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SOMOS NOSOTROS

Iris Speroni*

El status quo trabaja mañana, tarde y noche en contra de los intereses de la población.

 

«Ciudadanos honestos son ejecutados a diario tras juicios sumarios de sociópatas y faloperos», por @reaxionario.

Estos últimos días leí dos notas de los amigos @sashapak_ y @reaxionario que están interrelacionadas y son, prácticamente, inescindibles:

  1. UTOPÍA, MOHO Y RODOLFO BARRA
  2. INSEGURIDAD

A lo que le sumo todas las notas de Curtis Yarvin aparecidas en Restaurar, y las no aparecidas también (*).

«Lo cierto es que a partir del golpe de estado contra María Estela Martínez, podemos observar una constante: el Poder Ejecutivo comienza a diluir su centralidad, sometido a duras internas durante la dictadura y luego, bajo el constante escrutinio de nuevos organismos de control cuya gobernanza está por fuera del orden republicano», por @sashapak_.

Ambos abordan un tema clave que tiene que ver con:

  1. la calidad de vida de todos nosotros, los argentinos, (esto es la Felicidad del Pueblo).
  2. la proyección futura de la Nación Argentina, de nuestras próximas generaciones (esto es la Grandeza de la Patria).

Ambos hablan de cómo administrar el Estado para lograr los dos objetivos anteriores.

La segunda nota, de @reaxionario, aborda los problemas administrativos específicos sobre una arista en particular que es la seguridad.

El mismo análisis cabe para cualquier otra área que son de responsabilidad de los gobernantes enumeradas en la Constitución Nacional. La INSEGURIDAD está bajo el rótulo a) “consolidar la paz interior”, pero el autor podría repetir el ejercicio con b) “constituir la unión nacional”, c) “afianzar la justicia”, d) “proveer a la defensa común”, e) “promover el bienestar general”, y f) “asegurar los beneficios de la libertad”

¿O ustedes creen que si habláramos de “defensa común” llegaríamos a resultados muy distintos que los expuestos en INSEGURIDAD? Y, ¡oh, casualidad!, con más o menos los mismos actores en juego. ONG’s financiadas por el Foreign Office o el Departamento de Estado, con los mismos agentes políticos y los mismo “periodistas-progapagandistas” defendiendo la no-defensa del país, etc.

Ya sea darle indemnidad ante juicios civiles por daños y perjuicios a los laboratorios sobre una droga experimental patentada de apuro, el desarme de los ciudadanos, la persecución judicial a ciudadanos que pretenden defenderse de que los maten como ovejas o el abandono del cuidado de las fronteras, los nombres se repiten una y otra vez. Como un elenco estable que se pasan los papeles de obra en obra. Los trucos y herramientas a disposición están muy bien descriptos por @sashapak_en UTOPÍA, MOHO Y RODOLFO BARRA.

Ahora estamos frente a un régimen consolidado. Seguro de sí mismo y con todos los controles de la administración del Estado. Lejos quedaron las necesidades de dar golpes de Estado para sostenerlo, como en 1955 o 1976. Ahora llegan a los mismos resultados ―en realidad a mejores― con la careta de una “democracia liberal” que tapa la forma en que se toman las decisiones.

Como sostiene @sashapak_ en UTOPÍA, MOHO Y RODOLFO BARRA, «Con los organismos de control y el poder judicial controlado por potencias externas en total coordinación con los medios de comunicación…», se aseguran que gane quien gane las elecciones, todo siga igual para sus intereses.

Esos controles que tiene el Poder facilitan las cosas si quien está al frente es de su agrado e impiden el ejercicio de autoridad si no lo es. Es lo que denomino ―no sé si correctamente o no― “Deep State argentino”.

Este “régimen consolidado” actual es el que no puede entender todavía ―si bien ya pasaron varias semanas― que hayan perdido las elecciones 2023.

Su confusión se explica bien en este tuit reenviado Nicchinno https://twitter.com/Nicchinno/status/1750884849479536683 que cita a @piroinsano.

https://twitter.com/Nicchinno/status/1750884849479536683

Desconozco los nombres de los que conversan. Son 39 segundos. No pueden entender que un candidato apoyado por la UIA, los bancos, los sindicatos no gane.

En realidad no es tan difícil de comprender. El statu quo, los gobiernos del régimen sostenidos por todos esos factores de poder que el locutor enumera y que estuvieron detrás de la candidatura de Massa, trabaja mañana, tarde y noche en contra de los intereses de la población (en contra de la Felicidad del Pueblo) y de la Grandeza de la Patria. Así de simple.

En la primera oportunidad que tenemos de marcar nuestro disgusto, la utilizamos. Como fue en las elecciones.

Si el statu quo no fuera tan goloso, tan codicioso, y, si además de destinar su tiempo, inteligencia y recursos materiales y humanos a enriquecerse y perpetuarse, le dedicara algunos minutos al día a tirarle algunas migajas a la población, no bailarían en la cuerda floja, como ahora.

Tuvieron que salir de apuro, ante la sorpresa de las elecciones, a ver qué control de daños podían hacer.

El sistema es inestable – por eso el candidato del establishment Sergio Massa perdió las elecciones -. Eso lo describí en EQUILIBRIO INESTABLE. Como no pueden parar de abusar, de robar, el país está cada vez peor: pobreza, marginalidad, mala educación, descontrol de fronteras, zona liberada para la delincuencia, destrucción sistemática de la educación, etc.

Si abusaran un poco menos, la población no estaría tan enojada, y vendrían en bote y no con las sacudidas actuales.

Ahora bien, (con esto ato lo descripto por ambos autores con EQUILIBRIO INESTABLE), ¿por qué no pueden?

Uno podría hacer algo matemático (es mi deformación profesional). Si en vez de robar con las LELIQs, verdadera razón de la inflación, con tasas de tres dígitos, robaran, no sé, un 25% anual, se harían ricos igual y no perderían las elecciones. ¿Por qué no pueden dominar su codicia?

Acá está mi error de diagnóstico en esa nota del año 2019. No pueden parar, porque si paran pierden todo.

Una de las razones del establecimiento y enquistamiento de los factores de poder descriptos por ese señor que no puede entender por qué perdió Massa, es el apoyo desde el exterior.

Y el exterior es el que decide qué políticas internas se aplican. Cómo tener a las FFAA desprovistas de armas, cómo desarmar a los ciudadanos, cómo arruinar los ferrocarriles y la educación (los dos pilares de la Patria Conservadora sostenidos por los gobiernos radicales y peronistas posteriores hasta 1955), cómo llenarnos de vacunas que no se entiende para qué son, cómo bajar la tasa de natalidad por cualquier método, cómo darle hormonas (en realidad castrar) a niños y adolescentes, cómo – ahora es lo nuevo – controlar los volúmenes de nuestra producción agropecuaria.

Todo esto está digitado desde afuera, como en la película “They Live” de John Carpenter, citada por @sashapak_. Y si una persona quiere hacer carrera política en la Argentina, debe prestar consentimiento a esa agenda.

Por eso, como dice @reaxionario, cuando quieren hacer las cosas, las sacan en una semana.

Por ejemplo, la indemnidad frente a juicios civiles a Pfizer que promovió Sergio Massa y que hizo que Pfizer retuviera el ingreso de la pseudovacuna hasta que no estuviera sancionada, o el aborto, promulgado sin haber obtenido las mayorías exigidas por la constitución (dos tercios del pleno de ambas cámaras) y por lo tanto no sancionado con fuerza de ley, hecho entre gallos y medianoche, como ladrones furtivos, con el pueblo impedido de salir a la calle. Los ejemplos de leyes contranatura aprobados por casi todo el arco político son por cientos.

Recuerdo como hoy cuando aprobaron la digitalización y nacionalización de las historias clínicas con solamente dos diputados en contra: Milei y Villarruel (**).

Coincido con @reaxionario en que no acaban con la inseguridad porque no quieren. No sólo que no quieren sino que el programa ES que haya inseguridad. Que nos asesinen uno a uno por goteo. Que se revienten familias mientras los psicópatas drogados tienen libre portación de armas e indemnidad de gatillo fácil.

Ilustración: @TatsuyaIshida9

Pónganse los anteojos y verán que ése es el plan. Ése es el programa. De la misma manera que el plan es que no nazcan argentinos o en su defecto, los menos posibles. Y que los que hay, emigren o mueran de sobredosis o sean iletrados.

Ilustración: @TatsuyaIshida9

Pero nosotros somos huesos duros de roer. Por eso no votamos a Massa, el candidato del establishment. Por eso seguimos produciendo atletas que nos llenan de orgullo en todo el mundo. Por eso tantas cosas.

Nos plantamos, faca en mano.

Coincido con los dos autores citados, en que el Reino Unido en particular y toda la anglósfera en general nos identificó como el futuro contrincante. El que renacerá para hacerles frente. Ellos lo saben y lo supieron siempre. Por algo pudieron ingresar a los ríos interiores del Imperio Chino y hacer colapsar su régimen milenario (los “cien años de humillación”) y acá cuatro crotos con cadenas y pocos cañones se lo impedimos. Décadas les llevó deponer “al Tirano” y al final nunca pudieron hacer acá lo que hicieron con India y China. Ellos lo saben.

Y algunos de nosotros lo sabemos.

Para Felicidad del Pueblo y Grandeza de la Patria.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

(*) Quien nunca lo haya leído, recomiendo que arranque por https://www.unqualified-reservations.org/2009/01/gentle-introduction-to-unqualified/ que está en el sitio https://www.unqualified-reservations.org/, Tengan cuidado, es un camino de ida.

(**) Ni los troskos se plantaron, a pesar de que a veces son de los pocos que se unen a la voz de la cordura. No en este caso.

 

Notas relacionadas

Utopía, Moho y Rodolfo Barra

https://restaurarg.blogspot.com/2024/01/utopia-moho-y-rodolfo-barra.html

Inseguridad

https://restaurarg.blogspot.com/2024/01/inseguridad.html

Equilibrio inestable

https://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

Imperio Austral

https://restaurarg.blogspot.com/2023/04/imperio-austral.html

 

* Artículo publicado el 27/01/2024 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2024/01/somos-nosotros.html.

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

F. Javier Blasco Robledo*

Existe una tendencia universal a magnificar todo lo que nos llega precedido o acompañado de una buena y aparentemente inocente y bien calibrada propaganda.

El marketing bien llevado y sin escatimar esfuerzos es francamente muy rentable y son numerosos los adeptos que se crean y apuntan al carro de lo novedoso, lo acogen, aplauden, lo hacen suyo y hasta lo defienden sin ningún tipo de miramiento o duda.

Los que asiduamente me leen, conocen que una parte muy importante de mi vida profesional la he dedicado directa o indirectamente al estudio, análisis, desarrollo, dirección y aplicación de la Inteligencia tanto como a través de la diplomacia militar. Son precisamente los varios destinos y comisiones de servicio en cada uno de ellos, los que me han llevado a conocer de primera mano las tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) de bastantes servicios de inteligencia militares de países aliados o amigos y poder comprobar la eficacia de casi todos ellos, con especial mención o fijación en los jordanos e israelíes.

Es por ello que siempre he dudado de la eficacia de la tan cacareada y elogiada nueva inteligencia más bien conocida y llamada Inteligencia Artificial (IA). Una herramienta que apareció hace escasos años, como algo novedoso y con mucha fuerza a la que una inmensa mayoría auguraba grandes éxitos y que, en breve, sería capaz de desplazar los viejos procedimientos, antenas, medios desplegados en el terreno y analistas especializados en nuestros centros, porque un simple ordenador cubriría y superaría con creces, las débiles, peligrosas y costosas capacidades de todo ese mencionado tinglado desplegado entorno a un territorio o evento de más o menos importancia.

El otro día, repasando mis apuntes y conocimientos sobre el tema, me encontré que entre las causas que pueden provocar un fallo de inteligencia de este tipo, se encuentran: el cansancio por la observación repetitiva sobre el objeto de atención especial, la obsolescencia del motivo que la originó, la reducción de los presupuestos y personal necesario para obtener ciertas garantías de éxito y fiabilidad, el profundo desconocimiento del tema de observación y análisis por parte de los nuevos implicados en caso de relevo de observadores, el no repasar y aplicar las lecciones aprendidas en otros eventos o momentos similares como el Yom Kippur ―hace cincuenta años― tal y como refleja la fotografía, la extensión del objetivo y los cambios en sus formas de actuar y, por último, pero no menos importante, los cambios de procedimiento empleado por la parte observadora sin haber mantenido un mínimo tiempo de solape entre los nuevos y los viejos, para poder contrastar los resultados de cada uno de ellos.

En razón a uno de aquellos destinos, conozco de primera mano y creo que bastante bien, las TTPs empleadas por las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) tanto en Gaza como en El Líbano para mantener un control fiable y preciso sobre Hamás y Hezbollah respectivamente, dado que ambos grupos terroristas, fuertemente alimentados y armados por Irán (su eterno enemigo a ultranza), son movidos por estos cada vez que quieren desestabilizar la zona o impedir que se practiquen negociaciones o iniciativas de paz israelíes con países árabes de la zona, o se lleven a efecto, una vez firmados.

Una teoría y situación que lleva ya muchos años sobre el tapete de juego y que no aporta nada nuevo, salvo dos cosas de mucha importancia, tanto el numero como las capacidades de entrenamiento y el armamento a su disposición puesto por Irán ha mejorado exponencialmente y quedaron muy atrás aquellos tiempos que disponían de una serie de cohetes de fabricación artesanal, con corto alcance y fácilmente detectables por sus trayectorias y velocidad de crucero; también figura entre sus cambios importantes, sus medios de comunicación, que se basan más en el mensajero a pie, en bici o patinete y cada vez se usan menos las obsoletas radios militares o civiles, que eran fácilmente detectables.

Pues bien, a pesar de aquellas facilidades que ya no existen hoy en día, el número de personas infiltradas, compradas u obligadas a permanecer disfrazadas y dispersas entre los terroristas y sus dirigentes políticos -por diversos motivos o deudas contraídas con Israel- al parecer, ha decrecido enormemente. Parece ser que era muy caro, tremendamente delicado y se confiaba en que la propia IA era la que les proporcionaría la necesaria información, pero que, en razón a lo expuesto en el párrafo anterior, no les llega nunca o en cuentagotas.

No quisiera pontificar con este tema, no me encuentro en disposición de elementos de peso en estos momentos para hacerlo categóricamente, pero esta posibilidad con un elevado grado de probabilidad de ser cierta, cosa que se llegará a saber dónde y en qué ha estado el fallo de información, cuando ―una vez acabado este grave conflicto― se aclare de verdad, porque de no corregirlo adecuadamente, va en ello su supervivencia y ni los políticos ni sus fuerzas armadas, están en situación de soportar una vergüenza similar en otra ocasión cercana. Israel y los israelíes son gente que, como hemos visto, se juegan el cuello a diario sin importar quien se es o que hace y por ello son muy exigentes con su seguridad.

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

¿Y AHORA QUÉ?

F. Javier Blasco*

Aunque parezca imposible que una nueva debacle ocurriera bajo ninguna circunstancia, si ha ocurrido. Sánchez está, de nuevo, a las puertas de proclamarse presidente del Gobierno de España a pesar de todo lo dicho y hecho por el personaje, sus mariachis y el coro de babosos palmeros que viven de los réditos y prebendas derivadas de su mandato, del enchufe y sumergidas en una convulsiva, patética y preocupante ignorancia o en un apestoso conformismo o simplemente, en un dejar pasar cualquier cosa, hechos que asustan hasta el menos pintado.

Para los que nacimos, crecimos y fuimos educados en una mal llamada y siempre denostada dictadura; para los que, siendo bien jóvenes, acogimos con mucha alegría y más esperanza la llegada de una floreciente democracia basada en los «pilares» de lo que creímos firmemente y denominamos, con todo boato y máximo respeto, la Carta Magna ―por cierto, elaborada por un ramillete de amiguetes, conchabados al máximo para no herir susceptibilidades ni pisar callos sangrantes a comunistas, separatistas y todo tipo de especímenes de baja estofa, cuya meta solo tiene un claro y fuerte objetivo común, destruir España― y por supuesto, para los que hemos quemado nuestros no pocos esfuerzos personales y colectivos de los irrecuperables años productivos, no entendemos ni aceptamos la situación de desorden, conchaveo y despropósito alcanzado por los actuales dirigentes y por muchos de los moradores de un realmente invertebrado, desgastado y vetusto territorio, que no se parece en nada al otrora eje y luz del mundo, cuna de culturas, ciencias o arte y propietario de una gran lengua de proyección universal.

No será porque algunos, aunque pocos analistas de la política, no hayamos venido anunciando los temores y preocupaciones de que esto pudiera volver a suceder e incluso llegara a degenerar aún más. Situación, que se auguraba por la gran capacidad de resiliencia real de un perillán que lleva años demostrando que mientras le quede alguna pluma colgando de su cuero cabelludo, no se le puede dar por desplumado y es impensable que, en dicha situación, se le dé por muerto o fuera de combate.

Hombre que resiste por su labia, tejemanejes y a base de tremendas e infumables mentiras (denominadas ahora, por él mismo, cambios de opinión); pero no por su brillantez ni por su acierto en hacer las cosas y mucho menos, en manejar la economía de un país al que ha sumido en una deuda y un déficit sin parangón a lo largo de la historia; alguien que nunca aparece como culpable a los ojos propios y trata ocultarlo a los de los demás; que busca siempre cabezas de turco sobre las que descargar toda responsabilidad, para luego sacrificarlos en la plaza pública si fuera menester; que carece de escrúpulos y de dignidad y cuyo narcisismo, egocentrismo y carácter dictatorial hace que siempre obre por su cuenta, saltándose los cánones y preceptos mínimos y necesarios en una democracia; que dice una cosa y su contraria en una misma conferencia, discurso o entrevista sin inmutarse mínimamente; que miente reiterada y descaradamente, mientras acusa de hacerlo a sus contrincantes políticos, sin que se le mueva un solo musculo de la faz

Un petimetre con profundas raíces felonas, que es capaz de aliarse con todos y cada uno de los mayores enemigos de España ―y hasta con el mismísimo diablo, si fuera preciso― por mantener su trasero bien acomodado en un sillón que jamás le ha correspondido real, aunque sí, legalmente.

Y para colmo, es un personaje que se pavonea por el mundo como si fuera capaz de arreglar todos los problemas internacionales de calado, como un adelantado al tiempo; en definitiva, un visionario que siempre tiene la razón y que, sin duda, interpreta y está convencido de que el resto de dirigentes de su entorno, tarde o temprano, acabarán copiando sus mágicas pócimas y recetas.

Pero en esta tarea no está solo, conoce a la perfección las bajezas, necesidades y los costosos caprichos de los separatistas, terroristas y de los pobres de espíritu y volubles regionalistas a los que convierte en peleles y férreos aliados a nada que les muestre u ofrezca una morterada de millones gratis total, tremendas condonaciones de deuda o increíbles concesiones en el uso y exigencia de las lenguas, los trenes de cercanías o el control de la circulación por carretera; u otros asuntos no menores como la expulsión de la guardia civil de determinados territorios y funciones ―expulsión, realizada con nocturnidad, alevosía y plagada de humillaciones― o el oscuro y cochambroso espectáculo de las transferencias de competencias legales, incluido el control de los presos a los que, previamente, ha cambiado de ubicación para facilitarle la labor y por último, como guinda de un apestoso pastel, aparece la impagable labor de propaganda y de robo de escaños que le proporciona Vox a lo largo de los procesos electorales tanto en sus fases previas, como en plena campaña.

Hace años que sesudos analistas políticos, demoscópicos e insignes periodistas aseguran que el problema de la derecha española está en Vox. Problema, que no solo viene derivado de la escisión de los votos entre dos partidos ―cosa que también ocurre en la izquierda e incluso de forma más agravada― sino del espíritu revanchista, casi guerra civilista que hace patente en sus programas y discursos, en su forma desproporcionada y más que exigente a la hora de solicitar compensaciones en sillones y cargos de responsabilidad por sus escuálidas aportaciones en escaños ―a pesar del reciente e inútil gesto, cuando todo el pescado está vendido, de apoyar al PP sin pedir entrar en el gobierno― y por las discrepancias patentes que plantean los acogidos a tales privilegios nada más entrar en sus respectivos gobiernos.

Ondear la bandera del miedo en España con el lema de que «viene la derecha» es algo de lo más sencillo y fructífero que se puede hacer para restarle votos al único partido de centro derecha, que trata de ser equilibrado y sopesado ante tanto despropósito individual y colectivo.

En los dos recientes procesos electorales ha quedado bien patente que, de no alcanzar una mayoría absoluta, el Partido Popular por sí mismo, es imposible gobernar por las trabas y exigencias de Vox, las excentricidades y declaraciones pasadas de tono de muchos o la mayoría de sus dirigentes y por los programas de mínimos que asustan a todos los que prevén una gobernanza en coalición entre ambos partidos.

En esta ocasión, Sánchez tras no haber ganado las elecciones, pero al ser consciente de que con sus votos y el rebaño de todos aquellos a su izquierda y algo de derecha (al menos formalmente -PNV y Junts) le basta y sobra para volver a la Moncloa, aunque en esta ocasión, su apuesta Frankenstein sea aún más fuerte que las anteriores y, sobre todo, mucho más patética y dura para la existencia y supervivencia de España o la solvencia de sus arcas, en momentos que ya apuntan hacia un mayor grado de dificultad.

Tras mentirnos a todos, ha hecho las maletas y se ha ido de vacaciones con su familia, cerrando las puertas y oídos a todos, incluso a aquellos que ganaron las elecciones y que le ofrecen la única posibilidad de eludir tener que vender o poner aun en mayor riesgo la integridad y la solvencia de España. Además, lo ha hecho viajando de improviso a Marruecos, un país con el que es público y notorio que lleva mucho tiempo en deuda y que no baja el pistón de presión y exigencias hacia España a pesar de las muchas concesiones ya realizadas por Sánchez. Concesiones graves casi todas, realizadas sin consultar con nadie y, ni siquiera, con los organismos que disponemos para estos menesteres y con los que el preceptivo realizar dichas consultas.

Los separatistas, golpistas, terroristas e incluso el gobierno de Gibraltar y muchos de los países al otro lado del charco, celebran que Sánchez tenga todas las de ganar en este embate, mientras la mitad de los españoles, nos quedamos con un palmo de narices, esperando que nuevas desgracias nos va a acarrear esta «agravada» situación y tratando de explicarnos que falló el pasado 23 a pesar de que todas las encuestas, incluso las del CIS, no daban este resultado ni por aproximación.

Fuimos nosotros y nuestra manía o chovinismo de no escuchar nunca a los que realmente saben de política, los que a pesar de los continuos decrecientes resultados de Vox, siguieron confiando en apostar a caballo perdedor ―aún a pesar del ejemplo de la honrosa retirada de Ciudadanos del proceso electoral, para facilitar la situación y que no se perdieran más votos contra el sanchismo― los que hemos facilitado que esta situación se repita y agrave sin darnos cuenta de que con este tipo de «juegos», llevamos el mismo camino que aquellos otrora países democráticos que, desde la dictadura de Pinochet hasta nuestros días, han protagonizado diversos procesos políticos internos ―de entre los que destacan las maniobras de Erdogan y Putin, más una larga lista de países latino americanos como Venezuela y otros del entorno bolivariano― con el resultado de la desaparición de diversas democracias por defunción de las mismas. Defunción que no suele acaecer de forma súbita o con el pueblo en armas en la calle, sino con el avance de un lento y progresivo mal, que empieza con el debilitamiento de las instituciones y organismos esenciales del Estado, a lo que se le une el férreo control de los medios y la prensa y acaba con la putrefacción de las formas, modos, usos y costumbres de las normas políticas tradicionales y puramente democráticas para convertir aquellos países en entes autocráticos, gobernados, en todo el proceso, por ególatras tiranos de gran tirón popular.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.