“COVID-19”, ESTADOS UNIDOS Y CHINA: EL PANTANO DE LA DIALÉCTICA ESTRATÉGICA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

 

Salam Al Rabadi*

No existe un método científico que permita predicciones precisas sobre el futuro del sistema global, ya que todas las propuestas que indican y predicen el declive o el ascenso de las potencias mundiales siguen estando sujetas al debate y a la incertidumbre. En consecuencia, la crisis de la pandemia “Covid-19” logra volver a plantear interrogantes sobre el equilibrio del poder global, pero aquí debe tenerse en cuenta (contrariamente a lo que es común entre muchas élites académicas) que los cambios a nivel de las relaciones internacionales, ya no están sujetos en gran medida a un juego de suma cero.

En otras palabras, un aumento de la influencia y el poder de un país no significan necesariamente que otros países pierdan su influencia. Además, el hecho de que un país sea el más poderoso del mundo, ya no significa que detente el monopolio del poder, ya que se ha vuelto fácil para individuos y grupos acumular y emplear un poder influyente. En este contexto, podemos abordar los intentos de las élites intelectuales y políticas de investigar la problemática de la realidad mundial emergente a la luz de las repercusiones del brote de Covid-19, relacionadas con la comparación dialéctica entre el poder en ascenso de China y la disminución de la posición de los Estados Unidos.

Aquí hay que llamar la atención sobre el hecho de que esta disminución se debe al cambio en la naturaleza del orden mundial, más que a la debilidad militar o política de los Estados Unidos (o ambos). A medida que este sistema se ha vuelto no polar, y esto inevitablemente, no sólo es el resultado del creciente poder de otros países y del fracaso de los Estados Unidos (que sigue siendo la mayor comunidad única de poder) para gestionar el sistema global, sino que también es una consecuencia inevitable de esta serie de cambios profundos que han afectado a la estructura de la sociedad global. Por lo tanto, todas las repercusiones de la pandemia “Covid-19” llegaron a confirmar la verdad y el realismo de estos cambios.

A la luz de lo anterior, las relaciones internacionales contemporáneas se basan en un patrón de poder distribuido en lugar de concentrado. Por lo tanto, muchas potencias dependen de este patrón para su bienestar económico y estabilidad política. Por lo tanto, estas fuerzas lógicamente no favorecen confrontar y perturbar un régimen que sirve a sus intereses, ya que hay una intersección y entrelazamiento de influencia. En consecuencia, este es un patrón en el que los Estados Unidos siguen desempeñando un papel central que trabaja para reducir los conflictos entre las principales potencias y que, definitivamente, producirá soluciones basadas en ecuaciones distintas de cero. Sin embargo, con todos estos hechos lógicos, no podemos ignorar los signos de interrogación:

¿Cómo se estabiliza la verdadera influencia del poder de los Estados Unidos, no estabilizada por más de 20 o 25 años?

Y a juzgar por la conclusión basada en la extrapolación de las causas de la caída de los imperios y la realidad de la política global actual, es evidente que la disminución relativa a largo plazo del poder de los Estados Unidos continuará independientemente de los intentos de restaurarla. En consecuencia, la cuestión lógica puede convertirse (al menos en el ámbito de la investigación científica y académica):

No si China se convertirá en la primera superpotencia del mundo, sino ¿cuándo?

En conclusión, aunque tratemos de no entrar en el enfoque empantanado de investigación de cuestiones estratégicas fundamentales relacionadas con la predicción del futuro de las potencias mundiales, parece que no hay escapatoria para nosotros de sumergirnos en medio de estos pantanos. Estos llevan en cada una de sus profundidades el placer adicional de extrapolar el futuro de las relaciones internacionales. En consecuencia, con respecto a China y en el caso de que trascendamos algunos de los conceptos académicos antes mencionados, el profundo e importante atolladero estratégico académico que debe ser buceado (que muchas élites políticas y académicas evitan de profundizar) es:

¿Realmente China quiere (o está pensando) en asumir la responsabilidad de liderar el mundo? y si tiene este deseo, ¿está listo para hacerlo? y ¿sirve eso a sus intereses estratégicos en el momento actual?

Este atolladero estratégico, según las repercusiones de la pandemia Covid-19 y los cambios que se están produciendo a nivel de las relaciones internacionales, plantea muchas dialécticas relacionadas con el intento de extrapolar el futuro de la política global y de los principales actores de la misma. En medio de esta realidad, es posible abordar la problemática de la clasificación del sistema global relacionada con los términos unipolar, bipolar o multipolar, etc., que se han vuelto sin sentido. Sobre la base del realismo de los enfoques intelectuales, parece algo difícil ver un sistema global controlado por un polo, o incluso varios polos. Esto se debe a muchos factores cualitativos, ya sean culturales, económicos o políticos, que se han convertido en uno de los determinantes más importantes de las relaciones internacionales:

  • No hay un solo Estado que disfrute de superioridad en todos los elementos de poder[1].
  • Las repercusiones de la era del conocimiento (cruzando fronteras políticas, culturales y de seguridad).
  • El surgimiento del fenómeno del terrorismo en todas sus manifestaciones.
  • Problemas de las cuestiones medioambientales, la demografía y los problemas migratorios.
  • El ritmo de los desarrollos científicos y tecnológicos a todos los niveles.
  • El entrelazamiento de la economía mundial y la multiplicidad de la influencia de muchas fuerzas dentro de ella[2].
  • Cambios en los criterios para medir la capacidad militar[3].

Por lo tanto, se puede decir que el mundo de las relaciones internacionales está sujeto hoy a un sistema sin polaridad, como resultado del inevitable patrón de cambios que han aumentado las complejidades asociadas con las cuestiones de terrorismo, medio ambiente, tecnología, medios de comunicación, virus (reales y electrónicos) y problemas culturales, etcétera. Este patrón soporta el sistema no polar, de acuerdo con varias direcciones, incluyendo:

  • Muchos flujos tienen lugar fuera del control de los Estados y, por lo tanto, limitan la influencia de las principales potencias.
  • Algunos acontecimientos sirven a los países regionalmente y aumentan el margen de su eficacia e independencia[4].
  • La existencia de una enorme riqueza sujeta a las garras de individuos y nuevas fuerzas activas.

A la luz de lo anterior, podemos decir que actualmente estamos en una era alejada de las clasificaciones clásicas asociadas con el término polaridad, sin mencionar la dificultad de entender plenamente estos enormes cambios radicales en las relaciones internacionales (ya sea en términos de la estructura de la economía global o la realidad de la política global). Donde, ha quedado claro que la dinámica del sistema global continúa moviéndose y complicándose.

Por lo tanto, debe tenerse en cuenta, incluso si el sistema de no polaridad es inevitable, que merece precaución, ya que puede generar más aleatoriedad y vacío a nivel político mundial. Por lo tanto, aquí es necesario examinar el dilema de cómo encontrar ese tipo de equilibrio en torno a la formación del mundo no polar. ¿Pone esto inevitablemente en tela de juicio el alcance de la posibilidad de un consenso mundial en torno a estos nuevos equilibrios?

Aquí, cuando hablamos de equilibrios en las relaciones internacionales, invocamos el hecho de que el patrón de regularidad no surgirá por sí solo. Incluso si se deja funcionar el sistema global (no polar) de acuerdo con su propio enfoque, eso inevitablemente lo hará más complejo y se dirigirá hacia más caos. Esto es lo menos que se puede concluir de la confusión sobre cómo hacer frente a la crisis de la pandemia de Covid-19 y las llamadas guerras de máscaras médicas.

En consecuencia, la consideración debe orientarse hacia los riesgos potenciales, ya que el orden mundial (no polar) complicará la diplomacia política y las alianzas perderán gran parte de su importancia, porque requieren una visión estratégica para hacer frente a amenazas y compromisos predecibles. Pero inevitablemente no se espera que todo esto esté disponible en un mundo no polar.

Sobre la base de eso, esos riesgos (a pesar de la existencia de muchos problemáticas dialécticas a nivel de las tendencias de la evolución del sistema global, que hacen que predecir escenarios futuros sea una tarea científica desalentadora), ¿requieren plantear interrogantes sobre la naturaleza de las fuerzas capaces de tomar la iniciativa y sumergirse en las profundidades de asumir la responsabilidad de liderar la política global?

 

* Doctor en Filosofía en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales. Actualmente preparando una segunda tesis doctoral: The Future of Europe and the Challenges of Demography and Migration, Universidad de Santiago de Compostela, España.

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG. Prohibida su reproducción.

 

Referencias

[1] El término superpotencia única ya no es apropiado a la luz de la realidad actual de múltiples centros de poder. Por ejemplo, China ha demostrado que Estados Unidos no puede abordar unilateralmente el expediente nuclear de Corea del Norte, y es el que tiene la influencia efectiva en esta cuestión. Además, la capacidad de Estados Unidos para presionar a Irán está en gran medida sujeta a su no conflicto con los intereses estratégicos directos de China y Rusia.

[2] Así lo demuestran las circunstancias de las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio y la dificultad para llegar a acuerdos en la Ronda de Doha desde 2001.

[3] Por ejemplo, los acontecimientos del 11 de septiembre demostraron cómo una pequeña inversión de individuos puede inclinar escalas globales a nivel militar, de seguridad, político e incluso económico. Del mismo modo, la victoria de Hezbolá en la guerra de julio de 2006 (que fue lanzada por el estado de ocupación israelí) demuestra que las armas modernas más avanzadas y caras no pueden ganar guerras, ya que un grupo entrenado de armas ligeras puede demostrar que son capaces de enfrentarse a los ejércitos más grandes y mejor armados.

[4] Por ejemplo, países como India y Pakistán (y recientemente Irán) pudieron imponer su entrada en el club nuclear, como un hecho consumado a la comunidad mundial.

 

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AMÉRICA LATINA Y LA REPÚBLICA POPULAR CHINA: LAS DIFICULTADES EN LAS RELACIONES Y COVID-19

Giancarlo Elia Valori*

Imagen: Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China. Foro China-CELAC.

Las relaciones entre China y América Latina se han desarrollado positivamente, pero también se están enfrentando a algunos problemas y desafíos. En primer lugar, la intensificación de la competencia estratégica y económica entre China y los Estados Unidos ha aumentado el impacto negativo en las relaciones entre China y América Latina. La Administración de Trump ya utilizó la competencia de suma cero y la mentalidad de la Guerra Fría para marcar las relaciones China-Estados Unidos, creyendo que el ascenso de China en América Latina podría alterar el orden de los Estados Unidos en el hemisferio occidental.

En febrero de 2018, durante una visita a América Latina, el entonces Secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que China estaba utilizando su influencia económica para llevar a América Latina a su esfera de influencia, y la criticó por buscar un nuevo poder imperial para su expansión geopolítica.

En 2018, la Rand Corporation publicó un informe de 400 páginas, At the Dawn of Belt and Road. China en el mundo en desarrollo. El informe señalaba que los contactos de China en América Latina y sus ventajas geopolíticas limitaron la presencia de Estados Unidos en la región.

Concretamente, en el informe se exploraron las funciones económicas, políticas y de seguridad de China en el Sudeste Asiático, Oceanía, Asia Central, Asia Meridional, Medio Oriente, África y América Latina y el Caribe.

El informe también analizó las relaciones bilaterales de China con los Estados clave de cada región. Por último, abordó las consecuencias negativas de la estrategia china hacia los países en desarrollo para los Estados Unidos. Por lo tanto, sostuvo que los estrategas y los encargados de la toma de decisiones en las Fuerzas Armadas, y todo el personal militar de los Estados Unidos, debían centrarse en China y en cualquier persona interesada en desarrollar relaciones internacionales con ese país. Una actitud de amenaza no sólo hacia China.

Otro factor que impide —al menos aparentemente— el desarrollo de las relaciones entre China y América Latina es la retirada de los progresistas y el avance de los conservadores en el panorama del cambio político en el subcontinente: esto plantea un desafío para el desarrollo de las relaciones mutuas.

2017 y 2018 fueron años de elecciones generales en trece países de América Latina. En Brasil, Argentina, Chile, Perú y otros países, los antiguos partidos tradicionales e izquierdistas perdieron elecciones. Por lo tanto, América Latina se divide en dos campos: uno es el de izquierda representado por Cuba y Venezuela, y el otro es el campo de derecha compuesto por Brasil, Chile, Colombia y Perú.

Por el contrario, el rápido desarrollo de las relaciones entre China y América Latina de 2003 a 2013 se vio favorecido por la atmósfera política del campo de izquierda. Actualmente, sin embargo, la transición de izquierda a derecha nos dice que algunos países confían en los Estados Unidos en términos de proyectos de desarrollo e ideologías. Por lo tanto, la transición política se ha convertido en un desafío adicional para el desarrollo de las relaciones entre China y América Latina.

Otro punto de crisis es el impacto de la pandemia. Estos son algunos datos sobre los casos de Covid-19 hasta el 17 de enero de 2021:

América Latina: 16.753.447

América del Norte: 23.091.187 (EEUU: 22.423.006; Canadá: 668.181)

Europa: 28.291.217

Asia: 18.549.010

África: 3.059.974

Oceanía: 56.556

Los países latinoamericanos registran tasas de urbanización relativamente altas, con picos del 70-80%. Las grandes ciudades están muy densamente pobladas, con un alto porcentaje de empleo informal y débiles capacidades de control nacional, que crean las condiciones para la propagación de Covid-19.

Por otro lado, Estados Unidos —que es el país más afectado del continente americano— ha aumentado la repatriación de inmigrantes ilegales de México y países centroamericanos por razones de prevención y control epidémicos, agravando así aún más la situación en estos países ya desfavorecidos.

¿Por qué la pandemia en Brasil es tan grave? La indiferencia del gobierno del Presidente Bolsonaro hacia la epidemia, así como las medidas ineficaces y las omisiones de control son las principales razones de la propagación de la epidemia en Brasil. El primer caso fue descubierto en Brasil el 12 de marzo de 2020 y la epidemia pronto comenzó a extenderse por todo el país, que actualmente registra 8.131.612 casos y 203.580 muertes.

El ex ministro de Salud de Brasil, Nelson Teich, abogó por el aislamiento, pero la filosofía de Bolsonaro es diferente. Cree que la imposición de cuarentena frena el desarrollo económico. El Ministro de Salud Teich renunció. El nuevo ministro es el General Eduardo Pazuello, quien no tiene formación médica ni experiencia en la gestión de desastres de salud pública.

Un funcionario del Ministerio de Salud de Brasil dijo que el número de personas infectadas por la pandemia es oficialmente de ocho millones, pero en realidad ha superado los diez millones. Esta crisis de salud pública sin precedentes ha desencadenado una recesión económica y podría conducir a nuevos disturbios sociales. Todos estos son nuevos retos.

El impacto de Covid-19 en toda la región latinoamericana es muy grave. Según las estadísticas del Banco Mundial, ha sido la crisis más grave desde la Gran Depresión en las décadas de 1920 y 1930. El golpe a la región se refleja principalmente en cuatro aspectos:

1) las exportaciones han declinado.

2) Los precios de las materias primas han caído. Debido a la reducción de la demanda, los precios han disminuido inevitablemente. Recientemente, todo el mundo ha visto una caída en los precios del cobre, especialmente cuando Perú y Chile, los centros mineros de cobre del mundo, se han visto obligados a cerrar sus minas debido al impacto de la pandemia.

3) El turismo se ha derrumbado. América Latina es una especie de atracción cultural-exótica para norteamericanos y europeos. Con el Covid-19, no hay manera de que el turismo y el transporte de pasajeros vuelvan a los niveles tradicionales de normalidad.

4) La entrada de divisas ha disminuido significativamente. Son una de las principales fuerzas impulsoras del desarrollo económico en la zona, especialmente en regiones como Centroamérica y países como México.

Los inmigrantes latinoamericanos que trabajan en los Estados Unidos ahorran el dinero que ganan y lo envían a sus familias, una fuente clave de ingresos para América Latina. Como la economía estadounidense se ha visto gravemente afectada, también las remesas se han reducido significativamente, en detrimento de todo el subcontinente.

Con referencia específica al Covid-19, también hay que mencionar que el 24 de junio de 2020, el Congreso de los Estados Unidos celebró una audiencia a gran escala e invitó a varios expertos estadounidenses a expresar sus opiniones.

Esos expertos incluyeron a Robert Evan Ellis del Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de los Estados Unidos. Uno de sus principales puntos fue que el gobierno de Estados Unidos debería fortalecer su apoyo a los aliados latinoamericanos para evitar que China utilizara la “diplomacia médica” para expandir su esfera de influencia en América Latina, junto con los avances en las cadenas de suministro, adquisiciones estratégicas y préstamos a gobiernos con problemas, mientras que Occidente sigue económicamente debilitado y distraído políticamente por la pandemia de Covid-19.

Por lo tanto, en su opinión, los Estados Unidos deberían detener decididamente la expansión tecnológica de China en América Latina. Esto significa que los Estados Unidos no deben adquirir ni compartir conocimientos médicos chinos. En última instancia, la pandemia no ha cambiado los objetivos de China ni la estrategia general. Proporciona una oportunidad sin precedentes para que China siga adelante con su aplicación. Con la ayuda de los controles del gobierno chino sobre su población para imponer y hacer cumplir la cuarentena, y gracias a sus enormes reservas financieras y su influencia en la economía, China está saliendo de la crisis (aunque ciertamente debilitada) por delante de la mayoría de los países occidentales y no occidentales.

Es probable que la pandemia y sus efectos en la salud, económicos y de otro tipo persistan y continúen debilitando a los Estados Unidos y Europa durante algún tiempo. La interacción entre la reapertura económica parcial y el tiempo necesario para desarrollar, probar y producir masivamente una vacuna extenderán este proceso.

En América Latina y en otras partes menos desarrolladas del mundo, es probable que la situación sea mucho peor. Los sistemas de salud pública menos capaces, los grandes sectores informales, las pequeñas y medianas empresas vulnerables, así como los límites a la capacidad de los gobiernos de pedir dinero prestado para proteger a las poblaciones vulnerables, y los sectores económicos conexos ejercerán presión sobre las economías a medida que sufren la disminución de la inversión y la demanda de sus exportaciones de los países occidentales. En China, por otro lado, las cosas se están resolviendo.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia. 

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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RELEVANCIA DEL XIII CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA DE VIETNAM EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Ruvislei González Saez*

Nguyen Phu Trong, que desde 2018 es el presidente de la República. EFE/EPA/LUONG THAI LINH/Archivo

Recientemente, del 25 de enero al primero de febrero se celebró en Vietnam el XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam (PCV). La magna cita que fue clausurada un día antes de lo previsto, resultó ser un éxito al cumplir los objetivos propuestos. Aunque algunos medios internacionales plantearon que el rebrote en el país de la Covid-19 impactaría negativamente sobre dicho congreso, lo cierto es que este logró desarrollarse completamente; mientras se activaron los protocolos sanitarios de inmediato a nivel nacional en momentos donde la reaparición de la pandemia se da en varios países que ya lo habían logrado controlar.

Luego de ocho jornadas de trabajo en el Centro Nacional de Convenciones de Vietnam, en Hanoi, con la participación de 1587 delegados que representaron a más de cinco millones de militantes en todo el país, el XIII Congreso Nacional del PCV concluyó con metas concretas hacia el 2045. En este proceso se eligieron 200 miembros del Comité Central (CCPCV) de la XIII legislatura partidista de los cuales 191 habían sido integrantes de la XII. Ello es reflejo de una continuidad del liderazgo unido a la incorporación de una nueva generación. La edad del miembro oficial más joven del CCPCV es de 42 años, mientras la del miembro suplente es 38 años.

El XIII Congreso Nacional del PCV tuvo entre sus prioridades evaluar la implementación de la Resolución de la edición anterior (XII Congreso) y revisar el proceso de los 35 años de Renovación. A su vez, fue propicio para debatir y aprobar importantes documentos y temas como:

  • El Informe Político del CCPCV del XII mandato.
  • La Materialización de la Estrategia de Desarrollo Socioeconómico Decenal (2011-2020).
  • La Estrategia Decenal de Desarrollo Socioeconómico en el período 2021-2030.
  • El desempeño del Plan Quinquenal de Desarrollo Socioeconómico (2016-2020).
  • El Plan Quinquenal de Desarrollo Socioeconómico en la etapa 2021-2025.
  • La Evaluación del liderazgo del CCPCV del XII mandato, el fortalecimiento de las filas partidistas y el cumplimiento del Estatuto del Partido del XII mandato.
  • La Visión de desarrollo hacia el 2045, para celebrar por todo lo alto los 100 años del nacimiento de la República Democrática de Vietnam (actual República Socialista de Vietnam).

El XIII Congreso también eligió al nuevo CCPCV, su Buró Político, secretariado y secretario general. A la vez centró sus discusiones bajo la guía de acción: “Unidad, Democracia, Disciplina, Creatividad, Desarrollo” y el lema “Fortalecer la rectificación del Partido y la construcción del sistema político transparente y fuerte, despertar aspiraciones por el desarrollo nacional y promover la voluntad y la fuerza de la gran unidad nacional combinada con el ímpetu de la época, continuar impulsando de manera integral y sincrónica la Renovación, construir y defender con firmeza la Patria y mantener un entorno pacífico y estable, y esforzarse por convertir a Vietnam en una nación desarrollada con orientación socialista para mediados del siglo XXI”.

La magna cita generó mucha expectativa sobre todo por los nuevos líderes que serían elegidos. En este proceso fue aprobado el nuevo CCPCV integrado por 180 miembros oficiales y 20 suplentes, la misma cantidad que el anterior mandato. Sin embargo en comparación con la estructura del XII congreso, el actual Comité Central está integrado por un mayor número de secretarios de los comités partidistas a nivel municipal y provincial, así como ministros y jefe de agencias gubernamentales. No obstante, hubo una reducción de viceprimeros ministros, mujeres miembros y representantes de minorías étnicas.

En cuanto a la elección del Buró Político del CCPCV, la reelección de Nguyen Phu Trong como secretario general se esperaba a partir de su liderazgo pese a su avanzada edad. Solamente el dirigente partidista y el primer ministro Nguyen Xuan Phuc sobrepasaron el límite de edad permitida de los 65 años. Los 16 restantes integrantes oscilan entre 51 y 64 años de edad. En este sentido, hubo una reducción en comparación con el XII mandato de tres mujeres a una. En este congreso se retiró del Buró Político la presidenta de la Asamblea Nacional (AN), Nguyen Thi Kim Ngan, reconocida por su liderazgo que visibilizó el rol de género dentro de Vietnam y a nivel internacional, así como fue la primera mujer integrante de los cuatro pilares del liderazgo político vietnamita (secretario general del PCV, presidente, primer ministro y presidente de la AN).

En este proceso es significativo por tercer período el rol de Nguyen Phu Trong como secretario general, suceso único después del liderazgo de Le Duan en los años 80 del siglo pasado. Ello reafirma que el Partido vietnamita ha roto esquemas y se articula más en función del bienestar y progreso del país que en normas estrictas a regir. También el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc se mantiene por tercera vez en el Buró Político y ha sido destacado por su conducción al frente del gobierno en los últimos años y la respuesta de Vietnam ante la Covid-19.

A su vez, se destaca la permanencia del viceprimer ministro y canciller, Pham Binh Minh, quien contribuyó al frente de las relaciones exteriores al desarrollo de una diplomacia proactiva con grandes logros en los últimos diez años y especialmente el desempeño de una diplomacia digital en tiempos de Covid-19, el cual se convirtió en referente para la presidencia de Nueva Zelanda en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacifico (APEC) en 2021. En este proceso, Vietnam aumentó sus Asociaciones Estratégicas Integrales con China, India y Rusia, elevó las Asociaciones Estratégicas con Japón, Australia, Alemania, Corea del Sur, naciones del Sudeste asiático, entre otros y también avanzó hacia una Asociación Integral con Estados Unidos y más de 10 naciones. En lo multilateral se lograron resultados con mayor reconocimiento en organismos internacionales y su posición de presidente pro-tempore en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), APEC y otros organismos.

Por otro lado, fue electo el ministro de Industria y Comercio, Tran Tuan Anh miembro del Buró Político del CCPCV, con quien bajo su conducción en el período 2016-2020 se profundizó la diplomacia económica vietnamita bajo la guía del Partido. En esta etapa, Vietnam elevó su superávit comercial, aumento las relaciones comerciales con importantes socios a nivel global, se insertó en grandes procesos como el Acuerdo Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP) y la Asociación Económica Regional Integral (RCEP).

Es muy positiva la incorporación de una generación joven aún y que se han desempeñado en un escenario complejo en los tiempos recientes. Los resultados de los últimos años y la reelección de varios dirigentes es un ejemplo de reconocimiento, incluso algunos pasan a un tercer mandato junto al secretario general. Se está en proceso de cambio generacional; algunos dirigentes como Nguyen Xuan Thang, quien tiene conocimiento teórico, contribuirán desde la Academia Política Ho Chi Minh a mantener un vínculo en la construcción del socialismo que se propone hacia el 2045 ligado con la profundización de la economía de mercado.

Se esperaba la revalidación de Truong Thi Mai, Vuong Dinh Hue y Pham Minh Chinh. La primera, constituye hoy la única mujer en el más importante grupo dirigente del país, mientras el segundo se espera en el futuro próximo que sea el presidente de la Asamblea Nacional. Vo Van Thuong al frente de la Comisión de Propaganda y Educación del CCPCV es el más joven del Buró Político con 51 años.

En concreto, el Buró Político del XIII mandato está integrado por:

  1. Nguyen Phu Trong, secretario general del PCV y presidente de Vietnam
  2. Nguyen Xuan Phuc, primer ministro
  3. Pham Minh Chinh, jefe de la Comisión de Organización del Comité Central
  4. Vuong Dinh Hue, secretario del Comité partidista de Hanoi y jefe de la delegación capitalina de diputados de la Asamblea Nacional de la XIV legislatura.
  5. Tran Tuan Anh, ministro de Industria y Comercio y subjefe de la Comisión de Economía del Comité Central.
  6. Nguyen Hoa Binh, presidente del Tribunal Supremo Popular.
  7. Luong Cuong, jefe del Departamento General de Política del Ejército Popular.
  8. Dinh Tien Dung, ministro de Finanzas.
  9. Phan Van Giang, viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor General del Ejército Popular.
  10. To Lam, ministro de Seguridad Pública.
  11. Truong Thi Mai, jefa de la Comisión de Movilización de Masas del Comité Central.
  12. Tran Thanh Man, presidente del Frente de la Patria.
  13. Pham Binh Minh, viceprimer ministro y canciller.
  14. Nguyen Van Nen, secretario del Comité partidista de Ciudad Ho Chi Minh.
  15. Nguyen Xuan Thang, director de la Academia Política Nacional Ho Chi Minh y presidente del Consejo Teórico Central.
  16. Vo Van Thuong, jefe de la Comisión de Propaganda y Educación del Comité Central.
  17. Phan Dinh Trac, jefe de la Comisión de Asuntos Internos del Comité Central.
  18. Tran Cam Tu, jefe de la Comisión de Control Disciplinario del Comité Central.

Mientras tanto, el Secretariado para este nuevo periodo quedó integrado por algunos miembros del Buró Político y cinco elegidos durante el primer pleno del Comité Central, a saber:

  1. Do Van Chien, ministro, jefe del Comité de Asuntos Étnicos del Gobierno.
  2. Bui Thi Minh Hoai, subjefa permanente de la Comisión de Control Disciplinario del Comité Central.
  3. Le Minh Hung, jefe de la Oficina del Comité Central.
  4. Le Minh Khai, Inspector General del Gobierno.
  5. Nguyen Trong Nghia, subjefe del Departamento General de Política del Ejército Popular.

Por otro lado, la Comisión de Control Disciplinario del Comité Central del XIII mandato está integrada por 19 miembros. Tran Cam Tu fue reelegido como jefe de esa entidad.

El XIII Congreso del PCV se desarrolló luego de un amplio proceso de socialización y retroalimentación colectiva que fortaleció el enfoque de la democracia socialista participativa. Ello permitió que el PCV como fuerza dirigente se nutriera de sugerencias no solo de militantes, sino también de ex dirigentes, expertos nacionales e internacionales, recomendaciones de diversas organizaciones y organismos vietnamitas. Incluso fueron atendidas opiniones de diferentes capas sociales y de ciudadanos tanto dentro como fuera del país. Ello reflejó el carácter inclusivo e innovador del método de trabajo del Partido vietnamita en los momentos actuales.

En el actual 2021, Vietnam es el tercer país con sistema sociopolítico socialista que reafirma en su congreso partidista la persistencia en la construcción del socialismo al igual que el VIII Congreso del Partido de los Trabajadores en la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y el XI Congreso del Partido Popular Revolucionario Lao, ambos celebrados en el mes de enero y se espera que Cuba lo haga en el VIII Congreso del Partido Comunista en el próximo mes de abril. También en el quinto pleno del Partido Comunista de China el pasado año, se manifestó tal decisión.

El congreso dejó claro que para continuar implementando el Doi Moi en la nueva coyuntura, el Partido, el Ejército y el Pueblo deben persistir en la ideología del marxismo-leninismo, el pensamiento de Ho Chi Minh, la causa de salvaguardar la independencia y construir el socialismo. Pero es importante seguir profundizando los valores culturales, la base espiritual y la garantía de la defensa y seguridad.

El liderazgo y trabajo constante del PCV se ha traducido en contribuir al incremento del nivel de vida de la población. Ello ha permitido que la esperanza de vida en Vietnam aumentara a 76,5 años por encima de países vecinos como Filipinas e Indonesia. El combate a la pobreza ha sido una de las causas de mayor éxito, en la que la tasa de este flagelo multidimensional nacional según el umbral de pobreza oficial se redujo de 8,8% en 2016 a 6,1% en 2018. En ello incide el Programa Nacional para la reducción sostenible de la pobreza 2016-2020 bajo la guía del Partido y el Gobierno, aun cuando Vietnam fue uno de los 15 países que puso fin a la pobreza extrema en 2015. Si se evalúa los 35 años de Renovación, se puede decir que tan solo en 15 años Vietnam logró reducir 26,3 millones de personas de la pobreza en el período 2000-2015 (Asai et, al, 2019).  

Otros resultados a destacar son: el 100% de la población pobre recibe beneficios de la asistencia social, la totalidad de la sociedad tiene acceso a la electricidad. En cuanto a los niveles de desempleo en el 2019 fue el octavo país con menor índice en la región (2%). La proporción de media y alta tecnología en el valor añadido total en Vietnam es del 38,7% cuando en Indonesia es del 35% y Hong Kong del 37,4%. Al compararse la proporción de la población cubierta por red móvil LTE (4G), es del 93,9%, mayor que en países vecinos más desarrollados como Malasia y Filipinas. Vietnam gasta en investigación y desarrollo (I+D) como proporción del PIB el 0,53%, sin embargo, Indonesia solo el 0,23% y Filipinas el 0,16% (BAD, 2020).

Desde el Noveno Congreso Nacional del PCV en el año 2001, Vietnam ha venido enfocándose para convertirse en 2020 en una nación básicamente industrializada y moderna. No obstante, los desafíos nacionales e internacionales que ha debido enfrentar el país, condicionó enfocarse en nuevas metas. Para 2030, Vietnam pretende ser un país en vías de desarrollo de ingreso medio alto, con una industria moderna, para llegar a ser, en 2045, una nación desarrollada. Los objetivos son ambiciosos, especialmente este último, sin embargo, de seguir el camino de los tigres asiáticos, algunos de los cuales ha rebasado en menor tiempo, pudiera transformarse en una nueva economía industrializada (NEI) para el centenario de la República Democrática (hoy República Socialista).

En su estrategia hacia el futuro más cercano el Partido aspira a que Vietnam se convierta en un país de ingreso mediano y bajo (5080,9 dólares) para el 2025. En los momentos actuales es un país que sobrepasa el estándar de ingreso medio bajo (2174,4 dólares) con valores en el 2019 de 2715,3 dólares y se prevé que para el 2023 arribe a la meta prevista por el evento para el 2025 (ver gráfico 1). En ese sentido Vietnam tiene que seguir transformando su modelo de crecimiento hacia uno de mayor desarrollo en el que eleve el nivel de competitividad de la economía nacional. Tras el impacto de la Covid-19, Vietnam fue el único país del Sudeste Asiático que aumentó su PIB per cápita más de 80 dólares en 2020.

Gráfico 1: PIB per cápita a precios actuales en dólares de Vietnam período (1985-previsión 2045). Fuente: Banco Mundial y Plecher 2021.

Para alcanzar esos objetivos, el Informe y otros documentos del XIII Congreso Nacional concretaron 12 orientaciones estratégicas para el desarrollo nacional en el período 2021-2030. Ello implica profundizar la reforma de la administración pública, continuar las transformaciones de las empresas y grupos estatales, elevar la innovación en los procesos, simplificar los procedimientos. En lo político se propone perfeccionar el Estado de Derecho socialista; reforzar la lucha contra la corrupción, el despilfarro, la burocracia y las acciones negativas.

El XIII Congreso Nacional del PCV constituye un hito y un paso de inflexión de vital relevancia como antecedente para los mandatos posteriores, en aras de cumplir exitosamente las metas estratégicas de desarrollo nacional hasta 2030, con visión hasta 2045. Para ello se necesita perfeccionar las instituciones, en primer lugar, aquellas vinculadas estrechamente al desarrollo de la economía de mercado orientada al socialismo, a la par de enfocarse en crear un entorno empresarial y de inversión favorable, saludable y justo, promover la innovación y utilizar eficazmente todos los recursos para el progreso, especialmente la tierra y las finanzas.

Se propuso en el quinquenio 2021-2025 y el período posterior, mejorar la capacidad de liderazgo y combatividad del Partido, el fortalecimiento y la transparencia de las filas partidistas y del sistema político, así como el robustecimiento de la confianza del pueblo en el PCV, el Estado y el socialismo. Ello implica a su vez, una mejor preparación de los dirigentes, no solo en las técnicas de dirección, sino en consonancia con los cambios de la Cuarta Revolución Industrial. El 2020 fue un ejemplo de muestra de la relevancia de la economía digital, para ello el país tiene que seguir profundizando la inserción de esta, el desarrollo del gobierno electrónico, la inteligencia artificial (IA), el internet de las cosas (IoT), entre otros.

El congreso enfocó atención al sector agrícola. Algunas orientaciones recomendadas para el sector agrícola en el tiempo venidero, se centran en:

  • Reestructurar el sector agrícola con alto valor agregado y alta competitividad sobre la base de explotar efectivamente los recursos naturales y humanos.
  • Multiplicar la aplicación de modelos de agricultura de alta tecnología en el cultivo de plantas y la cría de animales domésticos, así como evaluar la eficiencia de los modelos de cultivos intercalados y resiembras para continuar promoviéndolos.
  • Trabajar para promulgar una resolución sobre el desarrollo de la economía colectiva con las cooperativas como núcleo, para alentar a las empresas a participar en este modelo económico e invertir en tecnologías de poscosecha y procesamiento de productos agrícolas. Además, centrarse en establecer un sistema de distribución, procesamiento y comercialización de productos agrícolas.
  • Vincular la agricultura de alta tecnología con la construcción de la nueva ruralidad. En tal sentido, se debe promover el papel de los agricultores que participan voluntariamente en la fundación de modelos de la economía colectiva en la construcción de la nueva ruralidad.
  • Fomentar el desarrollo de los servicios logísticos para apoyar a las empresas, especialmente las nuevas participantes en la exportación. Además, ampliar mercados receptores de productos agrícolas y elaborar estrategias para venderlos al exterior, en las cuales se deben definir las características de cada mercado e instruir a las empresas, cooperativas y agricultores a cumplir con las normas sobre las mercancías destinadas a ese fin.

En el XIII congreso se reforzó la proyección hacia el desarrollo de la economía del conocimiento. Para ello se pretende continuar priorizando la inversión en educación y formación y crear un entorno para una conexión eficaz entre las instituciones de educación universitaria y las empresas. Particularmente se resaltó la experiencia de la Ciudad Ho Chi Minh. La urbe ha explotado sus ventajas como un gran centro económico, cultural, educativo, científico y tecnológico. Contribuyó a la formación de las bases de la economía del conocimiento, incluyendo un gran contingente de intelectuales, parques tecnológicos, grandes corporaciones tecnológicas, centros de investigación y desarrollo y la infraestructura de tecnología de la información en la plataforma de red 5G. Sobre esta base, ha cambiado gradualmente su estructura económica hacia el aumento de la proporción del conocimiento, centrándose en el desarrollo de industrias de alta tecnología y participando en la cadena de valor global.

Ciudad Ho Chi Minh estableció la cadena de Parques de Software, la Zona de Alta Tecnología, el Parque Agrícola de Alta Tecnología, el Centro de Incubación Especializado de Inteligencia Artificial y el Instituto de Ciencia y Tecnología Computacional. En particular, la Zona de Alta Tecnología ha atraído 162 proyectos con una inversión total de más de siete millones 162 mil dólares. El valor de los productos de alta tecnología en 2020 alcanzó más de 20 mil millones de dólares. El gobierno municipal ha estudiado la planificación de un área urbana creativa en el este, asociada con el establecimiento de la ciudad de Thu Duc. Además, promulgará mecanismos y políticas destinadas a promover la investigación científica y tecnológica relacionada con la vida, a la vez que perfeccionará los ecosistemas de emprendimiento e innovación.

Algunos de los desafíos detectados en el XII Congreso fueron atendidos por la máxima dirección partidista en los cinco años anteriores. Por otro lado, contribuyó a que en el reciente evento concluido se informara que la situación de corrupción, degradación moral, “auto-evolución” y «auto-transformación» en las filas del Partido y el sistema político se ha frenado y controlado gradualmente. Ello no significa que no existan desafíos, estos permanecen y para continuar esa labor, el propio Phu Trong y otros líderes continuarán en la tarea. El combate contra la corrupción condujo a que en el período 2016-2020 por primera vez se llegara a sancionar a miembros del Buró Político, hecho sin precedente.

Por otro lado, ante la evolución compleja de la situación regional y mundial se le otorgó gran importancia a la consolidación y fortalecimiento de la defensa y seguridad. Vietnam persiste en la protección de la independencia, la soberanía, la unidad y la integridad territorial y los intereses de la nación teniendo en cuenta que debe atender asuntos vinculados a la protección de sus fronteras y promueve la resolución del conflicto del mar del Sur de China, mediante las negociaciones del Código de Conducta de las partes de la ASEAN. Pero debe seguir atendiendo con énfasis problemas como el tráfico de personas, ciberseguridad, violación de sus fronteras, entre otros.

Conclusiones

El XIII Congreso Nacional del PCV puede catalogarse como el evento de la continuidad y la renovación generacional. Es a su vez, el congreso de la definición del camino hacia el centenario de la República Democrática (hoy socialista). Sus resultados demostraron la capacidad de liderazgo del Partido y ofrece lecciones al mundo. La relección de Nguyen Phu Trong a sus casi 77 años por tercera vez, solamente después de Le Duan desde 1986 demuestra que aunque no es de la generación histórica, la causa del proceso iniciada por Ho Chi Minh se mantiene latente en la dirección política de Vietnam.

El congreso se desarrolló en un escenario complejo tanto nacional por el rebrote de la Covid-19, como internacional por los daños que está causando. Sin embargo, representó un símbolo de resiliencia. Las estrategias aprobadas hacia el 2025, 2030 y 2045 y los resultados obtenidos en el 2020 como una de economías de mayor crecimiento a nivel mundial (2,91%) demuestra las condiciones y el potencial para convertirse en un país desarrollado en el futuro. Son aspiraciones muy ambiciosas para un país subdesarrollado como Vietnam, pero que bajo la voluntad y conducción del PCV se puede lograr. El país cuenta con estabilidad y voluntad política, recursos naturales, mano de obra abundante y joven en proceso de mayor preparación, las políticas están enfocadas en la Cuarta Revolución Industrial, a la vez que posee condiciones geográficas que permiten una gran conexión con otras economías importantes de la región. Aunque también su posición es muy vulnerable a los efectos negativos del cambio climático.

No son menores los retos que deberá afrontar el país y que el XIII Congreso del PCV reflejó. Debe seguir trabajando para no quedar rezagados con respecto a países vecinos, como también, elevar el enfrentamiento contra el flagelo de la corrupción y la malversación. Ello sin mencionar los problemas vinculados a la seguridad nacional y los intentos de cambios de régimen desde el exterior con apoyo de algunos vietnamitas que intentan contribuir desde las redes y otros espacios. Sin dudas, el XIII Congreso Nacional del PCV ha sido el reflejo de un país en evolución y el empeño hacia el desarrollo.

 

* Centro de Investigaciones de Política Internacional, Cuba. Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), Argentina.

 

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