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COMENTARIOS SOBRE EL MARKETING DEL PARTIDO COMUNISTA CHINO

Julio C. Ferrari Freyre*

Dr. Zhang Weiwei, profesor de Relaciones Internacionales y Director del Instituto de China de la Universidad de Fudan en Shanghai. Foto: China.org.cn.

El 31 de mayo de 2021 se celebró la Trigésima Sesión de Estudio del Politburó del Partido Comunista Chino (PCCh), dedicada a “contar bien la historia de China” y “promover la voz de China en el escenario mundial”.

De las treinta Sesiones de Estudio ya celebradas, solamente la Decimosegunda, realizada el 25 de enero de 2019, versó sobre el tema de las comunicaciones, tratando “la promoción de los valores correctos dentro de la sociedad china”, según las normas actuales del PCCh, especialmente en los medios sociales electrónicos tan populares entre los ciudadanos chinos. La prensa ya está bien educada en este sentido a pesar de algunos rebeldes en Shanghai y Guangzhou.

Las Sesiones de Estudio se realizan, desde 2002, al mismo tiempo que las reuniones generales del Politburó del PCCh, normalmente en el Salón Huairen dentro de Zhongnanhai, la sede central del PCCh y del Gobierno de la República Popular China. Suelen tratar un tema puntual de actualidad (y se supone preocupante) y asisten integrantes del Politburó y algunas autoridades del gobierno.

Los presidentes Jiang Zemin y Hu Jintao consideraban que las sesiones ayudaban a comprender los temas bajo discusión, mientras que el actual presidente XI Jinping las utiliza para impulsar sus ideas políticas y apuntalar su autoridad[1].

En la última Sesión, el Dr. Zhang Weiwei (张维为), profesor de Relaciones Internacionales y Director del Instituto de China de la Universidad de Fudan en Shanghai, realizó una presentación y pocos días después, el día 21 de junio pasado, publicó un artículo en el Diario de Beijing titulado “Es totalmente posible contar la historia de la política china de una manera más precisa y emocionante”[2]. Se supone que el mismo es una versión adaptada de la presentación que realizó frente a los asistentes de la Trigésima Sesión, habiendo alcanzado una notable repercusión en la prensa de Asia oriental y en medios académicos relacionados con esa región.

No es extraño que el profesor Zhang haya sido invitado a exponer en la Sesión ya que es uno de los intelectuales públicos preferidos del PCCh y su interpretación de como contar la política china ha sido uno de los temas favoritos del presidente Xi Jinping desde que asumió en 2012. Es considerado uno de sus ideólogos y una de las personas que pueden influir en las más altas autoridades del gobierno chino. A la luz de esta predilección podemos inferir que el Presidente no está muy satisfecho con los numerosos mecanismos de propaganda del Estado chino, entre ellos la agencia Xinghua, los Institutos Confucio y la Diplomacia del Poder Suave (Soft Power).

El Profesor Zhang Weiwei estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de Fudan, en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing y en la Universidad de Ginebra donde obtuvo su maestría (1990) y doctorado (1994). Fue traductor de inglés de la cancillería china entre 1983 y 1988 y trabajó con Deng Xiaoping y Li Peng en este carácter. Ha publicado cuantiosos artículos en revistas especializadas y en la prensa, además de numerosos libros en chino e inglés. También tuvo programas de televisión y presentaciones en Youtube. Es sin duda uno de los más mediáticos, mejor conocidos y más populares profesores universitarios del país. Sin embargo, cabe destacar que Zhang, más allá de sus credenciales académicas, no es popular entre sus pares ni entre los “intelectuales públicos” chinos[3].

En su artículo, Zhang describe cinco líneas que China y el PCCh deberían seguir para contrarrestar las posiciones críticas de algunos Estados y de los medios de prensa occidentales:

  1. Renunciar al clásico paradigma de “democracia versus dictadura” y en su lugar emplear el de “buena gobernanza versus mala gobernanza”.
  2. Comparar el desenvolvimiento institucional de la República Popular China con el de tres tipos de Estados: países en desarrollo, países con economía en transición (emergentes) y los países occidentales.
  3. Relato o narrativa cultural demostrando la profunda tradición de las decisiones políticas tomadas por China.
  4. Perspectiva moderna: Comparación de muchos de los logros modernizantes que sobrepasan los de Occidente y la relación entre estas modernizaciones y el sistema político chino, para hacer más convincente y persuasiva la historia reciente de China.
  5. Comunicar al mundo las normas chinas: detrás del crecimiento chino se evidencian una serie de ideas y métodos probados que se deben depurar para que sean reconocidas como normas internacionales.

Sin duda, preocupa al Partido el deterioro de la visión que tiene el mundo de la República Popular China. Este desprestigio es manifiesto en la prensa internacional, especialmente en revistas y periódicos de circulación masiva o de referencia para la toma de decisiones a nivel estatal o empresarial.

Han contribuido a este deterioro la agresividad de su diplomacia (Wolf Warrior Diplomacy), la actitud adoptada ante los cuestionamientos por los derechos humanos en la provincia de Xinjiang, las belicosas demonstraciones de fuerza y agresividad hacia Taiwán, las continuas acciones contra la Iglesia Católica china más la persecución de la secta budista Falun Gong, y la evaporación de las libertades democráticas en Hong Kong contenidas dentro de la formula “Un País, Dos Sistemas”, junto a la constante erosión del acuerdo firmado en 1997 con el Reino Unido. Más recientemente, la confusa y a veces contradictoria relación de los acontecimientos que llevaron a la pandemia del SARS-Covid-19, sumado al recuerdo de otros problemas de salud e higiene del pasado inmediato, también han afectado al prestigio de China en el mundo.

Zhang insiste en sus publicaciones que en China debe educar al resto del mundo para que puedan comprender la especial posición del país, su historia, tradiciones, filosofía y normas. Sin este conocimiento, los demás países no podrán entender el ejemplo que significa China y los tremendos esfuerzos realizados desde el comienzo de la política de apertura de Deng Xiaoping en 1978[4].

Además, considera que existen cinco razones por las cuales China ha logrado un colosal progreso en las últimas cuatro décadas:

  • Gobernanza de partido único: modelo tradicional en China ya que desde su primera unificación en 221 a.C. siempre tuvo un gobierno centralizado similar a la actual administración de un solo partido.
  • Centralismo neo-democrático: sistema superior al concepto leninista de centralismo democrático, porque el pueblo (los que participan excluyentemente del PCCh) participa en el diseño de los planes quinquenales y otros asuntos de gobierno.
  • Creación de demandas. Las expectativas de la población frente a los planes quinquenales y el progreso del país han creado demandas que pueden ser programadas a mediano y largo plazo.
  • Administración del desarrollo: más que administración pública, China tiene administración del desarrollo encauzada dentro de los planes quinquenales y de las conferencias económicas del PCCh y dentro del esquema de la “economía socialista de mercado”, sistema únicamente aplicado en China.
  • Filosofía china de gobernanza: minyi versus minxin. El filósofo Mencio (372-289 a.C.) diferenciaba entre los conceptos de minyi u “opinión pública” que puede variar a muy corto plazo, y minxin o sea “el corazón y la mente del pueblo” o intereses permanentes o de más largo plazo de la nación.

Las construcciones de Zhang Weiwei son sumamente interesantes, aportando una ventana que nos permite observar, en buena medida, las creencias y aspiraciones de la dirigencia china o, al menos, lo que él recomienda que ésta deba hacer. Podemos imaginarnos que existe una comunidad de ideas entre el profesor y el presidente teniendo en cuenta que el mismo Presidente Xi lo eligió para hacer su presentación en la Sesión de Estudio de mayo del año en curso.

Con justa razón Zhang, y todo el pueblo chino, está orgulloso del gran avance que ha experimentado su país desde 1978. El nivel económico y social de millones de personas ha mejorado con trabajo, viviendas decentes, servicios básicos (agua, electricidad, comunicaciones, etc.), al punto de que buena parte del complejo industrial se dedica a la producción de bienes para una población cada vez más ávida de artículos de consumo, aun cuando hay importantes áreas del país que siguen inmersas en el subdesarrollo.

Este orgullo se ha traducido en un nacionalismo claramente fomentado por el PCCh y se ha constituido en una herramienta para legitimar al gobierno del mismo Partido. El pueblo lo acompaña ya que su nivel de vida continúa creciendo.

Esa legitimación es una de las principales preocupaciones del gobierno de Beijing frente a las crecientes demandas de participación del pueblo, especialmente de los que han alcanzado niveles superiores de educación, los que han logrado un mayor ingreso (clase media) y los que han viajado a países con una mayor participación popular en el gobierno. Aun cuando se ha experimentado con elecciones de autoridades a nivel más bajo (en las aldeas rurales), resta mucho camino por andar.

Probablemente por las anteriores razones Zhang menciona la necesidad de cambiar el “paradigma democracia/dictadura” por el de “buena gobernanza/mala gobernanza”. Considera que la oportunidad de “buena gobernanza” que ofrece el partido único es superior a la ofrecida por un sistema democrático con su pluralidad de partidos políticos, elecciones, legislaturas, etc., siendo que, de cualquier manera, el “centralismo neo-democrático” permite la participación del pueblo.

Zhang menciona el desenvolvimiento institucional y la administración de desarrollo que bien podríamos traducir como planificación centralizada. Sin duda, en este aspecto China tiene una gran ventaja sobre los países en desarrollo y occidentales, contando con medios económico-financieros muy importantes y con la suficiente fuerza la autoridad para concretar obras públicas, zonas industriales, instalaciones de transporte, etc., sin la oposición de responsables locales o de la población que muy rara vez puede manifestarse en contra de los planes del gobierno.

En otro aspecto institucional, China fue el primer país del mundo en incorporar un sistema de ingreso a la administración pública por medio de exámenes. Las exigencias de éstos incluían conocer las obras de Confucio a la perfección y el sistema político chino. El aparato burocrático rara vez pudo extraerse del pensamiento confuciano; esta rigidez de conceptos creó a su vez una inamovilidad en la administración del imperio generando también una inflexibilidad de pensamiento al entrar en contacto con otras naciones o etnias. El sistema burocrático chino también creo un pensamiento elitista afectado por el peculado y la corrupción.

En el caso de China, la meritocracia se ha convertido justamente en rígida, tecnocrática y corrupta. Afortunadamente, el Presidente Xi Jinping ha realizado una importante “limpieza” eliminando a centenares de corruptos del partido y de la administración. Es posible que entre éstos hayan sido afectados otros con ideas no tan favorables al actual gobierno.

En relación con la oposición que hace el Profesor Zhang entre los conceptos de minyi y minxin, ésta carece de mucho sentido; el primero trata la opinión pública que puede ser más o menos educada (para Zhang es necesariamente poco culta y equivocada), y conforma un importante elemento de medición del accionar del gobierno y de la opinión del pueblo sobre una cuestión dada. En cuanto al minxin, cabe destacar que “el corazón y la mente del pueblo” es una de las razones por las cuales un gobierno se constituye o se moldea como democrático, autoritario o dictatorial, ya que el interés nacional debe estar siempre presente en el accionar del gobierno, siendo traición actuar contra de él.

Que se celebren Sesiones de Estudio del tipo descripto es muy positivo ya que permite a expertos explicar cuestiones que posiblemente se le escapan a un gobernante y/o a los miembros de su gabinete. El mecanismo bien podría adoptarse en otros países con la participación de académicos y profesionales, preferentemente de diversas opiniones y escuelas, para ilustrar a los gobernantes y así poder definir el minxin del país a largo plazo.

 

 

 

* Julio Ferrari Freyre estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Sophia (Tokio, Japón), Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador y Economía en la Universidad de Deusto (Bilbao, España). Egresó del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (1984) y como Diplomático ha cumplido funciones como Cónsul en Bilbao, en la Embajada Argentina en la R.P.China y como Cónsul General en Guangzhou (R. P. China). Se retiró del Servicio Exterior de la Nación como Ministro Plenipotenciario de Primera Clase en 2018.

 

Referencias

[1] CAI, Jane. “China’s leaders turn to outspoken ‘true believer’ to help improve country’s image internationally”. South China Morning Post (Hong Kong), 26/06/2021, https://www.scmp.com/news/china/politics/article/3138770/chinas-leaders-turn-outspoken-true-believer-help-improve

[2] ZHANG, Weiwei. “It is Entirely Possible to Tell the Story of Chinese Politics in a More Accurate and Exciting Way”, “完全有可能把中国政治故事讲得更透彻、更精彩,” originalmente publicado en Beijing Ribao (北京日报 – Diario de Beijing), 21/06/2021. Traducido por el Profesor David Ownby y publicado en Reading the China Dream. https://www.readingthechinadream.com/zhang-weiwei-on-telling-chinas-story.html

[3] CHEN, Kimbal. “The Politburo’s Recent Study Session: Who is Zhang Weiwei?”. US-China Perception Monitor, Carter Center, Atlanta, EE.UU., 09/06/2021, https://uscnpm.org/2021/06/09/who-is-zhang-weiwei/

[4] ZHANG, Weiwei: “The Five Reasons Why China Works”. The Huffington Post, 26/02/2014. https://www.huffpost.com/entry/the-five-reasons-china-works_b_4859899

 

Bibliografía

NAKAZAWA, Katsuji. “Xi’s ‘lovable’ China is wolf in sheep’s clothing”. Nikkei, 10/06/2021,  https://asia.nikkei.com/Editor-s-Picks/China-up-close/Analysis-Xi-s-lovable-China-is-wolf-in-sheep-s-clothing

CAI, Jane. “China’s leaders turn to outspoken ‘true believer’ to help improve country’s image internationally”. South China Morning Post (Hong Kong), 26/06/2021, https://www.scmp.com/news/china/politics/article/3138770/chinas-leaders-turn-outspoken-true-believer-help-improve

CHEN, Kimbal. “The Politburo’s Recent Study Session: Who is Zhang Weiwei?”. US-China Perception Monitor, Carter Center, Atlanta, EE.UU., 09/06/2021, https://uscnpm.org/2021/06/09/who-is-zhang-weiwei/

ZHANG, Weiwei. The China Wave: The Rise of a Civilizational State. World Century Publishing Corporation, Hackensack, New Jearsey, 2012.

ZHANG, Weiwei. “It is Entirely Possible to Tell the Story of Chinese Politics in a More Accurate and Exciting Way”, “完全有可能把中国政治故事讲得更透彻、更精彩,” originalmente publicado en Beijing Ribao (北京日报 – Diario de Beijing), 21/06/2021. Traducido por el Profesor David Ownby y publicado en Reading the China Dream. https://www.readingthechinadream.com/zhang-weiwei-on-telling-chinas-story.html

ZHANG Weiwei. “Legitimacy flows from prosperity and competence”. 01/03/2017, Zocalo Public Square, https://www.zocalopublicsquare.org/2017/03/01/chinas-one-party-rulers-legitimacy-flows-prosperity-competence/ideas/nexus/

ZHANG, Weiwei: “The Five Reasons Why China Works”. The Huffington Post, 26/02/2014. https://www.huffpost.com/entry/the-five-reasons-china-works_b_4859899

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RIÑAS

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

Cristina Fernández explica cómo entiende que funciona el tipo de cambio.

Sus ideas son relevantes porque reflejan la ideología predominante en la mayoría de legisladores, políticos, funcionarios y economistas.

 

La vicepresidente de la Nación escribió dos cartas abiertas entrelazadas entre sí, una de octubre de 2020 y la actual, del 16 de septiembre de 2021.

La más interesante en lo que respecta a mis obsesiones es la primera de ellas. Quien fuera dos veces presidente de la Argentina explica cómo entiende que funciona el tipo de cambio. Es relevante porque su percepción no sale de la nada sino que refrita ideas que están vigentes por lo menos desde el gobierno de Illia. Me fue machacado mañana, tarde y noche cuando estudié en la UBA donde debí sufrir profesores en su mayoría radicales que a su vez recomendaban textos de radicales. Es lo que ellos autodenominaban estructuralismo.

A lo que voy es que las ideas de la señora vicepresidente ex presidente ex diputada nacional ex senadora nacional es la ideología predominante en la mayoría de los legisladores, políticos, funcionarios y economistas tanto del radicalismo, su derivados (PRO, CC, etc.) y de esta fusión radical-alianza-izquierda que conforma el Frente de Todos. En resumen, es la ideología dominante.

Es importante en cuanto refleja su cosmovisión en base a la cual toman decisiones que nos afectan a todos.

Otra aclaración. Voy a tomar los dichos de la vicepresidente bona fide. Obviamente, es una política y veterana. Debe de haber cosas que no dice pero no voy a pensar que tiene otra idea del tipo de cambio, manejo del BCRA, comercio exterior, ahorro, diferentes a las que manifiesta.

Entremos al texto.

26 de octubre 2020

TERCERA CERTEZA

Sin embargo, la restricción externa —léase: escasez de dólares o excesiva demanda de dicha moneda; según como se mire— que apareció luego de haber soportado 6 corridas cambiarias —la última durante el año 2011, en el que fui electa por segunda vez consecutiva Presidenta de la Nación— motivó la regulación cambiaria que los medios hegemónicos bautizaron “cepo”.

Todos los políticos y economistas hablan siempre de “escasez de dólares”.

Sin embargo omiten, todos ellos, ya sea por desconocimiento o malicia, que nunca escasearon dólares en Argentina. Lo que sucede es que el BCRA los vende a un precio inferior al que los agentes económicos (las familias y las empresas) están dispuestos a pagarlo.

Lo digo de otra manera. Un Mercedes Benz clase E está alrededor de US$ 128.000 más impuestos. Si mañana un concesionario se volviera loco y los vendiera a US$ 22.000 le sacan las existencias de las manos. Al final del día no le quedaría ninguna unidad.

Bueno, eso es lo que le pasaba al BCRA con Cristina Fernández. Vendían a $ 10 un dólar que en la calle querían comprar a $ 15.

Alguien les hizo creer a los políticos (el 98% de los economistas) que si “retrasaba” el dólar, influirían en la inflación, por lo tanto en el poder de compra de los asalariados, jubilados y pensionados y por lo tanto ganarían las elecciones.

Por lo que el funcionariado de CF pasó años haciendo malabarismos vendiendo dólares baratos por un lado y luego tratando de llenar un balde sin fondo. Les consumió energía, mala sangre, les distrajo de la tarea de gobernar y al final del camino, CF perdió las elecciones de mitad de término y Scioli no ganó las generales.

¿Por qué perdió Macri? Porque hizo exactamente lo mismo que Cristina Fernández: endeudó al país para tener dólares para venderlos “baratos”. Léase, para venderlos a menor precio que el que el público estab dispuesto a pagar.

No hace falta repetir que el gobierno de Alberto Fernández (en estos temas cruciales para la economía argentina) siguió los lineamientos de Mauricio Macri que siguió los del último gobierno de Cristina Fernández, en un contínuo desde el 2011.

Cristina Fernández sostiene que hubo una disrupción, ya que MM subió las tarifas que ella había retrasado (“Cuatro años de tarifazos impagables en los servicios públicos, cierre masivo de PyMES, pérdida del salario y jubilaciones”). Le da entidad a una política económica que no la tiene (excepto en los gastos del Tesoro). Porque el asalariado lo que no gasta en una cosa, la gasta en otra. Si yo pago $ 200 una cuenta de electricidad que debería valer $ 1000 y el Estado pone los $ 800 de diferencia, yo esos $ 800 los gasto en otra cosa. En un contexto inflacionario y con precios relativos distorsionados, lo único que hago es desplazar la actualización de precios a otro producto; al final del camino el índice de inflación da igual ¿cuánto da? Exactamente el porcentaje de emisión monetaria.

Pero vaya uno a explicar esto a un político. Lo que para CF fue la piedra basal de su mandato (la contención ficticia de las tarifas de servicios públicos) resultó al ñudo. ¿Cómo la puede uno convencer? Se va a morir creyendo que fue un acierto[1].

Vuelvo al tipo de cambio. Cristina Fernández con el auxilio de los ministros de economía Lorenzino y Kicillof y los presidentes del BCRA Marcó y Vanoli pusieron toda la política económica al servicio de contener ficticiamente el valor en pesos del dólar. Con una inflación del 25% (CF dixit).

“26 de octubre 2020…TERCERA CERTEZA…La inflación, medida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no superaba el 25% anual”.

¿Para qué tanto contorsionismo? Nos endeudó con China, retrasó los pagos de gas a Bolivia, subsidió exportaciones. El listado de decisiones demenciales en pos de “mantener” el dólar fijo en un contexto inflacionario fue innumerable. ¿Por qué? Porque los economistas educados en la UBA sostienen que la inflación es de costos, que el valor nominal en pesos del dólar (el tipo de cambio en criollo) “forma” los costos y que si uno ancla, fija, amura, el tipo de cambio, no va a haber inflación. Si no hay inflación, los obreros van a estar felices y la van a votar. Ésa es la fantasía radical (radical de UCR) que enseñaban en la facu.

Los resultados son otros.

En primer lugar están las consecuencias de un dólar “atrasado”, que traté muchas veces pero voy a repasar.

En segundo lugar están los costos de mantener la ficción.

Empiezo con las consecuencias de un tipo de cambio artificialmente retrasado.

– Desestimula las exportaciones, lo que provoca que haya menos dólares disponibles. Por lo tanto una de las razones de la “escasez” es, justamente, la decisión del BCRA de pagar $ 1 lo que vale $ 2. Un dólar bajo equivale a menos exportaciones. Hay menos exportaciones porque un dólar retrasado baja la rentabilidad de las producciones destinadas a la exportación y por lo tanto se opta o por no invertir o por dedicarse únicamente al mercado interno. Eso va para la gente que plantó 4 hectáreas de tulipanes en Chubut para exportar en contraestación a Holanda y ahora lo usa de atracción turística “porque los números no dan”, o para las pequeñas producciones de arroz de Entre Ríos que se volcaron a otros cultivos. Ni hablar del sector metalmecánico. En diez años las exportaciones de maquinaria agrícola bajaron de US$ 200 MM a US$ 60 MM cuando debieron crecer a US$ 2000 MM.

– Subsidia el costo de las importaciones. En efecto, al tener “barato” el dólar, salen baratos los productos importados. Tanto para substitución de insumos como para importación de productos finales. Constituye una competencia desleal con quienes producen en Argentina. El estado, a través de su política cambiaria, hace dumping de las importaciones respecto a lo producido en el país porque hace que el producto importado salga menos sólo porque vende los dólares a menor precio. Un ejemplo claro de la segunda presidencia de Cristina fue la importación de maquinaria agrícola de Brasil. No porque ésta fuera realmente más barata y ciertamente no es de mejor calidad, sino porque el dólar valía $ 15 y el BCRA lo cobraba $ 10. Por lo que el comprador obtenía un “descuento” de 33% financiado por el BCRA. La contracara era que los exportadores le vendían al BCRA a $ 10 lo que valía $ 15.

– Estimula al consumidor de comprar bienes y servicios importados. De ahí el boom de venta de autos caros importados del final del gobierno de CF, y el paseo por Europa de funcionarios públicos de tercera y cuarta categoría[2].

En resumen, con un dólar artificialmente retrasado se estimulan las importaciones y se desestimulan las exportaciones porque ambas actividades buscan su equilibrio en el precio del dólar que el BCRA fija.

Lo último, que no es menor, es la oportunidad para negocios o la especulación por la diferencia de valor entre el tipo de cambio que debía ser y el que era. Al final del gobierno de Cristina Fernández el dólar BCRA valía $ 10 y el libre $ 15. Cuando el BCRA se quedó sin dólares para vender, se dedicó a vender promesas de dólares (dólares futuros). Uno podía hacer la siguiente operación en el día: comprar dólares futuros vendidos por el BCRA a $ 10 y en el mismo día vender esa promesa en NY a $ 15. Por lo que ganaba un 50% sólo con esta intermediación. Fue una sangría fatal para el BCRA y por supuesto, de resultados nulos[3].

En la carta del 26 de octubre de 2020 continúa la vicepresidente:

“Dicha regulación establecía un tope para la compra de dólares para ahorro que era de USD 2.500 por mes. Si, tal como se lee: USD2.500 por mes”. 

En realidad lo que hace es administrar el privilegio de vender dólares a menor precio que el comprador está dispuesto a pagar.

Es como si el concesionario de Mercedes Benz del ejemplo dijera: “Vendo a US$ 22.000 lo que vale US$ 128.000, pero sólo uno por persona”.

¿Por qué el Estado debería vender a un precio menor un bien que tiene un valor público? Al privilegiar a unos ciudadanos sobre otros, resulta injusto, arbitrario y desleal.

No hay privilegiado bueno o privilegiado malo. Los exportadores con un dólar atrasado financiaron la compra de BMW a sectores acomodados, el giro de US$ 100 de familias bolivianas desde Liniers a La Paz, el viaje a Tailandia del muchacho del mostrador de tribunales y la compra de automóviles VW a Brasil[4].

La otra gran argumentación es que con un dólar contenido, los insumos importados no generan inflación. En una economía donde las importaciones constituyen el 20% del PBI, se le da más entidad de lo que tiene. Somos una economía cerrada; no nos engañemos, no tiene ninguna importancia en la generación de costos. Lo que sí importa son los impuestos (50% de la economía) y la inflación.

Continúa la carta:

«Tercera certeza: la Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla”.

No coincido con la señora vicepresidente. La economía bimonetaria no es el problema de la Argentina. El problema es querer vender dólares a menor precio del que los argentinos estamos dispuestos a pagar. El problema es la inflación del peso.

Y les recuerdo que tanto el tipo de cambio como defender el valor de la moneda propia (peso) son responsabilidad del Congreso (art. 75 incs. 11 y 19). No se requiere un gran acuerdo de sectores sociales, mediáticos, económicos, políticos, celestiales, galácticos o caprinos. Se necesita que las autoridades electas cumplan con la Constitución de 1994; Fernández fue la vicepresidente de la Asamblea Constituyente.

El resto, se arregla solo: si no emiten, no va a haber inflación. Si deja que todo el mundo compre y venda dólares al precio que se les ocurra, van a subir las exportaciones y se van a moderar las importaciones y los viajes a Europa. Se va a comprar un BMW solamente aquél al que le dé el cuero.

MM siguió con esta política, pero la financió de otra manera: con deuda. Nos endeudó en dólares para poder vender dólares a un precio menor. El mecanismo fue: endeudar al país en dólares, volcarlos al mercado por lo que la sobreoferta de divisas tiraba su precio a la baja. Lo hizo de dos maneras: convenciendo a fondos de inversiones externos a traer sus dólares, venderlos baratos por pesos, poner los pesos a 80% en LEBACs (Sturzenegger). Duró hasta que se asustaron, vendieron sus LEBACs y compraron dólares. Luego siguió (Caputo) endeudando el país en dólares, para repagar a los fondos de inversión que se fueron y para seguir con una sobreoferta pública de dólares. Endeudó al BCRA, al Tesoro y a YPF.

Alberto Fernández siguió con esta política. Dólar deprimido (a mitad del precio del dólar libre), elección de compradores privilegiados (amigos del poder), desestímulo de exportaciones y estímulo de importaciones —limitadas por la caída del poder adquisitivo de la población—, altas tasas de interés, deuda cuasifiscal.

Acá está la explicación de por qué el país no crece desde hace 10 años y por qué el salario actual es igual que en el 2002/2003. Acá está la explicación de por qué perdieron las elecciones.

Cuando digo que mantener la ficción de un tipo de cambio atrasado es costosa me refiero justamente a todo esto: PBI que no crece, desestímulo de inversiones, estímulo de importaciones, compra de bienes suntuarios, endeudamiento, déficit comercial eterno con Brasil, transferencia de riqueza desde el interior a las manzanas que van desde el BCRA a la AFIP.

Diez años de tipo de cambio atrasado nos destruyeron. Sin embargo, los políticos, todos, creen que una práctica conveniente.

Dos puntos adicionales.

Tangencialmente la vicepresidente toca el tema de los dólares como refugio de valor y fuga de capitales.

«26 de octubre…Tampoco es una cuestión de clase: los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior, siendo esta última actitud una de las que más han contribuído a las crisis cíclicas de la Argentina».

Fuga de capitales es tanto depositar dólares en un banco extranjero como tener dólares en la caja de seguridad del banco. Es trasladar riqueza desde la moneda local a una extranjera y en lugar de invertirla, mantenerla como tesoro (inmóvil).

Llegamos a la razón principal por la cual los políticos mantienen el dólar retrasado. Porque el mejor negocio de la Argentina es comprar el dólar al precio que el BCRA lo vende y mantenerlo como tesoro o venderlo a precio libre. Los políticos atesoran (encanutan) el dinero robado en dólares. Si pueden comprar el dólar a mitad de precio, duplican los montos robados. Y la tasa de robo de dineros públicos se consolidó en 25% a partir del SXXI. Por lo que el tipo de cambio atrasado es el mejor negocio de la Argentina. Pero si el dólar fuera vendido por el BCRA a su valor, otras inversiones empezarían a ser más interesantes, incluso para los políticos corruptos que compran departamentos en Miami. Por lo que “fugar … activos financieros al exterior … actitud … que más ha contribuido a las crisis cíclicas” es una consecuencia de la política del BCRA y no la causa de la crisis.

En resumen, ¡oh, sorpresa!, las crisis cíclicas de la Argentina son consecuencia de las decisiones políticas de manejo del BCRA. Y una vez más, desde 1994, es responsabilidad indelegable del Congreso de la Nación; responsabilidad que a la fecha no ha asumido.

En su carta del 16 de septiembre de 2021 la vicepresidente revista estos temas, habla mucho de sus diferencias palaciegas con el Presidente (ajo y agua) pero lo que me interesa es lo que no dice. Sostiene que el Congreso le aprobó un déficit fiscal al ejecutivo que éste podría gastar en repartir entre los ciudadanos (supongo que para que los voten). De lo que no habla la vicepresidente es de cuánto dinero se gasta en pagar intereses. Que gran parte de los impuestos y del endeudamiento y de la caída de sueldos públicos y jubilaciones se destina a pagar billones de pesos en intereses. Lo cual sucedió en su gobierno, en el de Macri y en el actual.

Pero claro, del pago de intereses a la banca no se habla.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Por si hay algún distraído, aclaro lo que pienso respecto a las tarifas. Que las cosas hay que cobrarlas lo que valen. Que el precio de la electricidad debe ser uno solo en todo país, considerando que tenemos un sistema interconectado. Que las tarifas deben ser libres de todo impuesto. Que las personas deben ganar buenos sueldos que le permitan pagar la garrafa de gas y el Kwh lo que vale producirlos.

[2] El turismo externo es una importación de servicios para las cuentas públicas.

[3] Lo explico en una entrevista que me hicieran @oconaf y @reaxionario https://youtu.be/Jjpwx_SFcCM

[4] De hecho los 12 años de kirchnerismo 2003-2015 nos costaron un déficit comercial con Brasil de US$ 55.000 millones.

 

Artículo publicado originalmente el 18/09/2021 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2021/09/rinas.html

ARGENTINA Y URUGUAY ESTÁN DESPERDICIANDO FUENTES DE PROTEÍNAS Y TRABAJO

César Augusto Lerena*

Con el aval del Inidep, se autorizó una captura de 120.000 toneladas anuales de anchoíta, pero Argentina solo captura unas 8.300 toneladas.

 

Hace casi 50 años atrás, Argentina capturaba 40.000 toneladas por año de anchoíta (Engraulis anchoíta). El procesamiento de esa especie fue una de las actividades que dio inicio al crecimiento de un sector que hoy exporta US$ 2.000 millones al año. La captura y el procesamiento de esa especie generaban un importantísimo número de empleos y proveía de una fuente de proteína de alta calidad. Hoy la situación es absolutamente distinta en Argentina y Uruguay.

Ambas naciones, “decididos a sentar las bases de la más amplia cooperación entre los dos Países y estrechar los arraigados vínculos de tradicional amistad y hondo afecto que unen a sus Pueblos” firmaron en 1973 el Tratado de Río de la Plata y su Frente Marítimo, estableciendo una Zona Común de Pesca, donde se encuentra la anchoíta. Lo que se haga con esta especie es de interés de ambos países, quienes deberían repartirse sus capturas por partes iguales.

Con el aval del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) se autorizó una captura de 120.000 toneladas anuales, pero Argentina solo captura unas 8.300 toneladas (80% patagónicas) por año y Uruguay no ha realizado capturas y estaría estudiando iniciativas para destinar la anchoíta a la fabricación de harina. Dos pésimas formas de administrar los recursos e ignorar la pobreza, el desempleo y la desnutrición de ambos pueblos.

Hay casi 120.000 toneladas disponibles que podrían generar alimentos, empleo y divisas. Destinar a la fabricación de harina la captura de anchoíta es un acto de irresponsabilidad total, absolutamente incompatible con lo previsto en dicho Tratado (Art. 74º, 80º y, 82º) y es una depredación indirecta (no obtener un mayor valor agregado sobre una misma unidad capturada) y una violación al Tratado: “…la adopción y coordinación de planes y medidas relativos a la conservación, preservación y racional explotación de los recursos vivos y a la protección del medio marino…”.

Si Uruguay destinase a harina las 60.000 toneladas de anchoíta que le corresponden, generaría un total de 3.950 jornales de trabajo al año, aunque sería imposible controlar el volumen, la madurez sexual y el tamaño capturado (Res 3/02 y 14/14 de la Comisión Técnica Mixta). Por el contrario, si este volumen extraído se lo destinase al salado y venta a granel, se obtendrían unos 264.000 jornales. Si, además de ello, le agregase el fileteado, podría generar unos 6.000 empleos más.

Enviar la anchoíta y otras especies acompañantes a la fabricación de harina es una depredación indirecta inaceptable y, tanto es así, que desde 2004 esa práctica está prohibida por la provincia de Buenos Aires, cuyas aguas se comparten en la Zona Común, por entender que esta extracción destinada a la reducción “atenta contra sustentabilidad de la anchoíta y de las especies que dependen de ésta; provoca mayores costos y genera menor valor respecto a la utilización de su proteína para consumo humano; ocupa menor cantidad de mano de obra…”.

Por cierto, que esta acción uruguaya afectaría también a aquellos recursos reservados para Argentina, por lo cual la embajadora Mariana Llorente, presidenta de la delegación argentina ante la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo, debería oponerse firmemente a esta iniciativa uruguaya. Cuestión que hasta ahora no hizo esta comisión y, llama mucho la atención, porque está integrada, además de la citada embajadora, por el subsecretario de pesca Carlos Liberman; el director del Inidep, Oscar Padín; la Directora de Planificación de la subsecretaría Gabriela Navarro; el representante del PEN ante el Consejo de Pesca Carlos Lasta y ex del Inidep, Ramiro Sánchez. Todos funcionarios que no deberían ignorar este tema.

Aunque no debería llamar la atención porque explotar solo 8.300 toneladas sobre las 60.000 disponibles para Argentina deja en evidencia una lamentable incapacidad administradora de la Subsecretaría de Pesca de Argentina y, una violación del artículo 1º de la Ley 24.922: “La Nación Argentina fomentará el ejercicio de la pesca marítima en procura del máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos marinos (…) la obtención del máximo valor agregado y el mayor empleo de mano de obra argentina” porque implica perder un aumento del tercio del total de operarios que genera toda la actividad pesquera nacional, en un país con 11,3% de desocupación, 19 millones de pobres, 4,5 millones de indigentes y millones de personas que necesitan de proteínas de la excelente calidad y de las inmejorables grasas insaturadas que provee la anchoíta.

No dejaré de indicar que las especies no explotadas (excedentarias), además, deben ser puestas a disposición de terceros países (Convemar Art. 62, 69, 70 y 297), lo cual sería gravísimo, no solo desde el punto de vista de la administración del recurso, sino por la pérdida de nutrientes para nuestro pueblo. 

Es imprescindible e impostergable que ambos países apliquen el Código de Pesca de la FAO (“llevar a cabo la pesca teniendo en cuenta los aspectos biológicos, tecnológicos, económicos, sociales, ambientales” y “otorgar prioridad a las necesidades nutricionales de las comunidades locales”) y usen, responsablemente, la disponibilidad del recurso; a mi entender, promoviendo y apoyando la constitución de pequeñas y medianas empresas que se dediquen a la explotación para el consumo humano directo de esta especie, evitando la transformación en terceros países (Estados Unidos, España, Perú, Francia, Marruecos, etcétera) para asegurar el empleo en la Argentina.

Nos dice al respecto Juan Manuel Otero Ferres “en el Cantábrico, Francia y España, comparten un recurso idéntico, pero, tienen como Total Admisible de Captura (TAC) unas 29.000 toneladas por año, es decir 40 % menos que Uruguay, sin embargo, generan divisas anuales globales de unos 250 millones de euros con la participación de más de 400 empresas pesqueras que generan más de 35.000 puestos de trabajo directos”. Las exportaciones argentinas de anchoíta salada alcanzan un valor de U$S 3.445 la tonelada, un valor superior a los filetes de merluza y del calamar, según los valores oficiales.

En Uruguay se encuentra durmiendo desde hace un año (30/8/2020) en la Cámara de Representantes un proyecto que apunta a la constitución de nuevas pymes y cooperativas; la promoción del consumo directo y la exportación de anchoítas; la profesionalización de la pesca artesanal; la creación de nuevos puestos de trabajo; el aprovechamiento del remanente en la producción de aceites, levaduras, proteínas o concentraciones solubles con finalidades farmacéuticas o alimentarias, etc. y, sólo destinar los residuos a la harina.

Un proyecto similar en Argentina podría dar lugar a la creación de unas 25 nuevas empresas con una cuota anual de unas 2.000 toneladas de anchoíta y otras especies cada una generando empleos industriales y construcción naval. Aunque, debo reiterar, el modelo debería mutar porque se administra mal y se dilapidan recursos que necesitan todos los argentinos.

(*) ExSecretario de Estado y experto en Atlántico Sur y Pesca

Nota publicada en El Economista, 17/09/2021, https://eleconomista.com.ar/2021-09-argentina-y-uruguay-estan-desperdiciando-fuentes-de-proteinas-y-trabajo/