caos

 Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

La anomia no es una consecuencia indeseada sino un objetivo de política pública. 

En toda sociedad existe tensión entre orden y caos.

Por ejemplo: a un operario que debe ir a trabajar por tren, le conviene que haya horarios fijos y que los mismos se cumplan. Por el contrario, un carterista prefiere que haya aglomeraciones. Incumplimiento de cronogramas implica personas distraídas, angustiadas, enojadas; todas presa fácil de sus designios.

La mayoría de la gente de a pie prefiere el orden; aquél que le permite trabajar, estudiar, prosperar y buscar ser feliz.

Es obligación de los gobiernos establecer y mantener el orden: 

CONSTITUCION DE LA NACION ARGENTINA; PREÁMBULO; Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina…con el objeto de…consolidar la paz interior,…promover el bienestar general…”.

El principal disruptor del orden, desde 1983, es el gobierno —incumpliendo el mandato constitucional—; su herramienta para complicarnos la vida es el Estado.

Haré un listado necesariamente incompleto.

Inflación

Es un proceso por el cual se desvaloriza la moneda en forma constante. La falta de moneda estable nos deja a todos sin unidad de cuenta ni reserva de valor. Un trabajador no sabe cuántas cosas va a poder comprar cuando cobre el sueldo, un comerciante no sabe si gana o pierde y los estados contables de explotaciones y empresas no tienen significado[1].

Los políticos, cínicos como son, sostienen que la inflación es multicausal.

Mentira.

Existe una única causa, que es la emisión monetaria. Así al menos lo reconocieron los convencionales constituyentes en 1994:

“CONSTITUCION DE LA NACION ARGENTINA;…SEGUNDA PARTE; AUTORIDADES DE LA NACION; TITULO PRIMERO; GOBIERNO FEDERAL; SECCION PRIMERA; DEL PODER LEGISLATIVO;…CAPITULO CUARTO; Atribuciones del Congreso; Artículo 75.- Corresponde al Congreso:… 11. Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras;… 19. Proveer lo conducente … a la defensa del valor de la moneda,…”.

Por lo tanto, la responsabilidad de que no haya inflación es del gobierno federal. Para ser precisos: del Poder Legislativo.

La inflación es la principal causa de angustia, preocupación y falta de crecimiento del país. Sin moneda estable no se puede planificar un futuro.

Propiedad y Justicia

El derecho de propiedad es lo que hace mejor la vida del hombre común.

Si alguien entra y se instala en una casa y la justicia se toma años en echar a los intrusos el derecho a la propiedad se vuelve difuso. Si una persona construye una casa y en su ausencia, sus vecinos le roban los materiales, el derecho se vuelve difuso. Si un ratero entra a una casa y el dueño le dispara, tiene un disgusto judicial; en una posición asimétrica con el delincuente, donde cuenta con el sistema judicial a su servicio. 

Forma parte de una guerra molecular fogoneada y sustentada desde el estado; su gran paraguas es el mal llamado garantismo, teoría importada, financiada desde el exterior.

La intrusión de tierras públicas, como los asentamientos en terrenos ferroviarios[2] no es castigada.

Un problema nuevo: falsos aborígenes que reclaman tierras[3].

La administración de justicia ordinaria[4], o no funciona o lo hace en forma tan morosa que resulta irrelevante. Desearíamos contar con Sancho Panza y su justicia expeditiva. El sistema actual vuelve contingente todo lo que hace a nuestras vidas: nuestra casa, nuestro trabajo, nuestros enseres, nuestra familia[5].

Seguridad

En los años de socialdemocracia desde 1983 a la fecha, la seguridad se fue desgranando como un castillo de arena en la playa.

La violencia molecular de pobre contra pobre hoy está generalizada. Mueren por goteo trabajadores asaltados a las cinco de la mañana en las paradas de colectivo, ancianos molidos a golpes hasta que revelen el escondrijo de sus ahorros, asaltos a mano armada a locales (recordemos el carnicero de Zárate) y viviendas. Este estado de ebullición, de aparente caos, es promovido por las políticas públicas. Esta semana fue un claro exponente de una situación que se cocina desde hace décadas.

No es un problema que la dirigencia política no sabe solucionar sino uno generado por la casta.

La casta tiene en mal estado a las cárceles. La casta votó una ley que hace imposible internar a un loco. La casta tiene mal pagos, mal entrenados y mal pertrechados (y mal seleccionados y mal supervisados) a nuestros policías. La casta eligió jipis para cubrir los cargos (desde el muchacho del mostrador hasta el magistrado) en fiscalías y juzgados. La casta gira fortunas a las universidades para que enseñen el no-derecho. La casta es cómplice en el negocio de la droga, tanto la logística para embarcarla a Europa como la venta en el mercado doméstico.

La anomia no es una consecuencia indeseada sino un objetivo de política pública.

Horarios

La población necesita horarios. De tren y subte para llegar en tiempo y forma al trabajo y al estudio. Que los maestros vayan todos los días y no en forma aleatoria a la escuela. Que todos los profesores de secundario den clases en los tiempos asignados. Que se respeten los turnos de atención en los hospitales.

Esto, que suena elemental, es una utopía.

Cualquiera que tiene un problema laboral se siente “empoderdado” para cortar la vía.

La educación es un caos, con todo el corolario de angustia para los educandos. Olvidémonos de la cuarentena dictada por el gobierno. Antes vivíamos una situación de huelgas laborales, jornadas de actualización, ausentismo docente agudo. Peor aún en el secundario donde lograr que el profesor acuda a clase es una quimera.

Es por eso que defiendo la rebeldía del 50% de los adolescentes que —con inteligencia— se niegan a ser cómplices de este gigantesco fraude perpetrado por gobernantes y docentes.

Integridad Territorial

La ocupación de nuestra Patria llevó siglos. El Estado tiene la obligación de sostenerla. Hubo un paquete que fue exitoso: comisaría, escuela, sala de primeros auxilios, sucursal Banco Nación, sucursal de Correo Argentino, iglesia. En frontera, destacamento de Gendarmería. FFCC y caminos, antes telégrafo, hoy fibra óptica o satélite.

Los caminos, férreos o de tierra, son los que permiten mover ganado y sacar cosechas y garantiza en los hechos la libertad de movimiento de las personas. La destrucción adrede del FFCC y la aleatoriedad del mantenimiento de los caminos rurales vuelven azarosa la actividad agropecuaria, que es la ocupación del territorio por los particulares.

Nuevamente, es la acción del Estado la que nos sumerge en el caos de la inseguridad económica por ausencia de la más elemental conectividad, por un lado, y, por el otro, la desprotección territorial, como se sufre en la actualidad en Formosa o en la Patagonia.

Proyecto de Nación

La Argentina supo tener un proyecto de Nación[6]. Desde la presidencia de Avellaneda (1874) hasta la Guerra en el Atlántico Sur (1982) se mantuvo como guía rectora.

Sacar al país de este carril nos volvió una gallina ciega. No sabemos a dónde vamos ni por qué. ¿Qué conviene estudiar? ¿Vale la pena poner un taller de reparación de lavarropas? Si pongo una fábrica de calzado, ¿cuál va a ser el tipo de cambio? ¿Va a haber estímulos a la producción? ¿El ejército comprará uniformes en Argentina o los importará de China? Si crío vacas ¿podré exportar? ¿Y si crío chanchos o cabras? ¿Invierto en riego en el valle medio del Río Negro? ¿Me anoto para dar clases de computación en Lanús? ¿Me meterán preso si uso agroquímicos?

Cuando existe un proyecto de nación, hay líneas generales que le permite a las personas y empresas tomar decisiones en consecuencia. Actualmente nuestros gobernantes de ambos partidos mayoritarios tienen en sus manos una agenda extranjera bajada en bloque desde los organismos multilaterales. Una vez votado el aborto, el nuevo mandato es el ecologismo.

Argentina está bajo asedio. Sin hoja de ruta y en mano de malandras, cipayos y jipis.

El objetivo es tenernos angustiados, en duda, paralizados, encerrados en nuestras casas y tristes.

Es la guerra de las élites contra el pueblo, donde usan a pobres para atacar a pobres y a una clase burócrata (en su mayoría izquierda champagne) para garantizar la permanencia del caos. 

Propuestas
  • Poner orden en todos los ámbitos.
  • Frenar la emisión.
  • Liberar el mercado de cambios.
  • Tribunales de justicia ordinaria que resuelvan en el día.
  • Protección decidida del derecho de propiedad, desde un campo, a una casita, a una máquina, a un tractor.
  • Respetar los horarios de tren.
  • Asistencia perfecta de los docentes a escuelas y colegios.
  • Policías bien pagos, bien entrenados y bien supervisados.
  • Devolver la gendarmería a las fronteras.
  • Echar a todos los jipis del poder judicial, del ministerio de justicia, del servicio penitenciario, del instituto de asuntos indígenas.
  • Retomar nuestro proyecto de país.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Voy a dar un ejemplo técnico: al no poder actualizar por inflación, el monto de amortización de la maquinaria es a valor histórico, esto es al momento de la compra y no en el presente, que puede ser varios años después. Por lo cual ese monto no refleja la pérdida de valor del bien, con lo cual deja de reflejar la verdad. Así el estado contable puede reflejar una supuesta ganancia anual cuando en realidad no alcanza para reponer la maquinaria.

[2] Hernando de Soto (https://es.wikipedia.org/wiki/Hernando_de_Soto_(economista) ) en su libro “El Misterio del Capital”, (https://www.amazon.com/-/es/Hernando-Soto-ebook/dp/B07V4TP38J/ref=sr_1_5?crid=96MVTHMT4UF5&dchild=1&keywords=hernando+de+soto&qid=1634407146&s=digital-text&sr=1-5 ) , explica cómo la propiedad de su vivienda, su taller, su local comercial, sus herramientas, es la piedra angular para la prosperidad de las personas del común.

[3] Son provistos de falsos estudios por profesores de antropología de facultades nacionales. los cuales presentan al instituto ad-hoc, a cargo de otro jipi, quien pone en suspenso los títulos de propiedad existentes. Genera desazón no sólo en los propietarios intrusados sino en todos sus pares, porque reduce su título de propiedad a un papel sin valor. Se postergan inversiones (¿quién va a hacer mejoras cuando corre el riesgo de perder todo?). Se pone en suspenso la vida.

[4] Dejo aquí el hilo de Sergio Parra, salteño. https://twitter.com/sergcer/status/1446134948683993091

[5] La justicia ordinaria dirime en todo lo que hace a nuestras vidas, un problema de medianera con un vecino, la tenencia de un hijo, un robo, un pagaré no saldado, el cobro de una indemnización, etc.

[6] “Nuestra tragedia: cancelar en 1982 nuestro proyecto de Nación, http://iris-speroni.blogspot.com/2019/06/nuestra-tragedia-cancelar-en-1982.html 

Artículo publicado originalmente el 16/10/2021 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2021/10/caos.html

¿POR QUÉ PRETENDEN ACABAR CON NUESTRAS UNIVERSIDADES?

Abraham Gómez R.

De todos es conocido que la Universidad nace, como institución, en la Edad Media. Surge formalmente en tanto una entidad donde, para entonces —como aún hoy—concurren los maestros y discípulos en la búsqueda de la verdad.

Aunque sea una “verdad relativa” y con múltiples aristas. Tal vez lleguemos a compartir, que, en tal hecho disímil o de universalización del pensamiento, queda arraigado lo más hermoso de las ideas y las posiciones.

En el presente tramo epocal contemporáneo las ilimitadas conexiones tecnológicas han transformado los modos de generar el conocimiento, de preservarlo, de rehacerlo y transmitirlo con otros principios y valores; así entonces, esos elementos constituyentes de los saberes los docentes universitarios están obligados a incorporarlos en su caja de herramientas intelectuales.

Nos agrada recordar que en el año 1958 se sancionó y promulgó, en nuestro país, una nueva Ley de Universidades que vino a sustituir la que para entonces estaba en vigencia desde 1953. El mencionado acontecimiento no fue, de ninguna manera, un hecho fortuito o desprevenido; sino, debemos decirlo, honestamente, a partir de ese hito socio histórico quedó contextualizada la universidad venezolana, a la par de las autonomías orgánicas, funcionales, administrativas y académicas, de las que gozan las demás universidades en el mundo.

Reconocemos, sin embargo, que en 1970 se produjeron serias y sustantivas reformas en el citado texto legal, hasta obtener una norma para el Sistema Universitario Venezolano (mayúsculas adrede) que nos rige ahora.

Nuestras Universidades habían venido resistiendo embates —algunas veces sibilinos, otros tantos develados—, pero nunca con el ensañamiento como se le perpetran los daños de todo tipo, en la actualidad.

Citemos, a manera de ejemplo: el nombramiento fraudulento e írrito de algunas autoridades, completamente desarraigadas de las realidades de las universidades que pretenden dirigir; el asfixiamiento inmisericorde de las asignaciones presupuestarias y financieras; el desestimulo y deterioro progresivo de la calidad de vida del personal; el abandono de la infraestructura física y de los equipos; la centralización descarada de las nóminas en la “plataforma patria”, la inseguridad en los campus y un largo etcétera.

Apenas asomamos un ápice de la inmensa crisis que estamos atravesando. Lamentamos también —hay que decirlo— que un reducido número de Instituciones de educación Superior (muy pocas afortunadamente) y una minúscula facción de docentes universitarios, contaminados ideológicamente, han adoptado una respuesta mimética y vergonzosamente adaptativa al descalabro de nuestras universidades. Allí los vemos, medrando y rumiando pesares; cómplices de las directrices de sus órganos superiores, sin proponer significativos cambios, para deslastrarnos de las calamidades

Honrosamente, la excepción la constituyen las Universidades en cuyo seno se respeta el disenso y la pluralidad de las ideas. Las Universidades caracterizadas por permanecer libres y siempre irreverentes, aparejadas a los docentes que han asumido los desafíos para desarrollar alternativas académicas y gerenciales con perspectivas hacia las sociedades que han sido emprendedoras.

Sobran los ejemplos de los desmanes inocultables del oficialismo hacia nuestras universidades: el cometido contra la emblemática Universidad Simón Bolívar, al designar, mediante acto inconstitucional e ilegal a un rector, vicerrectores y secretario, en una sesión amañada del Consejo Nacional de Universidades. El constreñimiento sin justificación de las asignaciones de los recursos para el funcionamiento de las universidades de Carabobo, del Zulia, de Oriente, Nacional Experimental Politécnica, de la Unillez y muchas otras más.

Jamás se había visto tanta desidia y atropellos ocurridos contra, nuestra insigne y reconocida ante el mundo, Universidad Central de Venezuela.

Los numerosos actos de terrorismo perpetrados para intentar arrodillar a la “Casa que Vence las Sombras” son tropelías cohonestadas y promovidas desde el gobierno.

Se le quiere “pegar la mano” a nuestra Alma Mater a como dé lugar o como sea. Sin medir las consecuencias en sus desmanes; en violación flagrante del Estado de Derecho y por ende de nuestra constitucionalidad.

Pretenden someter a nuestras universidades, hacerlas sumisas.

Los estudios universitarios en el presente siglo XXI deben asumir el cambio para el futuro, como consustanciales de su ser y quehacer. Dicha transformación exige de las instituciones de Educación Superior una predisposición a las reformas y cambios constantes de sus estructuras y métodos de trabajo.

Esto implica asumir la flexibilidad epistemológica. Digamos, admitir que hay muchas y hasta contradictorias visiones del mundo y la vida, y las diversas propuestas teóricas para comprenderla, en lugar de la rigidez y el apego a tradiciones inmutables que imponen los regímenes totalitarios.

En nuestro país invocamos la incorporación y participación —para la transformación— del docente universitario en su labor diaria; que diga y aporte soluciones.

El profesor-docente debe asumir la obligación de participar, de hacerse activo en la elaboración de los proyectos futuros de la sociedad que queremos y necesitamos; inspirados en la solidaridad, en la superación de las desigualdades y el respeto a los fines democráticos, a la meritocracia y a la pluralidad del pensamiento conforme a nuestros preceptos constitucionales.

 

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua. Miembro de la Fundación Venezuela Esequiba.  Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela.

Publicado originalmente en Disenso Fértil https://abraham-disensofrtil.blogspot.com/

 

¿UN MUNDO MUTABLE E INMUTABLE?

Agustín Saavedra Weise*

Al surgir la humanidad en la era cuaternaria, la fisonomía terrestre y marítima del orbe era prácticamente la misma de hoy, salvo por las modificaciones surgidas debido al avance de la tecnología, es decir, la ciencia aplicada y el conocimiento acumulado transformado en diversas herramientas dedicadas al beneficio del hombre. Al mundo lo representamos con mapas, los que son bastante imperfectos y muchas veces se los edita en función de específicos intereses. La tradicional proyección Mercator (todavía muy popular) distorsionaba superficies alejadas, magnificando el continente europeo.

Hasta ahora el mapa Mercator sigue siendo útil para la navegación, pero su eurocentrismo es innegable: Bolivia se ve más chica que España y Francia, aunque es más grande que esas dos naciones juntas; Argentina semeja tener el tamaño de la península escandinava, pese a ser muy mayor su extensión territorial y así sucesivamente. El mapa Mercator fue fiel reflejo del dominio europeo del siglo pasado, cuando allí estaba el centro del mundo. Los términos “Hemisferio Occidental”, “Cercano Oriente”, “Medio Oriente” y “Extremo Oriente”, son absolutamente válidos desde la perspectiva de Londres, París o Berlín. Ciertamente, no sucede lo propio al encontrarnos en otras latitudes…

Siendo Europa el “centro” del globo, entonces sí se justificaba la citada terminología, que por lo demás —corroborando el pretérito control europeo— la seguimos usando en nuestros días. Ha habido varios intentos para representar en dos dimensiones y en forma plana —como planisferio— al mundo. 

En la década de los 70 y principios de los 80 se popularizó la proyección de Peters, que retomaba el lógico concepto de las proporciones adecuadas de superficies. Se lo llamó el “mapa tercermundista”, ya que disminuía la tradicional e incorrecta sublimación eurocentrista del Mercator. Sin embargo, la influencia del Norte, por estar localizados allí casi todos los países poderosos y además disponer de una mayor masa terrestre que nuestro Sur, hizo que se mantenga nomás el sistema de proyecciones tendiente a minimizar la parte del planeta que está por debajo de la línea ecuatorial: la proyección azimutal equidistante con base en el Polo Norte y que “representa” al mundo en el logotipo y bandera de las Naciones Unidas, es otra demostración palpable del “nortismo” que campea en la confección de mapamundis de cualquier naturaleza. La proyección usada por la ONU magnifica al norte y deja al sur convertido en una pequeña superficie cubierta de aguas oceánicas…

Su ubicación geográfica les ofrece a los Estados nacionales alternativas de ser —sentirse— prisioneros o gananciosos y con ventajas o desventajas, según el lugar donde se encuentre cada uno, según el peculiar tipo geográfico de cada país.

No hay determinismo absoluto: el hombre puede vencer a la geografía y de hecho la venció en infinitas oportunidades, con el auxilio del propio talento humano y de su expresión práctica que es la tecnología. Pero esta última, a la par que modificaba situaciones negativas transformándolas en buenas, podía generar fenómenos inversos. Si las montañas eran una barrera natural en el pasado, hoy no lo son por el desarrollo aeronáutico, pero al mismo tiempo, ahora la técnica permite perforar esas montañas para construir progresistas túneles camineros y ferroviarios. He aquí positivo y negativo en un solo tipo de situación… El general alemán Karl Haushofer solía decir: “El espacio rige a la humanidad”. Exageraba el determinismo geográfico, típico por lo demás de la escuela geopolítica fundada por él en Baviera (1920 y adelante), que proveía argumentos teóricos de naturaleza bélica y expansionista para los extremistas de Munich.

Fue así como la geopolítica adquirió justificadamente mala fama, ya que la forzada interconexión presuntamente “científica” entre política y geografía disimulaba la verdadera meta de conquistas e invasiones que el planificado Tercer Reich de Hitler ya venía programando para cuando acceda al poder… Otro dicho famoso de Haushofer era el siguiente: “Hay naciones que nacen para ser yunque y otras que nacen para ser martillo”. Claro, su patria natal, Alemania, fue uno de los más fuertes martillos europeos, y siempre estaba la desdichada Polonia cerca para servir de sufrido e involuntario yunque…

Los tiempos han cambiado. Desde hace más de 30 años —con el auxilio invalorable de Henry Kissinger— la geopolítica, entendida ésta en forma simple como la relación entre el poder político y el asentamiento geográfico, ha sido reivindicada; sus conceptos integran hoy aspectos globales de tipo internacional y también de tipo interno. En nuestros días, la vieja palabra es reiterativamente usada, pero no para disimular o justificar agresiones sino pensando en programas cooperativos y en el análisis de conflictos. Además, la geopolítica es útil como ingrediente esencial en el estudio de la política mundial y en aspectos domésticos, tales como el diseñar geopolíticamente que un país logre dominio efectivo de sus territorios vacíos, pueda poblarlos y desarrollarlos. Guste o no, Bolivia tiene que convivir con Brasil, Argentina, Paraguay, Perú y Chile; no tiene escapatoria posible; debemos minimizar factores adversos y potenciar los positivos. Igualmente, cualquier otro país del planeta, jurídicamente constituido y por tanto con territorio propio, población autóctona y gobierno legal, es fijo e inmóvil. La tecnología le brindará medios para obviar dificultades, o quizá se las creará, como señalamos antes. En todo caso, la convivencia vecinal y regional —sea fácil o ardua— se impone; es necesario armonizarla con la búsqueda de intereses comunes, a través de la diplomacia y negociaciones efectivas, comercio e integración, etc. Así sucede mayoritariamente en la sociedad internacional, pero el hecho contundente y real es que un país no puede evadirse de su localización, es imposible “relocalizarlo”. Esto, tan simple y elemental, muchas veces es olvidado por aquellos que conducen los destinos de “x” nación y sin quererlo, por sus propias acciones terminan siendo fogoneros de problemas fronterizos o de litigios internacionales en contextos más amplios.

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/un-mundo-mutable-e-inmutable_251331

Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales

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