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A DOSCIENTOS AÑOS DE LA TOMA DE POSESION DE LAS MALVINAS POR LAS PROVINCIAS UNIDAS. AYER Y HOY.

Marcelo Javier de los Reyes*

Fragata Heroína

 

La Revolución y los corsarios

Este año se conmemoran doscientos años del izamiento, por primera vez, del pabellón nacional en las islas Malvinas.

El 6 de noviembre de 1820, el marino y corsario estadounidense David Jewett, al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, tomó posesión de las islas Malvinas al mando de la fragata Heroína.

Cuando llegó a Puerto Soledad estableció una pequeña colonia dedicada a la pesca y a la ganadería ovina y fue quien izó por vez primera el pabellón argentino en las islas, reafirmando de esa manera su indiscutible derecho sobre las anteriores posesiones españolas.

Inmediatamente después de la Revolución de Mayo, en 1810, las Provincias Unidas del Río de la Plata llevaron la guerra revolucionaria utilizando buques corsarios, cuya intención era defensiva en función de enfrentar la amenaza de expediciones españolas, pero ofensiva y exitosa al perturbar el normal desarrollo del comercio español. La guerra del corso se desarrolló entre 1815 y 1821 y en ese período se destaca la acción del capitán Hipólito Bouchard, quien al comando de la fragata La Argentina puso rumbo a las islas Filipinas, para continuar la persecución de las naves españolas y perjudicar el comercio marítimo del Reino de España[1]. Bouchard recaló en Tamatave, Madagascar, luego navegó hacia las Filipinas. En Hawaii, Bouchard celebró tratados comerciales con el rey Kamehameha I en nombre de la Argentina y obtuvo del Reino de Hawaii el reconocimiento formal de la independencia de la República Argentina, siendo la primera nación en hacerlo. Luego se dirigió a California, donde enfrentó a las fuerzas españolas e hizo ondear la Bandera Nacional en el fuerte de Monterrey durante cinco días. En su travesía pasó por América Central, motivo por el cual varias de esas naciones tomaron como modelo la bandera argentina[2]. Del mismo modo, se le atribuye a Bouchard la intención de rescatar a Napoleón Bonaparte, quien había sido confinado por los británicos a la isla de Santa Elena, cuando La Argentina se encaminaba a África.

Santa Bárbara, California. En uno de los muelles de su puerto flamean las banderas de todos los países que en algún momento ocuparon California. Allí flamea la Bandera Argentina.

Con anterioridad, el almirante Guillermo Brown encabezó una expedición de corso a las costas del Pacífico de América del Sur entre 1815 y 1816, pero encontró su límite en Guayaquil.

La expedición de David Jewett

En este contexto fue que Jewett obtuvo la patente de corso cuando Marcos Balcarce, secretario de Guerra y Marina del director Ignacio Álvarez Thomas, aceptó el ofrecimiento del marino estadounidense y le expidió “Despacho de Comandante del Bergantín de su propiedad ‘el Invencible’”.

En 1819 Jewett obtuvo una nueva patente de corso por parte del Director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, José Rondeau. Este acto fue a instancias del armador Patricio Lynch, a cargo de la construcción de la fragata Heroína, quien le propuso al titular de Guerra y Marina, Matías de Irigoyen, que el comandante de la nave fuera David Jewett[3]. Antes de partir, el 5 de enero de 1820, la fragata Heroína fue habilitada como “buque de guerra del Estado”[4] y le confió a su comandante la misión de tomar posesión de las islas Malvinas. En enero de 1820 Jewett fue nombrado coronel del ejército al servicio de la Marina Nacional[5].

David Jewett (1772-1842) nació en North Parish, Connecticut, ingresó a la marina de guerra de Estados Unidos y participó en la guerra de independencia de su país contra el Reino Unido. Antes de arribar a Buenos Aires, prestó servicios como comandante en jefe de la escuadra naval chilena en 1814. Jewett arribó a Buenos Aires el 22 de junio de 1815 y ofreció sus servicios, no desinteresados, al gobierno nacional que en ese momento estaba a cargo interinamente de Ignacio Álvarez Thomas, ya que el director supremo, José Rondeau, se encontraba en campaña en el Alto Perú[6]. Durante dos años estuvo al frente de su propia nave, el bergantín Invencible —que en algunos documentos es nombrada como goleta— en el océano Atlántico con el cual capturó cuatro naves brasileras. Esos antecedentes fueron considerados al momento de otorgarle la patente de corso y el comando de la Heroína, el buque más grande y poderoso de la época.

El reclutamiento de la tripulación no fue fácil, para lo cual se incluyeron presidiarios y voluntarios. La navegación fue compleja debido a que la fragata debió sortear fuertes tormentas, lo que ocasionó malestar en la marinería[7]. La Heroína recorrió las costas de Brasil y llegó a hasta Cabo Verde. La tripulación de la fragata capturó una nave portuguesa, la fragata Carlota. Luego prosiguió viaje pero la travesía hasta las islas Malvinas no fue fácil, ya que Jewett debió enfrentar amotinamientos —para lo cual no contaba con los oficiales adecuados ya que hasta ellos eran motivo de conflictos a bordo—, a lo que se sumó el escorbuto que se diseminaba en la tripulación. La Heroína echó anclas en proximidades de Puerto Soledad el 27 de octubre de 1820[8].

Ya en el lugar constató la presencia de 50 buques dedicados a la pesca y la caza de la fauna marina.

David Jewett

El 2 de noviembre Jewett envió una circular que fue transcripta por el capitán James Wedell, al mando del buque Jane. En ella informa que toma posesión de las islas en nombre del Superior Gobierno de las Provincias de América del Sud, al que pertenecen “por ley natural”[9].

En la transcripción hecha por el capitán Wedell puede leerse:

Al desempeñar esta misión deseo proceder con la mayor corrección y cortesía para con todas las naciones amigas.

Uno de los objetos principales de mi cometido es evitar la destrucción de las fuentes de recursos necesarios para los buques que de paso o recalada forzada arriban a las islas, y hacer de modo que puedan aprovisionarse con el mínimo de gastos y molestias. Dado que los propósitos de Ud. no están ni en competencia con estas instrucciones, y en la creencia de que una entrevista personal resultará de provecho para entrambos, invito a Ud. a visitarme a bordo de mi barco, donde me será grato brindarle acomodo mientras le plazca.

He de agradecerle asimismo tenga a bien, en lo que esté a su alcance, hacer extensiva esta invitación a cualesquiera otros súbditos británicos que se hallaran en esas inmediaciones.[10]

Wedell aceptó la invitación de Jewett y describió que fue recibido con gran afabilidad pero destacó el mal estado de la Heroína y como el escorbuto estaba minando a su tripulación. No obstante reconoció que Jewett “asumió un carácter de poder y autoridad que yo estaba por cierto lejos de imaginar”[11].

El 6 de noviembre de 1820, en las ruinas de Puerto Soledad, el capitán Jewett asumió el mando militar del archipiélago reafirmando la soberanía de las Provincias Unidas en el Atlántico Sur. Se izó la Bandera Nacional, leyó la declaración y se dispararon veintiún cañonazos en presencia de su tripulación y con sus oficiales vestidos de gala[12]. Esa fue la posesión formal de las islas del Atlántico Sur por parte del capitán David Jewett en nombre del Superior Gobierno de las Provincias Unidas de Sud América. Al acto asistieron ciudadanos estadounidenses y súbditos británicos y la noticia de este acontecimiento fue publicada en medios de Estados Unidos, el Reino Unido y España.

Ante su penosa situación, en un informe fechado el 1º de febrero de 1821, Jewett pidió al Gobierno Supremo que enviara un comandante de su confianza para substituirlo[13].

En 1821, en el marco de sus funciones como custodio de la Soberanía Nacional en el Atlántico Sur, Jewett detuvo y remitió a Buenos Aires a la goleta estadounidense Rampart, a bordo de la cual iba Cristóbal Carnelia, teniente de presa, portador del pedido de relevo del capitán Jewett[14]. La Rampart, que había sido capturada a la altura de las Malvinas, arribó a Buenos Aires el 17 de febrero. Este hecho ocasionó un incidente diplomático con los Estados Unidos.

El gobierno respondió a Jewett que sentía las desgracias por las que tuvo que pasar así como también esperaba que fuera más afortunado en otra empresa y envío al capitán Guillermo Roberto Mazón para reemplazarlo.

Ayer y hoy

Cabe destacar que el gobierno de una joven Nación, abrumado entonces por grandes deudas y gastos ocasionados por la guerra de independencia, a lo que se sumaban los conflictos internos, consideró necesario llevar la guerra revolucionaria fuera de sus fronteras y decidió —asimismo— afianzar la Soberanía Nacional en los confines de la Patria.

En función de ello, no sólo envió tropas al Alto Perú sino que también invirtió sus escasos recursos para hacer ondear la Bandera Nacional en las islas del Atlántico Sur. La gesta del capitán David Jewett al mando de la fragata Heroína debe ser puesta en valor cuando se cumplen doscientos años de ese acontecimiento. Del mismo modo, debe estimarse la relevancia que tuvo al tener como otro objetivo la protección de los recursos naturales en esos confines.

Frente a ello, lamentablemente, nuestra democracia ha dado por tierra la proeza del capitán Jewett y de nuestros héroes que en 1982 se hicieron presentes para ratificar los derechos soberanos de la República Argentina, muchos de los cuales se quedaron como custodios en las Malvinas. Lamentablemente, el propio gobierno del Proceso de Reorganización Nacional puso en práctica la política de “desmalvinización”, la que fue continuada por los distintos gobiernos democráticos desde 1983.

No obstante, la situación se agravó principalmente a partir de la década de 1990, cuando durante la presidencia de Carlos Saúl Menem se implementó la política de alineamiento a los Estados Unidos, la cual fue acompañada de una serie de medidas que llevó a la pérdida de poder de fuego de nuestras Fuerzas Armadas y a la destrucción de la industria de la Defensa y de los proyectos que podrían garantizar la protección de nuestra soberanía. Entre tantas lamentables decisiones tomadas por su gobierno se destacan la venta como chatarra del portaaviones ARA 25 de Mayo; desactivación del proyecto misilístico Cóndor; entrega y desarticulación del Área Material Córdoba; paralización de la construcción de las corbetas y fragatas MEKO y de los submarinos. A ello se suma la sospechosa explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero. En esa línea siguió el gobierno de la Alianza liderado por Fernando de la Rúa, la que se potenció nuevamente durante el gobierno de Mauricio Macri, el cual celebró que en marzo de 2016 la ONU aprobara por unanimidad un pedido de extensión sobre el límite exterior de la plataforma continental realizado por nuestro país. Gracias a este fallo de la ONU, Argentina aumentó su plataforma marítima en un 35%, es decir, exactamente 1.700.000 kilómetros cuadrados.

Paradójicamente, esa celebración fue acompañada de una mayor reducción de las Fuerzas Armadas y de nuevas medidas que afectaron seriamente su operatividad: suspensión de los proyectos de investigación; finalización del proceso de remotorización de los aviones Pucará a pesar que tampoco se habían reemplazado los Mirage retirados de servicio durante el gobierno que lo precedió; pérdida de un arma estratégica como el ARA San Juan, hecho en el que perecieron todos sus tripulantes; un virtual abandono de los buques de la Armada y una tardía compra de inútiles patrulleros oceánicos a Francia. De esta manera, la República Argentina ha sido puesta en un virtual estado de indefensión.

La Armada Argentina, que contó con marinos de la talla de Guillermo Brown, Hipólito Bouchard, Tomás Espora, Martín Jacobo Thompson, Samuel Spiro, y el propio David Jewett, entre una larga lista de patriotas, hoy está incapacitada para responder a las mínimas necesidades que requiere nuestro extenso espacio oceánico. La Armada ha sido convertida en una mera “guardia costera”.

Hace doscientos años, el Superior Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata, con todas sus limitaciones, encomendó al capitán Jewett a custodiar la Soberanía Nacional y proteger los recursos naturales, algo que hoy la República Argentina no puede concretar. Es imperioso que esta situación sea revertida en el corto plazo y que se tome conciencia no sólo de la necesidad de despertar nuevamente nuestra “conciencia marítima” sino también nuestra “conciencia territorial” en un país que avanza hacia su lamentable fragmentación.

 

* Licenciado en Historia egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (1991). Doctor en Relaciones Internacionales, School of Social and Human Studies, Atlantic International University (AIU), Honolulu, Hawaii, Estados Unidos. Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires, Editorial Almaluz.

Referencias

[1] Marcelo Javier de los Reyes. “Hipólito Bouchard, la fragata La Argentina y las banderas Centroamericanas”. Anuario del CEID (Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo) 2017, <https://saeeg.org.nutria.avnam.net/wp-content/uploads/2018/05/CEID-ANUARIO-2017.pdf >, p. 173 y ss.

[2] Marcelo Javier de los Reyes. Op. cit.

[3] Mario D. Tesler. “Expedición de David Jewett a las islas Malvinas, 1820-1821”. Universidad Nacional del Litoral, p. 121, <https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8443/bitstream/handle/11185/4662/RU074_08_A006.pdf?sequence=1&isAllowed=y>, [consulta: 12/03/2020].

[4] Ibíd., p. 126.

[5] Ibíd., p. 125.

[6] Ibíd., p. 106.

[7] Sergio Esteban Caviglia. Malvinas: Soberanía, Memoria y Justicia: 10 de Junio de 1829. Rawson: Ministerio de Educación de la Provincia de Chubut, 2012 (1ª ed.), p. 166.

[8] Ídem.

[9] Ibíd., p. 167.

[10] Ídem.

[11] Ibíd., p. 168.

[12] Ídem.

[13] Ibíd., p. 138.

[14] Ibíd., p. 139.

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RECORDANDO EL 2 DE ABRIL EN LA ERA DE LA DESMALVINIZACIÓN

Der Landsmann

Hoy se conmemora un aniversario más de la heroica gesta de Malvinas, 38 años de la Operación Rosario-Azul cuyo objetivo fue la toma, (de manera incruenta para el enemigo), de las Islas Malvinas. Tan brillante fue, que aún hoy se la estudia en West Point como una joya de la táctica y estrategia de la guerra moderna.

Lamentablemente, desde 1983 padecemos una campaña de desmalvinización que ha rendido sus frutos. Las nuevas generaciones no reconocen el valor de la gesta, se sigue bastardeando el recuerdo de los caídos tildándolos de “chicos de la guerra”. Bastaría conversar con algún veterano inglés para saber que, como bien plasmara Julian Thompson en su libro (No Picnic), no la pasaron nada bien frente a nuestros aguerridos guerreros.

https://www.youtube.com/watch?v=BpnJ2iq7yks

Sin ir más lejos, el presidente Alberto Fernández, en su primer discurso implementando la cuarentena, decretó adelantar el feriado del Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas para el 1º de Abril, declarando asueto el 30 y 31 de Marzo para así, feriado largo de por medio, reducir la presencia en la calle. En un discurso posterior, dejó sin efecto los asuetos y adelantó sin motivo el feriado, que debería ser inamovible. Aún no se le ha dado la importancia que merece a la gesta. Siguen ocultando que el gobierno no tenía opción ya que se vencían los 150 años en los cuales se puede litigar jurídicamente. Inglaterra lo sabía y nos cerró la puerta diplomática. Debido a la gesta, el contador volvió a cero. Tampoco recuerdan que en Marzo de 1982 partieron 2 submarinos nucleares británicos con rumbo al Atlántico Sur, ellos ya estaban planteando como única posibilidad el enfrentamiento armado.

La intransigente posición británica, que rechazó sistemáticamente los intentos de aproximación argentinos y mostró una persistente intención de resolver la cuestión por vías de hecho, colocó al gobierno argentino ante una disyuntiva de hierro y lo obligó a elegir.

“La desmalvinización que planteó el punto de vista ‘del loco’: a la sombra de esa idea repetida hasta el cansancio de que el país ‘fue arrastrado por la locura de un general borracho a una guerra absurda con el solo fin de perpetuarse en el poder’, se ha producido en la Argentina, una de las operaciones discursivas más perniciosas de nuestra historia contemporánea.

La adopción de “la locura” como razón principal de los acontecimientos vividos en 1982 ha implicado el envío de la totalidad del conflicto y de todos sus partícipes al territorio del absurdo, de la insensatez y el disparate. Es natural, entonces, que bajo la orientación de la mirada “del loco”, todas las proposiciones terminen envueltas en el sinsentido. Desde este punto de vista, no serían relevantes los intereses concretos de los actores internacionales ni los escenarios y estrategias que desde hace décadas, siglos, se vienen desplegando sucesivamente alrededor del control del Atlántico Sur y sus recursos. En el mundo del absurdo, las causas se disuelven, las razones no hacen pie, prevalece la nada. Por esta razón, las posiciones desmalvinizadoras tienen enormes dificultades para incorporar a su discurso palabras como “héroe”, “sacrificio”, “Patria”, “coraje”, “causa”, “América”, “imperio”, “coloniaje”, “saqueo”. Son palabras que resultan problemáticas porque la carga de sentido de la que son portadoras es inconcebible desde el punto de vista “del loco”.

Julio Cardoso

Honor y Gloria a todos y cada uno de los combatientes. Jamás Olvidar que tuvimos en la gesta guerreros de la talla de Cisneros, Giachino, Estévez, Silva, Seineldín y hasta un Balza, cuya vena traidora afloró luego de 1982.

El ex soldado del Regimiento de Infantería 7, Juan Peralta, presidente de la Comisión de Enlace de Veteranos de Guerra de Lomas de Zamora dijo: “yo no me considero víctima de nada, hasta el día de hoy inflo el pecho y me siento bendecido por haber defendido la patria” y agrega “tengo el honor de haber combatido en Malvinas, defender mi patria y no somos víctimas, porque los 649 que están allá no son víctimas, ellos murieron por la patria”.

Delmira Hasenclever, la madre del maestro soldado Julio Rubén Cao manifestó: “No lo voy a dejar de decir nunca, no fueron los pobrecitos de la guerra, más allá que las guerras no sirven, que solo trae destrucción y muerte, en eso estoy de acuerdo. Pero que después fueron nuestros hijos los que quedaron, están haciendo guardia en Malvinas, son 649 banderas argentinas que allá flamean y esperan el reconocimiento del pueblo argentino. Y acá hay miles de veteranos que son los héroes de la Patria. No son los pobres chicos de la guerra, son los valientes soldados que lo dieron todo por la Patria y no pelearon con los hermanos, pelearon contra los ingleses”.

El Conflicto del Atlántico Sur dio a la República Argentina 649 héroes que deben ser reconocidos por todos; muchos de los Combatientes aún están con nosotros y en los actos que participan se ve el amor y respeto que les tiene el pueblo, lo mismo pasa en cada escuela que van a dar una charla. Los británicos pierden la guerra desmalvinizadora.

El esfuerzo de estos hombres, su extraordinario comportamiento en el frente, fue reconocido con miles de condecoraciones y la admiración del mando. Pero cuando regresaron el panorama internacional había cambiado. Con la derrota se intentó mantenerlos ocultos y con la llegada de la democracia poco menos que se los demonizó. Lo cierto es que en los campos en los que soportaron unos inviernos inhumanos, escribieron la última gran hazaña del Ejército.

Por Der Landsmann para Saeeg


Bibliografía:

  • Guerra en el Atlántico Sur: El Conflicto Armado de 1982 – Equipo del Observatorio Malvinas de la Univ. Nac. de Lanús.
  • División 250 – T. Salvador

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AÑO 2020 DE NUESTRO SEÑOR: EL NUEVO ORDEN CORONA AL VIRUS

Der Landsmann

Si la cinematografía es un barómetro de la sociedad, resulta curioso que durante los ‘felices veinte’ el cine europeo produjera cintas como un ‘Nosferatus’, vampiro tan expresionista como el médico alemán ‘Caligari’, ‘La parada de los monstruos’ o el ciclo del Doctor Mabuse, sin olvidar las primeras versiones de Frankenstein y su monstruo, la amplia gama de vampiros (a lo Lon Chaney , a lo Lugosi, etc.) y aquel inolvidable ‘M. El vampiro de Dusseldorf’, películas todas ellas que demostraban la verdadera situación de la sociedad europea más allá de la inconsciente alegría y del delirio consumista que ya entonces se presentía.

Fue Jaspers quien, en su “Origen y meta de la historia’, puso el dedo en la llaga demostrando que el horrible drama de la I Guerra Mundial no había sido superado todavía: ‘Después de la guerra cayó el crepúsculo sobre todas las civilizaciones. Presentíase el fin de la humanidad de esa encrucijada en que vuelven a fundirse para desaparecer o para nacer de nuevo, todos los hombres, todos los pueblos. No era aún el fin pero en todas partes se admitía ya ese fin como una posibilidad. Todos vivíamos esperando en una angustia espantosa o en un fatalismo resignado”.

Los millones de muertos de Verdún y del Marne, los hombres que fueron sepultados a miles bajo las trincheras, los que sucumbieron en las insensatas cargas a la bayoneta, fueron una visión excesivamente aterradora para aquella generación y las venideras. Los monstruos, los seres aberrantes que el cine recreó no eran más que la sublimación en el celuloide de aquel estado de espíritu.

En los últimos días, vemos como los infectados por COVID-19 crecen exponencialmente en número y muchos ven señales apocalípticas en ello. Cierto es que, guerras y pestes, han sido un factor importante de control demográfico, pero, como bien me comentaba mi padre días atrás, la peste generalmente se lleva a los viejos, y la guerra a los jóvenes.

Si hablamos de pestes, la historia tiene un rico historial de ellas. Hagamos un pequeño repaso:

    • La viruela: se cree que apareció en el 10.000 a. de C. Llegó a ser tan mortal que tan solo el 30% de los afectados conseguía sobrevivir, muriendo por las altas fiebres, deshidratación y complicaciones derivadas. Especialmente terrible fue el siglo XVIII, donde la viruela literalmente conseguía diezmar a las poblaciones afectadas. Se calcula que ha matado a más de 300 millones de personas a lo largo de toda su historia.
    • El sarampión: causante de la segunda mayor pandemia de la historia. No tiene en sí una cura específica y, al igual que con el ébola, lo único que podemos hacer es prevenir el contagio. La enfermedad se conoce desde hace más de 3000 años y su principal problema es la alta tasa de contagio. Hasta el momento ha matado a más de 200 millones de personas y todavía no se ha erradicado.
    • La gripe española: acabó con la vida de entre el 3% y el 6% de la población mundial. Entre 1918 y 1920 se calcula que murieron entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo.
    • La Peste Negra: Esta enfermedad es causada por Yersinia pestis, que es una bacteria, no un virus y un agente todavía activo en poblaciones pequeñas y zonas rurales. La Peste Negra o Bubónica, fue la pandemia de peste más letal de la historia, 75 millones de personas que sucumbieron durante la mitad del siglo XIV.
    • El VIH o Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida): es la quinta pandemia mundial más importante, ha matado en el mundo a más de 25 millones de personas y actualmente todavía sigue siendo un peligro. Detalle curioso es que el virus podría tener un origen artificial, de laboratorio.
    • La Plaga de Justiniano: Esta pandemia, como su nombre indica, comenzó allá por el siglo VI, en el Imperio Bizantino. Aunque no se tiene la certeza absoluta, probablemente la peste fue causada por una cepa de Yersinia pestis, la misma bacteria causante de la Peste Bubónica o Negra. Probablemente matara casi a 25 millones de personas en el Mediterráneo hasta que se mitigó por fin en el siglo VIII, y llegó a destruir hasta la cuarta parte de toda su población.
    • La tercera pandemia: Así se denomina comúnmente a la tercera pandemia de peste bubónica que comenzó en la provincia de Yunnan en China en el siglo XIX. Esta pandemia estuvo activa hasta 1959 y provocó en apenas una decena de años la muerte de más de 12 millones de personas. En esta ocasión le tocó el turno a Asia, donde Manchuria y Mongolia fueron las zonas más castigadas por la pandemia.
    • El tifus: Normalmente afecta a poblaciones rurales o muy aisladas debido a los vectores principales y a sus reservorios animales. Aunque el tifus ha matado a más de 4 millones de personas a lo largo de su historia, no supone un peligro demasiado presente en el mundo moderno.
    • El Cólera: es una pandemia actual causada por Vibrio cholerae, una bacteria. El Cólera cuenta con tres grandes pandemias, ocurridas en el siglo XIX y epidemias muy extensas en el siglo XX cuya suma total supera los tres millones de muertos.
    • La gripe de Hong Kong: Esta es una pandemia más de gripe, causada muy probablemente por una variación de la Gripe A H3N2. Esta variante, que apareció durante el verano, podría ser una cepa mutante que se propagó en muy poco tiempo por todo el mundo siguiendo las mismas líneas de difusión que la llamada fiebre asiática de 1957. Esta pandemia de gripe se llevó por delante casi a un millón de personas en muy poco tiempo, y es una de las razones por las cuales saltan las alarmas cada vez que se habla de la gripe, o de la gripe aviar.

También aparecen los que relacionan las fechas y llegan a la conclusión de que hay una pandemia global cada 100 años, tomando en cuenta los siguientes datos:

    • 1720: la última pandemia de peste bubónica a gran escala, también llamada  la gran peste de Marsella. (100.000 muertos en Marsella).
    • 1820: pandemia de cólera que tuvo lugar en Asia, (Tailandia, Indonesia y Filipinas). (100,000 muertos en Asia).
    • 1920: la  gripe española, infectó a 500 millones de personas y mató a más de 100 millones de personas en el mundo, esta pandemia fue la más mortal de la historia.
    • 2020: China se enfrenta a una gran pandemia, 5 ciudades chinas de 11 millones de habitantes están en cuarentena, completamente aisladas del resto del mundo. El Coronavirus es la pandemia actual.

Llama poderosamente la atención que todo el trayecto recorrido hasta ahora es idéntico al desarrollo del film “Contagio” (2011), desde el “inicio” “murciélago-cerdo” en una provincia China, la consiguiente pandemia a nivel mundial y la muerte de 25.000.000 de personas en menos de un año.

No se termina de entender si es un virus de diseño o no. China por lo pronto, salió fortalecida económicamente de la pandemia. ¿Pero qué ocurre en el resto del globo? ¿Cómo reaccionan las distintas sociedades ante la cuarentena impuesta por las autoridades?

    • Rusia: tiene un alto porcentaje de acatamiento. Putin ha tomado muy seriamente la situación mundial y ha hecho tomar conciencia a su pueblo de la gravedad de la pandemia. El alcalde de Moscú, Serguei Sobyanin, firmó un decreto el 5 de marzo «Sobre la introducción de la alerta máxima». El documento obligaba a quedarse en casa a los que llegaron de China, Corea del Sur, Irán, Italia, Francia, Alemania y España. El ayuntamiento moscovita avisó que están utilizando cámaras de reconocimiento facial para detectar al confinado que abandone su lugar.  La caza a los infractores aumentaron los miedos a la enfermedad, también buscarán potenciales infectados con redadas «en lugares de residencia, en lugares de trabajo, en el metro». La medida no hace distinciones entre rusos y extranjeros. Fueron tajantes en su mensaje a los turistas: «Abstenerse de hacer este viaje. En este momento no se debe hacer turismo». La pena más grave, de cinco años, se da en caso de escapar de la cuarentena doméstica, infectar a alguien y que la persona infectada muera. Si las acciones de la persona enferma sólo condujeron a la infección múltiple de otras personas, sin muertes, afronta una multa de hasta mil euros al cambio actual, trabajo comunitario o un año de privación de libertad. Estos castigos están previstos en el artículo 236 del Código Penal de la Federación de Rusia sobre violación de las normas sanitarias y epidemiológicas. En el aeropuerto se pide a los pasajeros que vienen de países de riesgo que rellenen cuestionarios. Los fotografían de frente y de perfil, toman análisis de cada uno y prometen que los resultados se conocerán en seis horas. Si se detecta riesgo se ordena a todos los pasajeros que permanezcan en cuarentena en casa durante las próximas dos semanas. El Ministerio de Salud en Moscú detalla que el gobierno ruso ha incluido el coronavirus en la lista de enfermedades que representan un peligro para otros, y que «la violación de la ley conlleva responsabilidad». Los jefes de las regiones rusas recibieron instrucciones de «introducir medidas restrictivas rápidamente». En caso de peligro de propagación de enfermedades infecciosas, el derecho a la libertad de circulación puede limitarse de conformidad con la ley.
    • Alemania: prioriza los exámenes de diagnóstico y demuestra que no es solo una buena manera sino un componente esencial de la lucha contra la pandemia, los alemanes se estaban preparando incluso antes de que el coronavirus llegara al país, Alemania tiene la capacidad de realizar 160.000 exámenes de diagnóstico por semana. En las calles de Alemania no se permitirá que haya grupos de más de dos personas, a menos que se trate de miembros de una misma familia. Tiene la mayor concentración de hospitales en Europa: 1.900 para sus 82 millones de habitantes y 28.000 camas en Unidades de Cuidados Intensivos. Aunque los exámenes pueden llegar a ser costosos, el ejemplo alemán de examinar de forma gratuita a los ciudadanos, debe ser tomado globalmente ya que puede ayudar a minimizar los efectos negativos de la pandemia sobre la economía.

En contraposición tenemos a los países latinos en los cuales no se toma con la seriedad que corresponde esta pandemia. Es la diferencia entre una mentalidad nacionalista y con respeto al bienestar común de la sociedad y aquellos gobernados por regímenes sinárquicos que al contar con recursos naturales siguen al pie de la letra las directivas del Nuevo Orden Mundial de reducir su población para economizar recursos que deben ser exportados para usufructo de su gente.

    • Argentina: es un típico caso de ello, estamos bajo una orden gubernamental de cuarentena y sin embargo se observan colas de 5 cuadras en los cajeros automáticos en los cuales se ve mayoría de jóvenes que buscan cobrar sus planes sociales, sin respetar las distancias mínimas, sin los recaudos para evitar el contagio. Se ve demasiados vehículos circulando, gente en las calles, familias enteras fuera de su casa, niños sin protección. Si se quiere aplanar la curva van a tener que implementar un toque de queda y si aun así no se toma conciencia, se deberá llegar al estado de sitio con las fuerzas del orden patrullando las calles. Urge evitar el contagio masivo para el cual, a diferencia de los países anteriormente citados, no estamos preparados. El sistema sanitario, si se llega a tal estadio, va a colapsar inevitablemente. Nuestra sociedad ha perdido los valores, los códigos y toda ética.

La diversidad de nuestros problemas fluye de una insuficiente conciencia nacional, de la escasez de gente responsable de sí misma, que imponga el ritmo de su acción y de su espíritu al paso de la nación entera.

Ha muerto el soñar. Solo vive la bestia, la bestia salvaje que pisotea a los tímidos y a Los fuertes, a Los inocentes y a los culpables.

Todo titubea, el armazón de los Estados, las leyes de las relaciones sociales, el respeto a la palabra.

Sin amor, sin fe, el mundo se está asesinando a sí mismo.

El siglo ha querido, ciego de orgullo, ser tan sólo el siglo de los hombres.

Este orgullo insensato le ha perdido. Ha creído que sus máquinas, sus «stocks». Sus lingotes de oro, le podrían dar la felicidad. Y sólo le han dado alegrías, pero no la alegría, no esa alegría que es como el sol que nunca se apaga en los paisajes que antes, ha llenado de ardiente esplendor. Las tristes alegrías de la posesión se han endurecido como púas y han herido a los que, creyéndolas flores, las acercaban a su rostro…

Desaparecerá, porque era contraria a las leyes del corazón y a las leyes de Dios. Él solo, Dios, daba al mundo su equilibrio, dominaba las pasiones, señalaba el sentido de los días felices o desgraciados.

Aunque se reúnan todas las conferencias del mundo y se agrupen los jefes de Estado y los expertos, nada podrán cambiar. La enfermedad no está en el cuerpo. El cuerpo está enfermo porque lo está el alma. Es el alma lo que tiene que curarse y purificarse.

La salvación del mundo está en la voluntad de las almas que tienen fe.

Por Der Landsmann para SAEEG


Bibliografía:

  •  https://hipertextual.com/
  • Thule
  • América peligra – S. Borrego
  • Almas Ardiendo – L. Degrelle

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