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LA FECHA DE LA NAVIDAD

Julio Ferrari Freyre*

Hemos pasado el tiempo litúrgico de Adviento, es decir en las postrimerías del año calendario gregoriano, momento en que los cristianos celebramos la Asunción de la Virgen María, la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, fiesta de la Sagrada Familia, de María Madre de Dios y el Año Nuevo, más el Día de los Reyes Magos. Y para otros será, el Janucá de los judíos el 25 de diciembre (25 de Klisev), o el año nuevo Lunar, el 29 de enero de 2025, también llamado Seollal, Tsagaan Sar, Losar, Tết, Año Nuevo Chino o (según el Partido Comunista Chino) Festival de Primavera[1]. Toda una colección de feriados y festividades para alegrar el cierre de un ejercicio y el comienzo de uno nuevo: lamentar lo que no pudimos hacer y alegrarnos porque tenemos un año para concretar múltiples proyectos, pero primero las vacaciones veraniegas que tanto nos gusta a nosotros y a nuestras familias.

En estos días se puede escuchar de mucha gente, cultos y no tanto, cristianos serios y no tanto, ateos o agnósticos, que la fecha de la Natividad de Nuestro Señor fue erigida por los primeros seguidores de Cristo para «tapar» una festividad pagana romana; pero nadie se pregunta de qué festividad pagana se trata. ¿Tenía que ver con la religión greco-romana de la época? ¿Se celebraba algún hito en la historia de la República o del Imperio? ¿Se conmemoraba alguna fecha especial del complicado calendario romano o el «inventado» por Julio César y usado en el Imperio?

Por ser fin de año dejé de lado la imponente Espasa Calpe que decora mi biblioteca y fui al deficiente y tendencioso pero útil y práctico Wikipedia para sacarme la duda. Allí leí que: «la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a celebraciones mediterráneas relacionadas con el solsticio de invierno, principalmente el Sol invictus y la Saturnalia que habrían sido adaptados por los cristianos en el siglo III» y que «El papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha y finalmente el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354»[2].

Según esta versión, la fecha de Navidad se debió a una operación de contra inteligencia para atacar las festividades de los malvados paganos que pululaban por el Imperio Romano.

Sin embargo, mi curiosidad no estaba satisfecha y seguí investigando el tema con interesantes hallazgos para esclarecer mis propias dudas surgidas, tal vez, por una deficiente educación religiosa o por el bombardeo de propaganda laicista del momento que nos toca vivir.

Así encontré que tenemos dos festividades romanas a fines de diciembre, a falta de una, a ser censurada por ser pagana. Entre el 17 y 23 de diciembre el pueblo romano celebraba Saturnalia. Con la ayuda de Wikipedia descubrí que este festejo comenzó en el año 217 a.C. dedicado a Saturno, dios de la agricultura, y que simbolizaba el fin del trabajo en el campo, o sea la cosecha. Incluía un banquete público «intercambio de regalos, continuo festejo, y un ambiente de carnaval en el que se producía una relajación de las normas sociales»[3].

La otra festividad romana a ser censurada era día del “Sol Invicto”, Dies Natalis Solis Invicti en latín, que se empezó a agendar en 274 y fue un invento del Emperador Aureliano para fortalecer y en cierta medida extender los festejos de la Saturnalia. El Sol Invictus se celebraba el 25 de diciembre según algunas fuentes como Wikipedia, o el 27 de diciembre según otras[4]. Ahora bien, en el año 221 Sexto Julio Africano, un muy respetado historiador, fija la fecha del nacimiento de Nuestro Señor el 25 de diciembre en su monumental Chronographiai, medio siglo antes de la invención del Sol Invictus [5].

Esto lleva a pensar más bien que la celebración del Sol Invictus se haya inventado por la creciente influencia del festejo del nacimiento de Cristo y por lo tanto esta fecha pagana carece de influencia directa en el día que celebramos la Navidad.

Más aún, antes de esas fechas Telésforo, segundo Obispo de Roma entre 125 y 136, había declarado a los feligreses que la Natividad de Nuestro Señor debería festejarse a fines de diciembre[6].

En la correspondencia de San Cirilo de Jerusalén (348-386) y el Papa San Julio I (337-352), aquel le pide al Sumo Pontífice que le asigne al Nacimiento de Jesús su verdadera fecha «tomándola de los documentos del censo traídos por Tito a Roma». En 350 el Papa Julio I fijó que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre y cuatro años después; el Papa Liberio decreta ese día como el nacimiento de Jesús[7].

Algunas versiones sostienen que Jesús no podría haber nacido en diciembre porque los pastores y sus ovejas no pueden estar a la intemperie con las bajas temperaturas de fines de otoño y principios de invierno. Sin embargo, los pastores israelitas de nuestros días no tienen problema en cuidar sus rebaños en pleno invierno bajo el cristalino cielo de Medio Oriente.

De cualquier manera, ¿tiene alguna importancia que la fecha de nacimiento de Jesús, y que nosotros como cristianos celebramos, sea coincidente con una celebración pagana? Pareciera que no.

Considerando que muchas sociedades dan poca relevancia al día del nacimiento de una persona, no sería de extrañar que los Evangelistas ni siquiera hayan pensado en poner fechas exactas en el Nuevo Testamento. En realidad, hay muy pocas referencias a fechas puntuales en la Biblia. Porque finalmente, ¿qué es más importante: que nuestro país sea independiente o la fecha en que se logró esa condición?

 

*Julio Ferrari Freyre estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Sophia (Tokio, Japón), Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador y Economía en la Universidad de Deusto (Bilbao, España). Egresó del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (1984), siendo Cónsul en Bilbao (1989-94), integrante en la Embajada Argentina en la República Popular de China (1997-2003) y Cónsul General en Cantón (2011-2016). En Cancillería fue Director de Documentación de Viaje en la Dirección General de Asuntos Consulares y Representante Especial para Asuntos de Terrorismo. Se retiró del Servicio Exterior como Ministro Plenipotenciario de Primera Clase en 2018.

 

Bibliografía

Ferrari Freyre, Julio C. «Año Nuevo Chino». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 06/02/2024, https://saeeg.org/index.php/2024/02/06/ano-nuevo-chino/.

Prada, Juan Manuel de. «Feliz Solsticio de invierno». Asociación Almedrón, 28/12/2024, https://www.almendron.com/tribuna/feliz-solsticio-de-invierno/

Smith, Jeb: «Celebrating Christmas: A Response to Evangelicals». The Postil Magazine, 18/12/2024, https://www.thepostil.com/celebrating-christmas-a-response-to-evangelicals/.

Enciclopedia Católica:, https://es.catholic.com/encyclopedia.

Wikipedia, https://es.wikipedia.org/.

 

Referencias

[1] Ferrari Freyre, Año Nuevo Chino.

[2] Wikipedia: Navidad, https://es.wikipedia.org/wiki/Navidad.

[3] Wikipedia, Saturnales,  https://es.wikipedia.org/wiki/Saturnales.

[4] Wikipedia, Sol Invictus, https://es.wikipedia.org/wiki/Sol_Invictus.

[5] Wikipedia, Sexto Julio Africano, https://es.wikipedia.org/wiki/Sexto_Julio_African.o

[6] Smith, Celebrating Christmas.

[7] Enciclopedia Católica, Navidad, https://ec.aciprensa.com/wiki/Navidad.

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TODOS SOMOS VIAJEROS

Francisco Carranza Romero*

Imagen: iamangela9 en Pixabay

Nuestra vida, desde que nacemos, es un viaje. Todos hacemos nuestro propio camino. Sin embargo, somos también la continuación del viaje que nuestros antepasados iniciaron hace milenios y siglos. Hay dos tipos de viajeros y viajes:

Viajeros y viajes con metas definidas

Caminan silenciosos día a día superando las dificultades y dando significado a sus vidas. Estos viajeros, aun recorriendo largos caminos, se consideran aprendices porque reflexionan sobre su trayectoria y sus metas inmediatas y mediatas.

Quienes se preocupan por conocer el mundo externo viajan y reflexionan sobre lo que captan sus sentidos. Si, además, quieren conocer su mundo interno para conocerse a sí mismos, hacen el viaje de inmersión en la búsqueda de la verdad. Hay alegorías referentes al viaje hacia el interior de uno mismo, hacia nuestra mismidad, hacia nuestras raíces: Gilgamesh penetra en el mundo de los muertos buscando a su amigo Enkidu. El túnel de Platón. El viaje de Dante por el purgatorio e infierno. El viaje de san Patricio por el purgatorio.

En el mundo andino hay relatos del paso de la frontera invisible que separa esta dimensión con la otra dimensión que también es conocida como el mundo encantado. Como los relatos son invenciones humanas, los seres de la otra dimensión están antopomorfizados:

Ayra. Mujer que mora en la laguna y catarata. Es la Yaku Mama (Madre Agua).

Waraqllay. Duende que se manifiesta en las primeras horas matinales. También es conocido como Ichik Ullqu (El pequeño Varón).

Piñiñiku. Joven del submundo que ayuda y dialoga con los pastores solitarios.

Estos seres pasan la frontera para comunicarse con algunos seres humanos a quienes los invitan a visitar sus moradas luminosas, aunque estén en los interiores de este mundo. No son seres agresivos ni hacen maldades. Ellos ayudan a quien busca la explicación de su existencia.

Si el brillo del mundo exterior es bello. El brillo del mundo interior es también bello y grandioso. La apreciación de la belleza integral nos lleva a la verdad. Los buenos pensamientos y obras son valores que alumbran la vida. Por la apreciación y conocimiento de la belleza exterior e interior nos acercarnos a la verdad.

Si al ser humano lo comparamos con un árbol, podemos decir: Aunque los malvados y ladrones le arrebaten sus frutos, arranquen sus hojas, corten sus ramas y talen su tronco y hagan leña; el árbol seguirá vivo si la acción bárbara no llega hasta sus raíces. Por eso, cuando el viajero llega hasta sus raíces puede hacer brotar y revivir al árbol, aunque haya estado semioculto desde hace milenios o 500 años. Entonces sí el viajero podrá decir con alegría y orgullo sanos: Nunc nosco me impsum (Ahora me conozco a mí mismo). Así el principio «Nosce te ipsum» sigue sonando como el mejor consejo y reto para cada ser humano viajero en esta vida.

Viajeros y viajes sin metas definidas

Ambulan sin preocupación de las metas porque sus objetivos son el logro de algo de la forma más fácil e inmediata sin importarles el cómo. Son los que, aunque avancen poco, desean llamar la atención como sea y con lo que sea.

Los que hacen el viaje sólo por el mundo exterior lo conocen según la captación de sus sentidos. Pero, no contentos de sus experiencias sensoriales, captan imágenes y sonidos con las máquinas. Y en estos días digitales usan las redes sociales para enviar sus fotos jactándose de sus andanzas. Así, demuestran sus conocimientos superficiales del mundo y caen en la vanidad y en el exhibicionismo.

Los vanidosos y exhibicionistas sienten alegría sólo ante el brillo exterior sin importarles el origen y el efecto del brillo. Se desesperan por mostrar sus joyas brillantes y costosas que pueden ser resultados de compra, regalo, préstamo, alquiler, trueque y hasta de robo. Confunden el precio con valor; precio con aprecio. Ellos no sienten la emoción ante la lenta aparición de los primeros rayos solares; ni ante el paisaje crepuscular. Quizás no conozcan ni comprendan las expresiones «rubicundo Apolo», «rosicler de la aurora».

Intiqa llapan patsata atskin, quñutsin: El sol alumbra y abriga a todo el mundo. Un principio universal, aquí en quechua y en castellano. Es el pensamiento y actitud en donde el astro es considerado un padre común o un bien común. Sin embargo, si los pragmáticos comerciantes hubieran podido apoderarse de los rayos solares, ya lo habrían mercantilizado sin ninguna consideración ética.

Los vanidosos también confunden la cantidad y tamaño con la cualidad. Ellos ignoran que no toda casa grande y costosa es un ambiente donde sus residentes viven con gran amor y con gran apertura mental y afectiva. Sin embargo, una humilde choza puede ser de amplitud infinita y de elegancia sin límites, y donde sus moradores podrían estar viviendo con amor, aunque compartiendo la estrechez e incomodidad. Y si allí llegara, repentinamente, un viajero cansado y hambriento, le podrían ofrecer su pequeño espacio y su escasa comida. Asimismo, no toda urbe grande es el escenario de la práctica del amor y justicia.

Los exhibicionistas prefieren el ruido porque no saben apreciar el sonido melódico y mesurado; por eso, prefieren vehículos (motocicletas o automóviles) que producen el máximo ruido posible. Para escuchar la música ponen el equipo a volumen alto aun estando dentro del automóvil o dentro de la habitación porque su objetivo es llamar la atención. Esta conducta es la demostración de su vacuidad mental y espiritual.

Y, como la vida es viaje, tiene principio y fin. El canto fúnebre quechua, que se entona ante el cadáver o ante la tumba, expresa la fugacidad existencial. Aquí está una estrofa:

Kayllam naani, musyallaashun;

kawaq naani, ushakaq naani.

(Una sola vía, aceptemos: / vía de vida, vía que acaba).

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

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LOS «VALORES» DE WOKOCCIDENTE

Enric Ravello Barber*

La repetición de ciertos tópicos sin un contenido claro se ha convertido en la defectuosa carga dialéctica contra la «islamización de Europa». Vemos que frecuentemente se repite el mantra de «la defensa de los valores de Occidente» pero nunca hemos visto definir ni delimitar a qué valores occidentales se refieren los que abogan insistentemente por su defensa. Nos tememos que esa indefinición no es por falta de voluntad sino por carencia argumental.

Faye ―y en general la llamada ND francesa― definió a Occidente como «el hijo pródigo y bastardo de Europa, hoy dominado por el modelo americano, que tiene como objetivo universalizar el primado absoluto de la sociedad de consumo y del individualismo». Compartimos en gran medida esta definición, aunque no «culpando» ―como solía hacer la ND― de todo mal a los Estados Unidos pues ese mismo Occidente se desarrolló igualmente en todos los países de Europa occidental, empezando por Reino Unido, Francia y los Países Bajos.

Ese Occidente bastardo tiene una raíz ideológica liberal individualista que, en los últimos años, dentro de una lógica evolución atendiendo a sus parámetros fundadores, ha gestado la ideología woke: anti-blanca, LGTBI, enemiga de toda identidad y colectividad de origen europeo, inmigracionista, integracionista… Esos son hoy los valores de las democracias occidentales y de sus clases dirigentes políticas y mediáticas. Occidente es hoy Wokoccidente.

De ahí que los que dicen defender Occidente contra la islamización lo hagan ―en cierta lógica― afirmándose en los valores propios de éste, es decir, en la ideología wokoccidental. Por eso estamos llegando a ver que, supuestos nacionalistas, se oponen a la «islamización» porque ataca a los derechos LGTBI y repugnancias como el «desfile del orgullo».

Siguiendo esta lógica, la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París, una de las capitales del bastardo Occidente, fue una exhibición de esos valores wokoccidenteles: ofensas a la tradición religiosa, pansexualismo denigrante, exhibición LGTBI; recordemos que la ceremonia fue ideada por un judío-progre y la degenerada que denigró a la figura de Cristo, también lo era. ¡Cómo no, ellos son los zelotes intocables de la cumbre ideológica de Wokoccidente!

Quizás por todo esto ni Marine Le Pen ni Bardella se hayan atrevido a decir una palabra (Marion Merechal sí lo ha hecho y en la mejor línea) contra esa aberrante ceremonia de apertura ¿no se atreven a criticar a los valores de Wokoccidente? Es necesario señalar que el único gobierno que ha protestado oficialmente contra la ofensa a Jesucristo, llamando al embajador francés ha consultas ha sido el gobierno de Irán.

Es necesaria una profunda reflexión de los partidos y militantes nacionalista e identitarios de toda Europa: no defendemos Wokocciente.

Defendemos la recuperación de nuestra mejor tradición y de los valores permanentes que han estado presentes en la historia de la civilización europea. Ese rearme moral e ideológico necesario es la primera premisa para enfrentarnos al proceso de disolución que encarna hoy el mundialismo woke-liberal internacionalista. Si no, seguiremos siendo meras comparsas de Wokoccidente y su proyecto de alienación globalista.

 

* Presidente de la Asociación de Amistad Euro Sudamericana (AAESA), https://aaesa.org/.

Artículo publicado por la Asociación De Amistad Euro-Sudamericana (AAESA), https://aaesa.org/los-valores-de-wokoccidente/.