%C3%B1a-est%C3%A1-perdida[i]

Muchos de mis amigos —buenos todos, al menos en intención— me tildaron de ser un tanto exagerado, prematuro, desconfiado del gobierno y reticente de la capacidad de reacción de los españoles, de  quienes se aseguraba que no iban a consentir tales cosas y pondrían el pie en pared para evitar tales tropelías; y hasta una de las editoriales que tiene a bien publicarme la mayor parte de lo que sale de mi pluma, lo tituló poniendo la frase entre interrogantes para dar lugar a la duda o cómo un punto de fuga, cuando yo lo que quería era firmar categóricamente que sí, que España estaba perdida.

Pero si vaticiné tal situación hace ya tanto tiempo, no por ser más listo que los demás, pero si muy observador y desconfiado de las falsas promesas, de los vendedores de humo o un mágico crecepelo y de aquellos que son capaces de renunciar a su propia madre o dignidad por un miserable plato de lentejas, tampoco yo podía pensar que íbamos a llegar a donde estamos desde las últimas semanas y hasta donde, con mucha probabilidad, vamos a llegar de seguir por este camino, como mucho me temo y que tristemente, me reafirmo en que así será.

Con diferentes golpes de efecto, nocturnidad, alevosía, unas injustificadas prisas y usando todos los caminos más torticeros e indignos de un hombre que presume de ser un político de consenso, calado y de que pasará a la historia por su buen hacer, Sánchez sin encomendarse a nadie y actuando como un puro sátrapa, ha dado la vuelta a todo como si fuera un vulgar o simple calcetín.

No se ha parado ante nada, ha hecho oídos sordos a todo y a todos los que no le seguían su camino y con auténticas mentiras como lo de homogeneizar el país con el resto de Europa o apaciguar las malsanas ínfulas catalanas, ha legislado a toda prisa y mal, sin pararse a contemplar ni siquiera, las posibles consecuencias de su torpe, inepto y precipitado caminar. 

Los comunistas, golpistas y filo terroristas son ahora los que le dictan las leyes al oído o incluso legislan ellos mismos a su conveniencia; los que deciden que se debe hacer, cómo y cuándo se puede juzgar los delitos que han dejado en agua de borrajas o que simplemente, han desaparecido para poderlo volver a hacer con plenas garantías de que ni siquiera tendrán que sufrir el paripé de la irrisoria y vergonzosa situación que hemos tenido que soportar en benéfico de unos vulgares malhechores e indignos de ser llamados españoles, a cambio de mantener al presidente, menos votado de la historia, en su silla para que mientras goza de ella, sea la herramienta que destroce a España, de tal modo y manera que será muy difícil reconocer y casi imposible de recuperar tras el paso de este sunami que nos azota continua y constantemente por todos los costados.

No han dejado títere con cabeza, todo lo han tenido que modificar, manosear y ensuciar. Ya no existe la familia, ni tampoco la numerosa; los hijos son del Estado y no de sus progenitores; se practica libremente la eutanasia; el aborto es libre, gratuito y sin cortapisas ni siquiera por la edad; se ha implantado una desproporcionada mejora de derechos de los transexuales; la enseñanza en castellano es imposible en cada vez más rincones del solar patrio; las diferencias en impuestos y prebendas entre regiones es cada vez más soez, abultada e interesada, mientras se ataca ferozmente a regiones que, limpia y honradamente, quieren competir con el resto a base de hacer las suyas mucho más atractivas en cuestión de impuestos e impedimentos administrativos que las demás; las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y los militares son menospreciados, vilipendiados y, hasta de forma humillante, se les retira de sus despliegues nacionales porque persiguen a los que atentan contra ella o apestan al amar demasiado a España.

Se ataca ferozmente a las instituciones como la Iglesia y la Corona sin que pase nada; se pueden malversar fondos públicos con toda impunidad; los pederastas están saliendo de las cárceles porque a una inculta e inepta ministra de Podemos le dio la gana de presentar una ley, gracias a la cual se están beneficiando aquellos ya juzgados, confesos y condenados que tanto daño han hecho y seguirán haciendo debido a su nueva situación de libertad; el asalto al poder judicial y el dominio del Tribunal Constitucional, es cuestión de pocos días o semanas tras cumplir algún aspecto formal y está por ver, que va a pasar en Cataluña y cuando, indudablemente, se celebrará esa consulta popular para afianzar y exigir impunemente su independencia.

Me he dejado en el tintero algún que otro deleznable aspecto porque pienso que la retahíla de los párrafos anteriores es más que significativa, abrumadora y vergonzante para todo aquel que ama a España, sus tierras, usos, costumbres e historia y ven que además de todo ello, debido a la nefasta Ley de enseñanza, está es lo peor y más sectario que hayamos tenido nunca en nuestro país.

Muchos con algo de sentido común y confianza en las instituciones superiores pensaban que, a tenor de lo ocurrido en Hungría y Polonia, Europa no le iba a consentir a este dictador hacer ni la mitad de las cosas que ya ha hecho, a pesar de que algún partido de la oposición lo haya denunciado formalmente. Pero Sánchez, como buen trilero y engaña personas de buena intención, ha conseguido sortear todos los escollos. Su labia, promesas falsas y, sobre todo, nuestra posición como importante potencia europea tras la salida del Reino Unido es muy fuerte y además, sería un gran fracaso poner en peligro una cesta en la que los europeos han depositado tantos huevos, incluso a pesar de que el sátrapa no cumple con ninguno de los requisitos y compromisos que se le han marcado para disfrutar de tales huevos. 

A pesar de todo lo anterior, del vergonzoso y usurero asalto a nuestros bolsillos en impuestos y de que la economía está como está, los españoles a lo suyo -el futbol, los toros, las vacaciones, la subvenciones, la paguita por la cara, los puentes y mirando para otro lado continuamente; ya muy pocos levantan la voz. Cómo la inmensa mayoría de los medios están comprados y atiborrados de beneficios y prebendas, son incapaces de llevar la contraria, reconocer su ineptitud o criticar al gobierno, en un momento en el que sin el maná del Estado es muy difícil la supervivencia personal y colectiva.

Nuestra política exterior en el entorno que nos rodea y allende los mares, nunca ha caído más baja gracias a las actuaciones y decisiones personales de un incompetente, pesimamente asesorado por diplomáticos o aficionados de brujo que desconocen nuestra historia, nuestros antecedentes y como se las gastan aquellos a los que, sin merecerlo les das la mano y mañana se ríen en tu cara y además, te piden el brazo entero.

Si hace un año y medio, aseguraba que España estaba en peligro, ahora a la vista de lo visto y con las previsiones cercanas -de nuevo negadas por el Ejecutivo como de costumbre antes de ser efectivas- aseguro con un gran dolor de corazón y con la impotencia o amargura de ser un hombre ya mayor y jubilado, que nuestra ilusionante y democrática España, aquella por la que tanto esfuerzo, sangre y sudores hemos derramado, está enterrada.

DESCANSE EN PAZ.      

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

Nota

[i] En el sitio de la SAEEG en https://saeeg.org/index.php/2021/08/11/espana-esta-perdida/.

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