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¿REENCONTRARÁ —LA DIRIGENCIA OCCIDENTAL— EL SENDERO DE “LA PAZ WESTFALIANA” EN EL SIGLO XXI?

Heriberto Justo Auel*

“La celebración de la Paz de Münster el 18 de junio en el cuartel general de los ballesteros cívicos de Amsterdam” por Bartholomeus Van der Helst.

Si quieres la Paz, prevé la guerra”

Flavio Vegecio Renato (S. IV a. C.)

No hay otro camino para guardar la paz, que estar preparado para la guerra”

Nicolás Maquiavelo (1469-1527)

“Si quieres la Paz, conoce a la guerra”

Gastón Bouthoul (1896-1980)

 1. La Paz de Westfalia.

2. La Geopolítica de la Paz.

3. El choque de las culturas.

4. Candidatos “globalistas” —palomas— y candidatos “contrarrevolucionarios” —halcones—.

 

1. La Paz de Westfalia

La Paz de Westfalia se alcanzó con los tratados de Osnabrück y Münster de 1648, en la región histórica de Westfalia. Con ellos finalizó la “Guerra de los Treinta Años” en Alemania y la “Guerra de los Ochenta Añosentre España y los Países Bajos. En ellos actuaron el Papado, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico —Fernando III de Habsburgo— las Monarquías de España, Francia, Suecia y las Provincias Unidas —Países Bajos— y los Electores de Brandeburgo y de Sajonia.

Dio lugar al primer congreso diplomático moderno e inició un “nuevo orden” en Europa Central, basado en el concepto de soberanía nacional. Estableció el principio de que la “integridad territorial” es el fundamento de la existencia de los estados, frente a la concepción feudal de que territorios y pueblos constituían un patrimonio hereditario. Por esta razón, marcó el nacimiento del Estado Nación.

Existe —entre los politólogos y estrategas teóricos occidentales— una fuerte sospecha de que el fin de la Guerra Fría —1989/91— daría lugar a un “nuevo orden” —homólogo al “westfaliano”— que ya presentaría algunos indicios de existencia. En ese ámbito, la guerra en acto entre Rusia/Ucrania vendría a constituirse en  el “catalizador” de ese eventual “nuevo orden internacional”.

Zygmunt Bauman —reconocido sociólogo y filósofo polaco-británico fallecido hace cinco años— fue quien describió a la presente situación social como “modernidad líquida”, concepto que bien puede trasladarse al acelerado desarrollo geopolítico internacional, impulsado por la emergencia de nuevas grandes potencias.

Al respecto, la duda —de quienes exploran nuestro futuro— se plantea cuando analizan las características de los liderazgos actuales que deberían recorrer una senda equivalente a la de la “Paz Westfaliana”. El “orden multilateral” ha sido reemplazado por un impreciso “orden multipolar” de alianzas o asociaciones entretejidas entre amigos/enemigos de conveniencia, solo confiables mientras el amigo/enemigo sirva para algo.

La polarización central está planteada —como ayer-— entre el mundo “telurocrático” y el “talasocrático”, que hemos desarrollado en el 2021 (1) y (2). Estos realineamientos han llevado a “Ella” —nuestra comandante castro-chavista— al intento fallido de pretender un salto de garrocha cultural imposible, hacia el mundo asiático —como una forma más de sus numerosos intentos de evasión— ante las futuras e inexorables sentencias judiciales por corrupción.

2. La Geopolítica de la Paz

En nuestro ensayo del mes de Mayo de 2011 —“La Actualidad de la ‘Tesis’ sobre el Océano Político” www.ieeba.org— expresábamos que en la situación internacional emergente de la posguerra fría —1991— cuando regresó la Historia, “esta se aproximaba a la Tesis de Haushofer, en desmedro de las doctrinas de McKinder y de Spykman. El Cap bávaro planteaba —en 1924— que el “equilibrio de poder” entre el “mundo oceánico” —talasocrático— y el “continental-terrestre” —telurocrático—, para lograr la Pax Mundial, exigía la conformación de un bloque asiático + uno —Alemania—, frente a Europa, las Américas, Oceanía y Japón. Fue desoído y los líderes políticos europeos fueron a sus Guerras Civiles —1914/18 y 1939/45—. Europa se autodestruyó y dejó de ser el núcleo cultural de Occidente. El meridiano del poder se desplazó hacia el oeste, a EE.UU.”

Así las cosas, tengamos muy presente que el futuro no está escrito en ninguna parte. Está en manos de quienes deciden, desde el poder. Haushofer no fue escuchado en un momento histórico en que emergían tres nuevas potencias que alteraban el equilibrio de poder pactado en el Congreso de Viena —1814/15—:

  • EE.UU., que luego de la ocupación de parte de México —1846/48— (Texas, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah y partes de California, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma) y de su guerra civil —1861/65— se proyectaba hacia el Pacífico y el Atlántico —como lo vio Mahan con claridad—.
  • Alemania, que tras su unificación venció a Francia —1870— y superó industrial y militarmente al Reino Unido y
  • Japón, modernizado y armado por la restauración Meiji, que venció a Rusia —1905— y se afianzó como potencia asiática.

No reconocer la emergencia de estos nuevos actores estatales costó dos guerras civiles europeas y un siglo XX de una violencia hasta entonces desconocida. ¿Hemos aprendido esa lección? La actual dirigencia de las potencias del siglo XXI ¿está encaminada a homologar la Paz de Westfalia, o vamos a un “invierno nuclear”?

Quien —con toda autoridad intelectual— ha planteado esta incógnita hace unos días, ha sido Henry Kissinger (3). Comparó la actual rivalidad de las alianzas con la situación previa a la I GM —1914/18—, en la que ninguna de las partes tiene mucho margen de concesión política y en la que “cualquier perturbación del equilibrio puede tener consecuencias catastróficas”. Dijo:

“Ahora hemos armado a Ucrania hasta el punto en que será el país mejor armado y con el liderazgo con menos experiencia estratégica en Europa. Si la guerra termina —como probablemente terminará— con Rusia perdiendo muchas de sus ganancias, pero conservando Sebastopol —la principal ciudad de la península de Crimea— es posible que tengamos una Rusia insatisfecha, pero también una Ucrania insatisfecha. En otras palabras, un balance de insatisfacción. Entonces, para la seguridad de Europa y de Rusia, es mejor tener a Ucrania en la OTAN, donde no puede tomar decisiones nacionales sobre reclamos territoriales. Son dos tipos de potencias entre las que, históricamente, hubiera sido inevitable una confrontación militar. Pero esta —la de hoy— no es una circunstancia normal, debido a la destrucción mutua asegurada y a la inteligencia artificial. Estamos en el comienzo de una capacidad en la que las máquinas podrían imponer una peste global u otras pandemias, no solo nucleares, sino en cualquier campo de la destrucción humana”.

Por eso consideró que “las circunstancias exigen líderes responsables, que al menos intenten evitar el conflicto”. Los que allí y ahora están ¿rayan a la altura de sus circunstancias? Es la gran pregunta que nos hacemos los argentinos, dada la situación interna e internacional en la que vivimos, en el 2023.

Los argentinos deberíamos entender la razón de esta duda -mejor que cualquier otra nación en el mundo- pues luego de las dos guerras que peleamos en la segunda mitad del siglo XX, no hemos tomado en cuenta ninguna de las tremendas enseñanzas que nos dejaron y es por lo que hoy padecemos un nivel de indefensión e inseguridad alarmantes.

A escasos meses de un cambio de gobierno, desconocemos las propuestas de los candidatos para revertir este drama. Nuestra dirigencia no ha entendido aún a Flavio Vegecio Renato —siglo IV a. C.—, a Nicolás Maquiavelo —1469/1527— ni a Gastón Bouthoul —1896/1980—. Está muy ocupada con la inflación y no se apercibe de que esta es una consecuencia más, de aquel origen.

EL 7 de octubre de 2022, publicamos “Fumado en el polvorín”. Decíamos en él:

“Hasta hoy no conocemos la iniciativa de EE.UU/UE para reunirse con China/India y encontrar el camino de la Paz. ¿Existe algún otro camino para encontrar una alternativa al invierno nuclear? No lo creemos. Lo hemos planteado con anterioridad: son urgentes “los buenos oficios y la mediación” de los EE.UU/UE y China/India. Hay impedimentos para lograr la Paz. Los gobiernos progresistas occidentales están controlados por las fuerzas del “globalismo” o “mundialismo”, que destruye al Occidente Cristiano desde su núcleo fundador europeo”. Recientemente Elon Musk —CEO de Tesla— dijo que George Soros —símbolo mayor del globalismo— “es un supervillano judío que odia a la humanidad” (6). Los odios y los resentimientos son los que impiden la concordia.

La “Doctrina Primakov —de 1997— que planteaba la conformación del bloque “telurocrático” Rusia/China/India, tiene indicios de realización. Hace unos meses realizaron ejercicios militares combinados, en territorio ruso. India acaba de sobrepasar a China en población. Su Gran Estrategia no está definida aún. Retiene una difícil relación conflictiva con Pakistán. Narendra Modi ha demostrado ambiciones internacionales, pero no le será fácil resolver su relación ambivalente con Beijing y Washington, simultáneamente.

La UE —transculturizada y desarmada— deambula sonámbula hacia el agravamiento de “su” guerra en Ucrania, que ya comprometió a la OTAN. La “operación militar especial de Putin cursó varias etapas a lo largo de más de un año. En el presente atraviesa operaciones de desgaste y se esperan reactivaciones, “contraataques de primavera” desde ambos lados. Un callejón sin salida sugeriría la amenaza nuclear rusa, mientras se aleja la oportunidad de una posible negociación política. El corte de la energía rusa a la UE y de los cereales ucranianos al mundo están dañando seriamente a la economía global.

La probabilidad de que la guerra llegue a la UE es hoy posible. Y los años de abandono de sus FF.AA. hacen que la OTAN sobrepuje a la UE indefensa. Las miradas nuevamente se vuelven a los EE.UU., pero Washington tiene hoy otras preocupaciones estratégicas en el Asia-Pacífico. Aquel paraguas de ayer está preocupado desde hace tiempo por otras lluvias. La UE deberá atender y entender mejor a las estrategias del Reino Unido después del Brexit y pensar en qué ocurrirá si los Republicanos ocupan nuevamente la Casa Blanca.

El reciente y descarnado mensaje de Josep Borrell Fontelles en Estrasburgo —Francia—, ante el Parlamento Europeo —en su condición de Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad—, confirma la percepción del alto riesgo estratégico de la UE, de la debilidad de sus FF.AA. después de décadas —1950/70— de “Estado de Bienestar” socialdemócrata y de la necesidad de que los 27 Estados que la conforman, cuenten hoy con la misma partitura y reconozcan una sola clave en su relación con la Gran Potencia China.

La emergencia de China y la India han desordenado el frágil equilibrio de la PAX internacional. El proceso de reconfiguración geopolítica de equilibrios se ha conmovido con la guerra rusa-ucraniana. ¿Vamos a una nueva guerra fría?, ¿a una nueva guerra mundial? o ¿nos encaminaremos a una nueva Paz Westfaliana? Los dados están en el aire. Xi Jinping continúa con su operación geopolítica global (5) vía “soft power”. Ello ha sido ratificado por la Asamblea Nacional Popular en marzo de 2023. Ha nombrado fieles colaboradores en cada área de su Plan Geopolítico Global y ha ajustado su control sobre el Consejo de Estado.

China, Rusia, Corea del Norte e Irán, han denunciado sus Acuerdos de Seguridad Regionales: desconocen a la disuasión nuclear. Para enfrentar a Occidente han integrado a la fuerza convencional con la nuclear, para operar en secuencia o en paralelo y de modo continuo, bajo la llamada “teoría para la victoria”. La respuesta resiliente de EE.UU. ha sido la de dotar de movilidad a su tríada nuclear: los ICBM por carreteras y vías ferroviarias, redistribuir a los B-52 en diversas bases y poder reabastecer a las fuerzas de submarinos sin salir a superficie. Además están en desarrollo los despliegues de los HGV y HCM** frente a las nuevas defensas opuestas, con lo que se evita aumentar el número de cabezas nucleares.

3. El choque de las culturas

El Occidente Cristiano continúa profundizando su larga crisis-decadencia de naturaleza cultural***, que ha licuado la identidad de su núcleo duro —Europa— y que se ve agravada en los últimos años por efecto de fuerzas privadas internas —que actúan bajo la sombra de la actual aceleración civilizatoria—: el “globalismo”, universalismo” o “progresismo” (7), mientras Rusia y China accionan culturalmente en dirección exactamente opuesta y la India retiene —a través de su espiritualidad— la histórica característica esencial de sus culturas.

El 14 de mayo de 2009 el Papa Benedicto XVI se reunió con los legisladores italianos que viajaban a Bruselas para votar una nueva Constitución Europea —la “giscardiana”-. Su clase magistral abordó como tema central a la ética y a la importancia de los valores morales en la política y nos advirtió —hace 15 años—: “Europa tiene el alma marchita y se odia a sí misma”. Un sector social ha agravado a estos conceptos, pero hay otro que está reaccionando y va al rescate de la identidad europea, si bien presentando matices diferenciados. Ellos son:

    • Viktor Orbán: Primer Ministro de Hungría, líder del partido Fidesz, conocido por su postura nacionalista, conservadora y antiinmigración.
    • Marine Le Pen: Política francesa, líder del partido Rassemblement National que aboga por el nacionalismo, el control migratorio y la defensa de los valores tradicionales.
    • Matteo Salvini: Político italiano, líder de la Liga, partido de extrema derecha que promueve el nacionalismo y políticas antiinmigración.
    • Alternative für Deutschland -Alternativa para Alemania- partido político alemán que ha ganado apoyo en los últimos años con una plataforma antiinmigración y euroescéptica.
    • Partido del Brexit: liderado por Nigel Farage en el Reino Unido, impulsó la campaña por la salida de la UE y aboga por la soberanía nacional y políticas migratorias más restrictivas.
    • Giorgia Meloni: Política italiana, líder del partido Fratelli d’Italia —Hermanos de Italia—, que defiende una agenda conservadora en temas como inmigración, seguridad y los valores tradicionales.
    • Isabel Díaz Ayuso: Política española presidente de la Comunidad de Madrid. Si bien no se identifica explícitamente como representante de la derecha tradicional, ha sido asociada con posturas conservadoras y ha defendido políticas de baja carga impositiva, libre mercado y mayor autonomía regional.

La cultura de Occidente —luego de la II GM II— se autodestruye desde la intimidad de sus universidades, desde la progresía burguesa de derecha e izquierda, desde ciertos medios de comunicación y desde algunos centros financieros social y políticamente resentidos. Es indispensable conocerlos, por tratarse de instituciones e instrumentos con los que convivimos y que actúan en el ámbito universal:

    1. Fondo Monetario Internacional (FMI)
    2. Banco Mundial. (BM).
    3. Organización de las Naciones Unidas (ONU)
    4. Organización Mundial del Comercio (OMC)
    5. Organización de ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
    6. Organización Internacional del Trabajo (OIT)
    7. Organización Mundial de la Salud (OMS)
    8. Amnistía Internacional
    9. Human Rights Watch
    10. Greenpeace
    11. Transparency International
    12. Foro Económico Mundial
    13. Instituto Brookings
    14. Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations)
    15. World Wide Fund for Nature (WWF)
    16. Médicos Sin Fronteras (MSF)
    17. Save the Children
    18. Cruz Roja Internacional
    19. Human Rights Campaign
    20. Global Green Growth Institute (GGGI)
    21. Fundación Bill y Melinda Gates.
    22. George Soros. Presidente de la Open Society Foundations.
    23. The Guardian. Periódico británico.
    24. La British Broadcasting Corporation (BBC). Organización de radiodifusión.
    25. La Cable News Network (CNN). Red de noticias con alcance global.
    26. The New York Times. Periódico estadounidense reconocido por su cobertura internacional.
    27. Human Rights Campaign. Organización defensora de los derechos LGBTQ+.
    28. Médicos Sin Fronteras (MSF). Organización médica humanitaria.
    29. The Economist. Revista británica se centra en asuntos económicos, políticos y culturales.

Es importante tener en cuenta que hay una diversidad de perspectivas y enfoques dentro de estas organizaciones y que no todos los miembros o colaboradores necesariamente comparten las mismas ideas o agendas.

En Rusia la Iglesia Ortodoxa ha desempeñado un papel importante en su sociedad —luego de la implosión soviética— y tiene hoy una gran influencia en su cultura e identidad nacional. Bajo el liderazgo de Cirilo la Iglesia ha apoyado y respaldado las políticas de Putin, en varias ocasiones. La recuperación que el nuevo líder impulsó de las antiguas tradiciones relacionadas con la “Tercera Roma”**** y de la “Santa Madre Rusia”***** —ambas conceptualmente espirituales— que lograron recuperar el ímpetu imperial ruso, hoy puesto a prueba.

En China Xi Jinping ha alentado el espíritu nacionalista del pueblo chino y ha elevado la figura de Confucio a un nivel desconocido en el siglo XX. No es casual que los institutos existentes en nuestras universidades —para enseñar mandarín— lleven el nombre de Confucio******. La filosofía confuciana se centra en mantener relaciones sociales adecuadas, como clave para el comportamiento moral y la armonía social. El taoísmo, por otro lado, se preocupa más por la metafísica: trata de comprender el funcionamiento del mundo natural y establece analogías, sobre cómo deben actuar los humanos.

El espacio continental asiático/telurocrático recuperó así la fuerza cultural expansiva de sus tradiciones —asentadas en las religiones— mientras Occidente se autodestruye quebrantando sus virtudes cristianas y se encamina —con ciego egoísmo— a un antropocentrismo cuyos niveles de violencia y agresión son propias de los espíritus débiles, que actúan con la soberbia ridícula del pavo, en su tránsito a la olla.

Si la guerra ha regresado a la transculturizada Europa y si la dirigencia occidental -—con El Vaticano a la cabeza— no entienden en tiempo/oportunidad las causas profundas y abstractas que nos llevan a “cualquier campo de la destrucción humana” —como lo anticipa Mr. K.— el “sendero de la Paz Westfaliana” está y estará cerrado a una dirigencia occidental confundida, opaca y cobarde, que en pos del “goce del bien-estar” civilizatorio, pierde el “bien-vivir cultural” y se autodestruye, “en todos los campos”.

La evolución de las relaciones sino-rusas ha tenido una alta dinámica en la posguerra fría. Beijing había seguido inicialmente la huella de la Federación Rusa, en el ámbito estratégico y en el desarrollo de sus FF.AA. Desde 2014 en adelante la relación ingresó a una paridad que facilitó una asociación más cercana. Cuando el 24 de febrero de 2022 se inició la “Operación Especial” de Putin, Xi encuentra una limitación para apoyar a su asociado estratégico y esta deviene justamente de la Paz de Westfalia: Putin había quebrado el principio de “integridad territorial”, incorporado actualmente al Derecho Internacional Público.

Desde entonces Moscú marcha “un paso atrás”, aunque Beijíng no puede abandonar a Moscú —a pesar de que haya invadido a un Estado soberano—, pues es su arsenal nuclear más importante en la pista en que juega su hegemonía —en su rol de nueva superpotencia—, frente a EE.UU. Tampoco puede aparecer como poder “irresponsable” y por ello presentó “los doce puntos”(8), que no intentan “los buenos oficios” que le reclaman desde la OTAN, ni un apoyo militar comprometedor, pero hace conocer al mundo que Putin es su amigo. Los intereses mutuos de las dos potencias asiáticas no coinciden en absoluto con las de Occidente, pero —creemos— la tradición cultural de una China poderosa nos aleja de la “Trampa de Tucídides”*******.

China se ha beneficiado significativamente —como la India— con el gas y el petróleo ruso que ya no va a la UE. y también con el redespliegue de la OTAN, que abandonó el Asia-Pacífico para dirigirse a la UE. Cualquier traspié ruso en Ucrania posiciona mejor a Xi frente a Putin. Mientras tanto, ambos apoyan a los regímenes autoritarios del mundo y trabajan para lograr un “nuevo orden internacional”, cercano a sus modelos políticos tradicionales, autoritarios. Cuentan con la explícita ayuda tranculturizadora de la “progresía occidental”, asociada en Iberoamérica con el castro-comunismo-narcotraficante que conduce a la actual contraofensiva revolucionaria iberoamericana, desde el Foro de San Pablo.

La “trampa de Tucídides” está hoy abierta, en el nivel global. La UE muestra algunos signos de recuperación cultural, mientras el “globalismo” se mantiene agresivo y azuza a los conflictos en la UE y en Iberoamérica. Como resultado de esta compleja situación, los indicios de un eventual sendero que nos llevaría a una exitosa y nueva “Paz de Westfalia”, aun no existe. Sin embargo, hay voces respetadas que han advertido acerca de posibles “consecuencias catastróficas”, si la concordia no apareciera. Las luces rojas están encendidas.

4. Candidatos “globalistas” —palomas— y candidatos “contrarrevolucionarios”  —halcones—.

En nuestra querida Patria Argentina cursamos un año electoral. La universalidad de los fenómenos políticos y estratégicos que hemos descripto —en los tres puntos anteriores— se reflejan claramente en las confrontaciones diarias entre la coaliciones y dentro de las coaliciones, por una evidente razón: hay “globalistas” —palomas/progres— en la izquierda, en el centro y la derecha. Y solo hay “contrarrevolucionarios” —halcones— en los sectores de derecha y de extrema derecha.

Las coaliciones y los partidos infiltrados por “globalistas” que no logren sincerar —con homogeneidad— a su conducción, antes de las elecciones, carecerán mañana de gobernabilidad frente a la descomposición cultural preexistente, la creciente inseguridad “revolucionaria” y el narcoterrorismo rampante —sostén financiero y logístico del sigiloso castro-comunismo—.

La constante aproximación a las fechas programadas para las “primarias” muestran —cada vez con mayor claridad— la toma de posiciones —en el ámbito político y en los medios— para llevar a las urnas a los mandantes con relatos y argumentos totalmente ajenos a la verdad, por parte de los infiltrados. Las actitudes y decisiones de los candidatos frente a los hechos que ocurren diariamente así lo comprueban y sería dramático que quienes miran, no vean y que los que oyen, no escuchen.

“Si quieres la Paz, prevé la guerra”

Flavio Vegecio Renato (siglo IV a. C.).

“No hay otro camino para guardar la paz, que estar preparado para la guerra

Nicolás Maquiavelo (1469-1527)

“Si quieres la Paz, conoce a la guerra”

Gastón Bouthoul (1896-1980).

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.

 

Citas y aclaraciones

* Catalizador: es una sustancia que aumenta la velocidad de una reacción química al proporcionar una ruta alternativa de menor energía para que la reacción ocurra.

** Los HGV —Hypersonic Glide Vehicles— y los HCM —Hypersonic Cruise Missiles— son términos que se refieren a tecnologías de armas hipersónicas desarrolladas por EE.UU.

*** O. Spengler: veía la decadencia de Occidente como una consecuencia de la masificación, la burocratización, la pérdida de la espiritualidad y la falta de unidad cultural y social. También sostenía que las grandes culturas pasadas —como la antigua Grecia y Roma— habían pasado por ciclos similares de decadencia y caída.

**** La Tercera Roma: este título destaca el papel de Moscú como centro político y religioso de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que se convirtió en la capital del Principado de Moscú y posteriormente en la capital del Imperio Ruso. Moscú se consideraba una nueva Roma, preservando la fe ortodoxa y continuando la misión imperial y religiosa de las antiguas capitales romanas.

***** La Santa Madre Rusia: es una expresión utilizada para describir a Rusia en términos patrióticos y emotivos. No tiene un significado literal o religioso, sino que se refiere a una percepción idealizada de Rusia como una nación poderosa, unificada y con una rica historia y cultura.

****** Confucio: bajo el gobierno de Xi Jinping ha habido un resurgimiento de la promoción de los valores tradicionales chinos, que incluyen elementos confucianos. Xi ha destacado la importancia de la herencia cultural y los valores éticos en la construcción de una sociedad armoniosa y en el fortalecimiento de la identidad nacional china.

******* La trampa de Tucídides: es un concepto acuñado por el profesor de Harvard Graham Allison que hace referencia a un fenómeno histórico en el que una potencia en ascenso desafía a una potencia hegemónica establecida, lo que puede conducir a un conflicto militar. Deriva de Tucídides —historiador griego antiguo— que observó este patrón en su obra “La Guerra del Peloponeso”. Este concepto ha sido utilizado para analizar las relaciones entre EE.UU. y China. Los expertos argumentan que la rivalidad entre estas dos potencias, una en ascenso y otra establecida, puede aumentar el riesgo de un conflicto. Es importante destacar que no todos los casos de rivalidad entre potencias conducen necesariamente a un conflicto armado. La diplomacia y la cooperación pueden desempeñar un papel crucial para evitar este escenario.

(1). H. J. Auel. “El encuadramiento geopolítico internacional de la actual situación estratégica argentina”. IEEBA, marzo de 2021,  www.ieeba.org.

(2). H. J. Auel. “¿Conocemos a China?”. IEEBA, 08/09/2021, www.ieeba.org

(3). H Kissinger. “El ex Secretario de Estado, próximo a cumplir 100 años y a publicar dos libros, analizó los grandes temas de la actualidad mundial y el rol de la política exterior de los EE.UU.” La Nación, 17/05/2023.

(4). H. J. Auel. “Fumando en el polvorín”. IEEBA, 07/10/2022, www.ieeba.org.

(5). H. J. Auel. “La geopolítica del ‘virus chino’”. IEEBA, mayo de 2020, www.ieeba.org.

(6). C. Esteban. “Elon Musk: George Soros odia a la humanidad”. La Gaceta, 17/05/2023.

(7). H. J. Auel. “Globalismo, Soberanía de los Estados e Identidades Nacionales”. IEEBA, junio de 2022, www.ieeba.org.

(8). C. G. Kindelán. Noticia. Veinte Minutos. Los “Doce puntos básicos para la atención y gobernanza integral del Partido Comunista de China (PCCh)” establecidos por Xi Jinping, fueron presentados por el Comité Central del PCCh —en enero de 2021— y abarcan una amplia gama de áreas y prioridades para el partido y el gobierno chino.

ESTADOS UNIDOS, CHINA Y RUSIA: INTELIGENCIA, CIBERSEGURIDAD Y NUEVAS TECNOLOGÍAS EN DESARROLLO. ENTREVISTA CON EL PROF. GIANCARLO ELIA VALORI

  1. China ha estado invirtiendo fuertemente en innovación tecnológica, particularmente en áreas como inteligencia artificial y 5G. ¿Cómo ve la evolución de la industria tecnológica de China en los próximos años y qué implicaciones podría tener esto para el resto del mundo?

En años recientes China ha profundizado en la importancia y las perspectivas de desarrollo de la inteligencia artificial (IA) en muchos campos importantes. Acelerar el desarrollo de una nueva generación de IA es un importante punto de partida estratégico para mantenerse a la vanguardia en la competencia tecnológica global.

La brecha actual entre el desarrollo de la IA y el nivel internacional avanzado no es muy amplia, pero la calidad de las empresas debe ser «igualada» por su número. Por lo tanto, se están haciendo esfuerzos para ampliar los escenarios de aplicación, mediante el fortalecimiento de la seguridad de los datos y los algoritmos.

El concepto de IA de tercera generación ya está avanzando y hay esperanzas de que el problema de seguridad se resuelva a través de medios técnicos distintos de las políticas y regulaciones, es decir, de meras palabras.

La IA es una fuerza impulsora para las nuevas etapas de la revolución tecnológica y la transformación industrial. Acelerar el desarrollo de una nueva generación de IA es una cuestión estratégica para que China aproveche las nuevas oportunidades para organizar la transformación industrial.

Comúnmente se argumenta que la IA ha pasado por dos generaciones hasta ahora. AI1 se basa en el conocimiento, también conocido como “simbolismo”, mientras que AI2 se basa en datos, por ejemplo, big data, y su “aprendizaje profundo”.

La IA comenzó a desarrollarse en la década de 1950 con la famosa prueba de Alan Turing (1912-1954), y los primeros estudios sobre ella comenzaron en China en 1978. En AI1, sin embargo, el progreso fue relativamente pequeño. Se han logrado progresos reales principalmente en los últimos 20 años, de ahí la IA2.

La IA es conocida por la industria tradicional de TI, generalmente las compañías de Internet. Ha acumulado un gran número de usuarios en el proceso de desarrollo, estableciendo así patrones o perfiles correspondientes basados en estas adquisiciones, es decir, el llamado “gráfico de conocimiento del gusto de los usuarios” de los usuarios. Tomando como ejemplo la entrega de ciertos productos, decenas o incluso cientos de millones de datos que consisten en información de ubicación de usuarios y comerciantes, así como información sobre compradores potenciales, se incorporan a una base de datos y luego se combinan y optimizan mediante algoritmos de IA. Esto obviamente mejora la eficacia del comercio y la velocidad de entrega.

Al actualizar las industrias tradicionales de esta manera, se han logrado grandes beneficios. En este sentido, China está liderando el camino: reconocimiento facial, altavoces inteligentes, atención al cliente inteligente, etc.

En los últimos años, no solo un número creciente de empresas ha comenzado a aplicar la IA, sino que la propia IA también se ha convertido en una de las direcciones profesionales que más preocupa a los candidatos en las pruebas de acceso a la universidad. Según las estadísticas, hay 40 empresas de IA en el mundo con una facturación de más de $ 1 mil millones, 20 de ellas en los Estados Unidos y 15 en China.

El sector central de la IA debería ser independiente de la industria de TI, pero abrirse más al transporte, la medicina, el sustrato urbano y las industrias dirigidas de forma autónoma por la tecnología de IA. Estos sectores ya se están desarrollando en China.

China representa más de un tercio de las nuevas empresas del mundo en el campo de la IA. Si bien la cantidad es alta, la calidad aún necesita mejorarse, aunque hay indicios de que evolucionará geométricamente.

Las implicaciones de la IA en el mundo actual son, por lo tanto, el conocimiento y las ventajas tecnológicas que determinan, en gran medida, las diferencias en la gestión de la política internacional. El aumento del poder intelectual de un país define directamente un aumento de su poder económico, cambiando así su posicionamiento en la competencia internacional por el dominio.

La política del poder, primero en la era agrícola y más tarde en la era industrial, se caracterizó por la hegemonía militar y luego económica, mientras que la política del poder en la era de la información revela gradualmente las características de la hegemonía basada en el conocimiento a nivel científico, que de hecho se basará esencialmente en la inteligencia artificial.

 

  1. Algunas personas han acusado a China de participar en prácticas comerciales desleales, como el dumping de productos en mercados extranjeros o el robo de propiedad intelectual. ¿Cuál es su opinión sobre estas acusaciones y cree que China debería rendir cuentas por estas acciones?

De hecho, muchos medios occidentales informan de que China está eludiendo o rompiendo las reglas comerciales. Sus manipulaciones económicas han costado millones de empleos en Estados Unidos, perjudicando a trabajadores y empresas allí, pero también en todo el mundo. Los medios también informan que Estados Unidos rechazará las políticas y prácticas que distorsionan el mercado, como los subsidios y las barreras al acceso al mercado, que el gobierno chino ha utilizado durante años para obtener una ventaja competitiva.

De hecho, China ha cumplido fielmente los compromisos adquiridos cuando se adhirió a la Organización Mundial del Comercio (OMC). China apoya, construye y contribuye al sistema multilateral de comercio. Las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos son mutuamente beneficiosas. Sin embargo, la guerra económica entre la República Popular China y los Estados Unidos en las áreas de comercio e inversión ha sido la principal causa de las fricciones comerciales entre los dos países, que perjudican a otros sin beneficiarse a sí mismos.

En los últimos veinte años desde su adhesión a la OMC, China ha cumplido seriamente los compromisos contraídos en el momento de la adhesión. Ha extendido el sistema nacional predeterminado de gestión del trato al nivel nacional. Ha seguido ampliando el acceso a los mercados. Ha reducido el nivel arancelario general del 15,3 al 7,4 por ciento y ha abierto casi 120 sectores de servicios.

En octubre de 2021 la OMC llevó a cabo su octavo examen de las políticas y prácticas comerciales de China. En el informe de examen se reconocen plenamente los esfuerzos de China por apoyar el sistema multilateral de comercio y su papel activo en la OMC.

Un destacado funcionario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo señaló que, en las últimas dos décadas, China ha apoyado firmemente el sistema multilateral de comercio basado en normas; practicó un multilateralismo genuino; participó plenamente en las negociaciones de la OMC; dirigió conversaciones en esferas como la facilitación de las inversiones y el comercio electrónico, y trabajó para que las normas de la OMC estuvieran actualizadas.

China y Estados Unidos tienen economías altamente complementarias, intereses profundamente integrados y lazos económicos y comerciales mutuamente beneficiosos. En 2021, el comercio bilateral superó un récord de USD 750 mil millones. El Informe de Exportación de Estados Unidos 2022 publicado por el Consejo Empresarial Estados Unidos-China mostró que en 2021 las exportaciones de bienes a China crecieron un 21% a USD 149 mil millones, respaldando 858,000 empleos estadounidenses. El informe de la Encuesta Anual de Negocios 2020 sobre las empresas chinas en los Estados Unidos, publicado por la Cámara General de Comercio de China-Estados Unidos, indicó que, a partir de 2019, las empresas miembros chinas de CGCC invirtieron acumulativamente más de US$ 123 mil millones, así como emplearon a más de 220 mil personas, y apoyaron más de un millón de empleos en los Estados Unidos. Un estudio realizado por el Consejo Empresarial Estados Unidos-China mostró que las exportaciones chinas ayudaron a reducir los precios al consumidor en los Estados Unidos entre un 1 y un 1,5 por ciento, ahorrando a cada hogar estadounidense US$ 850 al año.

Un informe de Moody’s Investor Service fue citado diciendo que los consumidores estadounidenses soportan el 92,4% del costo de imponer aranceles a los productos chinos. Paul Krugman, economista ganador del Premio Nobel 2008, ha señalado incisivamente que la política comercial de Estados Unidos hacia China es desventajosa y los aranceles perjudican a los Estados Unidos más que sus objetivos previstos.

El 18 de mayo de 2022, la Federación Nacional de Minoristas (NRF) escribió al presidente Biden solicitando la eliminación de los aranceles que, como se describe en la carta, podrían reducir los precios al consumidor hasta en un 1,3%. La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que algunos aranceles sobre los productos de China perjudican a los consumidores y empresas estadounidenses y que vale la pena considerar reducirlos para reducir la inflación en Estados Unidos..

Creo que, como cualquier guerra, una guerra comercial es perjudicial para ambas partes y que -a diferencia de la Guerra Fría, cuando un oponente quería imponer sus propias ideologías y formas de gobierno y Estado sobre el otro- aquí terminamos con un país, a saber, China, que solo exige comercio y no aboga por ninguna revolución política..

 

  1. China ha estado expandiendo rápidamente sus capacidades militares en los últimos años, con un enfoque en el desarrollo de nuevas tecnologías como misiles hipersónicos y portaaviones. ¿Qué cree que está impulsando esta expansión y cómo ve la evolución de la postura militar de China en los próximos años?

Con un país de 1.400 millones de habitantes, las fuerzas armadas chinas están inevitablemente destinadas a expandirse y fortalecerse. A lo largo de la historia china, el ejército ha sido un factor fundamental no solo en la existencia del Estado, sino también en las luchas de liberación contra Japón y las diversas doctrinas que luego intentaron aislar a la República Popular China, como la Contención, etc. En un mundo dirigido por un solo líder, a saber, los Estados Unidos de América, es importante comprender los movimientos de los Estados que tratan de no ser marginados. China es sin duda uno de los Estados que aspiran a desempeñar al menos un papel igual en las relaciones internacionales con los Estados Unidos. La fuerza militar que China ha estado desarrollando en los últimos quince años ha visto una expansión significativa de su flota. Según un estudio estadounidense, la necesidad de asegurar las islas en el Mar del Sur de China sería el quid de todo el proyecto. La isla china de Hainan es, de hecho, el punto de partida de una ruta marítima que puede conectar China, con Pakistán en el Medio Oriente y con Djibouti en el Cuerno de África.

La estrategia china es invertir en infraestructura civil (y no militar) como puertos, oleoductos, carreteras, gasoductos dentro de países aliados que garantizarían así la seguridad y las bases aliadas en el Océano Índico. La seguridad es un factor crucial para entender esta estrategia porque desde 1993 China se ha convertido en un importador neto de petróleo (es decir, la demanda de petróleo de China es mayor que la oferta) y el petróleo se importa tanto por tierra como por mar. Esta última opción se utiliza obviamente con los países de África y Oriente Medio, pero la ruta comercial se encuentra en una de las zonas con mayor concentración de sabotaje, secuestro y violencia por parte de piratas. Por lo tanto, tener aliados con quienes garantizar la seguridad en aguas enemigas se vuelve crucial. Las bases aliadas, sin embargo, también tienen la función de permitir que los barcos chinos tengan un paso fácil y rápido a través de tres de los estrechos más ricos y peligrosos del mundo, a saber, el estrecho de Bab al Mandeb (entre Yemen y Djibouti), el estrecho de Adén (entre Irán y Omán) y el estrecho de Malaca (entre Indonesia y Malasia).

No veo por qué China no debería fortalecer su potencial estratégico, ya que todos los países —desde los más fuertes hasta los medianos— lo hacen de forma regular, en función del desarrollo comercial planificado. Es natural que esto también implique el desarrollo de nuevas tecnologías, como misiles hipersónicos y portaaviones, ya que negar esto huele a cuento de hadas contado a niños.

 

  1. China ha sido cada vez más activa en organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, y ha estado trabajando para establecer nuevas instituciones como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. ¿Cuál es la visión estratégica más amplia de China para su papel en el escenario global, y cómo ve que esto evolucionará en los próximos años?

El 15 de mayo de 1648, el primer tratado de la Paz de Westfalia fue firmado en Osnabrück por los príncipes protestantes, marcando el final del conflicto entre Suecia y el Imperio de los Habsburgo. Más tarde, el 24 de octubre de 1648, los príncipes católicos firmaron dos tratados adicionales en Münster.

Westfalia —y, en mayor medida, el Congreso de Viena (1 de noviembre de 1814 – 9 de junio de 1815) que la sustituyó— también se basó en tres pilares, a saber, el multipolarismo, un equilibrio de poderes y un concierto de poderes, que significaron principalmente la importancia de las grandes potencias: Austria, Prusia, Rusia y el Reino Unido. En muchos aspectos, los mismos principios eran característicos del sistema Yalta-Potsdam, que determinó las relaciones entre las dos superpotencias durante la Guerra Fría. Las normas del derecho internacional se respetan principalmente porque hay una fuerza detrás de ellas que no puede ser ignorada. Esta es la razón por la que reinó la paz en el continente europeo, y los intereses de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los Estados Unidos de América chocaron principalmente en los países de la periferia, es decir, trasladando la Segunda Guerra de los Treinta Años (1914-1945) a los países del Tercer Mundo y los Balcanes, de modo que las industrias de guerra en Occidente y en Oriente tendrían de todos modos sus teatros y mercados. Poco podía hacer la República Popular China llamando a los primeros socialimperialistas y a los últimos imperialistas tout court, y calificándolos a ambos como hegemonistas.

Como dijo Henry Kissinger, cuando a principios de la década de 1970 la República Popular China se embarcó en su reingreso al sistema diplomático internacional por iniciativa de Zhou Enlai y, a fines de esa década, en su plena entrada en la escena internacional gracias a Deng Xiaoping, su potencial humano y económico era enorme, pero su tecnología y poder real eran relativamente limitados.

Mientras tanto, las crecientes capacidades económicas y estratégicas de China han obligado a Estados Unidos a estar a la altura, por primera vez en su historia, de un competidor geopolítico cuyos recursos son potencialmente comparables a los suyos.

Cada lado se ve a sí mismo como un unicum, pero de una manera diferente. Los Estados Unidos actúan partiendo del supuesto de que sus valores son universalmente aplicables y que eventualmente serán adoptados en todas partes. China, por otro lado, espera que la singularidad de su civilización ultramilenaria y su impresionante salto económico inspire a otros países a emularla para liberarse de la dominación imperialista y mostrar respeto por las prioridades chinas.

Tanto el impulso misionero estadounidense basado en una especie de «destino manifiesto» como el sentido chino de grandeza y eminencia cultural —de China como tal, incluido Taiwán— implican una especie de subordinación-miedo mutuo. Debido a la naturaleza de sus economías y alta tecnología, cada país está afectando lo que el otro ha considerado hasta ahora sus intereses fundamentales.

En el siglo 21 China parece haberse embarcado en el juego de un papel internacional al que se considera derecho por sus logros a lo largo de los milenios. Estados Unidos, por otro lado, está actuando para proyectar poder, propósito y diplomacia en todo el mundo para mantener un equilibrio global establecido en su experiencia de posguerra, respondiendo a desafíos tangibles e imaginarios a este orden mundial. Para los líderes de ambas partes, estos requisitos de seguridad parecen evidentes y están respaldados por sus respectivos públicos.

Sin embargo, la seguridad es sólo una parte del gran discurso. La cuestión clave para la existencia del planeta es si los dos gigantes pueden aprender a combinar la inevitable rivalidad estratégica con un concepto y práctica de coexistencia. Es por esta razón que China es cada vez más activa dentro de las organizaciones internacionales para estabilizar su papel en la escena global en evolución.

 

  1. ¿Cuál es su perspectiva sobre las posibles aplicaciones militares del programa espacial de China, como las armas anti satélite o los sistemas de vigilancia basados en el espacio?

Comencemos diciendo que los éxitos de la avanzada industria soviética de guerra de misiles de las décadas de 1950 y 1960 y la tecnología militar estadounidense refinada y extremadamente rica de las décadas de 1960 y 1970 ciertamente no se debieron a misiones morales a favor del conocimiento y la humanidad o cualquier otra cosa, sino que fueron una carrera armamentista extrema. Negar esto equivale a contar chistes en un bar. Lo mismo es cierto para la Iniciativa de Defensa Estratégica del presidente Reagan en la década de 1980. El presidente Reagan al menos tuvo el buen gusto de no describirlo con una retórica de hacer el bien a favor de la ciencia y el bienestar de los pueblos de la Tierra. Además, las armas anti satélite y los sistemas de inteligencia espacial o vigilancia espacial, como usted lo llama, han existido durante décadas.

Hoy en día, la República Popular China también es capaz de navegar en el espacio. Una cosa hay que decir: la competencia no se basa en la esperanza de llegar a Mare Tranquillitatis (el Mar de la Tranquilidad) en la Luna o Utopia Planitia (la Llanura de la Tierra de ninguna parte) en Marte, y desde allí bombardear el Distrito de Columbia.

Retrocedamos en el tiempo. Frente a los éxitos de Estados Unidos y la Unión Soviética en el campo espacial, Mao Zedong en la década de 1960 se sorprendió y preguntó: “¿Cómo podemos ser considerados un país poderoso? Ni siquiera podemos lanzar una papa al espacio!!!”

Años más tarde, a fines de la década de 1970, Deng Xiaoping le respondió: “Si China no tuviera una bomba nuclear o de hidrógeno o no hubiera lanzado satélites desde la década de 1960, no se le llamaría un país importante y muy influyente y no tendría su estatus internacional actual”. Por lo tanto, en el siglo 21, el vuelo espacial tripulado representa todo esto.

El 25 de diciembre de 2021, la NASA lanzó el telescopio espacial James Webb para astronomía infrarroja, capaz de realizar análisis considerados imposibles hasta hace unos años, es decir, tomar imágenes detalladas a todo color de un exoplaneta. El telescopio James Webb es completamente diferente. Ofrece la posibilidad de observar la luz reflejada de los exoplanetas y el espectro electromagnético para detectar posibles rastros biológicos o minerales. El futuro está en la investigación espacial, no en Star Wars, así como en llegar a los asteroides y meteoritos más cercanos, y buscar exoplanetas habitables en un futuro lejano pero no remoto. En nuestra Tierra, las materias primas minerales se están agotando. Lo mismo ocurre con el agua y, por lo tanto, la exploración espacial hoy en día no tiene como objetivo borrar al oponente de la faz de la Tierra, sino colaborar entre las superpotencias para buscar alternativas al agotamiento de la tierra e incluso de los recursos hídricos que actualmente —y aún no sabemos por cuánto tiempo— permiten estos altos niveles de tecnología. El programa espacial chino apunta principalmente a esto y no a destruir oponentes potenciales, sin los cuales la conquista real del espacio no sería posible.

 

  1. ¿Cómo ve a China y Rusia colaborando o compitiendo en áreas como energía, tecnología y asuntos militares?

Desde la expansión zarista hasta los posteriores tratados desiguales, hasta la crisis en la década de 1960 con la Unión Soviética, ya que esta última la había excluido de la posibilidad de tener el arma nuclear, temiendo al vecino de mano dura populoso y entusiasta que más tarde cambió brillantemente el tema hacia el lado ideológico, erosionando así el poder soviético sobre muchos de los partidos comunistas gobernantes y no gobernantes del mundo: China, per se —y no me refiero sólo a la República Popular China (1949-2023)— siempre había frenado primero a San Petersburgo y luego al Kremlin. Para China —de hecho, para el Imperio Medio— una Rusia fuerte en la frontera es una desventaja, pero un vecino débil que, a su vez, puede ser dirigido por terceros —como sucedió en la década de 1990— también es peligroso. La solución tradicional de la diplomacia bimilenaria de China es buscar un equilibrio que no cree crisis en Eurasia que, como es bien sabido, es la última reserva de recursos en el planeta Tierra. En 2021, con motivo del 20 aniversario del establecimiento de la Organización de Cooperación de Shanghai y la firma del Tratado Sino-Ruso de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación, las relaciones entre los dos países entraron en su tercera década de estabilidad sin ninguna forma de alianza militar, o incluso el apoyo chino a la invasión de Ucrania. También hay que decir que las ventas de armas a un lado se ven contrarrestadas por la misma acción del otro lado.

 

  1. Estados Unidos ha acusado a China de ser una gran amenaza para su ciberseguridad, con acusaciones de piratería informática y espionaje cibernético patrocinados por el estado. ¿Cuál es su perspectiva sobre esta acusación y cómo ve que evolucionará la relación de ciberseguridad entre Estados Unidos y China en el futuro?

Desde tiempos inmemoriales, la inteligencia o el espionaje, o como se llame, siempre ha sido adoptado simultáneamente por las partes involucradas, con los medios más eficientes de la época, que van desde señales de humo hasta tinta simpática, desde criptografía cartográfica hasta Enigma, desde aviones espías hasta las famosas mini cámaras al estilo de James Bond. Hoy es lo mismo: el miedo al espionaje —ya sea cibernético, cibernético o satelital— tiene dos caras, y las acusaciones de un lado al otro se reflejan en las del otro lado. Por lo tanto, se anulan entre sí con el resultado de que quien está mejor equipado sabe más que el que está menos preparado. No hay víctimas ni opresores, no hay buenos y malos. Sólo existe la razón del Estado, como nos enseña Maquiavelo.

 

  1. Rusia ha sido acusada de entrometerse en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 a través de la piratería informática y el espionaje cibernético. ¿Cómo ve la relación de China con Rusia en el ámbito de la ciberseguridad, y cree que China podría estar implicada en actividades similares?

Sabes, soy simplemente un gerente de negocios, un erudito geopolítico y un profesor universitario. Parte de mi respuesta sobre las relaciones entre China y Rusia se encuentra en el punto 6. Sin embargo, para responder plenamente a esta brillante pero muy difícil pregunta suya, debemos dirigirnos a los niveles más altos y arcanos en los Estados Unidos, Rusia y China.

Gracias por la entrevista.

 

 

Profesor Doctor Giancarlo Elia Valori.

Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.

©2023-saeeg®

 

2023: ESCENARIOS REGIONALES, ESCENARIO GLOBAL. REPERCUSIONES DE LOS MISMOS EN ARGENTINA.

Marcelo Javier de  los Reyes*

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Breve introducción histórica

En la actualidad, en este año de 2023, el mundo se encuentra ante una peligrosa confrontación que ha demostrado que la Guerra Fría no ha terminado a pesar del derrumbe del Muro de Berlín en 1989 y de la implosión de la URSS en 1991.

La desintegración de la URSS implicó la inmediata disolución del Pacto de Varsovia, organización militar creada en 1955 para contrarrestar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) instituida por las potencias occidentales, específicamente por Estados Unidos y el Reino Unido, en 1949.

Respecto de estos dos Estados, cabe mencionar que durante la II Guerra Mundial ya habían celebrado acuerdos para el desarrollo tecnológico y de inteligencia con la intención de descifrar el «Código Enigma» utilizado por Alemania, en el que trabajó Alan Turing aunque había sido también descifrado por criptoanalistas polacos. Este trabajo en conjunto dio origen, en 1946, al tratado UKUSA (UK + USA) cuyo propósito era —y sigue siendo— recolectar información de inteligencia. Este tratado luego se amplió con la adhesión de Australia, Canadá y Nueva Zelanda, dando paso a un acuerdo sumamente secreto de recolección de información global denominado Five Eyes («Cinco Ojos») por los cinco miembros de países angloparlantes. Esto luego dio origen a la red de espionaje global conocida como Red Echelon (1972), utilizada también para favorecer a empresas estadounidenses frente a las europeas en la competencia económica y comercial global. La red fue denunciada por un agente en sus orígenes y en 1998 por un periodista, dando lugar a la intervención del Parlamento Europeo en 2000.

Esta estructura conformada por satélites y bases de recolección terrestre diseminadas por todo el mundo cubre todo el planeta y si bien tiene acuerdos con otros países, se mantiene hermética: solo pertenecen a ella los cinco países anglófonos mencionados. Esto es lo que hoy se denomina «angloesfera», la cual intenta predominar hegemónicamente sobre el resto de la comunidad internacional.

A diferencia del Pacto de Varsovia, la OTAN no se ha disuelto tras la implosión de la URSS. Por el contrario continúa ampliándose.

Al abordar los conflictos de los principales escenarios regionales nos permite, de alguna manera, armar el escenario global, determinar los actores y comprender el entramado que hay tras ellos. De tal modo que, como si se tratara de piezas de un rompecabezas, podremos comprender cómo juegan los actores en el escenario global.

Escenarios regionales

Escenario de Europa del este

En 1991 se le había prometido a Mijail Gorbachov que la OTAN no se expandiría sobre el espacio postsoviético. Vladimir Putin siempre mantuvo que la Alianza no estaba cumpliendo con dicha promesa. En 2007, en la Conferencia de Seguridad celebrada en Múnich, Putin arremetió contra Estados Unidos y advirtió del «peligro» de sus «acciones unilaterales». En una entrevista que la ex canciller de Alemania Angela Merkel le brindó al medio alemán Zeit dijo que en su momento pensó que el inicio de la adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN, discutido en 2008, no era apropiado ya que «los países no tenían los requisitos previos necesarios para esto, ni se pensó completamente qué consecuencias habría tenido tal decisión, tanto en lo que respecta a las acciones de Rusia contra Georgia y Ucrania como a la OTAN y sus reglas de asistencia. Y el acuerdo de Minsk de 2014 fue un intento de darle tiempo a Ucrania»[1]. Esto último de «darle tiempo a Ucrania» es lo que ha llevado a que algunos analistas consideren que se le otorgó tiempo para que se prepare militarmente y fue una expresión que no ha caído bien en Rusia. Quizás se haya referido a darle tiempo a que se presentaran las condiciones para el ingreso de Ucrania a la OTAN pero lo cierto es que Occidente venía interviniendo en Ucrania desde la denominada «Revolución Naranja» (2004-2005), injerencia que se incrementó en 2014 mediante el «Maidán» (2013-2014), nombre asignado a un conjunto de manifestaciones y disturbios pro occidentales que derivaron en el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich.

La realidad es que no se dio cumplimiento a los Acuerdos de Minsk, dos pactos que se firmaron en 2014 y 2015 para poner fin a la guerra en el Donbass, en el este de Ucrania, país que siguió bombardeando a sus provincias separatistas. Es por esto que, desde esta perspectiva, es un error considerar que la guerra de Ucrania comenzó con la denominada por Rusia «Operación Militar Especial» el día 24 de febrero de 2022. En verdad, el conflicto comenzó antes.

Con respecto a la promesa que se le había formulado a Gorbachov, el actual secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que una promesa de este tipo «nunca se hizo», lo cual ha sido desmentido por la revista alemana Der Spiegel que desveló un documento que confirma que la OTAN prometió en 1991 no expandirse hacia el este[2]. El artículo publicado el 18 de febrero de 2022 bajo el título «La OTAN no se extenderá ni formal ni informalmente hacia el Este», cita el documento con las palabras del representante de Estados Unidos, Raymond Seitz, en esa ocasión. Ese documento es al que durante décadas se ha aferrado Rusia para afirmar que «la expansión de la OTAN hacia el este violó los compromisos de Occidente tras la caída del Muro de Berlín. Ahora ha aparecido un documento notable».

Como puede apreciarse, este documento fue desvelado por Der Spiegel antes de que Rusia diera inicio a la que denominó «Operación Militar Especial», cuyo objetivo es «defender los intereses y la seguridad de la población de Donbass y la integridad territorial de la Federación de Rusia».

Podrá argumentarse que ese documento secreto no implicó ningún acuerdo o tratado escrito pero no es ajeno a nosotros que tanto Estados Unidos como el Reino Unido son propensos a no cumplir lo que firman (o prometen).

Putin advirtió en numerosas ocasiones que evitaran la expansión de la OTAN pero la angloesfera, la que estuvo detrás de las denominadas «revoluciones de colores» y de la «Primavera Árabe», impulsó la mencionada «Revolución Naranja» y luego la crisis del Maidán, que incrementó la violencia en marzo de 2014 con la determinación de Rusia de anexar Crimea y que luego se profundizó con el levantamiento de rebeldes pro rusos en las regiones de Donetsk y Luhansk, parte del Donbass. Esta crisis tuvo su origen cuando el presidente de Ucrania, el pro ruso Victor Yanukóvich, suspendió la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE) a causa de las presiones de Rusia. Cabe aclarar que, por su parte, los Estados Unidos y la UE alentaron la crisis y provocaron el derrocamiento del presidente ucraniano.

Con respecto a Crimea, allí se encuentra la base naval rusa en Sebastopol y su población es mayoritariamente rusa. En marzo de 2014 se celebró un referéndum en Crimea en el que el 96,77% de los votantes apoyaron la adhesión de la península a Rusia y luego el Consejo Supremo de Crimea solicitó formalmente su adhesión.

Estos son los antecedentes que llevaron a la actual situación tras el ascenso al gobierno de Ucrania del actor cómico Volodímir Zelensky, quien se manifestó en favor de que su país ingresara a la OTAN sin medir las consecuencias de su acción.

¿Cuál sería el desenlace del actual conflicto? Se sabe cómo y cuándo se inicia un conflicto pero no cómo ni cuándo termina. A pesar de no pertenecer a la OTAN —por lo cual los aliados no se habrían involucrado directamente, aunque se ha confirmado que habría «mercenarios» de la Alianza y de Israel combatiendo del lado ucraniano[3]—, los países de la OTAN están suministrando armamento y provocando un fuerte endeudamiento de Ucrania.

Cabe recordar que en junio de 2021 el destructor británico HMS Defender navegó frente a las costas de Crimea, en el mar Negro, en una abierta provocación a Rusia. En esa ocasión, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que uno de sus buques había disparado «fuego de advertencia» contra el destructor británico para que saliese de las que considera sus aguas territoriales, frente a la península de Crimea y que, como «advertencia adicional» un avión de combate Su-24 «llevó a cabo un bombardeo de precaución» a lo largo del trayecto del HMS Defender.

Es probable que el destino de Ucrania, al no tener un gobierno que haya optado por la neutralidad, termine en su partición, dado que en el oeste su población es pro occidental y en el este es mayoritariamente pro rusa, lo que también implica diferencias en las confesiones cristianas, católicos y ortodoxos, idiomas, así como intención de voto en los comicios.

La ocupación rusa está llevando a que Ucrania pierda su litoral sobre el mar Negro y termine siendo un país mediterráneo, sin acceso al mar. Es evidente que Putin no retrocederá y que la angloesfera continúa favoreciendo el conflicto, ya que desde el principio no buscó la paz sino que contribuyó al actual desenlace de una confrontación fratricida entre dos pueblos eslavos.

La situación en el mar Negro se ha visto complicada a partir de que, el 14 de marzo de 2023, un caza ruso Su-27 arrojó combustible sobre un dron de inteligencia MQ-9 Reaper de Estados Unidos, provocando su derribo sobre aguas internacionales. El incidente ha incrementado las ya tensas relaciones entre Moscú y Washington.

La posibilidad de que derive en un conflicto nuclear —aunque poco probable— no debe ser descartada, más aún cuando la angloesfera está jugando agresiva y peligrosamente en otros escenarios. En el marco de la visita de tres días del presidente de China, Xi Jinping, a Moscú —que se inició el día 20 de marzo de 2023—, el gobierno de Rusia ha manifestado que se incrementan los riesgos de una colisión nuclear, sobre todo luego de que el ministerio de Defensa del Reino Unido anunciara que ha decidido enviar proyectiles con uranio empobrecido a Ucrania.

Al presente, se han podido sortear las trabas impuestas por Turquía para el ingreso de Finlandia a la OTAN pero no con respecto de Suecia. La objeción del gobierno turco, miembro de la alianza desde hace setenta años, es que responsabiliza a esos países de tolerar e incluso apoyar a grupos terroristas, incluido el YPG/PKK (Unidades de Protección Popular, en kurdo Yekîneyên Parastina Gel, YPG; Partido de los Trabajadores del Kurdistán, en kurdo Partiya Karkerên Kurdistan, PKK) y la denominada Organización Terrorista Fethullah Gülen (FETÖ). El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha sido claro en que su país no puede dejar que Suecia se sume a la OTAN mientras permita que se celebren protestas en las que se profana el libro sagrado de los musulmanes. El gobierno ha expresado su indignación por una serie de manifestaciones en Estocolmo, en particular en una en que un activista anti islámico quemó el Corán frente a la embajada turca, mientras que en otra protesta, se colgó una efigie de Erdogan. No obstante, el gobierno de Ankara ya había fijado su posición antes de estos hechos[4].

Escenario China – Taiwán o Indo-Pacífico

La visita de la presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán —el 2 de agosto de 2022— ha significado una provocación para el gobierno de la República Popular China. Pelosi tiene un historial de desafíos contra el gobierno de China y la visita a la que el gobierno considera una «provincia rebelde», Taiwán, solo ha encendido la llama que derivó en los ejercicios militares chinos que aislaron la isla[5].

Las provocaciones a China no son nuevas ya que a fines de julio de 2021 el mar de la China Meridional fue escenario de una actividad naval de la que participaron un portaaviones del Reino Unido y un grupo de acción de superficie de Estados Unidos, ejecutando ejercicios en la disputada zona marítima. El portaaviones británico HMS Queen Elizabeth integró la fuerza naval angloestadounidense y, por su parte, los medios de comunicación estatales y diplomáticos de China acusaron al Reino Unido de avivar tensiones en las aguas en disputa a instancias de Estados Unidos.

Debe recordarse que tras la retirada de Estados Unidos de Afganistán, el 15 de agosto de 2021, inmediatamente se creó la alianza militar AUKUS (Australia, Reino Unido, Estados Unidos) en un abierto desafío a China. Esta alianza generó también un conflicto con Francia ya que este país tenía celebrado un acuerdo para suministrar submarinos convencionales a la Marina australiana, acuerdo que quedó sin efecto tras el nuevo compromiso por el cual Estados Unidos le vendería submarinos nucleares.

Del mismo modo debe considerarse la creación en 2007 del Grupo QUAD, que reúne a Estados Unidos, India, Australia y Japón con el objetivo de contrarrestar la creciente influencia de China en la región Asia-Pacífico. Este grupo ha tomado mayor fuerza en los últimos años.

Antes de avanzar con este punto, debe considerarse la existencia de los conflictos que involucran a India con Pakistán y con China. Con respecto al primero, se remonta a la independencia del Imperio británico, en 1947, momento en que la India y Pakistán se constituyen como Estados tras una partición traumática del territorio. En el mismo influyeron tanto diferencias religiosas como ideológicas pero ha perdurado el conflicto por el control de Cachemira que ha llevado a que ambos países se enfrentaran militarmente, incluso en 1971 cuando la India combatió contra Pakistán, para apoyar la independencia de Bangladesh.

Del mismo modo, la India mantiene una disputa territorial con China en la zona montañosa del norte de la región de Cachemira, a lo que se agrega otro de unos 60.000 km2 en el estado de Arunachal Pradesh. Actualmente la línea divisoria que separa a ambos países pasa por la región de Ladakh, escenario de una guerra en 1962. A principios de diciembre de 2022 se produjo un nuevo incidente entre India y China; el anterior tuvo lugar en 2020.

Cabe destacar que se trata de tres potencias con capacidad nuclear con disputas territoriales.

Con respecto al conflicto de Taiwán, la visita de Nancy Pelosi parece haber favorecido la intención de China de recuperar por la fuerza ese territorio. Además Pelosi había estado en Singapur y Malasia para luego ir a Taiwán, Corea del Sur y Japón. Haber visitado Corea del Sur también fue considerado como una actitud hostil por el gobierno de Corea del Norte.

El 14 de agosto de 2022, una delegación del Congreso de Estados Unidos encabezada por el senador demócrata de Massachusetts, Ed Markey, también visitó Taipei, Taiwán, en una visita no anunciada de dos días. Este hecho suma mayor tensión tras la visita de Pelosi.

Es probable que el gobierno de Beijing sea más cauto que el de Putin pero no cabe duda que actúe en consecuencia si este tipo de provocaciones continúa. Informalmente se consideraba que China intentaría recuperar la isla por la fuerza en el corto plazo.

Uno de los hechos que ha agravado la relación entre China y los Estados Unidos —ya muy tensa por disputas comerciales y tecnológicas, como las cuestiones del 5G y las derivadas a partir de que a fines de noviembre de 2022 la estadounidense Comisión Federal de Comunicaciones haya anunciado un veto a productos y equipos de telecomunicaciones de fabricantes chinos, incluidos los gigantes Huawei y ZTE, alegando «un riesgo inaceptable para la seguridad nacional» las que involucran directamente a Huawei— fue, en el mes de febrero de 2023, con la aparición y posterior derribo del globo chino que el gobierno de Washington ha considerado como un elemento de espionaje.

La situación se torna más tensa en la medida que se potencia la colaboración entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia con respecto a los submarinos nucleares. Australia parecería ser empujada por los dos primeros hacia un choque con China, mientras que el gobierno de Beijing advierte que este movimiento es un grave error. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Wang Wenbin se refirió a las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, respaldando que la posición de Rusia es que la cooperación en submarinos nucleares de AUKUS es una apuesta grave y riesgosa en la región[6]. Wang también señaló que AUKUS está formando una «camarilla anglosajona» y, de ese modo, dando origen a la llamada asociación de seguridad para impulsar la cooperación en submarinos nucleares, además de otra colaboración adicional en tecnología militar de vanguardia[7].

Según Wang, «esta es la típica mentalidad de Guerra Fría y una medida que abre la caja de Pandora. Esto afectará gravemente a la paz y la seguridad regionales y mundiales»[8].

El gran escenario: Mediterráneo – Medio Oriente – Cáucaso Meridional

Se trata de un escenario que es menos observado pero en el que hay una creciente conflictividad. La situación comenzó a agravarse cuando los Estados Unidos, el Reino Unido y miembros de la OTAN justificaron la necesidad de poner fin al régimen libio en 2011, en el marco de la doctrina «Responsabilidad para Proteger» («R2P») —que a decir verdad encubre la injerencia en los asuntos internos de otros estados—, luego de haber sido acusado de estar preparando una «masacre» contra su propia población, claramente un pretexto para proceder a la intervención en Libia.

El gobierno libio de Muammar el Gadafi cayó y abrió paso a una guerra civil, a la destrucción del país y a una nueva ola de migrantes hacia Europa. Diferentes actores han participado y siguen participando de este conflicto: Francia, Turquía, etc.

Los conflictos se han multiplicado desde entonces en un marco geográfico donde hay una gran puja de intereses geopolíticos, energéticos y donde la inteligencia está muy activa.

La cuestión energética ha cobrado relevancia a partir del enfrentamiento de la UE con Rusia. Argelia es un gran productor de hidrocarburos que abastece a Europa, fundamentalmente a España. Sin embargo, aquí juegan otros intereses debido a los diversos conflictos y alianzas de los actores con influencia en la región. La decisión de España de terminar de abandonar a su suerte el Sahara Occidental en favor de Marruecos ha avivado las tensiones. Marruecos, a su vez, es un gran aliado de Israel en el norte de África y en el Mediterráneo, donde Israel también tiene influencia en Chipre y presencia en ese mar por sus propios intereses en materia de energía. Los servicios de inteligencia marroquíes e israelíes trabajan estrechamente en perjuicio de otros actores, como por ejemplo Argelia.

Las relaciones entre España y Marruecos no pasan por su mejor momento y se ha detectado actividad de espionaje por parte de los servicios marroquíes. Se habría comprobado que Marruecos infiltró agentes de inteligencia en Canarias y en la península para espiar y actuar contra los intereses de España.

En octubre de 2021 se tomó conocimiento de que se estaba llevando actividad de espionaje militar por parte de Israel cuando la Armada de Argelia se encontraba llevando a cabo ejercicios. Un incidente entre un submarino israelí y submarinos y buques de superficie argelinos se produjo cuando un submarino de Israel clase Dolphin fue detectado por medios pasivos, luego rastreado por las fuerzas de Argelia y obligado a salir a la superficie en aguas internacionales a los efectos de impedir que fuera atacado[9].

Las respectivas rivalidades entre Turquía y Grecia y entre Turquía e Israel también deben ser tenidas en cuenta. A ellas debe sumarse el juego ambiguo del gobierno de Ergodan que por un lado es miembro de la OTAN —aunque con características propias ya que no solo condicionó a la alianza acerca de la incorporación de Suecia y Finlandia sino que también ha desafiado a Estados Unidos con la compra de los sistemas ruso de defensa aérea S-400 y ha tenido divergencias respecto de los aviones F-35 ya que Washington suspendió a Turquía en ese proyecto— y, por otro, se acerca a Putin en momentos en que se enfrenta a la OTAN.

La presencia británica tampoco debe ser soslayada. La base de Gibraltar y otras en el Mediterráneo, como en Chipre (bases de inteligencia), siempre se mantienen muy activas.

En este marco no puede desestimarse la proximidad de Medio Oriente y un incremento de la tensión entre Israel e Irán, además de la inestabilidad en Siria, El Líbano y los enclaves palestinos de Gaza y Cisjordania, que recientemente tuvieron nuevos enfrentamientos con Israel. A ello se suma el conflicto de Yemen, detrás del cual están Arabia Saudí e Irán. Aquí es necesario destacar que por una mediación de China, el 10 de marzo de 2023 los gobiernos de Riad y Teherán anunciaron que habían llevado a cabo negociaciones que permitirían el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, algo que no ha caído bien en Washington ni en Tel-Aviv.

Del mismo modo, debe considerarse la reactivación del conflicto en Georgia con manifestaciones en contra del gobierno por su decisión de controlar los aportes a las ONGs a partir de una ley sobre «agentes extranjeros» que, según Bruselas, era incompatible con los valores europeos. En realidad, se trata de un escenario similar al de Ucrania en su intento de incorporarse a la UE. Nuevamente cobra protagonismo quien fuera líder de la «Revolución de las Rosas» en noviembre de 2003, que llevó a la dimisión de Eduard Shevardnadze: Mijail Saakashvili. Presidente de Georgia por dos períodos tras la caída de Shevardnadze, luego establecido en Ucrania cuando se le impidió acceder a un tercer mandato presidencial, colaborador en la campaña presidencial de Petró Poroshenko —quien le otorgó la ciudadanía ucraniana y lo nombró gobernador del oblast de Odessa, hasta que renunció y denunció por corrupción a Poroshenko, quien luego le quitó la ciudadanía y fue enjuiciado y absuelto por un tribunal de Kiev—, profesor invitado en una universidad de Estados Unidos, luego gran impulsor durante la campaña del actual presidente ucraniano Volodímir Zelensky, quien le ha restituido la ciudadanía ucraniania, regresó a Georgia —país que le retiró la ciudadanía cuando obtuvo la de Ucrania y le abrió una serie de causas por corrupción y asesinato— donde actualmente está encarcelado, supuestamente con una delicada situación de salud, por lo que fue enviado de la cárcel a un hospital. Desde la prisión y desde el nosocomio no solo incentiva las protestas sino que también manifiesta que la victoria de Ucrania sobre Rusia es «inevitable». Cabe recordar que durante su gobierno, Georgia perdió una guerra contra Rusia en 2008.

Nuevamente las aguas se agitan en el Cáucaso meridional, pues además de Georgia, Armenia toma distancia de Rusia. Luego de la breve guerra con Azerbaiyán por el control del enclave de Nagorno-Karabaj, en 2020, Armenia recurrió a su aliado ruso para frenar las pretensiones azeríes y turcas de expulsar a los militares armenios del enclave. Recientemente las tropas rusas, que obran de garantes del alto el fuego, no cumplieron con las expectativas del gobierno de Ereván debido a que no lograron impedir que los azeríes cortaran el único paso que une Nagorno-Karabaj con Armenia, lo que ha sometido al enclave a un bloqueo y casi provocado una crisis humanitaria. El gobierno armenio se autopercibe defraudado ante la débil respuesta de Rusia. La situación se ha agravado en marzo de 2023 debido a las presiones que Azerbaiyán está ejerciendo sobre Armenia, incluso desplazando unidades militares hacia la frontera, lo que ha llevado a que Irán hiciera lo propio desplazando material militar pesado hacia la frontera con Azerbaiyán y advirtiendo que Irán podría respaldar a Armenia frente a una posible agresión de Azerbaiyán. Por su parte, el gobierno azerí mantiene excelentes relaciones con Turquía e Israel, país este último que le provee de armamentos.

Escenario Ártico

En gran medida este escenario cobra relevancia a partir del cambio climático y la desaparición del hielo en el Polo Norte, lo que hace que el océano Ártico devenga en un mar navegable, poniendo sobre la mesa las disputas territoriales y la mira de los diversos actores sobre los recursos naturales y energéticos de ese gran espacio: la pesca, el petróleo, el gas y los minerales.

Los principales actores en este escenario son Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Noruega y Rusia. La apertura de nuevas rutas de navegación ha dado lugar al establecimiento de más puertos en Siberia, acorta las travesías y evita la necesidad de utilizar otros pasos, como los canales de Panamá y Suez.

Escenario regional: América del Sur

La región se encuentra, desde lo ideológico, con una fuerte inclinación hacia la izquierda y al autoritarismo. Siguiendo la tendencia mundial, pero siempre con una mayor profundización, la democracia va perdiendo fuerza en nuestros países.

A los Estados bajo gobiernos de izquierda en 2022 se han sumado Chile, a cuya presidencia llegó Gabriel Boric, y Colombia, con la asunción de Gustavo Francisco Petro Urrego, político y economista colombiano con un pasado guerrillero en el M19. Es fundador del partido político Colombia Humana y líder de la coalición política Pacto Histórico.

El Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Iván Danilo Rueda, anunció el 12 de agosto de 2022 desde La Habana que su país dará los pasos necesarios para reiniciar los diálogos de paz con el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Petro muestra una buena sintonía con Cuba y Venezuela. El nuevo presidente ha decidido normalizar la relación de Colombia con Venezuela y ambos gobiernos han nombrado embajadores. Maduro designó como nuevo embajador ante Colombia a Félix Plasencia, quien fue canciller de Venezuela y embajador de ese país en China. Plasencia dejó el cargo el 14 de diciembre de 2022, cuando se convirtió en el nuevo secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TC). En su lugar ha sido designado el general retirado Carlos Eduardo Martínez[10]. Por su parte, Petro nombró al ex senador Armando Benedetti como embajador de su país en Venezuela.

Oportunamente, Petro recibió el apoyo de los partidos miembros del Foro de São Paulo (FSP), los que en mayo de 2022 rechazaron las amenazas contra su vida en momentos en que había tenido que suspender su agenda de campaña ante la ausencia de garantías para el ejercicio de la oposición política en ese país.

Para los miembros del FSP, Gustavo Petro constituía «una esperanza para un cambio democrático en Colombia, que instalaría un gobierno popular, para la defensa de la paz y las transformaciones en favor del pueblo colombiano. Ante su llegada al gobierno los lazos entre Petro y el FSP se han fortalecido, radicalizando las posiciones de la izquierda en nuestros países.

Uruguay y Paraguay son los países que aún se encuentran ideológicamente al margen de la tendencia izquierdista, al que se ha sumado Perú con la asunción —el 7 de diciembre— de Dina Boluarte a la presidencia tras una traumática situación que se produjo a partir de la salida del gobierno del izquierdista Pedro Castillo, situación que mantiene en vilo al país y que ha ocasionado numerosas muertes en enfrentamientos.

Las elecciones llevadas a cabo en Brasil el 2 de octubre de 2022 llevaron nuevamente al gobierno al izquierdista Inácio «Lula» da Silva, lo que ocasionó fuertes tensiones debido a que los partidarios del anterior presidente Jair Bolsonaro consideraron que hubo fraude. En enero, tras su asunción en Brasilia, una enorme protesta de la oposición puso en evidencia la gran polaridad que atraviesa la sociedad brasilera.

A este escenario en el que predomina la izquierda debe añadirse Nicaragua con la dictadura de Daniel Ortega y su enfrentamiento con los miembros de la Iglesia Católica, el retiro de la ciudadanía a sus opositores —que fueron enviados a Estados Unidos— y el cierre de medios de comunicación e instituciones.

El avance de la izquierda no solo está favoreciendo el incremento del narcotráfico y del crimen organizado en la región sino que también está profundizando los procesos de fragmentación en ciertos países como Bolivia (Santa Cruz), Chile y Argentina.

Algunas consideraciones y la repercusión de estos escenarios en Argentina

El sistema internacional atraviesa un delicado equilibrio pues se encuentra en un «momento bisagra» en el que los actores del juego geopolítico forcejean y se miden a los efectos de estudiar las reacciones de los adversarios.

A diferencia de otros «nuevos órdenes mundiales» de la historia, en el que los protagonistas en general eran los mismos actores menos o más alguno que perdía o ganaba en este juego, este «nuevo orden mundial» promete ser diferente pero sin duda será traumático. Quiérase o no, el mundo se encuentra atravesando una Tercera Guerra Mundial en el que la guerra híbrida y la guerra proxy están sobre la mesa. El conflicto de Ucrania claramente es una guerra proxy, es decir una guerra subsidiaria o guerra por delegación mediante la cual un Estado combate a otro Estado, pero en lugar de usar sus propias fuerzas militares emplea las fuerzas de otro Estado o incluso una fuerza inorgánica en vez de enfrentarse directamente. En este caso puntual pueden considerarse tanto el Batallón de Azov como el Grupo Wagner. No obstante, algunos no la reconocen como guerra proxy.

La angloesfera y más precisamente el gobierno de Estados Unidos expresa en todo momento que puede que Rusia y China estén poniendo en peligro el orden mundial, pero en realidad se trata de «su orden mundial», del orden mundial que han venido construyendo durante el siglo XX. Inexplicablemente, los líderes europeos continúan alineados con la angloesfera perjudicando económicamente y socialmente a sus respectivos pueblos y países. El conflicto con Ucrania, que como he mencionado no se originó el 24 de febrero de 2022 sino en 2014 con la guerra civil ucraniana entre el gobierno central y las provincias separatistas, fue agudizándose ante la mirada hacia otro ángulo por parte de los miembros de la Unión Europea. Lejos de haber intentado evitar la confrontación, primero pecaron por omisión y luego alimentaron el conflicto con Rusia, siguiendo a pies juntillas las directivas que emanaban desde Washington y Londres. Luego de la ocupación de los territorios por parte de Rusia, avanzaron suministrando armas pero nunca procurando un proceso de paz. Las industrias de armas y las empresas energéticas que no abastecían —al menos en un alto porcentaje— a Europa encontraron un gran negocio. La angloesfera, como ya lo he expuesto anteriormente en otros artículos, maneja a Europa desde la Primera Guerra Mundial[11] y la puso bajo un mayor control a partir de la Segunda Guerra Mundial[12].

La dependencia europea del petróleo y del gas ruso tenía sus beneficios para los europeos por su bajo costo, un proveedor cercano y el tendido de gasoductos. Rusia es parte de Europa aunque los europeos no lo hayan comprendido, pero siguieron las directivas de quienes no forman parte de Europa, Estados Unidos y el Reino Unido, país éste que nunca se sintió parte del continente y procedió oportunamente a implementar el Brexit para continuar «su juego» desde fuera. La UE, entonces, debió buscar alternativas para proveerse de energía, a un mayor precio de otros proveedores y adquiriendo gas natural licuado (GNL) de los Estados Unidos.

La UE ha dejado de lado a su vecino europeo, Rusia, y desde la implosión de la Unión Soviética en 1991 no ha sabido manejar independientemente de Washington y Londres su relación con Moscú. El equilibrio y la confianza que se estaban creando se quebraron con la expansión de la OTAN.

De este modo, acorralaron a Rusia y procedieron a hacer todo lo contrario que Estados Unidos hizo durante la Guerra Fría, es decir, mantener alejadas entre sí a Rusia y China mientras Washington mantenía relaciones con ambas. Ahora han empujado a Rusia hacia China y en esta visita de Xi Jinping a Moscú el líder chino manifestó que China y Rusia son «grandes potencias vecinas» y «socios estratégicos», además de invitar a Putin a visitar Beijing[13].

Por tanto, estamos asistiendo, como mencione ut supra, a un nuevo orden mundial en el que Occidente está perdiendo el liderazgo que se está desplazando hacia el Indo-Pacífico bajo el liderazgo de Rusia y China, al que otros países se irán sumando, como por ejemplo la India, obviamente Irán, y a partir de este rol mediador que asumió China, es probable que Arabia Saudí y otros países árabes hagan su opción. Ni hablar de los países africanos que recientemente han dado claras respuestas a los europeos, como el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, a Emmanuel Macron, o como el presidente de Namibia, Hage Gaeingob, al embajador de Alemania ante su gobierno, Herbert Beck, quien se quejó por la presencia de ciudadanos chinos en el territorio namibio. Otros varios casos pueden mencionarse en África, como la expulsión del embajador francés de Malí.

La gravedad de la actual situación radica en que cuando un «imperio» peligra hará lo imposible por evitar su caída y si no lo logra arrastrará a otros en su derrumbamiento. Occidente, que ya no es un patrimonio exclusivo de Europa como bien plantea Giancarlo Elia Valori[14], y mucho menos ha resguardado los valores de la civilización cristiana ya que la angloesfera en realidad no ha compartido los valores cristianos que tenían los tradicionales países europeos, está perdiendo el protagonismo a escala global pero se encuentra manipulando hilos peligrosos para toda la humanidad en todos los escenarios mencionados.

Respecto de la Argentina, la situación es por demás crítica. La mediocridad de su dirigencia, gobierno y supuesta oposición, no comprenden la política internacional y solo se limitan a mantener o conquistar un espacio de poder en un país que transita hacia su disolución. Ni siquiera son capaces de obtener beneficios para el país de esta «situación bisagra» y un presidente que le ha dicho a Putin que la Argentina era la «puerta de entrada» a América Latina en vísperas de que el conflicto de Ucrania tomara otro rumbo, luego le entornó la puerta. Tampoco obtienen beneficio de China. Ponen en riesgo la soberanía nacional sin más. Mientras tanto desde Estados Unidos nos envían las instrucciones de qué pasos debemos —o no— dar.

Ni el gobierno argentino de entonces, ni los que le siguieron, ni los responsables de inteligencia comprendieron por qué en 2008 los Estados Unidos reactivaron la Cuarta Flota, dependiente del Comando Sur, para iniciar nuevamente el patrullaje en nuestros espacios marítimos circundantes. Tampoco comprendieron porque la angloesfera y la OTAN recuperaban la base de las Azores, prácticamente una década después. Supuestamente, a instancias del gobierno de Portugal. La intención es controlar el océano Atlántico, en lo que respecta —entre otros temas— a la piratería en ambos litorales y a la pesca ilegal, algo que claramente se encuentra presente en el Atlántico Sudoccidental.

Ante estos escenarios y movimientos, el presidente de la Argentina, Alberto Fernández, sostiene que nuestro país está inmerso en una región de paz y sigue la línea de las últimas décadas de la democracia: no hay hipótesis de conflicto, a pesar de que tenemos nuestras islas del Atlántico Sur ocupadas por el Reino Unido —donde entrenan las fuerzas de la OTAN— proyectándose sobre nuestro sector antártico, boicoteando la provisión de equipamiento militar para nuestras Fuerzas Armadas pero abasteciendo de equipamiento a Chile. Una guerra proxy podría darse en la región, en la que sin duda nuestros países no se beneficiarán, porque en una confrontación armada nadie gana.

En este sentido, la situación es de una profunda gravedad en la Argentina, a saber:

    1. el avance del narcotráfico sobre el territorio nacional, con la connivencia de los políticos (legisladores, intendentes, gobernadores), miembros de la justicia y de las Fuerzas de Seguridad y de las policías provinciales y locales, es decir que más que de narcotráfico debemos hablar de «narcopolítica»;
    2. el conflicto de los autodenominados «mapuches», que cuenta con apoyo del gobierno nacional, de sectores de la justicia, del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) —cuyo vicepresidente es Luis Pilquiman, quien favorece a los grupos separatistas por ser miembro de ellos— pero que también recibe respaldo desde el exterior. Cabe mencionar que Mapuche Nation tiene sede en Bristol, Reino Unido y que un francés —descendiente del autoproclamado «rey de la Patagonia», Orllie Antoine de Tounens, quien creó una monarquía constitucional en territorio de Argentina y Chile— reclama derecho sobre estas tierras;
    3. como ya se ha mencionado, tenemos un territorio usurpado por el Reino Unido y con su expansión sobre el mar Argentino llega hoy a 1,7 millones de km2. Cabe mencionar que la ocupación de las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur permite al Reino Unido proyectarse sobre la Antártida y que han establecido en las islas la infraestructura necesaria para fortalecer su presencia en el Atlántico Sur, que junto a otras posesiones le otorga un «collar de perlas británico» sobre este océano[15];
    4. recientemente, dos países africanos, Gabón y Togo, se han sumado a la Mancomunidad Británica (Commonwealth), lo que es paradójico ya que ambos países fueron colonias francesas y además son integrantes de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS), conformada por Argentina, Brasil y Uruguay por el litoral sudamericano y veintiún países del litoral africano. En julio de 2021 la Cancillería Argentina informó acerca de la reactivación de la ZPCAS[16] pero no actúa eficazmente en ese proceso.

El «collar de perlas británico». Fuente: SAEEG, https://saeeg.org/index.php/2016/04/

En este marco es importante señalar el estado de indefensión de la Argentina y su incapacidad para proteger su Soberanía Nacional, sobre un territorio que corresponde a la octava extensión a escala mundial, con una superficie marítima extremadamente extensa e incapaz de controlarla por falta de recursos. Aún más grave es que los cuatro OPV —patrulleros oceánicos, Offshore Patrol Vessels— que se han comprado a Francia durante el gobierno del presidente Mauricio Macri, más aptas para la Prefectura Naval que para la Armada Argentina, suelen estar amarradas en la base de Mar del Plata en lugar de patrullando nuestro mar territorial. La realidad es que no navegan por motivos presupuestarios pero si navegaran el Estado Nacional evitaría el robo de miles de millones de dólares anuales debido a la pesca ilegal.

Por otro lado, se ha detectado un número creciente de vuelos entre el Reino Unido y las Malvinas, en general vía Dakar (Senegal), y entre las Malvinas y el sur de Chile, Punta Arenas. Muchos de estos vuelos apagan sus transponder cuando sobrevuelan territorio argentino o en proximidades del mismo. Recientemente se ha informado acerca de cinco violaciones del espacio aéreo argentino por parte de aviones de Chile pero el número de estos hechos es muy superior.

Todos estos antecedentes deben ser tenidos en cuenta para comprender los actuales movimientos en el sur del continente, con aviones de la RAF que llegan a Malvinas, se desplazan entre las islas, el sur de Chile y la Antártida.

En resumen, el escenario global es de alta volatilidad debido a que la angloesfera se encuentra operando claramente en estos escenarios regionales:

    • en el este de Europa, Ucrania;
    • en el Lejano Oriente, llevando a cabo provocaciones sobre China tanto realizando maniobras en el mar del sur de China como visitas de altos funcionarios estadounidenses a Taiwán;
    • llevando a cabo un cerco de Rusia con el establecimiento de fronteras inestables (Ucrania, Moldavia, Georgia, Armenia, mar Negro);
    • generando una creciente inestabilidad en el Mediterráneo y en Medio Oriente;
    • en el Atlántico Sur, fortaleciendo la presencia militar británica pero también la de submarinos nucleares de Estados Unidos, a lo que se suma la depredación de nuestra riqueza ictícola favorecida por los británicos aunque en paralelo, Estados Unidos manifieste preocupación por esta depredación;

En este marco, debe tenerse en cuenta que de escalar un conflicto entre Rusia y/o China con la angloesfera, es altamente probable que se proyecte sobre el Atlántico Sur. En el caso de un conflicto en el que participe China, las posibilidades serían mayores, dado los pasos bioceánicos que comunican al Atlántico Sur con el Pacífico pero principalmente con el Índico. Asimismo debe tenerse en cuenta que en la provincia de Neuquén se encuentra la Estación China del Espacio Lejano[17]. Por otro lado, cualquier conflicto de gravedad en el hemisferio norte implicará, al menos, un desplazamiento de migraciones hacia el hemisferio sur.

Sin duda que el fortalecimiento de la presencia británica en el Atlántico Sur está orientada a:

    • su proyección antártica
    • el control de los pasos bioceánicos y, no menos importante,
    • mantener la conflictividad en el Atlántico Sudoccidental.

En este sentido, el Conflicto del Atlántico Sur o Guerra de Malvinas (1982) puede considerarse la primera guerra por la Antártida y debe recordarse que el Tratado Antártico prescribe en 2048. Los tiempos se acortan y la dirigencia argentina no toma conciencia de lo que ello implica al seguir debilitando a las Fuerzas Armadas inspiradas por un odio visceral basado en lo ideológico.

La Argentina ante este estado de indefensión, debe considerar que es altamente probable que le impongan un conflicto armado que lleve a la pérdida de la Patagonia además de las ya usurpadas islas del Atlántico Sur.

En función de ello, urge tomar las medidas correspondientes para revertir la actual situación, lo que implica:

    • equipar a las Fuerzas Armadas (carecemos de Fuerza Aérea, de Fuerza de Submarinos, en general de una Armada y desarrollar seriamente el Comando de Ciberdefensa) así como refundar nuestra industria de Defensa;
    • reconstruir el Sistema de Inteligencia Nacional, ya que en la actualidad la Argentina está sometida a una «guerra de inteligencia» y carece de las capacidades para enfrentarla; las fallas de la contrainteligencia están a la vista;
    • sanear la economía nacional;
    • articular el territorio nacional (desarrollo ferroviario, aéreo, naval y de comunicaciones);
    • profesionalizar nuevamente nuestra Cancillería.

Las «buenas intenciones» de reabrir la X Brigada en Río Gallegos y asignarle aviones Pampa III como dotación permanente a esa unidad, de crear la base Antártica en Ushuaia, una nueva unidad del Ejército en Tierra del Fuego y la instalación de un radar en esa provincia, son decisiones tardías que deben implementarse pero, de todos modos, son absolutamente insuficientes si no se procede a dotar a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas de Seguridad de los recursos necesarios para obrar en consecuencia, es decir, del material de guerra necesario para enfrentar potenciales agresiones o conflictos.

Un radar podrá ser importante pero si no hay poder de respuesta de nada sirve.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.

Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB).

Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

 

Referencias

[1] «Angela Merkel: „Hatten Sie gedacht, ich komme mit Pferdeschwanz?”». Zeit, 07/12/2022, https://www.zeit.de/2022/51/angela-merkel-russland-fluechtlingskrise-bundeskanzler, [consulta: 15/12/2022].

[2] Klaus Wiegrefe. „Neuer Aktenfund von 1991 stützt russischen Vorwurf”. Der Spiegel, 18/02/2022, https://www.spiegel.de/ausland/nato-osterweiterung-aktenfund-stuetzt-russische-version-a-1613d467-bd72-4f02-8e16-2cd6d3285295.

[3] AFP, Adaptado por Adrián Olstein. «Moscú declaró que “mercenarios” israelíes luchan en Ucrania». Ynet Español (Israel), 04/05/2022, https://www.ynetespanol.com/global/israel/article/hys8nbeiq, [consulta: 10/05/2022].

[4] Suzan Fraser y Jari Tanner. «Erdogan: Suecia no entrará en OTAN si deja quemar el Corán». AP, 01/02/2023, https://apnews.com/article/noticias-b01b0dda545ea5b49b68283f8df34459, [consulta: 04/02/2023].

[5] «Marcelo de los Reyes: “No es el primer incidente de Pelosi con China, y los chinos la conocen bien”». Entrevista realizada por Mauro Senesi para Conectando Fronteras por LU3 AM 1080, Bahía Blanca, https://www.youtube.com/watch?v=nswN0-cxH08&t=5s

[6] «China advierte sobre la cooperación en submarinos nucleares de Australia, Reino Unido y Estados Unidos». La Razón, 18/03/2023, https://www.la-razon.com/mundo/2023/03/18/china-advierte-sobre-la-cooperacion-en-submarinos-nucleares-de-australia-reino-unido-y-estados-unidos/, [consulta: 19/03/2023].

[7] Ídem.

[8] Ídem.

[9] «Incidente entre un submarino Israelí y submarinos y buques de superficie argelinos». Snorkel (Comunidad Submarinista Latinoamericana), 03/10/2021, https://www.elsnorkel.com/2021/10/Incidente-entre-un-submarino-Israeli-y-submarinos-y-buques-de-superficie-argelinos.html#:~:text=produjo%20un%20incidente.-,Un%20submarino%20israel%C3%AD%20de%20la%20clase%20Dolphin%20fue%20detectado%20por,internacionales%20y%20abandonar%20el%20%C3%A1rea.&text=El%20Dolphin%20fue%20detectado%20por,de%20un%20submarino%20Kilo%20argelino, [consulta: 10/12/2021].

[10] «El general (r) que llega a dirigir la Embajada de Venezuela en Colombia». Cambio, 16/02/2023, https://cambiocolombia.com/internacional/el-general-r-que-llega-dirigir-la-embajada-de-venezuela-en-colombia, [consulta: 20/02/2023].

[11] Marcelo Javier de los Reyes. «Visiones geopolíticas contrapuestas. Un siglo de pérdida de iniciativa europea (primera parte)». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales, SAEEG, 18/11/2020, https://saeeg.org/index.php/2020/11/18/visiones-geopoliticas-contrapuestas-un-siglo-de-perdida-de-iniciativa-europea-primera-parte/ .

[12] Marcelo Javier de los Reyes. «Visiones geopolíticas contrapuestas. Un siglo de pérdida de iniciativa europea (segunda parte)». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales, SAEEG, 19/11/2020, https://saeeg.org/index.php/2020/11/19/visiones-geopoliticas-contrapuestas-un-siglo-de-perdida-de-iniciativa-europea-segunda-parte/ .

[13] «Xi invita a Putin a visitar China: «”Somos grandes potencias vecinas”». Deutsche Welle, 21/03/2023, https://www.dw.com/es/xi-invita-a-putin-a-visitar-china-somos-grandes-potencias-vecinas/a-65058324?maca=es-Twitter-sharing, [consulta: 21/03/2023].

[14] Giancarlo Elia Valori. «El concepto de occidentalización». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales, SAEEG, 17/03/2023, https://saeeg.org/index.php/2023/03/17/el-concepto-de-occidentalizacion/ .

[15] Marcelo Javier de los Reyes. «El collar de perlas británico en el Atlántico Sur. Una amenaza a la seguridad regional». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 16/04/2016, https://saeeg.org/index.php/2016/04/

[16] «Se reactiva la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur». Cancillería Argentina, 31/07/2021, Información para la Prensa N° 290/21, https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/se-reactiva-la-zona-de-paz-y-cooperacion-del-atlantico-sur.

[17] Marcelo Javier de los Reyes. «La Estación china de Espacio Lejano en Neuquén, Argentina». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales, SAEEG, 19/09/2016, https://saeeg.org/index.php/2016/09/19/la-estacion-china-de-espacio-lejano-en-neuquen-argentina/.

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