JOAN MELÉ, PROMOTOR DE LA BANCA ÉTICA

Marcelo Javier de los Reyes*

En la tarde del 4 de junio, Joan Antoni Melé, presidente de la Fundación Dinero y Conciencia, brindó una conferencia en el aula magna de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), organizada por la Fundación UADE y la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa.

Joan Melé tiene más de 35 años de experiencia profesional en el sector de la banca y se desempeñó como subdirector general de Triodos Bank de España, cargo del cual renunció en enero de 2015 para promover la banca ética por América Latina, como así también la economía consciente, las empresas sostenibles y sobre todo la educación en valores. A pesar de haberse retirado de la actividad, continúa vinculado al Triodos Bank como formador y miembro del Consejo Asesor. Asimismo, es autor de los libros Dinero y conciencia, La Economía explicada a los jóvenes y Lo que nos queda por vivir.

En su exposición expresó cómo la profesión de banquero derivó en algo considerado denigrante por la sociedad, debido a la corrupción y a partir de la crisis de 2008 que afectó seriamente la economía española y que llevó a la desaparición de la mayoría de las cajas de ahorro de España ―como consecuencia de querer ganar más dinero―, cajas que fueron una gran creación que benefició a mucha gente, financiando obras sociales y brindando un servicio solidario.

Según el expositor, hoy en el mundo sobra dinero y que más del 98% del dinero que cada día circula en el mundo es especulación, es decir que detrás no hay nada. En otra oportunidad, afirmo que “la especulación es un arma de destrucción masiva”. Su experiencia le permite afirmar que jamás un cliente le ha preguntado en qué invertirá su dinero el banco. Soló importaba el interés que recibiría por el capital invertido. Sin embargo, ese dinero sirve para financiar el comercio de armas, de drogas o empresas que obtienen beneficios mediante la explotación de seres humanos, del trabajo infantil, empresas que no respetan los derechos humanos. Ejemplo de estas son las empresas textiles que utilizan la mano de obra barata que les proporciona los trabajadores de Bangladesh o de Birmania.

Hacia los sesenta, hubo personas que empezaron a cuestionar acerca de dónde invertían su dinero los bancos y, de ese modo, hubo gente que comenzó a decir “con mi dinero no”. En buena medida esto nació a partir de la guerra de Vietnam, ya que la gente tomó conciencia que mientras los jóvenes estadounidenses morían en el frente, las empresas de Estados Unidos vendían armas.

En su disertación se enfocó en su experiencia en la banca ética, más precisamente en el Triodos Bank, lo que en sus orígenes significó enfrentar una serie de prejuicios por parte de otros colegas que no consideraban viable ese proyecto. “Ah, esto es imposible”; “pero, ¿un banco puede ser ético?”, eran algunas de las reacciones que sus creadores recibían ante la iniciativa de la banca ética.

La propuesta procura anteponer los hombres y la Tierra a los negocios y por eso nace la banca ética. De tal manera que, en Triodos Bank, afirman que trabajan para ayudar a crear una sociedad donde se proteja la calidad de vida de todas las personas y el medio ambiente. Para ello ponen la dignidad humana en el epicentro de nuestras actividades.

Melé recuerda que el Triodos Bank abrió sus puertas en los Países Bajos y que, a pesar de quienes dudaban de su éxito, fue abriendo sucursales en otros países de Europa, incluyendo a España. Desde 1980, el banco facilita a personas, empresas e instituciones un uso del dinero que genere beneficios para la sociedad y la naturaleza, por lo que ofrece financiación a empresas e iniciativas orientadas a generar un impacto social positivo.

Los principales valores de la banca ética residen en la sostenibilidad —dado que financia únicamente compañías cuya actividad promueve una mejora social, cultural y medioambiental—, la transparencia —mostrando a quienes financia con el dinero que les confían sus clientes— y la calidad —debido a que los productos que ofrece son competitivos en el sector bancario—.

A ello se suma un carácter emprendedor, pues trabajan para desarrollar formas innovadoras de financiar empresas e iniciativas sostenibles.

Además de exponer los orígenes, los objetivos y la política de esta banca, Joan Melé aboga por una vuelta a la ética, a los valores. Es así como buena parte de su disertación se encamina a que cada uno de los asistentes a sus conferencias se convierta en un motor que genere un cambio de conciencia en la humanidad.

En este sentido, cabe agregar que Joan Melé imparte los cursos denominados Taller de Conciencia, en los que procura que cada ser humano se convierta en un centro de conciencia que irradie a su alrededor. Este taller se divide en dos partes, una encaminada a que el cursante se descubra como ser humano y que asimismo descubra su potencial, su creatividad, sus necesidades, sus problemas y su fuerza interior y luego, la otra parte, consiste en llevar esas virtudes a la empresa —que es otro conjunto de seres humanos y, por lo tanto, otro ser vivo—, permitiéndole anticiparse, cocrear, prevenir ese futuro aunque sea incierto, pero saber vivir con seguridad aunque no sepa con certeza que va a suceder. En verdad, se trata de un retiro en el que un empresario, un directivo, un político o un funcionario que quiera ver otra forma de hacer las cosas, pueda lograrlo. Según sus propias palabras, su objetivo personal es luchar hasta su muerte para que este modelo de sociedad humana, creativa, entusiasta, sea la que predomine y no la que tenemos hoy.

A partir de esto considera que hay que generar una “epidemia de conciencia”, de entusiasmo, de coraje y de compromiso ―entre todos nosotros― para cambiar este mundo.

Finalmente, en este sentido, cabe mencionar que Joan Antoni Melé, en su libro Dinero y conciencia, cita la frase del poeta, escritor y traductor español en lengua catalana Miquel Martí i Pol: “Todo está por hacer, todo es posible todavía. ¿Quién sino nosotros?”

* Licenciado en Historia. Doctor en Relaciones Internacionales. Director de la SAEEG.

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TECNOLOGÍAS Y PATOLOGÍAS CONSECUENTES

Imagen de Olichel Adamovich en Pixabay

Desde que el homínido primitivo desarrolló su mente y se transformó en homo sapiens, comenzó a crear e inventar instrumentos. Hoy vivimos una era altamente tecnologizada; nos cuesta creer ―inclusive imaginar― cómo deben haber sido esos tiempos que precedieron durante milenios lo disponible hoy en la materia.

Cada invención es como la mítica figura creada por Robert Stevenson del doctor Jekill y Mr. Hyde: una parte buena y transparente; la otra oscura y perversa. Cuando los humanos se dieron cuenta que un pedazo de hueso o palo de madera les servía de arma para matar animales y tener comida, percibieron al unísono que con ese mismo instrumento podían hacer lo mismo con el prójimo en caso de rivalidad o enemistad. Las primeras guerras fueron a palos; luego vinieron lanzas, arcos, flechas y pólvora. Así sucesivamente, cada invento trajo su lado claro y su lado negativo hasta llegar al presente, ya en los albores de la quinta generación en materia de comunicaciones móviles (5G) y con inteligencia artificial en crecimiento. La energía nuclear sirve para muchos propósitos útiles, pero esa misma energía puede obliterar en segundos ciudades y personas con una bomba atómica. Estos elementos positivos y negativos de la tecnología deben tenerse siempre presentes.

De estas disquisiciones generales pasemos a un campo más pequeño, aunque importante. Se trata de los videojuegos, que llegaron con las nuevas técnicas para ser parte del diario vivir. Adiós a trompos, bolitas, billares, metegoles, adiós inclusive al pinball y otros juegos otrora ultramodernos. Ahora los videojuegos mandan y han creado en su entorno una manía que llega a límites difíciles de creer. Tal ha sido el caso reciente de un menor que tras robar el dinero de su hermana lo gastó íntegramente en juegos de video dedicados a la violencia virtual. Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tipificado el llamado “trastorno de video juego” e ingresará desde 2022 en su lista de enfermedades globales. Este nuevo tipo de dolencia psicológica está vinculado a las adicciones y se ha visto que promueve conductas violentas. Se observa que hasta en la aparente inocencia de los videojuegos hay una contraparte negativa, tal como históricamente se ha dado en el avance tecnológico. Así como hay videojuegos estimulantes para la salud cerebral hay otros que crean un mundo donde matar es cosa rutinaria y ello, en mentes tiernas o con cierta debilidad, puede provocar daños inmensos. La tecnología es vital para el progreso pero recordemos: en paralelo arrastra su parte negativa. Videojuegos y su uso por menores de edad deberían ser objeto de mayor control por parte de la autoridad competente.

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra Bolivia, https://www.eldeber.com.bo/opinion/Tecnologias-y-patologias-consecuentes-20190603-6471.html

LOS ESCENARIOS MUNDIALES CAMBIAN PERO EL ESPACIO SIGUE AHÍ

 

Agustín Saavedra Weise*

La otrora poderosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) sostuvo una sórdida guerra fría contra Estados Unidos y sus aliados del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desde fines de la Segunda Guerra Mundial (mayo 1945) hasta la debacle final que extinguió como Estado a la URSS en 1991 y precipitó la creación de 14 naciones independientes. Rusia, la más grande y poderosa entre ellas, fue la heredera natural del asiento soviético en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en calidad de miembro permanente y con derecho a veto. En todo caso, con la extinción de la URSS el poder global de la potencia eslava telurocrática (terrestre) quedó disminuido frente al de Estados Unidos, su rival talasocrático (marítimo) y heredero natural del dominio británico en los océanos.

A lo largo del casi medio siglo de un conflicto sin balas pero sí con ideología y juegos de amenazas mutuas, hubo avances y retrocesos de ambas partes en varios lugares del globo. Uno de los capítulos más dramáticos se dio en las Américas con la crisis de los misiles instalados en Cuba en octubre de 1962. Anteriormente hubo otra situación grave en Europa debido al bloqueo de Berlín por la URRS. El problema lo resolvieron los aliados occidentales mediante un puente aéreo que abasteció debidamente a la antigua capital prusiana sitiada por los soviéticos. En el incidente de Cuba, a nivel de propaganda política, Estados Unidos salió “vencedor”. En la práctica, la astucia rusa logró con el retiro de los misiles de la isla lo que era su principal objetivo: un compromiso formal de los norteamericanos de no invadir jamás Cuba, algo que intentaron hacer antes en la bahía de Cochinos en 1961 y fracasó estrepitosamente por diversas fallas de logística.

Las tensiones y rivalidades geopolíticas URSS-Estados Unidos eran muy grandes, abarcaban prácticamente todo el globo terráqueo, pero he aquí que en los niveles de intercambio comercial la relación era de baja intensidad. Aunque luego vino la época de la distensión y de reparto amistoso de áreas de influencia, la relación comercial soviético-americana nunca fue de gran relevancia. Una vez desaparecida del mapa la URRS, al colapsar el comunismo y fragmentarse en varios países, la actual Rusia de Vladimir Putin ―ya renovada y fortalecida luego de los desastres de los primeros gobiernos del post comunismo― continúa con sus esfuerzos de equiparar por lo menos el poder nuclear con su antiguo rival estadounidense y sostiene algunas condiciones ventajosas en el ámbito del ciber espacio, pero no mucho más. La economía rusa es hoy considerablemente menor que la de Estados Unidos y le resulta imposible competir de igual a igual. Así están las cosas.

El avance de la República Popular China (RPC) se afianza año tras año; se espera que hasta fines de 2019 crezca casi el triple que los Estados Unidos (6,3% versus 2,3%). Hoy el PBI chino es 28% mayor al de Estados Unidos. Tómese en cuenta que para 1980 el PBI del país del norte era 9 veces mayor; el avance de la RPC ha sido impresionante. Es más, el FMI calcula que para 2024 el PBI chino ya sería un 50% mayor al norteamericano. Aunque la producción total de bienes y servicios y las exportaciones supere a las de Estados Unidos, debemos recordar que este último continúa manteniendo su liderazgo militar, científico y tecnológico, inclusive en el campo de la lucha tarifaria del momento. Además, la calidad de vida y el ingreso por habitante de Estados Unidos son mejores que los de China, donde existen enormes bolsones de pobreza y muchas necesidades por satisfacer para las 1.400 millones de almas que habitan en su territorio. Asimismo, Estados Unidos aún mantiene el liderazgo en términos de innovación y calidad educativa. Pero aparte de los temas económicos entre ambos países ―que son vastos e importantes― va surgiendo una rivalidad planetaria que ingresa en el campo geopolítico. Veamos un solo ejemplo. La RPC reclama Taiwán (China Nacionalista) y su dominio sobre el Mar del Sur de China, donde la séptima flota norteamericana permanece desde hace tiempo para controlar los movimientos de la RPC en el lugar y asegurar la libertad de navegación. Ese proceder genera tensiones que podrían llegar a estallar.

Mientras China crece en todos los sentidos Rusia se achica; pese a las posturas belicosas de Putin la situación rusa se debilita en términos relativos. Aunque es el estado más extenso del mundo, la Federación Rusa apenas tiene 140 millones de habitantes y sigue perdiendo población en forma progresiva. Por otro lado, los problemas suscitados con Washington por el presunto espionaje de Moscú en las elecciones de 2016 y otros problemas en Ucrania, el Cáucaso y el mar Báltico, sumando el constante avance hacia el este de la OTAN ―brazo armado de Estados Unidos y sus aliados europeos― han creado situaciones que Rusia apenas puede resistir y de ahí ha surgido el acercamiento con Beijing en procura de reequilibrar fuerzas frente a la superpotencia norteamericana. El oso pudo haber estado al lado del águila y cumplir así la profecía de Alexis de Tocqueville acerca del dominio del mundo por América y Rusia. Mezquindades de grupos anti rusos en Estados Unidos y maniobras del complejo industrial-militar lo impidieron. Al verse en esa situación de rechazo, Moscú miró hacia el lado de Beijing; el oso ha comenzado a ponderar la posibilidad de una alianza con el dragón del oriente que sea capaz de enfrentar en términos económicos, geopolíticos y hasta militares, la presencia estadounidense en diversos lugares del planeta. Es una situación real y verificable que podría crear en el corto plazo un nuevo tipo de bipolaridad con cierto parecido al de la guerra fría del siglo XX, pero en el marco de otras realidades.

Y mientras esto sucede en el mundo, el espacio es el testigo silencioso de todo lo que ocurre en él. Un verdadero pensamiento continental no es posible sin pensar simultáneamente en siglos, ni se comprenden las razones de la política mundial sin previo análisis de la historia universal, agregando un conocimiento profundo del suelo que se habita y del espacio que se quiere retener o conquistar. Al final, los escenarios mundiales cambian, pero el espacio y sus inexorables leyes siguen ahí, esperando la oportunidad del que sepa aprovechar su momento. Y ahora, el actor internacional con chances a su alcance parece ser la RCP, eventualmente reforzada por su potencial compañía eslava; el tiempo dará su veredicto. Y en el campo de Kronos, esa potencial alianza le lleva ventaja a los norteamericanos; tiene en conjunto más historia, mejor visión estratégica, inmensos recursos y mucha paciencia para aguantar hasta llegar al momento oportuno. Desde la catastrófica derrota del Japón en 1945, China y Rusia han pasado a ser ―como ya lo expresé en otra oportunidad― los únicos y legítimos herederos de Gengis Khan.

* Economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG – www.agustinsaavedraweise.com

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