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UCRANIA: LA «GUERRA Y PAZ» DE PUTIN

Roberto Mansilla Blanco*

Donald Trump, Vladimir Putin, Volodimir Zelensky, Björn Höcke (líder de AfD), Martin Sellner (líder de la Neue Rechte de Austria) y el intelectual conservador Götz Kubitschek.

 

«No es realista el ingreso de Ucrania a la OTAN ni tampoco el retorno a las fronteras de 2014». Esto no lo dijo Vladimir Putin sino el nuevo Secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, en su visita a la sede de la OTAN en Bruselas. La puesta en escena no podía ser más estratégica y relevante. Con ello, la administración de Donald Trump lanzaba un contundente mensaje precisamente en el centro de operaciones del «atlantismo», rompiendo así por completo tres años de apoyo irrestricto por parte de Washington al presidente ucraniano Volodymir Zelenski.

«Hagámoslo». Fue la respuesta de un Zelenski acorralado pero que intenta salvar su imagen tras acusar el golpe tectónico asestado por los 90 minutos de conversación telefónica entre Trump y Putin que dan paso al inicio de negociaciones (sin su participación) para finalizar la guerra en Ucrania o, al menos, generar un cese al fuego. ¿Recuerdan cuando Trump llegó a decir que solucionaría la guerra en Ucrania con un par de llamadas? Pues así fue. Una conversación Trump-Putin en la que Zelenski no participó pero de la que fue informado a posteriori demuestra su irrelevancia e intrascendencia, tan similar al trato que Trump y Putin han dado a la Unión Europea y la propia OTAN.

Así, Zelenski pasó de ser en su momento (2022) el «personaje del año» y el «paladín de la libertad» contra la «barbarie rusa» a prácticamente no jugar ningún papel relevante en una guerra en la que han invadido su país. Y la UE y la OTAN han pasado a ser meras comparsas en los planes de Washington y Moscú, sin descartar que Beijing mira con atención y tradicional discreción cómo evolucionan los acontecimientos.

En vísperas del tercer aniversario del inicio de la guerra en Ucrania, el contexto geopolítico determinado por el «terremoto Trump» y la paciencia táctica de Putin daba a entender que algo estaba negociándose entre Washington y Moscú. El tono tolstoniano expresado en el titular de este análisis interpreta que el mandatario ruso, haciendo gala de la proverbial «paciencia rusa», ha sido el auténtico artífice y maestro de ceremonias de este acuerdo aún en ciernes y en fase de toma de contactos, obteniendo prácticamente todas las demandas que tenía precisamente guardadas para la mesa de negociación.

Ya desde comienzos de 2024 y durante la campaña electoral, Trump dio muestras de querer poner fin al tema Ucrania. A grosso modo, el excéntrico mandatario estadounidense no engañó a nadie: Ucrania no le interesa más allá de sus «tierras raras», una buena parte de ellas precisamente bajo el control del Kremlin tras la «operación militar especial» iniciada en febrero de 2022.

Trump quiere desembarazarse de la pesada carga económica, militar y geopolítica que supone Ucrania para concentrar sus objetivos en su principal rival: China. Y en ello le van ciertos imperativos geopolíticos; mientras negocia la paz en Ucrania y busca con ello retomar los canales de relación con Putin para eventualmente alejarlo (probablemente de manera infructuosa) de su alianza estratégica con China, el mandatario estadounidense amenaza a Canadá, Panamá, México y hasta Gaza con anexarlos o «borrarlos del mapa» si no se atienen a sus intereses. Sus prioridades son otras. Y entre ellas no está Zelenski.

El imparable ocaso de Zelenski

La indiferencia de Trump con Ucrania y los compromisos de la OTAN son patentes. Llegó a decirle a Zelenski que Ucrania «podría llegar a ser rusa algún día». A diferencia de la complacencia que tenía con la administración Biden y consciente de su debilidad y escaso margen de maniobra, Zelenski recomendó un «acuerdo ventajoso con Washington», lo que es igual a decir que abre la veda para la explotación de tierras raras, las reformas y privatización económica y ventajas en la reconstrucción post-bélica a cambio de seguridad.

Incapaz de revertir militarmente la situación en el frente y desconociendo la realpolitik, Zelenski, quien siempre juró que no se sentaría a negociar una paz sin antes asegurar el control de los territorios ucranianos previos a la invasión rusa, ahora se ve en la obligación de ceder e incluso acepta que ese ingreso en la OTAN es prácticamente inalcanzable, tal y como advirtió Hegseth en Bruselas.

Queda por ver cómo quedará la posición de Zelenski especialmente a nivel interno y cómo le «vende» este acuerdo a una sociedad ucraniana cansada de la guerra pero que aún es incierto conocer si es favorable a conceder territorios. Así, ¿es posible una reproducción de un «Maidán» en Kiev pero al revés, ya no contra un presidente prorruso como Viktor Yanúkovich sino contra un presidente que ha cedido ante el enemigo ruso? Esta interrogante coloca en el centro de atención a una extrema derecha nacionalista ucraniana que ha ganado peso político y popularidad con su resistencia al invasor ruso.

Visto en perspectiva comparativa, y al igual que a la oposición venezolana con respecto al poder de Nicolás Maduro, a Zelenski le está pasando factura el cambio de poder en la Casa Blanca y la imparable maquinaria de los intereses geopolíticos. Trump sólo atiende a aquellos que realmente tienen poder en sus manos, desde Putin hasta Maduro.

En el caso venezolano, cuya diáspora en EEUU votó mayoritariamente a Trump (más del 90%), ahora cae de bruces con la misma realpolitik que está desgastando a Zelenski. Las órdenes de deportación de Trump de inmigrantes ilegales y la cancelación del TPS afectan a 600.000 venezolanos en EEUU.

Maduro recogió el guante y le aseguró en Caracas al enviado de Trump, Richard Greeling, que está dispuesto a colaborar con Trump en ese sentido: recibir a esos inmigrantes venezolanos ilegales. Por otro lado, el cierre de USAID por parte de Trump deja a la oposición venezolana y a Zelenski sin una fuente de ingresos y de apoyo político «humanitario» que ahora la Casa Blanca amenaza con destapar en sus entrañas, especialmente en cuanto al uso de esos recursos.

En definitiva, Putin, con el fait accompli de Trump, terminó geopolíticamente ganando este pulso en Ucrania (y también en Venezuela) mientras avanza en el frente bélico (Adviika y Provosk) Ha logrado imponer su voluntad de negociar directamente con Trump sin intermediarios ni interferencias. Lo que no queda claro es si lo que viene para Ucrania es el «punto final» del conflicto o más bien un «punto y aparte».

Países miembros de la OTAN geográficamente muy próximos a Rusia, como Estonia, Finlandia, Dinamarca y Polonia, advierten sobre las intenciones futuras del Kremlin de querer avanzar sus fronteras con nuevos ataques militares, preparándose a mediano plazo para una guerra que aparentemente ven como inevitable, aunque no existen certezas claras al respecto.

Putin reordena una Rusia más «patriótica»

Si bien obviamente lo ha aceptado, el plan de Trump en Ucrania ha transferido un prudente silencio en Moscú, muy similar al que existió tras la caída del régimen de Bashar al Asad en Siria. Este perfil del Kremlin puede evidenciar la confirmación de una especie de quid pro quo con Washington: dejar caer una pieza estratégica como Siria (y con ello otorgar asilo a al Asad) a cambio de ventajas geopolíticas en Ucrania, la prioridad para un Putin que es consciente de que no lo es para Trump.

A la espera de cuándo y cómo se darán esas negociaciones en Ucrania, este prudente perfil ruso apunta a otra perspectiva: trazar definitivamente sus «líneas rojas» con Occidente y asegurar compromisos tangibles para su seguridad (abortar cualquier expansión occidental y de la OTAN hacia sus esferas de influencia) que pongan fin a décadas de desencuentros tras una «posguerra fría post-soviética» que vuelve a observar los cánones del sistema de balanza de poder imperante en Europa en el siglo XIX pero con las variables de la tripolaridad EEUU-China-Rusia de un siglo XXI cada vez más multipolar.

El mensaje de Putin es claro: no queremos volver a las promesas vacías occidentales de 1991 tras la desintegración de la URSS sobre la expansión de la OTAN hacia el Este europeo y el espacio ex (o post) soviético. Ucrania es la pieza clave pero también Georgia, cuyo «Maidán» fue recientemente neutralizado por Moscú con un gobierno afecto toda vez que Armenia comienza a salir de ese esquema pidiendo su ingreso en la OTAN y la UE y saliendo de la OTSC. Los acuerdos de Rusia con Corea del Norte e Irán refuerzan esa perspectiva del Kremlin de asegurar sus posiciones defensivas vía nuevos aliados militares y económicos.

Putin y la nueva nomenklatura imperante en el Kremlin están curtidos en estos asuntos. Asumieron a duras penas la desintegración de la URSS y la ausencia de un poder central efectivo para asegurar sus fronteras pero están convencidos de la imperiosa necesidad de no repetir ese escenario con la nueva Rusia que emerge en el tablero geopolítico global. Para Putin, ese acuerdo en Ucrania implicará bases firmes para fortalecer compromisos con EEUU y la OTAN de no interferir en las esferas de influencia rusas vía «revoluciones de colores» o «Maidanes». Ahora bien, ¿aceptará la «línea dura» de la OTAN esa perspectiva rusa? ¿Implicará este acuerdo en Ucrania el divorcio de Trump con la OTAN?

Para fortalecer en casa esta perspectiva de una Rusia «patriótica» que vuelve a pisar fuerte en el escenario global, el Kremlin avanza en una decidida agenda de revisionismo histórico y nueva narrativa nacionalista con elevados visos de popularidad interna.

El Kremlin potencia el revisionismo historiográfico como herramienta efectiva de poder dentro de la sociedad rusa a la hora de configurar una nueva narrativa nacionalista, fortalecida por los avances militares y la adquisición de nuevos territorios en Ucrania, la permanente confrontación con Occidente, especialmente EEUU y la OTAN, y la capacidad rusa de resistir este pulso, lo que implica cambios en la orientación geopolítica y estratégica rusas incluso vía nuevas doctrina militar de seguridad y nuclear.

Con la posibilidad cada vez más real de una negociación en Ucrania que confirme las ganancias territoriales rusas, el Kremlin se esfuerza para preparar ideológicamente a la sociedad hacia una nueva narrativa que justifique e incluso glorifique el esfuerzo militar en Ucrania como atenuante ante la permanente hostilidad occidental. Así, evitar el ingreso ucraniano en la OTAN es interpretado (con obvia certeza) como un triunfo geopolítico ruso logrado en el campo de batalla. Las reminiscencias de la «Gran Guerra Patriótica», la victoria contra el nazismo y el fascismo en la II Guerra Mundial, completa este cuadro de revisionismo histórico «patriótico» tendiente a recuperar el orgullo y la identidad rusa.

Un caso significativo de revisionismo histórico ocurrió en diciembre pasado con motivo de la defensa de una tesis por parte del metropolitano Tikhon Shevkunov, proveniente de Simferopol, la capital de Crimea, quien se ha convertido en una especie de intelectual nacionalista ruso conveniente para los intereses del Kremlin de propiciar un relato histórico «patriótico», con especial presencia en redes sociales. Miembros de la comunidad universitaria en Rusia criticaron la disertación de Shevkunov (que explicaba el colapso del Imperio ruso y cómo el poder eclesiástico terminó salvando a la monarquía zarista) como «escasamente científica», especulando con intereses políticos detrás de la misma.

Igualmente debe observarse el impacto mediático como el canal ultraconservador Tsargrad, propiedad del oligarca Konstantin Malofeev, incluido en la lista de sancionados por Occidente; y del medio de entretenimiento como Star Media, prolífico en cuanto a la producción de series de contenido histórico vinculadas a la Gran Guerra Patriótica, y que definen ese viraje conservador y nacionalista que el Kremlin imprime dentro de la sociedad rusa.

Otra clave dentro de esta estrategia narrativa es la recuperación de la idea del Mundo Ruso (Novy Mir) tanto hacia la diáspora rusa como ante el retorno a la «Madre Patria rusa» de aquellos compatriotas étnicos y rusoparlantes en los territorios conquistados en Ucrania (Donbás, Zaporiyie, Mariúpol, además de Crimea) donde el Kremlin ha invertido importantes cantidades en reconstrucción de infraestructuras bajo un proceso acelerado de «rusificación» de esos territorios.

Esta perspectiva entronca con aquellas afirmaciones de Putin sobre la desintegración de la URSS como el «mayor desastre geopolítico del siglo XX» así como de la necesidad de defender a los «25 millones de rusos» que quedaron desamparados y sin protección por parte de Moscú en las repúblicas ex soviéticas a partir de 1991.

Este proceso está reordenando las piezas políticas en Moscú bajo nuevas elites «patrióticas» emergentes que desplazan del centro de poder y de popularidad a aquellos oligarcas rusos que desde el exterior han terminado denunciando la guerra en Ucrania. Este proceso de nueva geometría de poder en Rusia podría incluso arrojar claves sobre la permanencia del sistema de poder instaurado por Putin una vez finalice su actual mandato en 2030, arrojando incluso posibles claves sucesorias en caso de desistir de una nueva reelección.

Alternativa por Alemania (AfD): la otra clave del acuerdo Trump-Putin

Pero este anuncio de negociación Trump-Putin sobre Ucrania no acontece únicamente en vísperas del tercer aniversario del inicio de la guerra sino también previo a unas elecciones generales alemanas (23 de febrero) donde el partido de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD), considerado aliado del Kremlin, aparentemente sube en las encuestas y lo coloca con la capacidad suficiente para ganar esos comicios y liderar el otrora considerado «motor de la UE».

Independientemente si llega al poder, AfD se encamina a convertirse en el principal partido «antisistema» en Alemania y con posibilidades de ejercer influencia en Bruselas.

Tanto como el directo apoyo mostrado a AfD por parte de Elon Musk están también sus aliados europeos. Entre el 8 y 9 de febrero se celebró en Madrid un Congreso de «Patriotas por Europa» organizado por VOX que reunió a lo que ya se puede considerar como la derecha trumpista europea: además del anfitrión Santiago Abascal estuvieron el italiano Matteo Salvini (junto a Abascal señalado como aliado del mencionado oligarca ruso Malofeev), el presidente húngaro Viktor Orbán (aliado de Rusia y China), la francesa Marine Le Pen y el holandés Geert Wilders, entre otros.

El objetivo del congreso era unir estrategias para criticar a las elites europeístas, fomentar la alianza transatlántica del «trumpismo» y ascender al poder por la vía electoral en futuros comicios como el de Alemania o las presidenciales en Francia de 2027.

A AfD se le ha considerado como «el peón del eje euroasiático ruso-chino en la UE». La agrupación ha criticado la ayuda a Ucrania por parte del gobierno de Olaf Schölz mientras ha pedido resetear las relaciones de Berlín con Moscú bajo imperativos principalmente energéticos. El temor en Bruselas a un gobierno de AfD en Berlín con posible alianza con los conservadores de la CDU y los liberales podría haber persuadido a la vecina Austria a torpedear la posibilidad de un gobierno de coalición entre los conservadores y la extrema derecha del FPÖ, un aliado de AfD.

La política exterior de AfD defiende el principio de la no inherencia en asuntos de otros Estados. Mantiene la neutralidad en torno a las crisis de Ucrania y Taiwán mientras pide estrechar lazos con Rusia y China. También ha pedido que Alemania ingrese como miembro observador en la Unión Euroasiática y la Organización de Cooperación de Shanghai así como ampliar la cooperación con China vía Rutas de la Seda. También ha mostrado sus recelos a la hora de mantener los compromisos con la OTAN, la UE y EEUU.

En su manifiesto electoral, el AfD pide la soberanía monetaria, defiende el proteccionismo económico, considera a la UE como un «proyecto fracasado» mientras impulsa la idea de la Europa de Naciones. En perspectiva, aborda ideas muy similares a las que llevó a cabo Nigel Farage (otro aliado de Trump y de Musk) en Gran Bretaña con respecto al Brexit en 2016. AfD no descarta una especie de «Dexit», la salida de Alemania de la UE, mientras defiende la cooperación económica con China y energética con Rusia.

Para confirmar estas ideas vale la pena reproducir algunas declaraciones realizadas por los principales líderes de AfD así como del gobierno ruso que confirman esa sintonía entre la ultraderecha alemana y el Kremlin.

El candidato de AfD para la jefatura de gobierno alemana, Björn Höcke, declaró que «si fuera Canciller… mi primer viaje al extranjero me llevaría a Moscú». El ministro ruso de Exteriores Serguei Lavrov replicó llamando a AfD como «una fuerza importante». En una conferencia estatal en Arnstadt ante 300 personas, Höcke declaró que «Rusia se ve a sí misma como una contrapropuesta a la hegemonía universalista de la potencia mundial no europea, EEUU. La paz en Europa depende de las buenas relaciones entre Alemania y Europa con Rusia».

Según el profesor Matthias Quent, experto en extrema derecha por la Universidad de Magdeburgo-Stendal: «La AfD y el gobierno ruso tienen una asociación estratégica informal de confirmación y legitimación mutuas. La AfD y el régimen ruso comparten la lucha contra el Occidente liberal y sus valores. Ésta es exactamente la lucha que pide el asesor ultranacionalista del Kremlin ruso, Alexander Dugin».

Según el politólogo Georg Restle: «Ganar con Putin, por un nuevo orden mundial dominado por Rusia. No, eso no tiene nada que ver con una campaña contra AfD, de eso se trata exactamente el partido».

AfD se nutre mediáticamente de las aportaciones de Götz Kubitschek, ideólogo de las extremas derechas europeas partidario de las deportaciones masivas de inmigrantes ilegales, principalmente de refugiados sirios. En 2015, la canciller alemana Ángela Merkel acogió casi un millón de refugiados sirios. Desde entonces, AfD ha ido creciendo exponencialmente a nivel electoral.

Otros inspiradores mediáticos de AfD son el influencer austríaco Martin Sellner (estuvo presente en Madrid en el Congreso organizado por VOX) y la también ‘influencer’ alemana Naomi Seibt, identificada en plataformas de nacionalismo xenófobo como una joven promesa. Ambos mantienen activa la red fascista global en su país.

Algunas fuentes han revelado reuniones secretas entre el AfD, la CDU y el propio Sellner para trazar estrategias de deportación masiva de inmigrantes. Incluso se utilizó, casi sarcásticamente, la referencia histórica de la Conferencia de Wansee de 1942 que tipificó la «Solución final» contra los judíos y otras minorías.

De acuerdo con fuentes informativas existen en Alemania unos 35.000 activistas de extrema derecha, 15.000 de ellos considerados como violentos fichados por los organismos de inteligencia. Desde 2015 se han verificado 1.104 de ataques violentos por parte de estos grupos.

Höcke proviene de las filas de Der Flügel (El Ala) una organización de extrema derecha muy vinculada a White Power en EEUU. Ha venido defendiendo el denominado «Proyecto Remigración. El Gran Reemplazo» que incluye reformas a los derechos de asilo, recuperación de las fronteras europeas, policías fronterizas, vallas y campos de migrantes fuera de Europa, muy similares a las ideas de la primer ministro italiana Giorgia Meloni y del húngaro Orban.

Según algunas fuentes este discurso convence a 1 de cada 5 alemanes. Es de prever que los decretos de Trump sobre deportaciones masivas de inmigrantes ilegales en EEUU sirvan de referencia para AfD y sus partidos aliados o simpatizantes tanto en Alemania como en Europa para instaurar medidas punitivas similares. Pero de cara a las elecciones del 23 de febrero, el pulso político y electoral en Alemania está mediatizado por las consecuencias colaterales de lo que se negocie por Ucrania y los pulsos geopolíticos entre Rusia y Occidente.

 

* Analista de geopolítica y relaciones internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), Magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) Colaborador en think tanks y medios digitales en España, EE UU y América Latina. Analista Senior de la SAEEG.

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LAS ELECCIONES DE BRANDEBURGO Y AUSTRIA CONFIRMAN EL FUERTE ASCENSO DEL NACIONALISMO EN LOS DOS PAÍSES DE LENGUA ALEMANA

Enric Ravello Barber*

«Hay que rechazar cualquier regurgitación neonazi», fue la precipitada y poco democrática reacción de Antonio Tajani, (de la conservadora Forza Italia) actual ministro de Exteriores italiano a la victoria del partido social-patriota FPÖ (Freiheitliche Partei Österreichs – Partido de la Libertad de Austria) en las elecciones legislativas austriacas. Tajani que también es vice-presidente del consejo de ministros hizo un llamamiento a «aislar al FPÖ»[1]. Matteo Salvini, presidente de la LEGA, partido socio en la Cámara de Bruselas de la vencedora fuerza política austriaca, respondió con la serenidad requerida a cualquier político respetuoso con la democracia y las decisiones populares afirmando: «Es ridículo. Ninguna alarma».

La sobreactuación de Tajani es una muestra más del desconcierto de las clases dirigentes europeas que ven con asombro, rabia e impotencia el ascenso de lo que ellos llaman «extrema derecha» y que se ha convertido en la opción política más votada por las clases trabajadoras europeas.

Brandeburgo: AfD sigue creciendo en el este de Alemania

El 22 de septiembre se cerraba el ciclo electoral en tres de los Länder del este alemán. Tras la victoria en Turingia y el segundo puesto en Sajonia, la AfD confirmaba su potencia electoral en esta zona del país logrando un segundo puesto con el 29,23% de los votos, sólo por detrás de los socialdemócratas que llegaban al 30,85%. Una impresionante movilización de última hora evitó que la AfD se alzara con el triunfo, el SPD logró el voto de los jubilados (41%), mientras que AfD se confirmaba como la primera fuerza entre los trabajadores (47%) y los jóvenes (35%).

Los otros dos Länder del este —tradicionalmente muy favorables a las opciones nacionalistas— celebrarán elecciones el 2026 en Sajonia-Anhalt y en 2025 en Mecklemburgo-Pomerania, donde la más reciente encuesta predice una clara victoria para AfD con un 25% frente 21% de la CDU y el 20% del SPD[2].

Los comicios de Brandeburgo tuvieron consecuencias en la escena política alemana más allá de la victoria nacionalista. Dos miembros de la coalición gubernamental tuvieron resultados absolutamente catastróficos lo que les ha llevado a un replanteamiento interno sobre su situación actual y futura estrategia. El Partido Liberal (FDP) hizo claramente el ridículo al quedarse en el 0,8% de los votos. Su vicepresidente, el polémico Kubicki, declaró que tomarán decisiones en otoño y puso en duda que la colación gubernamental pueda llegar hasta Navidad[3]. Los Verdes no logran superar el 5% y perdieron toda su representación en el Parlamento regional; pocos días después una encuesta les daba el 9,5% para las elecciones nacionales —el nivel más bajo desde 2017[4]— un cúmulo de circunstancias que provocó la dimisión de la dirección del Partido Verde, que —de momento— permanece en una muy debilitada coalición gubernamental[5].

Alemania encara ahora las decisivas elecciones legislativas de otoño de 2025 y la situación hasta entonces parece endiablada para la coalición gubernamental que se enfrenta a una situación de muy difícil gobernabilidad, en la que convergen factores externos: la complicada situación económica de Alemania y el creciente problema de la inseguridad ligada a la inmigración y la debilidad y la desconfianza de los socios de la misma[6]. Scholz encara la recta final de su más que mediocre mandato en una Alemania que cambia claramente de signo político[7]. Tampoco se presenta fácil para el principal partido de la oposición, la cristiano-demócrata CDU: las encuestas le dan un claro triunfo pero una incómoda posición para pactos gubernamentales, AfD se sitúa en el 20% nacional y segunda fuerza política, dada la debilidad de Verdes y Liberales, la única opción que le quedaría a la CDU parece ser una gran colación con un desgastado SPD, o un gobierno en minoría apoyado por los socialdemócratas; malas opciones para una Alemania que pide un cambio profundo en la dirección política.

Es más que probable que el ambiente político de aquí a otoño se crispe y radicalice. 37 diputados del Bundestag —el número mínimo necesario— de diversos partidos han dado su firma para iniciar un proceso de ilegalización de la AfD[8], en caso de no conseguirlo piden que se retire cualquier financiación pública a la que el partido nacionalista tiene derecho por su número de electos y de votos. Sara Wagenknecht, la dirigente del partido neo-comunista crítico con la inmigración (BSW) ha calificado este intento de ilegalización de estúpido especialmente en un año de campaña electoral[9].

Las primeras tensiones consecuencia de la fuerte presencia de AfD en ambas cámaras regionales las hemos visto estos días: mientras que en Turingia todos los partidos se han puesto de acuerdo para que AfD no lograra la vice-presidencia del Parlamento que le correspondía por número de votos; el parlamento de Sajonia sí tendrá vice-presidente nacionalista: André Wendt fue elegido con los votos de todos los diputados de su partido más el de algunos miembros de la CDU y de la BSW[10].

Primera victoria social-patriota en Austria desde 1945

«Austrian far-right party wins first national election since World War II»[11] fue el poco elaborado titular de gran parte de la prensa mundial, especialmente anglo-sajona, para anunciar el triunfo del FPÖ en las elecciones legislativas austriacas. Por su parte, Le Grand Continent, el think-tank ligado al Presidente francés Emmanuel Macron, tampoco hace gala de originalidad y titula de forma parecida «En Austria se impone la extrema derecha por primera vez desde la posguerra»[12]. En realidad, parece que se trata de un copia y pega del titular que se usó para comentar el triunfo de la AfD en las regionales de Turingia; parece que la «plantilla» —que ya no asusta a nadie— la tendrán que usar varias veces más en un próximo futuro.

Efectivamente el 29 de septiembre, el partido social-patriota —como ellos mismos se han definido— FPÖ se hacía con el triunfo electoral en el país germanófono alpino al sumar el 29, 1% de los votos (+13%) por delante de los liberal- conservadores del ÖVP (Die Volkspartei – el Partido Popular) 26,3% (-11,1%) y a mayor distancia del socialdemócrata SPÖ 20,6% (-0.6%). La traducción en diputados de esos resultados significa: 57 actas (+26) para los nacionalistas, 51 para los liberal-conservadores (-20), y 41 (+1) para los socialistas; es decir Austria se enfrenta a dos posibles coaliciones para formar un gobierno estable:

ÖVP + FPÖ 109 diputados

ÖVP + SPÖ 93 diputados.

Matemáticamente habría una tercera opción:

FPÖ + SPÖ que sumaría 97 diputados, pero el SPÖ ha negado cualquier posibilidad en este sentido.

La constitución austriaca indica que es el presidente quien tiene que llamar a los líderes de los partidos para iniciar el proceso de formación del nuevo gobierno. El actual presidente austriaco Alenxader von der Belten (ex del Partido Verde) elegido sucesivamente presidente en 2016 y 2022, en ambos casos contra un candidato nacionalista, es un conocido enemigo del FPÖ y ya ha anunciado que no llamará al partido patriótico en primer lugar, sino que abrirá conversaciones con los liberal-conservadores del ÖVP, con la esperanza de que éstos puedan formar gobierno al margen del FPÖ. En cualquier caso, FPÖ y ÖVP ya han anunciado los vetos mutuos con lo que enfrentaría cualquier negociación en aras de formar gobierno.

– El FPÖ como partido más votado no va a renunciar al puesto de Canciller en beneficio del ÖVP, que es el gran derrotado político de los comicios.

– El ÖVP, en boca de su presidente, Karl Nehammer, actual Canciller del país, personaliza su veto en el presidente del FPÖ Herbert Kickl; el ÖVP podría estar dispuesto a converger con los nacionalistas siempre que Kickl quedara fuera del gobierno. Hay que señalar que conservadores y nacionalistas forman coalición en tres de los nueve Länder austriacos.

De confirmarse no sería la primera vez que ÖVP y FPÖ comparten gobierno en Austria, aunque en las dos anteriores el ÖVP tenía más votos que el FPÖ, por lo que en ambas ocasiones el puesto de Canciller estuvo en manos liberal-conservadoras.

El primer gobierno ÖVP-FPÖ se concretó tras el ascenso electoral en los comicios de 1999 de un FPÖ entonces liderado por el carismático Joerg Haider, en unas elecciones ganadas por los socialdemócratas, pero en las que la suma ÖVP ―tercera fuerza― y un imparable FPÖ daban holgada mayoría. Las negociaciones para formar gobierno tuvieron lugar en enero de 2000, las enormes presiones de la UE, Estados Unidos e Israel, obligaron al FPÖ a darle la cancillería al conservador, Wolfgang Schessel, pero eso no paró las impresionantes presiones contra Austria y Haider ―quien había hablado públicamente en términos positivos de la política económica del III Reich― y el FPÖ tuvieron que salir del gobierno ese mismo año. Joerg Haider, hijo de un militante de las SA nacionalsocialista, protagonista de una gran transformación del FPÖ en línea social y nacional, e impulsor de una tercera vía en política internacional ―se llegó a reunir con Sadam Husein en Irak y con Gadafi en Libia― murió en un accidente de tráfico poco claro en 2018.

Diecisiete años después, ÖVP y FPÖ vuelven a constituir juntos un gobierno para Austria, el puesto de Canciller sería para del ÖVP ―ahora sí, el partido más votado del país― y el de vice-canciller para el también carismático Heinz-Christian Strache (FPÖ). En esta ocasión las presiones de la UE y el eje atlantista fueron aparentemente menores y el gobierno funcionaba de forma razonablemente eficaz. Todo cambió en mayor de 2019, el día que se publicó un vídeo filmado en un apartamento de Ibiza, en el que HC Strache y Johann Gudenus ―número 2 del FPÖ― compartían una conversación personal con una joven rusa, que se auto identifica como hija de un millonario ruso durante sus vacaciones estivales de 2017; fue el llamado «Ibiza-Affäre». El asunto, que no pasaba de ser una conversación en una casa privada filmado de forma ilegal, fue oportuno y orquestadamente difundido por la prensa. HC Strache, de forma honorable e intentando evitar cualquier daño político a su partido, dimitió de inmediato, el Canciller Sebastian Kurz convocó elecciones inmediatas de la que salió un nuevo gobierno del que quedó fuera el FPÖ.

Para determinadas instancias y grupo de poder, HC Strache se había convertido en un «problema» que amenazaba con desbordar la dimensión del de Haider. Como vice-canciller austriaco estaba aproximando su país a la Hungría de Orban y a la Rusia de Putin; había un «peligro» añadido en esos momentos, estaba comenzando su andadura política AfD, el partido no tenía aún estructura y le faltaba solidez formativa y organizativa, hubo unos primeros contactos entre la entonces dirección de AfD y Strache[13], nada más peligroso para el gobierno alemán con una prolongación del FPÖ en su país. Mantengo una gran amistad personal con HC Strache, él insiste en que el «Ibiza-Affäre» estuvo organizado fundamentalmente por los servicios alemanes y la operación les llevó mucho tiempo, instalar cámaras en su apartamento de verano en Ibiza no es algo que se pueda improvisar en pocos días. La justicia austriaca inició una investigación para averiguar quién había filmado ilegalmente ese material privado, el hecho de que se detuviera en Berlín al detective privado Julian Hessentahler, abonaría la tesis del propio Strache. Austria pidió su extradición por filmar un vídeo ilegal, por chantaje y por tráfico de drogas, por lo que fue posteriormente condenado por la Corte austriaca[14]. A Strache se le abrieron 13 juicios, durante estos años ha presentado batalla en los tribunales, siendo de momento declarado inocente en 11 de ellos[15] y con toda probabilidad lo será de los dos restantes. 11 de los 13 juicios, sus gastos judiciales han superado con creces medio millón de euros.

FPÖ AfD: confluencia en los mensajes. La «Remigración» como lema principal.

Tres han sido los factores que explican el éxito de estas dos formaciones en sus respectivos países.

– La denuncia de las políticas de aislamiento y privación de libertad relacionadas con el COVID. AfD y FPÖ fueron especialmente beligerantes con todo tipo de medidas restrictivas de la libertad de movimiento y de obligación de vacunación que tomaron los gobiernos de Berlín y Viena.

– La oposición a la guerra y la negativa a seguir ayudando militar y económicamente a Ucrania. AfD ha señalado en repetidas ocasiones el riesgo militar de un enfrentamiento con Rusia[16], el negativo impacto económico que ha supuesto el corte de relaciones comerciales y sobre todo energética con Moscú, y lo absolutamente intolerable que es seguir ayudando a quienes han realizado un ataque a los intereses y la soberanía de Alemania como fue la operación de volar el Nord Stream en el Báltico[17]. El vencedor de las elecciones en Turingia, Björn Höcke (AfD) llamaba abiertamente a votar a su formación para sacar una «tarjeta roja a los belicistas» que pretenden mantener involucrada a Alemania en una guerra contraria sus intereses nacionales[18]. Destacados dirigentes del partido como Beatrix von Storch han sido directos y contundentes al denunciar que Alemania se ha convertido en una simple marioneta de los intereses estadounidenses[19].

El FPÖ ha mantenido una política muy semejante a la de AfD en la cuestión de la guerra ruso-ucraniana, pero añadiendo un argumento que tiene mucha fuerza en el país alpino: Austria no es miembro de la OTAN y el FPÖ insisten en mantenerse fuera y continuar con la política de neutralidad[20]. Recientemente los nacionalistas fueron el único partido del Parlamento austriaco que votó a favor del alto el fuego en Ucrania[21]. Es más que previsible que si el FPÖ logra entrar finalmente en el gobierno, Viena se una a otras cancillerías de la Mitteleuropa ―Hungría y Eslovaquia― en buscar una salida rápida y pacífica a la guerra en Ucrania.

– Remigración en grandes líneas significa que las políticas de «contención de inmigración» o de limitarse a una «inmigración legal y contralada» son, dadas la situación demográfica y de inseguridad, absolutamente insuficientes y que es necesario dar un firme paso más hablando de la repatriación de inmigrantes; es decir, no sólo no admitir la llegada de más sino expulsar a inmigrantes ya instalados en territorio europeo. El concepto está presente desde hace tiempo en ambientes ideológicos del nacionalismo radical europeo, pero ha sido este último año cuando lo han adoptado abiertamente partidos de fuerte impacto electoral como parte de su programa[22]. Las juventudes de AfD han popularizado varios vídeos virales con canciones cuyo lema central es la remigración, Klickl (FPÖ) ha hecho del término Remigración[23] y del lema «Austria fortaleza»[24] los elementos centrales de su campaña electoral.

El término es todavía más un eslogan que un concepto claro y definido. Hay quien habla de «remigración de los delincuentes», otros de «la repatriación de millones de inmigrantes», dando a entender que ya no se trata simplemente de expulsar delincuentes sino de revertir la situación demográfica y políticos como el diputado neerlandés Thierry Baudet (Forum voor Democratie – FvD)[25] que habla abiertamente de un programa de repatriación de inmigrantes de hasta cuarta y quinta generación, obviamente con el acuerdo de los países de origen y presentándolo como una ventaja tanto para Europa como para las zonas de procedencia. La realidad demográfica irá definiendo el significado concreto del término.

Como señalamos en el artículo anterior publicado en esta web[26], los respectivos éxitos electorales refuerzan aún más la sinergia entre los dos partidos identitarios nacionalistas germanófonos y consolidan con fuerza la bisagra austro-alemana como eje principal del nacionalismo europeo. Las felicitaciones mutuas y los mensajes de apoyo solidaridad y complicidad entre las direcciones de AfD y del FPÖ han sido una constante en las celebraciones de los triunfos electorales. También recogemos el argumento señalado en nuestro anterior artículo de que este fortalecimiento juega en contra del rol del RN de Marine Le Pen como referencia principal en este terreno político. Hay que recordar que Le Pen atacó abiertamente a AfD por usar el término «remigración» que ella consideraba inaceptable[27] y que esto fue uno de los motivos para expulsar a AfD del grupo europeo que ella lideraba. El problema se le plantea ahora cuando es precisamente un miembro de su nuevo grupo de la Eurocámara (Patriots of Europe), el FPÖ quien también usa la «remigración» como lema principal, un nuevo grupo europeo en el que ella ya no tiene el liderazgo ―que ha pasado a manos del húngaro FIDEZS― y donde, si entra en el gobierno de Austria, el FPÖ tendrá un enorme peso. Un FPÖ que ―como es lógico por cuestiones identitarias, históricas y geopolíticas― mira con mejores ojos a la AfD alemana que al RN francés. Una ascendente AfD que marca perfil propio en el contexto europeo y que hace públicas sus distancias con la línea que está marcando Giorga Meloni en Italia[28].

 

* Enric Ravello Barber (Valencia 1968). Licenciado en Geografía e Historia (UV). Doctorando en Historia. Oposición del Ministerio de Economía Español en tributación aduanera y comercio internacional. Realizados cursos de Geopolítica y Análisis internacional en LISA Institute y GEDEGYS. Especialista universitario en Historia y Filosofía de las Religiones (UNED).

Ha participado en diversas iniciativas culturales, y metapolíticas del ámbito nacionalista. Director de las revistas Tierra y Pueblo e Identidad. Artículos publicados en diversas revista y webs europeas. Ha sido secretario del think tank EurHope con sede en el Parlamento europeo.

Conferencias en múltiples ciudades europeas junto a Guillaume Faye, Pierre Vial, Jean Haudry. Organizador de un encuentro sobre América del Sur en el Parlamento europeo.

Presidente de la Asociación de Amistad Euro Sudamericana (AAESA), https://aaesa.org/.

 

Notas

[1] https://www.ansa.it/sito/notizie/mondo/europa/2024/09/30/austria-tajani-isolare-rigurgiti-neonazisti-escludere-fpo_4dcceb48-1ada-485c-b617-4ea801c8ebc2.html

[2] https://electomania.es/fr/encuesta-mecklemburgo-pomerania-occidental-insa-25s-afd-lidera-con-cdu-spd-y-bsw-siguiendole/

[3] https://legrandcontinent.eu/es/2024/09/22/record-de-participacion-en-brandeburgo-la-extrema-derecha-no-logra-superar-al-spd-pero-entre-los-jovenes-la-afd-es-el-partido-lider/

[4] https://x.com/EuropeElects/status/1838309796107186619

[5] https://www.lavanguardia.com/internacional/20240925/9967438/dimite-cupula-verdes-alemania.html

[6] https://www.diario.red/articulo/internacional/ingobernabilidad-asoma-alemania-despues-elecciones/20240902162439034705.html

[7] https://elpais.com/internacional/2024-09-23/scholz-afronta-el-fin-de-la-legislatura-debilitado-y-con-una-alemania-derechizada.html

[8] https://www.diariosur.es/internacional/europa/alemania-abre-debate-sobre-ilegalizacion-ultraderecha-20241001142254-ntrc.html

[9] http://lionelbaland.hautetfort.com/apps/m/archive/2024/09/30/sahra-wagenknecht-est-opposee-a-la-proposition-d-interdictio-6516850.html

[10] http://lionelbaland.hautetfort.com/apps/m/archive/2024/10/02/andre-wendt-de-l-afd-est-reelu-vice-president-du-parlement-d-6517175.html

[11] https://www.smh.com.au/world/europe/austria-s-first-far-right-national-election-win-since-world-war-2-20240930-p5kefv.html

[12] https://legrandcontinent.eu/es/2024/09/29/en-austria-la-extrema-derecha-se-impone-por-primera-vez-desde-la-posguerra/

[13] https://www.welt.de/politik/deutschland/article156137960/Das-Gipfeltreffen-von-AfD-und-FPOe-auf-der-Zugspitze.html

[14] https://www.blueprintforfreespeech.net/en/news/ibizagate-source-julian-hessenthaler-convicted-by-austrian-court

[15] https://www.europapress.es/internacional/noticia-absuelto-nuevamente-ex-vicecanciller-austriaco-strache-condena-15-meses-corrupcion-20230110192630.html

[16] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/05/ex-coronel-de-la-afd-en-la-conferencia.html

[17] https://euro-sinergias.blogspot.com/2023/02/explosion-del-nord-stream-las-preguntas.html

[18] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/08/beatrix-von-storch-afd-alemania-como.html

[19] https://euro-sinergias.blogspot.com/2023/05/bjorn-hocke-afd-saquen-la-tarjeta-roja.html

[20] https://euro-sinergias.blogspot.com/2023/01/el-fpo-en-el-parlamento-de-la-ue-el-ovp.html https://euro-sinergias.blogspot.com/2022/03/programa-de-cinco-puntos-del-fpo-para.html

[21] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/09/solo-el-fpo-voto-favor-de-un-alto-el.html

[22] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/03/la-remigracion-politica-y-moralmente.html

[23] https://www.letemps.ch/suisse/la-remigration-concept-defendu-par-le-fpo-bien-connu-en-suisse

[24] https://elpais.com/internacional/2024-09-29/el-lider-ultra-que-quiere-convertir-a-austria-en-una-fortaleza-frente-a-los-migrantes.html

[25] http://lionelbaland.hautetfort.com/archive/2024/10/03/le-president-du-forum-voor-democratie-thierry-baudet-sur-tv-6517315.html.

FvD tiene actualmente 3 diputados en el Parlamento neerlandés. Rechazaron formar parte del gobierno tras la victoria electoral del PVV (Partij voor de Vrijheid – Partido por la Libertad) de Geert Wilders, por considerar insuficientes sus políticas de inmigración y acusarlo de sumisión a la UE. Las encuestas anuncian una subida en los próximos comicios. Recientemente se han incorporado al grupo europeo creado por AfD y otros partidos nacionalistas. https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/09/el-partido-holandes-fvd-se-une-al-nuevo.html

[26] https://saeeg.org/index.php/2024/09/09/el-impacto-de-las-elecciones-regionales-en-turingia-y-sajonia/

[27] https://www.lemonde.fr/politique/article/2024/02/29/marine-le-pen-face-a-l-afd-une-fermete-teintee-d-hypocrisie_6219189_823448.html

[28] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/06/el-colider-de-la-afd-arremete-contra-la.html https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/01/a-meloni-no-le-gusta-la-afd-no-habra.html

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EL IMPACTO DE LAS ELECCIONES REGIONALES EN TURINGIA Y SAJONIA

Enric Ravello Barber*

Los resultados de las elecciones en los länder alemanes de Turingia y Sajonia trascienden la esfera regional y señalan un nuevo paradigma político para Alemania y para el nacionalismo europeo.

«Por primera vez desde 1945 una fuerza nacionalista gana unos comicios en Alemania», el titular ocupa las cabeceras de la prensa europea, algunos lo anuncian con alegría, otros con inquietud. Nadie es ajeno a la importancia de este hecho.

El sistema político alemán usó todos sus recursos: policía, prensa, policía del pensamiento, iglesias católicas y protestantes, aparato del Estado, bancos ―que cierran aleatoriamente cuentas de dirigentes de AfD― «anti-fascistas»… pero no pudieron impedir que la voluntad popular se expresase y que el candidato de Alternative für Deutschland Björn Höcke al que la «justicia» alemana había condenado en junio por usar el tema «Todo por Alemania» que «recordaba al nazismo»[1], fuese el vencedor en las urnas de Turingia con un 32,8% de los votos. En Sajonia ―30.6%― la formación nacionalista quedó en segundo lugar a poco más de un punto de lograr también la victoria.

Entre las causas que explican este resultado, existen causas profundas y causas actuales. La caída del muro y la integración de los antiguos territorios de la RDA en la Alemania unificada tuvieron su impacto económico y su política. Turingia, es un territorio donde el impacto de la desindustrialización y el empobrecimiento de la economía rural ha generado un descontento hacia los partidos convencionales[2]. Otra causa profunda es la distancia sociológica, política y cultural entre los länder occidentales y los orientales. Es necesario recordar un dato que los analistas de estas elecciones suelen pasar por alto; en 2005, un partido que mantenía posiciones mucho más radicales y que en su propaganda las referencias positivas al periodo nacionalsocialista eran un elemento característico, logró un 9% de votos en Sajonia y un 6% de votos en Mecklemburgo-Pomerania, ambos länder orientales. El Natonaldemokratische Partei Deutschlands (NPD) fue el que recogió el voto nacionalista alemán en el este un territorio mucho más desacomplejado que sus compatriotas occidentales. Es cierto que el NPD logró sólo un 3,7% en Turingia, pero sus resultados en las elecciones regiones del este, reflejaban la existencia de este voto, en contraste con los länder del oeste, donde la presencia del NPD era prácticamente anecdótica.

Dos décadas después con un mensaje mucho más actual, cercano y centrado en problemas actuales evitando referencias históricas a momentos anteriores, AfD ha logrado movilizar un voto nacionalista mucho mayor. El NPD cambió su nombre por en Die Heimat[3] en su último congreso de 2023 y ―si bien se presentó a los comicios europeas de 2024― no ha presentado candidaturas en estas elecciones regionales. De hecho, varias de sus secciones anunciaron hace meses el inicio de una colaboración política con AfD[4].

Sin duda, un resultado electoral de la magnitud que ha logrado AfD en Turingia y Sajonia sólo es explicable si las propuestas políticas presentadas son percibidas como soluciones positivas a los problemas concretos que afectan a los electores. Tres son los motivos claves por los que AfD ha logrado este nivel de votos

Inmigración e inseguridad. Es cierto que precisamente Turingia y Sajonia son dos de los länder donde el impacto de la inmigración es menor, pero también es cierto de que la percepción general de una situación insostenible respecto a la avalancha migratoria en toda Alemania provoca respuestas más contundentes en las urnas en los territorios donde la ideología multicultural y el famoso «complejo de culpa alemán» es menor, y en estas dos regiones se cumplen ambas condiciones.

Un efecto colateral, con grave impacto en la opinión pública, es el aumento de la criminalidad relacionada con la inmigración masiva y los así llamados «refugiados». Pocos días antes de las elecciones, asistimos al enésimo incidente protagonizado por un «refugiado» con el resultado de tres alemanes muertos, no creemos que este acontecimiento puntual haya influido especialmente en los resultados electorales de la semana pasada, pero sí refleja la gravedad del problema[5]. El actual gobierno de Berlín ―al que los alemanes culpan con razón de esta situación― aprobó demagógicamente una serie de medidas entre las que se incluían el inicio de la deportación de inmigrantes, pero de nada sirvió ante la opinión pública, como fue «poco, tarde y mal»[6].

Rechazo a la Unión Europea. AfD mantiene una postura muy crítica con la UE, y, sin llenar a articular una propuesta concreta, recurre frecuentemente en su propaganda al Deutschexit ―es decir a la salida de Alemania de la UE― este mensaje es especialmente bien recibido en los länder del este, en los que la enorme y determinante contribución del Estado alemán a la UE, se percibe como una salida de capital nacional que sería imprescindible para impulsa al Este del país y acercarlo más a los parámetros económicos del oeste.

Las sanciones a Rusia y el apoyo a Ucrania. «Sajonia. Turingia: Triunfo de los partidos opuestos a la guerra», hemos leído en algunos analistas[7]. AfD ha sabido recoger el descontento alemán ante la posición de su gobierno en el conflicto ruso-ucraniano. Descontento que se manifiesta fundamentalmente en dos puntos:

La ayuda a Ucrania, un país que ha estado directamente involucrado en el ataque a la economía y a la soberanía alemana que supuso la voladura del gaseoducto Nord Stream 2 organizada desde Kiev[8] es difícilmente asumible. «¿Cómo seguir ayudando militar y económicamente a un país que nos ataca directamente?», preguntaban los dirigentes de AfD en los actos preelectorales.

El desastroso impacto económico de las sanciones a Rusia en la economía alemana, tan dependiente del gas y otros recursos naturales rusos[9]. Una economía alemana que está en plena recesión y que amenaza con entrar en una grave crisis por la falta de competitividad que afecta principalmente al sector automovilístico[10].

Además de las repetidas declaraciones de militares alemanes sobre el peligro que para la seguridad nacional tiene involucrase en la estrategia de la OTAN de enfrentamiento con Moscú[11].

En sentido contrario el ex canciller Gerhard Schörder culpa del fracaso electoral de su partido, el SPD ―gran derrotado en estos comicios junto a los otros dos miembros de la colación gubernamental: Verdes y Liberales― precisamente a su política contra Rusia[12].

 

Encrucijadas políticas en Alemania y en Europa

La evolución de AfD desde sus inicios a la actualidad podría ser objeto de un artículo entero, pero para contextualizar diremos que el partido nació en 2013 como un partido nacional-liberal en la parte occidental del país. Posterior AfD fue haciéndose fuerte en el este, proceso acompañado de una evolución hacia posturas nacional-conservadoras y social-nacionales, siendo actualmente esta tendencia la mayoritaria. El partido guarda un equilibro interno mediante una presidencia colegiada entre: Alice Weidel (de la parte «occidental», más moderada) y Tino Chrupalla (de la parte «oriental», más firme). Los resultados electorales de Sajonia y Turingia son un nuevo paso en el fortalecimiento de la línea más firme del partido, que ahora además cuenta con la mayor presencia mediática uno de sus miembros más significados del sector más nacionalista, Björn Höcke, el ganador de las elecciones en Turingia.

A finales de septiembre se celebrarán elecciones regionales en Brandemburgo, donde AfD aparece primero en las encuestas, el prácticamente asegurado triunfo en un tercer länder oriental reforzará aún más al sector nacional-conservador del partido.

Los resultados también van a tener un gran impacto en el panorama político general alemán. Si los grandes perdedores ya hemos dicho que son Social-demócratas, Verdes y Liberales, el que entra en una encrucijada política tremendamente delicada es el principal partido de la oposición la demo-cristiana CDU. Los dirigentes de la CDU han repetido por activa y por pasiva que bajo ningún concepto formarán ningún gobierno regional con AfD. El grave problema que se les plantea es que, descartada AfD, la opción pasa necesariamente por los neo-comunistas de la Bündis Sahra Wagenknecht (BSW). ¿Entenderá el electorado democristiano el boicot de sus líderes hacia la nacionalista AfD para pactar con neo-comunistas? Pocos días después de las elecciones, el debate interno ha provocado ya fuertes tensiones en la CDU[13]. Un error de cálculo podría tener un impacto grave; la CDU aspira a ganar las elecciones nacionales de 2025, pero un pacto con neo-comunistas podría restarle una enorme cantidad de votos, especialmente en el oeste del país.

Esta contradicción interna también sacude a la propia BSW, cuya presidente, Sahra Wagenknecht se declara abiertamente nostálgica de la RDA. En YouTube se puede ver un vídeo donde afirma «prefiero mil veces vivir en la RDA que en la Alemania en la que debo vivir ahora».  La BSW se puede considerar el «segundo» triunfador de las elecciones regionales de Turingia y Sajonia donde logró un 15,8% y un 11,8%, por debajo de lo anunciado en las encuestas. Los votantes de BSW, a la que se podría calificar de «izquierda conservadora», salen principalmente de die Die Linke, el partido neo-comunista de «izquierda progresista» que pierde gran parte de su electorado y se convierte en una fuerza de segundo orden en el este del país. Uno de los puntos que separan a ambas formaciones neo-comunistas es su postura sobre la inmigración: crítica en BSW, favorable en Die Linke. Es precisamente esta dialéctica entre la anti-inmigración y el neo-comunismo la que crea la contradicción interna referida en BSW. Por un lado, nos encontramos con declaraciones de su presidenta diciendo que estaría dispuesta a apoyar propuestas parlamentarias anti-inmigración de AfD hasta las declaraciones de otros de sus dirigentes Robert Crumbach, pidiendo la ilegalización de AfD[14]. En sus primeras manifestaciones sobre coaliciones gubernamentales BSW ha lanzado la propuesta de un gobierno rojo-rojo-rojo (SPD+Die Linke+BSW) en Turingia, algo que matemáticamente no es posible sin que CDU lo tolerase mediante una abstención en la investidura. De momento el panorama sigue abierto y las contradicciones crecientes.

Un tercer nivel donde esas elecciones van a tener un impacto y que parece haber pasado desapercibido por los analistas, es en el equilibro de fuerzas entre los partidos nacionalistas en el Parlamento europeo.

En el parlamento de Bruselas, AfD pertenecía al grupo llamado Identidad y Democracia (ID) en la pasada legislatura. Grupo que compartía, entre otros con la LEGA (Italia), Vlaams Belang (Flandes) PVV (Países Bajos), y Rassemblement National (el partido de Marine Le Pen). Marine Le Pen, que ya venía marcando distancias con AfD por sus propuestas de «remigración» contrarias a la suya de «integración progresiva» respecto a la migración, atacó unas declaraciones del eurodiputado de AfD Maximilian Krah en las que ―en una larga entrevista― se limitó a decir que «no todos los que vistieron el uniforme de las SS fueron criminales de guerra». Le Pen exigió la expulsión de ID, que esas declaraciones ―que han hecho muchos políticos alemanes de distinto signo― eran sólo una excusa para romper la alianza europea con AfD lo demuestra el simple hecho que el Front National ―partido del que RN es heredero orgánico― fue fundado por su padre Jean Marie Len Pen y Pierre Bousquet, un antiguo miembro de la división francesa SS-Carlomagno. Marine no sólo pidió la expulsión de AfD, sino que afirmó que en la siguiente legislatura no compartiría grupo con AfD bajo ningún concepto.

Así ha sucedió, las elecciones europeas de junio de 2024 dieron al RN un resultado espectacular, llegando el 31,37% de votos. La nueva composición de grupos significó la disolución de ID, pasando la gran parte de partidos que lo componía a crear un nuevo grupo llamado Patriots for Europe, junto al FIDESZ húngaro del presidente Viktor Orban ―que durante la legislatura anterior formaba parte de los No Inscritos, tras su expulsión del Partido Popular Europeo (PPE) por sus posturas sobre la inmigración.

Por su parte, AfD ―que logró también un importante 15.90% de votos y 15 eurodiputados― no quedó aislada, como algunos pretendían, sino que logró organizar su propio grupo parlamentario Europa de las Naciones Soberanas (ENS), en el que la mayoría de sus componentes son partidos de la Europa centro-oriental excomunista: Confederación (Polonia), Reconquista (Bulgaria), República (Eslovenia), Libertad y Democracia Directa (República Checa),  (Hungría), Unión del Pueblo y Justicia (Lituania), partidos caracterizados por tener una fuerte carga nacionalista y a la vez anti-liberal, la propia AfD, fuerte especialmente en los territorios de la antigua RDA comparte muchas de las características de estos partidos. Al grupo parlamentario se suma sólo un diputado de la Europa occidental del partido Reconquista (Francia). Añadir que también son miembros de ENS: FvD (Países Bajos)[15], que cuenta con tres diputados en la cámara nacional neerlandesa y estuvo cerca de lograr un eurodiputado y AfS (Suecia) que estuvo a más distancia de poder conseguirlo.

Las elecciones legislativas en Francia, en las que el RN no logró la victoria como muchos preveía y los espectaculares resultados de AfD del 3 de septiembre señalan una realidad: AfD es hoy un partido con más posibilidades de lograr poder local concreto que el RN y además es un partido en ascenso, mientras que el RN está atrapado en una complicada situación política en Francia, donde el maquiavélico Macron les ha colocado en un posición difícil para poder aspirar ganar las presidenciales de 2027.

En este juego político continental, hay otro factor importante a tener en cuenta. El próximo 29 de septiembre se celebran elecciones en Austria.  Todas las encuestas señalan una victoria electoral de los social-patriotas del FPÖ, es muy posible ―porque ya se ha dado en ocasiones anteriores― que el FPÖ participe en un gobierno de coalición en el país alpino. El FPÖ comparte grupo europeo con RN en Patriots for Europe, pero se opuso a la expulsión de AfD impulsada por Marine, algo que AfD agradeció públicamente. (Imagen que adjunta en este artículo).

Por razones históricas y culturales sabidas por todos, la relación entre AfD y el FPÖ (que he llegado a definirse como partido austro-alemán) son de una amistad profunda. La victoria del FPÖ en las elecciones de Austria y el avance de AfD en las elecciones legislativas alemanas de 2025 pueden traducirse en el reforzamiento del eje austro-alemán en detrimento de la importancia de Francia, como uno de los ejes referenciales del nacionalismo en el Europa occidental.

 

* Licenciado en Geografía e Historia (UV). Doctorando en Historia. Oposición del Ministerio de Economía Español en tributación aduanera y comercio internacional. Realizados cursos de Geopolítica y Análisis internacional en LISA Institute y GEDEGYS. Especialista universitario en Historia y Filosofía de las Religiones (UNED).

Ha participado en diversas iniciativas culturales, y metapolíticas del ámbito nacionalista. Director de las revistas Tierra y Pueblo e Identidad. Artículos publicados en diversas revista y webs europeas. Ha sido secretario del think tank EurHope con sede en el Parlamento europeo.

Conferencias en múltiples ciudades europeas junto a Guillaume Faye, Pierre Vial, Jean Haudry. Organizador de un encuentro sobre América del Sur en el Parlamento europeo.

Presidente de la Asociación de Amistad Euro Sudamericana (AAESA), https://aaesa.org/.

 

 

Referencias

[1] https://www.rtve.es/noticias/20240701/lider-ultraderechista-alternativa-para-alemania-condenado-por-uso-lema-nazi/16170404.shtml.

[2] https://elpais.com/internacional/2024-09-04/la-gente-esta-descontenta-y-quiere-protestar-en-el-pueblo-del-este-de-alemania-donde-arrasaron-los-ultras.html.

[3] https://die-heimat.de/.

[4] https://die-heimat.de/veraenderung-in-sicht-afd-und-heimat-gruenden-erste-gemeinsame-fraktionen/.

[5] https://www.france24.com/es/europa/20240829-alemania-encara-dos-elecciones-regionales-con-el-ataque-de-solingen-en-la-retina.

[6] https://elpais.com/internacional/2024-08-30/alemania-reanuda-las-deportaciones-a-afganistan-dos-dias-antes-de-unas-elecciones-marcadas-por-el-debate-migratorio.html.

[7] https://electomagazine.it/in-turingia-e-sassonia-trionfano-i-nemici-della-guerra-e-i-maggiordomi-italiani-sbarellano/.

[8] https://es.euronews.com/my-europe/2024/08/15/ucrania-esta-detras-del-sabotaje-del-gasoducto-nord-stream-segun-una-investigacion.

[9] https://euro-sinergias.blogspot.com/2022/10/la-crisis-de-ucrania-no-tiene-que-ver.html.

[10] https://www.elmundo.es/economia/empresas/2024/09/02/66d60038e4d4d8bf568b457e.html

[11] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/06/coronel-gerold-otten-alemania-le.html.

[12] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/09/el-ex-canciller-gerhard-schroder.html.

[13] https://elpais.com/internacional/2024-09-05/la-cdu-alemana-se-enfrenta-al-dilema-de-gobernar-con-los-populistas-de-izquierdas-para-mantener-el-veto-a-la-ultraderecha.html.

[14] http://lionelbaland.hautetfort.com/apps/m/archive/2024/09/04/le-dirigeant-du-bsw-du-brandebourg-est-favorable-a-une-proce-6513256.html.

[15] http://lionelbaland.hautetfort.com/apps/m/archive/2024/09/05/le-forum-voor-democratie-rejoint-le-parti-europeen-esn-6513450.html.

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