Archivo de la etiqueta: España

LA DEFENSA NACIONAL DEL ATLÁNTICO SUR

César Augusto Lerena*

Foto Gaceta Marinera, https://gacetamarinera.com.ar

El Atlántico Sur Argentino está siendo internacionalizado, como Medio Oriente con el petróleo. Dos países —el Reino Unido y China— con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y España, que es el principal socio del Renio Unido en Malvinas y destino principal de los recursos pesqueros argentinos capturados con licencias ilegales. En algún momento también Rusia e inversionistas americanos haciéndose de las principales empresas pesqueras. Las grandes potencias vienen por nuestros recursos naturales, algunas de ellas, —asombrosamente— mantienen con nosotros una relación de amistad y comercio y otras lo hacen desnacionalizando la industria nacional o apropiándose de los recursos nacionales por la fuerza o por presión frente a nuestra debilidad comercial. No es la guerra tradicional, son las formas de dominación modernas.

Los buques nacionales son amenazados de ser embestidos por buques extranjeros para desalentarlos en la pesca de altura. Se trata de una confrontación marítima para hacerse de los recursos, como si tuviesen “patentes de corso”, mientras la defensa argentina y la Subsecretaría de Pesca están ausentes, pese a la mayor presencia extranjera en la región, provocándonos un daño inconmensurable a nuestra soberanía política, económica y alimentaria. ¿Quién no entiende que la primera defensa del territorio continental nacional es el mar argentino y no el litoral terrestre? Bastaría con ver las fuerzas navales de Estados Unidos, China, Rusia y del Reino Unido desplegadas en el mundo para entenderlo. El sistema vertical que impera en las fuerzas militares y en la cancillería nos priva de un debate amplio sobre el daño de no tener controlado el Atlántico.

Con en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) se denominó a los países con mar “Estados Ribereños”. Cuando en 1995 se ratificó por Ley 24.543 en la Argentina, yo, modestamente —ante la mirada absorta de oficialistas y opositores— puse reparos, pero nunca entendieron que el mar, es parte de nuestro territorio y que más allá de las 200 millas se prolonga hasta el fin de la plataforma continental. La palabra “Ribera” del latín riparĭa, deriva de ripa (orilla) y al igual que “Litoral”, es la franja de tierra que está junto al mar (o río)” y no alcanza a definir a “el mar formando parte íntegra e indivisible del territorio nacional continental hasta las 200 millas marinas y, más allá de estas, sobre su lecho y subsuelo hasta límite exterior de la Plataforma Continental Argentina” y que el Código Civil y Comercial de la Nación refiere a la línea de ribera (Art. 235) como la “porción de las tierras que las mareas bañan y desocupan ordinariamente durante las más altas y más bajas mareas…” y desde el punto de vista literario Rodrigo Costoya (“El enigma de Colón”, 2019) nos cuenta: “…la mujer de Pinto seguía en la Ribera, mirando fijamente el mar”.

La Argentina, más que un “Estado Ribereño” debe tipificarse como un “Estado Marítimo”, más aún cuando la Argentina cuenta con una superficie continental de 2.791.810 Km2 mientras que el territorio marítimo argentino dentro de las 200 millas alcanza a los 3.146.345 km2 y más allá de ellas la Plataforma Continental Argentina asciende a los 1.784.000 km2 (firmes 351.633 km2), a lo que habría que sumar los 965.597 Km2 de la Antártida Argentina, la parte correspondiente de los 20.237.000 Km2 del Océano Antártico que se encuentra comprendido en el marco del Tratado Antártico y los 30.212 km2 del Río de la Plata (Mar Dulce, Juan Díaz de Solís, 1516), cuya navegación y explotación se acordó con Uruguay; a lo que debemos agregar el extenso litoral argentino de 6.816 km de costa según los últimos estudios del CONICET. La Argentina es —sin duda alguna— un Estado Marítimo, por lo que nos agravia aún más nuestra identidad, el tener ocupados y explotados por el Reino Unido de Gran Bretaña, 1.639.900 km2 de territorio marítimo e insular nacional.

Una invasión y explotación de nuestros recursos, en abierta violación a la Res. ONU 31/49, con la pretensión ilegal de acogerse a lo reglado para los “Estados Ribereños”, sobre lo cual, la propia directora ilegal de Recursos Naturales de Malvinas Dra. Andrea Clausen convalidó nuestra titularidad sobre los recursos al manifestar que “…la zona en que se ha denunciado todas estas capturas ilegales es muy al norte de la ZEE de Falklands. Y, si bien la captura del calamar Illex pertenece a la misma biomasa, la verdad es que las Falklands han tenido una zafra…”, pese a lo cual la Argentina no ha hecho nada sobre los recursos migratorios y nos surgen varios interrogantes:

¿No le llama la atención a nuestras autoridades que buques chinos pesquen lejos del área bajo control británico rica en recursos? ¿No es sorprendente que en 40 años solo se detuvieron 80 buques extranjeros, con una presencia en esos años en el Atlántico Sur de 12.000 buques ilegales?

¿No es irregular que el Consejo Federal Pesquero (CFP) y el Subsecretario de Pesca, siendo los Administradores del Recurso, a pesar de ingresar al mar argentino 100 buques extranjeros no se hayan reunido para tratar esta invasión y, nunca el CFP haya actuado para impedir la pesca ilegal, violando su deber de funcionarios públicos? La asignación del Fondo Nacional Pesquero lo dice todo: Según Actas del CFP 4 y 5 (12/3/20), de los saldos de 2019 y de los existentes en 2020 se asignaron para la administración el 75,7% de los fondos ($ 30.451.957) y para patrullaje y control un 24,3% ($ 7.400.000), dejando claro el interés de controlar y malgastar los fondos públicos, porque es sabido que los gastos administrativos no deben alcanzar entre el 17% y el 30% de los operativos.

La ocupación del mar argentino y la explotación de nuestros recursos es gravísima. Lo hacen dentro de la ZEE y la plataforma nacional (buques con licencia ilegal británica y, plataformas petroleras dentro del área de Malvinas); extracción de nuestros recursos pesqueros dentro de la ZZE y fuera de ella a especies migratorios que la funcionaria británica reconoce como de la misma biomasa (de dominio Nacional) y lo que resulta aún más insólito y, sobre lo que el Estado Nacional ha permanecido indiferente desde 1994 a la fecha, es el establecimiento del Reino Unido al noroeste de las islas, por fuera de la zona de exclusión pesquera ilegalmente impuesta por este Reino (FICZ) y dentro de la ZEE Argentina, de un Área “GAP” de 1.400 Km2, para proteger importantes capturas de calamar. El GAP es un espacio 7 veces más grande que la ciudad de Buenos Aires (203 km2), casi 3 veces el tamaño de la isla de los Estados (534 km2) o algo más de 3,5 veces lo que miden las islas Picton (105 km2), Nueva (120 km2) y Lennox (171,5 km2) que carecen del valor económico que el GAP y que casi nos llevan a una guerra contra Chile. Cualquier ciudadano podría ver en alguno de los localizadores disponibles la concentración de buques extranjeros a la pesca del calamar en ese punto para confirmar la ocupación británica de nuestro territorio.

Ante el conocimiento de la invasión de buques chinos al mar argentino, la Armada el 6 de mayo sumó al control al destructor ARA Argentina con un helicóptero Fennec para agregar al patrullero oceánico ARA Bouchard P51 y al guarda-costa GC-27 Prefecto Fique de la Prefectura Naval y alistó un avión naval antisubmarino Tracker.

Recordemos que la ZEE Argentina tiene 3.146.345 km2, por lo que este aparente refuerzo, como dijo un amigo (JCP), es como calentar el océano con una pava de agua caliente” y, al pasar, recordemos también, que tanto las patrulleras oceánicas francesas (¿con nuestras finanzas, recibirá la Armada las tres faltantes?), como los guardacostas españoles, que podrían haberse construido en la Argentina, si fuésemos un país que promoviésemos nuestra defensa y la industria nacional.

Con las fuerzas disponibles, los buques extranjeros seguirán pescando y escapándose, como lo han hecho en los últimos 40 años. Las cuestiones inherentes a la defensa nacional, de eso se trataría frente a la ocupación y explotación extranjera en el Atlántico Sur, deben estar en manos de la Armada Argentina apoyadas con la Prefectura Naval si fuera necesario, ocupándose o empezando a ocuparse esta, de las cuestiones contravencionales de los buques nacionales, ya que resulta muy llamativo, por ejemplo, que no haya sanciones derivadas de las 300 mil toneladas/año que se descartan de recursos o que salgan a la pesca buques que terminan en trágicos naufragios.

Para que el control —en principio— disuasivo sea efectivo, los recursos militares anunciados no alcanzan. La Armada Argentina debería disponer al menos de cinco buques clase Gowind similares al Bouchard con cañones de 40 mm (hay otros países que tienen patrullas con piezas de 76 mm), y dos ametralladoras manuales de 12,7 mm, de modo que puedan actuar en forma efectiva si el buque ilegal intentara escapar y, efectuar el relevo correspondiente sin desatender la zona de conflicto. Las naves equipadas con helicópteros bimotor polivalentes ligeros artillados del tipo AS 555 Fennec 2. A ello, hay que agregar unos cuatro aviones de vigilancia naval P-3 Orion o S-2 Tracker. Por supuesto que esto supone además dotar a la Armada del presupuesto necesario para las operaciones y mantenimiento, ya que es conocido los efectos de la desinversión y falta de mantenimiento que llevan a que, en Puerto Belgrano, haya varias corbetas fuera de servicio.

Accesoriamente a ello, pero muy importante, se deberían quintuplicar las multas y actualizarlas por el precio del gasoil, si las ilegales son chinas, siendo estatales, expulsar las empresas radicadas de origen estatal en el país, al igual que las españolas si tienen relación societaria; y la flota congeladora nacional debiera ir a pescar con apoyo militar, en las condiciones subsidiadas ya explicadas en mi artículo “El Atlántico Sur Argentino ocupado por Britania, España y China”, fuera de las 200 millas y, muy especialmente en el GAP y el área adyacente a la de exclusión británica; iniciar contactos con empresarios españoles y chinos, con la intervención necesaria del sector empresario nacional y comenzar el proceso de denuncia de los Acuerdos de Madrid, por el que la pérfida falange de Albión tiene en sus manos el control del Atlántico Sur Argentino entre el paralelo 46º S (altura Comodoro Rivadavia, Chubut) y el 60º S (altura de las islas Orcadas).

Cumpliéndose el 207º aniversario de la aprobación del Himno Nacional, tal vez sea el momento de plantear reincorporar a éste la estrofa: “se levanta a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación” y otras, sacadas de nuestra Canción Patria a sugerencia de Inglaterra, para recordarles a los argentinos, el espíritu original con el que se construyó nuestra Nación.

Ceterum censeo Carthaginem esse delendam.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

Copyright ©2020

EL ATLÁNTICO SUR ARGENTINO OCUPADO POR BRITANIA, ESPAÑA Y CHINA

César Augusto Lerena*

Reconquista de Buenos Aires por las fuerzas regulares e irregulares comandadas por Santiago de Liniers. Rendición del comandante británico William Carr Beresford, 12 de agosto de 1806.

El 2 de febrero de 1825, se firmó el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación” entre el Reino Unido y las Provincias Unidas del Río de la Plata que, luego repitió Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela, transfiriendo la conducción económica y financiera a los británicos. En ese Tratado se estableció una “Perpetua Amistad” —ello no frenó a la pérfida falange de Albión— para que, en forma oscura y traidora, invadiera Las Malvinas en 1833 y se establecieron privilegios, como transformar en inembargables sus posesiones, la libre navegación en mares y ríos, la aplicación de la “cláusula de Nación más favorecida” en todos los negocios, incluso, más de las que podrían recibir las argentinas.

Cuando el 12 de agosto de 1806 orientales y españoles echaron a los ingleses de Buenos Aires, comenzó un largo y silencioso derrotero de ocupación inglesa, con la complicidad de gobernantes y la tolerancia o el interés de los ciudadanos influyentes.

Ello se ratificó en 1933 con el Tratado Roca-Runciman y en las Declaraciones Conjuntas de 1989 en París, convertidas luego, en el Tratado del 14/15 de febrero de 1990, comúnmente llamado Acuerdo de Madrid (sin ratificación del Congreso) y, en el Tratado de “Promoción y Protección de Inversiones” de 1990, complementario del anterior, convalidado por la Ley 24.184.

Estos Tratados terminaron con la Argentina soberana, industrial, tecnológica, científica y dueña de sus recursos naturales y servicios públicos y la devolvieron a sus orígenes de proveedor de granos, transgénica, semilla-dependiente y química-fumigada. La Argentina del monocultivo, con los servicios y los recursos naturales privatizados y el Atlántico Sur Argentino ocupado por la Britania, España y China.

En mi artículo anterior “Los extranjeros invaden el Atlántico Sur y la Patagonia Argentina” dije: “Los británicos ocupan 1.639.900 millones de km2 de territorio marítimo argentino, equivalente a toda la Patagonia y a las provincias de La Pampa, San Luis, Mendoza, Jujuy y Formosa. ¿Es necesario darle más énfasis a esta deshonrosa pérdida de soberanía nacional?

Dije también que desde hace más de 50 años y, con más intensidad desde 1976 los gobiernos argentinos han tolerado la pesca ilegal de un promedio anual de 300 buques extranjeros que se llevaron 44 millones de toneladas por un valor comercial final del orden de los 770 mil millones de dólares, aunque, días atrás la Directora ilegítima de Recursos Naturales de Malvinas Dra. Andrea Clausen, le explicó al Penguin News que “generalmente hay un número grande de poteros y arrastreros, unos 400 de origen chino operando en el Atlántico sur” y, entre ellos, no ha sumado los más de 100 buques españoles y otros que pescan con licencia ilegal británica. ¿Es necesario resaltar que mediante esta pesca ilegal se han llevado unas tres deudas externas argentinas? ¿Esta entrega económica no ha sido exagerada como hipotético pago a la guerra perdida en 1982? ¿Es tal vez una compensación económica a las compras chinas de granos como ocurrió en su momento con la URSS o, como se dijo que ocurrió con Japón, cuando donó a la Argentina el INIDEP?

La misma Dra. Clausen nos “relata” que “todas estas capturas ilegales son muy al norte de la ZEE de Falklands. Y si bien la captura del calamar Illex pertenece a la misma biomasa, la verdad es que las Falklands han tenido una zafra razonablemente positiva con un volumen total por encima de las 60 mil toneladas”. ¡Que notable casualidad! Ni soviéticos ni búlgaros se acercaron a pescar en la zona arbitraria de exclusión británica de Malvinas en oportunidad de los “Acuerdos Marco” y ahora, tampoco los chinos (¿?). Y el Estado Argentino desde hace 40 años tolera que todos estos barcos subsidiados pesquen nuestros recursos pesqueros, los depreden y compitan con los empresarios argentinos con esta materia prima argentina, ingresando sin aranceles en el mercado internacional.

¿Y porque la Argentina nunca ha reclamado sobre la captura de los recursos migratorios argentinos? y no ha hecho cumplir las observaciones explicitadas en el Artículo 2º de la Ley 24.543 (CONVEMAR). Una renuncia vergonzosa a nuestros derechos.

Los hechos recientes que terminaron con la captura de un buque chino y otro portugués, dieron motivo a una auspiciante reunión interministerial presidida por el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, donde participaron además el Jefe de la Armada y el Prefecto Nacional Naval y, si bien es necesario coordinar las acciones de vigilancia y control (léase la acción de la Armada y la Prefectura), lo importante es definitivamente evitar la pesca clandestina y detener —con los elementos que sean necesarios— los buques que pescan los recursos nacionales (y en estos incluyo, a los migratorios), ya que es una vergüenza que estos últimos 40 años solo se hayan capturado 80 buques y multados por un valor de 25 millones de dólares. Para ser más preciso: solo 2 buques capturados por año cuando en la región pescan 300 buques (según la representante británica en Malvinas 400) por año que no solo ingresan a la ZEE Argentina, sino que capturan nuestros recursos migratorios (calamar, merluza, etc.) y, además respecto a las multas citadas me gustaría saber cuánto efectivamente cobró el Estado Argentino y, aún cobradas, igualmente resultarían insignificantes en atención a los valores de las capturas que efectúan estos barcos.

En distintos artículos hemos dado herramientas para terminar con este escarnio, me referiré solo a dos de ellas:

  • Poner toda la flota congeladora a pescar por fuera de las 200 millas, con el combustible libre de impuestos y todas las extracciones que se realicen en esa zona igualmente liberarlas de todo tipo de impuestos. Esta flota debería pescar con el apoyo militar de la Armada Argentina, tratándose de cuestiones que afectan a la soberanía nacional.
  • La Cancillería debería tomar urgente contacto con los países cuyos buques pescan en el Atlántico Sur, en especial con los españoles y chinos, para iniciar caminos de acuerdos empresarios, con la intervención necesaria del sector empresario nacional.

José Prego de Oliver escribió una Oda a la gloriosa jornada de Reconquista de la Ciudad de Buenos Aires el 12 de agosto de 1806: “La atroz muerte con mano descarnada, sus caballos, agita, y el carro estrepitoso precipita sobre una y otra gente encarnizada. Húndese el eje todo en cráneos, en escombros, en sangre, en lodo. Por puntos se ensangrienta la pelea; el español avanza, y horror, y confusión, y estrago lanza. La falange de Albion ya titubea; y a la diestra cuchilla cede por fin, y la cerviz humilla. La hermosa Capital encadenada por los crudos Britanos, viéndose libre, al cielo entre ambas levanta enternecida y prosternada: Sobre los muertos llora, y orna la sien del jefe, vencedora”.

A CASI 210 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO El ATLANTICO SUR ARGENTINO ESTÁ INVADIDO POR BRITÁNICOS, CHINOS Y ESPAÑOLES. ¿Ha quedado claro? La declaratoria de derechos y la administración de la crisis no alcanza. Argentinos de los dichos a los hechos.

Ceterum censeo Carthaginem esse delendam.

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provin05cia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

Copyright ©2020

LOS EXTRANJEROS INVADEN EL ATLÁNTICO SUR Y LA PATAGONIA MARÍTIMA

César Augusto Lerena*

Almirante Guillermo Brown (1777-1857)

El padre la Armada Argentina Guillermo Brown, fue el organizador y, el almirante de la flota naval argentina, que combatió y tomó el 15 de marzo de 1814 la isla de Martín García, que estaba en poder de los españoles, una de las más importantes victorias de la emancipación. El mismo año con la fragata Hércules entre el 14 y 17 de mayo libró el combate naval del Buceo y obtuvo el triunfo contra los realistas y, junto a las acciones por tierra de Artigas y Rondeau liberaron Montevideo.

En la difícil etapa de la independencia, en inferioridad de condiciones militares, con la pérdida de un importante número de vidas y un gran esfuerzo, se hizo de la isla Martín García, un basamento rocoso de 1,84 km2 de superficie, considerado estratégico.

Desde la ocupación el 3 de enero de 1833 (la rendición de José María Pinedo) del Reino Unido de Gran Bretaña de las islas Malvinas, la Argentina fue perdiendo el control del Atlántico Sur y los gobiernos no han hecho otra cosa —fuera de la recuperación de Malvinas en 1982— que reclamar a los británicos que se sienten a negociar la soberanía. ¿Quiénes son estos diplomáticos argentinos que tienen cómo única estrategia pensar que los británicos negociarán en favor de la Argentina la posesión de Malvinas, el resto de las islas y el Atlántico Sur? O que, mediante la cooperación nos será devuelta Malvinas. ¿Qué se supone que hace el Reino Unido con la Resolución 31/49 ítem 4 de la ONU que “insta a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en las… islas…”? Avanza, avanza, avanza, ante la pasividad y cooperación unilateral de Argentina.

En 1815 solo 1,84 km2 justificaron a Brown la toma de Martín García, lo que el Gral. San Martín calificó como “el más importante triunfo de la revolución americana de ese momento”, que dio fin a la dominación española de la Provincia Oriental. En 1982 los británicos tenían ocupada las Malvinas, un territorio agreste de 11.410 km2 y 3 millas de mar desde las costas. Hoy el Reino Unido ocupa 200 millas alrededor de Malvinas y un total de 1.639.900 millones de km2 de territorio marítimo argentino. ¿Alguien se habrá dado cuenta que la superficie ocupada es equivalente a toda la Patagonia (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Río Negro) y las Provincias de La Pampa, San Luis, Mendoza, Jujuy y Formosa? ¿Por qué además de poner énfasis en los legítimos reclamos de Malvinas no se visibiliza que la Argentina tiene invadido 1,6 millones de km2 de territorial nacional?

Han transcurrido ya 187 años que el Reino Unido ocupase Malvinas y 55 años de reclamos y de entrega sostenida y creciente de la Soberanía Nacional desde la Resolución 2065/65 de la ONU. ¿Los gobiernos aplicarán únicamente estas políticas declarativas e inconducentes?

La Argentina viene perdiendo el Atlántico Sur en todos los terrenos. En 1984 con el Tratado de Paz y Amistad con Chile perdió territorios insulares y marítimos. En 1985 el Reino Unido inauguró un nuevo aeropuerto en Malvinas. Luego, con la excusa de los Acuerdos Pesqueros con la URSS y Bulgaria del canciller Dante Caputo en 1986, los británicos avanzaron en la ocupación del Atlántico Sur. Años después, en octubre de 1989, llegaron los Acuerdos de Madrid y con ellos la “fórmula del paraguas” que entregaron la pesca y consolidaron la ocupación militar y económica del Reino Unido en el Atlántico Sur. Con el acuerdo de Domingo Cavallo de conservación conjunta de los recursos pesqueros al este de Malvinas, los británicos consolidaron el otorgamiento de licencias pesqueras a buques extranjeros y, ya en 1994, con la veda del calamar para los argentinos se facilitó la llegada de esta especie al área de captura inglesa, mientras que estos ocupaban 1.400 km2 de la ZEE (el llamado GAP) para para proteger sus importantes capturas de calamar. A partir del Acuerdo con la Unión Europea en 1994 se inició la extranjerización de la pesca nacional y, un año después se acordaba con los británicos la investigación de los recursos en un área más amplia de la zona de exclusión de Malvinas con lo que se facilitó una información biológica vital. En 1995 se ratificó la CONVEMAR y se redujo de 200 a 12 millas el Mar Territorial y, en 1996/9 Andrés Cisneros nos explicó las bondades de las políticas de cooperación que terminarían favoreciendo al Reino Unido. Ya en 1998 el Reino Unido trasladó el Comando Sur desde la isla Ascensión a Malvinas, instalando la mayor base de la OTAN en el Atlántico Sur, con aviones, fragatas, misiles y radares de última generación y están informados de los movimientos militares argentinos. Este mismo año se sanciona la Ley 24.922 y en lugar de promover la industria nacional se extranjerizó el mar argentino y, mientras en 1970 todas las empresas pesqueras eran nacionales, en 2020 siete de las diez principales empresas exportadoras son extranjeras y los inversionistas extranjeros americanos y chinos adquieren los capitales accionarios de las más importantes empresas nacionales y extranjeras. En 2000 la Argentina, por la Ley 25.290, aprueba el llamado Acuerdo de Nueva York que pone en manos de los Estados de Bandera (con mayoría en las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) el control de las especies migratorias y le abrió al mismo tiempo al Reino Unido de Gran Bretaña, las puertas en esas organizaciones regionales para intervenir bajo pretexto de considerarse en Malvinas un estado ribereño. Su falta de ratificación por la oposición de organizaciones y expertos, lo impidió hasta hoy. Por falta de apoyo de países amigos (España e Italia) con el Tratado de Lisboa, Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y la Antártida, se incorporaron a la Unión Europea como territorios británicos de ultramar. En 2010 se iniciaron las exploraciones petroleras británicas en Malvinas y en el 2011 el gobierno británico creó una “reserva ecológica” de un millón de km2 que incluye a Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. En el año 2015 Londres anunció el hallazgo de petróleo en el pozo Isobel Deep en la Cuenca Norte y en 2016 se ratifica de hecho el Acuerdo de Madrid con la firma del Pacto Foradori-Duncan, con el aval de los cancilleres Malcorra y Faurie, que propicia remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas Malvinas, lo que implica renovar las investigaciones conjuntas pesqueras y habilitar un nuevo vuelo semanal a San Pablo, uno de los centros económicos más importantes del mundo. En 2018 se firmaron acuerdos pesqueros con China y Rusia, dos potencias de pesca a distancia. En 2019 la Argentina adjudicó la explotación offshore de 100 mil km2 en el Atlántico Sur, entre Malvinas y el continente argentino, 18 áreas en la Cuenca de Malvinas a las empresas Shell, BP Exploration Operating Company Limited, Tullow Oil, Equinor y otras.

El 9 de abril de 2020, en el portal NODAL, el embajador en actividad Javier Figueroa, desconoce las aclaraciones que el gobierno nacional realizó al ratificar la CONVEMAR y refiere erróneamente que la Argentina no puede controlar lo que ocurre más allá de las 200 millas y que, “las flotas extranjeras no realizan pesca ilegal”, que “tal regulación se realiza a través de las denominadas OROPs…”. Propone acuerdos binacionales, entre ellos, con China y España, cuyos buques son los mayores depredadores en el Atlántico Sur y, mientras los primeros capturan subsidiados y tienen una suerte de surtidor de combustible en Alta Mar para evitar pérdidas de tiempo, los últimos colaboran con los británicos en Malvinas, donde en este momento tienen asociaciones y construyen un puerto pesquero para mejorar sus operaciones en las islas.

Finalmente, ¿cuáles han sido las razones para que los gobiernos argentinos desde hace 50 años y con más intensidad desde 1976 hayan acordado y tolerado que, un promedio anual de trescientos buques extranjeros, pesquen en el mar argentino, llevándose unos 44 millones de toneladas por un valor comercial final comercial del orden de los 770 mil millones de dólares? Con lo que se podía haber desarrollado la Argentina y muy especialmente el litoral marítimo bonaerense y patagónico.

¿Dónde está el Subsecretario de Pesca Carlos Liberman? Cuando el 25 de abril cientos de buques extranjeros de distintas nacionalidades pescaban en la Zona Económica Exclusiva Argentina, como filmó y denunció el Capitán de Pesca Alberto Mendoza del buque argentino “Don Pedro” (Mat. 068) y, más allá de las 200 millas marinas, cuando estos buques ilegales capturan nuestros recursos migratorios y las especies asociadas.

Video filmado por el Capitán del buque de bandera argentina Don Pedro, Alberto Mendoza, el 25/04/20

¿Qué opina el Ministerio de Defensa y la Cancillería al respecto?

¿Dónde estaba la Armada?, que mientras se invadía nuestro territorio y explotaban ilegalmente nuestros recursos tendría amarrado su buque patrullero ARA Bouchard (P-51), diseñado y adquirido especialmente para realizar las misiones de protección marina y, el 26 de abril circulaba una gacetilla de la Institución firmada por el Cap. de Fragata Aliotta Llatser, donde nos relataba que había “una flotilla de pesqueros de otras nacionalidades por fuera de las 200 millas… y que el Comando de Tránsito Marítimo realiza monitoreos electrónicos y satelitales hasta la milla 200 y mantiene un avión S-2T Trubo Tracker en guardia permanente…”

¿Qué le pasa, por otro lado, a los guardacostas de la Prefectura? que se les escapaban los buques pesqueros ilegales desarmados.

Hace 50 años que buques extranjeros ocupan nuestro territorio marítimo y roban nuestros recursos pesqueros. ¿Necesitamos que más tripulantes argentinos se jueguen la vida y su empleo y denuncien lo que toda la Argentina conoce?

El ATLÁNTICO SUR ARGENTINO ESTÁ INVADIDO y alguien tiene que decirlo. La declaratoria de derechos y la administración de la crisis no alcanza. Argentinos a las cosas y, de los dichos a los hechos.

 Ceterum censeo Carthaginem esse delendam.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

 

Copyright ©2020