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AVANCE DE LA CIENCIA Y LA INNOVACIÓN EN IRÁN E INMOVILISMO DE LAS COLONIAS OCCIDENTALES

Giancarlo Elia Valori*

Imagen: mostafa_meraji en Pixabay

El gobierno iraní, dado el conocido tema de las sanciones, debe enfrentar la ardua tarea de amortiguar los choques económicos. Tiene previsto establecer mecanismos eficaces para hacer frente a las dificultades a través de los servicios financieros y manufactureros, en particular, ya que la economía iraní se caracteriza por una fuerte presencia estatal en estos sectores.

El gobierno ha intensificado los esfuerzos para vender sus participaciones en grandes empresas nacionales para compensar la caída de los ingresos desde que se reintrodujeron las sanciones en 2018. El proyecto de ley de presupuesto aprobado el 21 de marzo de 2019 preveía $ 2.5 mil millones en ingresos por privatización. Sin embargo, el impulso para la privatización ha encontrado cierta resistencia por parte de las empresas estatales. Hay casos en que las acciones vendidas en los mercados de capitales han sido compradas por organismos semipúblicos, o cuando las acciones se han transferido al sector privado sin la responsabilidad concomitante de la gestión empresarial. Además, los bancos y las empresas semiestatales tienden a ser burocráticos y requieren fuertes garantías de las nuevas empresas que requieren apoyo financiero.

El gobierno ha hecho de esto una prioridad para amortiguar el golpe de las sanciones a sus prósperas industrias basadas en el conocimiento. Por ejemplo, desde 2018, el Fondo Nacional de Innovación ha sido objeto de una importante revisión; Está evolucionando de una institución cuasibancaria a un regulador y facilitador para financiar empresas basadas en el conocimiento, para ayudarlas a superar los obstáculos en los sectores financieros dominantes.

Se alienta al fondo a coordinar sus programas con los de otros fondos de investigación y tecnología y con la red bancaria. El Fondo Nacional de Innovación también está introduciendo nuevos planes de inversión y racionalizando su estructura organizativa y sus procedimientos. Para las organizaciones iraníes, obtener fondos del presupuesto estatal no garantiza que todo se les transfiera realmente. Para 2020, se ha asegurado el 87% de la suma asignada al Fondo Nacional de Innovación. Este fondo ha desempeñado un papel fundamental al proporcionar instalaciones para empresas basadas en el conocimiento, como creación de prototipos, compra a plazos, arrendamiento, capital de trabajo y de riesgo, espacio de oficinas, actividades de pedido anticipado, instalaciones de fabricación industrial, emisión de garantías y programas de actualización.

Una nueva fase de las políticas iraníes está girando hacia la ciencia, la tecnología y la innovación. Hasta entonces, se había hecho hincapié en el desarrollo de la educación superior y en el aumento del número de publicaciones académicas (1990-2000), seguido del apoyo a las tecnologías emergentes (2000-2010). El principal resultado de esta primera generación de tales políticas ha sido el aumento de la productividad académica en tecnologías emergentes, en particular, junto con la creación de los primeros parques científicos y tecnológicos.

La fundación del Consejo de Iniciativa de Nanotecnología (2002) fue un hito de este período. Estos años también vieron la adopción de la Ley de Competencia (2007), seguida por el establecimiento del Consejo de la Competencia en 2009 para servir como el pilar principal de la implementación de la Ley en el mercado. La segunda generación de estas políticas se remonta a 2010, cuando la Vicepresidencia de Ciencia y Tecnología redactó un proyecto de ley que posteriormente fue promulgado por el parlamento como un reglamento sobre el apoyo a las instituciones y empresas basadas en el conocimiento y la comercialización de la innovación y las invenciones (2011).

Este enfoque explícito en la economía del conocimiento fue el primero para Irán. El Fondo Nacional de Innovación fue la expresión práctica de esta medida legislativa. Inicialmente, el objetivo era apoyar a las spin-offs universitarias, pero el proyecto se ha expandido gradualmente para incluir nuevas empresas de base tecnológica y algunas grandes empresas elegibles como CinnaGen o PersisGen, que son de propiedad privada.

La tercera generación de las medidas mencionadas se remonta a 2015, cuando el parlamento dio un nuevo impulso al emprendimiento y la innovación a través de la ley sobre la eliminación de obstáculos a la producción competitiva y el fortalecimiento del sistema financiero. Esta es la ley que dio lugar a los primeros centros de innovación y aceleradoras en 2015. Le siguió la Política de requisitos de contenido local (2016). Introdujo una cláusula que requiere que los acuerdos internacionales y los principales proyectos nacionales “incluyan tecnología y capacitación locales”. Esta cláusula se está aplicando actualmente en proyectos nacionales. Otro hito fue la Ley de Expansión de la Nanotecnología 2025 (2017). Esta ley estableció un plan decenal para la transición de la fase de creación de conocimiento (empuje tecnológico) a la de expansión del mercado a través de la difusión de nanotecnologías en la industria y la sociedad local (demand pull).

En 2019 se destacó el intento de modernizar los procedimientos de contratación pública para aprovechar los mayores niveles de producción local, a través de la Ley de maximización del uso de la capacidad de producción y los servicios locales para satisfacer las necesidades nacionales y consolidar estas capacidades para mejorar las exportaciones.

El poder judicial iraní ha establecido el Consejo Especial para la Solución de Controversias entre Sociedades y Élites. Tiene su sede en el Parque Tecnológico Pardis. Además, se ha creado un segundo consejo para abordar los problemas legales que enfrentan las empresas digitales. Para esta tercera generación de políticas, la Vicepresidencia de Ciencia y Tecnología ha pasado de un enfoque basado en el sistema nacional de innovación, en el que los actores gubernamentales son los puntos focales de la innovación, al desarrollo de un enfoque basado en el ecosistema de innovación, en el que los centros empresariales del conocimiento y las empresas emergentes de base tecnológica reciben apoyo y su capacidad innovadora está vinculada a la reunión de empresas nacionales y de nueva creación de tecnología industrial.

Las políticas de apoyo a lo que se denominan “zonas de innovación” en Irán también se pueden dividir en tres fases.

La primera fase consistió en medidas para fomentar la creación de parques científicos y tecnológicos e incubadoras en los campus universitarios. Para 2018, las universidades albergaban 45 parques científicos y tecnológicos activos y 193 incubadoras. El Parque Tecnológico de Pardis es el más grande. Es el hogar de alrededor de 500 empresas con un total combinado de más de 6.000 empleados. Pardis representa el 10% de los ingresos y exportaciones de los parques científicos y tecnológicos iraníes.

La segunda fase consistió en la creación de espacios dentro de las grandes ciudades donde las start-ups, inversores y otros actores de la innovación pueden reunirse e intercambiar experiencias sobre proyectos. Las fábricas abandonadas han sido renovadas y renombradas “fábricas de innovación” para dar cabida a esta nueva generación de empresarios. Las dos principales fábricas de innovación son Azadi y Highway, fundadas en Teherán en 2017 y 2019 respectivamente, que son filiales de Pardis Technology Park. Las start-ups y factores vinculados a Azadi y Highway tienen derecho a acceder a las instalaciones del Technology Park. de Pardis.

Azadi cubre un área de 18.500 metros cuadrados y emplea a 3.500 graduados y jóvenes empresarios. Las start-ups cubren una amplia gama de campos que incluyen arquitectura y vida urbana, inteligencia artificial, biotecnología, contenido creativo, ciberseguridad, fintech (que son programas informáticos y otras tecnologías utilizadas para apoyar o habilitar servicios bancarios y financieros) y seguros, nanofármacos y turismo.

La Highway Innovation Factory puede acomodar hasta 500 empleados. Se inauguró con 20 nuevas empresas que trabajan en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, los dispositivos médicos, la gestión, el desarrollo de contenido creativo y la agricultura. Hay planes para crear fábricas de innovación adicionales en las grandes ciudades para finales de 2023.

En la tercera fase de la creación de la plataforma de innovación, los centros académicos de las zonas urbanas se transforman en universidades de tercera generación, también conocidas como universidades emprendedoras. El objetivo es cerrar la brecha con las universidades tradicionales y mejorar la posición de las universidades dentro del ecosistema general de innovación. Sharif Innovation Zone es un excelente ejemplo de este enfoque. Para 2017, más de 500 nuevas empresas habían sido fundadas por estudiantes, graduados y profesores de la Universidad Tecnológica de Sharif, según la Plataforma para el Desarrollo del Emprendimiento.

De aquí a la economía digital el paso es corto. Desde 2015, muchas universidades y parques científicos han organizado eventos para ayudar a los graduados a desarrollar habilidades técnicas y transversales. Los fines de semana de inicio, los espectáculos de IDE y los bootcamps se han convertido en eventos comunes, con temas que van desde el emprendimiento rural, la salud, el aire y el agua limpios hasta el transporte, la inteligencia artificial, la cadena de bloques (es decir, un sistema en el que se mantiene un libro mayor de transacciones realizadas en bitcoin u otra criptomoneda en varias computadoras conectadas en una red peer-to-peer) y ciberseguridad.

En 2019, la Vicepresidencia de Ciencia y Tecnología emitió una directiva ejecutiva que aconseja a las universidades apoyar bootcamps en áreas relacionadas con la economía digital. Para 2019-2020, se planean alrededor de 23 bootcamps sobre economía digital para graduados en tecnologías digitales como la inteligencia artificial. La proliferación de estos eventos es una señal positiva del apoyo de los líderes iraníes a las nuevas empresas. Sin embargo, existe el temor de que estos eventos ofrezcan poco apoyo real más allá de los premios y algunos fondos modestos. Tener una red nacional de mentores profesionales en diversas industrias que pudieran interactuar con equipos de puesta en marcha les ayudaría a superar la etapa de gestación.

Se podrían desarrollar módulos de capacitación de capacitadores para guiar a estos mentores. Sa’di, el célebre poeta persa del siglo VII, compara a un erudito sin acción con una abeja sin miel. Tal vez los responsables políticos iraníes en estos sectores tenían esta cita en mente al diseñar herramientas de política para mejorar el impacto de la primera y segunda olas de políticas descritas anteriormente. Por ejemplo, el principal resultado de la primera y segunda ola de estas políticas fue más graduados y publicaciones científicas; Sin embargo, esto por sí solo no ha aumentado significativamente la creación de valor. Aquí es donde entran en juego los instrumentos y programas políticos de la tercera ola. Al enfatizar la construcción de ecosistemas y plataformas, es más probable que produzcan un mayor valor agregado, aunque es un poco pronto para decir en esta etapa.

Estos instrumentos y programas políticos buscan empoderar a las industrias innovadoras y las industrias digitales. Una de ellas es IranLab, una start-up que organiza exposiciones de equipos y materiales avanzados para talleres caseros donde las empresas creativas pueden conocer clientes potenciales. Hasta ahora ha habido seis exposiciones de IranLab; También hay un mercado en línea permanente para clientes interesados.

Otro programa ofrece apoyo al mercado para maquinaria avanzada construida localmente desde 2018, lo que refleja la importancia de este sector para Irán. Hasta ahora, más de 400 empresas se han beneficiado de este programa, lo que ha llevado a la producción de 600 nuevos productos. Otra herramienta de política se centra en ayudar a las empresas basadas en el conocimiento a comercializar sus productos. A las empresas se les ofrecen mecanismos de apoyo financiero, como crédito al comprador, precompra y crédito de creación de prototipos. Dichas medidas podrán combinarse con otros mecanismos reguladores de apoyo a las entidades basadas en el conocimiento, como las exenciones fiscales, los servicios financieros a bajo interés, las exenciones de derechos de aduana y la seguridad social.

Según el Banco Mundial (2020), Irán ocupa el puesto 127 sobre 190 países por su facilidad para hacer negocios, pero el 178 por la creación de empresas: por lo que es necesario facilitar que las empresas digitales hagan negocios.

En 2016 se redactó una directiva ejecutiva para ayudar al creciente número de empresas en línea a superar los obstáculos burocráticos. Esto llevó al establecimiento de la Unión Nacional de Negocios en Línea en 2017, que proporciona a sus miembros licencias comerciales y otras formas de apoyo. Esta unión también ha demostrado ser útil para abordar algunos obstáculos regulatorios y de otro tipo que enfrentan las empresas tradicionales. Por ejemplo, en 2020 un grupo de trabajo parlamentario abordó los desafíos a los que se enfrentan el comercio electrónico y los servicios en línea.

En los últimos cinco años, el ecosistema digital de Irán ha sido testigo de un auge en las plataformas en línea. Por ejemplo, hay aplicaciones de transporte (Tapsi y Snapp), mercados en línea (Digikala, Divar), transmisión de video (Aparat) y una plataforma de distribución basada en aplicaciones (Café Bazaar). Una empresa de transporte es una empresa que, a través de sitios web y aplicaciones móviles, pone en contacto a los pasajeros con los conductores de vehículos de alquiler que, a diferencia de los taxis, no pueden ser llamados y detenidos en la calle.

El Covid-19 ha tenido un impacto positivo para las nuevas empresas iraníes de salud y bienestar en línea. Desde el brote, muchas nuevas aplicaciones de salud se han estado implementando en vallas publicitarias.

El crecimiento de la oferta y la demanda de servicios en línea se correlaciona con el fuerte aumento de la penetración de Internet, especialmente Internet móvil, que alcanzó el 70% en 2020, en comparación con el 40% en 2015. Dos tercios de las conexiones de telefonía móvil ahora tienen acceso a Internet. Otro tipo de programa complementario aplicado más activamente en los últimos años tiene por objeto inculcar conciencia política y perspicacia en los encargados de formular políticas para mejorar la adopción de decisiones en esferas prioritarias de la ciencia y la tecnología. Estos programas incluyen: un programa nacional de previsión tecnológica (2015) para los sectores de la energía, la automoción, la salud y el agua; Encuestas de investigación y desarrollo realizadas cada dos años a partir de 2015 por el Centro de Estadística de Irán para medir el nivel de los sectores gubernamentales y sin fines de lucro; la Encuesta sobre la innovación en Irán (2016), realizada anualmente por la Vicepresidencia de Ciencia y Tecnología; y el Sistema Nacional de Monitoreo de Ciencia y Tecnología, introducido en 2015 por el Consejo Supremo de Ciencia, Investigación y Tecnología.

Por último, unas palabras sobre la mencionada PersisGen. Es una compañía biofarmacéutica que diseña, desarrolla y fabrica biosimilares, vacunas y productos derivados del plasma, lanzada en 2016. También está especializada en medicina regenerativa mediante el uso de células madre. PersisGen tiene un departamento de aceleración que es el primero de su tipo en biotecnología médica en Irán. El acelerador ayuda a los jóvenes investigadores a adquirir habilidades prácticas y a establecer sociedades independientes basadas en el conocimiento. Asesora a los equipos de puesta en marcha, proporcionándoles infraestructura técnica y orientación sobre creación de prototipos, recompra de tecnología e inversión; También firma contratos con start-ups para el desarrollo de productos conjuntos. PersisGen se financia íntegramente a través de capital privado, es decir, una categoría de inversiones financieras a través de las cuales una entidad aporta nuevo capital y, por lo tanto, financia a una empresa objetivo mediante la compra de acciones y/o la suscripción de acciones de nueva emisión mediante la aportación de nuevo capital interno.

Uno de sus principales inversores privados en PersisGen es CinnaGen, pionera en el campo de la biomedicina iraní fundada en 2003. CinnaGen aporta su experiencia de investigación conjunta al Instituto Fraunhofer en Alemania. PersisGen no tiene accionistas extranjeros. Cuenta con el apoyo de la Vicepresidencia de Ciencia y Tecnología. Se espera que los ahorros económicos para Irán al no tener que importar productos médicos gracias al acelerador PersisGen alcancen los $ 400 millones por año para 2025.

Esta previsión no debería verse indebidamente afectada por la reintroducción de sanciones, ya que la mayor parte de la producción prevista se destinará al mercado interior. Y mientras Irán continúa a pesar de las sanciones, en países como Italia y otras colonias, las empresas están bloqueadas por los ridículos turbantes de nuestro hogar.

 

Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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TENDENCIAS EN ASIA EN VÍSPERAS DE LA CUMBRE PRESIDENCIAL DE LA ORGANIZACIÓN DE COOPERACIÓN DE SHANGHAI (OCS).

Isabel Stanganelli*

Mientras Occidente luce alienado por shocks económicos, guerras y otras calamidades, Asia parece buscar caminos para lograr alguna forma de concordia. Muchos de ellos han exigido tiempo, reuniones y negociaciones, a veces muy arduas y no siempre exitosas. Pero también se vislumbran avances y relaciones novedosas, se están formalizando alianzas otrora improbables y hasta ciertos países usualmente poco interesados en acuerdos o alianzas, están considerando conveniente aproximarse.

La mayor parte de estas novedades resultarán visibles en la Cumbre presidencial anual de la Organización de Cooperación de Shanghai OCS, a realizarse los próximos 3 y 4 de julio y que está preparando India, cuya presidencia ostenta este año[1].

Hechos destacados

1.- Turquía y Siria, con Rusia e Irán como mediadoras, han reiniciado el diálogo suspendido durante décadas y severamente dañado desde 2011, por el momento a través de funcionarios de alto rango de ambos países[2]. Acompaña a estos avances la readmisión de Siria en la Liga Árabe el 7 de mayo, luego de 12 años de ausencia, con la única condición de permitir el acceso irrestricto a quienes requieran ayuda humanitaria, aún en zonas fuera del control de Damasco. Qatar objetó el reingreso de Siria en la Liga Árabe pero no vetó esa decisión.

2.- Tras la adhesión de Irán a la OCS en 2022, India buscó revitalizar la cooperación económica con Teherán en la forma de una asociación a largo plazo, negociada por el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, y el asesor de seguridad nacional de India en Teherán, Ajit Doval, para fortalecer la cooperación y comunicación a nivel bilateral, regional y multilateral entre los países de la región. Prestaron especial atención al desarrollo del puerto de Chabahar, modelo de cooperación entre Teherán y Nueva Delhi que también fortalece los esfuerzos conjuntos con Rusia y otras naciones para desarrollo de corredores económicos disponibles para el transporte internacional. La cooperación incluye también cuestiones bancarias bilaterales con las monedas locales, eliminación de sanciones y otros asuntos regionales así como la preocupación por la situación en Afganistán que intenta formar un gobierno inclusivo. Esta aproximación entre India e Irán sumada —como ya veremos— a la distensión entre Irán y Arabia Saudí son cuestiones que incomodan a Washington. A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, India no necesita su ayuda para promover sus intereses en la región del Golfo.

3.- Bahréin, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU) además de Arabia Saudí, al ser socios de diálogo de la OCS y estar dispuestos a unirse a los esfuerzos de cooperación de esta Organización refuerzan la presencia de la misma en el golfo Pérsico. Los EAU han preferido mantener sus acuerdos comerciales con China (Huawei) y Francia (cazas Rafale) pese a las presiones de Washington, molesta además por la aproximación de la OCS al Golfo postergada hasta la actualidad por una prensa occidental negativa sobre Irán, que ya está perdiendo eficacia.

4.- La participación de grandes poderes asiáticos, como China e India, en Medio Oriente se incrementa en forma contínua. Con la mediación de China, desde el 10 de marzo de 2023 Arabia Saudí e Irán restauraron sus relaciones diplomáticas y aunque la puesta a punto de los documentos de respaldo llevaría un par de meses, ya firmaron acuerdos referidos al comercio e infraestructura tecnológica. La falta de soporte de Washington a Arabia Saudí en Yemen y sus ambiciosos programas nucleares de uso civil, la respuesta limitada a los ataques con drones de 2019 y 2022 contra los EAU y la misma Arabia Saudí y el intento de los Estados Unidos de presionar a Abu Dhabi y Riad para bajar el precio del petróleo en función de la situación en Ucrania redujeron las comunicaciones telefónicas entre el presidente Biden y sus pares en Riad, hicieron que el Golfo enviara menos petróleo al mercado y que los EAU recibieran al presidente sirio. La política de no interferencia china es válida en el Medio Oriente, pero Beijing requiere recursos… En 2021 firmó un acuerdo petrolero por 25 años con Teherán y celebró su primera cumbre con los EAU en 2022. Con estos ingredientes, que intercediera en las negociaciones de restauración del diálogo entre Irán y Arabia Saudí simplemente simplificaba las realidades geopolíticas regionales preexistentes. China además se opone formalmente a las sanciones internacionales contra Irán, aunque gracias a ellas Beijing prácticamente cuenta con la exclusividad de productos clave iraníes. La influencia de China sobre Irán es notable —y observa muy de cerca los desarrollos nucleares iraníes— pero mantiene su diplomacia de equilibrio entre facciones rivales del Golfo. El mismo mes que el presidente Xi visitó Riad, China abrió su primer consulado en Siria, en Bandar Abbas. Cuando se levanten las sanciones contra Irán (no hay fecha pero invariablemente en algún momento se levantarán y a la milenaria China no le importa esperar), Beijing estará primera en la lista para beneficiarse. Su premisa es: “no tomar partido… no hacer enemigos”. De ahí la base de su política con Rusia.

5.- El realineamiento de la política exterior de Turquía reforzando sus relaciones con los EAU e Israel (además de la ya mencionada normalización de relaciones con Siria y hasta con Arabia Saudí), han mejorado notoriamente desde 2022, con lo que su rol como potencia estabilizadora regional asociada a la OCS resulta cada vez más estratégico. Y ésta fue una gran noticia pues históricamente las relaciones habían sido pésimas. El actual escenario de diplomacia, independientemente del grado de éxito alcanzado, ha permitido acuerdos como los de Abraham, el foro de Negev, I2U2 (India, Israel, EAU y Estados Unidos), entre otros.

6.- Independientemente de las relaciones ya mencionadas entre China, Arabia Saudí e Irán, también se destaca la relación entre China y Turquía. Aunque China cuenta con una base militar —la única en el exterior— en la estratégica Djibouti, la magnitud de la misma es ínfima en relación con el poderío estadounidense. La seguridad regional ha estado tradicionalmente ligada a Estados Unidos y China no parece interesada en competir en ese terreno. Pero ambos actores juegan en Medio Oriente y el campo de batalla tiene que ver con las telecomunicaciones, la Inteligencia Artificial (IA) y el potencial industrial del Golfo —liderado por China— y con efectos en toda Eurasia. Y no se pueden desestimar las relaciones entre China y Turquía (miembro de la OTAN). Es que China, a diferencia de Estados Unidos, sí tiene planes para cambiar la economía regional con infraestructura digital, con infraestructura en medios de comunicación —nuevamente ligada a la IA— y con la capacidad para salvar económicamente a economías en crisis. Beijing triplicó desde 2019 sus exportaciones a Ankara y la ayudó a superar la crisis monetaria de 2022. Huawei y la construcción de redes 5G en la mayoría de los países del Golfo (Proyecto Huawei del Mar Rojo sobre energía solar, 2019) inspira pánico en Washington que considera que esa red puede recopilar inteligencia sobre aviones estadounidenses. Huawei proporciona la mayor parte de la banda ancha de Turquía.

7.- India y Rusia también se encuentran cada vez más próximas. El pragmatismo ideológico del gobierno del Primer ministro de la India, Narendra Modi, lleva al país a ampliar su participación estratégica y de seguridad en este Nuevo Orden multipolar propuesto desde Asia. Subramayam Jaishankar, ministro de Asuntos Exteriores de la India, ha calificado las relaciones con Rusia como una de las más estables en las relaciones globales. Incluso ante las presiones occidentales respecto de Ucrania, el gobierno indio ha respondido que sus decisiones responderán a su propio interés. Y al respecto continúa intensificando sus compromisos económicos: acuerdos de libre comercio, fabricación en India de material estratégico con patentes de Rusia, etc. Washington parece resignada, aunque intenta buscar alguna alternativa atractiva para de alguna manera recuperar a India. Si la propuesta es incrementar el desarrollo de Delhi atribuyendo al país un rol como garante de la seguridad continental: India no requiere este reconocimiento de Washington pues ya es un actor reconocido como potencia en ese continente y en muchos Estados no asiáticos (miembro del G-20, BRICS, Grupo Quad, etc.). India es importante comprador —y revendedor— de hidrocarburos rusos y a cambio coloca manufacturas indias en Rusia y en el mundo, la aceptación de tarjetas Ru-Pay indias y las Mir rusas en sus intercambios, los corredores marítimos entre Vladivostok y Chennai también benefician esta relación… Desde que Rusia decidió dar la espalda a Occidente —o viceversa—, el comercio bilateral con Delhi superó los 50.000 millones de dólares (abril 2022-marzo 2023), meta que Rusia e India esperaban alcanzar hacia 2025. No menos importante: la aproximación entre ambas potencias permite a India acceder a Siberia, al Ártico y al Lejano Oriente ruso y todos sus recursos. India aboga por un orden internacional multipolar democrático y Rusia no tiene reparos al respecto.

8.- Pakistán finalmente inició su aproximación a la OCS. A pesar de haber ingresado —como India— en 2017, Islamabad fue renuente a participar en esta Organización. Pero la sorpresa en la Cumbre ministerial de la OCS en mayo pasado fue la asistencia del Ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Bilawal Bhutto Zardari, primera presencia nacional en 12 años. Ante las tensas relaciones entre su país e India, su joven presencia (33 años) fue considerada como muy favorable. Celebró dos cumbres bilaterales con sus pares de Rusia y Uzbekistán y asistió a todos los eventos durante la Cumbre. Posteriormente el cálido apretón de manos con su homólogo indio en la cena de gala indicó a los múltiples medios de comunicación presentes que la posibilidad de la presencia física (no virtual) del Primer Ministro Shahbaz Sharif en la Cumbre de julio 2023 es alta. Este dato resulta llamativo: el último enfrentamiento bélico entre ambos países ocurrió entre el 14 de febrero y el 22 de marzo de 2019 y causó cerca de 50 bajas, mayoritariamente indias. Sería deseable considerar a la próxima Cumbre una oportunidad para que ambos países allanaran sus diferencias históricas. Pero hasta el momento, el gesto de ambos dignatarios presentes muestra una tendencia que no puede permanecer ignorada.

9.- Arabia Saudí y Siria —junto con Jordania, Egipto e Iraq— a través de sus ministros de Relaciones Exteriores se pusieron de acuerdo para que Siria regresara a la esfera regional. Solicitaron en mayo en Amman el establecimiento de lazos militares y de seguridad con Damasco para eliminar la interferencia extranjera en Siria, apoyar las instituciones de este país para que pueda controlar todo su territorio e imponer el estado de derecho y principalmente lograr el fin de la ocupación estadounidense. La administración Biden tiene efectivos en el 30% del territorio sirio. El 18 de mayo el presidente sirio al-Assad llegó a la ciudad portuaria saudí de Yeda donde fue recibido por el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit y altos cargos sauditas. Riad ha dado un giro a su postura previa para poner fin al conflicto iniciado entre ambos Estados en 2012.

10.- Las relaciones entre China y Rusia son complejas, asombrosas y de público conocimiento. Sin embargo su análisis justifica un tratamiento individual en otro escrito.

Conclusiones

Existen numerosas iniciativas quizás menos notables que las enunciadas, aunque cualquiera de ellas puede transformarse en un movimiento clave. La actual dinámica geopolítica obliga a permanecer en alerta estratégica.

Todas estas tendencias no pasan desapercibidas para Washington. La percepción más generalizada es que los Estados Unidos han perdido credibilidad a lo largo de las últimas décadas, principalmente en el Golfo y en el mundo árabe. Los desarrollos en Iraq, Afganistán, Siria, las Primaveras árabes, con una gestión Biden que continúa su estrategia de “difundir democracia” en el mundo son contradictorios y despiertan el escepticismo regional. Occidente se ha involucrado en diferente grado en conflictos de larga duración en el Medio Oriente, como el árabe-israelí y otros más actuales como los de Iraq, Irán, Líbano, (Libia y Sudán en África), Siria, Yemen…

El último acierto diplomático de Washington fue el acuerdo de Camp David, del que ya transcurrieron 45 años y aún quedan detalles por pulir.

La distensión Arabia Saudí-Irán incomoda a los Estados Unidos, la reducción de su influencia en los países del Golfo, la presión para abandonar Siria, el fracaso del Acuerdo de Abaham[3], la pérdida de mercados, la mayor importancia de India y China en el mundo, Rusia cada vez más cómoda en Asia son solo algunos aspectos que alteran los cálculos de la gestión de Washington.

En general los gobernantes árabes —siempre seducidos por el modo de vida occidental— se aproximan política y estratégicamente más a Rusia, China y el entorno asiático en general: miran más hacia el Este. Cada vez más señales indican que el futuro de la humanidad dependerá del continente asiático y las relaciones que sus potencias establezcan.

 

* Profesora y Doctora en Geografía/Geopolítica, Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Magíster en Relaciones Internacionales, UNLP. Secretaria Académica de la SAEEG.

 

Referencias

[1] Recordemos que los integrantes permanentes de la OCS son China, Rusia, Tadjikistán, Uzbekistán, Kirguizstán, Kazakhstán, Irán (2022), India y Pakistán. Son observadores Mongolia, Afganistán y Belarús mientras que son socios para el diálogo Turquía, Arabia Saudi, Azerbaiján, Armenia, Qatar, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Egipto. Los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Kuwait Maldivas y Myanmar recibieron el estatus de socios.

[2] Para detalles ver: Stanganelli, Isabel. “Aproximación Siria-Turquía, mediación de Rusia y reacciones de Estados Unidos”. En SAEEG, 09/05/2023, https://saeeg.org/index.php/2023/05/09/aproximacion-siria-turquia-mediacion-de-rusia-y-reacciones-de-estados-unidos/

[3] El “Acuerdo de Abraham”, firmado el 15 de septiembre de 2020 entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin promovió que se abrirían embajadas y promovería la cooperación en el comercio, el turismo, la tecnología, la energía y la seguridad al tiempo que suspendía planes de Israel de anexar partes de Cisjordania. El acuerdo generó controversias y críticas por grupos y países que apoyan la causa palestina y finalmente fracasó.

 

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AUGE Y CAÍDA DE LOS DIOSES

F. Javier Blasco*

Tras casi cien años bajo los caprichos y batutas de EEUU y Rusia en la arena internacional en lo referente a la tutela de los conflictos y el fomento de las alianzas en función de sus influencias, el papel mediador o hegemónico de ambos bloques, en su caso, aquella ha ido disminuyendo hasta llegar a desaparecer en algunas zonas como Oriente Medio y se ha ido trasladando a escenarios geoestratégicos nuevos para adaptarse a otras amenazas.

Pero, como ocurre con casi todo en esta vida, el vacío de poder o de permanencia dejado por un cuerpo, gas, líquido o entidad, inmediatamente es ocupado por otro similar que está creciendo, se expande o cree que ya ha llegado el momento de cambiar su papel; por lo que, con ello, pasan de dominado a dominador, o cómo mínimo a moderador o modelador.

Este es el caso de China que, siguiendo los preceptos marcados por Deng Xiaoping, ha permanecido décadas con un tono conciliador con sus vecinos mientras crecía en los dos poderes que hacen a una nación fuerte, respetable y potente; un importante desarrollo económico social y de la capacidad de combate y proyección de sus fuerzas armadas.

El XX congreso del Partido Comunista chino, celebrado en octubre pasado, marcó los pasos para que, en la reciente Asamblea Nacional, Xi Jinping se convierta sine die en un todo poderoso y agresivo mandatario, que enarbola y ponga en efecto el mensaje de acabar con ser la víctima de la opresión estadounidense tras décadas de decadencia, humillaciones y desplantes por parte de las potencias vecinas o las occidentales y principalmente por estos últimos.

China lleva años ocupando y militarizando islotes naturales o artificiales en el mar Meridional de China de forma que pueda crear un área de seguridad y amortiguamiento (buffer zone) entorno a su territorio natural por el mar; se ha consolidado como un socio económico de Rusia y de hecho, en gran parte, le está salvando de las restricciones internacionales montadas contra Putin por EEUU y la UE a consecuencia de la invasión de Ucrania; así como, se ha convertido en el principal inversor y comprador de todo tipo de productos en África y empieza serlo en Suramérica.

La renovación y revitalización de su tradicional ruta de la seda y la apertura de nuevos caminos para el movimiento de sus productos y abastecimientos le proporcionan una capacidad económica importante y casi sin límites a corto y medio plazo.

Los avances e inversiones en material bélico de fabricación nacional y sus importantes incursiones en el espacio, le dan un papel preponderante en el mundo al convertirse ya en el tercer país mundial en capacidades militares, aunque es la primera en número de efectivos en armas.

Debido a su creciente papel en importancia internacional, no es de extrañar, el acuerdo firmado la pasada semana —bajo su tutela— entre Arabia Saudí e Irán, dos de las mayores potencias en hidrocarburos y muy famosas —tras Afganistán— por su estricta aplicación de las leyes coránicas —según sus criterios particulares— para reanudar las relaciones rotas entre ambos desde 2016.

Ambas son grandes dictaduras teocráticas islámicas, e importantes potencias religiosas y militares, que se han visto implicadas en numerosos y recientes conflictos regionales movidos para dominar Oriente Medio y poder enfrentar sus creencias dispares —chiita (Irán) y sunita (Arabia Saudí)— que han llevado a la región a largas guerras o conflictos muy cruentos con el solo afán de crear adeptos a sus tendencias religiosas y batir a los que son contrarios a aquellas. Saudíes y persas han sido el principal elemento de conflictividad en la zona desde el triunfo de la revolución islámica en Irán en 1979.

La cruenta competencia económica y religiosa entre ambos países ha arrastrado a la región a su “particular guerra fría”, mediante sucesivos graves conflictos en Irak, Kuwait, Siria, Líbano o el de Yemen (actualmente y desde 2014) donde, de forma directa o indirecta mediante entes no estatales, han competido por su hegemonía.

No hay que olvidar que estas dos perlas islámicas son los padrinos y sostenedores ideológicos y hasta económicos de facciones terroristas de mucho calado o trascendencia internacional; así Irán promocionó y apadrina organizaciones terroristas tales como Hezbollah, Hamás o Yihad Islámica; mientras que Arabia Saudí se ocupa de grupos salafíes que han provocado la creación de los más importantes y cruentos grupos terroristas yihadistas, Al Qaeda y el Estado Islámico.

Hacer que estos dos países se unan, y siempre que el pacto triunfe y se mantenga en el tiempo, puede provocar no solo apartar y relevar a EEUU en el arbitraje de la región, que China asegure sus grandes suministros en hidrocarburos y sea reconocido internacionalmente como el urdidor de una “Pax Regional” —ya conocida con el sobrenombre de pax china— sino, poner en peligro las alianzas de Arabia Saudí con el Tío Sam y lo que es más importante, la incipiente luna de miel con Israel, el mayor enemigo de Irán.

EEUU es consciente de que la expansión china es cada vez más grande y efectiva, lo que les puede reportar grandes benéficos y, por el contrario, les complica la vida a los estadounidenses en otros escenarios donde aún mantienen aliados o muy buenas relaciones, como con Japón, Corea del sur, Vietnam, incluso la India y otras como Australia y Nueva Zelanda. De ahí los esfuerzos por potenciar al máximo el pacto estratégico —anunciado en septiembre de 2021 y bautizado como AUKUS (acrónimo en inglés de Australia, Reino Unido y EEUU)— que pretende “defender los intereses compartidos” de las tres potencias anglosajonas en el Indo Pacífico; Pacto, que hace pocas horas, ha anunciado aumentar sus capacidades navales mediante la creación de un nuevo tipo de submarino a propulsión nuclear, para lo que EEUU cederá, por primera vez, su tecnología a terceros países.

Por otro lado, los acuerdos, colaboraciones o ejercicios combinados y conjuntos con Corea del Sur y Japón han incrementado su frecuencia e intensidad en los últimos años, como un esfuerzo para parar los pies al desarrollo militar y nuclear de Corea del Norte. Precisamente, como consecuencia o reacción a uno de ellos —realizándose actualmente, el “Freedom Shield”—, el pasado domingo los norcoreanos anunciaron haber lanzado, por primera vez desde un submarino, un misil de crucero estratégico —de menor velocidad que los misiles balísticos (habituales en ellos), pero de mayor precisión—. A nadie se le escapa, que los conflictos en esta zona van en aumento y que la mano negra chino-rusa en apoyo de diversos aspectos, es muy importante.

Mientras tanto, los rusos y los estadounidenses siguen a lo suyo en su recientemente estrenada “nueva guerra fría” como consecuencia del conflicto en Ucrania, se supo el encuentro y abatimiento de un dron norteamericano por dos cazas rusos sobre aguas territoriales en el mar Negro. Un hecho éste que supone una agresión a sus medios y por lo tanto a ellos; que aunque de momento no va a tener reacción por parte de EEUU, supone un paso muy importante hacia la escalada y, además, de seguir in crescendo, requerirá alguna acción más que una simple protesta y en llamar al embajador a presentarle su disgusto.

El mundo está hecho un lío y ante cualquier traspiés —como la reciente quiebra del Banco de Silicon Valley— saltan las alarmas y tiembla todo el mundo con sus Bolsas a la cabeza; prueba de la inseguridad subyacente de que las tensiones van en aumento y que los puntos de fricción internacional ocupan escenarios cada vez más amplios e importantes, incluso aunque alejados del continente europeo; pero no todos los países ven las cosas del mismo modo, algunos o incluso muchos, pasan de todo y se creen que no se verán afectados.

Un ejemplo muy patente de estos últimos es el de España, un país que tiene sus preocupaciones gubernamentales en la creación de leyes innecesarias y absurdas como la de cambio de sexo, la del “solo el sí es si”, el aborto y el bienestar animal entre otras más por el estilo. Que se pasa el tiempo hablando del Tito Berni, del Barcelonagate, la ópera bufa de moción de censura de Vox o de la imparable subida del coste de la vida. Hechos y actos a los que el gobierno rápidamente encuentra la forma de echar arena sobre ellos para apagar los fuegos o en buscar viejos o nuevos responsables de todo ello; como el recientemente ideado del “mal tiempo meteorológico de los últimos meses” para justificar la desmedida crecida del precio de la cesta de la compra.

Basta con escuchar los noticiarios, las tertulias o abrir los diarios. Seguimos cerrando los ojos a lo que ocurre por ahí fuera; pensamos que no afecta a nuestras vidas, a pesar de que sabemos que el “efecto mariposa” llega hasta nosotros a nada que uno estornude, por muy lejano que se encuentre. 

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.