MEDIO AMBIENTE: LOS HIDROCARBUROS AÚN SEGUIRÁN REINANDO

Agustín Saavedra Weise*

Imagen de SatyaPrem en Pixabay 

Los hidrocarburos siguen reinando y así será por un buen tiempo. Estas son épocas marcadas por las controversias acerca del cambio climático y por las consecuencias ambientales que ese nefasto fenómeno ha traído consigo. Es más, toneladas de papel y formatos electrónicos de toda naturaleza inundan anaqueles de bibliotecas con respecto al tema. Asimismo, muchos coinciden en que el ciclo histórico de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas y derivados) llegará pronto a su fin, en pero eso no es tan simple ni parece que será así por varios años más. Para comenzar, nuevos descubrimientos acentúan la esperanza de prolongar el uso de los fósiles por varias décadas con el auxilio de la tecnología, como ocurre ahora con el caso del llamado “shalegas”.

Preocupados y con realismo no debemos olvidar en ningún momento que en este ya casi agónico 2021 aún prevalece y seguirá prevaleciendo para consumo energético el viejo y desgastado carbón de la primera revolución industrial. Los expertos aconsejan diferenciar entre los combustibles fósiles y no meterlos en un mismo saco pese a las similitudes de origen geológico. Y está bien que así sea. Aunque el gas, el carbón y los derivados del petróleo son llamados genéricamente combustibles fósiles, debe tenerse en cuenta al carbón como al “primer villano”, pero también debe recordarse que sigue siendo protagonista de primer nivel.

La demanda de carbón crece a nivel universal y su uso se extiende pese a sus claros efectos contaminadores. Guste o no el carbón es el rey en Chile y en la India; sigue siendo masivo en Estados Unidos —aunque ya hubo una clara reducción de su consumo— y Europa continúa dependiendo del viejo carbón de roca. Algunos expertos predicen que de seguir la tendencia del momento, para el 2030 el carbón volvería a ser la primera fuente energética del planeta ¿Qué tal? Si este sombrío pronóstico no representa un grave retroceso en el debate sobre el cambio climático quiero que alguien me explique qué está pasando…

Al de suyo relevante tema del carbón y de sus primos geológicos debemos agregarle la sumatoria de la contaminación ambiental vía ganadería, incendios forestales, saqueos de recursos naturales, descuidos graves en el manejo ambiental de las grandes ciudades, etc. Sin ir muy lejos, el problema en las zonas chaqueño-amazónicas de Sudamérica ya reviste alta gravedad. En Bolivia mucho se habla de respeto a la Pachamama pero según datos estadísticos internacionales es uno de los países donde más deforestación se genera. En fin, por ahora el carbón reina y sus nefastos derivados siguen su contaminable e incontenible avance. ¿Qué haremos?

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/medio-ambiente-los-hidrocarburos-aun-seguiran-reinando_253141

LAS ESCUELAS DE SNIPERS

Comandante Espuela (Tiempo GNA*)

En la actualidad la mayoría de las naciones tienen escuelas para francotiradores. En las más exigentes los que califican adquieren esa especialidad y salvo algunas materias, no difiere mucho al entrenamiento de las fuerzas especiales. Todos los alumnos (hombres y mujeres) son voluntarios. 

Condiciones para ser francotirador

El aspirante debe tener desbordante salud, un excelente estado físico, fundamentalmente buenos pies y piernas, su vista no debe ser menor a 20-20. Tener nervios de acero, gran estabilidad emocional (carecer de excesivos sentimientos), ecuanimidad, sentido común y fundamentalmente mucha paciencia.

Otra de las condiciones es tener inteligencia, memoria para recordar detalles y conocimientos de balística. La mayor virtud, disponer mucha tolerancia para estar varios días al acecho sufriendo el acoso de los insectos, las inclemencias del tiempo. El mayor defecto es creerse superior al enemigo. Es una especialidad donde no se debe dejar de entrenar. Los seleccionados serán de estabilidad psicológica firme y sin sanciones disciplinarias importantes. Beber alcohol, café y fumar están contraindicados. El olor a cigarrillo puede ser olido (más aún por perro adiestrado) y cuando está encendido, puede observarse de noche a unos 200 metros. La colilla consumida arrojada sin cuidado puede ser vista en el suelo. A su vez la nicotina disminuye la visión y estaría perdiendo un 40% de su visión nocturna. Debe estar aclimatado a la zona donde deberá operar (selva, monte o montaña). Si es fumador o le gusta trasnochar en fiestas, no llegará muy lejos.

Principios para la selección hombres y mujeres por igual

Antes de una misión el jefe que debe seleccionar el equipo, del tirador y el auxiliar (observador) no sólo que goce de buena salud, sino que tengan afinidad y se entiendan bien. El compañerismo es una condición básica para que todo salga bien y ambos deberán tener el mismo sexo. En la actualidad en las FFAA la relación entre hombres y mujeres es cada vez más neutral si califican y están motivada, son mortíferas guerreras. Pero cuando se constituyan equipos, ambos deben tener el mismo sexo o habrá importantes distracciones, olvidos y los dos pueden morir. 

El perfil psicológico del francotirador

La elección de un francotirador es una tarea delicada. No sólo tiene que tener un  físico apto para la guerra y ser disciplinado, sino tener un fuerte equilibrio emocional. Una cosa es matar en el fragor de la batalla, cuando no hay tiempo para pensar, pero es muy diferente cuando hay muchas horas para recapacitar. Los instructores deben separar a los alumnos débiles de carácter, a los que quieran ser francotiradores por esnobismo, tengan ansiedades y remordimientos.

Beber alcohol o fumar está contraindicado para esta especialidad. Ser paciente es una de las virtudes más necesarias de un tirador emboscado, puede pasar horas sin moverse y ser acosado por insectos, mientras esperan el momento óptimo. Los mejores alumnos provienen de comunidades agrícolas pues son cazadores natos acostumbrados a estar solos y ocultos durante días. Son personas rudas, donde el trauma de la guerra no suele ser tan severo como a otros. La instrucción básica de un francotirador, es disparar a quien hace ademanes, lleva vigores o binoculares y los soldados lo saludan militarmente, pues indica que es alguien con jerarquía y es un objetivo rentable. Hoy en día las insignias son pequeñas y no se destacan con colores como antes. También hay una tendencia de no saludar militarmente con la mano al superior en el terreno y estos se cuidan de llevar mapas en la mano y hablar por radio en forma visible. El problema que se le presenta a nuestro comando es considerable y debe saber que los tiradores emboscados propios pueden ser utilizados para buscar al tirador enemigo.

El instructor debe interrogar al aspirante a sniper:

    • ¿Tiene temperamento irritable?
    • ¿Se enoja fácilmente?
    • ¿Le gusta cazar?
    • ¿Alguna vez ha pasado una semana entera atrás de una presa?
    • ¿Puede estar días sin televisión, ni amigos, ni celular, pero sí mosquitos y alimañas?
    • ¿Alguna vez ha ido de campamento solo?
    • ¿Le gusta trabajar en equipo.

Sobre el curso

Una de las primeras cosas que aprenden es a seleccionar blancos de altísima prioridad como los francotiradores enemigos, oficiales y servidores de armas pesadas. Luego vienen las prácticas de tiro todos los días y clases para ejercitarse a calcular distancias, el efecto del viento, presión barométrica, etc. Además ejercitarse de esas habilidades, lo principal es dominar el arte del reconocimiento del terreno, el enmascaramiento y la paciente observación. No menos importante es saber técnicas de supervivencia, inteligencia de combate, lectura de cartas topográficas y táctica. Memorizar detalles minuciosos sobre el tamaño de una unidad enemiga, uniformes, equipo y también debe saber operar un pequeño transmisor de radio. Todo es parte del curso para los que aspiran a graduarse con la especialidad de francotirador. Algunas doctrinas indican que el sniper debe tener un acompañante con un arma automática que lo proteja y en ocasiones lo pueda reemplazar. Pero para algunas misiones tendrá que operar independiente en lugares impensados, actuar con rápidos reflejos, tomar decisiones y permanecer solo durante días en terrenos hostiles sin preguntar ¿Qué hago? Por ello, ser buen tirador para batir enemigos a más 600 metros, no basta. La detección instantánea de blancos pequeños ocultos en el follaje o entre las ruinas de un edificio, es una virtud de cazador que debe adquirir. Imaginación de dónde podría estar un sniper enemigo es una condición elemental para sobrevivir. Los francotiradores tienen más posibilidades de morir que cualquier otro combatiente y raramente sobreviven cuando son capturados, lo que es un crimen de guerra. Por eso, ciertas exigencias del entrenamiento son algo mayores a tal punto que en los EE.UU. sólo un 65% suele aprobar el curso. Pero aquellos que no califiquen no son descartados, sino que logran la capacitación de “acompañante de sniper” y/o “observador adelantado” que también es una especialidad importante. En algunas escuelas, con excepción de las horas que pasan en el aula y comedor, la mayoría del tiempo, lo ocupan más arrastrándose que caminando. Por horas visten el clásico “Ghillie” que los tienen completamente enmascarados y no importa el calor del medio ambiente.

La duración de los cursos y las materias indican la calidad de la escuela, en la “Scout Sniper School USMC”, duraría dos meses y el alumno recibe la capacitación justa según sea la región geográfica donde actuará. Los rusos debido a la experiencia en la IIGM, le dan mucha importancia a los snipers y algunos cursos de esta especialidad llegan a durar un año.

Disciplina de observación

La vista de un francotirador debe acostumbrarse a los detalles tanto de día como de noche. La tarea exige gran concentración y los dos miembros del equipo deben relevarse entre sí con los binoculares cada 10 minutos y algo menos con el equipo de visión nocturno. El telescopio no debe usarse para investigar sin sentido, porque su ángulo estrecho de visión tomaría más tiempo para cubrir un área y producirá fatiga visual. El francotirador debe memorizar la ruta estudiando mapas, fotografías etéreas, o bocetos. Deberá anotar puntos de referencia como colinas, los arroyos y caminos. Debe planear una ruta alternativa en caso de que la primaria no puede usarse. Tiene que mantener la orientación en todo momento. El saber ocultarse, tener planes lograr la misión como también para replegarse a tiempo por senderos previamente estudiados, es vital para su propia supervivencia, pues la mayoría de la veces cuando son capturados se los ejecuta en el acto, lo que constituye un crimen de guerra. Por ello, aunque sea incómodo algunos debajo de su “Ghillie Suit”, llevan el uniforme de soldado. De esta manera, antes de ser capturado eliminan y esconden el primero de ellos. 

Policías snipers

Los policías también se entrenan y la diferencia radica que el curso de estos es por un período más breve, generalmente de una semana y las distancias de tiro no superan los 200 m. Pero para un policía, el rescate de rehenes no es menos complicado que para un sniper militar. Son dos situaciones distintas, en esta última también se necesitan nervios de acero pues una enorme cantidad de periodistas cubrirán la nota y estará sometido una muy intensa presión psicológica. Es decir no puede errar.

“Es erróneo pensar que se puede leer un manual, hacer algunas prácticas de tiro y creer que ya se es un sniper. Tienes que practicarlo una y otra vez, porque si lo dejas de hacer por un tiempo se pierden las habilidades. Es una aptitud perecedera”. 

* Revista independiente para el personal de la GNA, Tiempo GNA, Nº 61, octubre de 2021.

 

UNIDAD Y PATRIOTISMO

Marcos Kowalski*

Transforma al adversario en enemigo y al país en campo de batalla.

Ya hace tiempo que venimos viendo a muchos grupos, sobre todo dentro del sector del denominado “pensamiento Nacional”, donde algunos incluyen a este autor, llamar a la unidad de acción para lograr la unidad patriótica argentina.

Más allá de los diversos conjuros, imposiciones excéntricas de minorías mundiales y globalista, por sobre “pandemias” aislamientos y pérdidas de libertades, por encima de la facción que resultan ser todos los políticos y muchos de los aspirantes a serlo, está el pueblo argentino y su sentida argentinidad.

Observando la realidad tal cual es y no como nos gustaría que resultara ser, vemos que la finalidad de unificar a grupos patrióticos debe pasar por actualizar los contenidos del patriotismo mismo, reconstruir su mística y fijar una estrategia común que incluya una política para construir poder propio, pero lo más importante, mostrar y demostrar a la sociedad que puede ser una opción con futuro de producir beneficios para todos los ciudadanos y la Patria.

Hoy es tal la confusión y escamoteo de la verdad, que es muy importante persistir en un trabajo esclarecedor sobre las consecuencias nefastas que la contra-cultura impuesta mediante el endeudamiento perpetuo y políticos inescrupulosos, a los que hay que echar del poder y juzgarlos por traición, han desatendido a la soberanía de nuestra Patria favoreciendo su empobrecimiento y dependencia.

No podemos dejar de volver una y otra vez sobre este tema repitiendo que no hay solución posible para la crisis económica argentina, ni medidas paliativas que la resuelvan, si no tomamos el toro por las astas y rompemos el círculo vicioso del endeudamiento perpetuo que el Poder Mundial nos ha impuesto para someternos y arruinarnos y hacer saber que esto solo es posible con un plan de plena producción con capacidad de exportación.

El patriotismo debe contemplar la argentinidad, el “sentido nacional” del compatriota, se tiene que fomentar en la concepción política que propicia el encaminamiento de la Nación a la consecución del bien común por el orden y la unidad, religados en autoridad. Siendo uno el Bien Común, la finalidad perseguida por la Nación debe ser una. Y si es una la finalidad, deben ser adecuados a ella los medios.

Es necesario considerar al hombre como una unidad ontológica no escindible de individuo y persona. Por ello no cabe ser ni individualista, ni personalista, sino plenamente humano, ver en el hombre político patriota no sólo un sujeto temporal sino también espiritual, comprometido en cuanto tal, en todos sus actos de ciudadano. El sentido de unidad y de orden del patriotismo lo opone a todo internacionalismo político y a todo cosmopolitismo, pues uno y otro son factores disolventes de la Nación.

Es necesario encarar un proselitismo nacional en un lenguaje coloquial, dirigiendo los mensajes a cada sector social en forma comprensible para el mismo, despertando el sentido Nacional y el altruismo natural, latente en cada argentino, para poder producir la masa crítica de adherentes necesarios para el cambio total de paradigmas porque un sistema político Nacional que pone el Bien Común como fin es el ideal a perseguir. Para el patriotismo «el Estado es la sociedad natural, revestido de la autoridad suprema dentro de unos límites dados, encargada de realizar el Bien Común de sus miembros».

En cambio, si se pone como fin el hedonismo individualista, se consigue un totalitarismo de ferocidad omnívora, un sistema político que, como la social-democracia liberal, proponga y practique la inmolación de la persona humana al mito y llegaríamos a una anarquía como la que estamos padeciendo. Por otro lado, si el fin es la absorción de la persona por el Estado, como propicia el marxismo, sería totalitarismo esclavizante liso y llano.

La historia de nuestro país no se compromete con ninguna forma política determinada.

En Argentina ha habido autocracia, aristocracia, oligarquía y socialdemocracia, y en cada circunstancia se ha gobernado con resultados positivos y negativos. La historia argentina no es la de demonios y de santos, sino la historia de una Nación con un gran sentido Nacional en el hombre argentino.

Es la mentalidad del mito antinacional la que transforma al adversario en enemigo y al país en campo de batalla, en escenario de una guerra fratricida y de exterminio, al igual que la mentalidad primitiva. En el orden de un mismo Estado y de una sola Nación el adversario político, el antagonista que disputa en el “Agon”, no es un enemigo. Si lo es el traidor, que, sirviendo a sus intereses propios y por su propia corrupción, en lugar de propiciar el bien común sirve a los intereses de la anti patria, sujetando a nuestro pueblo a la ignominiosa miseria y a la Nación misma al endeudamiento empobrecedor.

Como se sabe, desde hace unos treinta años se impuso en las democracias occidentales la teoría del consenso, que tiene su origen ideológico en la neo-marxista “escuela de Frankfurt” con el filósofo Jürgen Habermas a la cabeza. Esto dio por resultado que «el consenso o acuerdo de los grandes partidos políticos» se transformara en el fundamento moral de nuestras menguadas democracias.

Reemplazándose así la genuina representación democrática, transformando al sufragio universal y secreto en una verdadera farsa. Porque viene a justificar las decisiones ya tomadas de antemano por el acuerdo de políticos corruptos. Es solo un sistema procedimental y por ende vaciado de contenido. Al consenso de la partidocracia debemos agregar las múltiples y variadas “mesas de consenso social” patrocinadas por los grandes lobbies e instituciones de la sociedad civil, para que cambiando algo, nada cambie.

Por eso y más que nunca debemos aunar criterios, pero sobre todo actuar, cómo y dónde podamos para propiciar la reconquista de la argentinidad promoviendo la llamada Estrategia Nacional que se refiere a todos los poderes de la Nación, tanto en la paz como en la guerra, y comprende los varios tipos de estrategias para alcanzar los altos fines nacionales del Estado, así se identifica una estrategia política, como también económica, psicológica, interna y externa y también militar.

La esperanza argentina es creer y luchar por un futuro mejor, despertando el sentido Nacional de cada uno de nuestros compatriotas, como decimos siempre, la unidad y los conductores surgirán de la acción política, luchemos con las palabras, pero además con los hechos, sin perder la fe, invoquemos la protección de Dios y recordemos que los patriotas solo debemos morir en el empeño de reconquistar la Patria.

 

* Jurista USAL con especialización en derecho internacional público y derecho penal. Politólogo y asesor. Docente universitario. Aviador, piloto de aviones y helicópteros. Estudioso de la estrategia global y conflictos.

Publicado en Restaurar.org el 18 de octubre de 2021, http://restaurarg.blogspot.com/2021/10/unidad-y-patriotismo.html#more