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LA MENTE HUMANA COMO OTRO DOMINIO DE LA GUERRA

Marcelo Javier de los Reyes*

Imagen de dlsd cgl en Pixabay

 

«El arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar».

Sun Zi

 

Las agencias de noticias y los medios se ocupan de las guerras cinéticas, sobre todo de aquellas que atañen a los grandes intereses internacionales, pero existen otras guerras que hoy son ignoradas u olvidadas, como por ejemplo la guerra civil de Sudán ―que estalló el 15 de abril de 2023 en el territorio de la República de Sudán, cuando se produjeron los primeros combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido en todo ese país― y otros tantos conflictos que se están produciendo mientras leemos este texto. Sin embargo, otras guerras no son ni ignoradas ni olvidadas, sino que no son percibidas o sólo son percibidas por muy pocos. Se trata de dos tipos de guerra, la guerra híbrida y la guerra cognitiva.

En la antigüedad la guerra operaba sobre dos dominios, la tierra y el mar. Con la aparición de los aviones, que tuvieron su primera acción bélica en la primera guerra balcánica de 1912 y 1913, aparece el tercer dominio, el dominio del aire, que tuvo un mayor desarrollo en la Primera Guerra Mundial.

Más recientemente se incluyeron dos nuevos dominios, el espacio y el ciberespacio que es un dominio global dentro del entorno de la información.

Ahora la guerra se libra en un sexto dominio: la mente humana por lo que la seguridad de un Estado debe operar sobre seis dominios: aire, tierra, mar, espacio, ciberespacio y la mente humana.

La guerra híbrida

Se trata de un concepto que comenzó a utilizarse hace pocos años y que es motivo de debate debido a que sus métodos no son nuevos, sino que residen en lo que se conoce como guerra irregular y asimétrica adaptada a estos tiempos[1] [2].

Con este concepto sucede lo mismo que con el «nuevas amenazas» que comenzó a usarse en los años 90 del siglo pasado, como consecuencia de la implosión de la Unión Soviética en 1991 y del proceso de globalización. Este concepto se refería a las amenazas que afectaban la estabilidad de los Estados, la seguridad regional o global y que engloba al terrorismo, el narcotráfico, al crimen organizado, al tráfico de armas y personas, etc. Sin embargo, ninguna de estas amenazas era nueva. Si nos referimos al terrorismo podemos ir a la Biblia y allí nos encontramos con uno de los discípulos de Jesús, Simón el «Zelote», término que aparece mencionado varias veces en el Nuevo Testamento y que se refiere a los que integraban un partido nacionalista judío del siglo I, en tiempos de Jesucristo, quienes no dudaban en hacer uso de la violencia, por lo que para algunos historiadores representan uno de los antecedentes del terrorismo. Dentro de ese movimiento había algunos que podían ser más violentos y que se los conocía como sicarios, denominados así por asesinar con una sica, puñal o daga pequeña que podía ser escondida bajo la túnica.

En el Imperio ruso el zar Alejandro II sobrevivió a cinco atentados hasta que murió a consecuencia del perpetrado el 1° de marzo de 1881. Ejemplos como estos podrían citarse muchos.

Respecto del narcotráfico podemos remitirnos a la Guerra del Opio, conflicto que mantuvieron China y el Reino Unido entre los años 1839 y 1842, a partir de la introducción en China de opio cultivado en la India y comercializado por la compañía británica de las Indias Orientales.

De tal manera que con el concepto de guerra híbrida sucede algo similar, pero vamos a aceptarlo más allá de que no hay una clara definición sobre el mismo. En ella se emplean amenazas tradicionales, recurre a acciones incruentas pero que pueden combinarse con otras que sí lo son y que procura aprovecharse de las vulnerabilidades y debilidades del enemigo. Se lleva a cabo a través de:

    • la desinformación y manipulación de la información,
    • propaganda,
    • intervención electoral,
    • sabotaje,
    • acciones económicas,
    • acciones diplomáticas,
    • tácticas convencionales o no convencionales,
    • promoción de disturbios sociales,
    • el uso del ciberespacio,
    • la utilización de proxys 
    • la interferencia en los sistemas de comunicación

y demás acciones que tienen por objeto esmerilar las capacidades del enemigo y provocar el desánimo de su población. Se trata entonces de una evolución en las formas de hacer la guerra pero que tiene su raíz en los conflictos asimétricos.

En tal sentido podría considerarse que se trata del empleo tanto de fuerzas convencionales como de tácticas irregulares.

En los Estados Unidos este concepto fue teorizado por el general James N. Mattis ―quien fue secretario de Defensa entre los años 2017 y 2019 y que en 2005 publicó, junto con el teniente coronel Frank G. Hoffman, La guerra del futuro: la llegada del conflicto híbrido― y en Rusia por el general Valery Gerasimov[3].

Guerra cognitiva

El concepto de guerra cognitiva es una forma de guerra híbrida y se refiere a una guerra no convencional que se vale de herramientas cibernéticas

    • para alterar los procesos cognitivos del enemigo,
    • explotar los sesgos mentales y el pensamiento irreflexivo
    • y provocar distorsiones en su pensamiento para influir en la toma de decisiones y entorpecer sus acciones. Esto tanto a nivel individual como social.

El objetivo es atacar e incluso destruir la forma en que el individuo construye su propia realidad, su autoconfianza mental. Su propósito es degradar el proceso de conocimiento y el uso del conocimiento. De esta manera se erosiona la confianza que sustenta a una sociedad.

La guerra cognitiva se vale de la información, pero de aquella que recolectan las grandes corporaciones tecnológicas y la vigilancia masiva para explotar el Big Data, es decir la información que nosotros proporcionamos estemos donde estemos. Cabe agregar la definición que la Unión Internacional de Telecomunicaciones proporciona para ese concepto: «Big Data es un paradigma para hacer posible la recopilación, el almacenamiento, la gestión, el análisis y la visualización, potencialmente en condiciones de tiempo real, de grandes conjuntos de datos con características heterogéneas»[4]. A través de estos datos obtienen nuestros perfiles y, a partir de ellos, operan para cambiar nuestra forma de pensar.

La guerra cognitiva tiene un alcance global y afectan tanto al individuo como a los Estados y las organizaciones multinacionales y procura el control del ser humano.

La OTAN financió un estudio titulado Cognitive Warfare, publicado en noviembre de 2020, elaborado por el militar francés François du Cluzel ―actualmente jefe de servicio en Innovation et Entrepreneuriat ISAE-SUPAÉRO, Toulouse, Francia― quien expresa que

la naturaleza de la guerra ha cambiado. La mayoría de los conflictos actuales permanecen por debajo del umbral de la definición tradicionalmente aceptada de guerra, pero han surgido nuevas formas de guerra, como la guerra cognitiva (CW), mientras que la mente humana ahora se considera como un nuevo dominio de guerra.[5] [6]

La guerra cognitiva se basa en el «papel cada vez mayor de la tecnología y la sobrecarga de información» que llevan a que «las habilidades cognitivas individuales ya no serán suficientes para garantizar una toma de decisiones informada y oportuna».

Acerca del concepto «sobrecarga de información», se refiere que nunca el hombre tuvo acceso a tanta información como en el presente. Hay un exceso de información y ya en la década de los 90 hablábamos de infoxicación.

La atención es un recurso limitado y desde este sistema se trata de ganar la atención para que no la obtengan otros. Por eso se recurre a denostar al que piensa diferente.

La guerra cognitiva no está asociada a las armas, por lo menos a las tradicionales, y su campo de batalla es el cerebro. Recurre a un nuevo tipo de armas, las armas neuronales o neuroarmas. De tal manera que la mente humana es el nuevo dominio de la guerra.

Es una guerra silenciosa que se lleva a cabo a través de ataques sutiles y persistentes. Es diferente a la guerra de información y no se trata de un control mental sino de algo peor. Esta guerra no trata de cambiar lo que pensamos sino la forma en cómo pensamos y se vale tanto del emocionalismo como del infatilismo. Se afirma que nuestra sociedad actual sufre un proceso de infantilismo que comienza ya en los años 1960 y hoy se hace evidente en la escasa lectura de libros, en la forma en que nos expresamos, en la forma que escribimos a partir de las nuevas tecnologías y de las redes sociales. Nuestra sociedad actual también ha tendido a la pérdida de memoria o, mejor expresado, a no memorizar. La tecnología contribuye notablemente a la pérdida de nuestra memoria y a lo que tendemos es a saber buscar la información. Podemos recordar la información sin mayores detalles pero sí sabemos dónde podremos recuperarla.

Se produce entonces una atrofia de nuestras capacidades intelectuales. Se ha perdido el pensamiento crítico a partir de la imagen

Además del emocionalismo y del infantilismo, el hombre tiene una necesidad inmediata de la esperanza, del placer. Las redes sociales favorecen esto con algo tan sencillo como los «me gusta». De ahí la dependencia que el hombre moderno tiene por las tecnologías y por la conexión a las redes sociales, a una hiperconectividad. Todo este sistema provoca una adicción que opera sobre las emociones. En este sentido, es importante saber que la toma de decisiones no se basa en la razón sino en las emociones.

Se trata de que las personas adopten la «actitud correcta» y para ello utiliza la Inteligencia Artificial, los algoritmos. Recordemos el caso de la consultora Cambridge Analytica que trabajó en la campaña a favor del «Vote Leave» que derivó en el Brexit y en la campaña electoral de Donald Trump en 2016. Los servicios de la compañía fueron contratados en campañas electorales en la República Checa, India, Italia, Kenia, Nigeria, Rumania e incluso en las elecciones celebradas en 2015 en Argentina —por el partido del ex presidente Mauricio Macri—, entre otros países.

Cambridge Analytica se había especializado en la recopilación y en el análisis de datos que serían utilizados en campañas publicitarias y políticas. En combinación con información obtenida de Facebook, la consultora británica afirmó que tenía 5.000 puntos de datos en casi todos los votantes en Estados Unidos. Con ese cúmulo de información podía crear perfiles psicográficos de los usuarios y sus contactos, es decir que con ellos podía clasificarlos según sus actitudes, aspiraciones y otros criterios psicológicos con el objetivo de encontrar rasgos comunes en grupos para efectuar una segmentación sobre la base de algunos de sus aspectos psicológicos. Luego se centró en los llamados «persuables» —los «persuadibles»—, es decir, en aquellas personas que en una campaña electoral se denominan «indecisos», las cuales fueron blanco de un bombardeo de mensajes personalizados a los efectos de influir en su decisión.

El caso Cambridge Analytica llevó a que la Federal Trade Commission (FTC) —Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos—, en marzo de 2018, abriera una investigación luego de que se revelara que Facebook había vendido a Cambridge Analytica los datos de los usuarios recolectados mediante un test de personalidad. La red social fue acusada de haber compartido de manera inapropiada los datos de 87 millones de usuarios con Cambridge Analytica. Tras más de un año de investigaciones, la FTC le aplicó una multa de US$ 5.000 millones a Facebook por malas prácticas en el manejo de la seguridad de los datos de los usuarios, ya que fueron vendidos sin su consentimiento y sin su conocimiento.

Se trata entonces de un verdadero hackeo de la mente. El hombre es inoculado con una nueva forma de pensar y de esa manera también se convierte en un arma que favorece a la guerra cognitiva porque, a su vez, propaga el mensaje recibido. Así como los libros de autoayuda nos inducían a cambiar nuestras percepciones sobre nosotros mismos a través de pensamientos que nos llevaban a generar creencias, la guerra cognitiva nos lleva a generar creencias pero en un sentido negativo. Lleva que el ser humano acepte como lógico lo ilógico.

La guerra cognitiva es silenciosa, es global, apunta a enemigos y propios y es permanente. Su costo económico es mucho menor que el de una guerra cinética, se lleva a cambo sin que el objetivo tome conciencia de cómo se está operando sobre él pero es diseñado por un equipo de profesionales que estudian a los individuos y a las sociedades sobre las que se va a operar. Se vale de las ciencias (neurobiología, informática, biotecnología, psicología) y de la tecnología (inteligencia artificial, digitalización, Big Data).

Para enfrentar esta guerra debemos desarrollar una gran capacidad de discernimiento para poder distinguir lo verdadero de lo falso, desarrollar la intuición, así como un proceso de «alfabetización mediática» que nos permita recuperar el «pensamiento crítico» para poder reflexionar acerca de la información que nos llega, verificar las fuentes y, sobre todo, volver a la lectura de libros.

Finalmente, también es importante ofrecer resistencia al «torrente mediático» y tener la valentía de expresar nuestra opinión personal en medio de la «manada».

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata. Autor del libro «Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones», Buenos Aires: Editorial Almaluz, 1ª edición 2019, 2da edición 2024. Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

 

Referencias

[1] Sobre este debate, ver: Guillem Colom Piella. «Guerras híbridas. Cuando el contexto lo es todo». Revista Ejército, n° 927, junio 2018, p. 38-44, https://www.ugr.es/~gesi/Guerras-hibridas, [consulta: 17/10/2021].

[2] También aborda este debate el general Fabián Sánchez García. «El conflicto híbrido ¿Una nueva forma de guerra?». El enfoque multidisciplinar en los conflictos híbridos, Ministerio de Defensa, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 2012, Colecciones: Seguridad y Defensa, 51, España, ISBN: 978-84-9781-753-0.

[3] Sobre este tipo de guerra en Rusia sugiero la siguiente lectura: Marcos Kowalski. «Conflictos híbridos y la Doctrina Gerasimov». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 10/07/2021, https://saeeg.org/index.php/2021/07/10/conflictos-hibridos-y-la-doctrina-gerasimov/.

[4] Media Centre. «Los Miembros de la UIT acuerdan una norma internacional para los grandes volúmenes de datos (Big Data)». Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), https://www.itu.int/net/pressoffice/press_releases/2015/66-es.aspx, [consulta: 14/02/2024].

[5] François du Cluzel. «Cognitive Warfare». ComCiência (Laboratório de Estudos Avançados em Jornalismo, Labjor de la Unicamp de la Unicamp, en sociedad con la Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciência, SBPC), junio-noviembre 2020, https://www.comciencia.br/wp-content/uploads/2022/11/Guerra_Cognitiva_Cluzel_OTAN.pdf, [consulta: 14/02/2024].

[6] François du Cluzel. «Keynote 3: Cognitive Warfare, a Battle for the Brain». NATO, 2022, https://www.sto.nato.int/document/keynote-3-cognitive-warfare-a-battle-for-the-brain/, [consulta: 18/02/2024].

 

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ALGUNAS DISGRESIONES SOBRE HECHOS ACTUALES Y ANTERIORES

LES*

En la historia del mundo conocida la sucesión de sacrificios humanos es larga, originándose habitualmente por problemas de carácter religioso, económico, territorial, supervivencia o simplemente por miedo u odio a lo distinto.

Son tantos…

Individuales y grupales que se ha perdido intencionalmente la cuenta. Y, solo se tienen presentes aquellos de los que han quedado registros porque hubo quienes se encargaron de tomarlos.

Solo para hacer algunas menciones, tenemos la matanza de los cátaros (por razones religiosas y pero también económicas), el llamado Holocausto Armenio, la muerte por hambre de millones de rusos por el georgiano Josef Stalin, y también el llamado Holocausto de Auschwitz pero, reitero, no son los únicos.

Debemos aclarar que aplicamos la interpretación popular periodística de masacre que se atribuye a holocausto, aunque en verdad significa una ofrenda de sangre efectuada a una entidad por medio del fuego.

Ahora, vivimos la disgregación de nuestro país, incluido el Holocausto Argentino donde se sacrifica a los jubilados y desposeídos, lejos estos del soporte del Estado que sin bien antes tuvo fallas hoy está totalmente ausente.

Fueron y son efectuados por grupos que les otorgan un valor simbólico y religioso, los cuales no se deben interpretar buscando signos de lógica o sentido común sino apoyos en creencias irracionales fanáticas con una sustentación en lo que consideran «su realidad» solventada por cuestiones ritualísticas, raciales, religiosas donde la ofrenda del sacrificio de sangre (de los otros) busca obtener favores y protección de la entidad enfocada.

Supuestas comunicaciones con sus, dioses, seres del más allá, razas extraterrestres, etc., son mensajes obligantes a ejecutar conductas represivas y destructivas sobre congéneres o animales que fueron olvidados o descartados de la gracia por ser de calidad inferior a los sacrificadores según su interpretación.

Tales sacrificios se fundamentan en la ofrenda de sangre de las víctimas para alimentar a la entidad apuntada como obligación de quienes están a su servicio y bajo su buscada «protección».

En América el exterminio de los habitantes originarios por parte de los anglosajones adquirió rasgos destacados sobre otros genocidios cometidos, siendo encubiertos por la escasa comunicación y por fuertes campañas de distracción y desvío de la opinión o por la presunta obligación de instaurar la palabra de Dios entre aquellos que muchas veces eran interpretados como entes sin alma.

¿Cuánto hubo de operación, inducción y manipulación en estas acciones que llevaban por supuesto, también, un fundamento en la apropiación del espacio territorial, cultural y otras variables largas de enumerar?

La llamada Gripe Española (Gripe de Kansas, originada en USA) que fue propalada por los soldados estadounidenses enviados a Europa y de la que fueron culpados los españoles. ¿Hubo intencionalidad ritual? El sentido común indicaría que no pero, observando a fondo las características de los fudamentalistas del poder material y religioso racial la respuesta es distinta. Pero, no es ni por poco el único caso…

Por ejemplo, una táctica político militar muy aplicada desde antiguo y de la que tenemos referencias ciertas desde antes del medioevo era que para conquistar un territorio deseado y dominar a su población rebelde y opuesta a los intereses actuantes, primero se infectaba a la población como en el caso de la llamada peste negra que se llevó hasta el 50% de los habitantes de Europa, también se acentuaba el caos económico producto de malas cosechas o escondiendo el alimento , haciendo subir los precios para que se generara el descontento y los levantamientos contra el orden establecido que se buscaba diluir.

Uno de los motivos del levantamiento popular durante la revolución francesa fue el acaparamiento de la harina para fabricar pan. (¿Crisis climática, aprovechamiento de situaciones o creación de las mismas? Todo…)

Generado el caos y la división se lograban fuertes posibilidades de éxito con esfuerzos e inversiones pecuniarias mucho menores a las que se hubieran aplicado para doblegar una nación unida ante una guerra por invasión sin esta previa preparación.

También, el método ha sido comprar, adoctrinar y someter a aquellos dirigentes del dominio del atacado y atraerlos hacia eL propio bando. Otra, es una forma de despertar una de las fuerzas más virulenta que existen sino la más poderosa dentro del entramado social que es el odio, el resentimiento, que lleva a muchos a levantarse en protesta y rebeldía desde el interés personal, por falta de solidaridad, conciencia social, y afirmándose en su ignorancia de los valores colectivos por un impulso emocionalmente negativo que se espera rinda frutos materiales sin otro objetivo que calmar frustraciones y desequilibrios internos, descargando energías de agresión con el que presumen culpable, que es el más cercano o a quien mejor visibilizan pero casi nunca es el verdadero responsable, porque este sabe bien guardarse. Esa es la clave: Ocultarse… el actuar desde las sombras.

Hoy, los grupos de poder reales, sin principios, valores religión, ni patria solo nucleados por el objetivo común de sostenerse como actores preponderantes desarrollan en su apoyo equipos especializados en generar caos.

El poder Imperial Occidental posee solamente en Estados Unidos 16 organizaciones de control de situaciones para atención interior y exterior.

Ahora, el golpe blando, la guerrilla, la dominación cultural por los medios de comunicación masivos siempre tendientes a desviar o focalizar la atención, a socavar la interpretación acertada de la verdadera situación sumados a un desde siempre manejo tendencioso de la llamada «educación» generan multitudes esclavas, sumisas, que se presumen libres porque se les convence que lo son, llevando esto a una pérdida de identidad, memoria, valores, quedando la verdadera información en manos de unos pocos. Y esta información fidedigna no se comparte: el conocimiento es poder…, pero podemos agregar que la ignorancia es ceguera.

Y para quien no está preparado para asumir realidades desconocidas que causan temor, la ceguera también, a veces, se convierte en un método de autoprotección…

No quiero saber. En realidad no quiero saber porque no puedo soportar el darme cuenta que estoy siendo engañado, manipulado y no dispongo de preparación adecuada ni equilibrio emocional suficiente para controlarme y no quiero caer en depresión. Protección egoica por retraimiento.

El rebaño se autoprotege con la ceguera y los pastores inductores se aprovechan de ella para lograr sus fines…

Para estas acciones en América Latina se trabaja en el sostenimiento de un sistema colonial de dominación sustentado en grupos supuestamente liberales que no lo son y si empleados vasallos del poder de turno a cambio de su confort y bienestar.

Este método desarrollado intensamente por los anglosajones los llevó a la creación y sostén de su imperio de sometimiento y vasallaje de los desfavorecidos que estaban a su alcance.

Hay que observar cómo se apropiaron de América Latina, es decir de las provincias de ultramar españolas, fragmentándolas cuando después de muchas luchas no pudieron doblegar totalmente en batalla al Imperio español, así que se usaron esos métodos vigentes aún hoy. A saber, el de fascinar económicamente a los criollos ambiciosos (codicia) para que se levantaran contra España y a la creación de numerosas republiquetas dispersas donde antes había un centro organizado y dentro de las cuales estos se constituyeron en una quinta columna.

El denominado plan (del general de escocés) Maitland (San Martín) no fue una creación absoluta anglosajona, en realidad se fundó en la provista informacional que hicieron por venganza contra Roma y España (denuncia contra ellos del Conde de Florida Blanca) los jesuitas tras su expulsión de América. Ellos eran los que disponían de la mejor información y cartografía sobre un territorio que habían caminado y trabajado intensamente.

¿Fue verdaderamente un desquite de los jesuitas contra Roma y su brazo católico, España, tras su expulsión de varios países europeos y especialmente de las provincias de ultramar españolas?

Tras la expulsión, poco después, un profesor universitario llamado Alan Wheispaut, formado bajo el patrocinio jesuita fundó a los Illuminati, que tanto dan que hablar hoy… organismo que actuó en contra de los intereses romanos.

Estos se entremezclaron con los masones en sus logias y en muchos casos llegaron a influirlas generándose bajo su acción la creación del llamado Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Totalmente factible. Observando los hechos desde una óptica más amplia se sacan conclusiones que la historiografía oficial no asume sino parcialmente.

Todo fue muy bien sostenido y enmascarado con acciones diplomáticas, culturales y más… perfectamente afiatadas. También, más tarde entre varios más, uno de los factores para la invasión cultural de América Latina durante el siglo XX fue el fútbol con el que se adormeció a las masas, llevándolas a ocuparse de cuestiones que las alejaban de la incipiente conciencia política a desarrollar sobre temas prioritarios, mientras los políticos criollos por intereses personales respondían a directivas de la influencia anglosajona.

Pero no fue el único factor, hubo varios más desde otros deportes, también desde la educación y los foros universitarios. Por supuesto, Hollywood, el teatro y la literatura hicieron lo suyo.

Hoy, con métodos más refinados y sostenidos también por los medios masivos de adoctrinamiento y difusión informativa la colonización es total.

El ciego, el ignorante, que nunca se reconocen como tales y sin embargo desean opinar, demostrar que saben sobre la realidad ante los que consideran sus pares (ciegos explicando los colores a otros ciegos) repiten sin analizar y reelaboran en base a la información falaz que consume en esos medios. Jugada perfecta.

La base de sustentación está en una presunta «educación formativa» que es solo deformación engañosa saturada de primados negativos.

Todo aquel que desee romper la cadena es rechazado, así como el rebaño de ovejas blancas rechaza a la oveja negra, si es distinto, seguramente es peligroso.

Este es el desafío a enfrentar: la toma de conciencia. Que jamás es para muchos sino para unos pocos por las características propias del rebaño implicando para los más lúcidos un esfuerzo considerable que no todos están capacitados para hacer.

Y esta es la tarea obligatoria, la protección del rebaño ciego que ciertos grupos satanistas ansían ofrecer en sacrificio ritual a la entidad que adoran.

* Periodista. Argentina.

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SOBRE EL PRIMADO NEGATIVO Y ALGUNAS DISGRESIONES MÁS

L.E.S.*

Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay

Como su nombre lo indica, el primado negativo es una programación cancelatoria cuya función es bloquear la capacidad interpretativa del receptor respecto de un tema sobre el cual no se desea que avance ni se informe,ni elabore procesos racionales de entendimiento. Es una inducción informativa, perniciosa, visual, sonora o combinada con otros factores que el receptor recibe inicialmente siendo ardua tarea el desprogramarse de la misma, porque se fundamenta en una base atemporal, es decir no cronológica. Esto influye con más intensidad cuando el objeto del ataque no tiene un centro racional formado.

Trabaja sobre la emoción, posterior conmoción y una falsa y engañosa catarsis que devuelve a la calma, pero el efecto sigue actuando y el sellado no se rompió… Especialmente se utiliza como bloqueante para las mentes receptivamente blandas y difusas del rebaño a travésde los sistemas comunicacionales de difusión y manipulación, sean mentes infantiles por medio de los dibujos animados, las películas (Disney, Hollywood, etc.) y no solamente en los más jóvenes, también en política y entre aquellos individuos presuntamente mejor preparados, universitarios, instructores y demás que no son insensibles a su efecto pese a que se supone que deberían ser reactivos a la misma por su presunta interpretación racional de las cuestiones que se les presentan, pero por más formación o entrenamiento recibido posteriormente mucho antes han sido influidos y en la memoria emocional queda.

Ya en tiempos antiguos se registra la aplicación de este método con los medios adecuados de cada época que eran el arte, el teatro, la escultura, la literatura, la poesía etc., la prédica religiosa, el boca a boca en los mercados y muchos otros. Inclusive entre los trovadores provenzales (Mester de Juglaría) y la respuesta religiosa romana (Mester de Clerecía). Este sistema de influencias del individuo sobre el individuo ya funcionaba con asiduidad antes de la psicología, la psiquiatría, la sociología, la ingeniería social, etc. La corona inglesa utilizó a Shaskespeare y sus obras teatrales para influir en el segmento de su pueblo capaz de concurrir a un teatro y entender lo que decían.

Esta programación inductiva queda guardada en nuestra memoria atemporal afectivo[1]emocional (no cronológica, no racional) que, estimulada por una nueva presentación del tema, genera una reacción de carácter a veces explosivo, de rechazo inmediato y no relacionada con una situación o hecho especifico de una recordación cronológica, desconociendo la víctima su origen, por lo cual ésta se hace más fuerte influyendo específicamente sobre esta memoria emocional al aplicar una carga que despierta un bloqueo automático (no consciente de ningún modo) sobre un tema determinado que logra que el actor, ante esa reiteración, refuerce el bloqueo ―muchas veces violento― de no aceptación, de modo que sea rechazada de plano por una fuerte y virulenta reacción emocional que surge de lo más profundo de su ser con resentimiento, ya que se percibe como ofensiva, sintiéndose el programado agredido como si se lo tomase por tonto o ignorante. No debe confundirse con otras formas de programación, como por ejemplo las profecías falsas, que trabajan sobre el individuo induciendo un condicionamiento aceptativo que origine la creación de una masa crítica en la población para que determinados hechos que se desean ocurran, se plasmen (Los Simpson, la revista The Economist y sus tapas…). Esta última forma la trabajan las élites para generar condicionamientos fundamentados en el temor dando estos hechos como existentes y realizados cuando en realidad se van plasmar cuando la masa crítica los acepte. La gran herramienta de manipulación desde siempre ha sido el temor.

El fundamento de estas formas de programación debe buscarse en que la realización de una acción en el plano material va precedida de una elaboración inicial proveniente del mundo de las ideas. Primero está la onda, después ésta se puede manifestar como partícula en el plano tridimensional (Jean Pierre Garnier). Toda elaboración de una acción estratégica y su aplicación táctica en este plano para ser coronada por el éxito debe partir de este principio como condición indispensable e inflexible, por eso se debe instalar una idea, un concepto y su aceptación, lo que facilitará el camino material. Por eso la falacia de algunos grupos que propugnan cambios de situaciones por acciones violentas no es más que una acción errónea o maliciosa que favorece el empoderamiento y mayor afirmación de aquellos factores de poder que se pretenden combatir, quienes a veces las generan intencionalmente. Vale aquí estudiar la política de guerra y conquista de Israel con sus vecinos. «Atáquenme primero así puedo responder sin quedar como agresor» y más… Bibi Netanyahu, biografía. Un ejemplo de sinceridad…

El punto flojo de todo factor de poder comienza a manifestarse y crecer cuando se afirma muy exitosamente en el plano material ya que hay una tendencia al acomodamiento y a veces reposo de sus integrantes que han sufrido un desgaste en la lucha inicial y por consiguiente los lleva a un inexorable abandono de la conexión con la fuente ideológica original ya que la aplicación material exige nuevos y distintos esfuerzos. Estos esfuerzos así como conducen al empoderamiento también conllevan el principio de la decadencia. Una buena aplicación táctico-estratégica implica el desarrollo de estos pasos a través del tiempo. El mejor modo de ejecutar una ingeniería social de conducción y sometimiento de un rebaño se fundamenta en la aplicación del primado negativo, las falsas profecías y el dar hechos a cumplirse por ya cumplidos y activos. Ciertos investigadores y pensadores, algunos de ellos con fundamentación religiosa herética sostienen que la dirección de nuestro destinos proviene de entidades de otro plano (Salvador Freixedo, jesuita, La Granja Humana); indican que existe una ley cósmica inexorable por sus consecuencias que para salvarse de las mismas de la acción debe ser manifestada previamente: por ejemplo, «El que avisa no traiciona»; Israel es el pueblo de Dios y tenemos derecho a tomar las tierras prometidas, también tenemos derecho a eliminar a los goi porque son animales, no humanos ni seres estelares como nosotros, mensajes que suelen transmitirse al rebaño por medio de prédicas rabínicas fanáticas, películas, cuentos, obras de teatro y cualquier medio manejable al alcance. Estas ideas resultan en la coronación de la aplicación de todas las acciones concernientes a lograr objetivos en el plano material sin que haya castigo divino, consecuencia de la idea protestante y aún anteriores que reza que «si soy exitoso y gano poder y dinero esto confirma que Dios me acepta y quiere…». El origen pernicioso de esta falacia puede acreditarse también al monje Servita Paolo Sarpi, cerebro de la mafia veneciana que enfrentó al Vaticano, quien fue el generador del movimiento que posteriormente se coronó con las acciones de Calvino y de Lutero y de las cuales sufrimos las consecuencias del avance arrollador del materialismo.

* Periodista. Argentina.