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PERLAS DEL PRESUPUESTO 2023 II

Iris Speroni*

La destrucción del nivel de vida de los argentinos es todo mérito de nuestros políticos.

 

La semana pasada, por TV América, proveyeron información sobre los pagos de planes sociales a agrupaciones para que éstas posteriormente las redistribuyan.

Transferencias – Asociaciones y cooperativas que más cobraron del Estado Nacional:

  • Asociación Civil “El Amanecer de los Cartoneros” – CTEP     $ 799.651.538
  • Cooperativa Evita Limitada – Movimiento Evita                  $ 663.642.581
  • Asociación Civil SER.CU.PO – Movimiento Evita                  $ 645.556.243
  • Cooperativa Reciclados Limitada – Movimiento Evita           $ 560.601.825
  • Asociación Civil Judith Presente – Tupac Amaru                 $ 417.575.145

Felicito a la producción del programa “Buenos Días América” por haber obtenido los datos. La disponible en el sitio del ministerio es un quebradero de cabeza.

Los planes sociales son un gigantesco negocio para cuatro vivos y los funcionarios asociados, verdaderos gerentes de la pobreza. Son los primeros interesados en amañar estadísticas, en que nuestros compatriotas no obtengan un trabajo formal. En resumen: que no se valgan por sus propios medios. Si hubiera una mínima auditoría terminarían todos presos.

Tal vez sea hora que los diputados pregunten a quién se le da los dineros del Estado. Tal vez sea hora que nos preguntemos si corresponde que el Estado le transfiera dinero a privados.

Presupuesto 2023 – Transferencias

Si bien el presupuesto no dice a quién el Estado Nacional le va a transferir dinero, sí nos informa cuánto. Considerando que la HCD le dio media sanción, ya sabemos de qué bolsa dispone el ejecutivo para repartir.

Las transferencias al sector privado serán de $ 5.119.303.600.000 ó $ 5,1 billones. En dólares ($ 290=US$ 1) son US$ 17.652.771.034.- (diecisiete mil seiscientos cincuenta y dos millones setecientos setenta y un mil treinta y cuatro dólares). Fuente: página 82 del Mensaje al Congreso s/ Presupuesto 2023.

Se subdivide en transferencias a unidades familiares, a instituciones sin fines de lucro y a empresas privadas. Acá ocurre algo curioso. Hay un detalle del primer (familias) y tercer (empresas) subrubros y nada dice ni en todo el mensaje ni en todos los anexos de los destinatarios privados sin fines de lucro.

Las transferencias a unidades familiares son las jubilaciones y pensiones (el monto más importante) pero también incluye otro tipo de partidas como la AUH, las indemnizaciones a ex presos políticos, o el plan Alimentar. Las distingue en que el Estado le paga directamente a una persona, a la cual identifican con nombre y apellido. Saben a quién le pagan (*). Sobre el monto en cada una de las partidas existe un detalle.

A continuación del cuadro, en la página siguiente, hay también un detalle de a qué compañías o por qué razón se les abonan $ 1.688.740.900.000. Transcribo páginas 82 y 83:

En orden de relevancia le siguen la asistencia a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (85,0% del total de las transferencias corrientes a empresas privadas). Entre las transferencias corrientes al sector público se destacan las correspondientes a provincias y municipios, a universidades nacionales, a la empresa nacional Energía Argentina S.A., al Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, a Operador Ferroviario S.E., al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT), al Fondo Fiduciario para Subsidios a Consumos Residenciales de Gas Licuado de Petróleo (Ley N° 26.020), y a las empresas Aerolíneas Argentinas S.A. y Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AYSA S.A.), 

De los $ 350 mil millones a asociaciones civiles, fundaciones, cooperativas, ni palabra. Ese dinero es el que los diputados y senadores habilitan a cada uno de los ministerios a transferir a su gusto. Puede ser la Fundación Huésped, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, o la Cooperativa “Reciclados” Limitada.

Transferencias a Familias

El ANSES presenta un presupuesto por separado. Allí queda claro que sólo una parte de sus gastos va a pagar jubilaciones y pensiones (lo que debería ser el foco del sistema y la razón de su existencia).

Los pagos de jubilaciones y pensiones debería ser el único destino de los aportes y contribuciones más los impuestos destinados a tal fin. El resto de los pagos (hijos, salario familiar, familia numerosa) no debería provenir de los recursos previsionales, sino contar con su propia financiación. Los desvíos de esos fondos son una de las razones (no la única) de las bajas jubilaciones.

Éstas son:

    1. Informalidad laboral del 50%
    2. Salario real de U$D 250 promedio, con aportes y contribuciones proporcionales.
    3. Destino de parte de los fondos recaudados a financiar al tesoro nacional.
    4. Destino de parte de los fondos recaudados a beneficios de acción social ajenos a la previsión.
    5. La incompetencia general de toda la clase política, sin distinción de partidos, aunada a la corrupción, que llevó el salario promedio de US$ 860 durante el gobierno de Menem a menos de un tercio de ese valor en la actualidad. La destrucción del nivel de vida de los argentinos es todo mérito de nuestros políticos.
ANSES

La información que transcribo a continuación proviene del presupuesto del ANSES 2023.

Presupuesto total: $ 12.975.774.688.833

El gasto de pago de personal y gastos generales es inferior al 1% del total administrado (bien).

Transferencias a terceros: $ 11.637.755.380.739. Algo de este gasto lo vimos la semana pasada (aquí). Veamos dentro de estos números.

  • Prestaciones previsionales régimen de reparto (**) (P. 19)         $ 5.527.554.904.725
  • Prestaciones previsionales régimen de moratoria (P. 19)             $ 3.261.787.503.604
  • Subsidios tarifas de servicios a jub. y pens. +
    pago por fallecimiento (“contención familias”) (P. 29)                 $      3.101.500.611
  • Subsidio desempleo       (P. 32)                                              $    15.592.508.798
  • Asignaciones familiares (***) (P. 34)                                        $ 1.506.293.432.845
  • Asignaciones familiares (****) (P. 37)                                      $    592.260.392.426
  • Pensiones Ex-Combatientes [Malvinas] (P. 56)                           $      57.597.149.853
  • Ley Nº 26.913 ex-presos políticos  (P. 56)                                $        9.320.836.494
  • Pensión adulto mayor a 65 sin cobertura (P. 60)                        $    214.030.525.080
  • Pensiones graciables otorgadas por legisladores (P. 63)               $      42.646.341.392
  • Familias numerosas (siete hijos o más) (P. 63)                           $     239.382.728.720
  • Soporte primeros 1000 días de vida                                        $       15.416.511.005
  • Transferencias al INSSJyP (PAMI) y a “fundaciones” (P. 73)         $     329.729.620.000

No desagregué todos los rubros. Algunos por ser montos pequeños, otros por ser transferencias a otras cajas previsionales.

Las prestaciones previsionales originarias son de $ 5.527.554.904.725 ó $ 5,5 billones. La recaudación del ANSES por aportes y contribuciones es de $ 6.226.352.551.000. Por lo que ese dinero permitiría un aumento de las jubilaciones actuales, aún con los problemas del sistema enumerados (informalidad del 50% y sueldos miserables de U$D 250) si esos fondos no se distrajeran a otros destinos (como el pago del eufemismo «moratoria»).

Debemos agregar que los ingresos tributarios con destino específico de jubilaciones y pensiones es de $ 3.925.798.640.000 y el rendimiento del fondo administrado es de $ 514.482.326.224.

El total de ingresos por: a) contribuciones y aportes, b) tributos con destino específico, c) rendimiento del fondo “de garantía de sustentabilidad” suma $ $ 10.666.633.517.224,00.

Esto, aún si le restamos un 1% para la administración del sistema (personal y gastos generales), existe una oportunidad de aumentar las jubilaciones y pensiones originarias (****) en un 90%.

Digo esto con total responsabilidad, ya que entiendo que las jubilaciones y pensiones por moratoria son una pensión por vejez encubierta. La pensión por vejez y los gastos por salarios familiares de todo tipo (con los que estoy de acuerdo) deberían ser financiados en base a presupuestos ajenos (*****) al ANSES —más allá que la entidad pueda continuar con la responsabilidad administrativa— y bajo ningún punto de vista deberían distraerse fondos que tienen por único fin el pago de jubilaciones y pensiones.

Los diputados y senadores, en un futuro, deberán ser más celosos en revisar las partidas que el poder ejecutivo solicita administrar. Así, como estamos, existen gastos superfluos, los montos destinados al pago de intereses son desproporcionados, existen duplicaciones de oficinas y partidas. En algún momento, se debe trabajar con algún grado de seriedad.

Y dejar de usar a los jubilados como variable de ajuste.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

(*) Puede haber algún tipo de fraude (fallecidos no informados, altas de personas inexistentes o que desconocen haber sido listados, beneficiarios que no merecen el beneficio), pero convengamos que el porcentaje sobre el total, no puede ser un gran número.

(**) Jubilaciones y pensiones.

(***)

Asign. Fam. Trab. Activos          $ 592.260.392.426

Asign. Fam. Trab. Pasivos          $ 203.598.268.550

Asign. Universal                       $ 684.360.063.522

Asign. Fam. Trab. Sector Públ.   $   26.074.708.347

(****) Incluye otro tipo de pagos, algunas por única vez como: prenatal, por nacimiento, por adopción, por maternidad, por matrimonio; y otros recurrentes como: por hijo discapacitado, por ayuda escolar anual o asignaciones familiares a monotributistas.

(****) Denomino “originarias” al sistema existente antes de que Massa introdujera la “jubilación por moratoria” durante el gobierno de Néstor Kirchner.

(*****) Cantidad de Beneficiarios por beneficio.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

Mensaje Presupuesto 2023

https://www.economia.gob.ar/onp/documentos/presutexto/proy2023/mensaje/mensaje2023.pdf

Presupuesto ANSES 2023

https://www.economia.gob.ar/onp/documentos/presutexto/proy2023/jurent/pdf/P23E850.pdf

 

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http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/perlas-del-presupuesto-2023.html

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Santiago González ( @gauchomalo140)

http://restaurarg.blogspot.com/2018/08/la-iglesia-y-las-fundaciones-sin-fines.html

Los trabajadores y el ANSES

http://restaurarg.blogspot.com/2022/01/los-trabajadores-y-el-anses.html

 

Artículo publicado el 29/10/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/perlas-del-presupuesto-ii.html

SIN PROYECTO NO HAY FUTURO

Juan Carlos Neves*

Parte I: la situación

Año tras año, gobierno tras gobierno, la Argentina acumula fracasos y frustraciones hasta el punto de llevarnos a dudar de nuestra capacidad de salir de una pendiente descendente que parece no tener fin. Quizás una de las evidencias más fuertes de esta situación es la sensación de pérdida del orgullo nacional que se manifiesta en el dolor de ver a nuestros hijos alejarse del terruño en busca de mejores horizontes, mientras nos embarga el sentimiento ambiguo de tristeza por su alejamiento y satisfacción porque suponemos que disfrutarán de un futuro mejor. Y eso debería llevarnos a una profunda rebelión interior que se manifieste en un esfuerzo físico, intelectual y espiritual por elaborar un proyecto capaz de devolvernos el orgullo de ser ARGENTINOS. Así, con mayúsculas.

La falta de un proyecto ha sido un rasgo distintivo de los gobiernos que nos condujeron en las últimas décadas. Retomamos la senda institucional en 1983 escuchando que teniendo democracia todo lo demás vendría por añadidura. Error. La democracia, como dolorosamente comprobamos año tras año, es condición necesaria pero no suficiente.

Para no remontarnos demasiado al pasado repasemos nuestras dos últimas experiencias gubernamentales, la de Cambiemos y la del Frente de Todos, actualmente en curso.

¿Cuál era el proyecto de la alianza Cambiemos? Su líder proclamaba que su partido, el PRO, no tenía ideología y que su sola presencia y su historia como empresario atraería una lluvia de capitales y abriría el crédito internacional. La lluvia de inversiones nunca llegó, quizás porque su historia empresarial no era demasiado convincente pero más probablemente porque los inversionistas no atienden tanto a la personalidad de los gobernantes como a los proyectos sustentables y creíbles que presentan. El crédito, en cambio, se abrió y fluyó generoso hasta que los prestamistas vieron que el deudor había llegado a su límite de pago y allí terminó la historia. Solo el FMI, prestamista de última instancia, abrió entonces su billetera aportando el mayor crédito de su historia que se malgastó para mantener el valor del dólar y permitir que se cambiara libremente hasta que se agotó la divisa, dejándonos una deuda absolutamente impagable. ¿Pensaba seriamente la dirigencia de Cambiemos que podía conducir el país con el endeudamiento internacional como única política de Estado y sin proyecto visible? Si fue así, se equivocó y lo hizo hasta tal punto que perdió las siguientes elecciones presidenciales dejando al país en manos de los Fernández, un caso único de una dupla gubernamental compuesta por un presidente designado por su vice a quien previamente había vituperado hasta el agravio.

El Frente de Todos llegó al gobierno sin proyecto, sin plan económico y sin coherencia ni unidad interna. La convivencia entre un partido de centro derecha nacionalista como el justicialismo y un sector con ideas de izquierda revolucionaria como la agrupación “La Cámpora” de Cristina Fernández se hace difícil y provoca choques día a día. Agréguese a esta mezcla, la agenda propia de la vicepresidente para escapar de sus múltiples procesamientos y la de Sergio Massa, presidente de la Cámara de diputados, con su propia búsqueda de poder, y queda configurado un esquema caótico e inviable.

Por designios ajenos a la voluntad de los hombres la pandemia le brindó al gobierno entrante la oportunidad de llevar adelante sus planes basados en emitir sin frenos, promover el consumo, subsidiar a personas y empresas y congelar precios y servicios. Para ello eligió mantener una cuarentena interminable que le brindó la ventaja adicional de un funcionamiento virtual y precario del Congreso y la Justicia.

El resultado fue brutal. Quiebre masivo de empresas, millones de nuevos desocupados, incremento de la pobreza y la mayor caída del PBI de la historia argentina y de la comunidad de naciones democráticas. Agreguemos unas perlitas para satisfacer a los sectores más radicalizados tales como liberar miles de delincuentes presos, intentar expropiaciones, promover ocupaciones de tierras y propiedades y tratar de avanzar contra la justicia, las que chocaron con la manifestaciones pacíficas pero muy ruidosas de millones de ciudadanos.

De este modo el gobierno “kirchnerista” y populista de los Fernández logró ubicar a la Argentina en el peor de los mundos. Un “mundo” con más de nueve millones de contagiados de coronavirus y más de 129.000 muertos por la enfermedad, combinado con una economía destruida y una deuda impagable. Si faltaba una demostración para probar que ignorar los principios económicos básicos conduce al desastre, el gobierno tuvo la más clara de las evidencias. Por ello hoy se enfrenta a la necesidad de hacer lo que se denomina “un ajuste ortodoxo clásico” lo cual echa por tierra todo lo que venía pregonando.

El precio de ese ajuste lo pagarán los jubilados, la clase media y también la clase alta. Los trabajadores formales y los informales. Todos seremos un poco más pobres y tendremos peor calidad de vida y no será enteramente por la pandemia sino fundamentalmente por la forma en que el gobierno la enfrentó, buscando obtener rédito político de una situación que exigía grandeza para asegurar la supervivencia y el bienestar social.

Para el gobierno, las consecuencias de la necesidad de ajustar se sentirán en votos perdidos y rechazo social. Pero luego de arrastrarse hasta el final de su mandato o hasta que el humor social lo permita, comenzará el mayor de los desafíos: cómo reconstruir un país tan golpeado en su economía, en su auto valoración y en su confianza. Y la única respuesta a este planteo es construir un proyecto que nos aglutine y nos motive porque, sin proyecto no hay futuro.

Parte II: un proyecto

Al menos la mitad de los argentinos podría coincidir en la descripción de la situación presentada con algunas diferencias menores. El problema comienza cuando se trata de plantear soluciones porque cada definición implica una elección y cada elección resta a una parte del todo. Esa es una de las razones por la que la mayoría de los políticos evitan plantear planes y proyectos, para que la ambigüedad y la indefinición les permitan tratar de captar a todos los públicos y a todos los sectores. Recién después de que el elector pagó por su candidato con su voto, sabrá lo que realmente ha comprado.

Asumiendo el riesgo, afirmamos que desde el partido Nueva Unión Ciudadana y el espacio político más amplio  de la Nueva Unión Patriótica Federal, que aspira a sumar partidos nacionalistas, patrióticos e identificados con la centro derecha nacional de todo el país, tenemos un proyecto que presentamos para el debate como una alternativa. Es perfectible, inaceptable para algunos y posible para muchos otros, pero, en todo caso, es una opción clara para el que quiere participar en política conociendo el terreno que pisa.

Trataremos de plantearlo en la síntesis que permite una carilla y media.

Comenzamos por nuestra visión antropológica del ser humano concebido como producto de la voluntad de Dios a través de una creación evolutiva que le otorga libre albedrío y trascendencia.

Continuamos con la agrupación de los seres humanos en comunidades que desarrollan a lo largo del tiempo historia, valores, tradiciones y cultura común hasta constituirse en naciones.

Es beneficioso que esas naciones tengan lugares de coordinación y debate como las Naciones Unidas para promover la paz mundial y discutir los grandes temas de un mundo intercomunicado pero de modo alguno concebimos una autoridad supranacional y global que destruya o inhabilite la identidad de las naciones.

Visualizamos a la Argentina como una nación celosa de su soberanía que se integre en la comunidad internacional con tratados regionales y con posturas independientes que atiendan al derecho internacional sin alinearse con ningún poder de la tierra y comerciando con todas las naciones del mundo en función del interés nacional. Nuestro proyecto para un país soberano entiende que no se debe ceder soberanía a organizaciones internacionales, no se deben constituir parlamentos supranacionales, no se deben permitir condicionamientos a nuestra política exterior ni firmar tratados que no se atengan a las normas de nuestra Constitución Nacional. Es esencial la construcción de Fuerzas Armadas bien equipadas y entrenadas y de una industria para la defensa tecnológicamente avanzada para garantizar la defensa de nuestras cuantiosas riquezas y el control de nuestras fronteras marítimas, aéreas y terrestres.

La Argentina del futuro debe estar bien integrada a nivel físico, virtual (redes de comunicaciones), económica y afectivamente en sus 24 jurisdicciones.

La educación es un pilar de nuestro modelo y no solo se trata de impartir conocimientos sino de formar ciudadanos responsables y jóvenes con mentalidad de emprendedores.

Nuestros planes prevén una mejor distribución de la población desarmando la red de “villas miserias” y asentamientos, con habitantes que son clientes políticos cautivos, mediante planes de construcción de viviendas en todo el país. Asimismo, en una nación con una densidad poblacional de apenas 16 habitantes por kilómetro cuadrado prevemos incentivar el crecimiento poblacional y perseguir el aborto con toda la fuerza de la ley.

Demás está decir que la Argentina del futuro debe recuperar la confianza de inversores genuinos con políticas serias y estables pero el primer paso es recuperar la confianza de los propios argentinos, que en defensa propia ocultan sus ahorros y eluden la presión fiscal, pues no ven traducidos sus aportes en servicios ni en obras esenciales.

El modo de producir riqueza será trabajar, trabajar y trabajar, llevando a quienes reciben planes sociales a efectuar cursos obligatorios que los transformen en personal capacitado para el trabajo fecundo.

Una de las bases del desarrollo es terminar con la antinomia campo versus industria. En nuestro proyecto, el gobierno debe facilitar la producción agropecuaria, que es la primera productora de divisas y promover la industrialización de la Argentina pues es de ese sector que surgirán los nuevos puestos de trabajo. La construcción de autopistas inteligentes, aeropuertos, obras energéticas claves como la represa del Paraná Medio que puede proveer tanta energía como toda la que actualmente se produce en el país, la finalización de las redes incompletas de agua y cloacas, son obras con mano de obra intensiva que pondrán a trabajar a millones de argentinos.

Es esencial que la Argentina vuelva a construir barcos, trenes y aeronaves, facilitar la creación de empresas mercantes marítimas y fluviales para transportar el producto del trabajo nacional.

También nuestro proyecto pone el énfasis en la economía del conocimiento que es mucho más que el desarrollo de las industrias del software pues refiere al desarrollo de patentes de todo tipo, particularmente en las áreas avanzadas en que la Argentina ha logrado un “know how” (saber cómo hacer) entre las que tenemos la energía nuclear y la industria aeroespacial.

Parafraseando a Guillermo Laura, un preclaro argentino que se adelantó a su tiempo, decimos que la escala de las propuestas debe ser proporcional a la magnitud de los problemas y por eso debemos pensar en trabajar y producir a lo grande, generando un desarrollo y un crecimiento de tal magnitud que las deudas se minimicen y el equilibrio fiscal se logre por una recaudación basada en el aumento de la actividad y no en el ajuste y el aumento de los impuestos.

La clave para la ejecución práctica del proyecto está en la utilización del poder sin temores ni inhibiciones. Dejarse atar las manos por los movimientos de izquierda y pseudo progresistas que utilizan la cuestión de los derechos humanos como herramienta para impedir la acción de la justicia, permitir el vandalismo y los piquetes y fomentar el divisionismo y el resentimiento social es dejarse inocular un veneno que destruye a la sociedad. Hace falta mano firme para defender la vida, perseguir el delito y ser implacable con la corrupción en todos los órdenes sociales empezando por el ámbito de la política.

El proyecto debe implementarse estableciendo metas de corto, mediano y largo plazo. El consenso y la continuidad se obtendrán cuando la población perciba las mejoras en el nivel de vida, particularmente en el índice de Desarrollo Humano. La construcción de escenarios estratégicos para fijar los objetivos futuros es una de las herramientas fundamentales de nuestra planificación.

Sería muy útil que las distintas fuerzas políticas presentaran proyectos que vayan más allá de la coyuntura financiera o de las torpes maniobras para mejorar la distribución del ingreso creando una creciente presión impositiva que solo sirve para frenar a las pocas áreas exitosas que aún nos impulsan.

Nosotros seguiremos proponiendo y trabajando incansablemente, con la fe puesta en Dios y en nuestro proyecto, por el bien de la Patria.

Buenos Aires, Argentina, noviembre de 2022.

 

* Contralmirante Retirado, Veterano de Guerra de Malvinas. Licenciado en Sistemas Navales. Master en Relaciones Internacionales. Master en Ciencias en Management. Presidente del Partido Nueva Unión Ciudadana.

ARGENTINA, QUÉ MOMENTO… UN GOBIERNO QUEBRADO

Juan Carlos Neves*

La dupla que compone el poder ejecutivo de Argentina presenta la singularidad de que el presidente, Fernández Alberto, fue escogido por la vicepresidenta, Fernández Cristina, que es quien tiene el poder político y territorial, lo que le permite detentar el poder real.

El proyecto que los unió fue una construcción típicamente de izquierda populista, con funcionarios provenientes de las llamadas «organizaciones sociales» que se apoyan en la creencia de que una emisión indiscriminada y volcada a financiar el consumo redunda en un círculo virtuoso, capaz de traer bienestar a las masas de desocupados subsidiados y sostenidos por el aporte estatal.

Pues bien, el proyecto ha fracasado.

No solo porque el modelo político demostró su inviabilidad por los choques del presidente y su vice, debido a los impiadosos ataques con que esta última trató de despegarse de los fracasos de la gestión, sino, y fundamentalmente, porque las variables económicas alcanzaron tal nivel de desborde que la caída del gobierno asomaba como inevitable.

En este punto, el gobierno de izquierda «nacional y popular” arrió sus banderas, inclinó la cabeza y entregó el manejo de la economía a Sergio Massa, socio menor de la coalición, que apunta a encarar un ajuste al más típico estilo ortodoxo para conformar al Fondo Monetario Internacional pero, sobre todo, para lograr sobrevivir.

Es posible y sumamente probable que en breve, las bases que apoyaron la llegada de los Fernández al gobierno, se rebelen contra esta nueva política absolutamente ajena a los postulados por los que votaron. Se teme que esta insatisfacción se dirima en las calles, donde ya se ven multitudinarias manifestaciones de detentadores de planes, que resultan insuficientes ante la flagrante inflación,  quienes por ahora organizan «piquetes» pacíficos pero capaces de interrumpir y alterar la vida cotidiana de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.

Sería aventurado pronosticar si el Ministro Sergio Massa podrá encauzar la situación económica pero lo que está fuera de toda duda es que el proyecto del Gobierno quebró y se derrumbó en sus posturas ideológicas y quedó palmariamente demostrado que las políticas de izquierda populista pueden servir para ganar una elección pero son inútiles si se trata de conducir un país a la prosperidad y el éxito.

Una oposición confundida

Cuando se habla de oposición en Argentina la referencia obligada es la coalición que gobernó entre los años 2015 y 2019 en el que fueron derrotados por el actual gobierno del «Frente de Todos». Esta coalición la constituyen esencialmente el tradicional partido Radical y el joven partido PRO, fundado por el ex presidente Mauricio Macri, más algunos socios menores.

Luego del triunfo que obtuvieron en las elecciones legislativas de medio término en el año 2021, los líderes de esta coalición denominada JUNTOS comenzaron a solazarse leyendo encuestas que les permiten suponer que regresarán al gobierno en las próximas elecciones presidenciales del año 2023.

Existen, sin embargo, dos elementos negativos que ponen en cuestión ese pronóstico.

En primer término los antecedentes próximos, ya que JUNTOS estuvo lejos de satisfacer las expectativas en su anterior período de gestión en el que mantuvo una inflación elevada y creciente y aumentó los planes y subsidios. Además defraudó a quienes esperaban que terminara con el uso político de los derechos humanos, promovió leyes ajenas a sus bases como el proyecto de legalización del aborto y terminó contrayendo un préstamo de más de 40.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional que no dejó beneficios visibles pero sí una deuda impagable en el corto plazo que condiciona la política económica y social por largo tiempo.

En segundo lugar, la proximidad de una posible acceso al poder ha exacerbado las ambiciones personales de los líderes de la alianza JUNTOS, al punto que ya manifestaron su voluntad presidencial nueve posibles candidatos, quienes también han comenzado a atacarse y criticarse, solapada y a veces abiertamente, contribuyendo al rechazo de la ciudadanía a los devaneos de la llamada «clase política».

Sin embargo, lo que más confunde a la oposición son las contradicciones a la hora de decidir cuál es la mejor actitud para aprovechar este momento de  desconcierto del oficialismo. Mientras algunos líderes piensan que deberían salir a criticar y proponer alternativas, según el manual clásico de los opositores, otros especulan con que lo mejor que pueden hacer es permanecer quietos y callados, dejando que el gobierno se desgaste y derrumbe solo, de modo de no ser acusados de conspirar contra el país y sus instituciones ni exponer prematuramente sus planes y proyectos.

Lo cierto es que entre el gobierno que no sabe qué hacer y la oposición que no quiere exponerse, la Argentina camina a los tumbos, con un destino incierto y es lícito preguntarse que quedará de la otrora próspera nación cuando llegue la hora del recambio presidencial.

Otras alternativas

El oficialismo y la oposición han llevado sus diferencias a tal punto que hace tiempo se habla de que se ha creado una «grieta» entre ellos. Ya no se trata simplemente del enfrentamiento de dos modelos económicos o políticos. Las disputas se han personalizado y van acompañadas de denuncias judiciales en las que cada parte se apoya en los sectores de la justicia que le son afines y acusan al oponente de parcialidad y manipulación judicial. No basta con vencer al adversario, el odio es tal que es necesario destruirlo.

La ciudadanía imparcial tiende a creer toda denuncia de corrupción y el repudio a la «clase política» va ganando espacio en amplios sectores que sienten un rechazo generalizado y peligroso hacia los representantes de ambos sectores. Cabe preguntarse qué posibilidades de éxito puede tener quien gane las próximas elecciones si debe enfrentar desde el primer día una oposición despiadada y obstruccionista.

Es en este punto que resulta necesario observar la aparición de nuevas alternativas que fuera de la lógica de la “grieta” puedan atraer a los desencantados electores.

Anarquistas disfrazados de liberales

En el contexto descripto hizo su aparición Javier Milei, un economista que se manifiesta como anarco-capitalista y presenta propuestas extremistas y desmesuradas, tales como cerrar el Banco Central o dolarizar la economía.

Su estilo desenfadado y su perfil alejado de la apariencia de los políticos tradicionales, a quienes denomina «la casta», le permitieron un rápido ascenso ganando popularidad en sectores juveniles que se hacen llamar «libertarios».

Sin embargo, sus declaraciones desaforadas y carentes de sensibilidad, ya que llegó al extremo de afirmar que la compra venta de órganos debería ser una operación de mercado más, le han puesto un límite a su crecimiento y a sus aspiraciones.

Resulta impensable que tal personaje pueda llegar a sumar la masa crítica para ser presidente y es probable que aproveche los números que conserva en las encuestas para sumarse a una alianza con alguno de los sectores de la odiada «casta», a los que ha comenzado a eximir de culpas en sus flamígeros discursos.

La centro derecha. Nacionalista, patriótica y espiritual

La centro derecha, que es la derecha que acepta y participa del juego democrático, nunca ha tenido una oportunidad real en la Argentina.

Algunos pretendieron ubicar en ese espacio al partido de Mauricio Macri que se preocupó de aclarar en su discurso y en los hechos, cuan distante está del pensamiento de derecha. También se suele caratular en el espectro de la derecha a los partidos liberales, que en su rechazo a las nociones de soberanía económica, Patria y Estado, marcan una diferencia ideológica sustancial con los postulados de derecha.

Lo cierto es que en este momento histórico, podemos afirmar que está naciendo en Argentina un movimiento de centro derecha, patriótico, nacionalista y desarrollista que por primera vez está tratando de articular en una alianza a múltiples expresiones políticas que hasta el presente han competido en forma independiente y desorganizada.

Me permito afirmarlo con certeza porque el partido que presido, Nueva Unión Ciudadana, forma parte de ese intento de organización que aspira a presentar un candidato propio, ajeno a la «grieta», en las elecciones presidenciales de 2023.

La centro derecha y el nacionalismo han dejado de ser demonizados en el mundo, a pesar del esfuerzo que siguen haciendo los sectores de izquierda y los mal llamados «progresistas» para asimilarlos ideológicamente al nazismo o al fascismo.

Lo cierto es que el pensamiento y los postulados de derecha, sólidos y adaptados a los tiempos han alcanzado el poder en países tan importantes como Estados Unidos, de la mano de Donald Trump o en Brasil, bajo el gobierno de Bolsonaro. En la Unión Europea la centro derecha es mayoría en el Parlamento Europeo y compite con posibilidades en casi todos los países de Europa Central. Es tiempo de que en Argentina dejemos de lado los prejuicios y abramos el camino a la política de una alianza de centro derecha nacionalista que no se oculte tras eufemismos vergonzantes.

Los que queremos plantear seriamente esta alternativa sostenemos:

    • La fe en Dios, fuente de toda razón y justicia.
    • La defensa de la Patria, la soberanía y los valores nacionales.
    • La defensa de la vida, la familia tradicional y la educación pública.
    • Repudiamos y combatimos la corrupción moral y política.
    • Enfrentaremos la criminalidad y el narcotráfico con todas las fuerzas de la justicia, sin medias tintas, y con la firmeza con que solo puede hacerlo la derecha.
    • Apoyamos la producción nacional, agrícologanadera, e industrial, el desarrollo científico y la economía del conocimiento, fruto de la inteligencia y la creatividad de nuestros hombres y mujeres.
    • Estamos decididos a evitar que la Argentina caiga en las redes de las izquierdas comunistas, totalitarias y populistas.
    • Reivindicamos el accionar de nuestras Fuerzas Armadas, de seguridad y policiales como baluartes de nuestra Defensa y Seguridad Nacional.
    • Abrimos nuestro corazón a todos los pueblos del mundo de buena voluntad pero decididos a no atar nuestra bandera al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra.

Con estas premisas y un detallado programa de planes y proyectos, pronto se verá en el panorama político esta alternativa de centro derecha, nacionalista, patriótica, federal y plena de fe.

Argentina se enfrenta a un momento crucial de su historia contemporánea y es importante que los ciudadanos dispongan de todas las opciones, puedan votar buscando lo mejor para nuestra nación y no queden sometidos a la eterna e infructuosa búsqueda del «mal menor».

 

* Contralmirante Retirado, Veterano de Guerra de Malvinas. Licenciado en Sistemas Navales. Master en Relaciones Internacionales. Master en Ciencias en Management. Presidente del Partido Nueva Unión Ciudadana.

 

Artículo publicado originalmente el 12/08/2022 en Prisionero en Argentina, https://prisioneroenargentina.com/index.php/2022/08/12/un-gobierno-quebrado/.