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LA TRISTE HISTORIA DE LA CÁNDIDA ERÉNDIDA Y SU PRESIDENTE

Iris Speroni*

Ya sabemos a donde va la plata de nuestros impuestos. Nos lo dijo: minería, petroleras, automotrices, cannabis.

 

García Márquez me parece vueltero y sin puntuación.

Dicho esto, me fascina la imagen de las naranjas con una esmeralda en su centro.

Ese mundo hermoso, donde la riqueza inenarrable crece en los árboles. El mundo de Fernández.

Alberto, el desalmado

El presidente Alberto Fernández, el día de su asunción el 10 de diciembre de 2019, dio un discurso ante la Asamblea Legislativa. Se denomina así cuando se reúnen los miembros de ambas cámaras del Congreso de la Nación. Discurso aquí.

Dijo el presidente:

“Lo expreso desde el alma tanto a quienes me votaron, como a quienes no lo hicieron, no cuenten conmigo para seguir transitando el camino del desencuentro”.

Sin embargo se enojó: a) con los que no se querían vacunar, b) con los que no querían pagar el “impuesto a la riqueza” que en el texto de la ley sostiene que el dinero se utilizará para subsidiar a las petroleras, c) con los que no quieren que el BCRA se quede con la mitad de su trabajo exportable (analistas de sistemas, actores de doblajes, profesores por zoom, productores de granos, aluminio, acero, carne, frutas, té, algodón), d) con los que les piden que haya gasoil en las estaciones de servicio, e) con los que no quieren más impuestos. El presidente, como un niño malcriado, se enoja con todo aquél que no quiere hacer lo que él dice.

Sigue:

“Más de 15 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria, en un país que es uno de los mayores productores de alimentos del mundo”

Esta fue la excusa que usó para en el mismo mes de diciembre 2019 instalar un nuevo impuesto (PAIS). La S, obviamente, corresponde a “solidario”.

Sin embargo, según datos del ministerio de Agricultura, el consumo de carnes es de 109 kg por habitante (2021), de lo cual un poco menos de la mitad es carne vacuna y el resto pollo, cerdo, cabrito y cordero. Muy poco pescado. Para tener una idea comparativa, los ricos, desarrollados, industrializados alemanes, comen la mitad de carne que nosotros, a pesar de que son el principal exportador de carne de cerdo del mundo junto a España; 4.000 millones de dólares anuales. Datos adicionales: según el ministerio de Agricultura el consumo promedio de carne vacuna en la provincia de Buenos Aires fue de 73 kg por persona, el 50% más que en el resto del país. Ahora se entiende por qué todos quieren vivir en PBA, aunque sea en una villa miseria en el conurbano. De nuevo, un bonaerense promedio come más carne vacuna que un alemán su sumatoria de todas las carnes. Los argentinos somos uno de los países de mayor consumo de huevo por habitante (240/hab por año). Consumimos 93 kg de harina de trigo por habitante, también de los mayores consumidores mundiales. Sólo estamos atrasados en frutas y pescado. Mal nutridos, puede ser. Hambre, como fenómeno generalizado, no. ¿Qué nos perdemos en el medio? ¿Serán falsas las estadísticas para sostener el andamiaje multimillonario de subsidios, parte del cual queda en el bolsillo de los políticos? ¿Será una excusa para imponer nuevos impuestos, como fue el caso de PAIS? Es una mentira que se desbarata con las cifras oficiales. Cristina Fernández cuando habló en la FAO en Roma, y dijo que había 6% pobres ¿tendría razón? No podemos endilgar falsedad ad-hominem sólo porque no nos conviene.

Sigue:

“La solidaridad en la emergencia tiene muchas caras, las economías familiares se encuentran asfixiadas, por los altos niveles de endeudamiento a tasas usurarias y en algunos casos con esquemas de devoluciones diarias”.

El presidente continuó con la misma política financiera de su antecesor: tasas de interés altas por LELIQs, y tipo de cambio atrasado, (tablita). El pago de intereses durante julio 2022 fue de $ 1.000.000.000 diarios.

Sigue:

“La Argentina que buscamos construir es una Argentina que crezca e incluya, una Argentina en donde haya sentidos para producir y no para especular, una Argentina con una visión de proyecto nacional de desarrollo en el cual la agroindustria, la industria manufacturera, los servicios basados en el conocimiento, las pymes, las economías regionales y el conjunto de actividades productivas sean capaces de agregar valor a nuestras materias primas para exportarlas y potenciar un robusto mercado interno”.

Veamos. En cuanto a “los servicios basados en el conocimiento”. Quienes facturan servicios —desarrollo de sistemas, auditoría, consultoría, actuación, músico, derechos de autor, dibujantes, corresponsales periodísticos, fotógrafos, industria del cine— sufren que el Estado se quede con la mitad de su trabajo (le convierten los dólares a $ 128, una fracción de su valor). Sobre esos montos deben pagar todos los otros impuestos. Sin dólar libre no hay exportación de servicios al exterior y debe competir en desigualdad con lo importado. Así de simple. La industria manufacturera o sufre por cargas impositivas, adelantos impositivos, juicios de todo tipo, tasas de interés del 40% anual en más, o son “pseudoindustriales” colgados de algún kiosko estatal. Economías regionales. El ministro de agricultura se ufana de que quitó los DEX a las exportaciones de productos regionales. Pero se hace el pícaro y no habla del tipo de cambio. La mitad del valor de la exportación de pera queda en manos del BCRA y no de los productores o el estado de Río Negro. La mitad del valor de la exportación de té queda en manos del BCRA (para que se lo regale a los amigos) y no de los misioneros (familias, empresas y estado de la provincia de Misiones). Con el tipo de cambio les cortan las piernas. Lo que más me llama la atención es que nadie proteste. No sólo el gobierno de la provincia sino las cámaras empresariales o los trabajadores del sector. Les roban la mitad de su esfuerzo y no van a la justicia. No entiendo.

Sigue:

“…necesitamos salir de la lógica del más ajuste, más recesión y más deuda que se ha impuesto en los cuatro años que hoy acaban”

Queda claro que el gobierno de Alberto Fernández es una continuación del gobierno que lo precedió.

Anclados en la ignominia

El presidente en sus discursos a la Asamblea Legislativa de los años 2021 y 2022, sostiene quiénes son los protegidos y quiénes los desfavorecidos.

1º de marzo 2021:

“4) la actualización del Acuerdo Federal Minero,

7) el impulso a la extracción y transporte de los recursos hidrocarburíferos del yacimiento de Vaca Muerta,…”

      1. Luego de un año de trabajo con los actores de la cadena automotriz, empresarios fabricantes de autos y autopartes, trabajadores y el gobierno, llegamos a un acuerdo para este proyecto de ley que incluye dos grandes capítulos: a) incentivos fiscales para la inversión; b) la creación del Instituto de la Movilidad. La ley facilitará la realización de inversiones por más de US$ 5.000 millones de dólares.
      2. El cannabis tiene propiedades de gran utilidad con fines medicinales e industriales. La industria mundial del cannabis medicinal triplicará su volumen de negocios en los próximos 5 años. El proyecto prevé la utilización del cultivo exclusivamente con fines de industrialización para uso medicinal e industrial”.

Ya sabemos a donde va la plata de nuestros impuestos. Nos lo dijo: minería, petroleras, automotrices, cannabis. Todos subsidiados con el 21% de IVA de tu lata de salsa de tomates.

1º de marzo 2022:

“El desarrollo del cannabis para uso medicinal y cáñamo industrial, que ya tiene media sanción, nos permitirá generar 10.000 puestos de trabajo – en los próximos años – tendrán una clara perspectiva federal.

La ley de inversiones automotrices, para estimular nuevos proyectos y crear nuevos puestos de trabajo.

La Ley de electromovilidad, para estimular la fabricación y difusión local de los vehículos eléctricos y trabajar en la cadena de valor del litio.

La Ley agro bio industrial, para estimular a la inversión en la cadena agroindustrial y agregar valor en las economías regionales. Con el horizonte 2030 esta ley permitirá crear 700 mil puestos de trabajo e impulsar exportaciones por 100 mil millones de dólares”.

Acá entramos en el delirio total.

No va a haber 10.000 puestos por el cannabis, más allá del enorme daño que el consumo produce en la salud de la población (cosa que a esta gente no le importa). En EEUU, que creyeron que se iban a salvar ya dedujeron que el negocio se va a achicar, por la falta de rendimientos. Las leyes para inversiones automotrices y para vehículos eléctricos es sólo armar la excusa para desviar fondos públicos bajo la forma de subsidios. El gran fraude argentino: la industria automotriz. El gran fraude del Occidente contemporáneo: las energías alternativas y los automóviles eléctricos.

Agroindustria: exportar 100 mil millones de dólares. Las expectativas para el 2022 son de 90.000 millones de dólares, sin un peso de subsidios o tasas diferenciales o cualquiera de las intervenciones que proponen los gobernantes; las cuales aman porque les generan kioskos para pedir su diezmo. Todo lo que armaron: fideicomiso de trigo, fideicomiso de aceite, fue para negocios turbios. Lo único que necesita quien produce es cobrar el precio pleno por su trabajo, como lo hacen los productores e industriales y agroindustriales de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Ahí seremos grandes exportadores de queso, carne porcina, caprina, ovina y vacuna, además de aluminio, acero y Toyota Hilux. Exportaremos absolutamente de todo, sin ayuda de nadie. Habrá pleno empleo y florecerán las economías regionales. Sin un tipo de cambio libre y con DEX no iremos a ninguna parte. En resumen: hacer lo que hacen Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay.

Los políticos argentinos son nuestra abuela desalmada.

Discursos del Presidente Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa

Asunción 10 de diciembre 2019

https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/46596-palabras-del-presidente-alberto-fernandez-en-su-acto-de-asuncion-ante-la-asamblea-legislativa

Apertura de Sesiones 1º de marzo 2020

https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/46746-discurso-del-presidente-alberto-fernandez-al-encabezar-la-apertura-del-periodo-138-de-sesiones-ordinarias-del-congreso-de-la-nacion

Apertura de Sesiones 1º de marzo 2021

https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/47566-palabras-del-presidente-alberto-fernandez-en-la-apertura-del-139-periodo-de-sesiones-ordinarias-del-honorable-congreso-de-la-nacion-argentina-caba

Apertura de Sesiones 1º de marzo 2022

https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/48505-palabras-del-presidente-de-la-nacion-alberto-fernandez-en-la-apertura-del-140-periodo-de-sesiones-ordinarias-en-el-congreso-de-la-nacion-argentina

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

 

Notas relacionadas

Seis latitas de atún

https://restaurarg.blogspot.com/2022/04/seis-latitas-de-atun.html

Antes de que nos lleven puestos

http://restaurarg.blogspot.com/2020/11/antes-de-que-nos-lleven-puestos.html

INDEC – Exportaciones primer semestre 2022

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_07_22F9FCC49C3F.pdf

 

Artículo originalmente publicado el 23/07/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/07/la-triste-historia-de-la-candida.html

UNIDAD DE CUENTA

Iris Speroni*

Impuesto a las ganancias cuarta categoría: no debe existir porque el salario no es ganancia.

 

En cualquier libro de Economía I explican que el dinero tiene tres funciones:

    • Transaccional. Para comprar y vender cosas.
    • Reserva de valor. Esto es, para ahorrar. Para guardar para después.
    • Unidad de cuenta. Es lo que permite darle un valor a las cosas y sumar peras y manzanas. Nos permite hacer inventarios y balances.

El dinero argentino actual, como ya sucedió numerosas veces en nuestra historia, no cumple dos de las tres funciones. Sólo nos sirve para afrontar obligaciones y no todas. Se pagan sueldos, se compran algunas cosas —nafta, por ejemplo—, se cancelan las facturas de luz y gas. Nadie ahorra en pesos y si bien se usa como unidad de cuenta, al ser nuestra moneda un flan, genera enormes distorsiones.

Los impuestos

Algunos impuestos se determinan en base a marcas fijadas en pesos, al menos en una de sus puntas. Ejemplos: impuesto a las ganancias para asalariados, bienes personales, autos (ex) de lujo, contribuciones de autónomos. Bajo cierto valor determinado en pesos, no deberían abonarse. Hay otros casos no impositivos que también afectan a los trabajadores. Durante el gobierno de Néstor Kirchner, el presidente, con la anuencia de Hugo Moyano, dejó sin efecto el pago del salario familiar a partir de remuneraciones superiores a una cota que determinaron en su momento. 

En contextos inflacionarios, si esos parámetros no se ajustan, pasan a pagar personas distintas a la población objetivo del impuesto al momento de ser sancionado. Dicho de otra manera, se respeta la ley impositiva en la letra pero no en espíritu. Se traiciona la voluntad del legislador. Es un ardid que usan los políticos, un fraude, por el cual le cobran impuestos a quien los legisladores no pretendían gravar.

No es desidia, toda vez que los políticos son rápidos para ajustar por inflación sus sueldos, viáticos, dietas que reciben y el cobro de tasas, patentes, permisos, etc.

Esta incorporación de cientos de miles de familias a las bases impositivas luego repercute en el poder de compra de los asalariados. Los mismos que dejan inmutables (laissez-faire, laissez-passer) los mínimos no imponibles, son los que lloriquean en televisión por la caída del consumo doméstico.

Es un problema de fácil resolución. No hay, obviamente, voluntad. 

Impuesto a las ganancias cuarta categoría

Mi posición respecto a ese impuesto es que no debe existir porque el salario no es ganancia. No es cuestión de a partir de qué nivel hay que pagarlo o no. No corresponde y punto.

Hay economistas que sostienen que otros países también lo cobran. Puede ser. Pero en Europa tienen IVA, con alícuota nula o muy baja para alimentos, no hay impuestos a los ingresos brutos o a las ventas; a lo que hay que agregar que pagan a partir de sueldos que aquí serían soñados. En EEUU pagan ganancias sobre sueldos a partir de determinado nivel (altísimo para los estándares locales), no existe el IVA y los impuestos a las ventas son nulos o mínimos para alimentos y combustibles.

En Argentina la principal fuente de recaudación es por IVA, que sólo pagan las familias. Todas las empresas argentinas no pagan en ganancias lo que pagan las familias en un único impuesto. Las familias además de IVA pagan impuesto a las ganancias por sueldos, bienes personales, impuestos internos al tabaco, combustibles, alcohol y gaseosas (las empresas no fuman ni beben alcohol ni gaseosas), y, por supuesto, los impuestos al salario (retenciones salariales).

Cobrarle impuesto a las ganancias a un trabajador que al comprar una Coca-Cola paga 21% de IVA, 5% de IIBB y además impuesto a las gaseosas (Macri-Dujovne) es, decididamente, una canallada.

Sobre los mínimos no imponibles

Esta semana el gobierno anunció la actualización de uno de los parámetros de uno de los impuestos.

Debería ser un ajuste automático.

Lo correcto sería retrotraerse al momento de sanción de la ley (To).  Ese monto actualizarlo a hoy por inflación acumulada (desde To a Thoy) o convertirlo en dólares To y pasarlo a pesos con cambio de hoy. De esa manera se respetaría la voluntad del legislador.

A partir de esa nueva determinación, aplicar una fórmula automática mensual. Puede ser por inflación, como el ABL de la Ciudad de Buenos Aires, o con la actualización de los salarios y viáticos de los legisladores o el poder judicial.

Serviría también para bienes personales, el impuesto a los autos ex lujosos, salario familiar.

Otra propuesta para ganancias. Los magistrados no pagan impuesto a las ganancias. Ahora bien, todos somos iguales ante la ley. Si no corre para ellos no debería aplicarse a nadie. Entonces los sindicalistas deberían reclamar que un trabajador asalariado pague ganancias si y sólo si supera en ingresos al magistrado mejor remunerado de todo el país. La ANSES debería publicar mensualmente cuál es el nuevo mínimo de acuerdo con este criterio.

Los crotos

Gracias a la inflación el peso falla en dos de sus tres funciones, como dije al principio del artículo.

Al releer la Constitución Nacional se verifica que la única mención de dinero es la del peso fuerte, mediante el cual se establece un requisito mínimo de ingresos anuales para senadores, presidente y vicepresidente. (Arts. 55 y 89). 

Artículo 55.- Son requisitos para ser elegido senador: tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de la Nación, disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de una entrada equivalente, y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella.

Por lo cual, ya la Constitución establece un parámetro fijo y permite las equivalencias. ¡Aleluya! Tenemos unidad de cuenta.

Habría que ver cuántas de esas personas (74 en total) cubrieron los requisitos. Fallaron las autoridades de la Justicia Electoral y los apoderados de los partidos si no los impugnaron al presentar las listas.

Tal vez no podamos destituir a los crotos que ya hayan asumido, pero resultará efectivo para limpiar las listas del 2023.

Unidad de Cuenta

¿Qué es un peso fuerte? Es una moneda de plata 875 de 27,0643 g (una onza española) vigente al momento de sancionarse la Constitución en 1853. ¿Lo más interesante? No fue modificado en 1994.

El peso fuerte circuló entre 1826 y 1881 [1]. Según la conversión plata/oro de esa fecha, con 17 pesos plata se compraba una onza de oro. Este cociente ha cambiado mucho con el tiempo.

Lo podemos traer a valores actuales ya sea como una onza de plata 875 o como 1/17 de onza de oro. 

Propuesta de implementación inmediata

Frente a la amenaza de algunos legisladores de prohibir la oferta de bienes y servicios en dólares, podemos, fácilmente, hacerlo en la única moneda mencionada en la Constitución: el peso fuerte.

Es más, ante la inflación que no cesa —y no lo va a hacer ya que constituye un gran negocio para los políticos— los precios podrían fijarse (al igual que el ingreso mínimo para senadores) en pesos fuertes. Para hacer balances que no dejan ajustar por inflación, determinar mínimos no imponibles y cualquier otra relación entre los ciudadanos y el estado.

Usemos el peso fuerte como unidad de cuenta.

Lo que es bueno para algunos debería serlo para todos.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota

[1] Como dato de color, en 1881 se emitió el peso oro (oro 900; 8,064 g), el cual duró hasta 1896. No es el mencionado en la Constitución.

Peso oro 1884.

[2] Algunas muestras de billetes nominados en pesos fuertes: https://www.billetesargentinos.com.ar/billetes/peso_fuerte.htm

 

Artículo publicado originalmente el 28/05/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/05/unidad-de-cuenta.html

RECAUDACIÓN DE LA AFIP 2021

Iris Speroni*

No importa cuánto se recaude, siempre gastarán más.

La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) presentó sus números[1] de lo recaudado en el año 2021.

Primero la AFIP dice que fueron $ 11.906.730.771.054. Luego en una coqueta nota al pie, aclara que además recaudó $ 245.456 millones de Aporte Solidario y Extraordinario (el impuesto por “única” vez de 2021). Con lo que supera holgadamente los 12 billones —continentales— de pesos.

El impuesto engañosamente llamado “aporte solidario”, fue legislado con la excusa de soportar los gastos adicionales por la supuesta pandemia de COVID. Sin embargo, cuando uno lee la letra chica, sólo el 20% tiene ese destino[2] [3]. El 80% tiene otros, como invertir en la exploración de gas.

Vamos a la recaudación. Estos 12 billones de pesos son el resultado de:

    • impuestos.
    • Aduana.
    • imposiciones a la Seguridad Social o impuestos al trabajo.

Dentro del rubro impuestos algunos son coparticipables y otros no.

Estos 12 billones de pesos son mucho dinero. Aun así no les es suficiente a los presupuestófagos. Es que no importa cuánto se recaude, siempre gastarán más. Nunca será suficiente. Es cómo vivir con un jugador empedernido: tenga un sueldo de $ 100.000, $ 1.000.000 o $ 10.000.000, a los tres días de cobrar no tendrá un peso. Nuestros políticos, a los que delegamos la administración del Tesoro Nacional, son como cualquier vicioso.

Y como hemos visto durante el gobierno de Macri, no importa qué partido esté al frente del Estado Nacional, la bacanal de gasto superfluo nunca tiene fin. Si no les alcanzan los ingresos, endeudan al país; total la cuenta la pagamos nosotros. El incentivo al gasto es enorme: los políticos cobran sobornos al efectuar compras, al tomar deuda, al cancelar deuda, al renegociar deuda, al contratar personas, al dar subsidios a los beneficiarios de planes sociales. Siempre les queda una moneda en la mano.

Veamos cómo recaudó la AFIP

Impuestos: $ 7.364.784.978.475,82 + $ 245.456.000.000 = $ 7.610.240.978.475,82.

Una parte es coparticipable (IVA, Ganancias, Bienes Personales; casi 6 billones). El resto no. Dentro de los impuestos que no se reparten con las provincias están los impuestos al cheque, a los combustibles, internos (tabaco, bebidas alcohólicas, gaseosas, a las transacciones inmobiliarias y automotores, a las entradas al cine, otros más).

Seguridad Social: son los aportes y las contribuciones como porcentaje del sueldo. Es un impuesto al trabajo. Los legisladores sinceramente creen que lo pagan las patronales. El impuesto al trabajo siempre lo paga el trabajador. No importa quién deposite el dinero operativamente. Los impuestos al trabajo provienen del esfuerzo del trabajador. Por lo que la disquisición entre aporte y contribución puede tener diferencias legales, pero nunca económicas. El empleador calcula el costo total de un trabajador (incluido el uniforme, las vacaciones, ausencias, etc.) y sobre este número final decide si lo contrata o no. Si algún día logramos que el legislador lo comprenda, daremos un gigantesco paso adelante.

Retomo. Los impuestos al trabajo cobrados por la AFIP en el 2021 ascendieron a $ 3,1 billones de pesos. Incluye lo que va al ANSES, a las obras sociales sindicales y a los seguros de riesgo de trabajo y obligatorios.

Aduana: en total $ 1.438.039.172.970,71. Dos tercios por aranceles a las exportaciones y el resto por importaciones. Debería ser al revés, dados los altos aranceles a la importación y el tipo de cambio subsidiado. Sin embargo, la caída del salario real (que viene en pendiente en los últimos 10 años) más la desindustrialización creciente de nuestro país y la ausencia de una política de aprovisionamiento de las FFAA lleva a las importaciones a niveles despreciables.

Comparaciones odiosas

El IVA más que triplicó la recaudación por aranceles de exportación. El IVA lo pagan todos los consumidores (las empresas son sólo agentes de recaudación). Cuanto menos ingreso tiene una persona, más destina al consumo, más le impacta proporcionalmente el costo impositivo sobre los alimentos y servicios públicos. Por eso sostengo que a) el IVA es el impuesto al pobre y por lo tanto el primero que hay que sacar, b) al Estado argentino y a sus administradores infieles los financian los más pobres de esta sociedad.

El sistema de coparticipación tiene numerosos vericuetos[4], sólo resaltaré los más importantes. De lo recaudado por IVA, el estado retiene una porción para la ANSES y el resto lo divide entre provincias y el Tesoro Nacional. Luego la ANSES compra bonos del Tesoro, así que pareciera más una máscara para financiar a la nación que un destino genuino.

Recaudación ANSES: $ 2,3 billones de pesos (impuestos al trabajo) más $ 700 mil millones (IVA y Ganancias); cerca de $ 3 billones.

Conclusiones

El Tesoro Nacional, en manos de presupuestófagos, es un barril sin fondo. Todo lo que pongamos en él, desaparecerá. Los políticos aducirán que necesitan construir viviendas, o paradas para camiones, u hospitales. Luego gastarán fortunas en hacer propaganda del Ministerio de la Mujer o lo que esté de moda en el momento. Lo que nunca dicen es cuánto pagan de intereses. Cuando la banca les pide más y más, es cuando a los legisladores se les ocurre imponer nuevos impuestos.

Tienen razón. De ver la recaudación año tras año, uno se da cuenta que no importa lo que agreguen, el argentino va y paga. Aunque el país se desangre, se desindustrialice (ya está desindustrializado) y la cosechas crezcan menos que en Brasil o que ya no quede flota fluvial porque toda se fue al Paraguay. Lo único que ven es que este año recaudaron más que el anterior y eso les permite robar más y mejor y repartir con la pseudooposición.

Estamos bajo ataque y nuestro enemigo es interno: nuestros gobernantes, quienes desprecian, odian y temen al ciudadano argentino. Hasta que sepamos cómo reemplazarlos (por algo mejor), nuestra única herramienta es limitarlos. Cuantas menos leyes emitan, mejor. Cuanto menos tributos impongan, mejor. Cuantos menos impuestos y campañas y planificaciones creen, mejor.

No debemos aceptarles argumentos como “es por los pobres, por el hambre, por los que no tienen casa”. Porque han subido los impuestos todo el siglo XXI y no hay un solo indicador social, político o económico que haya mejorado. Darle más dinero sólo provocará más de lo mismo: más pobres, menos educación, menos atención hospitalaria, peores sueldos para la policía, menos pertrechos militares.

Estamos en una instancia defensiva: entonces defendámonos.

La única manera es cortarles la financiación lo más posible. Impedir que contraigan deuda y que aumenten impuestos. Esto va para la Nación, las provincias y los municipios.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Recaudación 2021 AFIP

https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/

[2] El camarada Heller y la riqueza

http://restaurarg.blogspot.com/2020/09/el-camarada-heller-y-la-riqueza.html

[3] Carlos Heller

http://restaurarg.blogspot.com/2020/10/carlos-heller.html

[4] Coparticipación Federal de Impuestos. Honorable Cámara de Diputados.

https://www.hcdn.gob.ar/secparl/dgral_info_parlamentaria/dip/glosario/C/coparticipacion.html

 

Publicado originalmente el 22/01/2022 en Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2022/01/recaudacion-de-la-afip-2021.html