CARNE: EL ALIMENTO DE LOS PUEBLOS LIBRES

Iris Speroni*

No dejar de comer carne aunque vengan a degüello.

 

Falta quebrar, desafiar

Destronar y descalificar

todo aquello que es llamado tradicional y cultural

Connie Isla

 

Del 19 al 21 de octubre de este año se celebró en Buenos Aires una cumbre de intendentes de ciudades de varios lugares del mundo. Vinieron, entre otros, Ahmed Aboutaleb, alcalde de Rotterdam, Holanda y Sadiq Khan, de Londres, Reino Unido. El gobierno municipal cometió el desaire de agasajar a los invitados con pseudohamburguesas de lentejas.

Los objetivos de la reunión fueron ultra progres. Según el sitio oficial: 

Los compromisos incluyen reconocer la emergencia climática …, limitar el aumento de temperatura a 1,5°C y ser carbono neutrales a 2050, presentar planes de acción y climática (SIC), y publicar Inventarios de Gases de Efecto Invernadero y evaluaciones de riesgo.

Se suma al compromiso asumido primero por Cristina Fernández y luego por Mauricio Macri con el Acuerdo de París.

1° de noviembre, Día del Veganismo, en conmemoración de la fundación de la Sociedad Vegana en Gran Bretaña.

Hay mucho dinero canalizado no sólo para difundir el hábito de la ingesta vegana sino para combatir – incluso en forma militante – el consumo de carnes rojas en particular y las carnes, huevos, quesos y leche en general.

Energúmenos, probablemente pagos, atacan la fachada del restaurant Güerrín, en Capital Federal, el 1° de noviembre de 2018.

Quienes se manifiestan abiertamente como partidarios de la “Current Thing” [“lo que se usa ahora”] se garantizan publicidad, exposición, etc. 

¿Por qué hay tanto dinero, poder y gente en puestos jerárquicos interesados en que nosotros, los comunes, no comamos carne?

En primer lugar hay intereses comerciales. Las Big Pharma (grandes empresas farmacéuticas) han patentado la producción de carne en laboratorio. Actualmente todavía no es económicamente rentable, pero en el futuro puede serlo. Concentraría la producción y comercialización de carne en pocas manos y dejaría afuera a millones de pastores y vaqueros en todo el mundo. Hoy millones de consumidores se han acostumbrado al gusto de los animales criados a corral a diferencia de los criados a pasto, lo cual facilitaría la transición al consumo de carne de laboratorio. Además,  cuando hay hambre, no hay pan duro.

En segundo lugar, hoy gran parte de la producción de vegetales se hace bajo semillas modificadas, esto es: tienen dueño. Hablar de una alimentación en base a únicamente vegetales más los imprescindibles complementos nutricionales (de ahí la necesidad de exóticos como la harina de grillo) implicaría una concentración aún mayor del universo de la elaboración y comercio de alimentos en pocas manos.

La visión economicista se me ocurre limitada. Deja afuera otras variables. 

El antropólogo norteamericano Marvin Harris, gran divulgador, ha dedicado toda su vida a estudiar la relación entre nosotros, los humanos, y los alimentos. Lo recomiendo enfáticamente, en particular a toda persona que se relacione con la producción, comercialización o divulgación de temas agropecuarios y/o alimentarios en general. Pueden empezar con “Good to eat” (“Bueno para comer”, Marvin Harris, Editorial Alianza).

“Aunque los alimentos vegetales pueden proporcionar grandes cantidades de proteínas adecuadas para la nutrición si se ingieren en variedad y abundancia, la carne es una fuente más eficiente de nutrientes esenciales que el alimento vegetal, kilo por kilo».

Página 116 de “Nuestra Especie”, Marvin Harris, Ed. Alianza, Madrid, 1998.

La FAO, la suborganización de Naciones Unidas, dedicada a los alimentos y la agricultura, recomienda un consumo mínimo de proteína animal de 9 g diarios, que se duplica para las personas con alta carga física, como un atleta, un albañil, un bailarín, etc.

La carne es el alimento más sofisticado de todos. Tiene la particularidad de proveer cadenas de aminoácidos complejas, las cuales necesitan poca transformación, es decir, poca energía, para convertirse en tejido del cuerpo humano, en particular los músculos. La substitución de la carne por vegetales requiere combinar diferentes cadenas proteicas cuya transformación gasta gran parte de la energía consumida. Por todo esto la ingesta de carne y si es carne roja, mejor, es la forma más fácil y eficiente de convertir alimento en músculo, huesos, etc., y fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Hay una segunda particularidad, tratada por numerosos autores, y es que la ingesta de carne provoca una mayor producción de testosterona en los varones. Hay un viejo dicho: “Los pueblos guerreros comen carne”.

Por lo tanto, un motivo detrás de toda esta movida de demonización de las vacas a la que le dedican tanto dinero, tiempo, portadas del New York Times, financian periodistas y militantes, y por la cual las Naciones Unidas emite informes, es provocar que los pueblos no coman carne para que los varones tengan insuficiencias en la producción de testosterona. O dicho de otra forma: que los comunes de este mundo no sean guerreros. Es una jugada audaz.

Este año la Unión Europea sancionó varias leyes que obligan a los granjeros a sacrificar a millones de animales, lo que ha provocado encendidas protestas en Alemania, Holanda y España. Renunció el ministro de Agricultura de Holanda. Aun así no dieron marcha atrás.

Consumo de carne en la Argentina y en Mundo

A pesar de toda la cháchara alrededor de las pretensiones de bajar la ingesta de carne, la militancia vegana, las leyes antigranjeros de los europeos, las reuniones COP a donde van a pasear Grosso, Camaño y González, o las reuniones de alcaldes por el cambio climático con Larreta, Kahn y Aboutaleb, lo cierto es que el consumo de carne de la humanidad no para de subir.

En lo que va del siglo XXI numerosos países aumentaron el nivel de vida de la población. Cuanto mejor vive una persona, más carne come (“Elemental, Watson!”). Comer carne mejora el sistema inmunológico, entonces uno se enferma menos y vive mejor. El cuerpo que come carne puede practicar deportes, tiene más vitalidad y, como dijimos antes, es más eficiente. Además, la carne es sabrosa. Por eso los humanos siempre hacemos una celebración en las oportunidades en las cuales comemos carne. De la misma forma, no hay celebración, sin carne. “Hoy comamos y bebamos/y cantemos y holguemos/que mañana ayunaremos”, Juan del Encina “Cancionero de Palacio”, 1496.

El aumento de nivel de vida en África, América Hispana, Brasil, Asia, Europa Oriental ha llevado a un mayor aumento en el consumo mundial de carne.

Europa Oriental, que sufría enormes carencias de alimentos, en particular de proteína animal, durante el gobierno soviético, ha mejorado notablemente la alimentación de su población. Rusia pasó de ser importador de alimentos a exportador neto. China es un gran comprador mundial, pero también el mayor productor. África ha pasado a producir soja, pero también mejora sus rodeos de animales. 

En el siglo XXI se abrió todo un mundo para la agricultura lejos de las rígidas y obtusas e interesadas reglas de Occidente, representada por extraños seres como Mark Rutte o Emmanuel Macron (Unión Europea), o Jacinda Ardern (NZ) o Joe Biden (EEUU).

La ingesta de carne en Argentina

Luego de tocar el piso el consumo de carne en 2002, desde entonces nos hemos mantenido arriba de los 100 kilos por habitante por año en las últimas dos décadas (Fuente: BCR). Es el consumo de carne per cápita más alto del mundo después de los EEUU.

Consumo de carnes diferentes países. Fuente: ex Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.

Sí se produjo un cambio en la composición de estos casi 110 kg por año per cápita en lo que va del siglo. 50 kg son de carne vacuna, el resto es aviar y cerdo. Esta conversión ya está prevista en el Plan Trienal 1973-1976. El gran desafío a futuro es aumentar la ingesta de pescado y carne ovina y caprina.

Según el cuadro de la BCR, ni bajó tanto el consumo de carne durante el gobierno de Macri (a pesar de la propaganda de la oposición de “volver a comer asado”), ni bajó durante la pandemia o en el horrible año 2021 de Alberto Fernández. Tal vez esto explique por qué la gente está enojada, pero no tanto.

Si me aguantaron hasta acá, les pido un último esfuerzo. Les dejo esta arenga del capitán de la selección nacional de fútbol, Lionel Messi, antes de la final de la Copa América. Presten atención a qué conceptos y palabras utiliza; cuáles son las prioridades: las familias de los protagonistas, Argentina y Dios (*). Comienza en el segundo 26 de la grabación. Está a las antípodas del discurso globalista de Connie Isla.

Ésta es la batalla que tenemos por delante. Las dos posturas las explicitan con claridad Messi e Isla. 

Según el cuadro de la BCR, ni bajó tanto el consumo de carne durante el gobierno de Macri (a pesar de la propaganda de la oposición de “volver a comer asado”), ni bajó durante la pandemia o en el horrible año 2021 de Alberto Fernández. Tal vez esto explique por qué la gente está enojada, pero no tanto.

Si me aguantaron hasta acá, les pido un último esfuerzo. Les dejo esta arenga del capitán de la selección nacional de fútbol, Lionel Messi, antes de la final de la Copa América. Presten atención a qué conceptos y palabras utiliza; cuáles son las prioridades: las familias de los protagonistas, Argentina y Dios (*). Comienza en el segundo 26 de la grabación. Está a las antípodas del discurso globalista de Connie Isla.

Ésta es la batalla que tenemos por delante. Las dos posturas las explicitan con claridad Messi e Isla.

Fuerza a redoblar nuestro compromiso a no dejar de comer carne aunque vengan a degüello: es nuestra tradición, pero también la garantía de conservar nuestra salud.

Debemos defender la carne con uñas y dientes. Como hizo la humanidad desde tiempos inmemoriales.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota

(*) Me causó gracia la suposición de que Dios prefiera a los argentinos por sobre los brasileños. ¿Por qué habría de hacerlo por uno u otro? Lo que sí queda claro es que si alguien tiene la convicción de que cuenta con la preferencia divina, no lo para nadie.


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Referencias

BCR – Bolsa de Comercio de Rosario

Consumo de Carne por habitante por año – Argentina

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/consumo-de

Carne vacuna en el mundo en niveles récord

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/carne-vacuna

Análisis del consumo de carne bovina en Argentina

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/analisis-20

Cárnica- Producción y Consumo de Carne en el Mundo

https://carnica.cdecomunicacion.es/noticias/42514/produccion-y-consumo-de-carne-en-el-mundo-en-2021-previsiones-de-la-usda

Chacra. En el 2021 la producción de carne a nivel mundial alcanzó su mejor desempeño histórico

https://www.revistachacra.com.ar/nota/44127-en-el-2021-la-produccion-de-carne-a-nivel-mundial-alcanzo-su-mejor-desempeno-historico/

La Nación. Ranking de consumo de carne

https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/ganaderia/la-argentina-sigue-en-el-podio-de-un-ranking-de-consumo-de-carne-pero-la-acecha-uruguay-nid18042022/

 

Artículo publicado originalmente el 05/11/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/11/carne-el-alimento-de-los-pueblos-libres.html

LA HIPOCRESÍA DE JUNTOS POR EL CAMBIO RESPECTO DEL PRESUPUESTO DE DEFENSA Y LA NECESIDAD DEL PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO

Marcelo Javier de los Reyes*

El dramaturgo Bertolt Brecht expresó: «Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad».

La verdad es que cuando gobernó Cambiemos continuó con la misma política de Defensa y de desinversión que mantuvieron los gobiernos kirchneristas, tal como lo manifesté oportunamente.

El 5 de septiembre Juntos por el Cambio, que no están ni «juntos» ni promueven ningún «cambio» —que para mostrarse distintos de sí mismos cambiaron su nombre de «Cambiemos», así como sus socios en la incubación de las desventuras de la Nación pasaron de llamarse «Frente para la Victoria» a «Frente de Todos»—, emitieron un comunicado de prensa sobre la III Jornada de JxC de Análisis del Presupuesto de Defensa 2022. Según el mismo «El presupuesto de Defensa deja indefensa a la Argentina» y entre sus conclusiones expresa que «el presupuesto de Defensa es irrelevante e insuficiente para cumplir con la Defensa Nacional, poniendo en riesgo al país y a los efectivos de nuestras Fuerzas Armadas»… toda una gran revelación.

Agrega que «por décadas la desatención sobre el presupuesto de Defensa ha provocado el efecto equivalente a una decisión no escrita de “desarme unilateral”, lo cual ha conducido a una situación de virtual indefensión del país». Esta situación «expone a nuestros militares a un riesgo innecesario para sus vidas al operar con medios obsoletos y mal mantenidos». Y lo dicen sin sonrojarse a pesar de que entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019 fueron gobierno gerenciando la miseria de las Fuerzas Armadas desde el Ministerio de Defensa.

El propio presidente Mauricio Macri habría expresado en una reunión con los altos mandos militares: «Suscribo a todo, hay que unificar y reducir gastos, acostúmbrense a que no hay plata»[1]. Cabe destacar que en 2014, el porcentaje destinado a Defensa respecto del PIB fue del 0,88%, en 2015 del 0,85%, en 2016 del 0,81%, en 2017 del 0,86%, en 2018 del 0,75%, en 2019 del 0,71% y en 2020 del 0,76%[2].

En abril de 2017 el gobierno de Cambiemos anunció un recorte del presupuesto de $ 4.600 millones para el Ministerio de Defensa, ocasionando la suspensión de proyectos —como el de desarrollo de UAV (unmanned aerial vehicle) o vehículo aéreo no tripulado (VANT)—, la racionalización en Líneas Aéreas del Estado (LADE), lo que incrementó la desarticulación territorial de la Argentina en un país en el que ya en la década de 1990 se desmanteló el sistema ferroviario nacional y las líneas fluviales y marítimas, con las consecuencias que ha tenido en el costo de los fletes, la destrucción de las rutas y el incremento de los accidentes viales debido al aumento del transporte automotor de mercaderías.

A lo mencionado cabe recordar que el presupuesto para los agentes civiles de Inteligencia Militar fue “0”. No es necesario mencionar nuevamente lo que detallé en 2017.

A partir de lo expuesto, las cúpulas de las Fuerzas Armadas tienen que asumir que con la actual dirigencia política, oficialismo y oposición, la situación no cambiará en términos presupuestarios. Las Fuerzas Armadas no pueden seguir formando pilotos para una Fuerza Aérea que no tiene aviones y lo mismo es válido para el Ejército y la Armada, porque las únicas que se favorecen son las empresas privadas: los pilotos militares, formados a un alto costo por el Estado Nacional, renuncian para pasar al sector privado. Se siguen formando submarinistas y la Armada no tiene submarinos. Lo hace con la esperanza de que en algún momento algún gobierno adquiera los submarinos, un arma estratégica sumamente necesaria para la Nación. En este punto, aún no se ha determinado quiénes fueron los responsables del «accidente» del «ARA San Juan», de lo que estimo que la responsabilidad debería caer sobre el gobierno y las autoridades navales que tuvieron a su cargo la reparación de media vida así como el gobierno y las autoridades navales que le dieron la orden de zarpada a un submarino que no estaba en condiciones de navegar. Para 2017 había un informe del Ministerio de Defensa sobre todas las falencias que tenía la nave pero, además, ya había un antecedente en el que los tripulantes estuvieron a punto de no poder emerger.

De tal manera que es necesario proceder a una planificación estratégica en términos de Defensa, independientemente del presupuesto. Es necesario ajustar en los recursos humanos pero hay que hacer algunas salvedades. El Ejército Argentino cuenta con casi 58.000 efectivos pero en el caso de una fuerza de tierra se requiere una mayor cantidad de hombres como apoyo logístico por cada combatiente. En este sentido, debe considerarse que la movilización de combatientes requiere el acompañamiento de mayor personal destinado con fines logísticos: personal de servicios, médicos, enfermeros, etc.

Por su parte, la Armada tiene aproximadamente 17.000 efectivos, carece de su arma de submarinos, buena parte de la Flota de Mar no navega y para el presupuesto de 2023 se ha contemplado navegar la ZEE ¡solo 65 días! Aquí se entiende por qué se produce la depredación de nuestras riquezas del Atlántico Sur, a lo que se suman las erróneas políticas diplomáticas y las decisiones que toman los gobiernos de turno. Entre ellas haber ordenado al personal de Inteligencia que «no había hipótesis de conflicto» cuando buena parte del territorio nacional y de su espacio marítimo está siendo usurpado por el Reino Unido, el cual mantiene esa colonia a los efectos de asegurar su proyección antártica y de controlar el estratégico paso bioceánico. Del mismo modo, la Argentina prácticamente hoy tampoco cuenta con una fuerza aeronaval.

La Fuerza Aérea Argentina tiene aproximadamente 14.000 efectivos para unos 24 aviones de combate, entre los que se encuentran los Pucará, los Pampa, los A4, y los destinados a otras misiones como los Hércules y los Lear Jet. Evidentemente aquí se aprecia una desproporción que roza el sinsentido.

De esto se deduce, entonces, que debería reducirse el personal administrativo y civil a los efectos de disminuir los gastos de personal innecesario, el cual sigue vigente para mantener unas Fuerzas Armadas que ya no existen en la misma dimensión. En términos económicos, el sistema de Defensa está sobredimensionado en función del presupuesto actual y futuro.

Así como existe una desproporción del personal de la Fuerza Aérea respecto de los aviones de combate operativos, también la desproporción está en función de los radares. Los radares de última generación no precisan de personal, ni siquiera de personal adicional para su custodia porque podrían ser emplazados en unidades militares —en lugar de localizarlos en lugares para los cuales debe disponerse de custodia— o en aeropuertos y aeródromos que ya cuentan con una guardia.

Con la finalidad de reducir los costos se debería unificar el Comando Antártico y trasladarlo a Tierra del Fuego en lugar de tener sede en la ciudad de Buenos Aires. Esta medida, a su vez, favorecería la Soberanía Nacional a partir de una mayor presencia militar en el sur del país.

Por otro lado, deben tenerse en cuenta las experiencias del conflicto entre Ucrania —léase la OTAN— y Rusia. En tal sentido, se podría contar con una Fuerza Aérea mínima con efectos disuasivos —obviamente más y mejor equipada que la actual— pero poniendo el énfasis en el desarrollo de drones kamikaze y de misiles. Cabe tener en cuenta que los actuales drones iraníes usados por Rusia tienen un costo de unos US$ 20.000 dólares por unidad y un alcance de aproximadamente 2.000 kilómetros. Si el costo de una aeronave ronda los US$ 60 millones o más, podrá estimarse la cantidad de drones que podrían adquirirse, o mejor aún construirse, con el dinero destinado a un avión. Si se construyen en la Argentina se avanza en el desarrollo tecnológico y se favorece a empresas nacionales.

Debe, asimismo, ponerse la mira el desarrollo de la guerra electrónica, ámbito en el que la Argentina se encuentra totalmente indefensa. Ello debe ser complementado con un amplio plan de radarización.

En términos más vinculados al fitness, las Fuerzas Armadas deben adelgazar y poner el acento en su desarrollo muscular en función del magro presupuesto que la oligarquía política le impone, más por ideología y dilapidación de recursos con vanos fines políticos que por la carencia real de recursos. Ante esta mezquindad de los políticos, las cúpulas de las diversas armas deben optimizar las mismas acorde al magro presupuesto.

Si se desean optimizar los medios debe ajustarse en el ámbito de los recursos humanos. Si el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada tienen efectivos a los que no pueden darle no solo un sueldo digno sino tampoco alimentación y mínimas prestaciones que debe recibir todo militar, entonces se hace necesario obrar con pragmatismo. Las Fuerzas Armadas pierden personal calificado no por una cuestión salarial sino más por frustración: no pueden volar, no pueden navegar, no pueden realizar prácticas de tiro, etc. En síntesis, por no poder desarrollar sus capacidades como militar profesional.

Si me preguntaran si es esto lo que desearía para nuestras Fuerzas Armadas, está claro que no, dado que la Argentina es el octavo país en extensión territorial, a lo que se le suman millones de kilómetros cuadrados del espacio marítimo.

Simplemente apelo a lo que estimo que es el buen criterio ante una situación que, está claro, esta dirigencia no tiene intenciones de modificar a pesar de que la Argentina está siendo sometida a una guerra híbrida de la que participan potencias extranjeras, terroristas en la Patagonia con apoyo externo, ONGs también con respaldo externo y dirigentes políticos que no aprecian esta situación, a los que no les importa o que responden también a intereses contrarios a los nacionales.

Argentina está frente a una guerra híbrida, a una guerra de inteligencia, sin Fuerzas Armadas y con un Sistema de Inteligencia Nacional destruido adrede durante estos años de supuesta democracia. Para hacer frente a esta realidad, los altos responsables militares deben obrar con pragmatismo y proceder a una planificación estratégica, a una reestructuración de las fuerzas, en función del presupuesto que los políticos les destinan.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.

Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB).

Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

 

Referencias

[1] Edgardo Aguilera. “Torniquete al gasto castrense y remate de bienes por más fondos”. Ámbito financiero, 09/03/2017, <http://www.ambito.com/875245-torniquete-al-gasto-castrense-y-remate-de-bienes-por-mas-fondos>, [consulta: 09/03/2017].

[2] “Argentina – Gasto público Defensa”. Expansión / Datosmacro.com, https://datosmacro.expansion.com/estado/gasto/defensa/argentina

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Otros artículos sobre Defensa Nacional publicados en el sitio de la SAEEG

Comandante Espuela (Revista GNA). «¿Existe la Defensa Nacional?». 30/09/2021.

https://saeeg.org/index.php/2021/09/30/existe-la-defensa-nacional/

Marcelo Javier de los Reyes. «Sobre el Ministerio de Defensa y otros ministerios… O la partidocracia». 10/08/2021.

https://saeeg.org/index.php/2021/08/10/sobre-el-ministerio-de-defensa-y-otros-ministerios-o-la-partidocracia/

Marcelo Javier de los Reyes. «La política de destrucción en materia de defensa sigue vigente. Propuesta». 28/03/2021.

https://saeeg.org/index.php/2021/03/28/la-politica-de-destruccion-en-materia-de-defensa-sigue-vigente-propuesta/

Marcelo Javier de los Reyes, «Argentina. La apremiante necesidad de recuperar la industria de la Defensa». 12/12/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/12/12/argentina-la-apremiante-necesidad-de-recuperar-la-industria-de-la-defensa/

Marcos Kowalski. «Táctica, estrategia, equipamiento y defensa». 29/09/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/09/29/tactica-estrategia-equipamieto-y-defensa/

Marcos Kowalski. «Defensa, negocios, desarme». 21/08/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/08/21/defensa-negocios-desarme/

César Augusto Lerena. «La Defensa Nacional del Atlántico Sur». 14/05/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/05/14/la-defensa-nacional-del-atlantico-sur/

Reinaldo Cesco. «Argentina. Defensa Nacional + Seguridad». 27/04/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/04/27/argentina-defensa-nacional-seguridad/

Marcelo Javier de los Reyes. «Fuerzas Armadas. Cambiemos continúa con la política kirchnerista de destrucción de la Defensa Nacional». 14/03/2017.

https://saeeg.org/index.php/2017/03/15/fuerzas-armadas-cambiemos-continua-con-la-politica-kirchnerista-de-destruccion-de-la-defensa-nacional/

GUAYANA ESEQUIBA: LA CONTRAPARTE ARMÓ (PARA ESTE JUICIO) UNA CAUSA ENGAÑOSA

Abraham Gómez R.*

En los distintos eventos desarrollados en varias universidades del país, como también, a través de los medios de comunicación social, en los propios espacios fronterizos visitados y en las plataformas disponibles, donde tejemos redes interactivas, conseguimos de todo: ideas, alternativas de solución, opiniones y conjeturas disímiles, contradictorias y delicadas.

No obstante, a propósito de lo anteriormente descrito, me permito exponer —de manera expresa— que hay un denso bastión de compatriotas que conforman una interesante masa crítica; quienes a cada instante afilan con osadía y agudeza sus juicios al respecto, y publican las propuestas que ellos consideran acertadas para resolver la controversia, en espera de una justa decisión para nuestro país. Con ellos hemos dialogado ampliamente, aunque sostienen —en la mayoría de los casos— algunas posiciones con las cuales no estamos de acuerdo, pero se las respetamos. Nos sentimos complacidos de su activa participación

Reconocemos que también conseguimos una minoría de compatriotas quienes andan por ahí sin prestarle ningún cuidado a nuestra reclamación. Nunca faltan. Hay que tenerles paciencia.

Gente que no termina de despertar; creen que ese asunto poco o nada les importa. Dicen cosas en este tono y contenido: “que se encargue el gobierno de arreglar ese pleito”.

Tristemente, han manifestado muy poco interés en el tema, cuya actitud es de los que únicamente ven transcurrir esta controversia con indiferencia o displicencia.

Abrigamos la esperanza de que pronto se dispongan a una progresiva incorporación en esta gesta de restitución.

Algunas preguntas, cargadas de negatividades y pesimismo, nos hacen desde este último grupo, que aspira que la solución venga, como por arte de magia.

En el Derecho Internacional Público no cabe la prestidigitación. En este ámbito estamos obligados a negociar, mediar, conciliar, reclamar y a contravenir en juicio hasta alcanzar los objetivos por la patria.

Al dialogar con este mismo grupo, le hemos dicho que debemos —sin demoras—adunarnos, mantenernos solidarios, en esta búsqueda de reivindicación por lo que vilmente nos arrebataron.

Sin embargo, nos agrada mencionar que aparejado, en tan múltiples escenarios, se registra una inmensa mayoría de la población venezolana (del gobierno y la oposición, de muchos sectores de nuestra sociedad) que se mantiene a la expectativa de todo cuanto viene ocurriendo y los posibles desenlaces.

Un escaso grupo de connacionales (muy pocos, numéricamente) que se encuentran muy ganados por el pesimismo, en cuanto a que nuestro Estado pueda obtener una sentencia satisfactoria en la Corte Internacional de Justicia; precisamente, a partir de del 17 de noviembre de este año —en las Audiencias Públicas— cuando nos corresponderá hacer los respectivos alegatos, en base a la Excepción Preliminar, que introdujimos el 7 de junio.

Más claramente, con la Excepción Preliminar; acto procesal que ha puesto contra las cuerdas al oponente. En otras palabras, planteamos unas cuestiones incidentales que la Corte deberá conocer y resolver primero y por separado —aunque guarden conexidad con el objeto principal del asunto litigioso—, para luego ir al fondo de la pretensión de la contraparte.

La delegación guyanesa pensó que con la demanda que presentó el 29 de marzo del 2018 ya el mandado estaba hecho; que se saldrían con la suya; que se le daría autoridad de Cosa Juzgada —como lo pidieron— al inefable Laudo Arbitral de París, del 3 de octubre de 1899.

Nunca se imaginó la delegación diplomática de la excolonia británica que Venezuela ripostaría, para asestar—con contundencia— la Excepción Preliminar: un dispositivo de defensa, al cual teníamos pleno derecho, como parte demandada, para diferir la fase conducente en la que se conocerá el fondo de la litis.

Invocamos —a efectos de la Excepción Preliminar— el artículo 79 del Reglamento de la Corte. No es un invento fortuito o desenlace sobrevenido.

Ante el país, manifestamos —claramente— la siguiente advertencia: el Proceso (o juicio como tal) no se ha paralizado; lo que logramos, con la Excepción Preliminar, es que la contraparte justifique previamente ante la Corte, entre otros aspectos, en qué elementos basó la Acción interpuesta contra nosotros. Por lo que diremos más adelante.

Como se sabe, ya las citas fueron cursadas para las comparecencias entre el 17 y 22 de noviembre de este año, en el Palacio de La Paz, en La Haya. Cada parte concernida hará sus respectivos alegatos.

Conforme a todo lo analizado y que hemos venido exponiendo a lo largo de estos años, estamos absolutamente convencidos de que no hay Causa Típica acreditable en la demanda que activó —para la presente controversia— la gestión jurisdiccional de la Sala Juzgadora de la ONU.

Dejamos constancia que lo dicho —en sentido crítico— constituye nuestra apreciación personal; por cuanto, el honorable jurado de la Corte hará la debida examinación procesal según su experiencia, formación doctrinal, jurisprudencias y derecho aplicable, en tanto garantía que obtendremos una decisión sentencial en justicia.

¿Por qué aseveramos —con tanta firmeza— el enunciado anterior, donde cuestionamos la Causa invocada en la demanda?

Porque —determinantemente— no hay Causa. La Causa se extinguió, dejó de ser válida, por Inexistente, y por lo tanto carece de verdad. Además, se volvió ilícita: contraria al idóneo comportamiento social de un Estado y a la buena fe.

Del mismo modo, como lo hemos expresado en bastantes ocasiones: La Causa Petendi de la excolonia británica, ante la Sala Juzgadora, pretende que se nos imponga una decisión sentencial para que admitamos como “válido y vinculante” el Laudo Arbitral de París, del 03 de octubre de 1899, de ingrata recordación.

Frente a tamaño adefesio jurídico, nosotros oponemos el vigente Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966, que declaró (y la contraparte lo admitió) nulo e írrito el precitado laudo.

El Acuerdo de Ginebra señala y sostiene en su artículo primero que el Laudo es nulo e írrito; digamos con propiedad, todo lo allí contenido es inexistente.

Por tanto, no puede ser más que un hecho engañoso y de mala fe la intención de reposicionar –-unilateralmente— este laudo, como Causa, en un juicio contra nosotros.

El Laudo ha estado siempre viciado de nulidad absoluta. Insubsanable.

Así entonces, si la contraparte asienta la Causa de su demanda en el inexistente Laudo (que tiene condición de no nacido a la vida jurídica) todo cuanto  se sostenga y apoye en ese “Laudo”, también es nulo e inexistente. No hay Causa.

Si a partir de la firma y ratificación del Acuerdo de Ginebra, el “Laudo” dejó de existir, arrastró en ese Acto a la supuesta Causa contenida; y menos que la susodicha Causa pueda surtir ningún efecto jurídico; porque, no hay Causa obligacional, de consentimiento, prescriptiva ni compromisoria que ellos puedan alegar, en el presente proceso.

¿Qué nos corresponde, en lo sucesivo? Nos corresponde pedir Restitución in integrum.

Suficientemente es conocido y del dominio en el Derecho Internacional que la carencia de una Causa (por inexistente) provoca nulidad absoluta del proceso. Ipso Jure, de pleno derecho.

 

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.  Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV). Asesor de la Comisión por la Defensa del Esequibo y la Soberanía Territorial.

Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales

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