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«HOMOPLOUTIA» ENTRE LA FILOSOFÍA POLÍTICA Y EL PENSAMIENTO ECONÓMICO

Salam Al Rabadi*

Monumento «Canto al Trabajo». Grupo escultórico, obra del artista argentino Rogelio de Yrurtia (1879-1950), realizado en París en 1907. Se encuentra emplazado en la Av. Paseo Colón al 800 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Los cambios políticos, económicos y tecnológicos globales plantean numerosos interrogantes sobre la problemática relación entre el mundo laboral, el desarrollo sostenible y el capital. Por ejemplo, la realidad de la economía agrícola depende de inversiones en vastas extensiones de tierra e innovaciones tecnológicas controladas por corporaciones transnacionales; es decir, se trata de un proceso de abolición gradual del sistema tradicional de producción agrícola, mediante el cual el agricultor pierde su identidad social, cultural y económica como productor y trabajador, para convertirse en un mero consumidor. Este hecho plantea la siguiente pregunta:

¿El desarrollo de la economía y la tecnología conduce al logro del desarrollo social sostenible deseado?

En principio, el concepto amplio de trabajo no se limita al empleo, sino que lo trasciende para profundizar su conexión con el concepto de trabajo sostenible, basado en políticas de ampliación de oportunidades laborales y la preservación de los derechos y el bienestar de los trabajadores. Esto con el fin de tener la capacidad de enfrentar los desafíos asociados a la dialéctica de la «brecha entre capital y trabajadores», pues aumentan las dudas sobre la posibilidad de alcanzar la igualdad y la justicia social.

En base a esto, ya no es aceptable abordar la realidad de las crisis del mercado laboral desde la perspectiva del rechazo basado únicamente en consideraciones ideológicas, sin una visión práctica. Hoy en día, es evidente que lo que más preocupa a las fuerzas del mercado es su absoluta incapacidad para ignorar la necesidad de definir una posición clara sobre un proyecto global socialmente sostenible.

En este contexto, existen movimientos laborales y sociales que inciden y trabajan para confrontar la dominación del sistema capitalista y crear un estado de relativa independencia respecto a las fuerzas del capital. Por ejemplo, las negociaciones en curso en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para otorgar a los trabajadores de países en desarrollo mayor libertad de movimiento en los mercados de los países desarrollados pueden considerarse un paso positivo en términos de:

    • consolidar los derechos de los trabajadores y aumentar sus ingresos.
    • reequilibrar el capital y el mundo laboral.

Aunque hasta el momento no se ha cristalizado ninguna alternativa estratégica que pueda competir con el modelo político y económico capitalista, podemos afirmar que el margen de maniobra de la sociedad siempre es mucho mayor que el de la economía. La influencia económica en la formación y adaptación de la sociedad es lógica y muy eficaz, pero ciertamente no puede determinarla.

Así pues, las sociedades pueden reconstruirse según una visión política y económica sostenible que, como mínimo, sea capaz de responder a las preguntas que giran en torno a la dialéctica de: ¿por qué hay tantas ideas sobre cómo distribuir el ingreso pero no tantas sobre cómo crearlo o cómo obtenerlo?

En este contexto, incluso si decidiéramos obviar la dialéctica de cómo generar ingresos e intentar adoptar la tesis de la distribución del ingreso, no podemos ignorar la problemática de la desigualdad moderna basada en:

    • la expansión del capital privado y el aumento desproporcionado de los ingresos de los ricos. La brecha entre ellos y la clase trabajadora es muy profunda y difícil de superar.
    • la desigualdad sistémica «Homoploutia». Observamos la expansión del segmento de capitalistas adinerados y trabajadores con salarios altos (como directores ejecutivos, analistas financieros, médicos, deportistas, celebridades, personas que heredaron grandes patrimonios, etc.). Se trata de una nueva élite capitalista compuesta por los capitalistas más ricos y los trabajadores más ricos (empleados de alto nivel).

Lógicamente, es improbable que estas brechas se reduzcan fácilmente como resultado de los avances en inteligencia artificial que conllevan una reducción de la mano de obra y un aumento de la participación acumulada del capital. Si la única solución a estas brechas reside en una distribución más equitativa del capital privado mediante el aumento de los tipos impositivos o el compromiso de aumentar la tasa de empleo de la fuerza laboral, en la práctica no se observa ningún movimiento tangible en esta dirección, ni en las economías desarrolladas ni en las emergentes. Este hecho plantea interrogantes sobre:

¿Cómo es políticamente posible maximizar las oportunidades económicas y tecnológicas de una manera sostenible que sirva a los intereses de las sociedades, en particular de los grupos marginados más desfavorecidos y empobrecidos?

Los desafíos básicos están en cómo filtrar a los ricos y enfrentar las brechas que caracterizan a las economías. Aquí es necesario reconocer que la pobreza no se erradicará sin reflexión política. La naturaleza del sistema económico está fuertemente influenciada por estrategias políticas capaces de cambiar radicalmente la estructura de los mercados. Esto puede ayudar a reducir estas brechas y lograr la igualdad, sin mencionar permitir que todas las clases se beneficien de un crecimiento económico sostenible.

A la luz de lo anterior, resulta claro que es extremadamente peligroso para los economistas y tecnócratas tratar las cuestiones de desarrollo sustentable como si no tuvieran relación con las ideas políticas ni con la filosofía de la gobernanza, y como si fueran meros ejercicios de economía aplicada y econometría. Es hora de cambiar esta lógica y avanzar hacia la integración y vinculación de la filosofía política con el pensamiento económico y financiero,  para que los países puedan ser más productivos en términos de la calidad de sus sociedades, que sean más sostenibles y justas, en lugar de centrarse en desarrollar cosas, números y datos.

En definitiva, y basándonos en el principio de la interacción crítica con el liberalismo económico y el desarrollo tecnológico, debemos plantear el dilema político fundamental, basada en la siguiente pregunta:

¿Cómo podemos combatir la existencia real y regresiva de la pobreza y la desigualdad en lugar de escondernos detrás de datos financieros secos y estadísticas que apuntan a los supuestos beneficios del crecimiento económico y el desarrollo tecnológico?

 

* Doctor en Filosofía en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales. Actualmente preparando una segunda tesis doctoral: The Future of Europe and the Challenges of Demography and Migration, Universidad de Santiago de Compostela, España.

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EL TREN FANTASMA

Iris Speroni*

Desarrollismo Temporada 64 Episodio 27.

Estos últimos diez días hemos vivido una larga transición ministerial. Un golpe cortesano.

Guzmán se fue, en primer lugar, porque su trabajo terminó. Él tenía que lograr que el Congreso aprobara el acuerdo con el FMI. Mientras eso no sucediera el crédito otorgado a la Argentina era repudiable (que se podía repudiar) y la continuidad laboral de los sobrepagados burócratas del Fondo pendía de un hilo. Lo logró; no iba a perder un segundo más en estas tolderías pestilentes.

El ministro de la producción Kulfas debió renunciar luego del discurso de la vicepresidente del 20 de junio de 2022. Ella se quejó del “festival de importaciones” —en realidad de a quién Kulfas autorizaba vender dólares a mitad de precio— y el susodicho voló por la ventana. Momento propicio para que Guzmán hiciera mutis por el foro.

¿Qué nos espera de la nueva conformación?

Lo mismo de siempre. Desarrollismo Temporada 64 Episodio 27. Van a hacer lo mismo de siempre, con la misma gente de siempre para obtener los mismos resultados de siempre. Que es, justamente, lo que quieren

El elenco

Parcialmente definido. De Mendiguren, ex Ministro de Producción, ex Presidente de la UIA, ex diputado, ex presidente del BICE. Hace unos meses trajinó los canales de televisión, en carácter de presidente de banco estatal (BICE) queriéndonos vender dos proyectos que evidentemente eran caros a su corazón. Uno: los chanchos chinos. El segundo, prorrogar la exención impositiva a la minería, próxima a vencer. Sería interesante saber qué lo movía a defender esos intereses. Ahora será secretario de producción, la persona que autorizará las importaciones a dólar a mitad de precio (lo que hacía Kulfas). Si alguien desea participar de este fabuloso negocio (comprar a $ 140 lo que vale $ 280) necesitará contar con el aval de nuestro amigo De Mendiguren. Un trabajo que le va como anillo al dedo.

Otro viejo conocido es Daniel Marx. Especialista en renegociación de deuda externa. Marx es una persona de confianza de los acreedores. No nos equivoquemos. No es un servidor público para negociar los intereses de la nación frente a la contraparte sino la persona de confianza de la contraparte ante nosotros. Las renegociaciones de deuda son un negocio fenomenal. Nuevas emisiones. Honorarios de estructuración y colocación. Consultoras para calificar los bonos. La renegociación es un negocio en sí. Sólo en honorarios facturados es una millonada. Además se agregan intereses capitalizados, a veces “con premio”. (Para hacer los más atractivos, como fue el “bono de crecimiento” de Nielsen/Lavagna).

El resto son todos de la teta de Lavagna, cuyo handler es la UIA. Veremos ahora lo que harán sus pupilos. Lo de siempre. Maximizar el dinero en manos del Estado (probablemente algún nuevo impuesto o aumento de alícuotas o reducción de bases imponibles o eliminación de reintegros, o todo esto junto) para disponer de más recursos para quienes son los que sostienen éste y todos los gobiernos:

  • obra pública (Cámara Argentina de la Construcción – Club de la Obra Pública);
  • subsidios/privilegios a la industria automotriz (ADEFA),
  • compras a las farmacéuticas, a proveedores públicos en general,
  • créditos blandos que no se devuelven o lo hacen tarde y mal, dólares baratos para supuestos insumos, privilegios impositivos, subsidios directos e indirectos para la UIA,
  • minería (con régimen cambiario propio y exenciones impositivas) y
  • la industria petrolera, la que nos iba a salvar y que hasta ahora no es más que un cementerio de subsidios.

Todo financiado con el IVA que pagan las familias (las empresas no pagan IVA) e impuesto a las ganancias (que gran parte es soportado por las familias). En resumen, este estado caro, en manos de los proveedores de Estado, que cae sobre las espaldas de los ciudadanos de carne y hueso.

Hay dos grupos empresariales más a los que el nuevo ministro Massa responde: los concesionarios públicos y los bancos. Ambos son parte de la alianza gobernante.

  • Desde Néstor Kirchner a hoy quienes manejan concesiones públicas (electricidad, gas, ferrocarriles, rutas) y empresas de transporte público se han acostumbrado a que sus ingresos provengan en su mayoría del Estado (subsidios). Esto ha generado una relación malsana que tiene por consecuencia un pésimo servicio (cuyo mayor exponente es el estrago de Once) y una cofradía inadmisible entre políticos y empresariado (los juicios por los sobornos de los concesionarios de rutas por peaje son muestra). A punto tal que la opinión pública sospecha que el golpe palaciego que lo sentó a Massa en este lugar fue organizado y ejecutado por dichos concesionarios. El tiempo dirá si es verdad o no.
  • Desde hace once años, desde el segundo mandato de Cristina Fernández, los bancos son beneficiados por un continuo de altas tasas de interés y tipo de cambio atrasado, lo que maximiza las ganancias en dólares. El momento de mayor éxtasis fue con Sturzenegger y sus intereses al 80% anual; sin embargo el actual 60% anual no es de despreciar. No es sólo el interés que se le carga al Estado sino que a su vez les autoriza a cobrar tasas altas a las pymes (descuento de cheques) y a las familias (saldo impago de tarjetas de crédito). Réditos que convierten en divisa a un dólar atrasado.
La parte operativa

Los grandes problemas que enfrenta el nuevo ministro de economía.

  • Vencimientos en la deuda externa y falta de reservas.
  • Leliqs.
  • Dólar desdoblado/dólar retrasado.

La falta de reservas en un ciclo largo de exportaciones excepcionales es inadmisible. Las exportaciones durante 2020 fueron de U$D 54 mil millones, en 2021 de U$D de 75 mil millones y en el primer semestre del corriente año U$D 44 mil millones (INDEC). Nunca en su historia Argentina exportó tanto. ¿Cómo se explica que no tengamos reservas luego de 30 meses de superávit comercial ininterrumpido por un total de U$D 30 mil millones? En el mismo período Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia incrementaron las suyas.

Por las escasas declaraciones efectuadas el nuevo equipo se dispondrá —¡Oh, sorpresa!— a posponer la solución del problema. Pedirá a los traders (empresas cerealeras que exportan oleaginosas y cereales, en su mayoría extranjeras) a que le adelanten fondos. Es una práctica que inició Néstor Kirchner y que siempre exigió contraprestaciones en forma de privilegios o autorización para operaciones no kosher. Es una alianza fuerte entre los funcionarios y las empresas comercializadoras, que en general coluden contra el productor —más atomizado y por lo tanto inerte para responder a los abusos—. Esto explica por qué la agroindustria (traders, aceiteras, molineras, elaboradoras de alimentos) rápidamente abandonaron la asociación con productores agropecuarios y se abrazaron al poder político apenas asumió Alberto Fernández. El otro mecanismo del gobierno será postergar vencimientos de deuda.

Leliqs. Si no solucionan la deuda del BCRA nada servirá. Es hoy una amenaza que cuelga sobre la cabeza de todos, y en este caso, incluye a los funcionarios —que por lo general se libran de los problemas del hombre común—. Es la razón de la inflación. Es lo que puede acabar con la carrera política de varios de ellos. Hoy Massa no tiene ningún problema más importante a solucionar que éste.

Dólar desdoblado. El dólar a mitad de precio es una transferencia brutal de unos argentinos a otros. De los misioneros, que venden su té a mitad de precio (el 90% de la producción se destina al exterior) y que ese dinero termina en las manos de los dichosos beneficiarios de la compra de dólares a mitad de precio que Kulfas/De Mendiguren hubieren autorizado. Algunos venden su té a mitad de precio; otros compran su avión privado a mitad de precio. Dios te da; Dios te quita. La compra de dólares a mitad de precio es tan tan buen negocio que nadie lo quiere terminar. ¿Lo abortará Sergio Massa?

¿Cuál es la idea de quienes pusieron a Massa en funciones? Que tocando dos o tres cosas, todo puede seguir como siempre. Como siempre fue, como es y como será. Veremos si lo logran. Por lo pronto, hace décadas que nos vienen arruinando el patrimonio, el presente y los sueños de futuro a todos nosotros.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Lectura relacionada

Buenos muchachos, http://restaurarg.blogspot.com/2022/02/buenos-muchachos.html

El que me toca es un chancho, http://restaurarg.blogspot.com/2020/07/el-que-me-toca-es-un-chancho.html

Más de lo mismo, http://restaurarg.blogspot.com/2020/08/mas-de-lo-mismo.html

Se robaron dos créditos con el FMI, http://restaurarg.blogspot.com/2022/07/se-robaron-dos-creditos-con-el-fmi.html

Emitir sin crear valor, http://restaurarg.blogspot.com/2022/08/emitir-sin-crear-valor.html

Equilibrio inestable, http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

 

Artículo publicado originalmente el 06/08/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/08/el-tren-fantasma.html

 

PRECIOS CUIDADOS SALUD DESCUIDADA

Iris Speroni*

Si es un producto distinto, debería llevar otro nombre.

La buena nutrición es la piedra angular de la salud de las personas.

Tengo 58 años de edad. Cuando era niña comía galletitas tales como Lincoln, Manon, Rhodesia, Chocolinas o Merengadas. Bebía Nesquik. No mucho porque en casa eran de comida sana y fruta.

Hace ya varios años que todos esos productos y otros no dulces como Express o Criollitas saben diferentes a lo que recuerdo. En un principio creí que era un caso de “lo de antes fue mejor”. Muchas veces la nostalgia es de la propia juventud y no otra cosa.

Entonces decidí dar una segunda mirada. ¿Cambió algo? ¿Será la misma fórmula? En resumen: ¿son los mismos productos o son otros disfrazados? ¿Sólo conservan la apariencia?

La industria de elaboración de alimentos 

Durante el gobierno del presidente Menem muchas de las empresas tradicionales argentinas, algunas centenarias, se vendieron. Terrabusi, Bagley, Chocolate Águila en su mayoría pasaron a manos de grandes corporaciones alimenticias internacionales. Aún las empresas argentinas que crecieron y se convirtieron en multinacionales (¡aleluya!, queremos grandes empresas argentinas, son todo un orgullo) vendieron parte de sus paquetes accionarios a extranjeros.

Hay muchas razones dentro de estas ventas. Creo que acá corresponden para nosotros las mismas consideraciones que Walter Ellis razonó para Gran Bretaña. ¿Por qué los capitalistas nativos no invierten en su propio país? Lo explica Ellis en ¿POR QUÉ GRAN BRETAÑA VENDIÓ TODAS SUS COMPAÑÍAS? Básicamente, es un tema de confianza. Si al país le va mal, el argentino nativo capitalista pierde toda su inversión (o la parte del portafolio personal que tenga en esa empresa, que puede ser el 80%, 50%, 25% del total). Si a una megacorporación alimenticia le va mal aquí, perderá entre 0,1%, el 2% de su negocio. Mientras, se llena los bolsillos con rendimientos que no obtiene en ningún otro lado y – lo más importante – domina porciones relevantes del negocio alimentario internacional. Las multinacionales miran – correctamente – el negocio de otra manera.

Cuando se instalaron las grandes empresas norteamericanas o suizas en Argentina supuse que pasaríamos a exportar al mundo. ¿Por qué no? ¿Por qué no exportar galletitas, caldos de sopa, copos de maíz, o papas fritas de copetín desde aquí? Nada de eso sucedió. Me equivoqué. Abastecen al mercado interno, con un sistema de consolidación del mercado y, como si esto fuera poco, a veces importan productos alimenticios elaborados de Brasil o México. Ejemplo: los copos de maíz Kellogs, como si acá no pudiéramos hacerlos.

Supermercados e industria alimenticia

En cuanto al mercado interno, en las dos últimas décadas se armó un mecanismo perverso. En la ciudad de Buenos Aires el 75% de la venta minorista de alimentos está en manos de las cadenas de supermercados. Empeoró con la intendencia de Macri-Larreta, quienes autorizaron los “locales de cercanía” de Carrefour. El resto de las ventas está en manos de los minimercados gerenciados por ciudadanos chinos. Del almacén de los gallegos queda poco y nada.

En el interior la participación de los conglomerados es menor que en la capital. 

“Precios Cuidados” garantiza que las cadenas ofrezcan un precio igual o levemente inferior al de los comercios pequeños. Provoca que las familias acudan a comprar al lugar bendecido por el gobierno en detrimento del resto. En economía se denomina “desvío de comercio”. Es el gobierno quien envalentona la concentración (*).

No me interesa hablar de la comercialización sino de las cadenas elaboradoras. Lamentablemente, ambos negocios están íntimamente relacionados.

¿Cuál es el gran problema con todo esto? Que los supermercados son un vehículo de comercialización de las grandes empresas. La falta de acceso al público por ausencia de canales de comercialización abiertos deja afuera a las empresas elaboradoras de alimentos pequeñas y medianas. Funcionarios, supermercadistas (extranjeros en su mayoría) y grandes empresas elaboradoras (extranjeras en su mayoría) trabajan mancomunadamente para concentrar el mercado y dejar afuera a los criollos.

Obviamente el discurso público de los funcionarios contradice sus actos. Esto es parte de la psicopatía de todo político del siglo XXI. Pero, como recomendaba Néstor Kirchner, hay que fijarse en lo que hacen y no en lo que dicen. Así que vemos a actuales y pretéritos secretarios de comercios golpearse el pecho y autodenominarse patriotas y defensores de “la mesa de los argentinos” cuando en realidad son y han sido funcionales a las empresas de alimentos de capitales extranjeros.

El Congreso votó una ley para que las pymes ingresen a las góndolas. Como todo lo que hacen, no sirvió. Tiene errores técnicos groseros que marqué cuando la estaban discutiendo.

La situación actual de comercialización y oligopolio es fácilmente reversible. Se deben generar nuevos canales de comercialización atomizados, que abaratarán la comida, infinitamente mejor que “precios cuidados”. Además de, por supuesto, eliminar impuestos a la venta de alimentos y a los combustibles (20% del costo).

“Precios cuidados” —reitero— es un mecanismo de consolidación para concentrar el mercado argentino.

Alimentos y Salud

Quiero volver al verdadero motivo de este artículo. Le saqué fotos a productos como chocolatines, alfajores, chocolatadas y galletitas. Todos ellos —¡incluso Cadbury!— contienen lecitina de soja. Por eso no tienen el mismo gusto que antes. Porque no son lo mismo que antes. Antes las galletitas no se hacían con soja. Por eso no deberían permitirles mantener el nombre, el logo, la marca. De ese tipo de cosas debería ocuparse la Secretaría de Comercio. Ah, cierto, está para otra cosa.

Alimentamos a los argentinos con soja y carne de feed-lot. Comemos hamburguesas caras (hechas con desechos y llenas de sal y conservantes) y salchichas rellenas de Dios-sabe-qué. Bebemos líquido en base a leche mezclada con chocolatada de soja. Caro y malo.

Voy a citar a la Jueza de EEUU, Ketanji Brown Jackson, egresada de Harvard: “No soy bióloga”. Tampoco médica, química o licenciada en nutrición. No sé si la lecitina de soja es buena o mala para el cuerpo. Cita al pie [1].

Lo que sí sé es que las galletitas y los alfajores, como originalmente los cocinaban nuestras abuelas, no tenían soja en ninguna de sus formas. Tampoco cómo los elaboraban las empresas hace tres décadas atrás. Sé que antes las Chocolinas no tenían el gusto a perro muerto que tienen en la actualidad. Que nuestros alimentos no deberían tener ni conservantes ni aceite de soja tratado ni aceites saturados.

Si queremos que nuestros hijos crezcan sanos [2] tendremos que cocinar los alfajores y las galletas nosotros. La harina y la maicena están libres de lecitina de soja (me fijé). Tampoco el dulce de leche (ninguna de las marcas lo contiene). Si le agregamos huevo y leche, ya tenemos un alimento sano.

No tienen soja. Harina, dulce de leche y preparado para tapitas de alfajor sin soja.

Cuando uno ve tantas mujeres jóvenes gordas, no es por falta de proteínas, como nos quieren engañar. Los argentinos comemos 110 kg de carne por año por habitante, 240 huevos por habitante por año. Somos uno de los pueblos que más proteínas ingiere del mundo. El doble que los alemanes. Todas las obesidades que vemos es por haber traído a la Argentina las fórmulas malsanas que se aplican en la elaboración de alimentos en los EEUU. Terminamos con la población con los mismos problemas de salud que allá. Lamentablemente.

Al pie agrego las fotos de galletitas, alfajores, chocolatines con el listado de los componentes. Es espeluznante. Un dato adicional: algunos artículos esconden en un doblez termosellado la descripción del producto. Cumplen con la ley (el envoltorio incluye lo exigido) pero lo ocultan de la vista del comprador. Fea la actitud.

Componentes del alfajor Oreo escondidos.
Futuro

Algún día tendremos un gobierno al servicio de los intereses de la Nación y de la salud de su pueblo, no como ahora. Cuando el momento llegue deberemos vigilar qué componentes se utilizan en la elaboración de alimentos y prohibir todo aquello que afecte en forma negativa. La buena nutrición es la piedra angular de la salud de las personas. Una buena alimentación nos aleja de los médicos. Deberán modificarse las formas de comercialización, habilitando la comunicación entre los consumidores (atomizados) y las pequeñas y medianas compañías elaboradoras (atomizadas). Comprobaremos que será “para el bien de todos y para el mal de ninguno”.

Notas

[1] Cito artículos que enumeran las bondades de la lecitina de soja y las contraindicaciones entre ellas que no deben consumirla mujeres embarazadas o en etapa de lactancia.

https://nutricionyfarmacia.es/blog/salud/fitoterapia/lecitina-de-soja-beneficios/

[2] Sería interesante que las empresas que venden harina hicieran propaganda en los programas gastronómicos para instar a cocinar.

 

(*) Los gobiernos kirchneristas, el de Macri y el actual de Fernández se han llenado la boca con el control de precios (“precios cuidados”) y los arreglos con cámaras empresarias, cuotas de exportación, etc. Sin embargo han sido años de grandes privilegios para las cadenas de supermercados, que les han facilitado el incremento en la participación del negocio.

Esto va desde Menem (que autorizó, por ejemplo, un Jumbo en tierras del Regimiento de Patricios).  Kirchner permitió la fusión Jumbo-Disco en contra de todos los dictámenes de su propia tropa. Durante el gobierno de Cristina Fernández se acusó de contrabando a esta empresa de capitales chilenos. Fue sobreseída. El jefe de gobierno de Macri, Marcos Peña Braun, se relacionaba directamente con el negocio. 25 años de crecimiento sin descanso del sector.

Productos con Lecitina de Soja:

Galletitas, alfajores y chocolatines que contienen soja. La mayoría de ellos dentro del programa de “Precios Cuidados”.

Lo que me pegó en el corazón: Nesquik.

Si son otra cosa, que tengan otro nombre.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

Artículo publicado originalmtnete el 07/05/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/05/precios-cuidados-salud-descuidada.html