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CUMPLE UN AÑO LA COTIZACIÓN DEL AGUA EN WALL STREET

Agustín Saavedra Weise*

Imagen de rony michaud en Pixabay 

Un año atrás —desde diciembre de 2020— el agua (H2O) comenzó a ser cotizada en el mercado de futuros de materias primas de Nueva York; ya no se la trata como recurso natural sino como mercancía. Mucho ha tenido que ver con esto la aguda escasez de agua que arrastra el estado más importante de EEUU. Si se midiera como unidad política independiente California sería la quinta potencia mundial, superando a Francia. Su gran economía y la escasez intrínseca del líquido elemento obligaron a que los californianos regulen el agua bajo dominio estatal.

El hecho de que el líquido elemento sea tratado como mercancía y no como materia prima ha provocado asombro general, pero también trajo consigo un principio de racionalidad en su control; se trata de un bien básico para el comercio, la agricultura, vida cotidiana e industrias en general. El agua es multiuso en todo ámbito, es esencial para la marcha normal de un país y hasta para asegurar la sobrevivencia y bienestar de su población.

El “Water Index” rastrea el precio del agua y está basado en los precios de las cinco principales cuencas fluviales de California, aunque en el cercano futuro tal vez podría ser utilizado como referente en la comunidad internacional.

Hace varios años que se viene hablando del agua, pero siempre hablando y actuando poco. Por ejemplo, la Argentina es un país absolutamente independiente en materia de agua, no solamente por la Cuenca del Plata y los lagos sino también por poseer parte del acuífero Guaraní, el reservorio subterráneo de agua más grande del mundo. Empero, he aquí que el 25 % de la población en la provincia de Buenos Aires carece de acceso a múltiples servicios hídricos.

En su momento comenté en otra nota el caso de Manaos, capital del estado de Amazonas en Brasil, país número uno mundial en materia de oferta de aguas. Manaos está ubicada sobre las costas del río más caudaloso del mundo, el Amazonas justamente. Pese a tanta abundancia hídrica, la ciudad tiene serios problemas de abastecimiento.

En muchos casos latinoamericanos y africanos, los problemas sociales del agua son derivados de pésimas administraciones estatales. En otros casos, sí son problemas estructurales de escasez, como es el caso comentado de California, y algunos otros en la inmensa región euroasiática. En Bolivia también tenemos inconvenientes con el aprovisionamiento de agua para consumo humano, fines sociales e industria y ello, casi siempre como resultado de malas administraciones y falta de previsión.

El hecho de que al presente el agua sea considerada como un derecho humano por las Naciones Unidas mientras en simultáneo tiene efectos comerciales y especulativos mediante su cotización bursátil, es de interés general; nos muestra con respecto al segundo elemento natural más importante (el primero es el aire) que el mundo está comenzando a tomarse seriamente las cosas.

Es probable que después de un año de experimentar, el mercado de valores de Wall Street se amplíe e incluya cotizaciones hídricas en los mercados internacionales; eso no se puede descartar ni anticipar, pero que debemos cuidar el agua sí lo sabemos muy bien y debemos hacerlo. He aquí uno de los dilemas del siglo XXI: cómo aprovechar y racionalizar —sin desperdicio y con capacidad de reciclaje— el uso de un producto natural precioso para la humanidad.

 

* Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/cumple-un-ano-la-cotizacion-del-agua-en-wall-street_258466

 

POR UN EJÉRCITO QUE GARANTICE LA INTEGRIDAD TERRITORIAL Y GUARDE LA TRADICIÓN HEROICA DE QUIENES HICIERON LA PATRIA

Jorge Tisi Baña*

El Ministro de Defensa le propuso ayer al presidente de la Nación la designación como nuevo jefe del Ejército del general de división Guillermo Olegario Gonzalo Pereda, quien reemplazará al teniente general Agustín Humberto Cejas.

Le deseo al señor general el mayor de los éxitos en su gestión, que asumirá en un difícil momento y frente a una situación por demás compleja.

Quien no se hace grandes ilusiones, tiene muchas menos posibilidades de sufrir grandes desilusiones.

Coincidentemente con esta noticia, el diario Página 12 informa hoy que Alberto Fernández derogó, casualmente ayer, el decreto del ex presidente Mauricio Macri del 15 de noviembre de 2018, que contemplaba la creación de una reserva natural en Campo de Mayo, (medida que yo critiqué fuertemente desde este humilde muro), y en cambio dispuso que se cedan dos fracciones de ese terreno, que está en manos del Ministerio de Defensa, a la Secretaría de Derechos Humanos, que conduce Horacio Pietragalla, para conformar allí un nuevo Espacio de Memoria. Memoria falsa, trucha y sesgada.

En el barrio, cuando éramos chicos, a estas cosas las llamábamos mojadas de oreja o tocadas de “traste”. Gestos innecesarios, porque ya no se puede humillar más a las Fuerzas Armadas. Seguir atacando lo poco de dignidad que todavía les queda es, en definitiva, seguir socavando uno de los pilares fundamentales del Estado Nacional, cuyos oficiales y suboficiales emigran en grandes cantidades a la Policía de la Ciudad en busca de mejores salarios y prestigio social. Ojalá me equivoque, pero puede suceder que alguna vez las necesitemos, y entonces todos los gobiernos, del de Alfonsín para acá, deberán responder a las demandas que Dios y la Patria les formulen por no haber cumplido con el mandato del preámbulo de nuestra Constitución que dice “proveer a la defensa común”.

Pero a nadie se le mueve un pelo, ni de un lado de la grieta, ni del otro. A mí sí, y eso que me quedan pocos.

Me sigo preguntando cuándo serán espacios de la memoria los sitios donde estuvieron secuestrados Aramburu, Larrabure, Sallustro, Ibarzábal, Etchegoyen o los hermanos Born; o dónde fueron asesinadas las miles de víctimas del terrorismo, militares, policías y civiles. Dónde fueron muertos Genta o Sacheri. Los lugares donde estallaron las bombas que segaron las vidas de Paula Lambruschini, del comisario Villar, del general Cardozo. El sitio dónde fue asesinado el general Caceres Monié o el general Sánchez. Los sitios dónde se perpetraron sangrientos atentados, como los del Comedor de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal, la Secretaría de Planeamiento del Ministerio de Defensa, el cine del Círculo Militar, o el aeropuerto Benjamín Matienzo de Tucumán dónde fue volado un avión Hércules que transportaba gendarmes. La esquina de Junín y Rawson en Rosario, dónde Montoneros perpetró la llamada Masacre de Rosario contra un colectivo colmado de Policías que venían de dar seguridad a un partido de fútbol. El lugar dónde cayó asesinada junto a su padre María Cristina Viola. Toda la Provincia de Tucumán, que estuvo a pasos de ser declarada Zona Liberada por el ERP. El lugar donde se produjo la célebre matanza de Ezeiza, donde peronistas de derecha y de izquierda celebraron con un festín de muertes la llegada definitiva de su líder a la Argentina. O el lugar dónde fueron asesinados Vandor, Rucci, Coria… O las unidades militares que fueron atacadas por el ERP y Montoneros. Y tantos miles de lugares y víctimas más que han sido barridos debajo de la alfombra mientras se pone la basura encima de la mesa, y no sólo eso, se le rinde pleitesía.

¿Por qué no hay un memorial que recuerde donde cayeron mis amigos Rodolfo Berdina, Diego Barceló o Ernesto García y en cambio me tengo que fumar una estación de subte que se llama Rodolfo Walsh?

Y a esa porquería la llamamos Memoria. Y al relato lo llamamos Verdad y a la Venganza sin fin la llamamos Justicia. Y nadie dice nada.

Sólo quiero decir que, en el hipotético y remoto caso de que el relevo del teniente general Cejas respondiera a la también hipotética situación de que se hubiera manifestado en contra de esta resolución ministerial, me hubiera gustado que trascendiera públicamente con un poco más de ruido. Y si ese fuera el motivo, y en mi fuero íntimo quiero creer que sí, en ese caso, y sólo en ese caso, le haría llegar al señor teniente general todo mi reconocimiento y mi solidaridad.

Me permito reformular como cierre mi profundo deseo de llegar a ver un Ejército Argentino que tenga claro para qué está y que cuente con el personal, los medios y el presupuesto necesarios para cumplir con esa razón de ser. Que al mismo tiempo sea garantía de soberanía y de integridad territorial, que custodie el estandarte de las viejas glorias, que vele por el honor de las armas de la Nación y que guarde, renovado, la tradición heroica de quienes hicieron la Patria. Un Ejército que no se avergüence de su pasado, que recupere su dignidad, que se nutra de la sangre de sus héroes y mártires, que se sustente orgulloso sobre los principios, valores y conductas sobre los que fue creado, y que deben permanecer inalterables a través del tiempo: amor a la Patria, honor, disciplina, subordinación, lealtad, sacrificio, valor, desinterés, espíritu de cuerpo y camaradería. 

* Coronel (R) del Ejército Argentino.

EL TEMIBLE ÓMICRON YA ESTÁ ENTRE NOSOTROS

Agustín Saavedra Weise*

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay 

La aparición de una nueva variante del Coronavirus en el sur de África ha provocado alarma mundial debido a su insólita capacidad de generar múltiples mutaciones genéticas. Varios países ya han cerrado fronteras y otros se disponen a hacerlo. Justo cuando la gente —a nivel global— comenzaba a respirar con un poco más de calma por haberse vacunado gran parte de la población urbana y todo parecía encaminarse hacia una nueva etapa menos tensa, reaparece el demonio viral en una cepa nueva, más mortífera y contagiosa. Por su lado y desde el primer día del anuncio de esta nueva subespecie del Covid-19, los fabricantes de vacunas se apresuraron a ponerle las manos encima para probar si sus productos recientemente lanzados al mercado seguirán siendo útiles ante esta macabra y flamante andanada de un virus que tiene al mundo en ascuas desde marzo de 2020.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la alarma formalmente la semana pasada y nos alertó sobre la variante B.1.1.529, ahora conocida como “ómicron”, que tiene una preocupante variedad de mutaciones. El drama es saber si las vacunas ya lanzadas al mercado servirán para la última variante o si tendrá que recomenzarse de cero. Todo esto significará el gasto de enormes cantidades de dinero, mayor incertidumbre internacional en las esferas de la salud pública e inclusive en los campos social, político y económico, incertidumbre que se vive desde hace casi dos años como consecuencia de un terrible virus que -está visto- nos brinda desagradables sorpresas cada tanto.

Cuando ya estábamos satisfechos con la vacuna (quienes hemos podido ser vacunados) y había cierto optimismo con respecto al futuro inmediato, ahora surgen nuevas sombras que seguirán dificultando el poder remontar a todos los perjudicados por la pandemia y así rehabilitar a la economía global.

De venir con fuerza la ola Omicron, surgirán nuevos enormes perjuicios a escala universal. Hay temor por que las mutaciones de la flamante variante podrían hacer que sea más transmisible que la variante Delta (dominante hasta ahora) y también es más probable que eluda la protección inmunológica conferida previamente por las vacunas.

Tendremos que esperar resignadamente que el Omicron pueda ser debidamente tratado y que su capacidad epidemiológica, es decir, su velocidad de traslado de un lugar a otro, no sea tan veloz y permita a los hombres de ciencia que trabajan en el tema descubrir una cura definitiva o bien reforzar exitosamente las vacunas existentes. La salud de la comunidad mundial queda en manos de estos científicos y de las empresas del ramo. Cabe esperar que, como humanidad, podamos salir airosos de tan preocupante situación.

 

* Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/el-temible-omicron-ya-esta-entre-nosotros_257551