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LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL (I)

Giancarlo Elia Valori*

Imagen: geralt en Pixabay.

 

Hoy comenzaremos a centrarnos en analizar cómo la inteligencia artificial afecta a los cambios en el orden mundial desde dos puntos de vista, a saber, la estructura y las reglas internacionales. En cuanto a la situación internacional, la Inteligencia Artificial tiene el potencial de influir en el equilibrio de poder entre los países en las esferas económica y militar. Las capacidades de los agentes no estatales también se ampliarán sin precedentes y la competencia internacional en torno a la tecnología será más intensa.

En términos de reglas internacionales, la Inteligencia Artificial tiene el potencial de cambiar la forma y los principios de la guerra e impactar las leyes y la ética internacionales existentes. Los desafíos de seguridad y gobernanza que plantea la tecnología de IA son cuestiones que debe abordar toda la humanidad.

Los países deben considerar el problema desde la perspectiva de construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad y discutir el futuro de las reglas internacionales de IA a partir del concepto de seguridad común.

Hay que decir, sin embargo, que el tema y las cuestiones relacionadas con la Inteligencia Artificial no se derivan de la difusión de Internet y la ciberciencia en los últimos años, sino que se remontan a un largo camino.

En 1950 el matemático británico Alan Turing (1912-1954) propuso el concepto de Inteligencia Artificial. En 1956 se celebró el primer simposio sobre Inteligencia Artificial en Dartmouth, New Hampshire, Estados Unidos, y la IA fue reconocida oficialmente como una ciencia por la comunidad internacional de académicos.

A medida que entramos en la segunda década del siglo XXI, la investigación y el desarrollo de la tecnología de IA aceleraron su ritmo. Hoy, casi setenta años después de los primeros enfoques teóricos, la Inteligencia Artificial es ampliamente utilizada en un número creciente de áreas de producción y vida humana. En algunos campos especializados, está casi al mismo nivel o incluso supera el rendimiento del cerebro humano.

Como una tecnología ubicua con el potencial de transformar la sociedad humana, la Inteligencia Artificial ha sido ampliamente discutida en las áreas de ciencia y tecnología, industria, militar, sociedad y ética, como mencionamos anteriormente. Por lo tanto, ¿tendrá la Inteligencia Artificial un impacto en las relaciones internacionales? ¿Qué tipo de impacto tendrá? Vale la pena explorar algunos de estos temas.

Cabe señalar que la tecnología de IA en sí misma es compleja, difícil de explicar e incierta. Si no eres un experto en el campo, no puedes entrar en su «funcionamiento», pero puedes establecer bases lógicas y morales para discutir esto.

Se intentará analizar la Inteligencia Artificial solo sobre la base de los eventos que han ocurrido en función de ella, o de la tendencia de desarrollo generalmente reconocida por la comunidad académica como que tiene un impacto en las relaciones internacionales, con la esperanza de tratar de explorar la necesidad y la posibilidad de construir una regla común. Ciertamente, hay muchas expectativas exageradas sobre cómo la ciencia y la tecnología afectarán las relaciones internacionales modernas.

Algunas personas, como Alvin Toffler en su libro «La tercera ola», publicado en los Estados Unidos en 1980 y en Italia en 1987, predicen que el mundo futuro estará plagado de riesgos y armas nucleares y al borde del colapso económico y ecológico. También predicen que el sistema político existente se volverá obsoleto rápidamente y el mundo enfrentará una gran crisis.

Tales predicciones a menudo sobreestiman las dificultades que la tecnología causa a los seres humanos, pero subestiman la voluntad humana y la capacidad de resolverlas. Después de la Guerra Fría, en el contexto de la globalización, el multilateralismo se convirtió gradualmente en consenso internacional —al menos hasta el colapso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas— al igual que la eficacia del sistema internacional de no proliferación; el movimiento mundial para hacer frente al cambio climático; y la cooperación cada vez más reforzada entre los países para hacer frente a un nuevo orden ecológico. Lo mismo puede decirse del desarrollo de los movimientos por la paz, que han demostrado consenso y una actitud responsable de la humanidad en la defensa de los valores fundacionales y la respuesta a los desafíos.

Los problemas causados por la tecnología pueden resolverse a través de la evolución continua de la tecnología misma y los seres humanos también deben construir un sistema riguroso de prevención a través de la ética y las leyes. De hecho, cada revolución tecnológica ha acelerado el proceso de globalización, trayendo una serie de cuestiones planetarias a la agenda de la política internacional. Por lo tanto, el mundo al menos se ha vuelto más transparente e integrado que en el pasado. Pero antes de llegar al corazón de la discusión, es necesario aclarar varias cuestiones.

La primera pregunta es la siguiente: ¿de qué Inteligencia Artificial estamos hablando?

  1. ¿Estamos hablando de Inteligencia Artificial en sentido estricto que puede simular el comportamiento humano individual, como el reconocimiento, el aprendizaje, el razonamiento y el juicio?
  2. ¿O estamos hablando de una Inteligencia Artificial general con conciencia autónoma y capacidades de innovación independientes similares al cerebro humano que luego puede establecerse por encima del hombre mismo?
  3. ¿Estamos hablando de una Inteligencia Artificial débil, que existe para resolver tareas específicas, y solo es buena para el reconocimiento de voz e imagen, y para traducir ciertos materiales, como AlphaGo de Google y el traductor inteligente de iFLYTEK? Es decir, ¿un mero camarero?
  4. ¿O seguimos hablando de una inteligencia artificial fuerte, capaz de pensar, planificar, resolver problemas, pensar abstractamente, comprender conceptos complejos, aprender rápidamente, aprender de la experiencia y otras inteligencias artificiales a nivel humano, como el prototipo del niño Mecha David, capaz de experimentar el amor en la película AI (2001), o el robot humanoide Ava en la película Ex Machina (2015) con la conciencia de vivir una vida normal?
  5. ¿O estamos hablando de una superinteligencia artificial, experimentando «singularidad» con capacidades computacionales y de pensamiento que superan con creces al cerebro humano en todas las áreas, incluida la innovación científica, el conocimiento general y las habilidades sociales? (Tal es la definición de superinteligencia del filósofo sueco de la Universidad de Oxford, Nick Bostrom, conocido por sus reflexiones sobre el llamado riesgo existencial de la humanidad y el principio antrópico).

Cuando discutimos el impacto de la IA en las relaciones internacionales e incluso en su modelo, solo podemos limitarnos a la conocida tecnología de IA y sus aplicaciones basadas en big data, aprendizaje profundo, así como potencia de cálculo y algoritmos como sus tres pilares principales. No podemos hablar de futuras tecnologías de IA que aún no se han desarrollado (al menos hasta donde sabemos) como la tecnología de simular las actividades del cerebro al 100% de su funcionamiento total, mientras que hoy sabemos que el cerebro humano solo funciona al 10% en diferentes áreas cada vez y nunca, en su conjunto,  al 100% antes mencionado. La segunda pregunta es la siguiente: ¿puede la Inteligencia Artificial influir en las relaciones internacionales y, por lo tanto, en el orden internacional? Hasta ahora, la respuesta es sí. A lo largo de la historia, la innovación tecnológica y la difusión han revolucionado el destino de uno o más países innumerables veces, cambiando los patrones regionales e incluso la situación mundial. Basta pensar en el impacto de las revoluciones tecnológicas registradas a lo largo del tiempo en el ejército, así como en los métodos de organización del gobierno, en las creencias y, por lo tanto, en la transferencia de poder entre países, con la evolución relacionada de las estructuras de poder.

Alrededor de 1700 a. C. el descubrimiento/invención del carro en batalla cambió la estructura de poder en Mesopotamia, Egipto, India y la región del río Amarillo de China. Por ejemplo, los arios entraron en el norte de la India, y el surgimiento de la dinastía Shang (1675-1046 a. C.) tuvo lugar. Después de 1200 a. C., la aparición y difusión de la tecnología de fundición de hierro permitió a la infantería ordinaria, equipada con armaduras (relativamente baratas) y armas hechas de tal metal, volcar carros, que fueron conducidos por las élites beligerantes opuestas. Sin embargo, no sólo el aspecto militar debe ser considerado. La consolidación del dominio burocrático, es decir, la adquisición previa y el dominio de las estructuras alfabéticas y el cálculo aritmético, hizo posible el surgimiento de imperios agrícolas como Asiria y Persia. En el siglo VII a. C. el número y la tecnología de arqueros a caballo una vez más rompió el equilibrio militar y político en Eurasia, y los pueblos nómadas de la estepa, como los mongoles, ganaron una ventaja sobre la población rural, formando el mayor imperio de todos los tiempos (1206-1368).

Sólo para hacer otro ejemplo más reciente, el surgimiento de la tecnología nuclear cambió el panorama político del mundo moderno y fortaleció aún más la estructura de poder de las principales potencias formadas al final de la Segunda Guerra Mundial, que crearon e impusieron sobre sí mismas el estatus de miembros permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esas potencias establecen una serie de normas internacionales, como el uso de la energía nuclear con fines pacíficos; el compromiso de los Estados poseedores de armas nucleares con la no proliferación de las armas nucleares y el acceso de los Estados no poseedores de armas nucleares a la tecnología nuclear con fines pacíficos. Al mismo tiempo, promulgaron una serie de acuerdos internacionales como el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, el Mecanismo de Negociación de las Naciones Unidas para el Desarme Nuclear, la Cumbre Mundial sobre Seguridad Nuclear y la Zona Libre de Armas Nucleares del Sudeste Asiático.

Por lo tanto, no debería sorprendernos que no haya diferencia entre el carro de guerra antes mencionado y la Inteligencia Artificial, o el doble uso de la energía nuclear (con fines militares o pacíficos), todos los cuales cambiaron y están cambiando el equilibrio de poder internacional. (1. continuará)

 

Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

©2023-saeeg®

 

LA PROXIMA JUGADA

Iris Speroni*

Si alguno dice una palabra discordante, lo cancelan o tratan de hacerlo.

Dedicado a los jóvenes @reaxionario y @sashapak_ 

Esta semana la Cámara Alta dio media sanción a la modificación de la Corte Suprema de Justicia. Uno puede estar tentado a pensar que el objetivo es librar de sanciones a las actuales autoridades por juicios en curso. Error. Es preparatorio para acciones futuras.

Al ver a nuestros representantes cuesta pensar que haya mentes geniales que jueguen al ajedrez tridimensional. No importa quién es el que piensa. Alguien piensa, planifica, prepara, ejecuta, selecciona personal (assets) y supervisa. También sabe corregir el curso de acción cuando se presenta algún contratiempo.

Como ejemplo examinemos el proceso de destrucción de la educación. Alfonsín eliminó los exámenes de ingreso a los secundarios, los boletines bimestrales y las notas de 1 a 10. Vinieron los “congresos federales de educación”, comandados por radicales, (con peronistas de comparsa). Mucho dinero del BID y el BM en becas a pedagogos, tanto con Alfonsín como con Menem. Cerraron los comerciales, normales (formaban maestros) e industriales (varios de los cuales luego fueron reabiertos). Más tarde delegaron la educación a las provincias y fortalecieron a los sindicatos. Los sindicatos docentes son una segura fuerza centrífuga, generadora de anomia y anarquía. Maestros de la entropía. Cumplen ese rol acá y, ¡oh!, en EEUU también. Si uno delega la selección de personal, la postulación para los ascensos y la disciplina interna a los sindicatos, pues obtiene esto que hay hoy, que no es otra cosa que lo que se buscaba. Prosiguieron: eliminar el sistema de sanciones disciplinarias y finalmente llevarse materias y repetir. La frutilla del postre fue una ley de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires por la cual el abanderado dejó de ser el alumno con mejores notas. Destruyeron una tradición de más de cien años. Nada de todo este derrotero, desde 1983 a hoy, contó ni cuenta con apoyo popular. Una más de las cosas que nuestros gobernantes hacen a espaldas —y a disgusto— del Pueblo, su mandante. Pensar que los protagonistas son las mentes geniales de estos cambios es darles un protagonismo que no merecen. ¿Graciela Giannettasio la mastermind de la demolición de la educación argentina? Difícil de creer.

Otro ejemplo: FFCC. En la década del ‘50 un militar retirado de EEUU diseñó para el Banco Mundial un plan para desmantelar los FFCC en Argentina. La primera parte la ejecutó Frondizi —con la zanahoria de instalar industria automotriz en el país—. Se sobrevivió como pudo hasta que Martínez de Hoz cerró talleres y ramales. El tiro del final lo disparó Menem dentro del marco del plan Brady. Con las triquiñuelas de siempre. Le dieron soga a los sindicalistas, que empezaron a hacer huelgas cada dos por tres, pedir sueldos altos y otros privilegios. Los gobernantes, vivos, los dejaron. Cuando el caldo estaba listo, sostuvieron que el sistema era impagable y desguazaron todo. En el siglo XXI, el kirchnerismo lo vio como una oportunidad para ejercer el arte del peculado. Concedieron las líneas a los amigos de siempre (Roggio, Macri, Cirigliano) y en consuno con Pedraza, entre concesionarios, sindicalistas y gobernantes se robaron todos los subsidios destinados a rehabilitar los FFCC. Si algún kirchnerista se ofende, juicios con sentencia determinaron el fraude. A los pocos sindicalistas que se opusieron, como el Pollo Sobrero, quien llenó el organismo de contralor de denuncias, les inventaron causas penales. Verdadero caso de law fare, si los hubo.

Algo similar puede ocurrir ahora con la industria del neumático. ¿Están seguros que no es todo una gigantesca cama para empezar a importar neumáticos “porque acá no se puede”? Para pensar.

Mirar a futuro – imaginar la próxima jugada

Di dos ejemplos (FFCC y educación), pero podríamos analizar bajo esta óptica cada una de las áreas de gobierno: justicia, salud, propiedad inmueble, bienes del estado, FFAA, fronteras, flota mercante, puertos.

El Pueblo está triste. Si por alguna razón uno sabe que éste no es un gobierno peronista es por la tristeza reinante.

Nuevo escalón en la Agenda 2030

En este momento la cámara de diputados está abocada a sacar adelante la ley de humedales.

Conocemos bien el procedimiento porque vimos su accionar con los casos del aborto y las inyecciones experimentales contra el virus corona. Los medios de comunicación (desde C5N —oficialista— hasta TN —pseudo opositor—) con discurso uniforme 7×24 con el tema del día (“current thing”). Aborto, asesinatos de mujeres por sus concubinos, incendios en las orillas del Paraná, cuarentena y supuestos muertos por supuesto virus corona. Todos dicen lo mismo. Luego ponen figurettis a hablar del tema más movilizaciones de figurantes rentados. Si alguno dice una palabra discordante, lo cancelan o tratan de hacerlo.

Los propulsores ejecutores son un conjunto de personas integrado por comunicadores (periodistas, locutores, influencers), políticos (personas que ocupan cargos públicos o los ocuparon en algún momento o pretenden hacerlo), personajes que integran o son financiados por fundaciones o asociaciones civiles —mal llamadas ONGs—. Se mueven como un cardumen. Se abalanzan sobre un tema. Saturan. Luego sostienen, sin ponerse colorados, que sacaron la Ley X (Micaela, Justina, Aborto, Humedales, ESI, otra) por pedido de la opinión pública.

¿Por qué los políticos aceptan y votan a favor? Los estímulos son distintos según el caso.

    • Algunos fueron puestos ahí para eso y sus carreras políticas fueron financiadas por fundaciones —algunas meras sucursales con casa matriz en el exterior—.
    • Otros son financiados por grupos económicos los cuales están en alianza estratégica con esta agenda; e intercambian votos. Ejemplo: la UCR capital está mayormente interesada en el negocio de la banca (carry trade, dinero electrónico, otros). A cambio de su negocio intercambia votos por otros temas, como la Agenda 2030 o las compras estatales a la industria farmacéutica.
    • Otros, porque una vez que llegaron al puesto, son deslumbrados. Viajes (como la comitiva de “medio ambiente” a Glasgow con Camaño, Gladys González o Grosso).
    • Otros con sobornos encubiertos (hijos/cónyuges son contratados por organismos internacionales o fundaciones). Otros por sobornos directos.
    • Existe otra categoría: los haraganes. La agenda internacional está armada. Prolijos folletos. Camino de ruta elaborada por grandes asesorías internacionales (Arthur Andersen, Deloitte, McKinsey, otras). Van con la ola, se mantienen en sus puestos, no confrontan con la cultura dominante, pasan desapercibidos y con suerte, renuevan la banca.
    • Por último, los que ven su asociación con la agenda impuesta desde los organismos internacionales como un atajo para sus pretensiones arribistas. Es su fast-track. Los ministerios están llenos de jóvenes trepadores que ven su adhesión pública a la Agenda 2030 como su carta ganadora para entrar en planta permanente o llegar a ser diputados.

Dentro de este club, en cualquiera de sus subcategorías, están los kirchneristas, el PRO, los radicales, la Coalición Cívica, varios (como Weretilneck).

No compran la agenda vendepatria algunas figuras quijotescas del peronismo y radicalismo, por lo general asociados a las burguesías locales, los cuales desconfían, con justa razón, de estos neorivadavianos deslumbrados por los espejitos de Davos.

Por eso, cuando desde la capital escuchen: “Don X es un caudillo local malísimo” y a continuación listen una ristra de agravios, desconfíen. Tal vez sólo se estén quejando de la resistencia local a los negocios que los Rivadavias actuales quieren imponer (sin que esto quiera decir que no sean ciertas las acusaciones; sólo digo que todo es relativo y que uno debe elegir entre males). Por eso radicales y peronistas del interior se opusieron al aborto. Todos, los que votaron de una forma u otra, saben que el pueblo no quiere esa agenda.

Prefiero un caudillo provincial que se opone a la Agenda 2030, que un iluminado de Palermo Sensible. 

Nosotros, el Pueblo

Mientras, los males del pueblo pasan por otro lado. Delincuencia común descontrolada, donde uno se juega la vida al esperar el colectivo, al entrar a su casa en Lanús, o frente al mostrador de su negocio en Castelar; donde un púber es baleado al ir de su hogar a la escuela.

Los verdaderos problemas son el sueldo inferior a los 300 dólares mensuales, la desocupación, el trabajo en negro, que los chicos no aprenden nada en la escuela, que no se ve un futuro al país.

Vivimos un momento internacional superlativamente favorable para la Argentina. Los gobernantes prefieren ocultar esta realidad al pueblo y llorar problemas externos para justificar su inoperancia.

Hace 20 años que gobiernan más o menos los mismos. El que es presidente hoy fue jefe de gabinete antes. La vicepresidente actual supo ser presidente por ocho años y senadora en varias oportunidades. Macri fue intendente, diputado y presidente. El BCRA tiene al comando discípulos de Machinea, sin que importe un ápice quien sea presidente de la Nación (CF-MM-AF).

El mismo grupo gobernante nos condujo y sostiene en la pobreza.

El siglo XXI fue extraordinario para la Argentina. La paradoja es que estamos cada vez más pobres y el país no crece desde el 2011. Quienes gobiernan, en lugar de tirar la toalla y dejar a otros (nuevos) que saquen al país del —innecesario— pozo, ya se prueban los guantes para el próximo round.

Nuestros problemas ni rozan a los gobernantes (ejecutivo, legislativo). Se ocupan de la Corte Suprema o de la Ley de Humedales. Mientras, nosotros, no tenemos a nadie que nos represente.

La ley de humedales es una herramienta para controlar el uso de la tierra y, básicamente, busca la disminución de los rendimientos económicos con el objeto de forzar a vender. El mismo movimiento se da en todo Occidente con diferentes herramientas. En EEUU el gobierno federal puso topes de producción a los granjeros a cambio de subsidios, desde Clinton hasta hoy. Como consecuencia grandes corporaciones y fondos de pensión están en un proceso de compra de grandes extensiones. En la UE los eurodiputados votaron una nueva ley más restrictiva aún la semana pasada. La idea es bajar la producción, llevar a los granjeros a la pérdida y obligarlos a vender. En Francia pasó de manos el 20% de la tierra arable en los últimos 20 años. Francia cuenta con la más alta tasa de suicidios en las zonas rurales entre ex granjeros quebrados.

Con el kirchnerismo y los mejores precios internacionales de granos y carnes en 100 años, desaparecieron 100.000 productores agropecuarios. Siempre eliminan a los más chicos.

La ley de humedales es dañina. Es la herramienta que los poderosos van a usar para quitarles los campos a toda la pequeña burguesía rural que queda. Luego la tierra argentina estará toda en manos de fondos de inversiones o de los políticos argentinos (suponiendo que sean cosas diferentes).

Se necesita una respuesta contundente. Pelear en las calles y en la prensa. Poner plata. Tener un discurso claro y distinto. Todo lo que carecen.

¿Qué hacer?

Los ciudadanos formalmente tenemos representantes en diputados y senadores provinciales y nacionales. Como vemos, salvo honrosas excepciones, son todos obedientes a la agenda que bajan desde el exterior.

Pero nosotros tenemos otros representantes también: sindicalistas, cámaras empresariales, asociaciones de fomento, colegios profesionales, agrupaciones varias. Quienes integran sus comisiones directivas forman parte del pueblo y son socios en nuestro futuro. Todos ellos deben empezar a jugar al ajedrez. A pensar las próximas cinco jugadas para defender los intereses de sus representados. No cometer el error de los sindicalistas ferroviarios que creyeron que defendían a sus afiliados y —por no ver el largo plazo— le hicieron el juego al Banco Mundial y a los que querían dejarnos sin FFCC.

En estos días se llevó a cabo el congreso CREA 2022, de referentes rurales. Hablaban de cultivos sustentables, huella de carbono, calentamiento global, etc. Agenda 2030. Caballo de Troya.

El pueblo tiene todo claro. No compra nada de todo esto. Cree en Dios, en la Virgen, en las Malvinas, en sus familias, en el asado con amigos, en sus equipos de fútbol, en sus clubes sociales y deportivos. Sabe qué es importante y qué es zaraza. No come vidrio: sabe que está solo.

Los grandes líderes de la Argentina, que la llevaron a la prosperidad, sabían prever el futuro. Como simple ejemplo: Roca y Perón. No fueron los únicos. Siempre rodeados de un grupo de lugartenientes a la altura de las circunstancias.

Quien sepa descifrar este entuerto, será nuestro próximo líder. Ojalá sea pronto.

Éste es un momento dorado para nuestro país. La felicidad y la prosperidad están al alcance de la mano.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

Artículo publicado originalmente el 24/09/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/09/la-proxima-jugada.html

MI AMIGO EL EFECTIVO

Iris Speroni*

El dinero en el banco es propiedad del banco, no de uno.

 

Hay una creciente presión sobre los individuos para descartar el uso de efectivo (billete) y reemplazarlo por pagos electrónicos de diferente tipo.

Ya en el siglo XVIII bancos británicos emitían billetes (privados) que podían ser utilizados para cancelar obligaciones. El sistema de notas o papeles o documentos tiene antecedentes con los fenicios, el Imperio Romano y con órdenes eclesiásticas en la Edad Media.

En el siglo XIX nacen los bancos centrales, que se perfeccionan en el siglo XX.

La emisión de moneda era potestad del rey durante la Edad Media, pero básicamente, durante la Modernidad. El monarca acuñaba monedas de metal, no papel moneda. A partir del siglo XIX, las naciones comenzaron a emitir su propio dinero convertible a metálico o no. En el caso argentino, el gran emisor fue la Provincia de Buenos Aires (con garantía de las rentas de Aduana), por lo menos, hasta la unificación del país. Sin embargo, aún entonces, era una economía con gran participación de la plata, proveniente del Alto Perú.

Si van de paseo por Salta, les recomiendo que visiten el Museo Histórico del Norte, en el antiguo edificio del Cabildo sobre la plaza principal, que cuenta con una valiosa colección de las monedas utilizadas en nuestro país durante la colonia y en el siglo XIX.

Con la segunda guerra mundial se terminó el patrón oro y, por lo tanto, el valor de los billetes pasó a depender, exclusivamente, en la confianza que dicho medio de pago o guarda de valor mereciera, según el país y la época.

Argentina, entre ambas guerras, tuvo oro depositado en el Banco de Inglaterra, y las compras y ventas con Gran Bretaña se autocancelaban. Si el saldo era negativo, se restaba de las reservas; si era superavitario —la mayoría de las veces— sumaba a la pila de lingotes.

A fines del siglo XX se popularizó el uso de la tarjeta de crédito, herramienta que décadas atrás era accesible sólo a pocos mortales. Luego se instaló la tarjeta de débito.

En el siglo XXI en Argentina se popularizó la bancarización. Primero la obligatoriedad del pago de salarios para la gente en relación de dependencia, luego el pago de jubilaciones y pensiones, posteriormente planes sociales.

Durante el gobierno de Macri se hizo obligatorio que los locales minoristas acepten el pago electrónico (lo que a mi entender es contrario a la Constitución ya que la única moneda de curso legal es la emitida por el BCRA bajo control del HCN).

En resumen: entramos al nuevo orden mundial, donde nada será tuyo, ni siquiera tu sueldo, que está en manos del banco.

Lo que empezó con publicidad para convencer de que tal o cual tarjeta traían la felicidad, continuó con la imposición del pago electrónico por el Estado. Casi casi como si los burócratas del BCRA le quitaran el negocio al gobierno (la emisión de moneda) para dársela a los bancos. Lo que se dice patear en contra.

Anónimo

¿Cuál es la diferencia entre pagar con un billete de mil pesos en la fiambrería o pagar con una tarjeta de débito? 

En primer lugar, hay grandes diferencias para el fiambrero, debido a la carga impositiva. Esa transacción (digamos que de $ 750) tiene impuestos a los ingresos brutos, IVA y, para el comerciante, impuesto al cheque. $ 750,00 x (5%+21%+0,6%) = $ 750,00 x 26,6% = $199, 50.-; $ 199,50 ÷ ($ 750,00 – $ 199,50) = 36,24% de sobreprecio. Un gran incentivo a evadir.

¿Y para uno? Por un lado está la comodidad de no mover efectivo, evitar que se apodere del dinero un arrebatador, sentirse Kardashian cuando uno paga. Lo que no es tan cómodo es que los bancos y por su intermedio las autoridades nacionales, saben o pueden saber en qué gastamos nuestro dinero. Cuánto efectivo líquido tenemos, si estamos endeudados, cuánto gastamos en comida, alcohol, salidas, indumentaria, farmacia o turismo. Como las transacciones tienen ubicación geográfica, saben si estamos en nuestro lugar de residencia o nos movimos. En fin, si quieren, saben todo. 

La gran diferencia es que el efectivo es anónimo. Puede ser de Pedro o de Nilda. El dinero electrónico es identificable. Y si es identificable, pueden dejarnos sin dinero si no hacemos lo que el poder dice. Pueden cancelarnos. Pueden relegarnos al ostracismo cívico sin tener que expulsarnos físicamente del país.

Durante la crisis del 2002, los argentinos hemos vivido un shock violento de desconfianza con la banca. Tenemos clara una verdad que era hasta hace pocos días atrás difusa para el resto del mundo: el dinero en el banco es propiedad del banco, no de uno. Aun así, con ese conocimiento monumental en nuestras manos, hemos vuelto a las andadas, confiando nuestro sueldo o nuestros ahorros al sistema bancario.

Zambullida en la realidad

Días atrás los gobiernos de Occidente tomaron dos medidas que cambian los paradigmas del sistema financiero internacional del último siglo; dos medidas que cambian al mundo como lo conocemos: 1) la intervención en la donación a los camioneros canadienses por parte de personas físicas y 2) el congelamiento de la cuentas de ciudadanos rusos. 

Por dos motivos diferentes, el orden establecido se vio amenazado, y sobreactuó. Hizo algo muy tonto: mostrar sus cartas. Siempre se supo que se podía hacer. Lo hicieron. Ahora todos estamos avisados.

Una de estas dos personas les prohibió a disidentes dejar el país, les cerró cuentas bancarias a manifestantes, declaró la ley marcial y prohibió protestas en contra del régimen. La otra persona es Vladimir Putin.

Hasta hoy, no sólo para intervenir, sino para conocer el contenido de una cuenta privada, las autoridades requerían autorización de un juez.

Violaron todo ordenamiento legal y embargaron cuentas de privados sin intervención judicial. Rompieron la base del sistema de emisión monetaria: bona fide. Nuestro patrimonio pasa a estar, bajo cualquier excusa, bajo capricho del mandante de turno. 

Arturo Jauretche decía (creo que la frase no le pertenece) que no hay nada más parecido a un nazi que un burgués asustado. No sé. A mí me parece más la actitud de un déspota ilustrado propio del siglo XVIII. Todo lo pueden, todo lo hacen, para defender el statu quo.

Es paradójico lo que sucede. En un momento, luego de que lograran desplazar a Donald Trump de la presidencia de EEUU, parecía que el Nuevo Orden había ganado definitivamente.  Como dije en enero 2021: “Hoy están en la cima del mundo, en una borrachera de poder. Jugaron con pocas chances y ganaron. Están en Las Vegas luego de tomar media botella de tequila, varios saques de merca y dos muchachas en la cama, una rubia y otra morocha. La vida les sonríe y son los amos del universo”. Habían vuelto con toda la furia. Violaron libertades individuales con la excusa de la pandemia. Retomaron el festival de subsidios que implica el Acuerdo de París y la energía verde. Prosiguieron con la agenda 2030. Nos amenazaron a nosotros, los mortales, con que no seríamos dueños de nada.

En pocos días, la magia se disolvió. Palizas a los manifestantes en Australia, intervención en las cuentas bancarias de los simpatizantes de la marcha de camioneros en Canadá, congelamiento (embargo) de cuentas de personas físicas de nacionalidad rusa con la excusa de la guerra en Ucrania.

El dinero electrónico no es anónimo. Una persona puede ser llevada al ostracismo por el poder de turno [1]. Si quieren le pueden sacar su dinero, su trabajo y hasta el derecho de consumir a deuda (tarjeta de crédito). 

Lo hemos visto en la pandemia. La misma élite dominante que premió con un Oscar “La vida de los otros”, presiona a individuos hasta su punto de quiebre. Como la Stasi.

¿Qué hacer?

Lo de siempre. Recurrir al efectivo de divisas diferentes, el dólar no será más la moneda del mundo. Poseer oro o plata o algún otro bien valioso. Si se tiene un poco más de capital, diversificar. En fin. Si uno no tiene capital, estar lo más afuera posible del circuito legal, como albañil paraguayo. 

Durante décadas el sistema financiero internacional mantuvo una fachada con el fin de mantener la rueda girando y crear la fantasía de que se podía confiar en el dólar y en el sistema legal de la propiedad de los países sajones. Ya no más. Todo ahora es igual que siempre lo fue, pero sin la fachada.

Tucker Carlson: la credibilidad del dólar y del sistema bancario en picada.

Si algún día retomamos el Proyecto Nacional, debemos guardar oro en las reservas. El primer paso será pedir los impuestos que corresponden a las auríferas en especie (oro). Diversificar las divisas en uso. Eliminar todas las obligaciones de uso electrónico para reinstaurar al billete en las transacciones corrientes minoristas. Retirar las que tenemos en el Banco de Inglaterra.

Como individuos debemos aferrarnos al efectivo como si nuestra libertad dependiera de él; porque de él depende. Como Nación, debemos acumular reservas en oro y en canasta de diferentes divisas, preferentemente lo primero e incentivar a los argentinos a ahorrar en oro.

Recomiendo que vean la entrevista a Jim Rickards, experto en temas bursátiles y monetarios. Subtitulada. Lean la nota de Baron Borissey sobre el fin del sistema financiero como lo conocemos actualmente.

Digámosle adiós al dólar, que se va.

Foto: cortesía de @TodosGronchos

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas y videos relacionados

La deuda y las mentiras verdaderas, por Baron Bodissey

http://restaurarg.blogspot.com/2021/12/la-deuda-y-las-mentiras-verdaderas.html 

Enduro

http://restaurarg.blogspot.com/2021/01/enduro.html 

Currency War/Total War: Jim Rickards

https://www.youtube.com/watch?v=b9YtPsFViqE 

Nota:

[1] Recomiendo que vean “Nosedive” el episodio 1 de la tercera temporada de “Black Mirror”.

 

Artículo publicado originalmente el 12/03/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/03/mi-amigo-el-efectivo.html