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PARECÍA IMPOSIBLE, PERO ES CIERTO

F. Javier Blasco*

 

Llegado al punto y momento político actual, me vuelvo a preguntar una vez más ¿cuántas veces habremos pensado y concluido que los desmanes, exabruptos y excesos de Sánchez no daban para más? Hace tiempo que muchos, movidos por la buena fe, pensábamos que había llegado al punto máximo y que no se atrevería a dar un paso más allá.

Pero no, nunca es suficiente para saciar las ansias de poder a un hombre débil por naturaleza, que debe sobrevenirse y que además es egocentrista, narcisista, totalmente dependiente de los demás y sin ningún tipo de escrúpulos para usar todo y a todos lo y los que sean necesarios con tal de salvar su continuidad en la Moncloa para, de ese modo, seguir ejerciendo el poder omnímodo en España, aunque sin, verdaderamente, gobernar.

En los últimos tiempos su propia mente y la enorme cohorte de sesudos y mal pensados asesores y de malvados azuzadores de la perversidad que le rodean y mal piensan sin cesar, insisten en aconsejarle o poner sobre el mantel nuevas, espeluznantes y estrambóticas actuaciones o medidas rayanas con la ilegalidad, mediante la producción de bulos, mentiras, slogans, directorios, guiones, prontuarios y mensajes colectivos con los que tapar los problemas que le rodean y aprietan el cuello de verdad.

Su vida privada y más cercana está empezando a mostrar que parte de sus traseros no son limpios ni puros en su totalidad; incluso, a pesar de cubrirles las espaldas con frases como la máquina del barro o tretas como la de inducir a la derivación de la causa contra su esposa a la fiscalía europea donde, por si hiciera falta y desde hace tiempo, ya tiene asentado un fiscal de su total cuerda y acomodo como representante de España y que por tanto sea el obligado  ponente de las causas que procedan de aquí; pero, parece que, en esto, le ha salido un hueso duro de roer y no toda la causa será trasladada a otro lugar.

Por otro lado, el eminente músico, su hermano, al que nadie ve currar, ni tributar y ni siquiera vivir en una residencia de verdad en España, sino en Portugal, que además cobra sus pingües sueldos y ayudas del erario público nacional español, también parece que se puede encontrar con problemas para explicar su elevado patrimonio económico (unos 1,8 millones de €) cuando no se le conocen grandes empleos, importantes conciertos, contratos o herencias que le hayan podido económicamente engordar.

Su cercano entorno político tampoco está limpio de verdad sino muy sucio e implicado en la ciénaga del mal; el caso Koldo, entre otros muchos más hace que sus mozos de estoques y hombres de toda confianza puedan, con mucha probabilidad, resultar salpicados de ciertas corruptelas. Corruptelas o robos de verdad, que sumados uno a otro pueden llegar a cantidades importantes muy difíciles, a simple vista, de imaginar y mucho menos, de justificar.

Pero todo esto, si bien no deja de ser importante y preocupante de verdad, no es nada comparado con dos temas, que tienen mucha más enjundia y trascendencia política, económica y personal; como puede ser la enorme podredumbre amasada entorno a la escabrosa venta de mascarillas en los primeros tiempos de la pandemia. Tiempos, en los que se derivaron grandes sumas de dinero a manos y bolsillos socialistas de toda su confianza, personas o entidades que, además de enriquecerse de forma miserable, pusieron en peligro la vida de miles o millones de españoles en momentos en que nos moríamos a chorros por todas las esquinas y sin saber que profilaxis debíamos adoptar, ya que, sin saberlo oficialmente, las mascarillas suministras por las autoridades no cumplían su cometido, eran muy caras y tremendamente nocivas en su totalidad.

El otro gran problema y muy difícil de ocultar es el ignominioso trato de favor que ha tenido que realizar con un prófugo de la Ley y sus mosqueteros para obtener siete envenenados  apoyos (votos) que le mantengan en su sillón del poder y que se plasma en dos documentos o hechos oficiales que nunca se podrán borrar; la Ley Orgánica 1/2024, de 10 de junio, de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña y la reciente decisión que se ha visto forzado a adoptar tras un mes «horribilis»  del PSOE en el Congreso, al haber renunciado ni siquiera a presentar los presupuestos para este primer año de mandato y perder hasta seis votaciones de forma consecutiva. Y todo ello, tras la consiguiente cesión a Puigdemont de una insólita «cláusula Cataluña» para garantizar todas las votaciones que vendrán.

Con respecto a la Ley, basta con leer con detenimiento su vergonzoso e irreverente nombre o título para darse cuenta de que es una alcaldada y engaño para bobos, poco o nada democrática dirigida en claro favor y beneficio de unos delincuentes que no solo incumplieron la Ley vigente en su día, sino que ahora, consiguen que, con este bodrio legislativo, se les borre todo su pasado delictivo sin más y se les pida perdón por haberles acusado y juzgado siendo «hombres de paz», como colofón y ejemplo de que el texto de la misma se ha confeccionado al dictado de ellos mismos, sin el menor rubor ni vergüenza definitiva o pasajera por parte de ninguno de los implicados en este valladar.

La otra medida específica para Cataluña, supondrá de hecho una serie de grandes condonaciones de un dinero, por cierto, malgastado por los propios dirigentes, antaño golpistas y hoy gente de paz y que, para más inri, deberemos pagar todos los españoles de nuestros bolsillos; amén de una serie de privilegios, ventajas y subvenciones unilaterales, si es que Sánchez quiere cumplir su promesa de convertir a Salvador Illa en el presidente de la generalidad. Inversiones y gastos desproporcionados ―que ya se han bautizado con el flamante nombre de «financiación singular»―, aún por venir y especificar, que, sin duda, supondrán un enorme desequilibrado y una mayor separación en los derechos de todas las regiones y los habitantes de las mismas, ante lo que ignominiosamente se nos impone el no poder opinar.

A estas medidas centradas en Cataluña hay que añadir que, una vez pasado el largo periodo electoral de tres recientes comicios enlazados en el tiempo, Sánchez ya ha se ha quitado la careta de forma definitiva porque ya no hay que engañar a nadie más. Ahora sus direcciones principales de esfuerzo de ataque se dirigen de forma plena e inmisericorde a la oposición, encabezada por el principal partido en ella, que ya no le sigue de cerca, sino, que le sobrepasado claramente en varios de los principales comicios recientes; acabar con la libertad de prensa y expresión para todos aquellos medios que no le rinden pleitesía y fidelidad y un ataque y asalto sin miramientos ni cortapisas al poder judicial desde el más humilde juzgado hasta las más altas instituciones de la judicatura.

Para salvar el tipo y llevar a cabo a buen puerto esta tereas, al igual que para todas las anteriores despreciables y poco democráticas acciones de abuso de poder recientes o no, se valdrá de los hombres de barro y de paja ya colocados en puestos clave como el Tribunal Constitucional, la Fiscalía y Abogacía general del Estado, el Consejo de Estado, el CIS y otros muchos más, quienes, por diversos  y nada justificables motivos, cual muñecos del pim, pam, pum, prestan sus rostros, personalidad y prestigio profesional para salvar el tipo a su amado líder, sin importarles los escupitajos que reciban ni los ataques personales o colectivos de los que serán objeto en todo su oscuro y sucio caminar.  

Por si no nos habíamos enterado de sus tejemanejes de carácter personal, golpista y de sus acciones autocráticas dentro y fuera de España donde cada vez se le escucha y recibe menos y tras haber culminado la ruptura de relaciones con Argentina e Israel, termina esta semana en casa ―mientras el resto del mundo se reúne entorno al G7― recibiendo a bombo y platillo a Erdogan, el más que cuestionable presidente de Turquía, famoso por sus golpes de efecto de carácter religioso, político, educativo o moral y de auténticos y cruentos autogolpes de Estado como una forma de presentar ante «el maestro» los logros de su discípulo o para recibir de aquel, consejos y directrices con los que pueda perfeccionar su obra maestra actual.  

Por último, ya fuera de casa, Sánchez ha participado en la Conferencia sobre la Paz en Ucrania, organizada durante este fin de semana en Suiza a propuesta y con un plan de diez puntos trazado ya en 2022 por el propio Zelenski. Para dar la nota de importancia, Sánchez hizo su aparición escénica escoltado por el octogenario Alto representante de la UE para asuntos exteriores (Borrell), quien está en sus últimos estertores de mandato con muy pocos o ningún objetivo cumplido durante el mismo. Es poco probable que la conferencia produzca resultados importantes ya que ni Rusia ni China han formado parte de la misma y, por tanto, se la puede considerar como un esfuerzo simbólico de Kiev para ganarse a la comunidad internacional y más dinero para alimentar la guerra.

Como ya he mencionado en muchas ocasiones, España bajo el mando de Sánchez, camina, a pasos agigantados, hacia una autocracia de puro corte y estilo bolivariano y muy pronto, solo esos «países hermanos», los antisistema y grupos terroristas como Hamás, nos darán la mano con aplausos y esperaran de nuestros actos y medidas  ―realizados por pura hipocresía  y necesidades del guion a fin de mantener el tipo gubernamental― algún fulcro del que se puedan agarrar o apoyar y justifiquen, con ello, que al menos hay alguien en la arena internacional que les comprende y apoya como si fueran de igual a igual.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

EPÍSTOLAS DESDE LA MONCLOA

F. Javier Blasco Robledo*

Si rebuscamos en el diccionario vemos que la palabra epístola tiene varios significados tales como: carta, misiva, mensaje, escrito o comunicación que se escribe o dirige a alguien. También figura la siguiente acepción: escrito en prosa, de contenido real o ficticio, cultivado en la Antigüedad griega, así como en el Nuevo Testamento; periodo este último, en el que surgieron las famosas epístolas canónicas que tenían un carácter instructivo o moralizante.

Pues bien, ahora que estamos en la era de la comunicación rápida, a base de mensajes cortos emitidos a través de las redes y que Sánchez tanto criticaba el famoso «plasma» de Rajoy, resulta que la pareja Sánchez-Gómez, residentes oficiales de la Moncloa, han rescatado el viejo y tedioso modo epistolar para comunicarse con los demás, donde todo tiene cabida y evitarse, además, tener que responder a preguntas molestas o dar explicaciones a nadie porque sus cartas no esperan respuesta.  

Aunque el medio es el mismo, los fines perseguidos por ambos son bastante diferentes. Comenzó la señora su utilización, para introducir, presentar o recomendar productos o las propias empresas que los producen, proporcionan y aplican, ante organismos oficiales; a la sazón, aquellos que disponen de fondos de procedencia y destinos muy diversos, algunos inclusos propios de las ayudas de la UE, cuyo gasto y aplicación debería regirse por normas mucho más serias y estrictas que las propias nacionales.

Pero, desde que el hecho saltó a la opinión pública, Sánchez, vio en las epístolas, abiertas y publicadas por todos los medios, el camino con el que dirigirse a muchos más que si lo tuviera que hacer de forma individual a los que pretendía dirigirse para, sin mancharse las manos, intimidarles, engañarles o tratar de codirigirles sus pensamientos; máxime, si como sucede actualmente nos encontramos, en plena campaña electoral europea ―en la que según parece, a su partido o lo poco que va quedando de él, no le van del todo bien las cosas― como un modo más de impulsar a los propios y desanimar al poco ilusionado votante de la derecha ante unos comicios en los que, tradicionalmente, la inapetencia general es pública, patética y manifiesta.    

Su esposa, con sus cartas pretendía meter de rondón -con bastante éxito hay que decir- unas excelencias, que no eran tales o tan cogidas con pinzas que necesitaron apoyos y elogios, personales de su parte, por ser quien era -la mujer del presidente y no la presidenta como dice el inefable Patxi López-, e incluso, si fuera preciso como ocurrió en algunos casos, del propio presidente y varios de sus ministros y ministras, aprovechando que el Ebro pasa por Zaragoza o el Pisuerga por Valladolid.  

Sin embargo, Sánchez, tras su infumable tragicomedia de cinco días para «reflexionar» las noticias que ellos ya conocían bien en aquellos tiempos y nos lo ocultó, ha empleado por dos veces sus epístolas para exagerar su enfado, mentir como un bellaco a propios y ajenos y para embarrar aún más, si cabe, el putrefacto escenario en el que ha convertido la marcha y arena política de España durante el tiempo que él debería presidirla y regenerarla políticamente tal y como prometió en aquella impostada moción de censura basada en puras mentiras y con el apoyo de todo lo más granado del elenco parlamentario, a los que, por cierto, ahora critica a algunos ante la posibilidad de que se le revuelvan en su contra y se alíen con la derecha.

Es bien sabido que las segundas partes de cualquier evento, aunque finalizara con éxito, no suelen resultar tan bien aceptadas como las primeras y que insistir en el castigo no es bueno para salir por la puerta grande en una soleada tarde de toros. En esta vida, todo tiene su medida y hacerlo de forma insistente y estridente puede dar lugar al empacho o a la pérdida del interés hacia el que habla y clama por nuestro apoyo a manos llenas. Por otro lado, hay un dicho catalán de gran aplicación a este momento que dice: Ser bueno (BO) una vez, está bien; pero serlo dos veces, es ser un BOBO.

Jugar a impresionar al público en general con palabrería fofa y banal o de deslumbrar con decisiones inverosímiles o datos “positivos” -inflados hasta la extenuación de forma inmisericorde para poderlos presentar como tales- dirigidos a los muy cafeteros y a la cohorte de medios rendidos a sus pies por ideología u otros intereses más crematísticos, suele tener grandes riesgos. Al final se ve claramente que con los continuos y fugaces destellos solo tratan de apartar la atención de lo mollar y de lo que nos interesa y preocupa a todos.

 A la hora de la verdad, todo lo propuesto y tan airadamente presentado se reduce a cuestiones de poco calado, nulo o casi nulo seguimiento internacional y a posibles represalias o castigos que luego tendremos que pagar los españoles; porque para nuestra desgracia, los espontáneos alardes poco sostenibles, las veRdades a medias y los exabruptos a contracorriente, llevan a que nos tomen la matrícula y a la menor ocasión, se nos corte el paso a las importaciones o exportaciones, se nos desprecie en los foros de importancia o se nos exija cumplir con lo prometido como va a ser el trago a pasar en la próxima cumbre de la OTAN, donde Sánchez no será recibido por Biden ―volveremos a perseguirle por los pasillos― se nos volverá a recordar ―con menos salidas de escape, si cabe- el incumplimiento del prometido gasto en defensa en la pasada Cumbre de Gales -cosa que este año vence su implementación y aún estamos muy lejos de conseguirlo-  y me temo, que nuestras “capacidades reales” en caso de venir mal dadas con Rusia, Irán u otros frentes yihadistas, estén muy lejos de ser tomadas en consideración en la arena internacional a tenor del esfuerzo real que estamos haciendo en diversos despliegues y apoyos a Ucrania y contra la piratería, todos ellos, de cara a la galería y de no mucha efectividad real.  

Espero y deseo que Sánchez se haya dado cuenta de la importancia de este su segundo error, que contrariamente a lo que se propone, nos está cansando a todos con su falta de rigor, mentiras, ataques e insultos a nuestra inteligencia, que no siga por ese camino y aparque las epístolas, salvo para dar explicaciones claras y fehacientes de lo hecho por su esposa y su grado real de conocimiento e implicación o para, definitivamente, proclamar que deja, de verdad, la presidencia del gobierno y convocará elecciones tan pronto pueda y se lo permita la Ley.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

ZELENSKY, MILEI Y LAS ELECCIONES EUROPEAS

Roberto Mansilla Blanco*

Cancelada con anterioridad, la reciente visita del presidente ucraniano Volodymir Zelensky a Madrid (27 de mayo) que precede al reconocimiento anunciado por el gobierno de Pedro Sánchez al Estado de Palestina realizado este 28 de mayo, indica las expectativas que maneja el jefe de gobierno español de cara a las elecciones parlamentarias europeas del próximo 9 de junio.

El contexto de la visita de Zelensky viene igualmente precedido por la surrealista crisis diplomática con Argentina ante la reciente visita a España del mandatario argentino Javier Milei, invitado para un acto de VOX. La guerra dialéctica, con fuertes acusaciones personales, instalada entre ambos gobiernos antes y después de esta visita determina la peor crisis diplomática entre Madrid y Buenos Aires, cuando menos en décadas.

Con todo, en Madrid, Milei también hizo gala de sus expectativas igualmente con el foco puesto en las elecciones europeas. Estos intereses traducen la configuración de una plataforma trasatlántica «anti-socialista» de partidos de derechas y de la extrema derecha populista que cobran fuerza de cara a estos comicios europeos. Se imponen aquí el nombre de la jefe de gobierno italiana Giorgia Meloni, a quién muchos observan como la principal abanderada política de esta nueva oleada derechista y «ultra» en Europa.

Precisamente, en febrero pasado, Italia fue el primer destino europeo que visitó Milei tras ser investido como presidente, mostrando una total sintonía política con su anfitriona Meloni.

Dos ejes: Ucrania y Palestina

Volviendo a Zelensky, Sánchez acordó contratos para suministros de armas por valor de 1.100 millones de euros, una ayuda militar considerada sin precedentes para España que espera sirva para relanzar la industria militar española. Zelensky pidió a Sánchez mayores sistemas de defensa antiaérea, aspecto que revela la debilidad estructural militar ucraniana con respecto a Rusia. Todo esto en un momento en que Europa, con el presidente francés Emmanuel Macron y la presidenta de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen a la cabeza, plantean seriamente la autonomía estratégica en Defensa a través de la potenciación de un complejo militar industrial autónomo de la OTAN.

No obstante, Zelensky tiene problemas en casa. Rusia vuelve a tomar la iniciativa bélica amparada en su superioridad de efectivos y de armamentos. Kiev tiene serios problemas de reclutamiento de efectivos para el frente militar: precisa de más de 500.000 soldados. España, y también Portugal, acogen una importante diáspora ucraniana.

De acuerdo con fuentes oficiales de La Moncloa, para finales de marzo pasado habitaban en España 293.131 inmigrantes ucranianos con documentación de residencia en vigor. En Portugal son aproximadamente 60.000, muchos de ellos con nacionalidad portuguesa. Desde el comienzo de la guerra unos 14 millones de personas debieron abandonar Ucrania. Esto provocó algunos casos de críticas en Kiev ante la masiva marcha de hombres entre 18 y 60 años, necesarios para el esfuerzo bélico

Para Sánchez, conocedor de la polarización existente en Europa sobre la ayuda militar y financiera a Ucrania (en particular por parte de países como Hungría y Eslovaquia, señalados desde Bruselas de tener mayor sintonía con Rusia y China), esta visita de Zelensky implica retomar cierto protagonismo internacional haciendo gala de europeísmo y «atlantismo» apoyando sin fisuras al aliado ucraniano.

Por otra parte, reconocer al Estado de Palestina en un momento en que las protestas propalestinas en universidades estadounidenses y europeas son igualmente visibles le permite a Sánchez contar con otros apoyos, cuando menos simbólicos, toda vez que una parte de la ultraderecha europea (como Milei en la Argentina) muestra mayores simpatías con un Israel cuya imagen internacional está en horas bajas. Mientras Zelensky llegaba a Madrid, Israel lanzó una cruenta ofensiva en Rafah que provocó 50 muertos, la mayoría mujeres y niños.

Tras reconocer al Estado palestino, Sánchez recibió en Madrid a una delegación del Comité Ministerial Árabe y al primer ministro palestino, quienes no dudaron en expresar su agradecimiento, un aspecto que implica observar con mayor detenimiento cuáles son los objetivos geopolíticos que se traza ahora la política exterior española. Por otro lado, el líder de VOX, Santiago Abascal, realizó una visita relámpago a Israel para mostrar su total apoyo al primer ministro Benjamín Netanyahu. Como Sánchez, VOX y Abascal también juegan sus cartas con la mente fija en las próximas elecciones europeas.

El momento de la coalición en La Moncloa

Pero la visita de Zelensky debe ser igualmente medida en torno a la situación de la coalición gobernante en La Moncloa. Toda vez que mostraron su irrestricto apoyo a Sánchez en la crisis con Milei así como en el reconocimiento del Estado palestino, socios como Unidas PODEMOS (UP) y Sumar hicieron ver igualmente sus reticencias y contrariedades sobre el aumento de la ayuda militar a Ucrania prometida por el presidente español. Tanto como el PSOE, ambos partidos, SUMAR y UP, con su voz discordante sobre esta ayuda militar se juegan mucho su situación política en estos comicios europeos, tomando en cuenta sus magros resultados en las recientes convocatorias electorales en Galicia, Euskadi y Catalunya.

Por otra parte, el ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, hoy mucho más cercano a Sánchez, discrepa también de la estrategia militarista a ultranza a favor de Ucrania considerando que, visto el terreno bélico, no hay solución militar y debería darse paso a la negociación con Rusia.

Zelensky y Milei, dos contextos antagónicos en los que Sánchez prima también sus intereses a la hora de fortalecer tanto su imagen política y su liderazgo en Madrid como a la hora de impulsar una plataforma continental de freno a la agenda «ultra» y un eje de conexión con la actualidad internacional. Este parece ser el objetivo político del PSOE y de Sánchez de cara a las elecciones europeas: erigirse en el dique de contención contra una especie de plataforma de ultraderecha transatlántica, desde Argentina hasta Hungría, con objetivos geopolíticos tanto en Europa como ante las expectativas de retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.

En un momento de desconcierto preelectoral en Europa y de arriesgada volatilidad internacional, Sánchez, también acosado por el escándalo de presunta corrupción y tráfico de influencias que implica a su entorno, en particular su esposa Begoña Sánchez, mide minuciosamente sus opciones políticas tanto internas como externas. Pero a pesar de su audacia y firmeza diplomática, en estos terrenos de alto riesgo como Ucrania y Gaza, el presidente del gobierno español debe manejarse con prudente destreza.

 

* Analista de geopolítica y relaciones internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), Magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) Colaborador en think tanks y medios digitales en España, EE UU y América Latina.

 

Este artículo fue originalmente publicado en idioma gallego en Novas do Eixo Atlántico: https://www.novasdoeixoatlantico.com/zelensky-milei-e-as-eleccions-europeas-roberto-mansilla-blanco/