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«EL PROYECTO DEL “GREATER ISRAEL»: EXPANSIÓN TERRITORIAL EN MEDIO ORIENTE Y SUS IMPLICANCIAS GEOPOLÍTICAS»

Don Juan de Eslavonia

Basado en las ideas principales del libro «Oded Yinon», del autor Mr. Frederick Michael Taikowski. 2016. Yinon: A Greater Israel. ISBN-10 ‏1539346498

 

Introducción

En los últimos meses, se ha renovado el debate en torno al denominado proyecto del «Greater Israel» —la idea de que el Estado de Israel persigue una expansión territorial que trasciende los límites reconocidos actualmente— y sus implicancias sobre la seguridad, la paz y la estabilidad en Medio Oriente. Algunos analistas argumentan que esta visión influyente, aunque polémica, ya está moldeando decisiones políticas, militares y demográficas que podrían redefinir las fronteras de la región.

Orígenes e ideas fundamentales

El término «Greater Israel» remite a varias corrientes ideológicas y geopolíticas:

  • Su génesis se vincula al sionismo temprano, con figuras como Theodor Herzl y otros que imaginaron un Estado judío que se extendiera más allá de las fronteras del Mandato Británico (1).
  • En la década de 1980 apareció el ensayo atribuido a Oded Yinon («A Strategy for Israel in the 1980s»), que propone la fragmentación de los Estados árabes próximos a Israel como una forma de garantizar su seguridad y dominación regional (2).
  • El análisis reciente sugiere que esta visión está tomando forma a través de asentamientos, políticas demográficas, control estratégico de recursos y consolidación territorial.

Las ideas principales que emergen de esa corriente pueden resumirse en:

  1. Expansión territorial: incorporar o controlar territorios más allá del «Israel de 1948» o de los «límites de 1967».
  2. Control estratégico de recursos naturales y rutas geográficas: agua, gas, petróleo, rutas marítimas, altitudes geográficas clave (3).
  3. Colonización, demografía y asentamientos: asegurar poblaciones judías, desplazar o marginar poblaciones no-judías, afirmar soberanía de facto (4).
  4. Fractura de los Estados árabes o debilitamiento de sus estructuras estatales: la lógica de «balcanización» del entorno árabe para aumentar la ventaja estratégica de Israel.
Planificación estratégica y estado actual

A través del prisma de la «planificación estratégica» se pueden observar varios componentes que aparecen repetidamente:

  • Actores involucrados: gobierno israelí, fuerzas armadas israelíes (Israel Defence Forces – IDF), colonos israelíes, élites políticas y económicas israelíes, y en algunos análisis aliados como EE.UU. o actores regionales tácitos.
  • Espacio geográfico y etapas de expansión: territorios palestinos (Cisjordania, Gaza), los Altos del Golán (Siria), zonas fronterizas con Líbano, y más allá según algunas interpretaciones (5).
  • Mecanismos estratégicos:
  • Infraestructura de asentamientos y colonos.
  • Políticas demográficas (incentivos para judíos, restricciones para palestinos).
  • Acciones militares y presencia en zonas ocupadas o en disputa.
  • Control de recursos naturales (agua, gas, petróleo).
  • Diplomacia, propaganda, alianzas estratégicas (por ejemplo, con países árabes que normalizaron relaciones) (6).
  • Fines declarados o inferidos: asegurar una posición de seguridad reforzada, expandir la soberanía territorial, transformar el entorno estratégico de Israel para reducir amenazas fronterizas, aprovechar recursos naturales.
  • Estado actual de implementación:
  • En diciembre de 2024, el gobierno de Israel anunció un plan para duplicar la población israelí en los Altos del Golán, territorio ocupado desde 1967 y anexado en 1981 (no reconocido internacionalmente) (7).
  • En Julio de 2025, se filtró un debate de políticos israelíes de ultraderecha sobre convertir la Franja de Gaza en un mega-resort para israelíes, desplazando a la población palestina (plan «Gaza Riviera») (8).
  • Situaciones de demolición de viviendas, ampliación de asentamientos, declaraciones de líderes israelíes en apoyo de la visión de «Greater Israel» (9).
Implicancias geopolíticas, sociales y éticas
  • Soberanía y derecho internacional: la ocupación y anexión de territorios (Golán, Cisjordania, Gaza) plantean retos en cuanto a la legislación internacional (Convención de Ginebra, resoluciones de la ONU) (10).
  • Desplazamiento y derechos humanos: los planes de asentamiento, demografía y desarrollo apuntan a cambios profundos en la composición poblacional, lo que genera acusaciones de limpieza étnica o desplazamiento forzado (11).
  • Inestabilidad regional: una estrategia de expansión tan ambiciosa incrementa el riesgo de guerras prolongadas, conflictos múltiples y reacción de alianzas árabes, iraníes o de otros actores externos.
  • Dimensión económica y de recursos: el control de agua, gas, petróleo, rutas comerciales y asentamientos costeros tiene un impacto directo en la economía regional, en la dependencia de Israel y en la geopolítica de recursos (12).
  • Implicaciones internas para Israel: si bien sectores israelíes promueven esta visión, también enfrenta desafíos de legitimidad internacional, costos militares y tensiones demográficas internas (por ejemplo, entre judíos y ciudadanos árabes israelíes) (13).
¿Hacia dónde va el proyecto?

El proyecto «Greater Israel», si bien no ha sido declarado oficialmente en todos sus detalles por el Estado israelí como un plan único y formal, aparece con fuerza en declaraciones, políticas de asentamientos, demografía y diplomacia. Por ello, cabe plantear dos escenarios:

  1. Escenario de consolidación: Israel consolida territorios ya ocupados, expande asentamientos, incrementa control de recursos y estabiliza sus fronteras, sin necesariamente una expansión masiva hacia Siria, Egipto o Irak.
  2. Escenario de ambición ampliada: llevando la visión más allá de 1967, hacia Siria oriental, el valle del Jordán, zonas de Líbano o incluso Irak como algunos análisis sugieren. Este escenario incrementaría la tensión regional dramáticamente y requeriría recursos, alianzas y riesgos aún mayores.
 Conclusión

El llamado proyecto del «Greater Israel» representa más que una idea geográfica: es una matriz estratégica que combina demografía, control territorial, recursos naturales, infraestructuras y poder militar-diplomático. Aunque su ejecución total esté lejos de alcanzarse —y esté sujeta a interpretación, oposición internacional y realidades políticas—, los síntomas de su implementación ya son visibles: asentamientos, política de población, incursiones militares, proyectos de desarrollo en territorios disputados.

Para la comunidad internacional, los medios y los investigadores, resulta clave vigilar los indicadores de expansión: nuevas anexiones, incentivos demográficos, control de recursos estratégicos, cambios en fronteras de facto y el efecto en la población local. A medida que la normalización diplomática entre Israel y los países árabes avanza, también se abren oportunidades para que esta visión se traduzca en políticas de Estado o en dinámicas regionales que transformen el mapa del Medio Oriente.

El análisis exige no solo ver los hechos militares o diplomáticos, sino comprender esta arquitectura estratégica global que vincula lo territorial, lo demográfico, lo económico y lo ideológico. Y preguntarse: ¿qué resistencias se movilizan?, ¿cómo responderá la comunidad internacional?, ¿qué impactos tendrán estas dinámicas en las poblaciones locales y en la estabilidad regional?

 

Fuentes principales

(1) BBC Mundo. 5 noviembre 2017. Los otros lugares contemplados para un Estado judío antes de la creación de Israel en territorio palestino. https://www.bbc.com/mundo/noticias-41857911

(2) Fossati, D. J. (2020). El Plan Yinon como estrategia de conformación del «Gran Estado de Israel» en la búsqueda de su espacio vital. http://cefadigital.edu.ar/handle/1847939/2492

(3) geopol21.com. Mapa de los recursos estratégicos de Israel y Palestina, 07/06/2024, https://geopol21.com/mapa-de-los-recursos-estrategicos-de-israel-y-palestina/

(4) www-hrw-org. Un umbral cruzado. Las autoridades israelíes y los crímenes de apartheid y persecución, 27/04/2021, https://www-hrw-org.translate.goog/report/2021/04/27/threshold-crossed/israeli-authorities-and-crimes-apartheid-and-persecution?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc.

(5)- www.bbc.com. Conflicto israelí-palestino: 6 mapas que muestran cómo ha cambiado el territorio palestino en las últimas décadas, 16/09/2020, https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54162476

(6) www.valladoliddigital24horas.com. ¿Por qué han callado históricamente los países árabes sobre Gaza y siguen sin darle apoyo? 20/09/2025 https://www.valladoliddigital24horas.com/por-que-han-callado-historicamente-los-paises-arabes-sobre-gaza-y-siguen-sin-darle-apoyo/

(7) cnnespanol.cnn.com. Eugenia Yosef y Nadeen Ebrahim Gobierno de Israel aprueba plan de Netanyahu para expandir asentamientos en los Altos del Golán ocupados https://cnnespanol.cnn.com/2024/12/15/mundo/israel-netanyahu-asentamientos-altos-golan-trax

(8) www.theguardian.com. El plan filtrado de la «Riviera de Gaza» es rechazado por considerarlo un intento «insensato» de encubrir una limpieza étnica. 15/12/2024, https://www.theguardian.com/world/2025/sep/01/leaked-gaza-riviera-plan-dismissed-as-insane-attempt-to-cover-ethnic-cleansing

(9) www.ohchr.org/es. Israel debe poner fin a los asesinatos y las demoliciones de viviendas en la Ribera Occidental ocupada. 15/07/2025. https://www.ohchr.org/es/press-briefing-notes/2025/07/israel-must-stop-killings-and-home-demolitions-occupied-west-bank

(10) ONU A/RES/ES-10/24 Asamblea General 18 de septiembre de 2024 https://docs.un.org/es/A/RES/ES-10/24

(11) www.aa.com.tr. La ONU recuerda que el desplazamiento forzado es una «limpieza étnica». 05/02/2025. https://www.aa.com.tr/es/pol%C3%ADtica/la-onu-recuerda-que-el-desplazamiento-forzado-es-una-limpieza-%C3%A9tnica-/3473182

(12) www.realinstitutoelcano.org. Enrique Feás. Los efectos económicos y geopolíticos de la guerra de Gaza. 09/10/2023. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/los-efectos-economicos-y-geopoliticos-de-la-guerra-de-gaza/

(13)- www.cidob.org. Moussa Bourekba, investigador principal, CIDOB y Francis Ghilès, investigador sénior asociado, CIDOB. Las Tres Consecuencias Inevitables del Conflicto Entre Israel y Gaza, 11/2023, https://www.cidob.org/publicaciones/las-tres-consecuencias-inevitables-del-conflicto-entre-israel-y-gaza

«Oded Yinon», del autor Mr. Frederick Michael Taikowski. 2016. Yinon: A Greater Israel. ISBN-10 ‏1539346498.

 

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LA DERROTA DE ISRAEL

Roberto Mansilla Blanco*

¿Qué lecciones nos deja el segundo aniversario del comienzo de la tragedia de Gaza iniciada el 7 de octubre (7-O) de 2023? Varias, a juzgar por lo acontecido en estos dos años. La mayor parte de ellas, inquietantes. Asistimos a un genocidio en vivo y directo ante las pantallas de la televisión y las redes sociales contra una población (Palestina) cometido por un Estado (Israel) cuyos ancestros precisamente sufrieron lo que se ha denominado como «holocausto». Aquí observamos una clave relevante: la desmemoria de la sociedad israelí, indiferente ante el sufrimiento de sus vecinos.

Esta tragedia de Gaza ocurre igualmente ante la indiferencia, la inoperancia y el cinismo de los gobiernos, organismos y de la opinión pública mundial. A diferencia de los genocidios anteriores (armenio, judío, camboyano, ruandés, etc.) nadie puede decir ahora que «no lo sabía». El de Gaza es un genocidio público y notorio. Pero mirar para otro lado, como han venido realizando muchos gobiernos y personas, demuestra el manto de complicidad con los verdugos.

Dos años después del 7-O son ya 67.000 los muertos en Gaza, entre ellos más de 20.000 niños y niñas. La destrucción del territorio gazatí en aras del proyecto supremacista del Gran Israel hace recordar tiempos que pensábamos superados. La retórica criminal por parte de las más altas autoridades israelíes justificando este genocidio contra los palestinos retrata la naturaleza de una sociedad enferma, indolente y retaliativa que no parece querer aprender de la historia.

Pero Gaza 2025 también demuestra otra realidad que tardará en ser asumida: el mito de Israel como democracia, como sociedad moderna y civilizada, como potencia militar. Un mito que en los 77 años desde su creación llegó a asentarse cómo irrefutable pero que hoy demuestra, cuando menos, su inmoralidad. Hoy observamos que Israel no es una víctima sino un verdugo y un agresor. En 2025, Israel atacó hasta seis países de Oriente Medio (Palestina, Siria, Líbano, Irán, Qatar y Yemen) sin lograr ninguna victoria significativa.

En medio de las ruinas y de la destrucción de Gaza, Israel no ha alcanzado ninguno de los objetivos que justificaron esta criminal invasión del 7-O. No solo Hamás sigue en pie y con secuestrados israelíes en su poder, sino que ahora incluso un gobierno tan proisraelí como el de Donald Trump en EEUU se ve incómodo ante la deriva genocida de Netanyahu.

Hamás no está derrotado militar y políticamente. Trump de alguna forma los ha reconocido como un interlocutor al enviarles su propuesta de paz y esperar una respuesta, hasta ahora condicionada por el movimiento islamista. Esto ha obligado a Israel negociar con emisarios de Hamás en Egipto para intentar alcanzar un alto al fuego que una hipócrita comunidad internacional ahora clama a los cuatro vientos como necesaria cuando hasta hace poco seguía sosteniendo el «legítimo derecho de Israel su defensa», mirando para otro lado mientras miles de gazatíes pagaban con su vida este descaro. Ver niños morir de hambre o masacrados por los soldados israelíes es un espectáculo dantesco que «hay que parar», como indicaba un comunicado de la Unión Europea, en una clara actitud expiatoria que no oculta su complicidad con los hechos.

A esto hay que añadirle otro factor que explica por qué Israel está moralmente derrotado: el desprecio y oprobio de los ciudadanos de a pie a nivel mundial. Son cada vez menos los que creen en la retórica de Netanyahu y de sus cómplices sobre el antisemitismo, el holocausto, la culpa de Hamás del 7-O, los terroristas, la mano de Irán, etc. En decenas de ciudades y capitales a nivel mundial, cientos de miles de personas salen a manifestar por Palestina. Inesperadamente, Gaza resucitó aquella semilla del «No a la Guerra» del 2003 en Irak. Hoy Palestina está en todos lados como un clamor de humanidad ante la barbarie israelí.

Esta renovación de la movilización ciudadana a nivel mundial clama por sanciones contra un Israel que se oculta en el manto de impunidad que le brinda EEUU. Incluso una flotilla humanitaria y solidaria rumbo a Gaza fue reprimida por soldados israelíes bajo torturas y amenazas. Ya ni siquiera los israelíes pueden ir tranquilamente a otros países de vacaciones, de negocios, etc. El legítimo bullying contra su presencia está garantizado. La Vuelta Ciclista a España fue el primer gran evento de boicot a nivel internacional contra Israel. Como se hizo con Rusia en 2022 a causa de la invasión a Ucrania, ya se habla de expulsar a Israel de las competiciones deportivas y artísticas (Eurovisión)

Lejos de sepultar Palestina argumentando ante una ONU vacía que «no habrá Estado palestino», Netanyahu y sus cómplices ejercieron un efecto contraproducente: multiplicaron las simpatías por Palestina y las antipatías por Israel. Unos 157 de los 193 países miembros de la ONU reconocen oficialmente al Estado de Palestina, entre ellos cuatro miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Francia, Gran Bretaña, Rusia y China). Pero Palestina sigue sin tener el reconocimiento oficial de la ONU porque el eje EEUU-Israel se encarga de dinamitar ese reconocimiento. El gobierno israelí manipula pagando US$ 42 millones a Facebook para «cambiar la narrativa a su favor».

El boicot a Israel comienza a ser una realidad tangible. Dentro de Israel vuelven las manifestaciones contra esta masacre, responsabilizando a sus líderes de esta atrocidad que atenta contra la dañada imagen de un país cada vez más aislado. Queda por ver si habrá algún mea culpa que no solo atañe a sus dirigentes.

A pesar de que el plan de Trump supone reforzar los intereses israelíes mientras busca hacer una paz para Palestina sin palestinos, dos años después Israel se encuentra ante su peor crisis existencial. La mayor parte de la sociedad no parece enterarse de la gravedad del momento. Pero Netanyahu y sus cómplices de este genocidio ya comienzan a observar que no son tan invencibles. Su megalómana y obsesiva visión supremacista del «Gran Israel» está dando paso a su mayor derrota ante el mundo.

Más allá de los intereses geopolíticos, de los negocios, etc., que seguirán existiendo, Israel comienza a ser observado como un paria, visto con incomodidad, con oprobio. Mientras la visión supremacista del «Gran Israel» sigue calando en una sociedad israelí cada vez más obnubilada, podríamos quizás especular con la posibilidad de que estemos asistiendo al prefacio de un inesperado «Estado fracasado» en el corazón del inflamado y volátil Oriente Medio, dependiente del apoyo de su principal interlocutor (EEUU) y de lobbies poderosos instalados en los principales centros de poder.

 

* Analista de Geopolítica y Relaciones Internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) y colaborador en think tanks y medios digitales en España, EEUU e América Latina. Analista Senior de la SAEEG.

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PALESTINA RESUCITA EL «NO A LA GUERRA»

Roberto Mansilla Blanco*

Qué fue del movimiento social de «No a la guerra» es una de las mayores interrogantes que nos deja la guerra de Ucrania iniciada en 2022 en cuanto a la actuación y presión por parte de los movimientos cívicos globales contra el belicismo y el armamentismo. En 2003 fueron numerosas las manifestaciones ciudadanas en EEUU y Europa contra la unilateral e ilegítima guerra de Irak, creando el germen de un movimiento ciudadano global que, más de dos décadas después, parecía invisible.

Pero el genocidio palestino en Gaza a manos israelíes parece verificar un revival del slogan del «No a la guerra», en este caso bajo el de «STOP Genocidio». En multitud de eventos deportivos y culturales e incluso con un legítimo «bullying» contra los turistas israelíes, los ciudadanos «de a pie» quieren manifestar su indignación por los más de 60.000 muertos, entre ellos más de 20.000 menores de edad; la destrucción del 90% de un territorio de 480 km2 donde desde hace décadas se hacinan casi dos millones de personas; y los proyectos de limpieza étnica y de expulsión de esos habitantes impulsados por el genocida gobierno de Netanyahu con el total apoyo de su irrestricto aliado, los EEUU de Trump. Incluso «STOP Genocidio» también ha agitado con fuerza en Israel y EEUU; en el caso israelí muy probablemente motivado por la indignación ante el descrédito de su imagen internacional.

Los gritos de «Palestina Libre» y «¡Palestina Vencerá!» vuelven a materializarse con el avance de la flotilla Global Sumud que pretende llevar a Gaza una ayuda humanitaria a la que Israel impide, de manera criminal, su ingreso a ese territorio. Y es que incluso con la ayuda humanitaria, Israel y EEUU son cómplices de este genocidio, expulsando a la ONU de Gaza para alzar una entidad de gestión de la ayuda que sirve de cebo para que los criminales soldados de la IDF israelí puedan matar aleatoriamente a civiles indefensos y hambrientos. No debemos olvidar que la ONU ya tiene calificado como «hambruna» la situación de Gaza.

La «talibanización» sionista y supremacista de los ultras religiosos y políticos que mandan en Israel y que defienden la colonización y erradicación de Palestina está permeando una sociedad alienada y ajena a una realidad que los indignados ciudadanos del mundo intentan revelar por sus propios medios de comunicación.

La rebelión ciudadana que en 2011 se materializó también en ese movimiento ciudadano de los «indignados» contra las élites hoy vuelve con fuerza por Gaza y por Palestina. Las creativas campañas a su favor implican un toque de atención contra una clase política inerte y cómplice de las horrendas imágenes que diariamente observamos de palestinos muriendo de hambre y siendo abatidos por soldados sonrientes, orgullosos de sus crímenes y que se mofan de ese sufrimiento.

En 2003 el «No a la guerra» no pudo evitar la guerra de Irak. Muy probablemente el «STOP Genocidio» de 2025 tampoco alcance su objetivo pero queda claro que los «indignados» contra la barbarie comienzan a despertar y a movilizarse, exigiendo responsabilidades y el final de la impunidad israelí.

 

* Analista de Geopolítica y Relaciones Internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) y colaborador en think tanks y medios digitales en España, EEUU e América Latina. Analista Senior de la SAEEG.