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HARDPOWER: LAS COSAS, EL TRABAJO Y LA POBLACIÓN

Iris Speroni*

Frente a esta apología de la Muerte con la que somos bombardeados, lo verdaderamente disruptivo, revolucionario, contestatario e irreverente es apostar a la Vida.

 

En los últimos años hemos sido bombardeados por la liturgia de un nuevo credo, con epicentro en el WEF/FEM, Davos, y toda una red de difusión que incluye Naciones Unidas, los medios masivos de comunicación, las grandes empresas y las burocracias de las naciones de Occidente.

En vocabulario marxista: la superestructura. Sistema integrado por autoridades (ejecutivo, legislativo, judicial), el conjunto de leyes y normas, las manifestaciones de prensa, de entretenimiento o artísticas, el  discurso en los centros de estudios.

Luego están las cosas (estructura). 

Te prometo tristeza, soledad, pobreza y muerte

El nuevo credo le plantea a la plebe un mundo horrible y desesperanzador. “No tendrás nada y serás feliz”. Plantean un mundo donde uno debe asesinar a sus fetos y a sus padres cuando éstos se vuelven ancianos, no estar en pareja, practicar el onanismo, vivir de prestado —siempre y cuando autoricen usar el dinero—, no ser dueño de un techo, con un trabajo precario, con la amenaza permanente de terminar en la calle o bajo un puente; y por último, comer inmundicias.

Putin señaló en WEF (Foro Económico Mundial) hace unos años, que los presentes controlan Occidente; el 12% de la población mundial. Mientras los sacerdotes de la nueva religión elucubran sus nuevas pócimas, el resto del mundo está en otra (el 88% restante).

Un futuro venturoso posible

La Nación Argentina está mal. Sufre su propio tratado de Versalles, lo que traté en IMPERIO AUSTRAL (*). El correlato es un pueblo sufrido: desocupación, subocupación, trabajo precario, pobres servicios de salud y educación, mala alimentación —por falta de dinero y por falta de calidad en los alimentos—, mal vestidos y calzados, sometidos a la violencia anárquica de los delincuentes comunes, con mal servicio de transporte.

Las dos coaliciones por ahora mayoritarias, TdF y JxC, no tienen plan alguno para el país excepto continuar el sistema actual, vigente desde las últimas décadas y eventualmente emparchar lo que no dé para más, financiado con altos impuestos y endeudamiento. No tienen programa alguno para ninguna de las áreas de gobierno.

La tercera opción que amanece, que tiene a Milei como cara visible, ha expuesto su eventual solución para el problema de la inflación (clausurar la moneda propia). Desconocemos —o yo desconozco— sus propuestas en los rubros restantes: defensa, administración de justicia, seguridad, educación, salud, vivienda, infraestructura de transporte, energía, relaciones exteriores, etc.

Qué es hoy ser revolucionario

Frente a esta apología de la Muerte con la que somos bombardeados, lo verdaderamente disruptivo, revolucionario, contestatario e irreverente es apostar a la Vida. Es apostar a tener un futuro como Nación, como comunidad, como familia y como persona.

Toda propuesta debe tener dos componentes: uno real y físico y otro intangible. Hoy el tema serán algunos objetivos tangibles a proponer a la sociedad [1] (*).

La Revolución – Las Cosas

El país debe subir su población a 100 millones de personas lo antes posible. Para que la gente quiera formar una familia debe contar con: expectativas de un futuro mejor, posibilidades de prosperar. Traduciré esto a cosas concretas.

    • Que una familia con un único ingreso acceda a la vivienda propia. Para ello hacer lo contrario a los últimos años [2]. La propuesta es: a. distribuir población por todo el país —donde la tierra es más barata—, b. que haya oportunidades para que la familia pueda comprar terreno y hacerse su propia casa o comprar una de las decenas de miles abandonadas en todo el país y remozarlas [3]. Nada más revolucionario hoy que una familia posea su propio hogar, con un único ingreso y sin hipotecarse toda la vida.
    • Que toda familia con un único ingreso acceda a su propio vehículo barato, de bajo mantenimiento, de repuestos de precio módico y reparación fácil y económica. En caso de los hogares con más de un vehículo ofrecer que al menos uno de los dos sea analógico
    • Pleno empleo.
    • Buen salario promedio. Objetivo U$D 1.400 mensuales.
    • Estímulo a familias numerosas:
      • Pago estatal por hijo a la totalidad de la población (no únicamente a los más humildes).
      • Pago estatal por nacimiento.
      • Pago adicional por niño por arriba de cuatro hijos.
      • Pago estatal por escolarización.
      • Salario familiar [4] —de alto monto— por cónyuge en los casos en que a) estén legalmente casados y b) uno de los dos cónyuges no trabaje. Para la totalidad de los trabajadores y no como actualmente para los de bajos ingresos.
      • Plus en caso de educar en casa (homeschooling).
      • Créditos hipotecarios para compra/ampliación de vivienda.
      • Créditos hipotecarios para parejas jóvenes.

Inmigración. Con buenos salarios, la inmigración desde países limítrofes continuará. La propuesta a otros grupos no será el dinero (no podríamos igualar los ingresos de Francia o Alemania) pero sí ofrecer libertad: libertad para criar los hijos, practicar el cristianismo, tener vivienda y auto propio [5].

Ocupar el territorio

Art. 75 inc. 19 de la Constitución Nacional: “…Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones…”.

Recuperar el FFCC. Requiere invertir en vías, comunicaciones, material rodante, locomotoras. Poseemos lo más valioso: la propiedad de los terrenos de la traza.

Un plan de riego en las ⅔ de la superficie del país hoy árida. Parte para que sean tierras destinadas a la agricultura y ganadería, otra parte a bosques de madera nobles —para ser explotados económicamente dentro de algunas décadas—, cultivos de secano, árboles de frutas secas. Requerirá población para trabajar las nuevas áreas o brindar servicios a ellos (docentes, personal médico y paramédico, policías, personal de FFCC, comercios, etc.).

En cuanto a la construcción (obra civil) están las obras de riego en sí, más todas las mejoras en los campos (alambradas, molinos, aguadas, silos, graneros, cobertizos), las viviendas en los campos y en los pueblos, más la infraestructura en los pueblos.

Esto permitirá que la población se instale donde los terrenos son más baratos que en los actuales centros urbanos.

Una buena infraestructura de comunicaciones permitirá que personas que trabajan en forma remota se instalen en zonas rurales o semirurales y puedan combinar su trabajo actual con la atención conjuntamente con su cónyuge de pequeñas fincas [6].

En los últimos 15 años se perdieron 100.000 familias productoras agropecuarias. Un objetivo debe ser, primero, recuperarlas, en segundo lugar, ampliar el número original del año 2000. En resumen: darle acceso a 200.000 nuevas familias a la producción agropecuaria. Los modos pueden ser: facilitar la compra de tierras (acrecentar hectáreas para explotaciones existentes, acceso a hijos para que armen su propia explotación, facilitar el acceso a la propiedad a trabajadores y contratistas rurales, nuevos emprendimientos en tierras ganadas al riego).

Movimientos poblacionales fomentados desde el Estado: la primera parte es ofrecer servicios públicos en zonas que hoy carecen de ellos o si existen son de inferior calidad que en los centros urbanos. Asimismo nuevas oportunidades de trabajo que vienen de la explotación de tierras hoy áridas que pasarán a ser rentables. La segunda parte es el traslado de todas las actividades públicas federales que no sean los ministerios [7], como ANSES, PAMI, todos los Institutos, consejos, comisiones [8] [9].

Promover el traslado de matrimonios jubilados (con un premio mensual en la jubilación) a pequeñas localidades del interior de PBA y el resto de las provincias o volver a la provincia natal. Esto liberará viviendas en Capital y GBA para alquiler.

El gran movimiento de empleados públicos, junto al salario familiar (que un cónyuge no trabaje fuera de la casa) llevará a a) baja de demanda de vivienda en la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, b) baja global de empleados públicos (habrá familias que preferirán que uno de sus miembros renuncie y se quede con la familia), c) mayor demanda doméstica en el interior del país.

Incentivar la construcción de viviendas unifamiliares para alquiler.

Ahorro

Se procurará que las familias ahorren y que el ahorro nacional esté en manos de las familias. Complementariamente se incentivará que las familias se capitalicen mediante:

    • la compra de vivienda
    • la compra de parcelas rurales (aunque sea 1 hectárea para el momento de retiro).
    • la compra de su vehículo
    • la instalación de pequeños comercios/talleres/compra de maquinaria.

El ahorro será:

    • fomentar el ahorro familiar en oro, plata y monedas duras.
    • cuentas de ahorro previsional en oro, plata y monedas duras.
    • cuentas de ahorro por indemnización por fin del contrato laboral (despido causado, despido no causado, renuncia, jubilación, muerte, invalidez) en oro, plata o monedas duras.

El Estado acuñará pesos oros y los hará accesibles a la población.

La Argentina no necesita crédito para crecer. Puede basarse en el propio ahorro que posee la población. El Estado debe generar las condiciones para que las familias quieran invertir su ahorro en: instalar/ampliar/mejorar negocios comerciales, instalar industrias/talleres, mejorar sus parcelas rurales, construir viviendas para uso propio o renta. Invertir en transporte. 

Hoy existe un enorme ahorro familiar dormido por desconfianza del pueblo en las autoridades (a mis ojos totalmente justificado). Esto produce enormes pérdidas en el PBI del país [10].

Pleno empleo y buenos salarios

¿Cómo pasar de una economía con trabajo 50% informal y salarios de hambre a una pujante, con pleno empleo y mejores salarios?

El motor de la economía debe ser la exportación. Poner como objetivo 500 mil millones de dólares (cinco veces los volúmenes actuales).

Esto se logrará:

    • Liberar el tipo de cambio. Que los derechos de exportación sean solamente una tasa aduanera de baja alícuota. Eso estimulará el aumento de volúmenes de producción.
    • Ampliar la frontera agrícola (triplicarla) mediante el riego en Gran Chaco (Formosa, Chaco, norte de Santa Fe, este de Salta y Santiago del Estero); Patagonia, Cuyo, Andes norte (La Rioja, Catamarca, oeste de Salta y Jujuy).
    • Transformar las exportaciones agrícola de forraje (tortas y pellets de soja) y combustible (aceite de soja) a alimentos. Carnes de cerdo, vacuna, aviar, caprina, ovina; lácteos (objetivo U$D 4.000 MM anuales en quesos); acuicultura, fruticultura, cultivos de secano, embutidos, productos especializados.
    • Aumentar las exportaciones industriales [11].

Para aumentar las exportaciones hay que liberar el tipo de cambio. Para que no afecte el ingreso de las familias se deben retirar todos los impuestos sobre los alimentos.

Energía

El interior del país hoy sufre de falta de potencia. Eso obliga a iniciar equipos obsoletos que encarecen el valor del KWh.

Lo ideal es que las empresas que sean electricidad-intensivas se ubiquen cerca de las grandes generadoras (Chocón, Yacyretá, Atucha, Salto Grande, Piedra del Águila). En caso contrario, procurar que tengan su propia fuente.

Fomentar la generación de electricidad por biodigestores en todo el país. Buscar la autonomía y no depender obligatoriamente del sistema interconectado nacional. En los casos en que se pueda, incluso que la propia vivienda unifamiliar sea autónoma. Cambiar el paradigma. Mantener la interconectividad de un sistema único para todo el país; pero al mismo tiempo estimular la autonomía y autogeneración.

Dicho esto, debe de haber un único precio del KWh en todo el país. Igual producto, igual precio.

Fomentar el uso de biodiésel en la generación eléctrica y para uso vehicular (camiones, automóviles diésel y locomotoras). Ídem con alconafta.

En cuanto a Vaca Muerta y cualquier otro yacimiento, debe promoverse que las empresas inviertan y ganen plata pero la prioridad debe ser el autoabastecimiento. Más teniendo en cuenta que se planifica un enorme incremento de la producción y los volúmenes de exportación.

El país debe respetar los precios internacionales para determinar los precios domésticos. Para no golpear la capacidad de compra del salario familiar eliminar todo impuesto sobre combustible y sobre servicios hogareños y comerciales de gas y electricidad.

Transporte

No quiero abundar. FFCC, flota fluvial y marítima, fomentar el aumento de la flota de camiones para cuentapropistas, vehículos de carga pequeños para comercios y talleres y cuentapropistas. Rehabilitar astilleros. Invertir en el canal Magdalena y recuperar el Paraná. Aerocargas en el país y para colocar exportaciones. Un país grande necesita un buen sistema de transporte (y barato) para conectarnos.

Costos e Impuestos

El país sólo necesita que el estado deje tranquila a la gente. No necesita subsidios a las empresas, ni subsidios a la energía ni nada.

Las empresas necesitan:

    • que el Estado elimine adelantos impositivos (sin retenciones, sin percepciones, sin otros adelantos).
    • pocos impuestos.
    • bajas alícuotas
    • Cero impuestos a alimentos, combustibles, servicios de gas y electricidad.

Las familias necesitan para elevar su nivel de vida:

    • Buenos servicios públicos (seguridad, salud, educación, transporte, administración de justicia)
    • Alimentos de calidad y sin impuestos. Buen sistema de comercialización de alimentos.
    • Acceso a la vivienda y a la calidad de hábitat (aire y agua pura), vegetación.
    • Salario medio de U$D 1400 y 100% legal.
    • Posibilidad de trabajo independiente (oficios, capital para talleres/comercios, profesión).
    • Eliminar todo impuesto al trabajo, ya sea en relación de dependencia o independiente.
    • Eliminar ganancias cuarta categoría.
Aumento de la producción

La locomotora de la nueva economía serán las exportaciones.

El segundo motor será la obra civil. La ocupación de territorio, la construcción de millones de viviendas, la inversión en infraestructura de transporte, energía y comunicaciones, las nuevas ciudades. Mejorar toda la inversión en instalaciones educativas y centros de salud.

Por último, el país debe volver a invertir en defensa.

La producción aumenta por dos razones: un incremento de demanda y un aumento de oferta que la acompañe.

La demanda de bienes y servicios de un país se produce por: exportaciones, inversión, gasto doméstico (cuando yo compro una remera) o gasto público (cuando el ministerio compra un paquete de fideos). De estos cuatro motores de la economía elegimos dos: exportaciones e inversiones.

Otro tema diferente es la oferta. Este modelo propone que a) la inversión sea privada, b) la financiación sea de la propia familia, autofinanciación; usar los propios ahorros. Nada de subsidios del Estado, nada de crédito blando, nada de darle lugar a los De Mendigurens de la vida.

El aumento de oferta requiere mayor capital: un nuevo comercio o un aumento de stock en comercio existente, una nueva máquina, una nueva instalación (consultorio odontológico para servicios de odontología), personal apto, dinero para capital de trabajo (comprar insumos).

Los argentinos tenemos miles de millones de ahorro inactivos a resguardo de la rapiña estatal. Mover ese dinero e invertirlo requerirá: a) expectativa de tiempos mejores, b) estabilidad política y monetaria, c) baja/modificación de impuestos, d) libertad de trabajo (eliminar trabas regulatorias).

Habrá personal para algunas tareas y para otras no. El aumento de demanda de trabajo implicará: aumento del salario promedio, capacitación de las personas, estimular la inmigración de gente capacitada. Sobre educación se hablará otro día.

Por hoy, terminamos. El próximo es sobre softpower: seguridad, salud, RREE, educación/formación/instrucción pública, administración de justicia, impuestos, arte, prensa.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] El equipo de Donald Trump elaboró una lista de objetivos tangibles para elevar a consideración de los votantes en 2024. Por Edward Ring, DEFINIR LAS PRIORIDADES DE UNA NACIÓN.

[2] En los últimos años la única propuesta de los gobiernos fue construir casas con las siguientes consecuencias: a) el ritmo de construcción fiscal es inferior al de las necesidades de la población, b) da lugar a arbitrariedades por ser los políticos quienes asignan un bien escaso, c) como toda obra pública da lugar a sobreprecios, d) los funcionarios apuestan a la macrocefalia, esto es hacen infraestructura (cloacas, tendido eléctrico) y viviendas en capital y gran Buenos Aires en lugar de ofrecer mejores condiciones en el interior de PBA y en el interior del país.

En menor medida y esporádicamente, existe oferta de créditos hipotecarios sin criterio geográfico. El efecto fue sobrevalorar las propiedades en ciertos barrios de Buenos Aires y otras ciudades grandes y la proliferación de edificios de ocho pisos y departamentos pequeños en ciudades como La Plata, Río Cuarto y casi todas las capitales del interior. Destruyeron el patrimonio arquitectónico de esas ciudades, en su mayoría con construcciones de una planta clásicas, de la belle époque o art nouveau. Confinaron a decenas de miles de familias a vivir en un departamentito, sin posibilidad de expansión.

[3] Esto requiere:

  1. a) habilitación de nuevos materiales y nuevas técnicas de construcción (madera, bambú, adobe, estructuras metálicas, bloques, laminados varios, fibra de carbono, distintas opciones de aberturas/techos/pisos, otros); 
  2. b) baja de los costos impositivos de los materiales de construcción;
  3. c) impedir que fabricantes cartelizados o monopólicos establezcan precios por encima de los internacionales;
  4. d) generar infraestructura para el desarrollo de nuevos barrios en todo el país: conectividad (fibra óptica y satélite), electricidad, agua corriente y cloacas sólo si es necesario – no soy una cloacalista fanática tipo Banco Mundial -, caminos y FFCC; infraestructuras sociales: escuela, hospital, comisaría, club.
  5. e) Procurar en lo posible que las casas sean autosustentables: aislamiento frío calor, techos altos, ventanas con persianas, aislamiento en paredes/pisos/techos, paneles solares y/o generador eólico individual. Cocina económica alternativa a la de gas o eléctrica.
  6. f) Procurar que todas las viviendas sean: unifamiliares, con jardín al frente y en el fondo lugar para parrilla, horno de barro, huerto, gallinero, lugar para que la superficie cubierta aumente con la familia (para más dormitorios).
  7. g) asegurar que los vecinos no les roben los materiales al que está construyendo una casa. Esto hoy es un verdadero problema.

[4] El objetivo es estimular que uno de los cónyuges se dedique a tiempo completo al hogar de ser su voluntad.

[5] Cuando a los europeos les prohíban los autos y salir de un radio de 2 km de sus casas, varios serán los que quieran dejar sociedades sofocantes y venir a un lugar en el que se sientan cómodos. Con una economía pujante, podemos ser un centro de atracción para los cristianos que pasarán a ser perseguidos en Occidente. Para eso hay que arreglar la seguridad (la paz interior) y la administración de justicia. El resto, la gente se las arregla.

[6] Actualmente el problema no es sólo la concentración en Capital y GBA sino en cada capital de provincia (en algunos casos el 50% de la población).

[7] Los ministerios deben permanecer en la Capital Federal (la que ésta sea) por orden constitucional.

[8] Se debe tomar el recaudo de que no se instalen en ciudades hoy grandes. Ningún sentido tiene despoblar la capital federal (Buenos Aires) para repetir el error de macrocefalia en Rosario o Córdoba. Se deben ubicar en ciudades pequeñas de provincia y diseminados en distintas provincias.

[9] También trasladar los departamentos informáticos de los grandes bloques burocráticos separados del principal. Ejemplo: si traslado la ANSES a Rawson, mando informática a La Rioja. Exigir que el backup de los bancos privados esté al menos a 1.500 km de la capital, en pequeñas localidades.

[10] Ejemplos de pérdida de producción por falta de capital. En Mendoza todos los años se pierden toneladas y toneladas de fruta por el granizo. Se solucionaría con mallas antigranizo. Los productores o no tienen capital para esa inversión o no ven el retorno de la misma con los actuales precios (1. si exportan el BCRA se queda con la mitad, 2. las bodegas amenazan con importar uva chilena comprada con dólar a mitad de precio). En la última gran helada en la Patagonia se perdieron millones de cabezas ovinas. ¿Por la helada? No, porque no tienen cobertizos para los animales. Y no lo tienen por la baja inversión de las explotaciones que trabajan apenas por arriba del punto de equilibrio. Podría decir lo mismo con los limones o las cerezas. Existen infinidades de explotaciones que podrían multiplicarse con mayor inversión de capital. Para eso hay que generar las condiciones.

[11] Actualmente Argentina exporta el 90% de su producción de aluminio. ¿Por qué no exporta aberturas de aluminio? a) por tipo de cambio retrasado, b) por los impuestos que inhiben el procesamiento industrial de los lingotes de aluminio. Se puede trasladar este ejemplo a cientos de productos. Argentina podría ser líder en calzado, marroquinería, talabartería, muebles de cuero, interiores de vehículos (la lista es infinita). Podemos ir rubro a rubro y encontrar numerosas posibilidades.

Lecturas relacionadas

Imperio Austral

http://restaurarg.blogspot.com/2023/04/imperio-austral.html

Definir las prioridades de una nación

https://restaurarg.blogspot.com/2023/04/definir-las-prioridades-de-una-nacion.html

 

Artículo publicado el 08/04/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/04/hardpower-las-cosas-el-trabajo-y-la.html

ARGENTINA SIN FRENOS

Editorial de Folha de São Paulo del día 04/04/2023

El deterioro en el país vecino muestra al Brasil la importancia de seguir reglas fiscales y monetarias.

 

En las primeras décadas del siglo pasado, la Argentina figuraba entre los países más ricos y promisorios del mundo, exhibiendo una renta per cápita superior a las de Francia, Alemania e Italia. Para los emigrantes europeos de la época, era decisión difícil optar entre la nación de América del Sur y los Estados Unidos.

Hasta los años 1940, los argentinos aún mantenían al país relativamente rico y formado por familias de clase media. Con suelo fértil, las exportaciones de granos y carnes empujaban la economía, que pasaba por el proceso de industrialización.

La segunda mitad del siglo 20, sin embargo, marca el inicio de una larga decadencia, punteada por crisis agudas que mantuvieron la renta per cápita del país estancada en los últimos 40 años.

Esa decadencia culmina ahora en la formación de una nueva tormenta, en año de elección presidencial. El alza de los precios, superior al 100% en 12 meses, amenaza desmoronarse hacia un escenario de hiperinflación y agravamiento de las condiciones sociales.

Datos oficiales colocan al 43,1% de los argentinos (19,8 millones) debajo de la línea de pobreza. En el mercado del trabajo, 70% de las nuevas vacantes son informales y más del 40% de las formales pagan salarios insuficientes para la compra de una canasta básica completa.

En la base de la crisis argentina está el hecho de, en más de un siglo, el país tener encerrado apenas diez años con las cuentas públicas en azul. Y, con la recurrencia de gobiernos populistas, haber cerrado su economía y multiplicado beneficios a la población y a las empresas sin la debida responsabilidad fiscal.

Actualmente, subsidios estatales en energía y transportes consumen casi el doble de los gastos en salud; el empleo estatal creció de 2,7 millones a 3,4 millones en diez años; y 55% de las jubilaciones fueron otorgadas sin aportes de los beneficiados.

Para financiar gastos, la Argentina pasó simplemente a emitir pesos en cantidades billonarias, al mismo tiempo en que sofoca al sector productivo con más impuestos, sobre todo al agronegocio generado de dólares, moneda absolutamente escasa en el país.

Sin solución en el horizonte, el drama argentino explicita como la falta de reglas para el funcionamiento de la economía puede desorganizar un país que ya fue rico y próspero —y tornar extremadamente difícil la vuelta a la normalidad—.

Para Brasil, el vecino sirve de ejemplo práctico sobre como metas para la inflación, un Banco Central autónomo, la Ley de Responsabilidad Fiscal, reformas como la de las Previsionales y, ahora, la búsqueda por un nuevo marco fiscal fueran y son fundamentales para evitar que gobiernos de turno arruinen progresivamente, y sin frenos, las condiciones de vida de una sociedad.

 

Traducido por el Equipo de la SAEEG.

APRIETAN Y AHORCAN

Iris Speroni*

Los que se llevan todo son quienes empujan a la Argentina una y otra vez al borde del precipicio.

Artículo publicado el 25/03/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/03/aprietan-y-ahorcan.html.

 

Esta semana fuimos testigos de un (nuevo) sablazo a los fondos previsionales por parte del gobierno. Como si el dinero le perteneciera y no fueran cuentas separadas.

Semejante barrabasada a dos meses de la finalización del año 2022 donde Argentina tuvo el mayor volumen de exportaciones de toda su historia, por más de 88 mil millones de dólares (2022: EL AÑO QUE NO ESTUVIMOS EN PELIGRO).

No sólo eso.

Este régimen, mediante la agencia paraestatal de recaudaciones denominada BCRA, se apropió del 50% de dicha cifra mediante el desdoblamiento del tipo de cambio.

Aun así, terminó el año y en lugar de tener 88 mil millones de dólares en el BCRA (o en su defecto 44 mil millones) como reserva, tienen cero —«fortalecimiento de reservas»—.

Como si esto fuera poco, durante el año 2022 el estado nacional, mediante la agencia oficial de recaudaciones impositivas, la AFIP [1], recolectó la cifra de tributos más grande de la historia argentina por 21.540.626 millones de pesos o lo que es lo mismo por 21,5 billones (continentales) de pesos.

Esta última semana de marzo 2023 va a ser de suma zozobra para todos nosotros. Las próximas, probablemente, también.

Argentina, una vez más, está al borde de otra hiperinflación y un nuevo default. Observamos que los países limítrofes, integrantes como nosotros del Mercosur, prosperan. Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil han aprovechado la oportunidad que nos dio – a todos nosotros – la economía internacional. PBUB viven en conjunto los siguientes fenómenos: crecimiento de su PBI, reinversiones de sus ganancias, mejora del salario real de la economía, desarrollo, aumento de las reservas, reducción de la deuda pública, ausencia de inflación [2]. ¿Por qué en Argentina no es igual?

¿Cómo se explica que estemos tan mal cuando la gente, a pesar de todas las barreras que pone el gobierno, trabaja, estudia y trata de vivir un poquito mejor?

Quienes nos gobiernan

Los desequilibrios que nos infligen nuestros gobernantes en forma periódica son adrede. No son “cosas que pasan”.

Quienes gobiernan:

    • provocan inflación,
    • contraen deuda pública,
    • deciden gastar por encima de la recaudación tributaria,
    • abandonan el mantenimiento de las obras existentes,
    • se desprenden de activos inmobiliarios públicos,
    • sobregravan impositivamente al sector más productivo de la economía; con ese acto frenan a todo el país,
    • desestimulan las exportaciones,
    • sobreestimulan las importaciones,
    • propician la mudanza de industrias a Brasil,
    • sobrepagan a los proveedores públicos,
    • no controlan las concesiones públicas,
    • fomentan la economía informal y la desocupación.

Son las consecuencias de actos conscientes de gobierno.

La corrupción como excusa

Corrupción: Por sobornos de contratistas del Estado o de concesionarios públicos o por vender bienes públicos a precio vil.

Esa explicación no convence.

Nada hace pensar que lo mismo (en diferentes grados) no ocurra en Brasil o Paraguay o Bolivia o Uruguay. De hecho conocemos numerosos escándalos entre funcionarios públicos y empresarios en Brasil o Paraguay. Aun así, ambos países progresan, aumentan las reservas de sus bancos centrales, repagan su deuda pública y no tienen inflación.

Reinversión de ganancias

EQUILIBRIO INESTABLE: «Este sistema actual de exacción de la riqueza de unos argentinos por una coalición podría durar indefinidamente, si la ganadores tuvieran mesura».

Un país produce tanto como sus factores de producción le permiten. Teorizó sobre este punto Juan Bautista Alberdi. Son tres: tierra, capital y trabajo.

Todos los años, los factores se reducen: la tierra pierde nutrientes, las máquinas sufren desgaste, los trabajadores no calificados, los artesanos y los profesionales se jubilan.

Por lo tanto todos los años la sociedad debe reponer esos factores para mantener el producto. Si se reinvierte menos que el desgaste, un país pierde factores [3].

Si se reinvierte lo mismo que el desgaste ocurrido, se mantiene el nivel de producción. Pero si aumenta la población, entonces lo que le toca a cada uno es un poco menos.

Para mantener la producción promedio por habitante, hay que invertir para que los factores (tierra, capital, trabajo) aumenten al mismo ritmo que el crecimiento de la población.

Si un agente externo (ej. el Estado o los ladrones a mano armada) se queda con toda o parte de la rentabilidad, entonces comercios, industrias, familias no pueden reinvertir en lo que cada uno hace. Si el estado, el dinero que saca a las familias, no lo reinvierte en mantener bienes públicos (ej. FFCC, hospitales), éstos se pierden paulatinamente.

Baja la producción, somos todos más pobres.

Si el Estado le da todo ese dinero que le saca a la población a unos pocos (funcionarios venales, contratistas del Estado, proveedores del Estado, concesionarios, capitalistas de amigos) y estos lo convierten en moneda dura y lo sacan del país o lo gastan en banalidades (ej. el ministerio de la mujer, filmar películas que nadie ve, Télam, intereses), entonces el país consistentemente pierde capital, cada vez produce menos, es cada vez más pobre.

Es un tobogán de reducción permanente.

Finalmente, quienes se apropian de la riqueza, llega un punto en el que no tienen nada más que quitarle a la población. En ese caso lo que hacen es endeudar el país, para tener un tesoro para llevárselo. Toman el dinero prestado, se lo llevan a sus cuentas personales y nos dejan la cuenta a pagar.

¿Por qué sucede esto último? Porque el monto del robo anual es mayor que la rentabilidad anual de la economía, por lo que comprometen – también – la rentabilidad futura.

El tamaño del expolio es lo que explica que el Estado se haya quedado con 44 mil millones de dólares de las exportaciones y con 1,6 billones de pesos de derechos de exportación durante 2022 y llegado mediados de marzo de 2023 no tenga dinero para hacer frente a los compromisos: porque se llevaron más que las cifras consignadas.

Los perdedores de este juego somos los de siempre: los trabajadores, los que hacen changas en negro, los jubilados, las clases medias que tratan de sobrevivir, los que tienen un taller o un comercio, las pymes, algunas empresas grandes, todos los que producen para exportar (industria, servicios, agropecuario). Toda esta gente muerde fuerte y prosigue: trabaja, estudia, sobrevive.

Somos quienes damos estabilidad a la Argentina: por el simple hecho de estar ahí. Conducir una ambulancia, sembrar maíz, recoger huevos, reparar un automóvil, expender nafta, reponer mercadería, jugar un deporte, ir a la cancha, mantener el pasto de dicha cancha, llevar a los hijos a entrenar o a la escuela o al conservatorio de música, dar clases, alimentar a los animales. Todos los que contribuyen a que haya módico orden y normalidad.

Luego están los que administran la Argentina y los amigos del poder. Los que se llevan todo. Son quienes empujan a la Argentina una y otra vez al borde del precipicio —en forma absolutamente innecesaria—. Todos ellos, los únicos beneficiarios del sistema, con su codicia desbocada, provocan una y otra vez el caos.

Porque, como dije en diciembre de 2019: «Hoy la República Argentina es inestable no por los que pierden, sino, paradójicamente, por quienes ganan».

Hay que echarlos.

Porque necesitamos orden, paz, unión, estabilidad para crecer, prosperar, capacitarnos, invertir, crear, cuidar a nuestras familias. 

Mientras que aquellos, quienes provocan el caos permanente, estén al frente de la Nación, nada bueno lograremos.

Hay que echarlos.

 

Notas

[1] El BCRA es la agencia paraoficial de recaudación de impuestos federales; la AFIP es la agencia oficial de recaudación de impuestos federales.

[2] Más allá de los actuales problemas de Bolivia de las últimas dos semanas.

[3] Las formas de perder factores son infinitas: a. repongo odontólogos pero la formación es inferior, b. no hay suficientes peritos mercantiles nuevos para cubrir los puestos administrativos, c. hay disturbios en zonas turísticas que interrumpen rutas, destruyen posadas, etc., d. no se mantienen las vías férreas, e. no se compran nuevos vagones de subte, f. no se repone la fibra óptica/cables de luz/cañerías de gas que se rompen, g. no se hace el mantenimiento de las generadoras de electricidad por lo cual hay que aumentar los márgenes de seguridad (reducir la producción máxima), h. roban una vez por semana en la panadería del barrio, i. asesinan trabajadores en las paradas de colectivo.

 

Referencias

AFIP. Recaudación 2022

https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/serie-anual/ 

 

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