Archivo de la etiqueta: Política

¿POR QUÉ ES IMPROBABLE UN FRENTE DE UNIDAD?

Javier Paz García (El Deber)*

La última encuesta que pone al MAS en primer lugar ha incrementado el estrés y la preocupación de muchos como también el deseo de que se establezcan alianzas y se bajen algunas candidaturas.

Esto es improbable. A menudo pensamos que los agentes en el sector privado buscan su propio interés, sin necesariamente ver algo malo en ello, y al mismo tiempo pensamos que en el sector público se busca el interés común. En 1962 los economistas James Buchanan y Gordon Tullock publicaron El cálculo del consenso: fundamentos lógicos de la democracia constitucional, un extraordinario libro en el cual cuestionan esta lógica y proponen analizar a los agentes que actúan en el sector público de igual manera que se analiza a los agentes en el sector privado, utilizando supuestos estándar del análisis económico: agentes que toman decisiones racionales y que buscan su propio interés. Buchanan recibiría posteriormente el Nobel de Economía por desarrollar esta línea de investigación.

¿Cuál es el interés de los actores políticos? Ganar elecciones y mantener o incrementar sus cuotas de poder. Pensemos en lo que significa para un partido o agrupación que tiene posibilidades de conseguir una representación parlamentaria dejar de participar en la elección nacional.

Significa la irrelevancia por los próximos 5 años, pocos recursos, ausencia de palestra pública y un camino empinado para reconstruir el proyecto político o incluso el riesgo de desaparecer. Por otro lado, conseguir representación parlamentaria, incluso siendo oposición da una palestra pública para seguir vigente, significa cuotas y puestos de trabajo para miembros del partido que de algo tienen que vivir, significa gravitar en las decisiones y las leyes que se crearán. Incluso una representación minúscula puede otorgar un poder extraordinario; por ejemplo, en la legislatura 2006-2009 el Senado estaba dividido entre el MAS y Podemos, UN tenía un senador y con ese voto logró la presidencia del Senado por un año. Un partido no tiene nada que ganar al bajar su candidatura y sí tiene mucho que perder. Si actúan racionalmente siguiendo su propio interés, entonces la decisión correcta es continuar en carrera.

Para algunos lectores puede ser indignante leer esto. Para muchos molesta la idea de que los políticos pongan sus propios intereses por encima de los del bien común. Buchanan y Tullock cuestionan en primer lugar que exista un bien común que se pueda definir. Hay personas que consideran que el candidato del MAS es el mejor y cualquier otro es una calamidad, otros que ven a Carlos Mesa como el mejor, otros que no son del MAS y que ven a Mesa como un desastre, unos que nunca votarían por Camacho, otros que no votarían por nadie más que Camacho, etc. y todos son bolivianos por igual. Asimismo, construir un hospital en Sucre significa dejar de usar esos recursos para construir una carretera en Cochabamba o 100 postas sanitarias en Tarija y tanto la recolección de impuestos como su uso significa beneficios para algunos a costa de otros, por lo que es imposible definir el mal llamado bien común, toda decisión tiene ganadores y perdedores. 

También cuestionan la idea del doble estándar moral y metodológico: está bien que una persona en su vida privada busque superarse, subir de cargos, ganar más dinero, procurar un mejor futuro para sus hijos, etc., pero en la vida pública busque el bien común y se sacrifique por ello. Más razonable es pensar que el político profesional es tan humano como el que no participa activamente en política.

Los políticos no son mejores ni peores que el resto de la población: son humanos que, como todos, buscan su propio interés y no deberíamos satanizarlos por ello. Si hacemos el ejercicio de ponernos en sus zapatos, ¿cuántos sacrificarían sus trabajos por una causa altruista que no les dará ninguna remuneración? Se me viene a la mente el testimonio de Pablo Fernández que cuenta cómo cuando estaba el MAS, los artistas dispuestos a protestar activamente eran los menos, pero cuando cayó todos querían estar en palestra. O podemos hablar de los empresarios que trabajaron y colaboraron con el Gobierno del MAS o que simplemente bajaron la cabeza y callaron, con lo cual mantuvieron vivo el aparato productivo o de los funcionarios públicos que por 14 años fueron a concentraciones masistas obligados para no perder sus trabajos, porque tienen niños que alimentar y nada es más importante que eso.

Todos tenemos una pizca de cobardía o mejor dicho, de instinto de preservación, o mejor dicho de búsqueda del propio interés, y es está búsqueda del propio interés en parte lo que nos ha permitido evolucionar como especie, desde dominar el fuego, inventar la rueda, hasta construir aviones y surcar los cielos. Creo que pocos pueden tirar la primera piedra y aunque es fácil juzgar desde fuera, creo que la mayoría, si estuviéramos en la situación de los líderes políticos actuales, actuaríamos de manera similar a ellos: como humanos que somos.

Y como humanos que somos buscamos justificar nuestros actos. Los políticos también lo hacen y Carlos Mesa puede argumentar que es primero en las encuestas y por tanto la opción natural para enfrentar al MAS y tiene razón. Jeanine Áñez puede decir que Mesa ha sido aliado del MAS y no es garantía de firmeza ante los duros momentos que se vienen y tiene razón.

Fernando Camacho puede decir que fue el líder de la protesta que sacó a Evo y que representa la renovación y tiene razón. Y todos tienen sus razones que se van agrandando en sus mentes al mismo tiempo que cada bando minimiza las razones ajenas y esto es muy humano; todos lo hemos experimentado en una discusión con la pareja o en un debate, que en un 99% de los casos no lleva a ningún cambio de postura. Cada candidato tiene argumentos de por qué es la mejor opción y son los otros los que deben bajarse y unirse a él.

También hay presiones e inercias como las de un transatlántico en movimiento que tarda kilómetros para detenerse. Cada candidato presidencial tiene una estructura de candidatos al parlamento, asesores políticos, jefes de campaña, etc. Algunos han dejado un trabajo seguro para unirse a una opción y los líderes pueden sentir una obligación moral de seguir en carrera, hay los financiadores y donantes, hay los jóvenes voluntarios para hacer campaña y todo un grupo de gente que cree en su líder, que empuja para continuar y que estaría decepcionada de que se dé marcha atrás.

En la elección del año pasado era vital que la oposición se uniese para ganarle al MAS: sabíamos que habría fraude, sabíamos que el MAS era más popular que ahora, que tenía todo el aparato estatal para hacer campaña y aun así no se unieron. Aunque hoy el MAS sigue siendo fuerte, es una amenaza menor; entonces, si no se unieron entonces ¿bajo qué lógica podemos esperar que se unan ahora?

Buchanan y Tullock hicieron su análisis pensando en la democracia de EEUU, porque ni siendo esa la democracia moderna más longeva el político deja de ser humano y pone a un lado su propio interés. 

Usando el lenguaje de la teoría de juegos, las opciones óptimas de cada partido contrario al MAS ocasiona un desenlace subóptimo para el conjunto de la oposición democrática, con dispersión de votos y subrepresentación parlamentaria. Como en el Titanic, todos vemos venir el iceberg (en realidad el iceberg no viene, nosotros vamos hacia él), todos sabemos el desenlace, pero las fuerzas ya están en movimiento y lamentablemente no hay nada que podamos hacer.

 

Artículo publicado en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, https://eldeber.com.bo/opinion/por-que-es-improbable-un-frente-de-unidad_200876

GAS Y BUQUES MILITARES, EL EMBROLLO PERFECTO EN EL MEDITERRÁNEO

Giancarlo Elía Valori*

Defender la autonomía turca y las «manos libres» en el Mediterráneo oriental es, para los estrategas turcos, una prioridad estratégica. Y es en ese cuadrante donde se mueven los intereses estratégicos que afectan no solo a Italia y Grecia. 

Para entender cómo piensa estratégicamente la Turquía de Erdogan, necesitamos ver la evolución reciente del sistema político de Ankara, junto con sus determinantes geopolíticos históricos, que siempre están definidos. Como dijo Napoleón, para establecer la política exterior de un país, sólo hay que mirar su mapa. El primer gobierno del AKP, un partido islamista que es reformulado y refundado después que algunos de sus miembros no fueran considerados regulares por la Corte Constitucional, duró de 2002 a 2010. Y más, como sabemos.

Originalmente en 1970, nació en Turquía el primer partido islamista, el “Partido de la Orden Nacional” (MNP) encabezado por Necmettin Erbakan que fue cerrado por el Tribunal Constitucional, para resurgir al año siguiente como el “Partido de la Salvación Nacional”, que en las elecciones de 1973 obtuvo 48 escaños en el Parlamento.

En 1981 fue cerrado por el Consejo de Seguridad Nacional, junto con todas las demás formaciones políticas, ninguna excluida esta vez, debido al golpe “constitucional” de las Fuerzas Armadas. En 1983, cuando se permitió de nuevo la formación de los diversos partidos políticos, nació, de las cenizas del MNP y de la “Salvación Nacional”, el “Partido del Bienestar”, siempre dirigido, tras bambalinas, por Erbakan. Ese siempre será el modelo explícito y venerado de Erdogan. De todos modos este partido no tuvo el consentimiento de los militares para participar en las elecciones de 1983.

Para todos los años 80, el “Partido del Bienestar” no superó el umbral del 10% y por lo tanto no entró en el Parlamento. Pero comenzó a crecer considerable e inesperadamente en la década de 1990, hasta la victoria en las elecciones de 1997 y la posterior, ahora inevitable, intervención de las Fuerzas Armadas turcas. En 1998 el Tribunal Constitucional “cerró” de nuevo el Partido de Bienestar que reapareció en 1999, como el “Partido de la Virtud” que logró poco consenso en las elecciones de 1999 y fue cerrado de nuevo por la Corte. Luego vino el “Partido de la Felicidad”, de una división tradicionalista del ala “modernista”, que se encuentra en el AKP. Pero no llegará muy lejos.

¿La ideología? Es la del Milli Goru, o la “perspectiva nacional”, que ve una clara separación entre la civilización occidental, materialista, colonialista, represiva hacia los “terceros” países, destinados todos —rasgo importante— a una muerte rápida, y la civilización islámica, basada en un hecho esencial y típico: la justicia. Por lo tanto y a partir de esta ideología, las reformas modernizadoras que desde Ataturk han secularizado la sociedad y la política turcas, tampoco son buenas. Aunque el nacionalismo que también caracterizó la tradición “secular” de Turquía a principios del siglo XX está muy bien.

No hay pertenencia a la UE, por supuesto, ni ninguna relación, si no agresiva, al menos en palabras, con Israel. Pero aquí está la columna vertebral de esta nueva ideología del AKP que podríamos definir genéricamente como «islamismo», es que solo Turquía, solo Turquía, tendrá que liderar el nuevo mundo islámico unido. De hecho, el secularismo sólo se acepta en la medida en que permite la libertad de religión, pero se rechaza en nombre del Islam, que es la única verdad.

Otro elemento de la ideología islamista, que luego se mueve casi en su totalidad hacia el AKP, es el “orden correcto”, adil d’zen, un modelo de “tercera vía” superior al capitalismo y al socialismo. No hay interés en el comercio, aunque el mecanismo financiero se organiza actualmente según el sistema bancario islámico, también modelado en las líneas de Al Qaradawi, predicador príncipe de Al Jazeera y entre las figuras más importantes de la Hermandad Musulmana. Este es también un punto que tanto los saudíes como al-Sisi están cuestionando fuertemente.

Moody’s en enero de 2020, verificó que los intercambios bancarios islámicos en Turquía son alrededor del 15% del total de transacciones. Mucho más que muchos países de Oriente Medio, pero menos que en Arabia Saudí o incluso Malasia. A partir de aquí, de nuevo, el odio masivo hacia el FMI, el Fondo Monetario Internacional, la UE, incluso la OTAN, pero hablaremos de ello más adelante. Sin embargo, los partidos islamistas turcos son los únicos partidos de masas que quedan hoy en día, después de que la política posmoderna también infectara a Oriente Medio o incluso a los países orientales.

“El AKP es una democracia conservadora”, dijo Erdogan en las elecciones de 2002. Pero también está la declaración explícita, de nuevo por Erdogan, del libre mercado, de las privatizaciones y la inversión extranjera en Turquía, también define la relación entre Ankara y Washington como fuerte, incluso con la OTAN y con las Repúblicas, a veces de origen turaniana de Asia Central. La democracia es vista sobre todo como un escudo contra la interferencia del Estado secular.

A nivel geopolítico, Erdogan repite, mezclándolas, las piezas de la estrategia global tradicional turca: un control cuidadoso de los puertos mediterráneos para evitar que las zonas sensibles de Ankara sean objeto de operaciones enemigas. Entonces, aquí está el punto: Chipre. Fue Bulent Ecevit, el primer ministro turco secular y de centro-izquierda, quien ordenó la invasión de Chipre en 1974. Es cierto que Atenas había derrocado, justo antes, al arzobispo Makarios y declarado la Enosis, la unión con Grecia.

Y ahora está la clara negativa de Ankara a aceptar una zona económica exclusiva (ZEE) de Chipre griega, y luego el acuerdo leonino con la Libia de Trípoli —de la Hermandad Musulmana— para lograr una ZEE turca que va de la costa libia tripolitana a la isla (griega) de Kastellorizo y a todo el mar chipriota, con partes de la posible futura ZEE griega.

Como sabemos, las ZEE son zonas que se extienden hasta 200 millas náuticas desde la línea de base de un estado costero y, desde el punto de vista jurídico, son la “territorialización del mar”, ya que permiten la explotación de los recursos naturales del fondo marino.

Italia y Grecia han ratificado recientemente un acuerdo, que luego debe ser firmado por nuestro Presidente de la República, aunque Italia ya tiene una “casi ZEE” en el mar Tirreno, desde el mar de Liguria hasta el mencionado Tirreno, especialmente para la protección de la fauna marina. Atenas y Roma ya han decidido, sin embargo, que para el futuro, deberían hacerlo, dada la visión que Italia tiene de Turquía, y la manía, ya certificada por Cavour, de ir a favor de cualquier diplomático para “estar allí”. La ZEE ítalo-turca será, muy probablemente, la definida por el Tratado de 1977. El acuerdo griego para permitir a 68 de nuestros barcos pesqueros, sobre la base del Reglamento 1380/2013 de la UE, el acceso a las aguas territoriales griegas, también se aplicaría en el futuro.

Nuestros políticos sólo piensan en la pesca, por supuesto importante, pero nunca piensan en cables de Internet, estaciones de defensa remota de áreas relevantes de nuestro territorio, líneas comerciales, vías de primera o segunda respuesta ante operaciones adversas. O congeladores de pescado. Por supuesto, Grecia ha silenciado a Italia, que se ocupa sólo de pulpos, mejillones y atún, con un acuerdo favorable, pero Atenas está examinando sobre todo la proclamación de su “gran ZEE”, que irá, y esto es bien conocido por los turcos, hasta Egipto y gran parte de Chipre.

La próxima medida de Atenas será un acuerdo con sus vecinos, de nuevo para su “gran” ZEE, especialmente con Albania. Pero también Egipto, que tiene la gran cuenca gasífera de Zohr, que descubrió ENI pero que no me extrañaría que se “pasara”, por la generosidad típica de los muertos de hambre, a la propia Grecia, ya que todavía no tenemos negociaciones efectivas de la ZEE con El Cairo. No me gustaría que terminara en un juego, como en el Tratado de Caen en 2015: con los “mapas equivocados” difundidos por casualidad por los franceses que fueron entonces declarados, precisamente, falsos. Me pregunto por qué.

Por supuesto, el Tratado de Caen sigue siendo un secreto cerrado con siete sellos. La “línea media” del agua y todas las demás frescuras jurídicas de la Convención son seguras, como se lee, pero siguen existiendo dudas sobre la protección efectiva de nuestras fronteras económicas, militares, comerciales, políticas y fiscales. Cuando se trata de la ZEE y las fronteras, siempre hay una parte trasera disponible: la nuestra.

Así que este es el escenario principal: a principios de este mes de agosto, después que Turquía llevó a cabo ejercicios navales en todo el Mediterráneo oriental, con la extensión de sus análisis sísmicos del fondo marino. Grecia consideró estas “observaciones” y ejercicios militares completamente ilegales, hubo enfrentamientos, confrontación militar diplomática y luego también marítima, entre Turquía, Grecia, Francia e incluso Italia. También hubo buques italianos y franceses en apoyo operativo de los griegos, pero Turquía ya ha colocado todos sus peones en el Mediterráneo oriental.

El acuerdo de 2019 entre Ankara y el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) en Trípoli se refiere principalmente, cabe destacar aquí, la cooperación militar y la jurisdicción marítima. Entre los dos países, Trípoli-GNA y Turquía, la ZEE ya mostró superposiciones bilaterales, tanto en el sur como en el norte, con la Zona Económica Exclusiva Griega y Ankara también tiene la oportunidad de hacer exploraciones, exclusivas, en el mar frente al Estado muy débil del GNA y Al Serraj.

La estrategia mediterránea turca, llamada Mavi Vatan, o “Patria Azul”, se basa en el hecho de que la propagación generalizada de las islas peloponésicas de Grecia “no puede tener un efecto de la exclusión de Turquía hacia el resto del Mediterráneo, y con el acuerdo con Libia del GNA hemos demostrado que no podemos aceptar ningún hecho consumado”. Así lo dice el Ministro de Defensa en Ankara. Defender la autonomía turca y las “manos libres” en el Mediterráneo oriental es, para los estrategas turcos, una prioridad estratégica.

Pero veamos cómo reacciona Turquía a las políticas de gas de Estados Unidos y de la Federación de Rusia, que es el verdadero complot para entender lo que está pasando hoy. El 15 de junio de 2020, el Departamento de Estado de los Estados Unidos desarrolló una política restrictiva para las empresas que operan en North Steam 2, el gasoducto ruso, y también para Turk Stream 2. Las sanciones a Turk Stream 1 y 2 son esenciales para entender las reacciones marítimas actuales de Ankara. TurkStream, repetimos, envía el gas desde Rusia por Turquía, con ramales menores hacia Bulgaria, Grecia, Macedonia del Norte, y es un oleoducto que ha comenzado a operar en enero 2020.

Gazprom, la conocida empresa rusa, y BOTAS, la empresa estatal turca, siguen completando la fase final de TurkStream2. Los intereses turcos en la red TurkStream 2 ahora son marginales. Estos son sólo derechos de paso, que no resuelven la crisis económica turca y los proyectos a veces faraónicos del régimen de Erdogan. Pero Turquía, en este sector del gas, tiene tres objetivos reales: el rápido desarrollo del campo de gas en el mar Negro, en Sakarya, un depósito de 320 mil millones de metros cúbicos, entonces Ankara quiere bloquear la competencia de gas de Rusia y el Mediterráneo, finalmente para promover el gasoducto trans-anatolio, que lleva el gas azerbaiyano a través de Turquía al gasoducto trans-adriático a Grecia, una línea que también podría ampliarse con gas de Israel, el país kurdo iraquí y de Turkmenistán.

Turquía también favorece el paso de los buques que contienen GNL desde el canal de Estambul, aunque pronto estará abierto un canal artificial que conecta 28 millas del mar Negro y el mar de Mármara, hacia Bulgaria, Rumania y Ucrania. El canal se terminaría en 2025, tal vez antes. Los derechos de paso de los buques deberían ser mucho mayores que los de los oleoductos, e incluso podrían cambiar lentamente el equilibrio financiero del Estado turco. Así que Turquía tiene poco interés, o tal vez quede complacida con las sanciones estadounidenses contra TurkStream2.

Casualmente Estados Unidos comienza a convertirse en uno de los principales exportadores de gas licuado cuando comienza la legislación de Washington contra los gasoductos rusos a Europa. En julio de 2018 fue afectado el NordStream2, pero TurkStream no fue sancionado hasta junio de 2019. La industria del gas se encuentra ahora en una etapa muy compleja.

La demanda de gas de la UE disminuyó un 8% de enero a mayo de 2020, pero existe una posibilidad real de que el gas natural pueda participar plenamente en la próxima carrera de hidrógeno, ya que el metano extraído del gas natural puede producir hidrógeno, que también se puede transportar fácilmente en tuberías antiguas. Por lo tanto, no se está haciendo más exploración del gas, dada la volatilidad del mercado mundial y esto mantiene el futuro del gas mediterráneo y, sobre todo, el Mediterráneo oriental en espera. Pero recién en 2018 Turquía redujo su dependencia del gas ruso.

Ankara también importa gas de buques de Qatar, Estados Unidos, Argelia y Nigeria. Hoy Turquía es el tercer importador de gas natural estadounidense en Europa después de España y Francia. Y Ankara descubrió recientemente un nuevo campo de gas natural submarino, el Tuna-1, también en el mar Negro. Así que Turquía ya no depende del gas de los antiguos gasoductos, pero ahora Israel ha ganado su batalla geoeconómica con los acuerdos de Egipto y Jordania como importadores permanentes del nuevo gas natural israelí. Esto se mantendrá, si Chipre sigue estando lejos de la influencia turca en la nueva zona del gas, una reserva que no puede ser prohibida, salvo en casos particulares, por el hegemonismo turco, incluso delante de Egipto o frente al Líbano.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. El Señor Valori ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Artículo publicado por International World Group https://www.internationalworldgroup.it/gas-e-navi-militari-ecco-lingorgo-perfetto-nel-mediterraneo-analisi-di-valori/ y traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. 

©2020-saeeg®

 

DOCUMENTO INÉDITO: CARTA DE JUAN DOMINGO PERÓN A SU AMIGO, EL PROFESOR GIANCARLO ELIA VALORI

Equipo SAEEG

Días atrás el prestigioso Profesor Doctor Giancarlo Elia Valori tomó contacto telefónico con el director de la SAEEG, Doctor Marcelo Javier de los Reyes. Ambos hablaron sobre importantes momentos de la historia argentina y el Profesor Valori le informó que le haría llegar un documento que él deseaba que fuera publicado por su institución.

Se trata de una carta de 1971 que el general y tres veces presidente de la República Argentina, Juan Domingo Perón, le escribió desde su exilio en Madrid y en la que le formuló unas interesantes apreciaciones de lo que apreciaba acerca del futuro de la Argentina.

Acerca del destinatario

Giancarlo Elia Valori nació en la provincia de Venecia, pero es romano por adopción. Es Licenciado en Economía y Comercio y en Ciencias Políticas. Con posterioridad realizó cursos de gerenciamiento, pasantías especiales y maestrías económico-financieras en los Estados Unidos.

Fue asistente del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Denver, Colorado.

Llevó a cabo una intensa actividad didáctica en las cátedras de derecho tributario y derecho, respectivamente, en las Universidades de Nápoles y Bolonia, así como en otras importantes universidades de economía y relaciones internacionales, entre ellas: el “Schiller College” —una Universidad Americana en París—, la “Universidad del Salvador” de Buenos Aires y la “Sapienza” de Roma.

Valori con el presidente Francesco Cossiga y D’Alema

El Profesor Valori ha desempeñado una gran actividad en términos de consultoría durante el primer gobierno presidido por Aldo Moro (del 22 de julio de 1964 al 23 de febrero de 1966, en la coalición política DC – PSI – PSDI – PRI); posteriormente, a través de proyectos específicos de planificación económica, con los ministros de presupuesto (Luigi Pieraccini y Giovanni Preti), así como con “La Compagnie Finanziere Conseil” de Edmond Rothschild en París, con el Fondo Monetario Internacional en Washington para estudios específicos sobre el problema del tipo de cambio y sobre la reforma del sistema monetario internacional y con la Secretaría General de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).

El encuentro de Emilia y Giancarlo Elia Valori con Deng Xiaoping con motivo de las celebraciones del 30 aniversario de la República

Dada su multifacética actividad como directivo, docente y economista con proyección internacional, ha tenido participación en las privatizaciones de grandes empresas. Ha desarrollado una relevante labor en Grupo Autostrade y PYME-Società Meridionale Finanziaria, considerado la nave insignia del sector agroalimentario italiano.

En abril de 1993 rechazó el nombramiento como Ministro de Agricultura, cuyo cargo le había sido ofrecido por el entonces Primer Ministro, Carlo Azeglio Ciampi habida cuenta de su extensa trayectoria, que abarca tanto la industria agroalimentaria a nivel mundial como en el importante sector europeo de autopistas. A estos efectos es oportuno mencionar que ha desempeñado cargos ejecutivos en las siguientes empresas y entidades: Autostrade Group, Sirti International, Italstrade, SME (Southern Financial Company), GS-Società Generali Supermercati, Italstrade, IGI (Istituto Grandi Infrastructure), Blu (operador de telefonía móvil ), Unione Industriali di Roma, Confindustria Lazio, Torno Internazionale, Autovie Venete, Milano-Mare y Milano Tangenziale, Sviluppo Lazio, La Centrale Finanziaria Generale, AISCAT (Asociación Italiana de Empresas Concesionarias de Autopistas y Túneles), ASECAP (Association europènne des concessionaries d’autoroutes et d’ouvrages à pèage).

Giancarlo Elia Valori y Xi Jinping

Actualmente dirige las empresas: International World Group y La Centrale International, así como la Laboratory Foundation for Public Administration, la Delegación italiana de la Fundación Abertis y Huawei Technologies Italia (el gigante mundial de las telecomunicaciones).

También ocupa el cargo de vicepresidente del prestigioso Instituto Weizmann de París, así como miembro del Consejo Ayan-Holding y del Consejo Asesor School of Business Administration College of Management of Israel, consultor económico de HNA Group (el grupo chino, líder mundial en servicios integrados en turismo, transporte, logística, negocios y finanzas), Comité Asesor de la Revista histórico-técnica “Ciencias de la Conservación en el Patrimonio Cultural”.

Fue profesor de “Ciencias de la Comunicación en las Relaciones Internacionales” en la Facultad de Letras y Filosofía de la Universidad Libre María SS. Assunta en Roma, actualmente trabaja como “profesor extraordinario” de economía y política internacional en la Universidad de Beijing, una de las universidades más antiguas y prestigiosas de China, donde se forman los futuros directivos.

 

Giancarlo Elia Valori – Shimon Peres

Entre los numerosos premios, merece una mención especial el título de Honorable, que se le otorgó el 18 de febrero de 2002 “por su compromiso único e inestimable y por las acciones emprendidas en favor de la Académie des Sciences del Institut de France”. A lo que se sumó, posteriormente, el nombramiento como “Presidente de Honor” de la misma Fundación Internacional.

Es autor de numerosos libros, entre los que puede mencionarse El camino de China – Pasado, presente y futuro de un gigante de la historia (Rizzoli), El futuro ya está aquí: los escenarios que determinarán los eventos de nuestro planeta” (Rizzoli); Mediterráneo entre paz y terrorismo (Rizzoli) —con los prólogos de Shimon Peres, presidente del Estado de Israel, Guido De Marco, presidente emérito de la República de Malta y del editorialista Stefano Folli—; Petróleo, la nueva geopolítica del poder, Geopolítica de los alimentos, Geopolítica del agua, etc.

Su fuerte relación con la Argentina

Leo Valori, el hermano de Giancarlo, trabajó en la Argentina desde 1948, enviado por Enrico Mattei (1906-1962), impulsor de la creación del ENI (Ente Nazionale Idrocarburi), del que luego fuera presidente. Su labor le permitió acceder a referentes políticos importantes de nuestro país, como Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi.

En 1963, cuando Perón se encontraba en el exilio, ya instalado en Madrid, Leo le envió un regalo a través de su hermano, quien asiduamente viajaba a la Argentina.

Frondizi era el padrino de los hijos de Leo Valori, quien falleció joven, y Giancarlo Valori llegó a tener una gran amistad con el ex presidente argentino.

El 13 de marzo de 1972 Arturo Frondizi y Giancarlo Elia Valori —quienes como se ha expresado, se conocían con anterioridad dada la relación familiar— visitaron a Perón en su quinta “17 de Octubre” de Madrid. Estaba en marcha el proceso de retorno de Perón a la Argentina y, como podrá apreciarse, la carta que se presenta debajo, es anterior a este encuentro de Madrid. Giancarlo Elia Valori fue el artífice de ese encuentro y sus gestiones para concretar el regreso del general lo llevó a realizar numerosos viajes entre Madrid, Roma y Buenos Aires.

El regreso del líder justicialista tenía por propósito la pacificación del país, el cual atravesaba una compleja situación política durante el gobierno militar del general Agustín Lanusse.

Perón retornó a la Argentina en un vuelo chárter de la empresa Alitalia y, obviamente, Giancarlo Elia Valori también intervino en esta gestión. El vuelo partió de Roma y el 17 de noviembre de 1972 Perón estaba de regreso en la Argentina tras 17 años de exilio. Valori acompañó a Perón en su viaje a Buenos Aires, de ahí la importancia de la carta que se reproduce debajo.

Carta de Juan Domingo Perón a Giancarlo Elia Valori, 20 de mayo de 1971.

 

MADRID, 20 de mayo de 1971

Señor Don Giancarlo Elía Valori

ROMA.

 

        Mi querido amigo:

        A mi regreso de una corta ausencia de Madrid me he encontrado con su carta del 10 de mayo próximo pasado en la que me adjunta su artículo “Electricidad y desarrollo” que considero excelente. En cuanto a la posibilidad de escribir yo un artículo para el número especial para la Revista “Affari Esteri”, veré la posibilidad de hacerlo, porque en las actuales circunstancias estoy loco de trabajo con todo lo que está pasando en la Argentina, las visitas, consultas, etc.. Precisamente, escapando a todo, es que he realizado un viaje por el interior de España, para darme tiempo y pensar un poco tranquilo. Nuestras cosas están de tal manera graves, que nada se puede improvisar y a todo hay que pensarlo dos veces.

Fragmento de la carta de Perón dirigida a Giancarlo Elia Valori 

        Frente a las insinuaciones —y a veces provocaciones— producidas en los últimos tiempos, he tratado de mantener un silencio prudente, ya que eran tantos los que opinaban sobre lo que yo debería hacer. La dictadura militar, no deja pasar oportunidad de decir por boca de Lanusse o Mor Roig, que yo puedo regresar al país sin inconvenientes, porque ellos pretenden utilizarme para sus fines. Ahora les hago falta, porque se han persuadido que sin mi intervención, no pueden hacer nada de lo que quieren. Pero, como suelen decir los españoles, “cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”.

        En la situación que está viviendo el país, tres parecen ser los caminos de solución que se intentan:

1.- A largo plazo, por el desarrollo de una “guerra revolucionaria”.

2.- A mediano plazo, por una rebelión militar-popular.

3.- A mediano plazo, por la “Normalización Institucional” a través de elecciones libres, ofrecidas sin limitaciones ni exclusiones.

La primera, si bien puede tener la ventaja de ser definitiva, entraña en cambio una acción larga y penosa, en la que los sacrificios serán cruentos.

La segunda, aunque puede acortar el tiempo de duración, no ofrece al Pueblo Argentino la seguridad indispensable de una solución definitiva, si solo se trata de reemplazar a una dictadura militar por otra aunque nos sea afecta.

La tercera, es indudable que podría ser la mejor si no mediara la mala intención, ya insinuada en lo que va de tiempo de este nuevo “gobierno”: las promesas iniciales de hacerlo en el menor tiempo, que luego se transformaron en tres años; los procedimientos observados en los órganos político-gubernamentales, con sus casuísticas sospechosas y sus infantiles pretextos; los intentos de “reforma constitucional” fuera de las propias prescripciones constitucionales y sus declaraciones ambiguas, que eluden una respuesta franca y sincera sobre el proceso electoral, no pueden ser fuentes de garantía en las que se pueda confiar.

        Si a lo anterior agregamos la experiencia que venimos recibiendo desde hace dieciséis años y pensamos que podemos estar tratando con hombres que antes auspiciaron el fraude a la ciudadanía argentina, apoyando a una dictadura criminal y a “gobiernos de opción” que le sucedieron, tampoco podemos pensar “a priori” que puedan ofrecer garantías. Y si a todo ello sumamos los factores internos y externos que pueden gravitar en el futuro argentino, no es como para confiarse desaprensivamente en un destino que pudiera decidirse en tales manos y quizá en tales intenciones.

        Somos los primeros en anhelar la pacificación del país, pero no ha de ser a base de un nuevo engaño que termine por llevarnos a una guerra civil, ya que nada fundado en la mentira, puede ser definitivo ni permanente.

        Por todo ello y muchas otras circunstancias que todos conocemos, pienso que el Movimiento Nacional Justicialista no debe “bajar la guardia”; será preciso seguir actuando como hasta ahora a través de todos los medios de liberación. La dictadura militar amenazada gravemente como lo está, podría ensayar un intento de hacer cesar la lucha con fines propios e inconfesables, para lo cual ofrecería “el oro y el moro”. En ese caso, ¡pobre de nosotros si, encandilados con los “cantos de sirena” le ofreciéramos una paz que perentoriamente necesita! De ello se infiere que nuestra conducta, frente al “gobierno”, ha de estar regida por el proceder del mismo, en cuanto fehacientemente comprobemos la honestidad de sus propósitos e intenciones.

     Las grandes revoluciones de la Historia, cruentas o incruentas, han tenido casi siempre como objetivo la liberación de los pueblos contra el poder foráneo de los imperialismos o el de la oligarquía coaligada con ellos. De ahí que el fenómeno actual de la América Latina, no sea sino la repetición del mismo hecho histórico que, a lo largo de la evolución de la humanidad, nos ha venido mostrando una realidad insoslayable. En esas “grandes revoluciones” ha vencido siempre el Pueblo.

        Esa es la situación que se está viviendo en el Continente Latinoamericano y, para considerar nuestra revolución, no podemos olvidar esa premisa. Todo cuanto se hiciera fuera de ese molde, sería irremisiblemente frustrado por lo que habría de suceder en el futuro inmediato. Por eso también, cualquier trampa en la solución del actual problema argentino, para evitar los efectos determinantes de una “verdadera revolución”, no podría sino producir una lucha cruenta como consecuencia.

       Es por eso que debemos pensar primordialmente, si intentamos una solución de cualquier tipo, que hay un solo camino para hacerla, fuera del cual no habría más que herejía y eso es, precisamente, lo que me preocupa, pensando en el país, no en los hombres. No se trata de una solución cualquiera, sino que es preciso asegurar que esa solución satisfaga un mandato histórico, que se paga muy caro, cuando se olvida lo que el fatalismo histórico representa para la vida de los pueblos.

        Yo estoy decidido a regresar al país pero, si lo hago, no ha de ser para prestarme inocentemente a un “emparchado” que, a la larga, pueda resultar un remedio peor que la enfermedad. Demasiado grande es la responsabilidad que tenemos frente al Pueblo Argentino, como para que nos encandilemos con una paz que bien puede ser precursora y presagio de una futura guerra civil, si por una tranquilidad ocasional aleatoria o una efímera comodidad personal, sacrificamos una realidad que no ha de perdonarnos.

        Estos son mis pensamientos sobre el momento que nos toca vivir en la Argentina y creo que ellos también interpretan el pensamiento del Pueblo Argentino y su vocación política. Sería muy grave error, si por salir del paso, los que tenemos el “verdadero poder”, consintiéramos en soluciones que no fueran las que realmente anhela el Pueblo a quien servimos y yo no he llegado a esta altura de mi vida, para cometer semejante disparate.

     El estado actual del país —uno de los más ricos y evolucionados del Continente Latinoamericano— es realmente caótico, pero pienso que es preferible llegar hasta el fin en esta ocasión, que persistir en engañarnos una vez más, lo que repercutirá catastróficamente en nuestro destino. Nuestra enfermedad no es de las que se curan con aspirinas ni con tratamientos psicopáticos, es preciso operar y a fondo. Desgraciadamente me temo que, ninguno de los hombres a quienes la casualidad ha puesto en situación de decidir, tengan ni la capacidad ni la honestidad suficientes como para acertar el camino que debe seguirse y ese el “verdadero drama argentino”.

       Yo estoy a la espera: creo que soy el cirujano que un día han de necesitar. Tengo la experiencia suficiente y estoy sobre el bien y sobre el mal. No puedo tener otra ambición que prestar el último servicio que pueda a mi Patria. Por eso sin apuros espero el momento propicio.

     Bueno amigo Valori: creo que le he dado la lata. Según me anuncia, si para fines de mayo viaja a Madrid, tendré un gran gusto de charlar sobre estos y otros temas. Si considera cuanto le refiero sobre el momento que estoy viviendo, comprenderá mis ocupaciones y preocupaciones.

       Le ruego que, junto con mi saludo más afectuoso, acepte mis mejores deseos.

                                               Un gran abrazo. 

                                                       Juan Domingo Perón 

 

Fragmento de la carta con la firma de Perón 

 

La carta enviada por el Profesor Doctor Giancarlo Elía Valori al Doctor Marcelo Javier de los Reyes es publicada en exclusividad por la SAEEG.

©2020-saeeg®