8 DE AGOSTO. CONMEMORACIÓN DE LA AFIRMACIÓN DEL PABELLÓN NACIONAL EN EL ARA 25 DE MAYO

Marcelo Javier de los Reyes*

El 8 de agosto de 1969 se afirmó el Pabellón Nacional en el portaaviones “ARA 25 de Mayo”, el cual fue incorporado a la Flota de Mar el 28 de septiembre del mismo año.

La Armada Argentina contaba por entonces con el portaaviones “ARA Independencia” —veterano de la Segunda Guerra Mundial que fue incorporado el 4 de noviembre de 1958— pero dado que precisaba reemplazarlo por otro que ofreciera mayores prestaciones operativas, inició las negociaciones que condujeron a la adquisición del portaaviones “Hr.Ms. Karel Doorman (R81)” que pertenecía a la Marina de los Países Bajos, desde 1948. Entre los años 1955 y 1958 fue modernizado, agregándosele una cubierta de vuelo en ángulo y capacidad para operar aviones a reacción, nueva isla, elevadores, catapulta, lugares para aviones y electrónica. El 29 de abril de 1968 sufrió un incendio en la zona de calderas que le ocasionaron daños que se consideraron irreparables. Tras el siniestro fue reparado en Rotterdam.

El Gobierno Nacional autorizó la compra mediante un decreto del 27 de septiembre de 1968.

Hr.Ms. Karel Doorman (R81). Foto: http://www.vlaggeschipsmaldeel5.nl/index.html

Se trataba de un buque que había prestado servicios en la Marina Real del Reino Unido con el nombre de “HMS Venerable”. Este portaaviones ligero de la clase Colossus fue construido en Cammell Laird (Birkenhead), su quilla puesta el 3 de diciembre de 1942, botado el 30 de diciembre de 1943 y terminado el 17 de enero de 1945.

En los primeros días de septiembre de 1969 zarpó del puerto de Rotterdam para arribar a la Base Naval Puerto Belgrano el 28 de ese mes. El ARA “25 de Mayo” fue designado como nave almirante de la Armada.

A fines de 1978, debido a la tensión que se estaba produciendo por el Conflicto del Beagle. el “ARA 25 de Mayo” fue enviado a la zona encabezando una importante flota de buques de superficie y submarinos.

Entre 1980 y 1981 se le introdujeron considerables mejoras para permitir la operación de los Dassault Super Etendard.

En 1982, participando de la “Operación Rosario”, tomó parte del Conflicto del Atlántico Sur. Al momento de ese conflicto los Super Etendard no estaban aún en completo servicio por lo que llevaba ocho McDonnell Douglas Skyhawks, seis Grumman Trackers y cuatro Sikorsky Sea Kings.

Habiendo sido detectada la flota británica, el 1º de mayo se había planificado poner en ejecución la “Operación Banzai”, de la cual participarían las tres nuevas corbetas argentinas de origen francés, las que aprovecharían su velocidad para meterse por el flanco británico y lanzar dos docenas de misiles Exocet desde una considerable distancia. A eso se sumaría un ataque de aviones A4Q con bombas de 500 kg y los Super Etendard con sus correspondiente Exocet. Sin embargo, el plan se frustró debido a que la falta de viento demoró el despegue de los cazabombarderos embarcados y debió anularse ese combate aeronaval.

Por su participación en el conflicto la unidad recibió la condecoración “Operaciones de Combate”.

Entre el 27 de febrero y el 5 de marzo de 1988 llevó a cabo su última navegación operativa. En ese mismo año, el portaaviones llegó a remolque al Astillero Río Santiago donde se comenzaron a realizar tareas de desguace en las salas de calderas y turbinas en el marco de un contrato que se firmaría entre el astillero y la Armada, con la intención de ponerlo a punto. Sin embargo, el 5 de marzo de 1997, por resolución del Jefe del Estado Mayor General de la Armada —en realidad por disposición del presidente Carlos Saúl Menem— el “ARA 25 de Mayo” pasó a la condición de receso temporario para modificación o modernización o la de radiación para su venta.

Mientras el “ARA 25 de Mayo” estaba amarrado fuera de servicio en Puerto Belgrano, su gemelo de Brasil, el “Minas Gerais”, estaba totalmente activo, en buena medida gracias a que el “25 de Mayo” estaba siendo canibalizado para enviarle piezas y partes al “Minas Gerais”.

Una vergonzosa partida

No hubo ceremonia, no hubo una banda de la Armada para despedirlo. El 24 de agosto de 1998, la que fuera la nave insignia de la Flota de Mar había sido vendida como chatarra por $ 300 mil pesos (en ese momento equivalente a US$ 300 mil).

En silencio, de manera vergonzosa, el “ARA 25 de Mayo”, fue sacado de la Base Naval de Puerto Belgrano el 12 de febrero de 1999.

Su destino era la India, donde debía ser desguazado, hasta donde llegó remolcado por el buque de bandera de Panamá “Suhaili”, con tripulación filipina. La travesía demandó dos meses de navegación. 

Algunas consideraciones finales

El arribo de la democracia pero en especial la década de 1990 fue un moment charnière para las Fuerzas Armadas. La Argentina nunca recuperaría su poder de fuego previo a 1982. El “alineamiento automático” con Estados Unidos, la enajenación y práctica destrucción de la industria de la Defensa, a lo que se sumó la no adquisición de material para las Fuerzas Armadas, en especial para la Fuerza Aérea y la Armada, han sumido a la Nación en un grave estado de indefensión, además de limitar sus responsabilidades en las operaciones de Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR), sin mencionar lo más relevante: la custodia de la Soberanía Nacional tanto en el territorio como en el Atlántico Sur.

La pérdida del “ARA 25 de Mayo” mermó notablemente el sistema de armas de la Nación. Sumemos que la Infantería de Marina carece de anifbios, que el destructor “ARA Santísima Trinidad” se hundió amarrado en el puerto y que el “ARA Hércules” fue convertido en un transporte. Como si no hubiera sido suficiente, la pérdida del “ARA San Juan” significó el fin de las armas estratégicas con que contaba la Argentina. A pesar de los anuncios que el ministro de Defensa realizara el 8 de febrero de 2020, respecto de reparar el submarino “ARA Santa Cruz”, cabe destacar que no lo expresó con énfasis sino que dijo “trataremos”.

La Armada Argentina, que supo tener con orgullo como nave insignia al “ARA 25 de Mayo”, hoy parece haber remplazado un complejo sistema de armas por un patrullero oceánico, el “ARA Bouchard”, “un yate militar”. Basta ver la cuenta de Twitter de la fuerza. Sin palabras…

Fuentes:

Diario de Mendoza

Gaceta Marinera.

Histamar

La Nueva Provincia

La Nación

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

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