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LOS HOMBRES QUE NOS DIERON LA PATAGONIA. Estanislao Zeballos y los derechos soberanos de la Argentina*

Marcelo Javier de los Reyes**

Introducción

Esta presentación tiene por objetivo realizar un reconocimiento no sólo a la obra de Estanislao S. Zeballos sino a los hombres que se propusieron seriamente forjar un país que ocupara un espacio de consideración en la comunidad de naciones.

Estimo que es oportuno hacer este reconocimiento en un tiempo en que la memoria de mucho de ellos —tal el caso del General Julio A. Roca y del mismo Estanislao Zeballos— es cuestionada desde ciertos sectores ideológicos y con una absoluta incomprensión de que la historia no se juzga a partir de los valores actuales sino que debemos situarnos en el contexto de la época que vamos a analizar[1].

Estanislao Zeballos

Luego de presentar los datos más relevantes de la vida de Estanislao Zeballos, procederé a hacer un recorte no sólo de su extensa obra sino también de los libros que consideré pertinente considerar a los efectos de este trabajo.

Debo aclarar, asimismo, que por cuestiones prácticas no tomaré sus obras por orden cronológico sino a partir de una consideración práctica. De tal modo que primero tomaré Viaje al país de los Araucanos (1881), luego seguiré con La conquista de las quince mil leguas (1878) y Callvucurá y la Dinastía de los Piedras (1884), sin impedimento de recurrir a uno u otro en caso en de ser necesario.

La intención de este trabajo es comprender el “problema del indio” —a sabiendas que hoy no es correcto hablar de indio— y la preocupación que ocasionaba tanto durante la colonia como a la joven república.

La situación actual, tal como nos la revela la información de los medios, nos demuestra que las diferentes campañas al desierto han dejado espacios para la discusión y que hoy, nuevamente, constituyen otro elemento más que divide a la sociedad argentina.

En principio me referiré a algunos datos biográficos para presentar a Estanislao S. Zeballos y luego tomaré, recortadamente, su obra ya mencionada.

Acerca de Estanislao Zeballos

Estanislao Severo Zeballos nació en Rosario, provincia de Santa Fe, el 22 de julio de 1854.

En 1866 se trasladó a Buenos Aires para cursar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional.

Durante la epidemia de fiebre amarilla (1870-1871) Zeballos colaboró con José C. Paz en la Comisión Popular de Salubridad, lo que lo llevó a contraer la enfermedad.

En 1872, en el marco del Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, junto a un grupo de jóvenes estudiantes universitarios residentes en Buenos Aires interesados en la ciencia, fundó la Sociedad de Estímulo Científico, que luego dio origen a la Sociedad Científica Argentina[2]. Zeballos redactó los estatutos de la sociedad y a comienzos de 1876 integraría la comisión redactora de los Anales de la Sociedad Científica Argentina, con permanencia hasta la actualidad.

En forma personal y desde esa sociedad, brindó su apoyo a la expedición que realizó el Perito Francisco Pascasio Moreno (1852-1919) a los ríos Negro y Limay, cuya información fue más tarde utilizada para proponer el traslado de la frontera hasta el río Negro en su obra La conquista de quince mil leguas, publicada en 1878.

Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, donde tuvo una participación activa en general pero particularmente en ocasión del suicidio del estudiante Roberto Sánchez, ocurrida en diciembre de 1871. Este hecho derivó en un alzamiento generalizado del alumnado, la separación de los docentes responsables, la sanción de una reforma universitaria y, a propuesta del propio Zeballos, la fundación del primer centro estudiantil y de un órgano de prensa, ambos denominados “13 de diciembre”, la fecha en que Sánchez se había quitado la vida[3].

A los 20 años obtuvo el título de Abogado en 1874 y desde ese momento se dedicó a la docencia y, simultáneamente, trabajó como cronista en el diario La Prensa a partir de un ofrecimiento que le hizo su propietario, José C. Paz[4].

También en 1874 participó de las fuerzas mitristas, promotoras de un proceso revolucionario contra el gobierno nacional, que terminó fracasando y por lo que debió pasar un tiempo en prisión.

Para sostenerse durante su estadía en Buenos Aires, durante algún tiempo fue escribiente del naturalista alemán Germán Burmeister, Director del Museo Público. En 1875 presentó a la Sociedad Científica Argentina el proyecto de fundación del Museo de Ciencias Naturales.

Apoyó la expedición de Francisco Pascasio Moreno para explorar las cuencas de los ríos Negro y Limay. Años después recogió las informaciones obtenidas, proponiendo el traslado de la frontera Sur hasta el río Negro en su obra ‘La conquista de quince mil leguas’, publicada en 1878. Escribió el libro en pocas semanas, a pedido del General Julio A. Roca, con la finalidad de convencer a los miembros del Congreso Nacional de financiar la campaña expedicionaria al Desierto que ya estaba iniciando el entonces ministro de guerra.

En 1879 fundó el Instituto Geográfico Argentino, del que fue su primer presidente y por esa época gestionó una subvención a Florentino Ameghino para la publicación de sus estudios sobre los mamíferos fósiles.

Escribió varias obras que tratan sobre derecho: El Derecho privado humano, La legislación de emergencia, Estudio crítico de la legislación comparada; su influencia sobre la soberanía, etc. Entre 1898 y 1923 dirigió la Revista de Derecho, Historia y Letras, fundada por él.

Más de una tercera parte de su extensa obra se relaciona con temas históricos, particularmente referidos a la conquista y exploración del territorio nacional en el sur y a la historia socio-cultural.

Luego de la campaña de Roca, a fines de 1879, Zeballos viajó por el norte de la Patagonia y procedió a dejar por escrito sus observaciones en Viaje al país de los araucanos, publicado en 1881, el que sería el primer tomo de una trilogía, de la que formaría parte La Región del Trigo, del año 1883, y A través de las cabañas, de 1888. Luego escribió unas crónicas sobre los caciques Callvucurá y Painé y sobre una inexistente cacica huilliche, Relmú.

Cabe mencionar que Zeballos también se desempeñó como diputado de la Legislatura de Buenos Aires (1879) y como diputado nacional entre 1880 y 1892. Fue Ministro de Relaciones Exteriores de los presidentes Juárez Celman (1886–1890) y Carlos Pellegrini (1890-1892) y de Figueroa Alcorta (1906).

Entre 1912 y 1926 fue nuevamente electo diputado nacional.

Fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires en 1918.

Por invitación del Institut of Politics de la Universidad de Harvard viajó a los Estados Unidos para participar de “Conferencias de Williamstown”, que fueron publicadas en inglés, póstumamente en 1927.

Zeballos falleció en Liverpool el 4 de octubre de 1923. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta.

Viaje al país de los araucanos (1881)

Si bien este libro es posterior a la campaña de Roca, es relevante para situar el origen de los araucanos.

En Viaje al país de los araucanos, cuyo título es ya de por si sugestivo, Zeballos nos habla de un país denominado Raullco por los nativos, “de co ‘agua’ y Raull ‘detenida’ ‘estancada’ lo que significa ‘región empapada’ o ‘pantanosa’. Este es el nombre con que se designa a la región sur de Chile, nombre que fue desfigurado y que dio lugar a otro más conocido por nosotros: Arauco[5]. Define a este país de la siguiente manera:

Al sur de Chile se extiende un país de topografía encantadoramente accidentada. Al Oeste el mar bate sus límites de granito, al Centro trepan a las cumbres selvas vírgenes de vegetación antártica, en que descuellan el roble, las araucarias y la hayas entrelazados sus troncos corpulentos por vigorosos parásitos , sumisos y audaces, emblema de los pequeños que medran a la sombra de los grandes; entre el mar y la selvas, llanos extensos, con los señalados en las carta con el nombre Hipinco y cerrando al este el cuadro de tantas grandezas los Andes con sus nieves permanentes: Tal es el panorama.[6]

Zeballos nos habla de que los pobladores de Arauco toman dimensión histórica ante la expedición de Pedro Valdivia, lanzada desde el Perú quien llevó a cabo las primeras fundaciones españolas en esa región pero en la que tanto él como su hueste encontraron la muerte en la batalla de Tucapel, el 26 de diciembre de 1553. Este sería el primer lanzamiento araucano contra la dominación extranjera.

Agrega Zeballos:

A los trescientos años, los araucanos continúan en armas, con virilidad asombrosa, diezmados, cubiertos sus campos innumerables cadáveres, cautivas por millares sus familias, incendiados mil veces sus aduares y abrumados por todos los recursos que el arte de la guerra ha desplegado prodigiosamente en los tiempos modernos, a los cuales oponen sus pechos indomables, las lanzas primitivas y las piedras de los Andes.

El telégrafo anuncia, en efecto, que no repuestos aun de los sangrientos combates sufridos al Oriente de los Andes, en lucha con las armas argentinas durante los años corridos de 1879 a 1881, acaban de confederarse levantándose de nuevo en pavoroso son de venganza y reconquista a los trescientos veintinueve años de su famosa victoria de Tucapel, y las ciudades chilenas de Imperial, Angol, Concepción y tantas otras, sobre cuyos muros blandieron los ejércitos de Caupolicán y de Lautaro los endebles arcos, acaban de ver por la centésima vez sus campiñas invadidas por el indómito Araucano y arrasadas entre el fragor de la muerte y el incendio.[7]

La conquista de quince mil leguas (1878)

En su libro Soy Roca, una biografía escrita en primera persona, Félix Luna le hace decir al protagonista:

El plan era también político. Para llevarlo a cabo era necesario, previamente, persuadir a la opinión pública y convencer al Congreso. Se trataba de que los legisladores sancionaran una ley autorizando la inversión necesaria para llevar la frontera hasta los ríos Negro y Neuquén, cumpliendo así la ley 215 que se había sancionado durante la presidencia de Sarmiento, en plena guerra del Paraguay, que ordenaba fijar allí la frontera. El Congreso autorizaría a disponer de los medios para llevarla a cabo si una corriente importante de opinión se manifestaba a favor de mi plan. Necesitaba un vocero, alguien que pudiera difundir mi pensamiento, y me hablaron de un joven abogado rosarino que podía escribir algo. Era el doctor Estanislao Zeballos, que a los 24 años era tan inteligente y activo como ahora. Conversamos, quedó seducido por la idea, y en un tiempo increíblemente corto redactó uno de esos libros que hacen época. Reseñaba antecedentes históricos, daba noticias geográficas y presentaba todo el asunto como una apuesta histórica a la que los argentinos no podían negarse. Su título fue todo un hallazgo, atractivo como el de una novela de aventuras: La Conquista de Quince Mil Leguas. Yo agregué una carta introductoria para dejar en claro que el libro de Zeballos no hacía otra cosa que exponer mis propias ideas y conseguí, además, hacerlo imprimir por cuenta del gobierno nacional.[8]

En 1878 fue publicada la segunda edición de la obra de Estanislao Zeballos titulada La conquista de quince mil leguas. Estudio sobre la traslación de la frontera sud de la república al Río Negro dedicado á los gefes y oficiales del ejército expedicionario, en la que se presenta al autor como “(ABOGADO), ex-director de La Prensa, fundador y ex-secretario de la Sociedad Científica Argentina, miembro de la Sociedad Geográfica Italiana, Oficial de Honor distinguido con la medalla de oro de la Academia Pico de Bolonia, miembro honorario y activo de varias sociedades nacionales”[9].

Esta obra la escribió a los 23 años y la inició dirigiéndose al Señor Ministro de Guerra y Marina general Don Julio A. Roca, quien ejerció ese cargo entre enero de 1878 y el 9 de octubre de 1879, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda (1874-1880), a quien sucedió en su primera presidencia en 1880.

Estanislao Zeballos le escribía, entonces, al general Roca:

Conocedor V. E. de mi consagración al estudio de la cuestión Fronteras, tuvo á bien invitarme á redactar algunos apuntes sobre los antecedentes de la ocupación del rio Negro y sobre otros datos históricos y científicos, convenientes para demostrar al país la practicabilidad de aquella empresa, y para proporcionar á los gefes y oficiales del ejército expedicionario un conocimiento sintético de la obra en que van á colaborar. V. E. me hizo ofrecer además que el Gobierno Nacional compraria la edición de mi obra en remuneración de mi trabajo.

Acepté con placer la invitación, renunciando desde luego á toda remuneración, pues me he consagrado á estos estudios, sin interés de lucrar con ellos, inspirándome en el principio de moral que encierra el siguiente pensamiento de un autor célebre: «La ociosidad pesa y atormenta; el alma es un fuego que es necesario alimentar».

Ofrezco, pues, al Gobierno la obra, de la cual puede hacer el uso que convenga á sus planes.[10]

De este libro se publicaron 500 ejemplares “por cuenta del Tesoro Nacional” para que fueran distribuidos, en parte, entre los jefes y oficiales que integrarían la expedición que llevaría la presencia nacional hasta el río Negro.

El Ministro Julio A. Roca le respondió a Zeballos ponderando su trabajo y poniendo en valor los territorios que se incorporarían por su importancia económica y como lugar de residencia de la inmigración europea que por entonces arribaba al país[11].

General Julio Argentino Roca

En la carta que le dirigió a Zeballos le expresó la necesidad de realizar “estudios hidrográficos” sobre las innumerables corrientes que se desprenden de los Andes desde San Rafael a Nahuel Huapi y se precipitan al mar por los ríos Colorado y Negro. La intención de Roca era que la producción agrícola y minera de la provincia de Mendoza fuera transportada a través del río Colorado hacia Bahía Blanca, localidad que se constituiría en un gran centro comercial y un polo de desarrollo para la región[12].

La primera edición se agotó en una semana, según expresa el autor en la “Advertencia de la segunda edición” que es a la que he tenido acceso y en la cual el autor señala que la realiza

[…] para satisfacer el interés despertado por la obra, y con el fin de llevar adelante mi propósito patriótico de prestijiar lá ocupación de la línea estratéjica del rio Negro, demostrando la practicabilidad de la operación fundado en la doble autoridad de la Historia y de la Ciencia.[13]

En esa edición reforzó la parte histórica luego de haber revisado más de mil cuatrocientos manuscritos sobre el río Negro, coleccionados y clasificados laboriosamente por el Jefe del Archivo General de la Provincia, entre los que se encontraba la correspondencia original entre el virrey Juan José Vértiz ―quien desempeñó esa función entre el 26 de junio de 1778 y el 6 de marzo de 1784― y Francisco de Biedma y Narváez o Francisco de Viedma, quien formó parte de la expedición organizada por el virrey Vértiz y dirigida por Juan de la Piedra, cuyo objetivo era la construcción de fuertes y colonias en el sector de las costas patagónicas.

En la parte histórica describe las exploraciones y ocupaciones del río Negro llevadas a cabo por los españoles, utilizando para ello los documentos del archivo general de la Provincia, como así también la expedición de 1833, ya durante el gobierno del General Juan Ramón González Balcarce (17 de diciembre de 1832 – 4 de noviembre de 1833).

Del mismo modo, en la anticipación de los temas que aborda en su obra, observo un párrafo que entiendo que es relevante para la comprensión de algunas cuestiones que aún hoy forman parte del debate:

Consecuencias diplomáticas de un error del padre Falkner sobre el rio Negro. Refutación de las interpretaciones arbitrarias, con que los diplomáticos chilenos explotan dicho error en contra de los evidentes y clarísimos derechos de la República Argentina á las tierras australes, desde el rio Negro al cabo de Hornos.[14]

Agrega en esa segunda advertencia:

Del punto de vista de la descripción del territorio, cuyo extracto he tomado del diario de Bejarano, el croquis adelanta también á todas las cartas publicadas hasta ahora, designando los principales paraderos, con sus nombres araucanos y situándolos en distancias aproximadas calculadas en leguas.

En este párrafo nótese que mantendrá los nombres “araucanos”, siendo ésta la primera vez que menciona algo relativo a ese pueblo en esta obra.

Zeballos comenta que “un crítico distinguido ha observado de paso la brevedad de las noticias etnográficas” que ha tratado en el capítulo VIII, a quien le da la razón y en seguida aclara que no era su intención “hacer un estudio de las costumbres y organización social de los indios”, sino limitarse sólo a aquellos aspectos que los ligaban con “la empresa militar” que lo ocupa. A pesar de aclarar que, paralelamente está escribiendo una “obra especial” dedicada al “primitivo hombre”, decidió tomar en cuenta esas observaciones y proceder a una ampliación de ese capítulo[15].

Para comprender la dimensión que Zeballos le da a la ocupación del territorio, vale citar el siguiente párrafo:

Entonces al canal de Suez, al ferrocarril americano interoceánico, á la perforación de las grandes montañas para dar paso á la locomotora, y á la red del telégrafo que ciñe los contornos del planeta, la República Arjentina habrá añadido como obra fecunda del progreso sur-americano, la conquista de sus quince mil leguas de lozana tierra.[16]

A su juicio, en el futuro, esta empresa “será recordada entre las grandes campañas de la civilización, que ilustran el siglo XIX”.

Zeballos percibía que el territorio por conquistar era mucho mayor que el que la Argentina ya controlaba[17]. Nos describe que en 1768, al concluir el “virreinato de Bucarelli” ―en realidad Francisco de Paula Bucarelli no fue virrey sino gobernador de Buenos Aires entre los años 1766 y 1770―, la ciudad de Buenos Aires “yacía en un rincón de las pampas, rodeada de pocos fuertes que formaban como una línea de circunvalación á menos de treinta leguas de sus arrabales”.

Es a partir del virreinato de Vértiz que se comienza a avanzar sobre la frontera sur, pues la orden era dominar el río Salado, en ese entonces en poder de los aborígenes.

El autor nos recuerda que en 1780 los indios llevaron a cabo una cruenta invasión al poblado de Luján que les demostró a los pobladores la fragilidad de la línea de frontera y de sus medios de defensa.

La corona española intentó avanzar hacia el sur y con el propósito de llegar al río Negro y de llevar a cabo estudios para fundar establecimientos en la costa patagónica, para defenderse de la política británica[18].

Zeballos menciona que, en 1774, apareció la obra histórica, descriptiva, geográfica y etnográfica del misionero jesuita Thomas Falkner, quien vivió cuarenta años en las reducciones de indios de las sierras del Volcán y del río Colorado y recorriendo los campos desde la Patagonia hasta Tucumán y el Chaco. Su obra “fue editada en inglés, con el propósito de servir á los intereses de la Corona Británica contra los de España, á cuyo servicio se hallaba Falkner”, según escribe el autor[19].

Falkner cometió el error de suponer que el río argentino Negro y el río chileno Tolten, “cuyos cursos siguen casi por la misma latitud, eran una misma corriente de agua”, lo que hubiese permitido unir el Atlántico con el Pacífico a través de los Andes[20].

Esto llevó a que en 1778 la corona española ordenase el establecimiento de fuertes y poblaciones en la costa del Río de la Plata hasta el estrecho de Magallanes, más aún en vista de las ambiciones británicas sobre la región[21]. Esta fue la empresa que debió llevar adelante, como ya mencioné, Francisco de Biedma por instrucciones de la corona impartidas al virrey Vértiz. Fue así como se procedió a la fundación de Carmen de Patagones. En esa oportunidad también el alférez de la Real Armada, Basilio Villarino, el piloto al frente de la expedición exploratoria del río Negro, sugirió “la idea de ocupar Choele-Choel y la confluencia de los rios Neuquen y Negro, arrebatando así a los salvages dos pasos indispensables, que les sirven para realizar sus saqueos en las pampas de Buenos Aires”.

A partir de la frase de Falkner en la que expresa “que el rio Negro se interna por cerca de trescientas leguas del reino de Chile” y de las instrucciones dadas por el Ministro de la corona española, Galvez, el 8 de junio de 1778 ―para establecer fuertes y poblaciones en la costa del Río de la Plata hasta el estrecho de Magallanes―, el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Adolfo Ibañez Gutiérrez, en una nota del 28 de enero de 1874, pretendía que el “reino de Chile era la Patagonia”[22].

Es así como las regiones pampeana y patagónica ofrecen dos serias amenazas a la joven República Argentina: el “problema del indio” y la expansión de Chile, ambas en buena medida asociadas, habida cuenta que, por un lado, la aparición de los araucanos de este lado de la cordillera de los Andes ocurrió tanto por presiones internas de ese país y, en otras oportunidades, con la ayuda de milicianos chilenos y, por el otro, porque el robo de las miles de cabezas de ganado que llevaban a cabo los malones sobre Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Cuyo, tenía por finalidad su venta en Chile.

Zeballos nos recuerda, asimismo, la expedición de Félix de Azara y sus recomendaciones al virrey ―formuladas en Buenos Aires, el 31 de julio de 1796― que incluía el establecimiento de la línea de frontera en el río Negro.

Fuente: Alberto Rex González, Argentina Indígena. Vísperas de la conquista. 

La Junta de 1810 también manifestó su preocupación por proteger la campaña de los malones y actuó en consecuencia al despachar una expedición a Salinas al mando del Coronel Pedro Andrés García[23]. Sin embargo, le cupo al Brigadier General Juan Manuel de Rosas organizar una expedición con la intención de trasladar la frontera al río Negro. Ésta tuvo lugar en 1833 y estuvo al mando del Brigadier General Juan Facundo Quiroga, quien “no se movió de Cuyo, dejando libre el campo a Rosas”[24]. La división de la izquierda estuvo integrada por las fuerzas de Buenos Aires al mando del propio Rosas y tenía por objetivo atacar a los indios del sur de la provincia y ocupar las líneas de los ríos Colorado y Negro. La división del Centro fue constituida por tropas de Córdoba, siendo su jefe el General José Ruiz Huidobro. La división de la derecha era liderada por el Brigadier General José Félix Aldao y compuesta por fuerzas de Mendoza y San Luis.

En el detalle de esta expedición, Zeballos informa que el Coronel Martiniano Rodríguez se enfrentó a las tribus borogas que “habían sido el azote de Chile y de la República Argentina, bajo el mando del famoso Pincheira, que los capitaneaba”[25]. Agrega que mientras la expedición seguía adentrándose en el desierto, esas tribus que contaban unos 3.000 indios de lanza, se quedaron en Salinas a las órdenes de los caciques mayores, Caefuiquir, Rondeau y Melingueo.

La columna de Rosas provocó la muerte de un gran número de aborígenes y el sometimiento de una parte considerable de ellos. Zeballos dice que Rosas les demostró la superioridad de su ejército pero también influyeron los consejos del “cacique chileno Venancio Coellapan”, quien mantenía buenas relaciones con Rosas y era muy influyente en esas tribus borogas[26].

No obstante, el autor señala que la expedición de 1833 fracasó en su objetivo de avanzar las fronteras debido a la retirada de las divisiones del Centro y de la Derecha.

Entre 1863 y 1864 la opinión presionaba a los legisladores para que encontrasen una solución al problema de la frontera, por lo que el diputado Nicasio Oroño promovía establecerla en el río Negro.

En 1867 el Congreso de la Nación recibió una fuerte presión de la opinión pública para impulsar el traslado de la frontera al río Negro. Los senadores Gerónimo del Barco, Juan Llerena y Mauricio Daract presentaron un proyecto de ley que fijaba como línea de frontera el río Neuquén, desde su nacimiento en los Andes hasta su confluencia con el río Negro y desde allí hasta la desembocadura del Negro en el Atlántico[27]. De alguna manera la ley sancionada en 1867 era el resultado de las gestiones del diputado Nicasio Oroño.

Callvucurá y la dinastía de los Piedra (1884)

Como podrá apreciarse, ya avanzado el siglo XIX, la cuestión del indio seguía sin resolverse y eso tenía una clara explicación,

Dice Zeballos:

En 1833 cuando Rosas marchó sobre las hordas salvajes de los desiertos australes, permanecía en la comarca indígena, de La que Salinas Grande ha sido capital, una numerosa tribu de indios vorogas, originarios de la gran familia trasandina moradora al sur del rio chileno de Imperial, en las márgenes del arroyo Vorohué, vulgo Voroa.[28]

La capital de Salinas grande era Masallé y su jefe supremo era el cacique Rondeau. Las tribus voroganas vivían allí con cierta tranquilidad manteniendo relaciones comerciales con otras tribus araucanas de Chile. En 1835 recibieron emisarios que les anunciaron a los voroganos la llegada de una caravana chilena a Chilihué (“Nueva Chile”) a diez leguas de Salinas Grande. Los emisarios le anunciaron a Rondeau que iban en paz y a comerciar y que solicitaban su soberana protección en las comarcas de su mando. Rondeau “mandó chasquis para convocar a sus hermanos, caciques y capitanejos al parlamento con que resolvía recibir la caravana del Mulú Mapú o ‘País de la humedad’, como llamaban a la región meridional de la Araucanía por la abundancia de la lluvias”[29].

La comitiva que provenía de las orillas del océano Pacífico y que habían atravesado los Andes y la pampa hasta llegar a Masallé debía ser toda una fiesta de hermandad.

Los recién venidos descendieron el médano a la furia de los caballos, blandiendo sus formidables lanzas y atronando los aires con feroces alaridos. Los humildes caminantes se transformaron en sangrientos enemigos.

Rondeau, Melin, Venancio, Alun, Callvuquirque y muchos capitanes y ancianos adivinos fueron degollados, y entre el clamoreo aterrador de la horda criminal, resonó en los desiertos por primera vez el nombre del caudillo vencedor. Callvucurá será aclamado, sobre el médano ensangrentado de Masallé Cacique General del inmenso imperio de la Pampa.[30]

Este episodio ha pasado a la historia con el nombre de “Masacre de Masallé” y significó el inicio de la hegemonía de Callvucurá (Callvú, azul; curá, piedra), que se impuso por todas las tribus de la región.

Las tribus de los indios argentinos, conocidos generalmente por pampas desconfiaron de Callvucurá y se acercaron a las poblaciones cristianas en busca de protección. Tales son los casos de las tribus de los caciques Cachul y Catriel en Azul.

Callvucurá bien pronto había firmado tratados con Rosas “que lo obligaba a defender el territorio argentino contra los indios chilenos y marchaba a cortar la retirada de los invasores”[31].

A partir de 1852, una vez derrotado Rosas las tribus de Callvucurá y otras asolaron las poblaciones cristianas de la provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa fe y Cuyo. Sus tropas dominaban amplias regiones y asolaban a las ciudades, como la de Azul, la que en 1855 fue tomada por ellas, causando la muerte de 300 vecinos. El propio Coronel Bartolomé Mitre marchó a Azul para recuperar la ciudad pero debió retirarse ante el acoso de los indígenas.

Tal era la situación que provocaban los malones que en 1877 el Ministro de Guerra y Marina Adolfo Alsina propuso la construcción de una zanja perimetral y de fortines para evitar los malones y el robo del ganado. A la muerte de Alsina fue llamado a ocupar su puesto de Ministro de Guerra y Marina el General Julio Argentino Roca quien hasta el momento tenía el cargo de comandante en jefe de las fronteras del sur interior.

Roca entonces llevó a cabo su teoría expuesta en 1875 a Alsina de avanzar sobre el desierto para lo cual había solicitado un año para prepararlo y otro para lograrlo. Sin duda, la dupla Roca-Zeballos fue la que permitió que las tropas del Estado Nacional llegaran al río Negro el 25 de mayo 1879.

¿”Mapuches” o “araucanos”?

Cómo podemos apreciar, Zeballos jamás menciona a una tribu denominada “mapuche”.

Menciona a los “puelches” o “gentes del este” (al este de los Andes), los “ranculches” o gente de las totoras”, a los “picunches” o “gentes del norte” (tierras andinas y de Cuyo) los “huilliches”o “gentes del sur”, los “pehuenches” o “habitantes de los pinares” (pehuén, pinar), los “moluches” o “habitantes del oeste” pero no menciona en su obra a los “mapuches”.

Por su parte, el arqueólogo, antropólogo y médico Alberto Rex González se refiere a los “araucanos” y afirma que el área Pampa-Patagonia, en el momento de la conquista, estuvo habitada en su mayor parte por pueblos cazadores nómadas. Su delimitación “comprende el territorio desde el pie de la cordillera de los Andes hasta el litoral del río de la Plata y del océano Atlántico y desde el estrecho de Magallanes hasta el sur de San Luis y Córdoba”. Agrega que “en épocas coloniales esta área recibió el aporte de los grupos araucanos venidos desde el occidente de la cordillera de los Andes; eran nómadas ecuestres que cambiaron casi por completo la fisionomía cultural y económica de los pueblos autóctonos”[32]. De este modo, hace mención a un proceso que es denominado por los historiadores y los antropólogos como “araucanización” o “araucanización de las pampas”, tomando el concepto introducido por el etnólogo, antropólogo y americanista —español radicado en Argentina— Salvador Canals Frau (1893-1958).

De esa línea de pensamiento también participa el paleontólogo, arqueólogo, doctor en ciencias Rodolfo Casamiquela (1932-2008), autor de numerosas publicaciones sobre los orígenes del poblamiento humano en la Patagonia y quien patrocinó el reconocimiento a la etnia tehuelche como pueblo originario de la parte norte de la región. En el mismo sentido se expresa el historiador Roberto Edelmiro Porcel quien, al hablar de los mapuches lo considera un “pueblo invasor”[33]. Tampoco el propio Callvucurá mencionó el término “mapuche”.

He procurado buscar el origen del nombre “mapuche”, que se traduce por “gente de la tierra”, es decir, se trata de un concepto vago o amplio.

Se considera que fue inventado hacia fines del siglo XIX o comienzos del XX, en oportunidad de las disputas limítrofes entre Chile y Argentina y sería una “creación” que respondería a una política expansionista de Chile. No obstante, puedo afirmar que encontré el nombre de “Mapuche” como seudónimo del coronel Manuel José Olascoaga quien, en su destierro en Chile por haber apoyado la “Revuelta de los Colorados”, contra el gobierno nacional y la guerra del Paraguay (1864-1870), escribió la novela El Sargento Claro. La guerra de Chile., obra que vaticina un conflicto armado entre Argentina y Chile. Cabe agregar que luego de la campaña de 1879, la ley 1532 de 1884 creó los territorios nacionales y que el coronel Olascoaga fue nombrado gobernador del Neuquén, instalándose en Chos Malal, primera capital neuquina[34].

Fuera de este caso, antropólogos, arqueólogos e historiadores han hablado y escrito de los araucanos como los nativos del otro lado de la cordillera y del proceso de “araucanización”, es decir, del proceso de aculturación que sufrieron las poblaciones aborígenes que ocupaban el actual territorio nacional, primero impuesto a través del comercio y de las relaciones amistosas y luego a través de la guerra.

Los verdaderos pobladores de las regiones pampeana y patagónica fueron los pampas, conocidos genéricamente como tehuelches, patagones. Al norte del río Chubut se los conocía como guénaken y al sur de ese río como aóniken, incluyendo entre estos a los selknam u onas.

Reflexiones finales

En función de lo expuesto, puede considerarse la visión estratégica de militares y civiles como Roca, Zeballos, Oroño, Olascoaga y tantos otros, quienes soñaron en pacificar el territorio y expandirse hacia el sur, conforme lo consideraban las propias autoridades de la corona española ante la amenaza británica, lo que ha sido real con la ocupación de las islas Malvinas, sin olvidar las invasiones de 1806 y 1807 a Buenos Aires. Por otro lado, Roca, como Ministro de Guerra y Marina daba cumplimiento a lo que ordenaba la ley de 1867 pero que no podía llevarse a cabo debido a la simultánea guerra del Paraguay, que recién finalizó en 1870.

Cabe tener bien presente que la campaña de Roca se llevó a cabo en momentos en que se produce la guerra del Pacífico (1879-1883), que involucró a Chile contra Bolivia y Perú. Para cuando Chile decidió avanzar de manera firme hacia el sur, la Argentina ya había llevado a cabo su campaña aprovechando esa distracción.

Debido a que las fuerzas de Chile, ya en la época de Rosas, se encontraban merodeando y llevando a cabo establecimientos en la zona del estrecho de Magallanes y en territorio de Santa Cruz, a fines de 1878 se envió una expedición de la Armada Argentina a la Patagonia con el objeto de sostener los derechos de la República Argentina en esa región, en momentos en que se preveía una guerra entre ambos países.

La expedición fue encabezada por el Comodoro Luis Py y se la considera la primera operación de una división naval argentina, y a ella se debe que el 1º de diciembre fuera instituido como Día de la Flota de Mar Argentina.

De tal manera que la campaña al desierto respondió a una necesidad de poner fin al robo de ganado de las estancias argentinas —que era llevado a Chile para su venta—, al incendio de los campos, a la matanza y secuestro de ciudadanos argentinos e inmigrantes por parte de grupos indígenas que provenían del otro lado de los Andes y que paulatinamente se fueron instalando en territorio nacional, muchas veces con apoyo de las distintas facciones en pugna en Chile, es decir, tanto milicias patriotas como realistas.

De alguna manera, la campaña al sur tuvo un doble sentido: neutralizar a los aborígenes provenientes de Chile y reaccionar ante una política expansionista chilena.

Debe tenerse en cuenta que no se registra una etnia denominada “mapuche”, hasta que en 1960, en el Primer Congreso del Área Araucana Argentina se propuso que a los araucanos se los denominara “mapuches” pero que en la actualidad engloba a un sinnúmero de pueblos que sufrieron el proceso de araucanización, como los propios tehuelches. Hoy algunas comunidades se manifiestan “Tehuelche-Mapuche”, que es tan incorrecta como cuando se habla de “sirio-libanés”. Por otro lado, los tehuelches fueron prácticamente exterminados por los araucanos mediante la guerra. Muchos de los que quedan, a raíz de ese proceso de aracucanización, desconocen que en realidad son tehuelches. De tal modo que al hablar de “mapuche” se logra darle invisibilidad a los tehuelches y a otros pueblos que habitaban el actual territorio argentino.

Finalmente, a quienes consideren la “lucha pacífica del pueblo mapuche” les recomiendo que descarguen de la web, de algún sitio mapuche, el manual “Kutralwe. Herramientas para las luchas”.

* La presente exposición fue presentada en el Seminario Permanente de Historia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, dirigido por el Dr. Tulio Ortíz, el día 18/10/2017.

** Licenciado en Historia, graduado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Referencias:

[1] Este enfrentamiento hacia nuestra historia ha llevado a que alguno escribiera un grafiti sobre una pared en la Av. Julio Argentino Roca (Diagonal Norte) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la leyenda: “es preferible un mayo francés a un julio argentino”.

[2] Norma Isabel Sánchez. “La Sociedad Científica Argentina, 140 años de historia”. Sociedad Científica Argentina, <http://cientifica.org.ar/site/index.php/es/mnuhistoria>

[3] Luciana B. Scotti. “Estanislao S. Zeballos: maestro de la escuela argentina de Derecho Internacional Privado en la Universidad de Buenos Aires”, p. 154.

[4] Para profundizar acerca de la labor de Estanislao S. Zeballos en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, ver el mencionado trabajo de la Dra. Luciana B. Scotti.

[5] Estanislao S. Zeballos. Viaje al país de los araucanos. Buenos Aires: El Elefante Blanco, 2005, p. 487-488.

[6] Idem.

[7] Ibíd., p. 491-492.

[8] Félix Luna. Soy Roca. Buenos Aires: Sudamericana, 1991, p. 136-137.

[9] Estanislao Zeballos. La conquista quince mil leguas. Buenos Aires: Establecimiento tipográfico a vapor de “La Prensa”, 1878, Versión digitalizada en 2010 por la Fundación Instituto Internacional de la Lengua Española con fondos de la University of Toronto <http://www.fiile.org.ar/uploadsarchivos/_1878__la_conquista_de_quincemil_leguas__foto_.pdf>.

[10] Ibíd., p. 5-6.

[11] Ibíd., p. 8.

[12] Ibíd., p. 8-9.

[13] Ibíd., p. 11.

[14] Ibíd., p. 11.

[15] Ibíd., p. 16.

[16] Ibíd., p. 17.

[17] Dice Zeballos: “Estamos en la cuestión fronteras como en el día de la partida: con un inmenso territorio al frente para conquistar y con otro más pequeño á retaguardia para defender, por medio de un sistema débil y desacreditado”.

[18] Estanislao Zeballos. Op. cit., p. 22.

[19] Ibíd., p. 22-23.

[20] Ibíd., p. 24.

[21] Zeballos indica que estas instrucciones fueron impartidas por el Ministro Gálvez, en Aranjuez, el 8 de junio de 1778.

[22] Estanislao Zeballos. Op. cit., p. 24.

[23] Ibíd., p.34.

[24] Ibíd., p.35.

[25] Ibíd., p.38.

[26] Ibíd., p.41.

[27] Ibíd., p.46.

[28] Estanislao S. Zeballos. Callvucurá, Painé, Relmu Buenos Aires: El Elefante Blanco, 2007, p. 29

[29] Ibíd., p. 31.

[30] Ibid., 32.

[31] Ibid., p. 39.

[32] Alberto Rex González. Argentina indígena vísperas de la conquista. Buenos Aires: Paidós, 1993, 171 p.

[33] Roberto Edelmiro Porcel. La araucanización de nuestra pampa. Los tehuelches y pehuenches. Los mapuches invasores. Buenos Aires: edición del autor, 2007, 60 p.

[34] “Olascoaga, el gobernador escritor”. En: +Neuquén, 30/05/2017, <http://masneuquen.com/olascoaga-el-gobernador-escritor/>, [consulta: 15/07/2017].

Fuerzas Armadas: Cambiemos continúa con la política Kirchnerista de destrucción de la Defensa Nacional

Marcelo Javier de los Reyes*

Fuerzas Armadas Argentinas

El 11 de enero de 2008, Edgardo Aguilera, periodista del diario Ámbito Financiero publicó una nota titulada “Caja militar financiará plan de viviendas a De Vido” en la que informaba que el contador Lorenzo Manuel Donohoe, quien reemplazaba al brigadier mayor retirado Francisco Serrat como titular del Instituto de Ayuda Financiera (IAF) —la caja de jubilación del personal militar—, quien había asumido ese cargo a principios de enero, había realizado una presentación ante el directorio del organismo previsional (tres altos oficiales retirados), en la que reiteró el anuncio formulado previamente por la entonces ministro de Defensa Nilda Garré: “la decisión de firmar un convenio con el ministerio que maneja Julio De Vido para la inclusión de los militares en el Plan Federal de Viviendas Sociales”[1].

La resolución de su designación recibió el carácter de “Muy Urgente”, afirma el periodista, “como si se tratase de información2 vital”[2]. Al parecer, el área de jurídicos del ministerio de Defensa conocían las numerosas medidas cautelares presentadas en la Justicia por uniformados para revertir la modificación de la conducción del organismo financiero”[3].

Al igual que Garré, Donohoe provenía del FREPASO y se había sumado al kirchnerismo como tantos otros miembros de ese partido que, oportunamente, habían integrado el gobierno de la Alianza durante la presidencia de Fernando De la Rúa. Durante ese gobierno fue vicepresidente del Banco de la Nación y hasta el momento de asumir al IAF formaba parte del directorio de la Empresa de Cargas Aéreas del Atlántico Sur (Edcadassa), la concesionaria estatal de los depósitos fiscales aeroportuarios. Hasta abril de 2012 se desempeñó como presidente del frente del IAF hasta que Nilda Garré —a la sazón ministro de Seguridad— lo nombró al frente de la Jefatura de Gabinete de Asesores del Ministerio de Seguridad, en reemplazo de su hermano, Raúl Garré, desplazado durante la rebelión en Gendarmería y Prefectura[4]. La nueva designación de Donohoe se hizo a través del decreto 2055/2012, cargo que desempeñó hasta que Cristina Kirchner aceptó su dimisión en junio de 2013, cuando Garré fue reemplazada por Arturo Puricelli[5].

Según el periodista de Ámbito Financiero, el nombramiento de Donohoe como presidente del IAF tenía por propósito “quitar por decreto el control de la caja jubilatoria a los militares, transferirlo a la órbita política y disponer de esos recursos para la obra pública”[6]. Por ese entonces, el IAF debía enfrentar numerosos juicios entablados por retirados, como consecuencia de la política de otorgar aumentos a los militares en actividad en forma de suplementos no remunerativos sin reconocerles esa proporción a los pasivos.

Por su parte, Lorenzo M. Donohoe cuatro años después hizo su descargo en una nota de su autoría publicada en diario oficialista Página12[7].

Un nuevo artículo de Eduardo Aguilera

El día 9 de marzo de 2017 el periodista publicó un nuevo artículo en el diario Ámbito Financiero en el que hizo mención a una reunión llevada a cabo el día 6 de marzo, a las 14.30[8], en la que el titular del Estado Mayor Conjunto (EMC), teniente general Bari del Valle Sosa expuso el modelo de instrumento militar para los próximos años en una reunión de la que participaron el Secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, el Subjefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, el Secretario de Servicios Financieros, Leandro Cuccioli, los Senadores Federico Pinedo y Ernesto Martínez, la subsecretaria de Asuntos Globales de la Jefatura de Gabinete, Paola Di Chiaro, el ministro de Defensa Julio Martínez y los secretarios de Estrategia y Asuntos Militares, Ángel Tello, de Logística, Walter Ceballos y de Ciencia, Técnica y Producción, el arquitecto Héctor Lostri —cuestionado funcionario que ocupó cargos durante la gestión de Macri en la Ciudad, acusado de ser un “operador de negocios inmobiliarios”, de haberse beneficiado de ellos como miembro del gobierno porteño, de negocios incompatibles con la función pública[9]—, además de los coroneles (R) Hugo Pierri, Subsecretario de Planeamiento Estratégico y Política Militar, y Jorge García Mantel, Director de Planeamiento. Con respecto al arquitecto Lostri también fue responsable del despido masivo de personal de Fabricaciones Militares, con el pretexto de que en esa empresa dependiente del ministerio de Defensa “habría funcionado un centro de propaganda kirchnerista”[10]. Además de las numerosas denuncias penales que pesaban sobre Lostri por incompatibilidad de la función pública, en 2013 fue denunciado por incumplimiento en los deberes de funcionario público tras consentir la demolición de un edificio histórico en la avenida San Juan 2820, según denunciaron legisladores de Proyecto Sur[11].

Según Aguilera, en su exposición, el titular del EMC informó que quiere tomar el control de las tres Fuerzas Armadas en materia de recursos económicos, concentrar en el EMC, qué y cómo se compra desde los equipos mayores hasta los insumos de funcionamiento y el mando operativo[12]. En su artículo, el periodista agregó que el presidente Mauricio Macri habría expresado en la reunión: “Suscribo a todo, hay que unificar y reducir gastos, acostúmbrense a que no hay plata”. Del mismo modo, dispuso hacer un estudio a través de una consultoría externa para examinar en detalle la estructura del gasto en las Fuerzas Armadas y plantear un modelo de sistema de defensa de largo plazo.

El general Sosa, como un ejemplo del mal gasto de dinero, se refirió a que cada una de las tres fuerzas tiene su propio comando antártico y que “hay que dejar uno solo, en el Estado Mayor Conjunto”. Llevaba a la exposición otro ejemplo que no mencionó y que se reducía a preguntar “para qué quiere la Fuerza Aérea 5 aeródromos en Buenos Aires (Morón, Moreno, Quilmes, El Palomar, Aeroparque)”[13]. Luego se refirió a los recursos humanos y a qué formato (número y escalonamiento jerárquico) deben tener las fuerzas. En función de ello, planteó una estructura “piramidal” con pocos militares en los grados superiores y más en las inferiores y soldados a diferencia de la “romboidal” que prevaleció durante el gobierno de los Kirchner, es decir, una estructura que tenía muchos jerarquizados en la cúpula.

Cabe destacar que el gasto en el ámbito de Defensa se mantiene en una proporción histórica del 85% para salarios y un 15% en funcionamiento operativo, proporción que se modificará hacia un 65% en sueldos y 35% en actividad operativa, la cual habría sido suscrita por el presidente Macri. Para ello se deberá cumplir con los retiros y expulsar a cientos de contratados que subsisten en distintas capas, incluso en los organismos de inteligencia. El artículo hace referencia al malestar existente en el Personal Civil de Inteligencia (PCI) del Ejército porque no perciben sus haberes en término, sino con 15 días de retraso. A esos efectos, cabe mencionar que el Congreso votó y aprobó “0” (cero) en la asignación para el inciso 1.1 haberes de los agentes civiles del Ejército, medida que dejó sin sueldo al personal de planta del organismo. Esta situación podría ser salvada mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) pero el general Sosa no habría avanzado en esa propuesta al presidente de la Nación.

Según el autor del artículo, la tensión se habría incrementado cuando el coronel Gustavo Bianco habría exigido el cumplimiento estricto de horarios bajo amenaza de apercibimientos, recibiendo como respuesta “primero pague a tiempo”.

Una propuesta que fue bien recibida fue la de enajenar propiedades ubicadas en zonas bien cotizadas y la aplicación de utilidades a la operatividad. A esos efectos se identificó un edificio en Puerto Madero donde en la actualidad funciona la Dirección General de Ciberdefensa, que sería trasladará a las oficinas del ministerio sitas en la avenida Cabildo, donde funciona la sede de Fabricaciones Militares. También se contempla mudar el Servicio de Hidrografía Naval a las instalaciones del Instituto Geográfico Militar y su edificio, sito en la avenida Montes de Oca se venderá. Lo mismo sucedería con otros inmuebles del Ejército en la calle Clay y otro en Báez, del barrio Las Cañitas, y con el predio del Regimiento de Infantería I “Patricios” que está alquilado a la cadena de hipermercado Jumbo.

También en marzo se difundió el documento denominado “Detalle de Reducción del Gasto en la Jurisdicción Defensa. Contribución de la Jurisdicción Defensa al Esfuerzo Fiscal. Marzo 2017”, en el que se mencionan las siguientes reducciones:

  • Interrupción del proyecto de remotorización de Pucará: $ 3.833 millones.
  • Racionalización del plan anual de comisiones al exterior: $ 400 millones.
  • Modificación de los coeficientes por cambio de destino: $ 381,8 millones.
  • Repliegue de 1.800 efectivos desplegados en el marco del operativo “Escudo Norte”: $ 160 millones.
  • TOTAL DEL RECORTE: $ 4.615 millones.

El documento menciona minuciosamente la enajenación de infraestructura e inmuebles, incluyendo una propiedad del ministerio de Defensa en Washington DC por valor de US$ 1.700.000.

Del mismo modo, entre otras reducciones se contempla:

  • suspender las obras de mantenimiento y recuperación del Dique 2, limitando el mantenimiento y carenado de los buques de la Flota de Mar;
  • el traslado de la VII Brigada Aérea, concentrando los escuadrones operativos de helicópteros y fuerzas especiales, actualmente alojados en la Base Mariano Moreno, —VII Brigada Aérea— en la Base Aérea Morón a fin de reducir unidades en el área metropolitana y racionalizar el gasto;
  • se desafectará la partida presupuestaria prevista para la fabricación del Sistema Radar RP3DLA II (Radar Primario Argentino 3D);
  • se suspenderán las tareas de reparación del Submarino “ARA Santa Cruz”, previéndose su finalización en 2023;
  • repliegue del Sistema de Radares RASIT, es decir, se retirará del “Operativo Fronteras” el sistema de radares de vigilancia terrestre para detección de blancos pequeños móviles;
  • se desprogramará el 60% (90 unidades) de los vehículos de combate M113 del Ejército Argentino
  • reducción del personal de oficiales (incremento de bajas y retiros de un 102% con respecto a 2015);
  • reducción del personal de suboficiales (incremento de bajas y retiros de un 130% con respecto a 2015);
  • reducción de personal en FADEA (Fábrica Argentina de Aviones) y en Tandanor;
  • racionalización en LADE (Líneas Aéreas del Estado);
  • discontinuar la ejecución de las etapas programadas por la gestión anterior para la instalación de la línea de ensamble de vagones en la Fábrica Militar Río Tercero;
  • no se ejecutará la actualización tecnológica de las condiciones de servicios y almacenamiento de servicios y almacenamiento de materias primas y polvorines ni se realizará la adecuación de instalaciones e infraestructura de la Fábrica Militar Azul;
  • no se ejecutará la modernización de la planta de pólvoras monobásicas de la Fábrica Militar Villa María;
  • se cancelarán los proyectos de boogies ferroviarios y de hexacópteros en el CITEDEF (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa);
  • se cancelará el Proyecto CALIV 105 en el CITEDEF (proyecto para un cañón de artillería de campaña calibre 105 mm remolcado, aero y helitransportable, diseñado bajo los requerimientos del Ejército Argentino);
  • no se convocará a proyectos de investigación y desarrollo en CITEDEF ni al Programa de Investigación y Desarrollo para la Defensa (PIDDEF):
  • no se ejecutará la obra de puesta en valor y acondicionamiento de la Sede Costanera del Servicio de Hidrografía Naval;
  • no se ejecutarán las obras de mantenimiento del Buque Hidrográfico “Comodoro Rivadavia”;
  • no se ejecutará el contrato con INVAP por la modernización de los radares transportables (TPS 43);
  • se discontinuarán los vuelos de relevamiento del Instituto Geográfico Militar.

Malestar en el personal de las Fuerzas Armadas

Con respecto al personal de las Fuerzas Armadas, pudo saberse que miembros de las mismas habían escrutado el mensaje del Presidente Macri en oportunidad de la 135ª apertura de Sesiones del Congreso Nacional. A partir de ello se determinó que, en aproximadamente 5.174 palabras, en ningún momento mencionó las palabras “Defensa”, “militar”, “Fuerzas Armadas”, “Ejército”, “Armada”, “Fuerza Aérea” y cuando se refirió al término “equipamiento” lo hizo con respecto a las fuerzas de seguridad.

Es digno de mencionar que en un principio, el personal militar tenía buenas expectativas ante esta gestión ya que se observaba que, lentamente, parecía que se avanzaba en una discreta recuperación del material y de los servicios de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el paso del tiempo y estos recortes pondrían en evidencia la tendencia que se observa desde la década del ’90. En este sentido, cabe mencionar que un altísimo porcentaje de los miembros de la familia militar y de las fuerzas de seguridad votaron a Cambiemos e función de esas expectativas que, como puede apreciarse han derivado en una nueva frustración.

Para incrementar el malestar, debe recordarse que personal militar fue destinado a brindar servicios tras los desmanes provocados en oportunidad del recital del “Indio Solari” en la localidad de Olavarría. Algunos miembros de las Fuerzas Armadas han considerado esto como una falta de respeto y una continuidad de la degradación de la actividad de los militares, habida cuenta que estas fuerzas deben acudir para colaborar en situaciones de catástrofes pero no “para limpiar la basura dejada por unos drogadictos en un recital”, tal como fue descrito en un foro de personal de la Defensa.

Por otra parte existe la cuestión salarial como uno de los principales motivos de disconformidad. No puede soslayarse que el personal de las Fuerzas Armadas percibe salarios inferiores a los de los miembros de las Fuerzas de Seguridad y que, por ejemplo, mientras los docentes han rechazado un aumento del 19% más la “cláusula gatillo”, los militares y el personal civil de las Fuerzas Armadas recibirán apenas 14,6%. A ello debe agregarse que en el ámbito de la Defensa los salarios están sumamente deprimidos y que docentes con carreras de grado y postgrado perciben sueldos muy inferiores a los perciben los docentes que se desempeñan en el ámbito del GCBA, incluso al de los docentes de oficios que trabajan en sus escuelas por la misma cantidad de horas.

A modo de conclusión

Desde el retorno a la democracia el área de la Defensa ha sido objeto de una variable de ajuste por los diferentes gobiernos, no sólo con respecto al personal sino también al material, a la investigación y al desarrollo. Un caso emblemático ha sido el desmantelamiento del “Proyecto Cóndor” —por presiones del Reino Unido, Israel y Estados Unidos—, desarrollo que hubiese dotado a la Argentina de un vector que le hubiera permitido, incluso, la colocación de satélites en el espacio.

Resulta por demás asombroso que el general Sosa se preguntase “para qué quiere la Fuerza Aérea 5 aeródromos en Buenos Aires”, habida cuenta de su formación militar. Acaso la pregunta apropiada habría sido “por qué la Fuerza Aérea no tiene aviones”. Un dato a tener en cuenta es que la existencia de varios aeródromos en la CABA y en la Provincia de Buenos Aires data de cuando la Fuerza Aérea tenía aviones. Otro dato a tener en cuenta, desde un punto de vista operacional y estratégico, es que la provincia concentra un alto porcentaje de la población del país[14], por lo que se trata de un área extensa —mayor que las superficies de Uruguay e Italia y levemente menor que la de Alemania[15]— que las Fuerzas Armadas deben proteger. Del mismo modo, si se contase con un solo aeródromo y en medio de un conflicto éste fuera atacado o dejado fuera de servicio, deben existir otros en las proximidades para permitir el aterrizaje y despegue de aeronaves militares en operaciones, tanto para ataque y defensa, para abastecimiento de pertrechos como para evacuar personal, socorrer a la ciudadanía, civil y militar, como ejemplos de un espectro más amplio de posibilidades. Mientras se analiza el cierre de aeródromos de la Fuerza Aérea se multiplican pistas clandestinas en el interior del país, algunas bien dotadas con capacidad para aterrizaje de aviones militares como la que posee el ciudadano británico Joe Lewis en la Patagonia. Esta pista fue habilitada por la Fuerza Aérea Argentina y funciona desde principios de febrero de 2008 y cuenta con guardias en el sector que están mejor equipados que la policía local y tienen acceso a comunicación satelital. Este aeródromo constituye una verdadera amenaza para los intereses argentinos y se encuentra “a pocos metros del Golfo San Matías, en cercanías de Puerto Lobos, en un lugar privilegiado por la naturaleza, conocido como Bahía Dorada”, en proximidades de Sierra Grande, Provincia de Río Negro[16]. La pista de 2.000 metros de largo está ubicada a 41º 50’ 34’’ latitud sur, 65º 04’ 56’’ longitud oeste. La construcción de ese aeródromo se llevó a cabo a pesar de los informes presentados con anterioridad por la diputada Magdalena Odarda[17]. En el mismo sentido, ante una potencial conexión aérea clandestina entre esta pista y las islas Malvinas —denunciada oportunamente por medios fueguinos— la entonces gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, pidió explicaciones a la Cancillería y al ministerio de Defensa de la Nación[18]. Ni la Fuerza Aérea ni la Armada ejercen algún tipo de monitoreo sobre las operaciones que se llevan a cabo en ese aeródromo. Por otro lado, diversos medios han aludido a la amistad que mantiene el presidente Macri con el empresario Joe Lewis y a la polémica que ha dado lugar la utilización, por parte del presidente, del helicóptero del magnate británico, quien además lo alojó en su lujosa estancia Lago Escondido[19]. A ello se añade que el gobierno nacional le otorgó a la ex vocera de Lewis, la abogada Dalila Pinacho, la conducción de Radio Nacional Neuquén[20].

La propuesta del presidente de plantear un modelo de sistema de defensa de largo plazo debe considerarse como inconducente habida cuenta que en la actualidad la Fuerza Aérea carece de aviones, la Armada de buques —mayoritariamente obsoletos y fuera de servicio por falta de mantenimiento— y el Ejército del material necesario para la defensa del territorio nacional. En estos últimos meses numerosos medios han hecho público el análisis de los aviones que se analizaban adquirir en el ámbito del ministerio de Defensa para suplantar el sistema Mirage. Luego de las diferentes versiones el Ministro Martínez informó que no se adquirirían aviones supersónicos. Por su parte, también se analizó la adquisición de buques para la Armada pero también ha quedado en aguas de cerrajas. La situación es caótica y no se podría pensar en el largo plazo luego del serio deterioro sufrido por las Fuerzas Armadas, especialmente a partir del abandono a que fueron sometidas durante la gestión de los presidentes Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

La reducción que afecta la radarización y a la ejecución de los controles llevados a cabo, por ejemplo, en “Escudo Norte”, así como el repliegue del personal, deja las puertas abiertas para el despliegue del narcotráfico y demás actividades del crimen organizado. También el ministerio de Seguridad ha retirado puestos de controles donde operaba la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval, por ejemplo en la traza de la Avenida General Paz, lo que deja un espacio de descontrol, incrementado con las políticas que el GCBA está improvisando con la denominada “Policía de la Ciudad”.

Con respecto al personal, la oportuna eliminación del Servicio Militar Obligatorio ha ocasionado una considerable reducción de miembros que podían mantener operativas a las fuerzas. Puede observarse que existen áreas militares en las que los controles de ingreso y egreso son llevados a cabo por personal civil o incluso por “agencias privadas de seguridad” como, por ejemplo, en el edificio de Fabricaciones Militares, en la avenida Cabildo.

Numerosos efectivos pidieron la baja en sus fuerzas para sumarse a la entonces Policía Metropolitana o a “agencias privadas de seguridad”, dadas las diferencias salariales que existen entre las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad. De tal manera que, por ejemplo el Ejército, ha visto una gran merma de personal de suboficiales.

Cabe agregar que la investigación y el desarrollo en el campo militar ha dotado a la humanidad de grandes inventos y a los países que los llevan a cabo le han permitido un desarrollo considerable en el ámbito de la ciencia y de la tecnología. Asimismo, el desarrollo de una industria para la Defensa proporciona empleos, favorece el desarrollo de industrias conexas, incluso pymes, y genera ingresos a través de la exportación. El cercenamiento de los proyectos de investigación y desarrollo sólo aportará a una mayor crisis a nivel nacional en lugar de reconvertir sus avances en un espacio que aporte al crecimiento de la Nación.

El desmantelamiento de los proyectos que contemplan el desarrollo de material ferroviario, lejos de potenciarlo como en el pasado cuando la Argentina exportaba esa producción, impedirá la cohesión territorial perdida a partir de los años ’90 cuando se decidió destruir la red ferroviaria nacional que supo tener en sus mejores momentos más de 40.000 kms de vías —una de las más extensas del mundo— y que permitía la interconexión nacional e internacional y un menor costo en los fletes de transporte.

En el ámbito militar se observa que con estos recortes se logrará un “ahorro” de $ 4.615 millones mientras que a las “organizaciones sociales” —eufemismo por “piqueteros”— se le otorgarán $ 30.000 millones en tres años, es decir, $ 10.000 millones anuales.

El dinero utilizado en Defensa no constituye un “gasto” sino una “inversión” y es comparable a la contratación de un seguro. Cuando una familia contrata un seguro de vida ante ciertas eventualidades, como por ejemplo un incendio de la vivienda o para el automotor, está pagando para algo que posiblemente no suceda, al menos en el corto plazo, y que desde ya no se desea que suceda. Pero en caso que así sea y aunque se trate de algo improbable, tendrá como solventar los daños. La situación es similar en el ámbito de la Defensa: se realiza para compensar un daño que es un riesgo, aunque no se lo desea y posiblemente no sucederá. Es preferible tener las armas y no usarlas a precisarlas y no tenerlas.

En el caso de los proyectos, ante la cancelación se pudo haber optado por propuestas del “ámbito empresarial” para su concreción como, por ejemplo, haber buscado socios estratégicos de peso internacional, lo que en el largo plazo hubiese favorecido el desarrollo en la investigación, la capacitación de personal e ingresos por la venta del material producido, con lo cual se cerraría un círculo que permitiría retroalimentar el proceso.

Luego de algunas décadas de afirmarse que la Argentina no tiene “hipótesis de conflictos” sería oportuno reconsiderar esta falacia. Esta desidia quedó en evidencia cuando nuestro buque escuela, la Fragata ARA Libertad fue confiscada en Ghana, cuando los aviones de la flota presidencial no podían aterrizar en ciertos países. Informaciones recientes dan cuenta que el Reino Unido está fortaleciendo su sistema de defensa en el Atlántico Sur con la colaboración de empresas de Israel. Del mismo modo, se ha tomado conocimiento que la Agencia Espacial del Reino Unido está operando con la Armada de la República de Chile “en el combate contra la pesca ilegal”. Sería apropiado reflexionar si esta “colaboración” de la Agencia Espacial del Reino Unido está operando con la Armada de la República de Chile está, en realidad, vinculada a la instalación de la Estación de Espacio Lejano de la República Popular de China en la provincia de Neuquén.

La República Argentina es el octavo país en extensión y posee un extenso litoral marítimo que se ha visto recientemente ampliado pero por falta de medios materiales y de personal es incapaz de custodiar. Desde el punto de vista geopolítico posee una de las llanuras más extensas del mundo y prácticamente única por su clima templado, a diferencia de las otras en las que predomina el clima frío. En general, las otras grandes llanuras se encuentran —en términos de la defensa— considerablemente bien custodiadas: en Rusia, Estados Unidos, Canadá, Francia y China. Una de ellas se encuentra en el medio de una puja entre Rusia y las fuerzas de la OTAN: Ucrania.

En el caso de la Argentina, esa llanura se encuentra en estado de indefensión ante la situación en que se encuentran sus Fuerzas Armadas. Asimismo, la Argentina contiene uno de los grandes recursos que constituye un elemento de conflicto actual y de potenciales conflictos: el agua.

Finalmente, se puede considerar que cuando un Estado se niega a ejercer su soberanía, es decir, el control de su territorio, es altamente proclive que se encamine hacia su desintegración.

*Licenciado en Historia graduado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG).


Referencias

[1] Edgardo Aguilera. “Caja militar financiará plan de viviendas a De Vido”. Ámbito Financiero, 11/01/2008, <http://www.ambito.com/380352-caja-militar-financiara-plan-de-viviendas-a-de-vido>, [consulta: 09/03/2017].

[2] Ídem.

[3] Ídem.

[4] “Garré ubica a un hombre de su confianza en un puesto clave, en reemplazo de su hermano”. La Nación, 31/10/2012, <https://www.lanacion.com.ar/1522229-garre-designo-al-reemplazante-de-su-hermano-raul>, [consulta: 09/03/2017].

[5] “Renunció otro allegado de Nilda Garré en el Ministerio de Seguridad”. La Nación, 11/06/2013, https://www.lanacion.com.ar/1590845-renuncio-otro-allegado-de-nilda-garre-en-el-ministerio-de-seguridad>, [consulta: 09/03/2017].

[6] Edgardo Aguilera. Op. cit.

[7] Lorenzo M. Donohoe. “Defensa, periodismo y mentiras”. Página12, 02/012/2012, <https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-184576-2012-01-02.html>, [consulta: 09/03/2017].

[8] Edgardo Aguilera. “Torniquete al gasto castrense y remate de bienes por más fondos”. Ámbito financiero, 09/03/2017, <http://www.ambito.com/875245-torniquete-al-gasto-castrense-y-remate-de-bienes-por-mas-fondos>, [consulta: 09/03/2017].

[9] “El oscuro pasado del responsable detrás de los despidos en Fabricaciones Militares”. Minuto Uno, 01/02/2016, <https://www.minutouno.com/notas/1467873-el-oscuro-pasado-del-responsable-detras-los-despidos-fabricaciones-militares>, [consulta: 09/03/2017].

[10] Ídem.

[11] Ídem.

[12] Edgardo Aguilera. “Torniquete al gasto castrense y remate de bienes por más fondos”. Ámbito financiero, 09/03/2017, <http://www.ambito.com/875245-torniquete-al-gasto-castrense-y-remate-de-bienes-por-mas-fondos>, [consulta: 09/03/2017].

[13] Ídem.

[14] La provincia de Buenos Aires tiene una población superior a los 16 millones de personas a los que deben sumarse los 3 millones de la CABA, por encontrarse bajo el mismo paraguas defensivo.

[15] La provincia de Buenos Aires tiene una superficie de 307.571 km2, Uruguay 176.215 km2, Italia 301.338 km2 y Alemania 357.376 km2.

[16] “Fuerza Aérea Argentina habilitó el aeropuerto de Lewis en la Patagonia”. El Malvinense, 25/02/2008, <http://www.elmalvinense.com/snacional/n0108/540.html>, [consulta: 28/03/2010].

[17] Ídem.

[18] “Aseguran que existe un aeropuerto secreto inglés para unir Argentina y Malvinas”. MDZ Diario de Mendoza, 23/05/2010, <https://www.mdzol.com/nota/211822-aseguran-que-existe-un-aeropuerto-secreto-ingles-para-unir-argentina-y-malvinas/>, [consulta: 29/05/2010].

[19] “Macri nombró a la ex vocera del magnate Joe Lewis como directora de Radio Nacional”. La Política Online (LPO), 28/03/2016, <http://www.lapoliticaonline.com/nota/96662/>, [consulta: 28/03/2016].

[20] Ídem.


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LA ESTACIÓN CHINA DE ESPACIO LEJANO EN NEUQUÉN, ARGENTINA

Marcelo Javier de los Reyes*

Acuerdo entre Argentina y China 

En 2010 la empresa estatal China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) estableció contacto con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina con la intención de examinar la posibilidad de emplazar una estación de apoyo para las misiones chinas de exploración espacial en nuestro país. El acuerdo inicial se concretó y el lugar elegido por los chinos fue Bajada del Agrio, en la provincia de Neuquén.

A través de un documento de fecha 21 de diciembre de 2011, la Dirección de Seguridad Internacional, Asuntos Nucleares y Espaciales (DIGAN) de la Cancillería Argentina, entonces a cargo del ministro Alberto Dojas, elevó las actuaciones del proyecto de acuerdo redactado en castellano, inglés y chino, acerca de la instalación de la estación espacial china a partir del envío, en mayo de 2010, de una misión de autoridades y funcionarios a la Argentina, encabezada por Niu Hongguang, Segundo Comandante en Jefe, Programa de Ingeniería Espacial Tripulado de China y del programa de exploración lunar de China. La misión analizó ocho sitios en las provincias de Neuquén y Río Negro, aunque también tenían en consideración su establecimiento en Chile. Cinco de esos ocho sitios seleccionados por CLTC se encontraban en Neuquén.

Imagen1. Misión de autoridades y funcionarios a la Argentina, encabezada por Niu Hongguang, Segundo Comandante en Jefe, Programa de Ingeniería Espacial Tripulado de China y del programa de exploración lunar de China.

Los organismos especializados de ambos países firmaron el “Acuerdo de Cooperación en el marco del Programa Chino de Exploración de la Luna entre el China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de la República Argentina para establecer instalaciones de seguimiento terrestre, comando y adquisición de datos, incluida una antena para investigación del espacio lejano, en la Provincia del Neuquén, Argentina.

En el marco del “Programa Nacional de Exploración de la Luna y Marte” el gobierno de China firmó un convenio con su par de la República Argentina en el que se acordó la construcción de la primera estación interplanetaria, la cual está siendo emplazada en la localidad de Quintuco, ubicada al noroeste de la provincia del Neuquén, a 7 kilómetros de la Ruta Nacional 40 camino a Chos Malal ─más precisamente entre las localidades de Las Lajas y Chos Malal─ y a 285 kilómetros de Neuquén capital.

Para la CONAE se trata de la “fracción de tierra de lote E1, en un predio del Paraje Quintuco Pilmathue, nomenclatura catastral 05-RR-011-5424-0000, del Departamento Loncupué”.

El “Acuerdo de Cooperación entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República Popular China sobre la construcción, el establecimiento y la operación de una estación de espacio lejano de China en la Provincia del Neuquén, Argentina, en el marco del Programa Chino de Exploración de la Luna” considera las disposiciones del “Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes”, celebrado el 27 de enero de 1967, del que la Argentina y China son parte, entre otros acuerdos previos. Este tratado fue aprobado a través de la Ley 17.989 del 4 de diciembre de 1968[1].

Imagen 2. Lugar de emplazamiento

En las consideraciones de este acuerdo se expresa que “el Gobierno de China ha identificado que el territorio de la Provincia del Neuquén, Argentina, es el que reúne las condiciones más favorables para alojar una estación de espacio lejano, en América del Sur”.

Mediante el mencionado tratado la Argentina ha facilitado la instalación en su territorio de una estación que integrará la red de Telemetría, Seguimiento y Comando de China. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina “se beneficiará con el acceso a un mínimo del diez (10) por ciento del tiempo de uso de la antena para desarrollar proyectos propios”.

A los efectos de sentar las bases mínimas del proyecto se firmaron dos instrumentos:

  • El Acuerdo de Cooperación en el ámbito del Programa Chino de Exploración de la Luna entre la China Satellite Launch and Tracking Control General (CTLC) y la CONAE para establecer las condiciones que rigen la implantación de las instalaciones de seguimiento terrestre, comando y adquisición de datos, incluida una antena para investigación del espacio lejano en la provincia del Neuquén, firmado el 20 de julio de 2012, y sus anexos.
  • El Acuerdo de Cooperación en el marco del Programa Chino de Exploración de la Luna entre la CLTC, la CONAE y la Provincia del Neuquén para establecer las condiciones que rigen la implantación de las mencionadas instalaciones, incluida una antena para investigación del espacio lejano en Neuquén, firmado el 28 de diciembre de 2012 y sus anexos.

Un tercer documento es el acuerdo marco, celebrado el 23 de abril de 2014, entre ambos países, que fue ratificado por el Congreso Nacional a fines de febrero de 2015 y publicado en el Boletín Oficial a comienzos de marzo de 2015. El mismo estipula:

  1. que las instalaciones serán construidas y operadas por China con el fin de brindar soporte terreno a las misiones de Exploración del Espacio Lejano;
  2. que todas las operaciones de comercio exterior realizadas por el Gobierno de China destinadas a la instalación, así como las compras y contrataciones de bienes, obras, locaciones o prestaciones de servicios realizadas en Argentina gozarán de desgravaciones impositivas (estarán exentas de todo impuesto y/o derecho aduanero, impuestos internos e impuestos nacionales al consumo, I.V.A. incluido.
  3. que el gobierno de China llevará a cabo sus actividades de acuerdo con las leyes y reglamentaciones nacionales de la Argentina, de la Provincia de Neuquén y las disposiciones previstas en los acuerdos de Cooperación Interinstitucional, firmados oportunamente;
  4. por su parte, “el Gobierno de Argentina no interferirá ni interrumpirá las actividades normales que se lleven a cabo en virtud del presente acuerdo de Cooperación”;
  5. con respecto a las cuestiones migratorias, “el Gobierno argentino facilitará la tramitación de los permisos de ingreso y/o la emisión de visas en las categorías correspondientes, de acuerdo con la normativa vigente”:
  6. el acuerdo también contempla el régimen laboral;
  7. en el art. 6º que se titula “Indemnidad”, se estipula que “el Gobierno de la Argentina no se responsabiliza, nacional o internacionalmente, en razón de las actividades del Gobierno de China en su territorio vinculadas al proyecto, sea por acción u omisión de ésta, o de sus representantes. El Gobierno de China mantendrá indemne a Argentina de toda obligación que surgiere de reclamos de cualquier naturaleza, a pedido e instancia de terceros, como consecuencia de tales actos u omisiones”;
  8. la solución de las controversias se hará “a través de los canales diplomáticos correspondientes”;
  9. el acuerdo tendrá una vigencia de 50 años pero podría ser extendido mediante negociaciones entre las partes. Para ello, la parte que desee extender el acuerdo deberá notificar a la otra parte con una antelación de, al menos, 3 años previos al vencimiento del mismo. Asimismo, cada una de las partes podrá poner fin al acuerdo “con justa causa, debidamente acreditada”, para lo cual la parte peticionante deberá notificar a la otra parte con al menos 5 años de antelación.

Cabe agregar aquí que por ese entonces la CONAE funcionaba en la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, a cargo del Ingeniero Julio De Vido.

En los planes se preveía que la estación espacial estaría terminada y operativa en 2016.

Especificaciones

La estación de referencia sería la tercera de una red y la primera fuera de territorio de la República Popular de China, sobre un predio de 200 hectáreas cedido en comodato por la Provincia del Neuquén (ver imagen 3).

Imagen 3

La construcción de la base contemplaba una antena de 110 toneladas y 35 metros de diámetro para exploración del espacio profundo (telemetría y tecnología para “seguimientos terrestres, comando y adquisición de datos”), la que se halla en una etapa final de obra, ya que se prevé la inauguración de la misma en los primeros meses de 2017. La antena está destinada al seguimiento de las naves espaciales que China enviará a la Luna y a Marte. Además se preveía la construcción de cuatro edificios. La inversión se ha estimado en US$ 300 millones.

Preocupación en países occidentales

La instalación de esta estación espacial generó, oportunamente, cierta inquietud en los gobiernos de los Estados Unidos y de los países de la Unión Europea (UE), los cuales se manifestaron en forma reservada.

En febrero de 2015 los responsables del área de Defensa de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires habrían transmitido ese sentimiento a oficiales de las Fuerzas Armadas de nuestro país.

Varios diplomáticos europeos habrían hecho lo propio ante la Cancillería Argentina y ante funcionarios del gobierno anterior. Diplomáticos y miembros de la comunidad de inteligencia estaban interesados en conocer los pormenores del acuerdo para saber si el uso de la estación tendría un “uso dual”, es decir civil y militar.

Cuando, oportunamente, se les respondió a los representantes europeos que la UE tenía una estación espacial en Mendoza, marcaron la diferencia de que la europea es manejada por civiles, mientras que la china estará dependiendo del China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC), organismo que depende del Departamento General de Armamento y de la Comisión Central Militar del Ejército Popular de Liberación de China, cuyo director es el General Zhang Youxia, quien también es director del Science and Technology Committee (STC), responsable de la innovación tecnológica de armamentos, que participa en el programa de modernización de misiles de corto alcance hasta los ICBM (intercontinentales), incluso de aquellos con capacidad para transportar ojivas nucleares.

La preocupación se agravó ante la difusión de que habría dos anexos secretos que sólo obrarían en poder de la CLTC de China y de la CONAE de Argentina. Por su parte el Embajador de China en Argentina, Yang Wanming, siempre negó que la estación espacial vaya a tener un propósito militar.

El Secretario General de la CONAE, Félix Menicocci, oportunamente desmintió que la base tuviese un uso militar en el futuro y afirmó que los objetivos de la estación espacial son “totalmente civiles y no será operada por personal militar”. El funcionario también desmintió la existencia de esos dos anexos secretos[2].

Antecedentes

La instalación de la estación espacial china en territorio argentino cuenta con, al menos, dos antecedentes:

  1. Torre Omega: formó parte del sistema de navegación OMEGA —Omega Navigation System—, destinado a la navegación de muy largo alcance, operando con frecuencias de 10,2, 11,33 y 13,6 KHz. El sistema estaba integrado por ocho estaciones (designadas con las letras A hasta la H) y fue desplegado por la Marina de los Estados Unidos con fines militares. Era un sistema de radiotransmisión global diseñado para localizar la posición de cualquiera de sus barcos o aeronaves a lo largo y a lo ancho del planeta. Su desarrollo fue aprobado en 1968 con tan solo ocho transmisores que operaban con una muy baja frecuencia de cuatro tonos únicos que se repetían cada diez segundos. Cada antena distribuida estratégicamente en distintas partes del mundo, cubría un espacio aproximado de 5.000 kilómetros a la redonda y funcionaba mediante la triangulación de tres posiciones de tres antenas. La estación F fue instalada en Trelew, provincia de Chubut (coordenadas 43º03’13”S 65º11’27”O). El Comando en Jefe de la Armada Argentina, a través de la Dirección General del Material Naval, llamó a licitación pública para la construcción de la Torre Omega en 1973, apareciendo en el Boletín Oficial el 12 de abril de 1973. La torre tenía una altura de 366 metros (más alta que la torre Eiffel) y habría servido para el desplazamiento de los SSBN (submarinos de lanzamiento de misiles balísiticos intercontinentales). La aparición del GPS —Global Positioning System— reemplazó al sistema OMEGA y las torres fueron desactivadas en 1997. La F fue dinamitada el 23 de junio de 1998.
  2. Estación Espacial de la UE: en diciembre de 2012, mediante una videoconferencia, la entonces presidente Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner inauguró la instalación espacial que alberga la antena para el estudio del espacio profundo, denominada “DSA3 Malargüe”. Con este emplazamiento fue completada la red de monitoreo de la Agencia Espacial Europa (ESA) con una inversión de € 45 millones. Las otras dos antenas se encuentran en New Norcia, en Australia, y en Cebreros, en España, finalizadas en 2002 y 2005, respectivamente. El acuerdo para su construcción y explotación fue firmado el 16 de noviembre de 2009 por un período de 50 años y establece que la Argentina brindará sus instalaciones y servicios a cambio de un 10% del tiempo de antena para los proyectos científicos argentinos en el espacio. La antena se encuentra ubicada a 30 kilómetros al sur de la ciudad de Malargüe, en la provincia de Mendoza, frente al volcán Malacara, a la vera de la ruta 182. Fue elegida por reunir las mejores condiciones de ubicación por su visibilidad y potencial de propagación de radio. Sus primeras señales de prueba fueron recibidas el 14 de junio de 2012, cuando la sonda Mars Express transmitió datos desde Marte. La DSA3 fue crucial para la misión Rosetta, el aterrizaje del robot Philae en un cometa. Tiene una antena de 35 metros de diámetro.
Algunas cuestiones destacables en torno a la estación espacial

La construcción de la estación espacial fue iniciada antes de que fuera aprobada por el Congreso de la Nación.

El 9 de septiembre de 2014, cuando la obra estaba en los comienzos de su construcción, Jorge Sapag, entonces gobernador de Neuquén, y el Secretario de Gestión Pública, Rodolfo Laffitte, recibieron la visita de una delegación de funcionarios chinos encargados de monitorear los avances de las obras de la antena de comunicaciones aeroespacial y coordinar la importación de los equipos que se instalarían en la base espacial[3].

En esa oportunidad, el gobernador Sapag expresó que se trataba “‘sencillamente de un sistema de comunicación a distancia remota con fines pacíficos y científicos, con el fin de colaborar con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)’[4]. Una obra similar a la que construyó la Agencia Espacial Europea, también en convenio con la CONAE, en la zona de Malargüe, inaugurada a fines de 2012”. Sapag agregó que “vincular estas obras con fines militares es antojadizo y tendencioso, desconociendo lo que significa la tecnología de comunicaciones y a quienes tienen dudas sobre estos temas los invitamos a conocer las obras de Malargüe y las que se están construyendo en nuestra Provincia”[5].

En la versión taquigráfica de la Reunión 29 del XLIII Período Legislativo de la Legislatura de la Provincia del Neuquén, 27ª Sesión Ordinaria de fecha 6 de noviembre de 2014, puede apreciarse que en “Otros Asuntos” ─páginas 4715 y 4716─ figura “Beneficio impositivo para la empresa China Launch and Tracking Control General”.

Imagen 4. Reunión 29 del XLIII Período Legislativo de la Legislatura de la Provincia del Neuquén

La versión publicada de la sesión de referencia dice que el Legislador Raúl Juan Dobrusin (Instrumento Electoral por la Unidad Popular, UPie) se refiere a que se enteró por el diario Río Negro del 4 de noviembre de 2016, “hoja quince”, del “Beneficio impositivo para los chinos”. El Legislador dice textualmente: “Esta es una vieja historia, parece ser, un convenio que todavía no está aprobado en Nación, sigue en el Congreso Nacional discutiéndose entre CONAE y la empresa estatal que se llama China Launch and Tracking Control General, un convenio que no hemos votado acá en esta Legislatura, cesión de tierras, la gente puede entrar sin necesidad de tener los papeles a cargo”. Agrega, “Nosotros, el convenio entre Neuquén, la CONAE, y esta empresa china, no lo hemos visto”. El Legislador hace mención al artículo 238 del Código Fiscal y añade que está siendo mal utilizado ya “que sólo lo puede hacer el Ejecutivo (la eximición) en caso de emergencia económica”.

La versión de la Sesión Ordinaria dice que el proyecto de la estación espacial “quedó eximido del impuesto a los Sellos mediante un decreto del gobierno provincial”. Agrega que “la norma, que lleva el número 2336/14, fue firmada hace poco más de dos semanas por el gobernador Jorge Sapag y refrendada por los ministros de Economía y Obras Públicas, Omar Gutiérrez, y de Coordinación de Gabinete, Seguridad y Trabajo, Gabriel Gastaminza”.

En la misma versión de la Reunión 29 de la Legislatura provincial, bajo el título “Alusión a la empresa china”, la Legisladora Beatriz Isabel Kreitman (Coalición Cívica-ARI) dice que por un pedido de su bloque asistió a la Comisión el Ingeniero Laffitte ─mencionado ut supra─ pero que de ningún modo vieron el convenio. Según la Legisladora, el Ingeniero Laffitte se comprometió a llevar el convenio, no bien lo tuviera, para presentarlo ante la Comisión o la Legislatura pero eso no ocurrió. Añade a lo mencionado por su colega respecto de los beneficios obtenidos por la empresa, que el terreno cedido “tenía un poblador de allí, que generó mucho conflicto, en el cual también hicimos un pedido de informe, hablamos con los pobladores, finalmente, intervino la Dirección de Tierras y no sé cómo habrá terminado el acuerdo, pero esa tierra se le quitó a un poblador”.

Imagen 5.

En este punto cabe destacar que existe una nota de fecha 16 de mayo de 2011, firmada por el Ingeniero Adolfo Luis Italiano ─quien fuera hasta 2003 interventor de la CNC─, Director Provincial de Planificación y Desarrollo de TICs, Secretaría de Estado de la Gestión Pública y Contrataciones, dirigida a un tal “Sr. Ma Zhinqiang” (imagen 6), a quien le informa que:

“Uno de los sitios preseleccionados, cercano a la ciudad de Zapala, que dio buenos resultados iniciales, tuvo una fuerte reacción por parte de los pobladores cercanos al mismo, pertenecientes a la Comunidad Gramajo de pueblos originarios,

La manifiesta oposición de los pobladores vecinos, expresada en una serie de reuniones con ellos mantenidas, ha obligado a suspender las evaluaciones del sitio y terminar con los estudios pertinentes, de manera anticipada”.

Imagen 6. Nota del Ingeniero Adolfo Luis Italiano dirigida a un tal “Sr. Ma Zhinqiang”.

En el punto tercero del tercer artículo del Acuerdo de Cooperación entre ambos gobiernos, el texto dice:

“El Gobierno de Argentina no interferirá ni interrumpirá las actividades normales que se lleven a cabo en virtud del presente Acuerdo de Cooperación. Sin perjuicio de lo anterior, en caso de que la Argentina deba tomar decisiones que puedan interferir con las actividades de China, se compromete a informar a ésta con la debida anticipación, así como a explorar soluciones alternativas, cuando sea necesario, a fin de asegurar que tales actividades no se vean sustancialmente afectadas”.

Tal redacción parecería reconocer una autoridad extraterritorial extranjera que asumiría atribuciones de autoridad y control sobre territorio soberano de la República Argentina, situación que debería considerarse inadmisible.

En el “Acuerdo de Cooperación en el Marco del Programa Chino de Exploración de la Luna” entre el CLTC y la CONAE debe destacarse el artículo 15 que en sus dos primeros incisos expresa que “las partes se consultarán mutuamente sobre cuestiones que surjan de la interpretación, aplicación o ejecución” del Acuerdo. En caso de que las autoridades de CLTC o de la CONAE no puedan dirimirlas “se constituirá un comité de arbitraje compuesto por un representante de cada una de las partes, más un tercero designado de mutuo acuerdo”. El punto tercero del mencionado artículo manifiesta que las partes “afrontarán proporcionalmente los gastos que demande dicha designación”, así como que “dicho arbitraje tendrá lugar en Beijing, China, si CONAE fuera la Parte que somete la disputa a arbitraje, y en Buenos Aires, Argentina, si CLTC fuera la que somete la disputa a arbitraje”.

Por su parte la Provincia del Neuquén asume los compromisos necesarios para el mantenimiento de la infraestructura que permita el funcionamiento de la estación china. A esos efectos autorizó la construcción de una “Torre de Calibración” a 11,5 kilómetros de la estación, en un predio de 10 metros cuadrados; se comprometió a realizar las inversiones necesarias para ampliar la planta transformadora del Ente Nacional Provincial de Energía sita en Las Lajas, dado que la estación requiere de un total de 1.500 KW. Del mismo modo, se comprometió a facilitar un cable de fibra óptica con una banda inicial de 40 Mbits/s y a mantener en buen estado, de forma permanente, la Ruta Provincial Nº 31 que vincula la Ruta Nacional 40 con la estación espacial. Todas estas erogaciones estarán a cargo del Neuquén.

Respecto del uso militar de la estación

En el mes de junio de 2015 salió a la luz una nueva preocupación respecto de que la estación espacial china pudiera tener un uso militar a partir de un documento que, el 26 de mayo de 2016, emitió la Oficina de Información del Consejo de Estado de China referido a la estrategia militar de ese país. El informe de seis capítulos expresa que “la fuerza aérea se esforzará por cambiar su enfoque de la defensa aérea del territorio tanto en defensa como en ataque” y manifiesta el objetivo de “construir una fuerza de defensa del espacio aéreo como una estructura que puede cumplir con los requisitos de operaciones aerotransportadas, la proyección estratégica y el apoyo integral” para la defensa. En ningún momento el informe hace referencia a la estación de Neuquén pero esas líneas habrían llamado la atención de legisladores (Mario Negri de la UCR, Sebastián Velesquén del Frente Renovador, entre otros) y de miembros de las Fuerzas Armadas de la Argentina[6].

El documento sostiene que “el espacio exterior se ha convertido como dominante en la competencia estratégica internacional” y agrega que “los países afectados están desarrollando sus fuerzas e instrumentos espaciales y han aparecido los primeros síntomas de militarización del espacio ultraterrestre. El texto afirma que China “se mantendrá al tanto de la dinámica del espacio exterior, frente a las amenazas de seguridad y los desafíos en ese dominio para asegurar sus activos espaciales y servir a su desarrollo económico y social del país para mantener la seguridad en el espacio ultraterrestre”.

La mención del “espacio exterior” ha encendido la alarma en quienes vinculan a la estación espacial de Neuquén con un propósito militar. Se sabe que China percibe al “espacio aéreo” como una amenaza así como que también ha llevado a cabo un gran esfuerzo en la guerra cibernética. Oportunamente, el jefe de bloque de diputados del actual partido gobernante (PRO), Federico Pinedo, presentó un proyecto de declaración que exigía al gobierno que antes de la habilitación y posesión de la planta “negocie un anexo al acuerdo de la estación espacial con China en donde conste la prohibición de uso de las instalaciones para cualquier aplicación de tipo militar, bajo pena de rescisión automática” del convenio.

Otro elemento que habría dado lugar a la sospecha de la existencia de “cláusulas secretas” en el presente acuerdo es un documento firmado por la Embajadora Susana Ruíz Cerruti, quien estaba a cargo de la Dirección General de Consejería Legal (DICOL) del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En ese documento, escrito a comienzos de 2013, la diplomática hace referencia a párrafos que no aparecen en el acuerdo del 23 de abril de 2014, puntualmente en lo que se refiere al otorgamiento a la “República Popular de China, a la oficina General de Control de Lanzamiento y Seguimiento de Satélites China (CLTC), a sus autoridades y a sus empleados en la construcción y operación de la misma, una serie de privilegios, derechos, facultades, exenciones y garantías de gran amplitud”.

Imagen 7. Consideraciones de la Embajadora Susana Ruíz Cerruti sobre el acuerdo que se evaluaba con CLTC.

En otra parte del dictamen de la Embajadora Ruiz Cerruti se citan artículos y párrafos que no coinciden con el acuerdo de referencia. Por ejemplo el artículo 1º, párrafo 1, en donde se establecerían las exenciones impositivas; el párrafo 2 del mismo artículo en el que se facilitaría “la disponibilidad de la tierra por parte de la Provincia del Neuquén, mediante un comodato de uso durante un período de 50 años, así como carreteras, líneas de comunicación, energía eléctrica y suministro de agua”. Tampoco el artículo 3º, párrafo 2, en donde se menciona que se requiere una consulta previa a CLTC en caso de que la Argentina deba tomar decisiones que pudieran interferir con sus actividades”.

Imagen 8.

Asimismo se hace referencia al artículo 5º, párrafo 1, incisos (1), (2) y (3) “por los que se establecen exenciones impositivas y se requiere la aprobación de China para expropiar o embargar equipamiento e instalaciones de la estación de espacio lejano”. El dictamen cita el artículo 5º, párrafo 2, inciso (3): “se otorgará a los empleados del CLTC exención judicial por expresiones escritas y orales en su trabajo para la estación de espacio lejano”, como así también el artículo 7º “que establece que ‘[l]a Argentina permitirá la importación libre de impuestos para artículos de subsistencia de empleados de CLTC al territorio argentino de conformidad con la legislación argentina”.

Imagen 9.

De la confrontación del texto del dictamen con el del acuerdo es que se deduce que esos artículos pudieron haber sido eliminados o bien que el dictamen está haciendo referencia a otro acuerdo, que no es al que se ha podido acceder.

Otro punto a observar es cuando la Embajadora Ruiz Cerruti hace mención al artículo 2 en el que se indica que “Cada parte designa a sus respectivas Autoridades Ejecutivas, estableciéndose que ellas firmarán un convenio de implementación por separado para la construcción, operación y gestión de la estación del espacio lejano”, texto que parecería formar parte de acuerdos que no se han hecho públicos.

Imagen 10.

Es necesario destacar que en septiembre de 2014 el ex vicecanciller, embajador Roberto García Moritán manifestó que la construcción de una estación de monitoreo en la Argentina tiene “cierta complejidad geoestratégica”. Agregó que:

“Por las características técnicas de la antena de recepción y los instrumentos operativos, (el observatorio espacial) tendría otros eventuales alcances que le permitiría un uso dual, civil y militar”[7].

Luego remarcó:

“La estación, con antenas que permitirían una cobertura y visibilidad casi completa de la Tierra, sería a la vez un centro potencial de escaneo de comunicaciones, rastreo y detección de satélites, control de lanzamientos a escala global incluso, en caso de necesidad, de misiles, drones y otras actividades militares semejantes», fundamentó el diplomático. «Estas circunstancias, entre otras, pondrían a la Argentina en teoría en un complejo mapa de riesgos hipotéticos”[8].

Del mismo modo consideró que “no se trata de temas menores ya que la presencia de una estación estratégica de estas características, por sus efectos, hace a la defensa nacional e incluso a orientaciones de política exterior”.

Por su parte, el Senador (UCR) Juan Carlos Marino denunció que en el convenio queda en evidencia que “la Argentina perderá soberanía con China” toda vez que “el personal estará bajo las leyes de ese país y el lugar que ocupe la estación en Neuquén quedará bajo control del gobierno chino”[9]. También expresó sus inquietudes el senador de UNEN Fernando «Pino» Solanas, quien señaló que «hay muchas preguntas y pocas respuestas sobre algo tan sensible como entregar cientos de hectáreas de una provincia limítrofe con otro Estado, a un tercer Estado por medio siglo para actividades en las que la Argentina se beneficiará de forma ínfima»[10].

El 7 de septiembre de 2014 el Diputado Nacional Alberto Asseff presentó un pedido de informes al Ejecutivo haciendo alusión a “la letra chica” del Acuerdo o a los anexos reservados, para lo cual también se basó en los dichos de los Senadores Marino, Solanas y en las expresiones del Embajador García Moritán.

En febrero de 2015, en un texto publicado por el Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), titulado “Los Acuerdos con China. Las urgencias como camino para perder soberanía”, Gustavo Lahoud y Claudio Lozano formulan serias críticas a los acuerdos que posibilitaron la construcción de la estación espacial china[11].

Cuestiones laborales y demoras en las obras

Durante las obras se han presentado numerosos conflictos laborales lo que produjo una demora en las mismas debido a que los chinos no contemplan que las jornadas laborales sean de 8 horas, tampoco el descanso de fin de semana.

En febrero de 2015, trabajadores neuquinos frenaron la obra en reclamo de mejores condiciones laborales y solicitaron que se contrate personal local. Asimismo denunciaron amenazas del sindicato UOCRA para que levanten la huelga[12]. Los trabajadores habían tomado el predio de Bajada del Agrio, en Quintuco, y dejaron de realizar tareas hasta que la empresa constructora a cargo de la obra, Esuco S.A —subcontratada  por la compañia estatal China Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC)—, resolviese las demandas del personal.

Hacia junio de 2015 la conflictividad laboral se había incrementado debido a que la contratista de la obra despidió a unos 100 trabajadores en dos meses[13]. En esa ocasión la Subsecretaría de Trabajo de Neuquén dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no dejó entrar a los trabajadores. Según la firma, los 43 despidos en mayo de ese año obedecieron a problemas de comportamiento y ausentismo y los otros 54 restantes, en junio, porque su labor ya no es necesaria debido al avance de la obra. Según los operarios, restaba el 60% de la obra para terminar por lo que no consideran que el personal no fuera necesario.

Para ese entonces la obra, que debería estar finalizada en 2016, se encontraba al 40% de su ejecución. Debido a los conflictos gremiales, no se concluirá durante el año en curso sino recién en 2017.

Según información que no se ha podido corroborar, en la obra se encuentran trabajando afiliados del SITRAIC (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción), sindicato opuesto a la UOCRA (también a los funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner) y cuyo Secretario General es Víctor Grosi. 

Se difundió información acerca de la construcción de una nueva base china en San Juan

Algunos medios han reproducido una información difundida por Perfil acerca de que existiría un proyecto para la construcción de una nueva base espacial china en la provincia de San Juan.

Este proyecto habría sido mantenido hasta el presente en estricta reserva y se sabe que es gestionado por un área militar del gobierno chino. Debido a que la tecnología utilizada en la base china para el control de operaciones espaciales podría permitir un “uso dual”, el gobierno argentino estaría preocupado por su aplicación. Tal tecnología podría ser utilizada para monitorear la llegada del primer astronauta chino a la Luna así como también para controlar el curso de misiles balísticos intercontinentales nucleares chinos o de un tercer país[14].

En julio de 2016 se informó que mientras la provincia de San Juan sigue esperando la no objeción de Susana Malcorra, había circulado la versión de que si se sigue dilatando la autorización nacional para instalar el radiotelescopio chino en Calingasta, podría cambiarse su emplazamiento y ser instalado en las cercanías del Observatorio Cerro Tololo, en Chile, zona que reúne las mismas condiciones geográficas que El Leoncito.

En el ámbito de la Universidad Nacional de San Juan habría preocupación al respecto ya que este proyecto se remonta al 2004, año en el que el entonces rector, Benjamín Kuchen, firmó el convenio con la Academia Nacional de Ciencias de China y, seguidamente, el gobierno de la provincia sumó su adhesión.

El radiotelescopio del denominado del proyecto CART (Chinese-Argentine Radio-Telescope) es similar a una antena parabólica, tiene un diámetro cercano a los 40 metros y una vez instalado entre el Casleo y el Observatorio Félix Aguilar sería visible desde varios kilómetros a la redonda. Según se informó, el presupuesto está íntegramente a cargo de China, incluso el desembolso inicial de US$ 1,5 millón para la base de hormigón con sus respectivas adecuaciones de infraestructura que frenó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Nación.

La comunidad académica está a la espera de que el Ministerio de Relaciones Exteriores expida una “no objeción” al proyecto del radiotelescopio. Ese documento permitirá destrabar el proceso.

Cabe agregar que la Canciller Susana Malcorra viajó a China en mayo de 2016 con el objetivo de preparar el viaje del Presidente Mauricio Macri a ese país, para ultimar los detalles de su participación en la cumbre del G20 que se llevó a cabo en septiembre.

Por su parte, ha trascendido que el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Nación, Lino Barañao, se ha desentendido del tema del radiotelescopio, situación que es percibida en San Juan como una “reorientación” política del ex Ministro de Cristina Fernández de Kirchner, como miembro del gabinete del presidente Mauricio Macri.

Ante estas indefiniciones, los chinos estarían en tratativas con el Observatorio Cerro Tololo de Chile.

Imagen 11. Ubicación del Observatorio Astronómico El Leoncito, en la provincia de San Juan, Argentina, y del Observatorio Interamericano Cerro Tololo, en Chile.

Imagen 12. Valle del Elqui. El Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, Chile.
Los tratados con China

Ante la situación generada por esta información, la canciller Susana Malcorra habría solicitado la asistencia a otros organismos del gobierno. El gobierno de Macri desea rever los tratados bilaterales firmados por el gobierno precedente y durante la primera reunión que el propio presidente mantuvo con su par chino, Xi Jinping, se comprometieron a trabajar para confirmar esos acuerdos.

La Argentina y China han celebrado otros tratados de cooperación además de los referidos a las mencionadas bases:

  • Centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Estarán localizadas en el cauce del río Santa Cruz y hasta 2010 se las denominaba “Cóndor Cliff” y “La Barrancosa”. Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner fueron rebautizadas con los nombres de los que fueran los gobernadores de Santa Cruz. El 18 de julio de 2014 se firmó el contrato de financiamiento de las mismas por US$ 4.714 millones de dólares, que estaría a cargo de los bancos chinos Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited y Bank of China Limited. Desde el punto de vista ecológico, estas centrales son el objetivo de serias críticas. En el Congreso de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), la mayor y más antigua organización ambiental del mundo, en los primeros días de septiembre de 2016, en Hawaii, fue presentada una moción para que se suspendan estas obras hidroeléctricas hasta tanto se garantice que no afectará a las poblaciones de macá tobiano, un ave que se encuentra en estado crítico de extinción y que fue descubierta en 1974. Se encuentra en la lista roja de la UICN. La moción pide que se realicen estudios de impacto ambiental ya que esta ave pasa todos los inviernos en la desembocadura del río Santa Cruz, donde se zambulle para buscar su alimento, que se verá alterado con las obras.
  • Energía nuclear. En noviembre de 2015 se firmaron los acuerdos destinados a la construcción de la cuarta y quinta central nuclear, una inversión total de US$ 14.000 millones de los que China aportará el 85% del financiamiento. Los contratos fueron firmados en el marco de la Cumbre del G20 que se desarrolló en Antalya, Turquía. En su visita a China, en SET16, el Ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, mantuvo una reunión con representantes de la empresa China National Nuclear Corporation CNNC), con la que fueron suscritos acuerdos para la construcción de las dos centrales nucleares.
  • Proyectos en energía eólica y solar. A desarrollarse en Jujuy, La Rioja, San Juan.
  • Proyecto de acueducto. En Entre Ríos.
  • El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner también firmó acuerdos en materia de Defensa. El entonces Ministro de Defensa Agustín Rossi consideró a China “socio estratégico” y destacó un acuerdo con Norinco, empresa que fabrica los blindados, para la compra y transferencia de tecnología con el proyecto de instalar una planta en la Argentina. Cabe recordar que el 18 de julio de 2014 ambos gobiernos elevaron la relación a la categoría de Asociación Estratégica Integral.
Algunas consideraciones finales

Al momento de considerar el tema de la estación espacial en la Provincia del Neuquén, debe tenerse en cuenta que China ha desarrollado varias bases ─algunas de uso dual─ localizadas principalmente sobre el mar de China y el océano Índico, para garantizar su abastecimiento de materias primas así como su política expansionista. Esas bases ─que se han denominado “collar de perlas”─ serían las siguientes:

  • Hong Kong, que posee el tercer centro financiero del mundo, un puerto y una terminal petrolera;
  • Sanya, en la isla Hainan de China, con una base aérea y una base de submarinos nucleares, en cavernas bajo las rocas, protegidos de la detección de los satélites espías;
  • isla Woody (islas Paracel, reclamadas por China, Vietnam y Taiwán), en donde hay un puerto y una base aérea y se desarrollan proyectos turísticos;
  • islas Spratly (reclamadas por Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam, en las que se realizan prospecciones gasíferas y petroleras, además de exploraciones submarinas;
  • Sihanoukville (Campong Som) y Ream (Camboya), donde se realiza la ampliación de puertos, acceso naval;
  • el istmo de Kra (Tailandia), proyecto de corredor estratégico (autopista, ferrocarril, oleoducto, canal marítimo);
  • islas Coco, en el mar de Andamán, área perteneciente a Myanmar desde finales del siglo XIX pero que han sido revalorizadas geopolíticamente a partir de los noventa con la supuesta presencia militar china en dichas islas;
  • Kyaoukyu, también perteneciente a Myanmar, con un puerto, una terminal petrolera y un proyecto de corredor estratégico para China, que incluye un oleoducto, ferrocarril y carretera;
  • Chittagong, territorio de Bangladesh, donde China patrocinó el desarrollo del mayor puerto de ese país a cambio de emplazar una amplia estructura para el transporte de contenedores;
  • Hambantota, en Sri Lanka, donde Beijing invirtió millones de dólares en la construcción de un puerto próximo a la costa de la India a cambio de ayuda para liberar a Sri Lanka del terrorismo tamil;
  • Marao, en las islas Maldivas, en donde se realizan exploraciones marinas y se proyecta la construcción de una base militar;
  • Gwadar, Pakistán, donde China construyó un puerto a sólo 180 millas náuticas del estrecho de Ormuz y que originó una protesta por parte de la India;
  • un puerto en Sudán del Norte, con una terminal petrolera, un corredor estratégico que incluye un oleoducto y una base de inteligencia;
  • Sittwe, en Myanmar, donde China construye un oleoducto que transportará petróleo de Sittwe a Kunming, capital de la provincia china de Yunnan, y que constituye otro punto del conflicto potencial entre China e India.
Imagen 13. El denominado «collar de perlas chino».

En febrero de 2016 el Ministerio de Defensa de China confirmó oficialmente que dio comienzo a la construcción de lo que ha calificado como “instalaciones de apoyo” en Djibouti. Las autoridades chinas alegan razones logísticas ya que facilitaría el mantenimiento de sus buques destinados a combatir la piratería en el golfo de Adén, así como en Índico, en el mar Arábigo y en el mar Rojo.

Esta infraestructura está desarrollada y planificada estratégicamente en función de las necesidades de China pero también ante un conflicto que pudiera desencadenarse en el mediano y largo plazo. En función del mismo es que China está construyendo una isla artificial cerca de Filipinas, donde los Estados Unidos tienen la base Subic, en la bahía homónima en la isla Luzón. En la actualidad, el gobierno de Washington se apresta para retomar su presencia en bases de Filipinas.

En este contexto ─en el que además deben destacarse las tensiones por las disputas del mar de China, el refuerzo de la capacidad militar de Estados Unidos en el Pacífico y las explosiones nucleares llevadas a cabo por Corea del Norte─ la apertura de una base espacial que podría tener un uso dual debería haber sido considerada con mayor detenimiento.

El acercamiento a China y los numerosos acuerdos que se firmaron con ese país fueron pergeñados por los ministros de Planificación Federal y de Economía del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido y Axel Kicillof, quienes viajaron en varias ocasiones a ese país y recibieron a empresarios chinos en Argentina. Estos ministros fueron quienes celebraron los acuerdos para la construcción de las represas en Santa Cruz, para la construcción de las centrales nucleares y los acuerdos con la petrolera china Sinopec, entre otros. Cabe recordar asimismo que Economía consiguió un “swap” del país asiático que fue ampliado en agosto de 2015 con un refuerzo equivalente a US$ 2.000 millones para evitar que cayeran las reservas.

Toda esta suma de acuerdos con un solo e importante actor como China significaría una seria limitación para la Argentina, habida cuenta de la dependencia que se impone a la Nación en términos económicos y contractuales.

Asimismo, debe considerarse que el organismo que llevó adelante el acuerdo con China para la construcción de la estación espacial, la CONAE, precisamente era una dependencia del Ministerio de Planificación Federal, a cargo del Ingeniero De Vido.

En el caso puntual de la estación espacial de Neuquén, en lo que se refiere a los supuestos anexos secretos no se ha podido confirmar si efectivamente existen o si se llevó a cabo una modificación en el proyecto de los acuerdos.

Al momento de que el acuerdo fuera ratificado por el Congreso Nacional, la estación espacial estaba en un avanzado proceso de construcción, pues las obras comenzaron en marzo de 2013, casi dos años antes. Por su parte, la Legislatura de la Provincia del Neuquén no accedió al supuesto acuerdo, con lo cual no convalidó el tratado.

Por otro lado, la Provincia del Neuquén debió ceder 200 hectáreas a China, emprender una erogación de consideración para ofrecerle cierta infraestructura a la base espacial china sin recibir nada a cambio. La situación de la República Argentina es similar, amén de que debe resignar su soberanía en parte de su territorio.

En este sentido, un punto a considerar es que los científicos argentinos pueden acceder al uso del 10% del tiempo de la estación, como mínimo, cuando así lo dispusieran, pero el acuerdo entre la CONAE y CLTC, establece que la Argentina podrá usar la antena para investigaciones propias pero mediante la solicitud de un permiso escrito a CLTC con, al menos, tres meses de anticipación. Este punto es por demás absurdo. Asimismo establece que ese tiempo de ninguna manera es acumulable a través de los años.

Imagen 14.

Respecto a la finalización del acuerdo, el convenio habla de que si se decidiera concluir el acuerdo deberá hacerse mediante “un preaviso por escrito” de “al menos 5 años previos a la fecha en que se pretende terminar el acuerdo”, es decir un 10% del tiempo total de la concesión. Para la Argentina eso significa un serio riesgo para su seguridad nacional, habida cuenta que se trata de un territorio cedido a una potencia extranjera y sobre el cual no podrá ejercer su soberanía.

Más allá que la canciller Susana Malcorra haya logrado un compromiso de parte de las autoridades chinas de que no se llevará a cabo actividad militar en la estación espacial, ninguna autoridad argentina tendrá acceso a lo que se haga dentro de la misma y debiera considerar como “inquietante” que para que los científicos argentinos accedan a la estación deba realizarse un pedido por escrito con, al menos, tres de meses de antelación.

En tal sentido, se percibe que la afirmación de que China respetará la legislación y la normativa argentina así como la neuquina, resultaría a simple vista relativo ya que la República Argentina ha cedido 200 hectáreas bajo la cláusula de extraterritorialidad, al igual que si se tratase de una embajada.

Probablemente, si se decidiese cancelar el acuerdo, el momento más oportuno sería antes de la finalización de las obras, lo que supondría asumir el costo de la decisión.

El proyecto de referencia no sólo afecta los planes espaciales de ambos países sino que también complica los planes económicos del actual gobierno argentino debido a que dentro del paquete de acuerdos heredado existirían varios proyectos de inversión de utilidad para reactivar la economía.

China es el “principal inversor” de la Argentina. Los proyectos de inversión de ese país en Argentina alcanzan los US$ 25.000 millones. En este sentido, debe mencionarse que en oportunidad de la participación del presidente Macri en la Cumbre del G20 mantuvo reuniones con empresarios de ese país ─Jack Ma (dueño de Alibaba, sitio de comercio minorista global), el presidente de Sany (maneja el 64% del mercado mundial de volcadoras de cemento), el titular de Power China, la mayor compañía productora de electricidad de China), con representantes de la empresa contratista de las dos hidroeléctricas proyectadas para Santa Cruz y con los de Huawei, la tercera productora de teléfonos celulares del mundo con una creciente presencia en Argentina y con su planta de América del Sur en nuestro país─, lo que pone en evidencia la intención de lograr mayores inversiones chinas en Argentina. No obstante, debe considerarse que una gran dependencia económica respecto de un único actor limita la toma de decisiones políticas y soberanas.

La relación bilateral con China constituye un capítulo delicado debido a que el actual gobierno requiere oxígeno para poder desarrollar su programa económico de la manera menos cruenta. China está en condiciones de llevar a cabo inversiones millonarias, con tasas razonables y de manera más sencilla pues para ello se operaría con empresas estatales chinas involucradas en los proyectos energéticos.

 

* Licenciado en Historia graduado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG).

 

Referencias

[1] Ley N° 17.989. “Apruebase el ‘Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes’». InfoLeg, http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/205000-209999/208688/norma.htm, [consulta: 13/03/2016].

[2] Cristina Pérez. “Lo que se sabe de la misteriosa base que China está construyendo en la Patagonia argentina”. BBC Mundo, 17/03/2016, https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160317_misteriosa_base_china_patagonia_argentina_lb , [consulta: 18/03/2016].

[3] “Sapag dijo que ‘es imposible la utilización militar’ de la estación espacial China”. Tu Noticia, 09/09/2014, https://www.tunoticia.com.ar/sapag-dijo-que-es-imposible-la-utilizacion-militar-de-la-estacion-espacial-china/, [consulta: 11/04/2016].

[4] “Sapag recibió a funcionarios chinos”. Neuquén Informa, 09/09/2014, https://www.neuqueninforma.gob.ar/sapag-recibio-a-funcionarios-chinos/, [consulta: 11/04/2016].

[5] Ídem.

[6] Martín Dinatale. “Un documento de China reavivó la polémica por la base espacial de Neuquén”. La Nación, 15/06/2015, [consulta: 18/07/2016].

[7] “Alertan por la instalación de una estación espacial china en la Argentina”. Infobae, 03/09/2014, https://www.infobae.com/2014/09/03/1592200-alertan-la-instalacion-una-estacion-espacial-china-la-argentina/, [consulta: 18/07/2016].

[8] Ídem.

[9] Ídem.

[10] Ídem.

[11] “Los Acuerdos con China. Las urgencias como camino para perder soberanía”. Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), 13/02/2015, https://ipypp.org.ar/2015/02/13/los-acuerdos-con-china-las-urgencias-como-camino-para-perder-soberania/, [consulta: 20/07/2016].

[12] “Se declararon en huelga los obreros que construyen la estación espacial china en Neuquén”. El Cronista, 19/02/2015, https://www.cronista.com/economiapolitica/Se-declararon-en-huelga-los-obreros-que-construyen-la-estacion-espacial-china-en-Neuquen-20150219-0114.html, [consulta: 12/03/2016].

[13] “Denuncian despidos donde se construye estación espacial china”. Noticias Argentinas, 22/06/2015, https://noticiasargentinas.com/economia/denuncian-despidos-donde-se-construye-estacion-espacial-china-n35304 , [consulta: 12/03/2016].

[14] Aurelio Tomás. “Preocupación del Gobierno por la construcción de otra base de China en territorio argentino”. Perfil, 04/05/2016, https://www.perfil.com/noticias/politica/preocupacion-del-gobierno-por-la-construccion-de-otra-base-china-0503-0052.phtml, 06/05/2016].

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