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LA DEROGACIÓN DEL ARTÍCULO 27 BIS DE LA LEY DE PESCA VIOLA LA CONSTITUCIÓN

César Augusto Lerena*

Los barcos españoles que pescan en Malvinas con licencia británica, los primeros beneficiados con la derogación que plantea Milei.

 

El 28 de mayo de 2008 se sancionaba la Ley 26.386 que se incorporaba como artículo 27º bis a la Ley Federal de Pesca 24.922 que, en términos generales, limitaba las operaciones pesqueras dentro de las aguas bajo jurisdicción de Argentina a quienes no tuvieran un permiso de pesca otorgado por la Autoridad de Aplicación y/o tenían algún tipo de relación jurídica, económica o de beneficio directo o indirecto con quienes realizan explotaciones sin este permiso, de aplicación a todo tipo de nacionalidad de las embarcaciones; pero muy particularmente a quienes pescaban y pescan con licencias ilegales otorgadas por los isleños británicos de Malvinas que, en promedio se llevan, según las estadísticas publicadas por el gobierno ilegal de las islas, unas 250.000 toneladas anuales de productos pesqueros, dañando la economía argentina; afectando todo el ecosistema pesquero de la Zona Económica Exclusiva Argentina; causando un deterioro de medio marino y atentando contra la soberanía nacional. Buques con licencia ilegal de Malvinas podrían pescar en el resto de las aguas bajo control argentino y viceversa, provocando la más grave apropiación de recursos argentinos por parte de extranjeros y el más absoluto desorden en la administración pesquera del Atlántico Suroccidental.

La derogación o sustitución del Artículo 27º bis por el Artículo 215º (ex 247º) de la Ley Ómnibus, además y centralmente, viola la Disposición Transitoria Primera de la Constitución.

Un reconocido jurisconsulto, experto en derecho internacional manifestó: “Teniendo en cuenta los contenidos del artículo 27º bis, se observa que la Argentina está facultada a aplicar sanciones a empresas que tengan una relación societaria con empresas que pescan ilegalmente en las aguas jurisdiccionales argentinas, por ejemplo, las empresas con licencias ilegales de los isleños británicos en Malvinas. El artículo 27 bis fue un paso muy positivo para Argentina, porque está en línea con lo que establece la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, que es procurar recuperar el ejercicio pleno de la soberanía respecto Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y los espacios marinos correspondientes. Derogar esas facultades implica un grave retroceso, por lo tanto, es incompatible con el contenido de la citada Disposición Transitoria, porque facilitará el ejercicio ilegal británico al otorgar licencias de pesca” (24/01/2024).

Nosotros entendemos, que se trata de un plan destinado a debilitar los derechos argentinos sobre Malvinas, teniendo en cuenta incluso que no hay razones económicas ni las habría que puedan justificar tal desatino que, por el contrario, perjudicaría los intereses económicos y sociales argentinos, incluso los de las empresas nacionales de capital extranjero radicadas en el territorio continental argentino.

Salvando honrosas excepciones, las políticas de los gobiernos en los últimos 50 años respecto a la recuperación de las Malvinas han sido ruinosas para la Argentina. Una de estas excepciones, fue la aprobación en 1994 de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional que reza: «La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino».

El Reino Unido de Gran Bretaña (RUGB) siempre consideró un escollo insalvable esta Disposición y así, lo dejó de manifiesto en el Pacto de Foradori-Duncan de 2016 en el que se estableció como principal objetivo «remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas»; mientras tanto, los sucesivos gobiernos, por acción u omisión, permitieron pasivamente o con meras reclamaciones inconducentes, los sistemáticos avances territoriales y de explotación de los recursos por parte de los británicos e, incluso el gobierno saliente, hizo la mise en scene “que parezca que nos ocupamos”. Las acciones distorsionaron la letra y el espíritu de la citada Disposición: La “legítima e imprescriptible soberanía” y el “objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino” y no debieron limitarse a la declamación y reclamación; al pedido de apoyo a terceros y a la cooperación unilateral en favor de los invasores. Está claro: se vació de contenido la cláusula constitucional surgida de la mayoría de los argentinos.

No queremos referirnos al pasado sino más bien al oprobioso presente de la “Cuestión Malvinas”; pero deseamos decirles a los responsables de la frustrante etapa concluida que, en lugar de remitir “Informes de Coyuntura de Política Exterior”, típicos de los derrotados y responsables del hoy, que escriben desde los escritorios odas del sin sentido y la desvergüenza. Sería bueno que se llamen a silencio y vivan en la oscuridad que les asigna el fracaso, no solo de la derrota, sino de la incapacidad para diseñar una estrategia y llevar una política que permita caminar hacia la recuperación argentina de los espacios marítimos y los archipiélagos invadidos por los británicos que tanta desesperanza causan a los argentinos.

Dictaron una ley para la creación de un Consejo al que no se le cayó una sola idea; otra para aumentar la sanción a los buques que pescan ilegalmente y no aplicaron una sola sanción a los buques que pescan en el territorio marítimo argentino de Malvinas; no derogaron los Acuerdos de Madrid y “trabajaron” con muchos de los autores intelectuales de estos ignominiosos acuerdos. Como refiere Montesquieu “Cuando en el reinado, existen más facilidades para hacer la corte que, para cumplir con el deber, todo está perdido” y, recordando a Ithacar Jalí: “En la tauromaquia los avisos son tres, al cuarto se llevan el toro al corral” sería justo, un merecido y oportuno retiro antes de que los desencantados les reclamen una razonable rendición de cuentas.

Por el contrario, quienes llegaron en estos días al Palacio saben lo que hacen, no impostan.

Se abrevan en aquellos 17 argentinos que hace 12 años reclamaban una revisión de la política del gobierno sobre “el conflicto” de Malvinas y, donde, “uno de los ejes centrales de la propuesta era que el gobierno adoptase una posición que tenga en cuenta el principio de autodeterminación de los isleños” (La Nación, 23/02/2012) y además buscaban adhesiones en alternativamalvinas@gmail.com; es decir, invitaban a desconocer las Resoluciones de las Naciones Unidas 1.514 (XV), 2.065 (XX), 31/49, 37/9 y la propia Constitución Nacional. Estos opinantes despreciaban las cuestiones relativas a la soberanía nacional y entendían que «la afirmación obsesiva del principio “las Malvinas son argentinas” y la ignorancia o desprecio del avasallamiento que éste supone debilitan el reclamo justo y pacífico de retirada del Reino Unido y su base militar, y hacen imposible avanzar hacia una gestión de los recursos naturales negociada entre argentinos e isleños». Es decir, no respetan la legislación nacional e internacional reconocida y les preocupa más la retirada pacífica de los militares británicos y las cuestiones mercantilistas de negociar con los isleños británicos la utilización de los recursos de Malvinas que son argentinos. La descalificación de “patrioterismo” a quienes tenemos la posición de sostener los derechos argentinos sobre Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, respaldada en los preceptos de la Constitución Nacional y el derecho internacional aplicable, habla por sí misma y, entendemos, que este tipo de opiniones, de personas influyentes, son en gran parte el motivo de los fracasos de nuestro país. No obstante, es muy interesante conocer, a quienes, dentro de la Argentina, tienen una mirada distante a la mayoría de los argentinos. Este tipo de personajes estuvieron presentes en todas las grandes gestas de la independencia y en las distintas etapas de la vida política del país. La mayoría de los problemas que sufre la Argentina no se originan solo en las apetencias de terceros países, sino en la incapacidad e intereses a los que responden nuestros gobernantes y distintos factores de poder, entre los que se encuentran.

En línea con los 17, éramos pocos y apareció Sabrina Ajmechet, historiadora y diputada por la ciudad de Buenos Aires por el PRO, quien escribió en sus redes sociales: “las Malvinas no existen. No son ni nunca fueron argentinas. Las Falkland son de los kelpers. La creencia de que Malvinas son argentinas es irracional, es sentimental” (Ámbito, 25/07/2021). Son verdaderamente notables estas afirmaciones de una diputada de la Nación y, aún más notable, la tolerancia del Congreso de la Nación para tomarle juramento a semejante transgresora de la Constitución Nacional.

Luego, Diana Mondino, la economista, directiva del Banco Roela y entonces candidata a Canciller de la República “brindó una entrevista directa a un medio británico y allí aseguró que Javier Milei respetará el derecho de los isleños” (Urgente 24, 13/09/2023) y luego, ante el rechazo general que provocaron estas declaraciones, incluso entre los votantes de LLA, trató de aclararlas, dejando más certezas que dudas sobre su posición: “Nosotros decimos que la soberanía de la Argentina sobre Malvinas es absolutamente legítima. Y hasta tanto no se llegue a algún tipo de acuerdo, Argentina va a mantener esa postura. No importa lo que yo quisiera está en la Constitución”. “La cordobesa aseguró que el reclamo seguirá vigente en tanto y en cuanto la Constitución así lo indique. “No me voy a apartar de la Constitución. Esa es la parte que para mí no tiene cuestión de ideología ni de pensamiento” (Pulxo 95.1). “Además, profundizó sobre sus dichos y destacó, que su referencia era respetar los derechos de los isleños como argentinos” (Urgente 24, 13/09/2023) y resaltó “Si creemos que las Malvinas son argentinas, los que han nacido en suelo argentino son argentinos, ¿cómo podrían no tener derecho un argentino, me podés explicar eso?”. Se lo explicamos señora Canciller, los isleños, kelpers implantados por el mismo Reino Unido que les permitió ser británicos en 1983 y lo han ratificado por unanimidad en el 2013. No son parte, según las Resoluciones de las Naciones Unidas, no hay tal derecho a la autodeterminación, sino que la posición defendida por la Argentina desde siempre es la de la integridad territorial y su posición personal ―que nos queda muy clara y en línea con los referidos 17 argentinos― no puede sostenerse desde la máxima responsabilidad de las Relaciones Exteriores de la Argentina. Sus explicaciones de extrapolación, etc., se chocan con sus clarísimas declaraciones y explicaciones precedentes.

Si algo faltaba, la reciente designación como embajador en Chile del ex Canciller Jorge Faurie ―autor junto a Susana Malcorra del Pacto Foradori-Duncan citado― es altamente preocupante, por cuanto, es precisamente con Chile, junto a Uruguay, con quien deberíamos trabajar y acordar una posición común en las cuestiones relativas a los derechos argentinos en los archipiélagos, las aguas y la Antártida, para bloquear la posición británica, que en la actualidad ocupa y explota 1.639.900 Km2 de territorio marítimo argentino, además de disputar 1.430.367 Km2 de nuestra plataforma continental extendida y otros 2.426.911 Km2 del territorio Antártico y de las aguas correspondientes. Nos preguntamos, si desde este lugar, va eliminar todos los escollos para que las Malvinas se desarrollen.

Habrá que reformar el artículo 214 del Código Penal. La Causa Malvinas no es una cuestión en la que podamos poner en duda la pertenencia ni el objetivo, que ya está perfectamente definido en la Constitución Nacional. Podremos, en todo caso, discutir la estrategia y la táctica para el logro del objetivo declarado en la Carta Magna; pero no caer en el absurdo, como en la derogación del Artículo 27º bis de la Ley 24.922 facilitando los intereses británicos.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado. Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana (CESPEL). Presidente de la Fundación Agustina Lerena. Web: cesarlerena.com.ar.

 

** Artículo publicado por Agenda Malvinas, 25 de enero de 2024.  

CANTOS DE SIRENAS

Iris Speroni*

«Ulises y las sirenas», óleo, Léon Auguste Belly.

 

En Argentina hay grupos que medran a costa tanto de ciudadanos de a pie como de otros empresarios.

Los ganadores gozan de alto nivel de organización, eficiencia en su lobby y llegada a los centros de decisión política.

El abuso de las corporaciones organizadas se hace relativamente fácil debido al nivel de atomización y ausencia de coordinación político-corporativa de los sometidos.

La enumeración de abusados (más o menos) la reflejé en EL CLUB DE LOS PERDEDORES.

Un país desinvertido

El problema de fondo de la Argentina, a mi entender, es la ausencia de inversión, verdadero origen de nuestros males.

Quienes producen la mayor cantidad de riqueza en nuestro país se quedan con el mínimo de su producido, cuando no es que se comen su capital. Toda su rentabilidad la transfieren a los estados municipales, provinciales o nacional.

El Estado, a su vez, transfiere ese dinero a patronales bien organizadas y con lobby eficiente.

La verdadera razón por la que el país se empobrece es porque los réditos no son reinvertidos en la producción y por lo tanto la misma no crece.

La cadena de causalidad sería: 1) no hay reinversión de las ganancias, 2) la producción no crece, 3) el PBI está estancado y el PBI per cápita baja, 4) somos cada vez más pobres.

Lo que empieza con una brecha cambiaria y un derecho de exportación que le quita la rentabilidad a un productor de arroz en Santa Fe termina en malos sueldos para los enfermeros del Hospital Posadas. Poder unir causa y efecto de esos dos eventos es todo un desafío comunicacional, pero no imposible.

Los ganadores, los que reciben año tras año toda la riqueza que otros producen, son los que sumen al país en la pobreza, la tristeza, la desesperanza y una inestabilidad intrínseca, porque todo se siente, cíclicamente, a punto de explotar, más allá de paliativos aplicados. 

Los ganadores, desde 1983 a la fecha, son siempre los mismos: la banca, la UIA, la Cámara Argentina de la Construcción, los concesionarios de empresas públicas o de rutas, las terminales automotrices, los ensambladores de partes importadas (en Tierra del Fuego o de motos en el resto del país), importadores en general, farmacéuticas, y probablemente haya otros más.

En Argentina puede haber alternancia de partidos políticos. Lo que no hay es alternancia de los ganadores del sistema.

Ahí radica el cansancio. Nunca hay un respiro para el pueblo.

Los que producen riqueza no la invierten porque se la quitan vía impuestos, inflación o diferencia de tipo de cambio (un trabajador que no tiene excedentes para hacerse su casa, un comerciante que no puede aumentar sus inventarios, un productor que no renueva maquinaria o no siembra pasturas).

Quienes se apoderan de ella, la atesoran en lugar de invertir. Porque sus actividades dependen del favor estatal y por lo tanto son inestables, o bien porque lo ponen a resguardo de un eventual embargo judicial. Ejemplo: la condena a Lascurain, ex presidente de la UIA, por fraude al Estado, impartida por Tribunal Oral (sentencia no definitiva).

Los ganadores han puesto funcionarios desde hace décadas. Eligen a las autoridades del BCRA, economía, producción, financian carreras de legisladores, etc.

El paroxismo se alcanzó estos últimos meses, cuando los ganadores colocaron a Massa al frente del ministerio de Economía y abrieron todas las tranqueras. Mayor brecha cambiaria (que empobrece al interior y concentra la riqueza en Capital Federal), dinero sin fin a importadores, condonación de deudas a concesionarios públicos, canjes de bonos, BCRA con pasivos remunerados a tasas de tres dígitos. Descontrol. Hÿbris.

La contrapartida fue un galopante impuesto inflacionario que sufrió toda la población, un parate de la actividad económica y un golpe durísimo al campo, agravado por la sequía.

No son los ciudadanos enojados quienes imprimen inestabilidad política al país; no es el movimiento sindical organizado; no son los productores agropecuarios, ni las cámaras de comerciantes de Paso de los Libres. No. La inestabilidad argentina la producen los ganadores. EQUILIBRIO INESTABLE.

Una vuelta de hoja

Pasó lo inesperado: los perdedores (CLUB DE LOS PERDEDORES) se organizaron. Los bomberos, comerciantes, canillitas, productores agropecuarios, transportistas, vendedores de choripán de Morón, jugadores de rugby en clubes franceses, los mecánicos de Lanús, los jornaleros de Río Negro, los policías de Corrientes, los remiseros de General Pico y las dependientes de panadería de La Rioja Capital votaron Milei-Villarruel. El cisne negro. El error en la matrix.

Podríamos haber votado a Bregman tranquilamente. Pero las quejas del trotskismo son vagas. “El sistema”. “El capitalismo”. No sonó decidida a acabar con este yugo.

En cambio la descripción que hizo Javier Milei en campaña fue concreta y puntual: las LELIQs (la banca), los importadores que compran a $ 350 los dólares (las farmacéuticas, terminales automotrices, armadores de productos importados, los galpones de TdF), el Club de la Obra Pública alias Cámara Argentina de la Construcción, la UIA, los funcionarios públicos con altos sueldos, a todos los aunó como sanguijuelas del esfuerzo de los argentinos y los denominó “la casta”. Todos entendimos. Todos lo sabíamos de antes, pero no teníamos un medio para expresarnos. Finalmente lo hubo.

¿Cuál era la promesa implícita en este contrato electoral? Todos aquellos con poder atomizado, que trabajan pero no tienen un lobby atrás que defienda sus intereses o al menos que lo haga en forma eficiente, finalmente lograrían una voz: el representante de la gente de bien. ¿Quién es la gente de bien sino quienes se ganan su pan con su trabajo?

El pueblo argentino es un caballo exhausto. Años de tirar del carro, malnutrido y que, además, envejece.

Lo único que queremos es que se dé vuelta la taba. Aunque más no sea por un ratito que nos permita descansar para luego seguir. (Recomiendo “El sueño de los héroes” de Adolfo Bioy Casares).

El canto de sirenas

Ahora bien, la dupla Milei-Villarruel ya ganó. Ya asumieron. ¿Cuál es el gran desafío que enfrenta el presidente, en su carácter no sólo de primer magistrado sino de principal economista?: Los cantos de sirenas.

Todos aquellos que han ganado fortunas en estos años, no quieren parar. Todos aquellos que, como dijo Cristina Fernández: “Conmigo se la llevaron en pala”, quieren seguir.

Todos los ganadores tienen:

    • dinero (el tesoro acumulado) que les permite comprar voluntades, periodistas, influyentes, etc.
    • organizaciones eficientes y profesionales de lobby,
    • red de contactos privados y públicos, locales y en el exterior,
    • experiencia (después de todo gobiernan desde hace décadas),
    • mucho que perder.

Enfrente tienen ciudadanos que su energía se agotó el día de la votación. No hay energía excedente para organizarse y dar pelea, por ejemplo, contra el lobby automotriz o contra los bancos. Simplemente, no hay ni organización, ni dinero, ni fuerzas.

Todos los ganadores tratarán de marear al Presidente con lisonjas. Ofrecerán funcionarios “que la tienen clara y tienen experiencia”, los curros “no se pueden desarmar porque caso contrario estalla el universo”. Intentarán halagar y llenar de oropeles (recordemos todos los doctorados honoris causa que recibió Alfonsín en su momento, mientras reconocía la deuda heredada de la dictadura militar sin revisión alguna).

La serpiente en el Edén, Expulsión del Paraíso, Miguel Ángel Buonarroti.

Es la serpiente en el paraíso. En este caso la casta (ex funcionarios K, la banca, todas las cámaras empresariales enumeradas) es quien susurrará consejos.

Deseo de corazón que el Presidente sepa poner cera en sus oídos. Entendemos que debe ser muy difícil.

El Presidente invocó, al jurar por la Constitución Nacional, la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia. Que las fuerzas del cielo le sirvan para ser indiferente a los cantos de sirenas y para proteger el derecho a ganarse el pan de las 14.554.560 voluntades que lo designaron como defensor de sus derechos constitucionales a trabajar y a tener un trato impositivo justo. Terrible responsabilidad sobre sus hombros.

El pueblo supo votar. Ahora pedimos a Dios que le dé templanza al Presidente.

Lo único que deseamos es que, aunque más no sea por un rato, sea otro el que tire del carro.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas relacionadas

El Club de los Perdedores, 2020.

https://restaurarg.blogspot.com/2020/02/el-club-de-los-perdedores.html

Equilibrio inestable, 2019.

https://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

Gente de bien, 2023.

https://restaurarg.blogspot.com/2023/12/gente-de-bien.html

 

* Artículo publicado el 16/12/2023 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2023/12/cantos-de-sirenas.html.

LA DESCOMPOSICIÓN

F. Javier Blasco*

Todos los cuerpos o entidades, con vida física o sin ella como los animales, los vegetales o los organismos colectivos de la índole que sean, cuando pierden la vida o desparece la esencia de su existencia comienzan un sucio e imparable proceso de descomposición y transformación en otro tipo de sustancias putrefactas o residuos fétidos hasta llegar a su degradación total y suelen quedar reducidos a polvo o en la nada.

Pues bien, es precisamente en este proceso y en sus fases últimas, en el que se encuentra España. Un país antiguo pero con una joven democracia, aún en fase de asentamiento y desarrollo, con un gran futuro por delante, pero que ha tenido la mala suerte de caer en perversas y malvadas manos, en dos ocasiones, y en otra en, y no sé si es peor que las anteriores, en manos de indolentes, vagos o timoratos, que faltos del arrojo y el valor necesario no adoptaron las medidas precisas para que esta sucia deriva en la que estamos inmersos, no tuviera cabida jamás.

Un sucio, nunca bien explicado y a la par extraño, atentado terrorista en Madrid en un frio mes de marzo a pocos días antes de celebrarse unas elecciones generales ―que estaban más que cantadas― unido a una pésima gestión gubernamental y a una serie de malévolos intereses propagandísticos y políticos por parte de los socialistas y de sus secuaces; colocados y mantenidos en lugares estratégicos de los medios, la policía y la justicia ―por desidia de los gobernantes, de turno― hizo que en cuestión de horas ―tal y como viene ocurriendo con demasiada frecuencia en España― cambiaran las tornas y todo se volviera patas arriba, dándole el poder a un abducido visionario, que se hacía llamar ZP.

Un hombre sin formación de peso alguna, plagiador y heredero de las llamadas políticas “progresistas”, venidas de allende los mares de manos de los “gobernantes” de países otrora buenos amigos y hasta hermanos, que ya se encontraban en pleno proceso de descomposición y/o eran fructíferos herederos y aplicadores de las políticas comunistas más reaccionarias y abyectas que jamás la humanidad haya podido soportar.

Alguien, que basaba sus ideas en romper con el todo lo que nos mantenía unidos y en busca nuevas vías porque para ellos, el mundo político en el que vivíamos, por muy incipiente que fuera, era ya el pasado, algo que había que superar, desterrar y olvidar.

Un urdidor de cuentos chinos que basaba su política en la mentira permanente y pertinaz, que no admitía la situación real y que se pavoneaba por el mundo predicando unas bondades y felicidades de una Arcadia que no existía salvo en su imaginación y que iba de cabeza a la banca rota y a la intervención europea como más de un país europeo de nuestro entorno que también jugaban con esos principios y ante el palo, pronto tuvieron que cambiar.

ZP, hombre joven, bien parecido y mejor trajeado, era y sigue siendo, como una especie de peste que lo infecta todo, que se introduce en los cuerpos y mentes para ir propagando sus males y teorías allá donde toca o aparece, aunque sea a distancia.

De ese su malvado ejemplo y “virtudes” muchos ineptos y “don nadies” que le seguían a pies juntillas, tomaron nota de algo y alguien al que emular; ya que el interfecto, saliendo de la nada, hizo su carrera, engañó a todos con sus teorías y medio verdades pavimentando así un tortuoso pero certero camino, que en muy pocos años debería llegar a su meta final.

Cuando todo parecía perdido y en el mismo momento que se acababa la pólvora para alimentar las grandes e incesantes fuegos de artificio con los que nos solía regalar, parece que, a la gente con algo de seriedad o cordura mental, les volvió esta y España cambio radicalmente para volver a pedir que fuera Barrabás el liberado de sus penas y males ya que, realmente él no había jugado un papel determinante en la debacle de populares años atrás.

Así, elegimos y aclamamos ―como si de un Domingo de Ramos se tratara― a un tal Mariano quien, a pesar de ser inteligente, con mucha y positiva experiencia y bien formado intelectualmente, se dejó obsesionar por recuperar la maltrecha economía y poco más. Dejando aparcadas, para más tarde o sine die, las reformas y derogaciones necesarias para corregir las incipientes felonías y los pasos andados por ZP hacia la descomposición de España y su degradación total.

Actitudes las de Mariano, que no gustaron ni a tirios ni a troyanos y además, él mismo, por su mala cabeza, exceso de confianza o falta de arrojo se dejó arrastrar por una deleznable, aunque legal, moción de censura a manos de un tal Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, otro apuesto joven desfaenado y poco ducho en labores de Estado que acababa de superar una defenestración en un partido socialista en situación de putrefacta descomposición, en el que los puñales, las zancadillas, los odios y rencores eran más que evidentes y llenaban de pestilencia por sus cuatro costados.

Aquel hombrecillo, excelente discípulo de ZP, de buena planta y de risa o sonrisa fácil y burlesca muy traicionera ―portador de trajes muy ajustados, de colores poco agraciados y mal confeccionados― que había basado todo su escaso y nada brillante pasado en mentiras, traiciones, favores, amaños y plagios, finalmente, logró convencer a los atolondrados socialistas que quedaban en el PSOE porque no sabían dónde ir a pastar y, al mismo tiempo, embaucar a los enemigos de España para que le acompañasen en su ya mencionada, inicialmente increíble y más que improbable moción de censura.

Y fue precisamente gracias a ellos, que saliera airoso de la misma, sobre la base, otra vez, de una mentira y exageración puesta, sin razón para ello, por un comprado juez que se prestó a servir de base para un cuento que fructificó tanto, y se envolvió tan adecuadamente, que aún se arrastra en nuestros días, a pesar de no ser cierta y haber pasado más de cinco años de aquello.

El casi desconocido discípulo de ZP se aprestó a recuperar las doctrinas y predicamentos del maestro y, como suele ocurrir entre los malvados, pronto consiguió superarle y hasta en su macabra deriva sin óbices ni cortapisas, le ha recuperado a su lado para la política nacional a pesar de que su pasado reciente es muy obscuro, enfangado y nada recomendable para alguien que tuvo, aunque no fuera creíble, una cierta talla y consideración nacional e internacional debido al cargo que ocupaba.

El brillante alumno ha utilizado todo tipo de argucias y mentiras con tal de mantener su trasero en el sillón de la Moncloa, no duda en mentir, en prometer no hacer algo y hacer lo contrario, aunque sea duro, increíble y arriesgado nada más consigue engañar al embobado o comprado público que le vota.

Si algo ve que le beneficia o aplaca los ánimos de los secuaces que le apoyan con sus sucios y manchados escaños y votos, no duda en cambiar las leyes o hacer otras ad hoc, por la vía de urgencia, sin escuchar a nadie y sin encomendarse más que al diablo o a los malvados y babosos adeptos que le rodean. Se siente intocable y por encima de Ley y de la Justicia; ataca; invade y conquista las instituciones para plagarlas de adeptos que, sin rechistar, cambian su voto previo, si lo hubiera negativo, para hacerle la ola y las mil reverencias como si de un verdadero autócrata se tratara.

Acaba ahora el periodo de seis meses de la presidencia rotatoria de la UE. Nunca en la historia de la Unión, alguien ostentando dicho cargo, ha hecho y dicho tantas frivolidades y obscenidades políticas de tamaño calibre. Se ha enemistado con todos y al mismo tiempo, su cuadrilla de fervientes servidores, disfrazados del cargo de ministro, no cesan de poner en boca de los dirigentes y estamentos políticos afirmaciones o sentencias que no son ciertas ni se aproximan a la verdad ni por asomo.

Está hundiendo y quemando las naves de nuestra frágil política y estela diplomática internacional. No consigue resultados tangibles y sus fracasos los presenta como aciertos y alabanzas en y desde el extranjero para que sean recogidos y aumentados como tales por toda una comprada parafernalia mediática que pone y amplifica el eco a todas sus “bondades” cuando, en realidad, son fracasos o estrepitosos ridículos, propios de un imberbe aprendiz de brujo.

España, por mucho que él, sus ministros y los coros de medios que le acompañan digan lo contrario, está en un auténtico periodo y espacio de descomposición porque ya no queda casi nada en pie o que sea respetado; no se respeta la Ley, ni la separación de poderes o la libertad e igualdad entre sus ciudadanos y territorios; desde el propio gobierno se ultraja a la monarquía, la economía se encuentra en la peor situación de su historia por la deuda y el déficit alcanzados, se oculta o disfraza el paro muy a la baja, la educación está por los suelos y ya no se respeta ni siquiera, la lengua de Cervantes que tanta gloria y luces ha dado a nuestra historia.

Pero lo malo de todo esto, no es lo referido, que lo es. Lo asombrosamente increíble, es que, tras tantas promesas incumplidas, mentiras, traiciones y falsedades a nuestra historia, a las personas, las víctimas del terrorismo y tras múltiples e ignominiosos pactos por necesidad personal con lo más granado de los peores enemigos de España, hoy mismo la prensa no contagiada del todo, presenta una encuesta de intención de voto de una empresa demoscópica seria, en la que aparece que el PSOE de Sánchez, el sanchismo, volvería a sacar el mismo número de escaños que en las pasadas elecciones generales.

Los españoles no es que sean engañados fácilmente por un empedernido y pertinaz falso y mentiroso, es que se dejan engañar a sabiendas de ello, se lo perdonan todo y les importa un pimiento lo que les ocurra a España y a los españoles en un futuro inmediato.

Señoras y señores, con su pan se lo coman. Disfruten de las vacaciones navideñas, gasten sin mesura y luego ¡Dios dirá!, aunque mucho me temo, que ese Dios, al que tanto invocan, está cansado de escucharlos y advertirles de lo que se nos viene encima, por lo que un día, no muy lejano, se cabreará.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.