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ALEMANIA Y LA PROPIEDAD

Iris Speroni*

Los dadores y receptores de subsidios hacen propaganda en contra de la propiedad del pueblo común.

A pesar del título, éste no será un artículo sobre Alemania. No del todo. Sino sobre nosotros.

Sobre nosotros y la propiedad. Sobre si la propiedad debe ser de las familias o de las empresas. Sobre la relación propiedad-familias y propiedad-empresas.

Soft-landing

Alemania más de una vez es citada como ejemplo de la izquierda champagne.

Hace unos meses la población de Berlín votó un plebiscito donde ganó que el Estado asumiera la propiedad de viviendas en alquiler las cuales hoy forman parte de portafolios de grandes fondos de inversión. En ese momento, tuvo gran cobertura en Página 12 y otros medios de comunicación.

Intentaré aportar datos y hablar no de alquileres sino de propiedad.

Alemania

Es un país que hace tres décadas se reunificó. Esto quiere decir que la mitad del país está a una generación de distancia de un régimen donde el Estado era dueño de todo. Proveía educación, salud, trabajo, automóvil (a veces) y vivienda. Porque todo era del Estado. Las viviendas y las fábricas. Luego de la reunificación algunas propiedades fueron reintegradas a sus dueños pre-régimen, pero no ocurrió en todos los casos y ciertamente no con los bienes construidos por el gobierno comunista.

Vamos a las viviendas. En la fabulosa, magnifica, moderna, emprendedora, canchera, Alemania, que le dice a todo el mundo cómo debe vivir, qué combustible puede usar en su automóvil, cómo debe generar electricidad, y qué está bien y qué está mal, sólo el 46% (menos de la mitad) de los hogares poseen vivienda propia, según datos de la agencia nacional de estadísticas.

Aun así, verificamos una gran dispersión. Desde estados donde el 64,7% de los hogares es propietario a Berlín donde sólo el 17,4% lo es.

Si bien no es estricta la distribución, vemos que los estados del sur y del oeste tienen más propietarios y los ex-soviéticos (con una excepción), no los tienen. Sin embargo hay un detalle que rompe este relato: las tres grandes ciudades (ex o no ex) carecen de propietarios con Berlín con el deshonroso primer puesto, seguido por Hamburgo y Bremen.

¿Quién es el dueño de las viviendas en esos lugares? No sucede como en Argentina (o en Italia), donde un propietario, con sus ahorros, compra o edifica para alquilar y logra tener dos, tres o seis departamentos que le proveen renta. Por el contrario, son grandes empresas que poseen miles de edificios de alquiler.

El caso de Berlín es particular (aquí). Luego de la unificación el gobierno evaluó la situación edilicia de Alemania ex Oriental y comprobó que existía hacinamiento (varias personas en el mismo departamento), falta de mantenimiento de los edificios y en algunos casos, los mismos deberían ser demolidos.

El Estado nacional con los fondos para la reunificación decidió dar millonarios subsidios a tres empresas para que construyeran cientos de edificios en alto y alquilaran los departamentos. En lugar de dar créditos hipotecarios para que los mismos sean vendidos en cómodas cuotas a flamantes propietarios. Los primeros años fueron de felicidad: alquileres contenidos (a pesar de la inflación del euro), debido a la falta de costo inicial de inversión para las empresas y a bajos costos de mantenimiento propios de edificaciones nuevas. Con el correr de los años sucedieron tres eventos: 1) el deterioro de los edificios que requieren crecientes costos de mantenimiento, 2) el negocio fue vendido por los tres empresarios alemanes a fondos de inversión internacionales que pretenden retorno por su inversión al contrario de los propietarios originales que habían recibido subsidios estatales, 3) inflación del euro combinado con una presión demográfica agravada por la incorporación de cinco millones de inmigrantes. Por todo esto, los actuales propietarios y administradores decidieron subir el monto de alquileres frente al enojo general (después de todo 82,6% de berlineses alquilan).

Respecto a las otras dos ciudades, Hamburgo y Bremen, sufrieron desde la posguerra a la fecha la afluencia de personas, fruto primero del despoblamiento rural y luego la inmigración propiciada por el gobierno. Esos nuevos habitantes urbanos, en lugar de ser provistos por créditos hipotecarios que les permitieran comprar una vivienda, como es el caso en Italia, España y Francia, son condenados al alquiler eterno, en particular en el primero de los casos (23,9%).

Cerdos y alemanes

Alemania es uno de los principales productores y exportadores de carne porcina del mundo, por lo que abastece a su exigente mercado interno y genera excedentes cuantiosos de exportación, que tienen por destino otros países de la Unión Europea y China. El 80% de la producción está en manos de cuatro firmas propietarias de criaderos, frigoríficos y comercialización. Controlan toda la cadena. Poseen megagranjas con decenas de miles de animales alimentados a forraje (mayormente importado) y en condiciones de sanidad inadmisibles en nuestro país. Es por eso que han tenido un brote de fiebre y han debido sacrificar rodeo hace poco.

La porción de mercado que le queda al pequeño productor es poco y nada.

No es de extrañar la conformación de estos gigantescos conglomerados. El Estado entrega sustanciosos subsidios y estas empresas, además de tener su ingreso genuino de más de mil millones de euros anuales cada una y darle trabajo a miles de personas, son una ventanilla de recepción de dinero estatal. Demasiado precioso para dejarlo en manos de simples granjeros. Es más, el sistema socialista/capitalismo de amigos que es Europa favorece la creación de firmas al sólo efecto de recibir subsidios. Cuanto más grande la empresa y su producción, más grande el subsidio y más el incentivo a aplastar al pequeño productor.

Por lo cual, la fabulosa Alemania, ejemplo de los socialdemócratas de café de nuestra cámara de diputados y favorita de nuestra izquierda champagne, ha construido ladrillo a ladrillo un sistema que sólo favorece los grandes conglomerados económicos e impide o deniega el acceso a la propiedad al ciudadano de a pie, tanto para tener su hogar como para acceder a un medio de producción.

Es la clase gobernante de Alemania (los dadores y receptores de subsidios) una de las que hace propaganda en contra de la propiedad del pueblo común. “No tendrás nada y serás feliz”. Propuesta lanzada por el Fondo Económico Mundial en Davos hace dos años atrás y subscripto y publicitado por Naciones Unidas en la Agenda 2030.

Argentina

La situación es bien distinta.

Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, sólo el 19,7% de las familias alquilan (en el censo la proporción es mayor aún que en la muestra de EPH). El 60,6% es propietario, y el resto tiene algún tipo de usufructo. El 97,4% no sufre hacinamiento crítico. Bien lejos de Alemania… a nuestro favor.

Veamos la producción porcina. Sólo el 18% de la producción porcina proviene de lo que acá se denominan “megaproductores”, que son aquéllos con más de 1.200 madres. Mega productor acá y en Alemania significan, como vemos, dos cosas bien distintas.

La popularización de la propiedad en Argentina está más extendida que en Alemania. No es lo único. El consumo de carne en el país europeo no llega a los 60 kg por habitante por año, cuando nosotros (los pobres) consumimos fácilmente el doble. Esto es para otro día.

Estamos a la víspera de la discusión del impuesto a la herencia, ya sea en las legislaturas provinciales, ya sea en el Congreso. No importa qué dicen los miembros de la casta sino qué buscan (y no dicen). La discusión es sobre si las familias serán o no unidades de producción económica. ¿Queremos una sociedad donde sólo las empresas generen riqueza o aceptaremos a la familia como unidad productiva como lo ha sido desde la antigüedad a hoy?

Para un gobernante es mucho más fácil manejarse con tres empresas grandes —si son corruptas, mejor— que lidiar con decenas de miles de familias-empresarias, por definición ingobernables.

Para poder hablar del impuesto a la herencia, tendremos que repasar a Chesterton y a Hilaire Belloc y sus conceptos sobre la propiedad, esto es: explorar a la familia (y no al individuo) como unidad de generación y propagación de riqueza.

Por lo pronto, tenemos información sobre los modelos que nos ofrecen los propagandistas de la Agenda 2030, de la cual el impuesto a la herencia es un paso ineludible.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Fuentes

% Propietarios de Viviendas – Instituto Alemán de Estadísticas (Statistisches Bundesamt)

https://www.destatis.de/EN/Themes/Society-Environment/Housing/_Graphic/_Interactive/owner-occupier-rate.html 

Alquileres en Alemania: una economía planificada

http://restaurarg.blogspot.com/2019/09/alquileres-en-alemania-una-economia.html

EPH – Encuesta Permanente De Hogares – INDEC – propiedad de vivienda

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_indicadores_hogares_05_211885439BED.pdf

Producción Porcina – Informe CONINAGRO

http://www.coninagro.org.ar/DocsVarios/Informes/2018-01-Porcinos.pdf

 

Notas relacionadas

Nada será tuyo (Sertorio)

http://restaurarg.blogspot.com/2021/03/nada-sera-tuyo.html

El Nuevo «Consenso De Washington». Davos y la Agenda 2030 (Cristian Taborda)

http://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-nuevo-consenso-de-washington-davos-y.html

El gran reseteo es el nuevo NOM (James Delingpole)

http://restaurarg.blogspot.com/2020/11/el-gran-reseteo-es-el-nuevo-nom.html

La deuda y las mentiras verdaderas

https://restaurarg.blogspot.com/2021/12/la-deuda-y-las-mentiras-verdaderas.html

Alquileres en Alemania: una economía planificada

http://restaurarg.blogspot.com/2019/09/alquileres-en-alemania-una-economia.html

 

Artículo original publicado el 01/01/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/01/alemania-y-la-propiedad.html

ALEMANIA Y UNA PRETENSIÓN INTERNACIONAL QUE MAQUIAVELO DESACONSEJARÍA

Alberto Hutschenreuter*

Tras los comicios celebrados el pasado 26 de septiembre, los partidos tradicionales alemanes se abocaron a formar una coalición política para el próximo ciclo de gobierno.

De no ser porque el retiro de la canciller Angela Merkel marcó este momento político de Alemania, la trascendencia del evento habría sido menor, incluso cuando (con la formación de un nuevo gobierno) se produzca el fin del ciclo político que desde 2005 tuvo a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) al frente del comando político del “país-pivote” de la Unión Europea, es decir, el “primus inter pares” del emprendimiento pos-estatal (aunque no pos-patriótico) más logrado en materia de integración en las relaciones internacionales.

Como lo que signa a los centros desarrollados son las políticas de Estado, es decir, las continuidades relativas con los grandes propósitos nacionales, no se aguardan cambios de escala con un gobierno encabezado por los socialdemócratas, menos todavía considerando que las dos grandes fuerzas políticas, la CDU y el Partido Socialdemócrata (SDP), prácticamente han “co-gobernado” Alemania por años; basta recordar que el presumible próximo Canciller Federal, Olaf Scholz, se ha desempeñado en cargos públicos clave (secretario de Trabajo, ministro de Finanzas y vicecanciller).

En buena medida, ello se debió al “intercambio del ropaje ideológico” de ambos partidos al momento de las proposiciones como estrategia para cortar el drenaje de votos, sobre todo desde las filas de la socialdemocracia, pues uno de los fenómenos más notables en la política alemana durante los últimos tiempos ha sido el componente social que ha incorporado la centroderecha, y el conservadorismo que ha sumado la izquierda, una mixtura que, siempre que se afronten las necesidades de modernización que reclama la economía germana, particularmente en sectores como el digital y el de inteligencia artificial, asegura el rumbo crucero de estabilidad y prosperidad nacional que supo imprimirle Merkel.

Pero más allá de estos fenómenos sociológico-políticos y de las peticiones económicas, es pertinente realizar algunas apreciaciones en relación con el enfoque internacional de la “próxima Alemania”, pues, si bien durante los debates previos a las elecciones la política exterior no tuvo demasiado espacio, Berlín defiende y promueve, tanto en las ideas como en la práctica, una singular posición internacional para convertirse en un actor preeminente en el siglo XXI.

Dicha posición es la de una “potencia civil” (Zivilmacht, un término utilizado por Hanns Maull en 2001), es decir, un actor que centra su política exterior “en valores que considera no negociables”, por caso, evitar (cuando no rechazar) el uso de la fuerza militar, más los demás grandes principios del derecho internacional; promover el proceder pacífico (cuando no pacifista); mantener el “código Adenauer” (es decir, la preferencia política y militar atlantista); defender y promover el multilateralismo; incrementar el “onusianismo” (es decir, las misiones multidimensionales de paz); alentar el regionalismo, etc.

Asimismo, inspirada seguramente por el pensamiento de John Locke, Alemania concede una importancia enorme al comercio internacional, algo que lo refleja el porcentaje de sus exportaciones en relación con su PBI, más del 30 por ciento, y la diversificación de socios comerciales: la UE es el principal socio, pero luego sigue China (que ha desplazado a Estados Unidos), países del Asia- Pacífico, Rusia (vínculo que se ha resentido significativamente por efecto de las sanciones occidentales), etc. Es decir, lo que para otros es considerado una vulnerabilidad (alta relación exportaciones-PBI), para Alemania el comercio no solo implica prosperidad nacional, sino un instrumento que favorece la estabilidad puesto que inhibe el conflicto internacional.

No obstante este empuje alemán del comercio internacional, y más allá de la fragilidad que supone una excesiva orientación hacia los mercados externos, hay un dato por demás interesante que no siempre surge y que recientemente el especialista Guntram Wolff se ha encargado de recordarlo: la UE y Alemania tienen pocas empresas jóvenes, y entre las 50 principales empresas globales, 22 son de Estados Unidos, 12 de China y solamente siete de la UE (tres de Alemania, Volkswagen, Daimler y Allianz).

Sin duda se trata de una concepción loable por parte de Alemania. Va de suyo que, si los actores preeminentes tuvieran una concepción similar a la de Alemania, las relaciones internacionales ingresarían en una fase normativa superadora de todos los obstáculos y causas de guerras derivados de la condición del estado de anarquía interestatal, competencia, ambición, intenciones, capacidades, etc.

Una fase normativa y supra-geopolítica desconocida hasta el momento, en la que los Estados poderosos prácticamente permitirían que ¡las organizaciones multilaterales adoptaran decisiones por ellos!

Un contexto bajo esas características podría ir dando lugar a lo que Immanuel Kant denominó “república mundial” (Weltrepublik), que “representa el culmen jurídico de toda la elaboración conceptual” del filósofo de Königsberg; una instancia de paz que acabaría para siempre con todas las guerras.

Pero sabemos que el mundo de hoy se halla muy lejos de esta situación. Tal vez en el seno de la UE está ocurriendo algo del patrón kantiano, pero fuera de este proceso (excepcional) de integración el mundo continúa siendo el de siempre, más las nuevas complejidades. Basta con echar una mirada a lo que sucede en las adyacencias de la UE para concluir que ningún orden normativo e institucional tiene lugar. Por el contrario, hay un fuerte declive del multilateralismo.

Lo curioso es que en la misma Alemania han surgido hace ya tiempo voces que reclaman un enfoque más realista de las relaciones internacionales; más aún, de boca de autoridades mayores ha reaparecido la palabra geopolítica, es decir, considerar que por más que los alemanes intenten olvidarse de cuestiones relativas con intereses políticos sobre territorios, poder nacional, zonas de influencia, etc., tales cuestiones se aproximan a los alemanes. Porque es imposible renunciar a un fenómeno que siempre ha estado y estará presente entre los Estados. Ello recuerda lo que decía el polemólogo francés Gaston Bouthoul sobre la voluntad de los políticos de querer reglamentar o prohibir la guerra mediante medidas jurídicas, una cosa “tan vana como castigar, por medio de una ley, el hecho de contraer la peste o la fiebre tifoidea. El pacto Briand-Kellog, por ejemplo, podría calificarse de pacto de la renuncia a las enfermedades”.

La situación relativa con la ampliación de la OTAN y las secuelas que ello trajo para Ucrania es un claro ejemplo de intentar llevar un orden normativo a un lugar donde predominaba un orden geopolítico. A pesar de ello, hasta el momento Alemania no ha dado muestras de reconsiderar la situación, por lo que una eventual nueva insistencia por colocar el derecho sobre la geopolítica y no al revés, llevaría la situación entre Occidente y Rusia a un plano prácticamente de guerra.

Paradójicamente, el impulso del modelo jurídico-institucional que supone una “potencia civil” no cuestiona el “orden del confort estratégico” que implica el poder y la influencia del “pacificador” estadounidense en Europa. Y aquí la geopolítica más la geoeconomía podrían en los próximos años exigir a Berlín una definición más contundente en relación con la iniciativa China conocida como BRI u OBOR. ¿Qué haría eventualmente Alemania? ¿Privilegiaría su papel de potencia civil y defendería dicha iniciativa, hecho que posiblemente la confrontaría con su aliado atlántico? ¿O se mantendría en su condición subestratégica (es decir, de vasallo) ante Washington cediendo intereses nacionales?

Podemos continuar con otras cuestiones, por caso, la situación encontrada entre miembros de la comisión de defensa del Parlamento que provocó la publicación de las “Directrices Políticas para el Indo-Pacífico” en septiembre de 2020, que exigía una mayor presencia naval alemana en la región. De acuerdo con trascendidos, Berlín finalmente optó por evitar irritar a China. Entonces, ¿se trata la política entre Estados de relaciones de poder o de relaciones de derecho?

No está mal aspirar a ser una potencia civil, pero sería un error de escala intentar serlo sin considerar que, sin otros atributos, nunca se podrá ser una potencia real. Ser potencia civil podrá traer prestigio; pero una potencia completa traerá, aparte, seguridad y deferencia.

Las aspiraciones no dejan de ser ejercicios loables y apreciables. Pero en las relaciones interestatales la experiencia es la única guía estratégica con la que contamos. Por ello, bien harían los alemanes y sus socios de la UE en recordar a Nicolás Maquiavelo cuando en su obra maestra, “El príncipe”, dice: “(…) siendo mi intención escribir algo útil para quien lo lea, me ha parecido más conveniente buscar la verdadera realidad de las cosas que la simple imaginación de las mismas. Y muchos se han imaginado repúblicas y principados que nunca se han visto ni se ha sabido que existieran realmente; porque hay tanta diferencia de cómo se vive a cómo se debe vivir, que quien deja lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende más bien su ruina que su salvación (…)”.

 

* Doctor en Relaciones Internacionales (USAL). Ha sido profesor en la UBA, en la Escuela Superior de Guerra Aérea y en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación. Su último libro, publicado por Almaluz en 2021, se titula “Ni guerra ni paz. Una ambigüedad inquietante”.

©2021-saeeg®

 

DELICATESSEN

Iris Speroni*

¿Cuál es el problema de los europeos? 

No tienen energía por lo que deben comprarla. Tienen animales pero no forraje.

En el año 1991 se estrenó la película “Delicatessen” dirigida por los franceses Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet. El resumen del argumento según el sitio web IMDB es “Comedia negra surrealista y post apocalíptica sobre el propietario de un edificio de apartamentos que ocasionalmente prepara manjares para sus extraños inquilinos”.

Lo único que voy a decir al respecto es que recomiendo que la vean.

Europa tiene varios problemas. Sobre esto me referí en «EFECTOS INDESEADOS DEL ACUERDO DE PARÍS» y en «CAMINO A GLASGOW«. Trataré de darle una vuelta de tuerca.

Energía

Europa no tiene energía. La debe comprar casi en su totalidad. La única propia es carbón y leña. Importa gas, petróleo y uranio. Aún las de origen solar o eólico requieren baterías por lo que debe importar litio, cobalto, tierras raras y los minerales necesarios para fabricar paneles solares o generadores eólicos.

Exportaciones (a la izquierda) e importaciones (a la derecha) de gas
Exportaciones (a la izquierda) e importaciones (a la derecha) de petróleo
Exportaciones (a la izquierda) e importaciones (a la derecha) de hulla (carbón)
Exportaciones (a la izquierda) e importaciones (a la derecha) de energía eléctrica

En resumen, están fregados.

Alimentos

La Unión Europea es uno de los principales exportadores de alimentos del mundo con 184.000 millones de euros en el año 2020. Por lo cual uno diría que no es dependiente en materia alimentaria. O para usar palabras oficiales: “Soberanía Alimentaria”.

Voy a hacer una brevísima introducción sobre este punto, que considero vital para nosotros y que dista de la explicación habitual.

Después de la Segunda Guerra Mundial los europeos comienzan una política de subsidio al sector agrícola. El objetivo explícito es el autoabastecimiento para evitar futuras hambrunas. Es una tontería, por lo que voy a explicar más adelante, pero la excusa tuvo buena recepción. Otro de los objetivos, no dicho, era asegurar la base electoral del gobierno francés de la época, compuesta, entre otros, por una multitud de granjeros minifundistas.

Si de Gaulle no hubiera aplicado subsidios, hubiera corrido el riesgo de una fuga masiva de granjeros hambrientos hacia las ciudades francesas, que en los ‘50 no tenían ni viviendas ni trabajo para todos ellos. El lado negativo fue que los montos destinados pusieron en aprietos al Tesoro Nacional francés.

Excepto en su carácter financiero, fue un éxito. Multiplicaron la producción de trigo y de otros rubros. Para solucionar la falta de dinero, DG propuso la conformación de la Comisión de Política Agropecuaria, con la idea de socializar en el resto de los países el costo fiscal francés. Finalmente, luego de mucho insistir logró convencer a Alemania de compartir la carga entre todo el Mercado Común Europeo.

Francia veta temporalmente el ingreso de Gran Bretaña a la Comunidad hasta que no tuviera firmado el compromiso. La razón era que el Reino Unido obtenía alimentos mucho más baratos que los franceses.

En palabras de de Gaulle a su gabinete el 19 de diciembre de 1962:

“If Great Britain and … the Commonwealth enter, it would be as if the Common Market had…dissolved within a large free trade area…All this would be difficult to accept…Britain continues to suplly itself cheaply in Canada, New Zealand, Australia, etc. The Germans are dying to do the same in Argentina… What will we do with European and particularly French surpluses?… What can I do? Except to sing…Edith Piaf song: “Ne pleurez pas, Milord”…”.

“Si Gran Bretaña y …el Commonwealth entran, sería como si el Mercado Común Europeo se disolviera en una mayor área de libre comercio… Todo esto es muy difícil de aceptar… Gran Bretaña continuaría abasteciéndose en forma barata de Canadá, Nueva Zelanda, Australia, etc… Los alemanes se mueren por hacer lo mismo con Argentina… ¿Qué haremos con la sobreoferta europea, en particular con la francesa?… ¿Qué puedo hacer? Excepto cantar la canción de Edith Piaf: “No llores más, Señor”…”.

Del libro “The Great Deception – Can the European Union survive?”, de Christopher Booker y Richard North, Ed. Bloomsbury, Londres, 2021, 676 páginas. Cito el capítulo 7: “Why de Gaulle kept Britain out: 1961-1969”. Por eso la cita a De Gaulle es en inglés.

Finalmente todo salió al gusto francés. El fondeo de los subsidios provino de los aranceles a la importación de alimentos, los británicos tiraron a sus colonias bajo el tren, los países productores de alimentos quedamos afuera —con la consiguiente caída del precio internacional— y Alemania aceptó, a cambio de ser el proveedor de maquinaria agrícola y agroquímicos del resto.

Los que nos perjudicamos fuimos los canadienses, neozelandeses, autralianos, argentinos, uruguayos y los estados rurales de EEUU (que perdieron el tren respecto al resto). Pero las consecuencias para nosotros son para otro artículo. Sigo con los europeos.

En su afán de mantener sólida su base política de millones de granjeros, más el crecimiento de toda la industria de suministros y de elaboración de alimentos (upstream and downstream) los europeos siguieron incrementando su producción a base de subsidios hasta el punto de llegar a tener saldos exportables. Eso dinamitó el mercado de alimentos mundial desde la década del ‘60 hasta el ingreso de China como comprador en el SXXI.

Los subsidios europeos al agro fueron una de las razones con las que hicieron campaña aquellos que proponían el Brexit. ¿Para qué comprar carne de cerdo cara a Dinamarca si puedo hacerlo más barato a EEUU o Canadá o Brasil? ¿Por qué deberían pagar los multimillonarios subsidios agrícolas?

Sostengo que la postura de autoabastecimiento europeo es una excusa y no la verdadera intención por las siguientes razones: a) en caso de una nueva guerra las cosechas y la cría de animales se disrumpe por razones obvias; por lo que un autoabastecimiento en tiempos de paz no lo garantiza en tiempos de guerra. b) no tienen autoabastecimiento sino la ilusión del mismo porque: b.1. importan el 70% del forraje de sus animales, b.2. gran parte de la mano de obra rural es extranjera, b.3. deben importar los hidrocarburos para fabricar los agroquímicos. 

Veamos un poco los números. Alemania y España exportan, según el año, entre 5,5 y 6 mil millones de dólares de carne de cerdo cada una. En el caso de Alemania, el 30% a países extra unión. Cien veces las exportaciones de cerdos argentinas.

¿Cómo es posible que Alemania importe el forraje, pague sueldos mínimos de 1200 euros y aun así puede exportar carne de cerdo y nosotros no?

Carne de cerdo congelada.
Carne de cerdo fresca o refrigerada.

Alemania exporta más de 4 mil millones de dólares anuales en queso, parte fuera de la UE.

Una parte del comercio es intra Unión, pero con notables saldos netos.

Francia exportó en 2019 el 7,12% del total de trigo del mundo (578 millones U$D). Italia importa trigo y exporta fideos.

Comercio de trigo.

Volvamos a la comida de la Unión Europea. Exportan en alimentos al resto del mundo extra UE cuatro veces las exportaciones totales de Argentina.

Sin embargo no tienen para alimentar a sus animales. Como ya aclaré, importan el 70% de su forraje, mientras exportan queso y carne de cerdo y de vaca, leche. 

Forraje: los pellets y tortas de soja. El principal proveedor es Argentina seguido por Brasil y EEUU. Además importan granos de soja que transforman en aceite y forraje en España y en Rotterdam (Holanda) y de ahí reubican intra UE. Países diminutos como Dinamarca u Holanda producen más leche, carne o queso que nosotros y exportan miles de millones de euros.

Comercio Mundial de pellets y tortas de soja (forraje)
Comercio Mundial de porotos de soja

Rodeos animales de la Unión Europea 2016: bovinos 79.697.540, porcinos 142.649.780, cabras 12.709.000, ovejas 63.286.000.

Entonces: ¿Cuál es el problema de los europeos? No tienen energía por lo que deben comprarla. Encarece su costo de vida y hace cada día más difícil sostener el nivel necesario para evitar conflictos sociales. La provisión y exportación de alimentos, que dan dinero y trabajo son dependientes de la importación de forraje.

Para intentar bajar esta dependencia del exterior es que hace más de diez años están empeñados en una propaganda agresiva que tiene por destinatario a su propia población. Intentan convencerlos de que se bañen menos, que no tengan automóvil, que coman poco y si es posible nada o poca carne o queso o huevos; con resultados inciertos.

El supuesto Calentamiento Global es sólo la pantalla para tratar de convencer a su población de aceptar una caída de su nivel de vida; y si pueden, convencer al resto del mundo de ser tan ineficientes como ellos.

El resto del mundo

Por lo pronto, en el tema de dejar de usar carbón e hidrocarburos, ni China, ni Rusia, ni India, ni EEUU (tanto Trump como Biden) les dieron bolilla. Vean más arriba: Australia es el principal exportador de carbón del mundo, seguida de Indonesia, EEUU, Canadá y Sudáfrica.

En cuanto a la carne vacuna, Australia los sacó carpiendo.

Los europeos tienen problemas que no saben cómo resolver, sin embargo se paran en un púlpito y nos quieren decir a los demás lo que debemos hacer.

Nosotros, los asiáticos, los africanos, los sudamericanos, los yanquis, tenemos nuestros propios dramas y de ellos nos ocuparemos a nuestro mejor saber y entender. Pero no nos vamos a pasar a automóviles eléctricos, dejar de tener estaciones de servicio o discontinuar la energía nuclear o comer asado porque Francia no tiene cómo comprarle gas a Rusia. Que se arreglen.

Dicho sea de paso, Alemania tiene como gran fuente de energía eléctrica (que exporta al resto de la UE) al carbón. Así que prestemos más atención a lo que hacen y no tanto a lo que dicen.

Nuestra Clase Política

Por supuesto, nuestros políticos están en otra. Todos los que pudieron viajar de garrón a Europa para ir a Glasgow, lo hicieron. Sin plan, ni objetivo, ni agenda.

Dentro de los miles de papelones posibles, nuestro presidente más o menos defendió los intereses respecto a la ganadería bovina. Mejor de lo esperado.

Por supuesto, el resto, de viaje de egresados. Como siempre.

Otro día trataré cómo creo que debería ser nuestra política de producción y exportación/importación de alimentos y energía. Cuál debería ser nuestro proyecto de Nación al respecto.

Gentileza de la diputada Camaño et al

Lecturas relacionadas

EFECTOS INDESEADOS DEL ACUERDO DE PARÍS

http://iris-speroni.blogspot.com/2018/12/efectos-indeseados-del-acuerdo-de-paris.html

CAMINO A GLASGOW

http://restaurarg.blogspot.com/2021/10/camino-glasgow-calentamiento-global.html

The Great Deception: The True Story of Britain and the European Union

https://www.amazon.com/-/es/Christopher-Booker-ebook/dp/B01DLVZA2W/ref=sr_1_2?keywords=the+great+deception&qid=1636240052&s=digital-text&sprefix=the+great+deception%2Cdigital-text%2C245&sr=1-2

 

Artículo publicado originalmente el 06/11/2021 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2021/11/delitatessen.html