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LA INTELIGENCIA, LA SEGUNDA PROFESIÓN MÁS ANTIGUA DEL MUNDO

Marcelo Javier de los Reyes*

Josué 2:1-7. Rajab cubriendo a los espías. Fuente: Evangelizadoras de los apóstoles.

En mis clases de Inteligencia siempre hice una primera clase referida a los orígenes de esta profesión que, como muchos sabrán es la segunda más antigua de la humanidad. Creo que no cabe mencionar la primera, porque la conocen, y si no agudicen su imaginación.

En textos tan antiguos como la Biblia o El Arte de la Guerra de Sun Zi se hace referencias a los espías. Entre los libros de la Biblia pueden mencionarse el del Génesis, el de Josué y el de Números 13:1-2. Precisamente, en el libro de Josué 2:1-7 es cuando se cruzan las dos profesiones más antiguas: el espionaje y la prostitución. Claro, por esa época no se usaba el término “inteligencia”, actividad que tiene su origen en la que llevaban a cabo los espías.

Ambas profesiones, o más específicamente la Inteligencia y el sexo, se cruzaron a lo largo de la historia y, quizás, se sigan cruzando…

El primer caso, en la Biblia

La labor de los espías —la cual es sólo una parte de la actividad de inteligencia—, es decir la observación, está considerada como la segunda profesión más vieja del mundo. Como todos sabemos la prostitución es la que se considera más antigua.

En la Biblia, en el libro de Josué 2:1-7, dice:

Josué, hijo de Nun, mandó en secreto a dos espías desde Setim, diciéndoles: “Id a explorar la tierra y Jericó”. Ellos fueron y entraron en la casa de una mujer prostituta que se llamaba Rajab, y pasaron la noche allí. Entonces avisaron al rey de Jericó, diciendo: “Unos hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para explorar la tierra”. Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rajab: “Saca a los hombres que han venido a ti y han entrado en tu casa, porque han venido para explorar todo el país. Pero la mujer, que había tomado a los dos hombres y los había escondido, dijo: “Es verdad que vinieron a mí unos hombres, pero yo no sabía de dónde eran. Cuando iba a ser cerrada la puerta de la ciudad, siendo ya oscuro, esos hombres salieron y no sé a dónde se han ido. Perseguidlos aprisa y los alcanzaréis”. Pero ella los había hecho subir a la azotea y los había escondido entre unos manojos de lino que tenía ordenados sobre la azotea. Entonces los hombres los persiguieron por el camino del Jordán, hasta los vados. Y después que salieron los que los perseguían, cerraron las puertas de la ciudad.[1]

Este relato bíblico continúa pero solemos recurrir a esta parte al introducirnos en las clases de Inteligencia ya que es interesante por las siguientes razones:

  1. A través de él podemos apreciar como las que serían las dos más viejas profesiones se relacionan e interactúan. Por un lado, tenemos a los espías israelitas infiltrados en Jericó enviados por Josué y por el otro a Rajab, la prostituta.
  2. Se trataría de los primeros espías documentados de la Historia.
  3. Se menciona la actividad de inteligencia y la de contrainteligencia que respondía al rey de Jericó y que intentó apresar a los espías en la casa de Rajab.

La relación entre las dos profesiones más antiguas del mundo, o entre el espionaje y el sexo, se encuentra en toda la historia de la inteligencia y continúa. Los ejemplos son numerosos.

La Primera Guerra Mundial: la “Agente H21”

La Primera Guerra Mundial incrementó considerablemente las actividades de inteligencia, incluyendo el sabotaje, el espionaje, la interceptación de comunicaciones, con varios casos de codificación, interceptación y decodificación de información. Una de las más célebres fue la que puso fin a la carrera del “Agente H21” —“H” por la inicial de su coordinador, Hoffmann—, el nombre clave asignado por la inteligencia alemana a la mítica Mata Hari (“Ojo del día”), nombre real Margaretha Gertrudis Zelle, nacida en los Países Bajos[2]. Durante la Gran Guerra mantuvo relaciones íntimas con jerarcas de ambos bandos beligerantes: militares, empresarios, banqueros y políticos. Estas relaciones eran relevantes por “la información privilegiada que buscan los gobiernos enfrentados en el conflicto. Por este motivo su persona atrae la atención de varios servicios secretos”[3].

Mata Hari (“Ojo del día”). Nombre real: Margaretha Gertrudis Zelle.

En 1915, cuando residía en los Países Bajos fue reclutada por Karl Cramer, un conocido suyo que trabajaba en el consulado alemán, quien le ofreció la posibilidad de viajar a París para adquirir ciertos conocimientos de inteligencia[4]. Los franceses observaron sospechosamente esas relaciones. Fue entonces cuando se le asignó la denominación “Agente H21”. En París obtuvo información sobre una ofensiva que los franceses llevarían a cabo en la semana siguiente y se la transmitió a los alemanes. Viajó a Frankfurt para recibir un mayor entrenamiento por parte de Elsbeth Schragmüller, la espía “Fräulein Doktor”[5], quien se instaló en Bruselas y se dedicó a la interceptación de correspondencia tras la ocupación alemana.

Cabe aquí destacar que Schragmüller —conocida por los franceses como “Mademoiselle Docteur”— fue la primera mujer que dirigió el Departamento Alemán de Espionaje contra Francia y la primera que dotó a esos servicios secretos de una mejor conexión y organización[6].

Instalada nuevamente en Francia, Mata Hari fue contactada por el capitán Georges Ladoux con la intención de reclutarla para la contrainteligencia francesa, convirtiéndose en doble agente. Entre sus “objetivos” se encontraban el gobernador militar de la Bélgica ocupada y el hijo del káiser.

En Madrid intimó con el agregado militar de la embajada de Alemania, Arnold Kalle, quien le proporcionó información falsa acerca de un submarino que desembarcaría en Marruecos, mensaje que Mata Hari entregó a los franceses. Cayó en la trampa. El servicio alemán envió un cable a Berlín, utilizando un código que los franceses habían logrado decodificar: “Agente H21 acaba de llegar tras enrolarse en el servicio francés. Pide instrucciones y dinero”. Desde Berlín respondieron que dejaban US$ 5.000 en el banco Comptoir National d’Escompte, en París, mensaje que fue interceptado por el servicio francés. Fue capturada, sentenciada y ejecutada en el castillo de Vincennes.

Un famoso caso de la Guerra Fría

Otro caso muy famoso en el que se mezcló el sexo y el espionaje fue el “caso Profumo”, que toma su nombre del Secretario de Guerra del Reino Unido, John Profumo, del gobierno del primer ministro Harold McMillan. Una noche de julio de 1961 Profumo participó en una fiesta en la casa de campo de Lord Astor a la que asistieron la joven Christine Keeler —camarera nudista del club nocturno Murrays del Soho de Londres—, su compañera de trabajo Mandy Rice Davis, el osteópata Stephen Ward y el jefe del MI5 —el servicio de inteligencia británico— Roger Hollis. Profumo, quien estaba casado con la actriz Valerie Hobson, se involucró en un romance con Keeler quien, a su vez, mantenía una relación con el agregado naval soviético Eugene Ivanov, en realidad espía de la Unión Soviética. En el marco de la Guerra Fría, el involucramiento de un agente de inteligencia soviético fue lo que agravó el caso, el cual derivó en un serio escándalo que salió a la luz en 1962. La relación de la joven Keeler con Ivanov despertó las sospechas del MI5, el servicio de Inteligencia británico, por lo que estaba siendo vigilada.

Christine Keeler en 1963. Fuente: STF AP

Profumo, en principio, manifestó ante la Cámara de los Comunes que sólo eran amigos pero finalmente reconoció la verdad en el Parlamento y renunció el 5 de junio de 1963, alejándose así de la política. Poco después, a causa de este escándalo, el primer ministro, Harold McMillan, presentó su renuncia.

El doctor Stephen Ward era un importante vínculo entre las élites políticas y sociales del Reino Unido, para algunos en realidad un proxeneta porque relacionaba a hombres poderosos con jóvenes. De hecho, fue acusado de proxenetismo. Murió de una sobredosis de pastillas para dormir pocos días después que el jurado anunciara su veredicto.

El “caso Profumo” también salpicó a la corona británica, algo que no dejó pasar por alto la serie de Netflix “The Crown”. Stephen Ward también tenía sus amigos en la monarquía e integraba el selecto grupo de hombres poderosos que formaban parte del “Club de los Jueves”, en el que se llevaban a cabo fiestas clandestinas y al que asistía el príncipe Felipe de Edimburgo, el esposo de la reina Isabel II.

John Profumo, Secretario de Guerra del Reino Unido
El caso “Vanunu”

Un caso relativamente reciente es el del técnico nuclear israelí Mordechai Vanunu, judío nacido en Marruecos, quien ingresó a trabajar en 1976 en la central nuclear de Dimona, localizada en el desierto de Neguev.

En 1985 renunció a la central nuclear, que tenía una cobertura de planta textil, y se marchó de Israel. Luego de viajar a Nepal se estableció en Sydney, Australia, ciudad en la que se convirtió al anglicanismo. Allí entró en contacto con un grupo antinuclear y entró en contacto con un periodista que lo incentivó a divulgar su información sobre el plan nuclear israelí. Vanunu se había ido al exilio llevando unas fotos que había tomado de la planta de Dimona.

En septiembre de 1986 Vanunu le reveló al The Sunday Times que su país estaba en capacidad de producir armas nucleares. Esa publicación fue la primera en revelar los secretos nucleares de Israel al mundo después de que el periódico publicara filtraciones proporcionadas por el técnico israelí.

Establecido en Londres, fue cautivado por una joven israelí. En realidad se trataba de una joven judía estadounidense, Cheryl ben Tov, quien se había ido a vivir a un kibbutz y que había contraído matrimonio con un analista del Aman —el servicio de inteligencia militar de Israel—. La joven fue destinada a conocerlo en Londres, cautivarlo e invitarlo a viajar con ella a Roma donde supuestamente vivía su hermana. Allí los agentes del Mossad lo secuestraron, lo drogaron y lo enviaron a Israel por mar en un carguero.

El 5 de octubre de 1986, el diario británico The Sunday Times reveló los secretos del arsenal nuclear de Israel.

Mordejai Vanunu fue condenado a 18 años de cárcel por “espionaje al Estado” y “traición” y sometido a un aislamiento e incomunicación total durante once años. Fue liberado en 2004 pero sometido a restricciones y vuelto a detener esporádicamente.

En 2010 Mordechai Vanunu, sentado entre dos guardias de la prisión, a la espera de comparecer ante el tribunal acusado de violar las condiciones de su liberación de 2004. Foto: Dan Balilty / AP.
El mentor de los “Romeos”

El jefe del servicio exterior del Ministerio de Seguridad del Estado (Ministerium für Staatssicherheit), más conocido como Stasi, el servicio de inteligencia de la República Democrática Alemana, Markus Wolf, da cuenta en su libro autobiográfico El hombre sin rostro del uso de los “Romeos”, es decir agentes destinados a “conquistar el corazón de las mujeres con el fin de llegar a los secretos estatales y políticos a los cuales sus ocasionales compañeras tenían acceso”[7].

Markus Wolf y su libro “El hombre sin rostro. La autobiografía del gran maestro del espionaje comunista”.

El propio Wolf afirma que él no inventó “el vínculo entre el idilio y el espionaje” sino que se remonta a tiempos inmemoriales y que los servicios de seguridad lo utilizaron “para acercarse a las figuras interesantes”. En su capítulo ocho, titulado “El espionaje por amor”, hace mención al mencionado relato bíblico de la prostituta Rajab y expresa que él no habría tenido a Mata Hari en su “nómina de pagos” ya que la consideraba “una espía lamentable”.

Vale citar un párrafo interesante de por qué formó a sus Romeos:

En este siglo, las mujeres comenzaron a ser útiles para los organismos de inteligencia en papeles que no eran los de prostituta de buen corazón y seductora. Asumieron las tareas que antes habían sido masculinas como secretarias de importantes figuras, y con el ascenso del feminismo ellas mismas se convirtieron en secretarias de Estado, consejeras de los políticos, académicas importantes y depositarias de secretos estatales. De modo que no es sorprendente que apareciese la contraparte masculina de Mata Hari, es decir, el Romeo convertido en espía.[8]

Cabe recordar que la actuación de su servicio de Inteligencia tuvo lugar en el marco de la Guerra Fría, en el marco de la confrontación ideológica que separaba a la República Democrática Alemana de la República Federal Alemana, en donde se encontraban sus principales objetivos.

Cuenta que su primer Romeo —cuyo seudónimo era Félix— comenzó a trabajar a principios de la década de 1950. Era un joven estudiante que fue instruido en los diferentes métodos para verificar si era seguido, apelando a los diferentes ángulos visuales desde los cuales es posible practicar la vigilancia y cómo evitar ciertas posiciones en una multitud. Como señala Markus Wolf, “la regla fundamental, incluso para el espía más cuidadoso, es no creer jamás que uno no está vigilado”[9].

A lo largo de varias páginas menciona operaciones llevadas a cabo por sus Romeos, los cuales llegaron a infiltrarse en la cancillería de la República Federal. En algunos casos se procuraba reclutar a la mujer que tenía acceso a la información de interés. Wolf destaca que en la década de 1950 había numerosas mujeres maduras y solitarias que esperaban con anhelo tener a un compañero a su lado y esto era debido a “la escasez de hombres típica de una posguerra”.

En otros casos, el trabajo llevaba a un enamoramiento real y cuando el agente Romeo corría riesgos a causa de la contrainteligencia de la República Federal, había que extraerlo repentinamente, destruyendo afectivamente a la mujer —quien nunca más sabría de su novio— y debiendo consolar al agente. Pero Wolf lo tenía claro, pues “si se trataba de elegir entre salvar a un agente y salvar un idilio, yo no tenía más remedio que ser cruel[10].

Gracias al trabajo de “Félix” logró acercarse a la Cancillería Federal, por entonces encabezada por Hans Josef Maria Globke (1898 – 1973), abogado que fue Subsecretario de Estado y Jefe de Gabinete de esa Cancillería alemana en Alemania Occidental del 28 de octubre de 1953 al 15 de octubre de 1963. Globke tenía un importante pasado nazi y era un íntimo confidente del canciller Conrad Adenauer, además de un acérrimo enemigo del comunismo.

La operación fue llevada por la propia astucia de “Félix” quien encontró el modo de infiltrarse en el personal de la Cancillería a partir de esperar el ómnibus en una parada cercana al edificio. Allí conoció a Norma, con la que primero estableció una amistad que luego se convirtió en romance. Pero con el tiempo “Félix” debió ser extraído de la República Federal y se debió emplear a otro agente que debió vincularse con otra mujer sugerida por el propio “Félix”. Sin entrar en detalles, la operación fue exitosa y con la información obtenida se logró llevar a cabo la campaña contra Globke, quien debió renunciar en 1963. De ese modo se pudo eliminar del gobierno a un gran antagonista de la República Democrática y se despertó en Occidente la atención acerca de un numeroso grupo de nazis que servían al gobierno de la Alemania Occidental. Sin embargo, la puja entre ambas alemanias no concluyó en la década de 1960 sino que se prolongó hasta el derrumbe del Muro de Berlín.

Policías británicos encubiertos

En 2011 salió a la luz el caso de un policía británico que trabaja encubierto infiltrándose entre sus investigados[11]. El agente de la Policía Metropolitana de Londres Mark Kennedy se hacía pasar por Mark Stone y era conocido como “Flash”.

En el año 2000 se infiltró en una organización de activistas ecológicos con el propósito de recolectar evidencia acerca de supuestas actividades ilícitas que pudieran conducir a juicio y condena de sus integrantes.

Kennedy pudo informar a sus superiores que existía un plan para que un grupo de activistas tomaran por unos días la estación de Ratcliffe-on-Soar, una generadora de energía a base de carbón en las proximidades de Nottingham, como protesta contra el calentamiento global.

En abril de 2009 se llevó a cabo una redada que terminó con el arresto de 114 personas acusadas de “conspirar para cometer allanamiento agravado de morada”. De ese modo la policía pudo actuar antes de que los activistas tomaran la mencionada estación.

La Fiscalía de la Corona (CPS) inició un proceso contra seis de los detenidos pero derogó el caso cuando tomó conocimiento que Mark Kennedy estaba dispuesto a brindar testimonio a favor de los acusados. Al parecer Kennedy, tras diez años involucrado en el movimiento verde del Reino Unido, actuaba más como un instigador de actividades ecologistas que como oficial policía inmerso en una operación.

Sin embargo, la cuestión derivó inesperadamente cuando ocho mujeres de la organización ecologista denunciaron que varios policías se habían involucrado sentimentalmente con ellas[12]. Durante más de nueve años las estuvieron engañando respecto a su identidad y, a juicio de ellas, de forma deliberada y consciente, lo que entra en contradicción con lo expresado por las autoridades policiales acerca de que sus agentes secretos no están autorizados “bajo ninguna circunstancia” a dormir con las personas a las están espiando.

El agente de la Policía Metropolitana de Londres Mark Kennedy se hacía pasar por Mark Stone.

En el caso puntual de Mark Kennedy, las denunciantes afirman que mantuvo relaciones con tres de ellas, aunque él admitió haber tenido dos amantes.

Kate Wilson había establecido lo que consideraba una relación normal de pareja con Mark Stone hasta que encontró un pasaporte en la guantera de la camioneta a nombre de Mark Kennedy y fue así que descubrieron que era un policía encubierto enviado para espiar su círculo de amigos activistas. Pero luego se supo que Kennedy tuvo varias relaciones bajo su identidad falsa.

La policía pidió disculpas y ofreció una indemnización a las mujeres denunciantes, quienes alegan que no se trata de una cuestión de dinero, sino que las situaciones que han debido vivir les han ocasionado traumas de por vida porque han vivido cuestiones íntimas y familiares y han recurrido a ellos en momentos personales muy difíciles.

 

Como puede apreciarse, desde la antigüedad el espionaje y el sexo se han involucrado y no necesariamente en cuestiones vinculadas a la prostitución. En algunos casos el amor se despertó entre el espía y su objetivo, dañando a ambos. En otros casos, obedece a una práctica “institucional” no reconocida, como en el caso de la policía británica que ahora se sabe que lleva más de cuarenta años recurriendo a la infiltración clandestina de sus agentes en grupos ecologistas y políticos. Esto pone sobre la mesa una vez más los límites éticos y legales en que deben operar los servicios de inteligencia para alcanzar sus objetivos.

A pesar de ello, esta práctica antigua sin duda no desaparecerá porque es en la intimidad donde se pueden obtener los secretos mejor guardados. 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

Referencias

[1] Josué 2:1,7.

[2] Josep María Ràfols, Lluís Riera. Primera Guerra Mundial. 100 años (Vol. 8 “Leyendas y espías”). Barcelona: Luppa Solutions, 2014, p. 21 y ss.

[3] Ibíd., p. 23.

[4] Ídem.

[5] Ibíd., p. 24.

[6] Laura Bondía. “Una espía alemana contra Francia.”. En: El Reservado, 18/07/2010, <http://www.elreservado.es/news/view/246-los-lectores-opinion-portada/334-una-espia-alemana-contra-francia>, [consulta: 15/08/2014].

[7] Markus Wolf. El hombre sin rostro. Buenos Aires: Javier Vergara Editor, 1997, 388 p. Ver el capítulo 8 “El espionaje por amor”.

[8] Ibíd., p. 146.

[9] Ibíd., p. 147.

[10] Ibíd., p. 149.

[11] “El policía encubierto que se unió a sus investigados”. BBC Mundo, 11/01/2011, <https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/01/110110_reino_unido_policia_encubierto_ecologistas_wbm>, [consulta: 17/02/2013].

[12] “Ocho mujeres denuncian a cinco policías británicos por ‘infiltrarse’ en sus camas”. El Mundo, 16/12/2011, <https://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/16/internacional/1324059426.html>, [consulta: 17/02/2013].

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3 DE FEBRERO DE 1813. COMBATE DE SAN LORENZO.

Combate de San Lorenzo, detalle de la carga de Granaderos a Caballo.
Oleo de Ángel Della Valle actualmente en el Museo Histórico Nacional.

Fue al leer Nuestra Señora de París entre la infancia y la adolescencia que descubrí que Febo, el militar de quien está enamorada la gitana Esmeralda, lleva el nombre de un dios romano del sol, y ahí entendí que ‘Febo asoma’ era una alusión al amanecer, y no, como creía, ‘¡Fehuasoma!’, jaculatoria propiciatoria a la manera de ¡Aleluya! u ¡Hosanna!, que me resultaba apropiada a la heroica epopeya que los versos de la Marcha de San Lorenzo describen y evocan.

Y ‘Cabral, soldado heroico’ me marcó a fuego su conducta como guía.

De fuego también ese bautismo de los granaderos de San Martín, que los había creado a ejemplo de los regimientos que había conocido en Europa, a la que como todos nuestros primeros próceres adoptaba como modelo en el que creía.

Sin nostalgia alguna de pobrismo ni subdesarrollo ni de ser la voz de los sin voz porque él tenía la suya de clarín, que Alberdi registra en París antes de verlo personalmente en casa de un argentino a quien visita, Guerrico si mi septuagenaria memoria no me engaña. Y busca una Patria que está fundando y afianzarán tantos otros durante algo más de dos siglos.

Y no había mujeres en ese regimiento, como en ningún otro de entonces. Y si alguno de los soldados u oficiales sentía atracción por otro, esa ‘filia’ quedaba en la intimidad de los pensamientos y corazones, sin disminuir su coraje y valentía.

Y los hijos de madres esclavas nacían ya, desde unos días antes, libres, como lo había dispuesto la gloriosa Asamblea del Año XIII inaugurada el 31 de enero previo y a la que está dedicado conjuntamente con el Congreso de Tucumán que proclamaría nuestra independencia tres años después, el Monumento a los Dos Congresos cuyo entorno deterioran cada tanto patoteros ignaros en nombre del Pueblo que los prohombres ahí reunidos engendraron y cimentaron.

Aspiraban, querían, peleaban, se esforzaban por una Patria libre para desarrollar la ley, la educación, la industria, la agricultura y el comercio en provecho de sus habitantes.

Hace unos días, también, me preguntaba por qué una calle céntrica de mi ciudad natal y querida Santa Fe lleva de nombre esa fecha —‘lo que se cifra en un nombre’, diría Borges—, y el amigo Marcelo me lo recordó al iniciarse este mes de ‘fiebres’ y pandemia, cuyo curso no debe echar en el olvido esas luchas por la libertad y la dignidad de que venimos, lo que le agradezco.

Y estas líneas aspiran, quieren, inspirar a otros que como yo siguen anhelando esa Patria fundada por hombres como nosotros, aunque ellos merecen todos los monumentos, y nosotros seguimos teniendo que ganarnos el recuerdo que dejemos.

Juan José Santander*

Buenos Aires, en el día de la Presentación de Nuestro Señor

 

Marcha de San Lorenzo – Granaderos

* Diplomático retirado. Fue Encargado de Negocios de la Embajada de la República Argentina en Marruecos (1998 a 2006). Ex funcionario diplomático en diversos países árabes. Condecorado con el Wissam Alauita de la Orden del Comendador, por el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, M. Benaissa en noviembre de 2006). Miembro del CEID. 

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LOS ERRORES DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE ESTADOS UNIDOS

Giancarlo Elia Valori*

Hace unos días, en una conversación con uno de los antiguos protagonistas de la política exterior de Estados Unidos, en respuesta a mis preguntas y consideraciones, respondió que la segunda guerra Iraq-Estados Unidos fue un desastre innecesario, en parte equilibrado por la mejora de las relaciones con Israel y la atención especial prestada a las petromonarquías del Golfo. Admitió que no había manejado las relaciones con Egipto de la mejor manera, como los Estados Unidos podrían haber hecho después de las llamadas primaveras árabes, y que era discutible que los Estados Unidos nunca tuvieron una de relación con Irán que fuera lo suficientemente discreta para ser sostenible.

De hecho, los errores y el deseo de la Casa Blanca de dominar, sin tener en cuenta a las otras partes, es una característica tradicional de la política exterior estadounidense. Michael Mandelbaum, profesor de la Universidad John Hopkins, ya había declarado que Estados Unidos había perdido en el mundo, un fracaso total desde el final de la Guerra Fría. La historia de la política exterior de Estados Unidos puede dividirse aproximadamente en cuatro períodos.

1) Desde la Presidencia de George Washington (1789-1797) hasta la Guerra Hispano-Estadounidense (1898), la política exterior de Estados Unidos todavía estaba en su infancia y su foco era el territorio.

2) Desde 1898 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (1945), los Estados Unidos comenzaron a moverse internacionalmente, desempeñando el papel de una gran potencia en el escenario de la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial.

3) Desde 1945 hasta el final de la Unión Soviética (1991), los Estados Unidos se convirtieron en uno de los dos polos del mundo, el timonel del orden occidental y guardianes de las tendencias del escenario mundial.

4) El cuarto período comenzó después de la victoria en la Guerra Fría. En esa fase, los Estados Unidos se encontraban en el apogeo del poder internacional, ignoraron a sus pares y sujetos de derecho internacional, comportándose como una aparente potencia hegemónica en el mundo, pero su política exterior en ese momento rara vez tuvo éxito.

El mayor problema de la política exterior estadounidense durante la Guerra Fría fue la seguridad nacional. Era necesario, en todo momento, protegerse de la penetración e influencia de la URSS y esforzarse por mejorar su fuerza militar con miras a garantizar el liderazgo mundial. Esto implicó una producción bélica a gran escala y enormes beneficios para las industrias militares.

Después de la Guerra Fría, los Estados Unidos utilizaron múltiples medios como la política exterior, la política económica y la intervención armada como elemento disuasorio (véase la Guerra de los Balcanes de 1999) para coaccionar y atraer la atención de China y Rusia (sus competidores tradicionales) y más tarde intervenir en Afganistán y en dos ocasiones en Irak.

Por ejemplo, en las elecciones presidenciales de 1992, Bill Clinton propuso vincular el trato de la nación más favorecida a China con la situación de los derechos humanos. Después de ser elegido, posteriormente añadió el Tíbet, con la esperanza de mejorar los derechos humanos locales y promover el cambio en China (obtusamente visto como obligado a terminar como la URSS), cuando en realidad la desestabilización de esa región habría causado un trastorno nuclear global.

El éxito de la Guerra Fría contra un país y un sistema de producción que para entonces se había reducido a un parpadeo, para apoyar una defensa que al menos era un elemento disuasorio pero nunca superior a la Casa Blanca, dio a los Estados Unidos la ilusión de que los sistemas occidentales y el libre mercado eran superiores y universales y podían ser transpuestos a países extranjeros donde cualquier idea/ideología que no se ajustara al Modo de Vida Americano se consideraba bárbara, retrógrada e incivilizada (bienestar europeo, salud, comunismo, socialismo, Islam, culturas tradicionales, la religión católica, etc.).

En su propio “destino manifiesto”, los Estados Unidos apoyaron y proporcionaron a los misioneros y a quienes pudieran difundir proactivamente las semillas de la civilización y promover la reforma en las llamadas sociedades “atrasadas” y no aliadas.

Estados Unidos sobrestimó la viabilidad de replicar en otros países, como Afganistán e Irak, lo que había hecho mediante bombas nucleares y no nucleares en la Alemania de Hitler y en el Japón Imperial, que actualmente son modelos “occidentales” de liberalismo.

Aunque intentaron con éxito o no (ver las revoluciones de colores), a través de la inteligencia, derrocar al dictador de la época —hasta ayer un amigo— los think tanks de política exterior de Estados Unidos carecen de conocimiento de las condiciones sociales que persisten en un país determinado, sin entender que sus propios puntos de vista son insuficientes para imponer un sistema moderno de estilo occidental, como la estructura social y el concepto del Estado de derecho. Cuando la sabiduría política no es madura y la ignorancia prevalece, obviamente se va hacia el fracaso y el odio de la gente..

Aunque Estados Unidos se encuentra entre los mejores países en términos de fuerza nacional, con su poder militar y blando, es inevitablemente incapaz de luchar multilateralmente y al mismo tiempo transformar una sociedad —que considera retrógrada— a miles de kilómetros de distancia.

En un lugar donde los conceptos estadounidenses de democracia y libre mercado nunca han sido conocidos, y mucho menos aceptados, querer establecer un sistema a su propia imagen es prácticamente imposible.

Y aunque las misiones militares estadounidenses tienen éxito (sin olvidar, las amargas derrotas en Corea y Vietnam), al mismo tiempo, en términos políticos, han reevaluado la fuerza de China y Rusia para ampliar su presencia en ciertas áreas geopolíticas.

Por ejemplo, la guerra en Siria —fomentada para sabotear la “Ruta de la Seda” china y dañar el suministro de petróleo ruso a Europa— ha fortalecido la presencia de Rusia en el Mediterráneo y ha planteado ante los pueblos los principios tradicionales de China de anticolonialismo y no injerencia política, que están ganando apoyo de América del Sur a África, de Europa a Asia.

No en vano, el propio Profesor Mandelbaum dijo que en lugar de adoptar medios violentos para promover la construcción de un sistema de “estilo occidental” en un país distante, sería mejor que los Estados Unidos adoptaran sistemas culturales, valores y más poder blando para influir, proporcionar asistencia y crear condiciones para la transformación y atracción de modelos occidentales en otros lugares para la economía, propósitos prácticos y pacíficos dirigidos al bienestar de los pueblos, y no a establecer una dictadura “democrática” desagradable y odiada por la gente común.

Según el distinguido académico, los Estados Unidos deben actuar como guardianes de la paz internacional y garantizar el orden mundial, recurriendo también en última instancia a los tribunales internacionales de justicia, en lugar de subvertir la estructura interna de los países individuales que quiere cambiar por su propio interés en relación con los últimos recursos del planeta.

Mientras haya ventajas y no destrucción para los pueblos, no dudarán en participar en las fases del cambio. El juego de la política es el del gran poder, que recupera la hegemonía a través del consenso y no a través de la imposición de bombarderos, las masacres de civiles y las postales al estilo de Hollywood.

Por lo tanto, con el fin de evitar nuevos fiascos, la política exterior de Estados Unidos debe pasar a otra fase. Por fin debe lanzar una quinta fase, pero una pacífica.

El sitio web estadounidense de “Política Exterior” ha publicado recientemente el artículo Los Estados Unidos necesitan una nueva mentalidad estratégica. El artículo critica a los Estados Unidos por haber formulado estrategias basadas únicamente en intereses a corto plazo en las últimas décadas. Esto ha dado lugar a muchos errores estadounidenses, incluyendo la guerra post 9/11 contra el terrorismo.

Según su autor, debido a que los Estados Unidos carecieron de una visión estratégica coherente e integral para una generación, tomaron innumerables acciones miopes y enfrentaron muchos desafíos para su seguridad nacional y prosperidad económica.

El autor piensa que, desde el final de la Guerra Fría, los Estados Unidos han pagado caro por su estrategia equivocada. Después de la implosión de la URSS, los Estados Unidos desperdiciaron desesperadamente enormes riquezas y las vidas de un gran número de soldados, utilizando la paranoia como respuesta a la amenaza terrorista. El artículo dice lo siguiente: “Más recientemente, ha gastado sumas exorbitantes en lo que interpreta como ‘competencia de gran potencia’, pero es realmente sólo el mismo injerto antiguo del complejo industrial de defensa con un disfraz diferente —todo mientras sus instituciones públicas se pudren”.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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