DE GATOS, FÚTBOL, ROTONDAS Y ANILLOS

Agustín Saavedra Weise*

Santa Cruz de la Sierra, Bolivia

A) Ante la tenebrosa posibilidad de una expansión epidémica del fatal Arenavirus, debe actuarse con certeza y rapidez. El gato es la salvación, es el mejor control de plagas que tiene la humanidad como regalo de Dios. En 1971 se mandaron gatos a Beni y en ese entonces rápidamente controlaron la fiebre hemorrágica dedicándose a lo que mejor saben: cazar ratones.

En 1986 en otra región ocurrió algo similar y el remedio gatuno también funcionó como reloj suizo. Y esto nos lleva a una reflexión: la necesidad imperiosa de equilibrar ecosistemas. La caza de gatos monteses y la expansión de cultivos de coca pueden estar provocando el incremento de roedores en la zona afectada, que al no tener frente a sí al gato (su enemigo natural) se han multiplicado rápidamente.

El pronto envío de felinos se impone. Algunos pobres mininos morirán, pero otros se adaptarán y generarán un nuevo equilibrio zoo-ecológico que acabará con cualquier vestigio de peste. En paralelo, las autoridades de salud deben hacer lo suyo y hacerlo bien, sin tanto bláblá y yendo a lo concreto.

B) Según los informes financieros auditados de la Federación de Fútbol de los Estados Unidos, desde 2018 los juegos de mujeres en ese país han generado más ingresos totales que los juegos de hombres. Empero, la disparidad de sueldos sigue siendo muy grande. Luego de culminar la reciente Copa Mundial de Francia, el presidente de la FIFA prometió intervenir para que los salarios entre jugadores hombres y mujeres se aproximen más, tal como corresponde con la filosofía actual de igualdad de género.

Ojalá sea pronto, a mí en la actualidad me gusta más ver el fútbol femenino que el masculino, hoy por hoy plagado de mañas y triquiñuelas.

C) En Santa Cruz de la Sierra, ciudad de la llanura por excelencia, sigue predominando entre muchos la mentalidad de referirse a la “ciudad de los anillos”, apelativo nada original (como casi todo acá) copiado de la película “el señor de los anillos”. Lo creen lindo el nombre y se repite ad nauseam, sin percibir que anillo es limitación y que esta urbe no tiene límites en su infinita llanura ni tampoco limitaciones naturales, salvo el río Piraí, algo que se resuelve fácilmente con puentes.

Los anillos y las excesivas rotondas del ahora obsoleto Plan Techint fueron imaginados para una idílica ciudad de 500.000 habitantes, no para una urbe que sobrepasó las expectativas. Anillos y rotondas hoy obstaculizan muchísimo; en lo inmediato hay que abrir —con expropiaciones de utilidad pública— grandes diagonales y avenidas troncales, tanto horizontales como verticales, ya no más anillos y mucho menos rotondas, que tanto entorpecen la de por sí asfixiante tarea de conducir un vehículo en nuestra ciudad. Colegio de Arquitectos: ¡A las cosas! Ortega y Gasset dixit…

* Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG.

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://www.eldeber.com.bo/opinion/De-gatos-futbol-rotondas-y-anillos-20190720-8505.html

 

LOS PRIMEROS 90 DÍAS DE GOBIERNO – 20 MEDIDAS PARA REACTIVAR EL PAÍS

Iris Speroni*

20 medidas para poner el país en movimiento en los primeros 90 días del próximo gobierno.

Todos los indicadores económicos del último año son negativos. Caída del empleo, de la actividad industrial, del consumo. Cierre de locales.

El pico de empleo registrado se produjo en el último trimestre del 2017, lo cual explica los resultados electorales del oficialismo en las elecciones de diputados y senadores de ese año.

Desde entonces tanto el ingreso de los trabajadores (precio) como la demanda laboral (cantidad) se deterioraron en dos etapas.

Durante el 2018: caída del salario real debido al atraso de los salarios respecto a la inflación y a las tarifas.

Durante el año en curso: caída del empleo.

Gancho de derecha y remate con un uppercut de izquierda.

Las empresas no tienen trabajo. Porque no hay ventas y porque los impuestos les succionan el capital de trabajo. No sólo altos impuestos sino adelantos impositivos. No sólo altos impuestos, sino impuestos sobre rentas presuntas. No sólo altos impuestos, sino impuestos sobre ganancias nominales no reales por ausencia de ajuste por inflación. 

Mientras, la justicia mira para otro lado cuando se trata de abusos impositivos.

Esta telaraña provoca que las empresas, primero no paguen las cargas sociales, luego paguen los salarios en cuotas y después despidan personal.

La situación actual la conocemos todos. ¿Cómo revertirla?

A semanas de las primarias sabemos que todos los políticos ofrecen el mismo modelo de país, excepto honrosas excepciones sin chances electorales. Defienden la agenda impuesta desde el exterior: destrucción de la educación, desatención de la salud, deuda eterna, desmantelamiento de las fuerzas armadas, zona liberada para el delito común en complicidad con el poder judicial, entrega de territorio y medios de producción al estado chino, abandono de los FFCC, ausencia de flota argentina, gasto público del 50% del PBI, capitalismo de amigos, agenda de género, incentivos a la inmigración indiscriminada, etc.

Aun así, asumida la oferta política, hay una prioridad: poner la economía en movimiento, obtener el pleno empleo. ¿Por qué? ¿Cómo? Trataré de exponerlo.

Es importante salir de la recesión

Cristina Fernández ganó las elecciones del año 2011 sobre una economía en crecimiento. Sin embargo sus últimos cuatro años de gobierno se caracterizaron por una meseta. Es lo que le hizo perder al oficialismo las elecciones del 2013 y el 2015.

En el 2015 la mitad del país votó un cambio de funcionarios a la espera de retomar el crecimiento. 

Las empresas deben ponerse a trabajar, a vender y más importante aún, a cobrar lo facturado. Es vital que haya trabajo. 

Y es decisivo por las siguientes razones. Empresa que cierra, difícilmente vuelva a abrir. Se destruye capital, (el de los dueños), pero además el país pierde un intangible: el conocimiento (las personas que saben hacer las cosas).

Hay otra cara: la humana. Una persona desocupada su alimenta mal y alimenta mal a sus hijos. Se desanima, pierde la autoestima y anticuerpos. Contrae enfermedades con mayor facilidad. No tiene dinero para medicamentos ni tiempo para ir al hospital. 

Necesitamos un pueblo fuerte, bien alimentado, con salud y con la autoestima bien alta. 

Entonces hoy la prioridad nacional es recuperar el pleno empleo, tanto laboral como empresarial, para mantener a nuestro pueblo sano.

¿Cómo lograrlo?

Es relativamente sencillo, toda vez que la industria tiene capacidad instalada ociosa.

Necesitamos que aumente la demanda de bienes para que traccione al empleo.

La demanda tiene cuatro componentes:

  1. Exportaciones
  2. Inversiones.
  3. Consumo (interno).
  4. Gasto Público.

Veamos primero lo que no puede hacerse: subir el gasto público. Ya estamos cerca del 50% del PBI. Aumentarlo es sumar impuestos o emisión monetaria (inflación) o deuda. Es lo que viene haciendo la casta política desde Kiciloff a hoy. No hay más tela para cortar.

El consumo interno tiene un tope. Somos nosotros vendiéndonos a nosotros mismos. Es un círculo cerrado. ¿Cómo lo financio? ¿Con más inflación? Por eso todos los aumentos de consumo interno con “ayudín” duran poco. Me refiero a “Ahora 12”, “Precios Cuidados”, pago por única vez a los empleados públicos (como en diciembre 2018).

Nos quedan las exportaciones y las inversiones. Es dinero genuino que redunda en consumo interno.

La exportación de vinos demanda botellas, cajas, etiquetas, corchos y transporte. La persona que trabaja en la bodega, o en la fábrica de botellas o el transportista desde Mendoza a Quequén, con el dinero que gana va al almacén o compra una remera para la nena o compra una gaseosa luego de jugar fútbol con los amigos. 

Las exportaciones incentivan el consumo interno de todos los que participaron.

Sucede lo mismo con las inversiones. Todos los que participan en el proceso (edificar un galpón, instalar una máquina) gastan el dinero ganado.

Poner el país en movimiento en los 90 primeros días de gobierno

Las familias no tienen dinero. Las PyMes y comercios no pueden pagar insumos, deben impuestos, pagan salarios con cuentagotas.

El gobierno que asuma debe establecer medidas de shock para activar la economía. Hay que hacer un ajuste y la única que lo puede hacer es la casta política. Es la única que engordó y se enriqueció en los últimos siete años y medio.

Todo shock reactivador implica baja de impuestos. Lo que equivale a caída de la recaudación. ¿Se desfinancia el estado? Ciertamente. El estado debe volver a costar 25% del PBI como fue desde Uriburu hasta De la Rúa.

En estos 90 primeros días propongo que el Ejecutivo «se siente» sobre la caja.

En concreto:

– no pagar sobreprecio las provisiones estatales (a veces triplican el precio de mercado) y evitar compras superfluas,

– eliminar los siguientes gastos estatales:

– toda asesoría/consultoría/tercerización,

– “ventanillas” (contratos laborales ficticios),

– donaciones a fundaciones y,

– extravagancias (sombrillas en la playa, festival del choripán, etc).

En resumen, aplicar la máxima Barrionuevo por 90 días.

Los 90 días que comienzan el 10 de diciembre del 2019

Mejorar el bolsillo de las familias

– Familias con trabajo formal y jubilados

  1. Eliminar el impuesto a las ganancias sobre los sueldos para todo el año 2019. No descontar diciembre y devolver los adelantos cobrados durante el año en tres cuotas a principio de 2020.
  2. Dejar de descontar del sueldo del trabajador todo lo que no sea previsional. El estado cubrirá la diferencia. Ídem jubilados.
  3. Suspender el cobro de cuotas por préstamos del ANSES a jubilados por tres meses.

– Familias con ingresos no formales (y todo el resto también)

  1. Eliminación de todo impuesto (nacional, provincial o municipal) sobre el consumo de luz, gas o agua corriente y sobre el combustible.
  2. Eliminación de todo impuesto (nac., prov, o mun.) sobre los alimentos (IVA, ingresos brutos, sellos).

Mejorar la caja de PyMes, Comercios, Transportistas

  1. Eliminar (o al menos suspender) todos los adelantos impositivos: percepciones y retenciones, tanto de impuestos nacionales como provinciales, incluído adelanto al impuesto a las ganancias y a la ganancia mínima presunta.
  2. Eliminar el impuesto al cheque.
  3. Eliminar todos los impuestos sobre tarifas eléctricas y de gas (nacionales, provinciales y municipales) y sobre combustibles (Ídem familias punto 4).
  4. Suspender por un año todos los embargos a las PyMes por parte de AFIP y rentas provinciales.
  5. Bajar IVA a cero en alimentos, combustibles y tarifas y a 10% en el resto de bienes y servicios.
  6. Eliminar los impuestos de sellos e ingresos brutos.

Todas estas medidas tienen por objeto romper la inercia. Por eso deben tomarse en la primera semana de gobierno.

Para crecer con solidez se requiere exportar e invertir.

Aumentar las Exportaciones

  1. Eliminar las retenciones.
  2. Eliminar los impuestos al combustible (ídem 4 y 7).
  3. Aumentar los porcentajes de participación del biodiésel y de la alconafta en combustibles.
  4. Eliminar los peajes.
  5. Eliminar los impuestos de sellos e ingresos brutos (ídem 11).
  6. Eliminar el impuesto al cheque (ídem 12).
  7. Eliminar todos los impuestos sobre el flete fluvial y marítimo.
  8. Aumentar el tipo de cambio para hacer más competitivas las exportaciones.

Aumentar las Inversiones

  1. Todas las anteriores.

Conclusiones

Un aumento del tipo de cambio asusta a los políticos porque les hicieron creer que provoca el alza del precio de los alimentos. Mentira.

Lo cierto es que la incidencia del costo del trigo en el pan es 6%. El resto son impuestos, electricidad, transporte, salarios. Con estos 20 puntos convivirán un tipo de cambio alto y alimentos baratos.

La prueba es que una manzana de Río Negro es más barata en Londres que en Buenos Aires. ¿Por qué, si no hay efecto “tipo de cambio”? Por los impuestos.

Con fletes baratos, caída de impuestos, y tipo de cambio alto, en un año aumentamos las exportaciones un 30% y las duplicamos o triplicamos en un mandato presidencial.

En cuanto a las inversiones, sólo se invierte si se piensa que se va a ganar dinero. Para que eso suceda hay que bajar impuestos y fletes.

Con sólo estas 20 medidas el país productivo se pone en movimiento. Los políticos deberán apretar los dientes por 90 días.  Luego volvemos a hablar.

En sólo 90 días el país es otro.

* Licenciada de Economía UBA, Master en Finanzas, Ucema. Posgrado Agronegocios, Agronomía UBA.

Tomado de Publicaciones de Iris Speroni, http://iris-speroni.blogspot.com/2019/07/los-primeros-90-dias-de-gobierno-20.html

 

 

EL ACUERDO EUROSUR Y EL BREXIT. LA INDUSTRIA PESQUERA Y LA SOBERANÍA NACIONAL.

César Augusto Lerena*

Ya nos referimos a las asimetrías entre la Unión Europea y el MERCOSUR y el Acuerdo, que llamaremos en adelante EUROSUR y, las dificultades de Argentina, respecto a la inflación, los costos de fletes e insumos, las dificultades portuarias, la burocracia, los impuestos y desindustrialización, entre otras cuestiones, que quitan competitividad a los productos industriales pesqueros. Suponiendo, que pudiésemos resolver esta cuestión de fondo, con la que convivimos desde hace muchas décadas, es muy poco probable que Argentina logre un comercio equitativo con Europa, si este Acuerdo se limita a un mero intercambio de bienes y no a una verdadera “Asociación Estratégica”, que, pese a los anuncios, no parece ser. Más bien, se asemeja mucho a las consignas del Virreinato del Río de la Plata de 1796, donde incluso varios relevantes hombres de Buenos Aires y Montevideo entendían que «América debía entregar a España las materias primas, y esta devolvérselas prontas manufacturadas».

Trataremos de ser optimistas, evitando caer en el triunfalismo retozón —hasta el llanto— del Canciller Jorge Faurie o en la crítica sin aportes de alguna oposición desinformada y, me referiré, a algunos requerimientos que el Estado argentino debería formularle a los negociadores de la Unión Europea, para que desde el punto de vista de la soberanía nacional y, en el ámbito de la actividad pesquera, este Acuerdo, mute hacia una Asociación Estratégica y pueda ser provechoso para la industria del país, sus empresas, los trabajadores y sus comunidades.

La actividad pesquera ya tiene experiencias en materia de acuerdos con la Unión Europea y, muy especialmente con la lamentable instrumentación que le dieron las entonces autoridades al «Acuerdo sobre las Relaciones en Materia de Pesca Marítima con la Comunidad Económica Europea» sancionado el 20 de abril de 1994 por Ley 24.315, y ello, debería servirnos para que, de una vez por todas, acordemos condiciones equilibradas para nuestro país que luego no se distorsionen. 

La Asociación Estratégica con España y otros miembros de la Unión Europea. Los buques españoles pescan con licencia británica en las aguas argentinas de Malvinas y, dentro y fuera de la Zona Económica Exclusiva Argentina. Algunas de sus empresas de este país se han asociado a inglesas en Malvinas y se aprestan, incluso, a construir un puerto en las Islas. También, operan con base en puertos de Uruguay. Las capturas de estos buques de bandera española en el Atlántico Sur, son consideradas de origen español y, por lo tanto, ingresan a la Unión Europea sin aranceles (los  británicos ya evalúan ingresar a la UE bajo otra bandera a partir del Brexit) pese, a que estas capturas debieran considerarse ilegales (INDNR) conforme al Reglamento (CE) Nº 1005/2008 incisos 7, 22, 26, 30 y s.s. del Consejo que refiere, a las actividades pesqueras realizadas en la Alta Mar y en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción o soberanía de los países ribereños sin tomar las medidas adecuadas y, además, por aplicación de las Res. de la ONU Nº 31/49; 2065/65; 3171/73 y 3175/73 y la Convención de las Naciones Unidas del Derecho del Mar, por cuanto los buques españoles pescan con permisos ilegales británicos en aguas argentinas de Malvinas o los recursos migratorios que tienen origen en la Z.E.E. Argentina, resultando, absolutamente inaceptables las “Reglas de Origen. Sección A” del Acuerdo EUROSUR. Sería un absurdo y un daño gravísimo para la Argentina, que el gobierno nacional acepte que los buques de Bandera (los extranjeros que pescan en el Atlántico Sur) puedan considerar sus capturas y procesos a bordo como originarios de los países de bandera. Eso sería liberar definitivamente el mar argentino a todos los buques extranjeros, incluso, a los que capturan con licencia ilegal británica en Malvinas. Teniendo en cuenta, que España es el primer comprador (24%) de productos pesqueros argentinos mientras que la Argentina tiene en su territorio marítimo el recurso, para darle el carácter de Asociación Estratégica a este Acuerdo, el gobierno nacional debería acordar con la Unión Europea la importación a la brevedad posible de todos los productos argentinos listos para el consumo final, incluso las conservas, libres de aranceles, no solo por una cuestión económica, sino para iniciar gradualmente el cambio de la matriz argentina, donde el 60% de las exportaciones son commodities, convenir la radicación industrial de euro-empresas en el continente argentino y/o la creación de sociedades mixtas entre empresarios argentinos y europeos que promuevan la modernización de la flota nacional, que exploten, transformen y agreguen valor a los recursos pesqueros; participen en la construcción y ampliación portuaria pesquera e inversiones destinadas a la acuicultura; y, al mismo tiempo, el cese inmediato de las capturas de sus países miembros en el Atlántico Sudoccidental que no se ajusten a la Ley 24.922 y, la Argentina debería liberar de impuestos a la importación de insumos para la industria pesquera y naval pesquera y, establecer determinados reembolsos por determinada cantidad años que, habrían de compensarse con el mayor empleo y la caída de subsidios a la desocupación y, el cobro de derechos de extracción y, claro está, la finalización de las asociaciones españolas-británicas en Malvinas que depredan nuestros recursos y luego ingresan cientos de miles de toneladas a la U.E. sin aranceles, compitiendo deslealmente con las empresas radicadas en el continente argentino.

Todo ello se enmarcaría, además, en la Res. 41/11 de la O.N.U. del 27 de octubre de 1986 que declaró «Zona de paz y cooperación del Atlántico Sur» y resaltó «la determinación de los pueblos de los Estados de la región del Atlántico Sur de preservar su independencia, soberanía e integridad territorial y de desarrollar sus relaciones en condiciones de paz y libertad».

Mientras tanto, la Argentina debería hacer un Acuerdo de Integración y Desarrollo Binacional con Uruguay, que dinamice y complemente el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo que, entre otras cosas, de fin al apoyo logístico que Uruguay le presta en sus puertos a los buques españoles, chinos, coreanos y taiwaneses que pescan ilegalmente en el Atlántico Sur y, desaliente la construcción del megapuerto chino en Uruguay y, en compensación, promover asociaciones mixtas con empresas uruguayas para la pesca del calamar y otras especies, exceptuar de impuestos y otras medidas para beneficio mutuo de las empresas que se acojan a un régimen especial de fomento e integración binacional, postergada desde las luchas por la independencia. 

La Asociación Estratégica con la Unión Europea con relación al Brexit, Malvinas y la pesca ilegal británica en el área. Desde 1976 los buques extranjeros con licencia británica de Malvinas han extraído ilegalmente un promedio anual de 200 mil toneladas de recursos pesqueros en el mar argentino aledaño a Malvinas por un valor de U$S 475 millones de dólares a la primera venta, es decir, que la Argentina ha perdido anualmente en la comercialización final un negocio valuado en unos 3.325 millones de dólares. Para entender la magnitud de esta cifra, diremos que, con ella, se podría renovar en un año toda la flota pesquera nacional (559 buques) o, si se recuperasen esas toneladas para la Argentina, dos millones de niños y adolescentes podrían cubrir sus necesidades diarias de proteínas de la mejorar calidad biológica los 365 días del año, que, complementadas con hidratos carbonos complejos (arroz, pastas, vegetales) que habitualmente se incluyen en los planes sociales, les permitían acceder a la totalidad de sus requerimientos calóricos diarios y, asegurar argentinos sanos y capaces para el futuro. Esa cifra multiplicada por los 42 años transcurridos (1976-2018) desde que los británicos explotan ilegalmente el recurso pesquero argentino, significa una pérdida total para la Nación Argentina del orden de los 140 mil millones de dólares, una cifra que hubiese permitido un desarrollo fenomenal de todas las provincias patagónicas del litoral marítimo.
El 94% de las exportaciones pesqueras y un tercio de las exportaciones de carne de Malvinas se destinan a la Unión Europea. En el Puerto de Vigo (España), uno de los más importantes puertos pesqueros de Europa, el 25% de sus descargas tienen origen en Malvinas. Ello demuestra, la dependencia que con Europa tiene el comercio de Malvinas. A partir del Acuerdo EUROSUR y, hacerse efectivo el Brexit, los productos pesqueros capturados por buques no europeos en Malvinas deberán pagar aranceles, pudiendo incluso ser considerados ilegales, dificultándose, por lo tanto, su comercialización. Nosotros entendemos, que este efecto será económicamente negativo para las Islas, pero, fundamentalmente, les generará un mayor aislamiento, ya que el Reino Unido no podrá seguir ejerciendo el rol protector, como lo ha venido haciendo en el campo militar y facilitando la comercialización en la Unión Europea. El medio Penguin News de las Islas es elocuente al respecto: «La FIG (el gobierno ilegal isleño) no cuestiona el Brexit; respetamos el derecho de los ciudadanos del Reino Unido a determinar su propio futuro. Sin embargo, es de vital importancia que se mantenga nuestro acceso actual a los mercados de la UE. Cualquier disminución podría tener un impacto perjudicial en la economía de las Islas Malvinas (Falkland en el texto original) y en los ingresos del gobierno» (sic), por su parte Mike Poole, Gerente General de Fortuna en las Islas dice que «sufrirán el impacto de la suba de aranceles”.

En esta situación, se le presentan a la Argentina, dos escenarios: seguir esperando eternamente que algún día los ingleses se resuelvan a negociar soberanía, sin que ello signifique reconocimiento alguno y aceptando graciosamente que bajo licencias ilegales británicas se extraigan del Atlántico Sur 200/250 mil toneladas anuales de recursos pesqueros argentinos y desequilibrando el ecosistema o, en su lugar, buscar una fórmula que potencie sinérgicamente los resquicios positivos de este Acuerdo EUROSUR.

Entendiendo, que los recursos que se capturan en el mar argentino de Malvinas y adyacente a éste en la Alta Mar, son recursos argentinos que se originan en el área continental argentina, en el Mar Territorial, la Zona Contigua y la Zona Económica Exclusiva Argentina y, también, que Malvinas es parte del territorio nacional, sería interesante ratificar la incorporación de las Islas al Acuerdo y, otorgarles los permisos de pesca a través de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, bonificándoles los correspondientes derechos de extracción, como la Argentina ya hizo con los buques de la URSS en 1967, con el fin de generar un reconocimiento tácito de la soberanía argentina. No me extenderé sobre la instrumentación por confidencialidad.

Al respecto vale la pena relatar una importante determinación política de un alto funcionario de esa época: pese a que la Cancillería a cargo de Nicanor Costa Mendez coincidía con la posición de Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS de reservar a los países ribereños solo 12 millas, el gobierno nacional, a través de la Secretaría Legal y Técnica, promovió en diciembre de 1966 la sanción de la Ley 17.094 que estableció, entre otras cosas, que «la soberanía de la Nación Argentina se extendía al mar adyacente a su territorio hasta una distancia de 200 millas marinas…». Para ese entonces, 70 buques rusos pescaban a la vista de Mar del Plata, por lo cual, el gobierno acordó establecer con la URSS un canon pesquero por buque y por temporada de pesca de veinte dólares, una suma que, por lo irrisoria, fue rápidamente aprobada por Moscú, quién de hecho, reconoció nuestras 200 millas, rompiéndose el alineamiento que sobre este tema tenía la URSS con Estados Unidos y Gran Bretaña.

El Reino Unido no puede negar el origen en el mar aledaño al continente argentino de la mayoría de los recursos que migran a Malvinas y, por lo tanto, la titularidad de Argentina de estos; circunstancia, que sería fácilmente demostrable por nuestros científicos. En este momento, frente al Acuerdo y el Brexit, y ante el cobro de aranceles a los productos de Malvinas, sería la oportunidad para que la Argentina (Tierra del Fuego…) les otorgue los correspondientes permisos de pesca a todas las embarcaciones que pesquen en esa área, de modo que ingresen sin arancel alguno a Europa. No estaríamos discutiendo soberanía, sino la titularidad de los recursos que, sin lugar a duda, migran desde el área continental de Argentina hacia las Malvinas Argentinas, su área GAP (espacio de 1.400 Km2) y la Alta Mar de la región. Iguales permisos podrían extenderse a título gratuito por determinada cantidad de años a toda la flota extranjera que pesque en la Alta Mar, de modo de facilitar el ingreso de sus capturas a la Unión Europea, reafirmar nuestro dominio y evitar la prescripción; por supuesto con un ordenamiento determinado, que no explicaremos aquí y, extensiva a toda la flota argentina con permiso de pesca de gran altura que capture en la ZEE más allá de determinado número de millas marinas y en la Alta Mar. Los efectos de ocupación del mar, entendemos serían superlativos. Sería un paso gigante hacia la ratificación de nuestra soberanía nacional en el Archipiélago y, el Acuerdo, el Brexit, los aranceles y la dificultad comercial que deberán enfrentar los isleños, podrían ayudar. ¿Un tanto ingenuo pensar que los británicos aceptarían? Menos ingenuo que imaginar que, por la fórmula del paraguas, los británicos no continuarían incrementando la ocupación en el Atlántico Sur o, que los rusos, con dos mil buques pescando, aceptarían pagar un canon a argentina cuando el mundo desconocía los derechos de los países ribereños sobre las 200 millas. Salir de la inercia del reclamo ya sería importante.

Se calcula que Gran Bretaña deberá abonarle a la Unión Europea unos cien mil millones de euros antes de 2025 y otros tantos pagos hasta 2064. El Reino Unido podría iniciar negociaciones en estos años con terceros países, pero, no podrán entrar en vigor, hasta no finalizar este período de transición. El socio comercial más importante del Reino Unido es la Unión Europea, donde van a parar el 45% de sus exportaciones y se estima que estas caerían un 8% de aquí al 2022, tiempo en el que perderían el empleo unas 60 mil personas, ello, sin evaluar los conflictos que se provocará en las fronteras con Europa e Irlanda. Escocia duda y el temor al Brexit sin acuerdo ya hundió la cotización de la libra esterlina al menor valor del año 1,1062 euros, razón por la cual, no parecen estar las cosas fáciles para los ingleses y mucho menos para los que ocupan Malvinas. Tal vez haya llegado la hora para los británicos ocupantes de las islas, de mirar con más cariño al continente argentino.

Por cierto, la burocracia del Gobierno debería promover y facilitar urgente las bases para promover el comercio, la industria nacional y la exportación de las pequeñas y medianas empresas mediante la reforma federal y social de la actividad pesquera; la eliminación de los impuestos al gasoil destinados a la captura; la trazabilidad; el autocontrol de los procesos sustentables; el registro de las marcas y las certificaciones de origen, calidad, seguridad alimentaria y ambiente; la eficiencia y transparencia de los servicios portuarios y aduaneros; los trámites administrativos simplificados; la desgravación del IVA; la asistencia técnica y financiera; la responsabilidad social, laboral y su capacitación continua;  la revalorización de los productos argentinos, a la par de su estandarización en el MERCOSUR si se quiere poner en marcha a las cientos de empresas pesqueras distribuidas en todo el litoral marítimo que podrían exportar productos con gran valor agregado a la Unión Europea, a la par de avanzar hacia la recuperación de la soberanía en Malvinas.

Nada que la Argentina no pueda hacer con un gobierno comprometido, eficiente y transparente. Y de eso hablamos en estos días, ¿o no?

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca, ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Ctes), ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

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