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EL PROBLEMA MUNDIAL DEL PLÁSTICO

Giancarlo Elia Valori*

La contaminación plástica mundial es cada vez más grave. Según un informe de la revista semanal alemana Focus, recientemente se han encontrado partículas de plástico en muestras recogidas en todo el mundo: desde el Ártico hasta ríos e incluso aguas profundas.

Incluso en el monte Everest, la cima del mundo, se han encontrado partículas de plástico. Los Estados Unidos han acusado durante mucho tiempo a los países en desarrollo de ser los principales responsables de la contaminación plástica. El enfoque de los residuos ha eclipsado la “importante contribución” de los Estados Unidos a la crisis de la contaminación plástica. Si también consideramos la exportación de residuos plásticos y las últimas estadísticas sobre vertidos ilegales y basura, los Estados Unidos son una de las fuentes más graves de contaminación plástica en el medio ambiente costero y marino mundial, ocupando el tercer lugar en el mundo.

El informe de investigación publicado por Science Advances afirma claramente que Estados Unidos culpa a los países asiáticos del problema de contaminación por desechos plásticos, aunque es el mayor productor mundial de residuos plásticos. El informe fue escrito en colaboración con académicos de la Asociación Americana para la Educación Marina, la Universidad de Georgia y la Asociación Nacional Geográfica.

El Estudio de Evaluación Exhaustiva sobre cuestiones mundiales de desechos plásticos, publicado en 2015, declaró que los cinco principales países que producen la mayoría de los residuos plásticos son China, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Tailandia.

El último informe, sin embargo, concluye que el estudio de 2015 ignoró cualquier mala gestión de los residuos después de haber sido exportados a otro país para su reciclaje.

El informe de investigación también revisó la afirmación de 2015 de que China es el mayor emisor mundial de residuos plásticos marinos.

El último informe de investigación publicado por Science Advances calculó la cantidad total de residuos plásticos generados por países de todo el mundo en 2016, basándose en datos de generación de residuos y características de 217 países y regiones reportados por el Banco Mundial.

La producción mundial de plástico en 2016 fue de 422 millones de toneladas, con un aumento del 26% con respecto a 2010. La proporción de plásticos en residuos sólidos aumentó del 10% al 12% en 2010. En 2016, la generación mundial de residuos plásticos alcanzó los 242 millones de toneladas.

El informe indica claramente que en 2016 los Estados Unidos fueron el país que produjo la mayor cantidad de residuos plásticos (42 millones de toneladas). También ocupó el primer lugar en términos de producción anual per cápita de residuos plásticos (130 kilogramos).

Los 28 Estados miembros de la UE que ocupan el segundo lugar producen 54,56 kilogramos de residuos plásticos per cápita al año, que es sólo la mitad de los residuos plásticos de los Estados Unidos, mientras que la India ocupa el tercer lugar. En 2016, China ocupó el cuarto lugar en términos de producción de residuos plásticos (21,6 millones de toneladas), equivalente a la mitad de la cantidad estadounidense, pero su producción anual de residuos plásticos per cápita fue de sólo 15,67 kilogramos, equivalente a sólo el 12% de la cantidad producida por los Estados Unidos.

Nick Mallos, director senior del Programa de Océanos Libres de Basura de la Organización para la Conservación Marina, declaró: “Los desechos plásticos generados en los Estados Unidos son la mayor cantidad de cualquier país, pero hemos estado ignorando el problema, externalizándolo a los países en desarrollo. Y estamos haciendo una fuerte contribución a la crisis del plástico en los océanos”.

En términos de basura, vertido ilegal, basura y otros productos de desecho mal gestionados en la costa, los Estados Unidos ocupan el tercer lugar entre los países costeros y son la principal causa de contaminación en las zonas costeras del mundo.

El estudio también dijo que Estados Unidos recogió 3,91 millones de toneladas de plásticos en 2016, más de la mitad de las cuales fueron enviadas al extranjero, y exportaron 1,99 millones de toneladas de residuos plásticos a 89 socios comerciales. “Más del 88% de los residuos plásticos se exportan a países que no pueden gestionarlos y deshacerse adecuadamente debido a la insuficiencia de recursos”. Gran parte de estos residuos plásticos exportados no pueden ser reutilizados, lo que eventualmente contaminará el medio ambiente local.

Uno de los autores del informe de investigación, la profesora de oceanografía Cara Lavender Law, declaró: “Durante varios años, muchos de los productos plásticos que tiramos en la basura se pueden exportar a países donde ya es difícil gestionar sus propios residuos para su reciclaje. Por no hablar de la gran cantidad de plásticos enviados desde los Estados Unidos. Teniendo en cuenta la gran cantidad de nuestros residuos plásticos que en realidad no es reciclable porque es de bajo valor, contaminado o difícil de eliminar, no es sorprendente que muchos plásticos terminen contaminando el medio ambiente”.

Los datos pertinentes muestran que el 5% de los residuos plásticos generados en los Estados Unidos se desechan o son vertidos ilegalmente debido a una “manipulación y gestión inadecuadas” o no se pueden eliminar adecuadamente después de ser transportados a otros países.

El informe subraya que parece que sólo el 5% está “mal gestionado” pero, teniendo en cuenta la cantidad total de residuos plásticos, esta cifra no puede ser ignorada.

También debe indicarse que ocho millones de toneladas de plásticos entran en los océanos cada año, lo que equivale a una carga de plástico que se derrama en el mar cada minuto.

Estos productos plásticos han emprendido un largo y destructivo viaje desde el momento en que han llegado al mar. Winnie Liu, una alta funcionaria del Proyecto de Prevención de Plásticos Marinos de The Pew Charitable Trust, dijo: “Los plásticos que llegan a los mares serán llevados lejos por las corrientes oceánicas. Se encuentran en todo el mundo, incluso en el borde de la Antártida y el lugar más profundo de la Tierra. Los plásticos se pueden encontrar en la Fosa de las Marianas. A medida que se desvían con corrientes, penetrarán en el ecosistema y causarán daños inconmensurables a la vida marina”.

A pesar de la gravedad de este problema, la producción mundial de plástico continúa y está planteando crecientes amenazas para los mares. ¿Qué hace que los océanos sean tan vulnerables a la contaminación plástica? ¿Cómo podemos controlar los plásticos que entran en el océano? ¿Qué tienen de malo los plásticos?

En nuestra vida diaria difícilmente podemos evitar los plásticos. Desde envases de alimentos hasta artículos de aseo, ropa, muebles, computadoras y coches, los plásticos están por todas partes. La durabilidad de los plásticos dificulta su biodegradación. En cierto modo, se puede comparar con una larga decadencia nuclear.

Dependiendo de su tipo, algunos plásticos pueden tardar décadas o incluso millones de años en descomponerse en vertederos. Por lo tanto, a menos que los plásticos sean incinerados (un proceso que, a su vez, causa contaminación), prácticamente todos los plásticos que hemos producido hasta ahora todavía existen en el mundo y, una vez introducidos en el océano, su impacto durará cientos de años.

¿De dónde vienen los residuos? El mundo produce más de 300 millones de toneladas de residuos plásticos cada año, y esta cantidad sigue creciendo. Sólo el 9% de estos residuos plásticos se reciclan. El resto se incinera o se desecha. La mayoría de los residuos plásticos desechados están en vertederos. La razón de esto es que la mitad de los plásticos que producimos son plásticos desechables, es decir, productos plásticos como sorbetes, bolsas de plástico y botellas de agua que se tiran después de haber sido utilizados.

Es precisamente porque los plásticos desechables son fáciles de producir y desechar y conducen a un aumento continuo de la cantidad de residuos vertidos, que inevitablemente aumentan la cantidad de residuos plásticos que contaminan el medio ambiente.

¿Por qué es tan grave el impacto de los plásticos en los océanos? Los vastos y profundos océanos son como un tanque de retención de contaminantes, que recoge material tóxico de todo el mundo. Además de la carga caída de los barcos, las redes de pesca de plástico y los palangres (conocidos como “artes de pesca fantasma”) también son una fuente importante de residuos plásticos en los océanos, que representan alrededor del 10%. Además, la expansión del poliestireno utilizado en la acuicultura para hacer jaulas también es una fuente de contaminación plástica marina.

La gran mayoría de los desechos marinos, sin embargo, provienen de la tierra. Las condiciones climáticas extremas y los fuertes vientos barren los desechos a lo largo de la costa, que es rápidamente recogido por la marea. Los océanos son también el destino final de miles de ríos, transportando grandes cantidades de residuos de vertederos y eventualmente hundiéndolo en el mar.

Una vez que los residuos plásticos entran en el océano, se descomponen en partículas con un diámetro inferior a 5 mm, llamados microplásticos. Esto sucede debido a las duras condiciones y los interminables movimientos oceánicos.

Esta forma de plásticos se extenderá cada vez más profundamente en el océano. Invadirá más hábitats biológicos y en realidad no se puede reciclar en absoluto. ¿Qué pasará con nosotros si también miles de animales marinos quedan atrapados en desechos plásticos cada año, especialmente en “artes de pesca fantasma”? Además, el daño a la vida marina por la ingestión de plásticos es menos evidente: las aves marinas, las tortugas marinas, los peces y las ballenas a menudo confunden los desechos plásticos con los alimentos porque su color y forma son similares a sus presas. Terminamos comiéndolos. Una vez que ingerimos estas partículas tóxicas, nuestros órganos serán dañados, lo que nos hará más propensos a enfermedades. Nuestra fertilidad también cambiará, con grandes riesgos de mutaciones genéticas.

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. El Señor Valori ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.

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EL ENCUADRAMIENTO GEOPOLÍTICO INTERNACIONAL DE LA ACTUAL SITUACIÓN ESTRATÉGICA ARGENTINA

Grl Heriberto Justo Auel*

“La Geopolítica clásica proporciona una serie de análisis y reflexiones que en muchas ocasiones quedan olvidadas, como ideas del pasado, sin valor en el mundo de hoy”.

Pedro Sánchez Herráez[1]

 

  1. La restauración del conflicto entre talasocracias[2] telurocracias[3].
  2. La “anilla externa” del “rimland”.
  3. El despliegue chino en la disputa por la hegemonía mundial.
    • Europa del Este en el “rimland” y la frágil Unión Europea.
    • China y la contrarrevolución iberoamericana en la “anilla externa”.

 

1. La restauración del conflicto entre talasocracias vs. telurocracias.

Si bien los temas geopolíticos y estratégicos no tienen tratamiento público en la comunicación social diaria en nuestro país, tampoco lo encontramos en publicaciones académicas, ya fueren de carácter político o sociológico. Así es como, de las graves crisis sociopolíticas centrales que somatizamos en la región, solo tenemos un conocimiento “light”, superficial y anecdótico, en los que se soslaya lo esencial.

Es imposible que esta comunicación polemológica provenga del Estado Nacional —aunque este tiene como responsabilidad primaria la Seguridad Estratégica—, pues los simpatizantes de la “revolución neo-marxista” —que consciente o inconscientemente abundan en nuestra dirigencia política— lograron impedirlo por Ley —hace décadas— a través de las perversas e inconstitucionales leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior.

Con la finalidad de cubrir parcialmente esas ausencias, publicamos —en el año 2005— el ensayo “El Océano Político” y en el 2011 lo actualizamos bajo el título “La Actualidad de ‘La Tesis’ sobre el Océano Político”[iv], toda vez que compartimos totalmente el concepto del Dr. Pedro Sánchez Herráez que encabeza a este trabajo. El intelectual español lo hace motivado —seguramente— por su observación del ámbito europeo que ha influido significativamente en nuestro ambiente universitario, arrasado desde hace décadas por las ideologías totalitarias de aquel origen. Los clásicos están ausentes en el mundo posmoderno de currículas y profesores intrascendentes.

Decíamos ayer que “una de las características de la presente ´globalización planetaria’ —en la que ‘todos somos vecinos’— es la importancia que ha cobrado —en el diseño de nuestro futuro— la comprensión de la compleja circunstancia internacional, aún de aquella que en el pasado considerábamos irrelevante, por remota”.

Como lo expresa el título de este ensayo, deseamos darle a nuestra —ignorada— situación estratégica-revolucionaria un “encuadramiento geopolítico internacional”. Sin él no tendríamos la visión holística que exige el inédito y grave conflicto que enfrentamos los iberoamericanos. Es la única vía que nos permitirá lograr su resolución definitiva.

Finalizada la esquemática bipolaridad —en 1991— emergieron en el escenario internacional los actores “no estatales” —2001— que, aparentemente, daban fin a las “disputas clásicas” entre potencias e impulsaban serias confusiones teóricas. Simultáneamente Putin apareció en el escenario mundial con un neozarismo expansivo, China inicia su despegue —que la posicionó en el 2011 como la segunda economía mundial— y Turquía muestra sus afanes agresivos, que evidencian las debilidades de la UE.

Gran parte de Iberoamérica fue “ocupada” por gobiernos adheridos al Foro de San Pablo —FSP—, sostenido en aquel momento por los petro y narco dólares del “chavismo” y somatiza —aun hoy— los efectos de un renovado castro-comunismo.

Estos procesos de reacomodamientos geopolíticos en una situación internacional “líquida” —aún en curso— volvieron a despertar conflictos históricos —que permanecían adormecidos— entre las telurocracias y talasocracias. El acceso a los Océanos por parte de las potencias netamente terrestres dio siempre motivo —en la polemología clásica— a hechos históricos de trascendencia universal, que retienen importancia.

el sistema político que basa su poderío en el control de los mares.

Al alcanzar este punto de nuestro ensayo, deseamos recomendar a nuestros lectores repasar el ensayo “La Actualidad de ‘La Tesis’ sobre el Océano Político”. Abreviaríamos así la necesidad de desarrollar aquí —nuevamente— la Doctrina McKinder y en particular su Corolario Spykman. Ambas dieron lugar al mapa precedente.

2. La “anilla externa” del “rimland”.

Jinping ha exhortado recientemente a sus FF.AA. —de las que es Cte. en Jefe— a “mantenerse en alistamiento para el combate”. El Secretario de Estado Antony Blinken le respondió que ante cualquier acto de fuerza, la respuesta de EE.UU. será masiva. Biden y Putin intercambiaron misiles verbales inesperados y el 23 de marzo de 2021 —en Infobae— el Embajador García Moritán publicó: “EE.UU., dispuesto a enfrentar a China y a Rusia en simultáneo”. Boris Johnson teniendo muy en cuenta —probablemente— a la “Guerra del Opio”, aumentó en un 40% el presupuesto del arsenal nuclear británico.

El “área pivote” se encuentra cercada por una “anilla próxima” de tierras y aguas cercanas, que a su vez están rodeadas por otra “anilla externa” —como se observa en el mapa al pie—, en este caso de aguas y tierras “insulares” en donde se sitúa nuestra Iberoamérica, hoy bajo contraofensiva revolucionaria del FSP, desde julio de 2019.

Nicholas John Spykman —1893/1943— periodista y profesor estadounidense fue quien estableció en su obra “La Geografía de la Paz” —publicada en 1944 después de su fallecimiento— el concepto de “rimland”, complementario a la doctrina McKinder.

Señalaba en su libro el alto significado del “anillo marginal”, “zona de circunvalación” o “shatterbelt”[5] que rodeaban a la masa territorial en la que se aposentaba “la esencia del poder mundial”, que permitiría la supremacía mundial. Según el profesor americano, quien controla el “rimland” mantendría aislada y sin posibilidad de expansión a la potencia que dominara a la “Tierra Corazón”.

Como puede observarse la Rusia de Putin y gran parte de la China de Xi se encuentran en el “área pivote o heartland”. Debemos considerar su renovada importancia y también su posición relativa. Desde allí parten las señales y acciones que han recalentado la actual situación estratégica mundial, influenciada por la pandemia del Covid-19.

Si en 1945 la dimensión aérea —vertical— dio lugar al “corolario Spykman”, la nueva dimensión espacial da lugar —en nuestros días— a la silenciosa importancia de la “anilla externa”, que abarca a las Américas.

La clave —para Spykman— no era la posesión de la “Isla Mundial”, sino el control del “rimland” que la cercaba. El “oso ruso”, cercado por la “estrategia de la contención” en los años ´50 y ´60, “saltó” por sobre el cerco —para expandir el comunismo en los años subsiguientes— y así negar recursos a la alianza occidental.

Para ello quebró con sus blindados los compromisos de Potsdam y Yalta e impulsó guerras no convencionales a través del terrorismo revolucionario, en todo el Hemisferio Sur —en la “anilla externa”—.

Con la “Declaración Truman” —1947— se inició una nueva guerra mundial —la Guerra Fría—. EE.UU. lanzó el “Plan Marshall” para Europa y Japón, estableció numerosas bases aéreas y navales en el “rimland” y se vio forzado —para sostener la “contención”— a enfrentar las guerras de Corea —1950—, Vietnam —1955— y Afganistán —1979—.

En 1949 Mao toma el poder en China. Surge un nuevo “rival” para Occidente dentro del “rimland”. Es el que hoy sugiere la probabilidad de una “nueva guerra fría” y nos hace pensar que la “contención” ya no puede quedar hoy en manos de una sola potencia, aunque militarmente fuere la “primum inter pares” y que el “corolario Spykman” —la mera ocupación geográfica del “rimland”— está totalmente superada. La estrategia china es de otra naturaleza y es imprescindible entenderlo. No le preocupa la confrontación de las “autocracias Vs. democracias” —como a Biden—. Centralmente le preocupa y ocupa el poder imperial chino en ascenso.

La evolución de la civilización posindustrial —y la consecuente aceleración en la innovación tecnológica— ha afectado a la antigua valorización del “rimland”. Uno de sus factores, que obliga al replanteo de bloques y alianzas, es el de la energía. El paso de las “arterias del planeta” que llevan los hidrocarburos rusos —verdadero “maná” para el Kremlin— a través del “rimland” a espacios fuera del control de Putin, origina aproximaciones pragmáticas entre viejos rivales.

Tales son los casos de Rusia, Turquía o Irán, potencias intermedias que obstaculizan la presencia de Occidente en la línea de borde con Oriente y muestran belicosidad, sin pudor alguno ante Israel, avanzada Occidental en el Gran Medio Oriente.

El imperio soviético —implosionado en 1989/1991— cedió de hecho —gradualmente— el bastón imperial a la China post-Mao —un comunismo con “capitalismo de Estado”— dentro de la “Isla Mundial”. La expansión estratégica del comunismo estalinista —desde aquel momento— cambió de impronta ante un Occidente en crisis de identidad. A Clausewitz lo reemplazó Sun Tzu y emergió un innovado comunismo chino, escasamente asimilado aún en nuestro hemisferio.

Históricamente Rusia demostró una alta hipersensibilidad en la seguridad de sus fronteras y buscó —sin pausa— sus “glacis estratégicos”[6]. Es por ello que Putin inaugura las Guerras de Séptima Generación[7] en Ucrania y ocupa Crimea y el Puerto de Sebastopol, sobre el Mar Negro, base principal de su Armada.

Xi se aproximó a Moscú —interesado en su arsenal— y con ello a la “alianza invencible” planteada por el Cap Haushofer en su “Tesis” ciertamente más fuerte que la de Xi—[8]. Sigilosamente —desde el 2011— con estrategias indirectas y “zonas grises”[9] China se posiciona en el “anillo exterior” a modo de “contra cerco” sobre el Occidente talasocrático, desplegando su nueva capacidad expansiva en Iberoamérica, África, Australia y también en su vecindario limítrofe —en el “anillo interior”.

En la Argentina está presente con finanzas, bancos, puertos, ferrocarriles[10], producción de alimentos, minería, etc. Cuenta con una base estratégica espacial en la Bajada del Agrio y ha ingresado a espacios culturales en las principales universidades nacionales[11].

En el pico de la pandemia, el retardo de Xi en la entrega de la vacuna Sinopharm a Buenos Aires ha provocado variados supuestos acerca de promesas KK incumplidas. Cuenta en el gobierno —desde el 2020— con figuras que llenan el rol de Rasputín ante la zarina: el “Chino” Carlos Zannini, —profundo lector de los “Cinco Escritos Militares de Mao”[12] y el “Perro” Verbitstky, leal seguidor de la doctrina estratégica de Sun Tzu. Ambos, factores operativos centrales de Ella. La oposición demuestra un total desconocimiento de las maniobras estratégicas en curso. Su lectura de la situación es totalmente superficial.

3. El despliegue chino en la disputa por la hegemonía mundial.

China ha superado su categoría de potencia “emergente”. Continúa participando en las cumbres de los BRICS —la última en noviembre de 2019— por variadas conveniencias. Pero hace diez años —2011— alcanzó el rango de segunda economía mundial y la pandemia la impulsa a ocupar el primer lugar. Ha emergido. Xi ha logrado que se le autorice permanecer en el cargo sin límites de tiempo y el PCCh celebra este año su primer centenario.

En septiembre de 2013, Xi visitó Kazajistán, dentro del “rimland”, en Asia Central. Lanzó desde allí “La Ruta de la Seda Continental” y treinta días después lo hizo con la “Ruta de la Seda Marítima”, ambas proyectadas hacia a todo el planeta. El objetivo declarado por Beijing es el de “crear una esfera de prosperidad compartida” incrementando las posibilidades de movilidad e interconexión. Como puede observarse en el mapa al pie, se circunvala la “tierra corazón” y la ruta se desplaza a lo largo de todo el “rimland”. Xi ha expresado su intención de abrir otro gran eje por el Norte, cabalgando al Transiberiano. Putin no lo acompaña en la iniciativa, pero deja hacer.

Esta “agresividad” expansiva de China afecta la sensibilidad rusa en su glacis estratégico de seguridad, sobre el que retiene “un interés privilegiado”. El despertar del Dragón perturba al Oso —que añora tiempos pretéritos—. Así ocurre en Bielorrusia y los Balcanes Europeos. Es muy probable que este conflicto se haga público cuando Xi plantee la “Ruta de la Seda Polar”. Putin se sentirá afectado por su “aliado” pues hace tiempo los rusos la transitan y exploran. El deshielo provocado por el “cambio climático” ha despertado la búsqueda de recursos en el desierto blanco del Norte.

A la “tierra corazón” se le está abriendo el flanco Norte, hasta hace poco tiempo asegurado por los hielos y Moscú lo somatiza, más aún cuando en la vecindad se extiende la inmensa Siberia anaecuménica, con sus yacimientos de hidrocarburos, tan necesarios para Beijing.

Ambas iniciativas —terrestre y marítima— con sus monumentales infraestructuras, parques empresariales, áreas logísticas, puertos, aeropuertos, oleoductos, líneas de comunicaciones, etc., están afectando —a las comunidades que atraviesan— en su calidad de vida, tradiciones y desarrollos sociales. La televisión alemana nos ha hecho conocer en detalle —recientemente— el avance admirable de ambas rutas y sus inconvenientes, que hasta el momento fueron superados de la mano de la “diplomacia de las mascarillas” o de las “vacunas contra el Covid-19”.

La iniciativa de las “Rutas de la Seda” evidencia la actitud estratégica ofensiva de China —desde el 2013— que abarca a todo el “rimland” por tierra y mar, la zona Ártica y el eje de la “tierra corazón”. Esta maniobra decidida y coordinada alertó no solo a Putin, sino también a la OTAN.

El sistema de poder chino no diferencia al sector político del militar, en el alto nivel. De allí que la enorme infraestructura en marcha abarca —de hecho— también a la seguridad de Occidente. Bruselas —hasta el 2010— no había previsto la rivalidad entre las grandes potencias. Actualmente desarrolla nuevos enfoques —fundados en las “zonas grises” y “guerras híbridas”— como ya lo hemos tratado en los recientes ensayos del IEEBA[13].

EE.UU. ha concentrado su Política Exterior y de Defensa en el atropello a los Derechos Humanos de Beijing sobre la minoría de los uigures. China está haciendo una limpieza étnica de esta minoría musulmana en la región de Xinjiang. Dos millones de personas han sufrido allí un intenso adoctrinamiento político, trabajos forzados, torturas y abusos sexuales en un área estratégica sensible, que demuestra la caracterización del tipo de gobierno de Xi.

  • Europa del Este en el “rimland” y la frágil Unión Europea.

Europa del Este fue uno de los epicentros de las últimas guerras mundiales y es la puerta de ingreso a la “tierra corazón”. Recientemente —a esta región— se le ha llamado “Plataforma 17 + 1” —que incluye a Europa del Este, los Balcanes y los países bálticos + China—, reunidos en un marco de cooperación económica, comercial y de desarrollo de infraestructuras. 

La UE retiene una actitud estratégica pasiva, resultado de su larga caída cultural y política en el mundo de la posguerra fría, convulsionada por imponderables conflictos y reacomodamientos geopolíticos. Su debilidad y sus contradicciones la incapacitan para tomar posiciones firmes en las nuevas disputas y aún en la defensa de sus valores históricos, como lo son la democracia y la libertad.

Ello queda en evidencia cuando países del Este o del Grupo de Visegrado[14] hacen oídos sordos a pautas y normas dictadas por Bruselas, que la “diplomacia de la vacuna” rusa ha hecho más ostensible. La vacuna rusa es estatal. Es el gobierno quien elige a quien vende o no vende. Los millones de vacunas orientadas a los espacios externos de interés geopolítico de Moscú fueron cuestionados en Bruselas por el hecho de que no estaba aprobada por la Agencia Europea del Medicamento.

A la vacuna se la consideró —en la OTAN— como un instrumento de la guerra híbrida y si en Buenos Aires no ocurrió algo homólogo —en el ámbito de la dirigencia— fue porque se ignora totalmente la situación estratégica global y aún a la propia[15].

Hay una nueva lucha por el control del “rimland”, pero a los actores del pasado ahora se agrega China, que lo hace en la búsqueda de su primacía mundial. Rusia también aspira mejorar allí su estatus y Turquía pretende disputarle a Irán la hegemonía en el Gran Medio Oriente que ostenta Israel, aliado de Occidente.

  • China y la contrarrevolución iberoamericana en la “anilla externa”.

China tiene 1400 millones de habitantes. El doble que Iberoamérica y más de cuatro veces la población de EE.UU. Ergo, su necesidad de materias primas es inmensa. Necesita hidrocarburos, minerales y alimentos. Solo el 13% de su superficie es cultivable y no ha logrado detener el proceso de desertificación de su suelo. Desde el momento en que cambió su modelo económico empezó a alimentar a su enorme población y se convirtió en un poderoso importador de alimentos e insumos. Ello repercutió fuertemente en nuestra región.

Actualmente China se ha convertido en una potencia exportadora, importadora y poderosa agencia financiera para Iberoamérica, en donde doce mil empresas chinas han invertido en los más diversos frentes de producción. La consolidación de su influencia política está directamente relacionada con la utilidad que le representan los votos de la región en la OMC y otros organismos multilaterales.

Con una estrategia indirecta —progresivamente— ocupa espacios llaves en la “anilla exterior” a través de una maniobra planetaria, que la posiciona como gran potencia.

La “revolución socialista iberoamericana” se ha enancado en dicha maniobra y Beijing, apelando a su milenaria cultura la explota, pero no se compromete. ¿Hasta dónde llegará la hipócrita intencionalidad de los KK? Acaban de situar al lado del sillón de Xi a un chinólogo, “embajador especializado”, formado en su niñez en La Habana.

La práctica negociadora china —exclusivamente mercantilista— ignora aquellas acciones violatorias del Derecho Internacional o de los Derechos Humanos de sus contrapartes. Tal ha sido el caso de su relación con Chávez y Maduro. Hoy Venezuela debe 60.000 millones de dólares a Xi y por ello se hizo cargo de PDVSA, para cobrar las acreencias de los últimos veinte años. Ese desembarco se está desarrollando en conjunto con el aliado ruso, que tiene allí intereses y tropas que acompañan a las cubanas, establecidas en Caracas hace años.

En la Argentina el encubierto gobierno de Ella está demoliendo lo que queda de la economía “de mercado”. Es condición necesaria para dar “el salto de garrocha” —que venimos anticipando en los últimos meses— y así legitimar el desembarque chino en nuestro país —sumido en un caos provocado—, para pasar —sigilosamente— a la órbita imperial de Beijing y al “capitalismo de Estado”, redentor de la Argentina Nac&Pop, que estrenaría simultáneamente una nueva Constitución Nacional, hecha a medida.

Es la fórmula que anticipan los enérgicos últimos discursos de Ella —que ignoran a Tartufo— y los hechos —dosificados— que ejecutan los alfiles alquilados. El nombramiento del nuevo ministro de Justicia es sumamente elocuente, frente a las eventualidades inmediatas.

Mientras tanto y navegando en superficie, la oposición sigue descansando y ejercita el diálogo. Vive en un aletargado período sabático, plagado de anécdotas televisivas.

El cambio de sistema es la maniobra central —y única— que persigue el “gobierno de científicos”, conducido desde el “Instituto Patria”. Ello explica lo inentendible: la más absoluta ineficiencia y pasividad en todos los frentes del gobierno de Tartufo. El cambio de Constitución, un nuevo alineamiento regional con las autocracias y el cambio de inserción internacional, encubren la absolución de Ella y su encumbramiento histórico: la heroína que logró —luego de setenta años de luchas revolucionarias— los fines últimos de la Revolución Socialista Iberoamericana.

Se consagraría así el encuentro combinado de la compleja contraofensiva revolucionaria local —encubierta por los kk— con la maniobra exterior —planetaria— de la super potencia “in partibus”.

Pero, la salida de la zona de seguridad de Occidente no será fácil ni gratuita. Un Lula políticamente rehabilitado les será imprescindible. Y el FSP deberá garantizar la contención de la reacción de los pueblos, que por el momento parece imposible.

El posicionamiento internacional de Xi —en toda la “anilla exterior”— prevé acuerdos en infraestructura, energía, minería, transporte y exportaciones de alimentos. En la Argentina el acuerdo porcino y la construcción de la central Nuclear IV en Campana son los dos más importantes. Contemplan inversiones por 30 mil millones de dólares.

Además de lo invertido por Beijing en nuestra Patria en las últimas décadas, BAE Negocios nos hace saber que el gobierno “en una videoconferencia con la ‘Academia China de Ciencias Sociales’ realizada la semana pasada —19/23 de marzo de 2021— manifestó que “hay más de 20 proyectos relacionados con la energía y la infraestructura que se están negociando” con China. Con una economía golpeada por el coronavirus, Alberto Fernández busca aumentar la cooperación con el país gobernado por Xi Jinping, en una unión similar a la ‘alianza estratégica integral´ que sellaron Argentina y China durante el gobierno de Cristina Kirchner”.

Tartufo prevé visitar China en mayo para firmar los acuerdos bilaterales más importantes. Ambos países se encuentran en plenas negociaciones a cargo del secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz; el Ministro de Economía Martín Guzmán, Matías Kulfas y el nuevo embajador argentino en China, el cuasi cubano Sabino Vaca Narvaja. ¿Lo logrará? Como ya hemos dicho, Xi es mercantilista y autócrata, necesita posicionarse en la “anilla externa” pero no cruzará la línea roja de la “zona gris”.

Según El Cronista el gobierno avanzaría con un total de 15 planes que significarían un desembolso de US$ 30.000 millones por parte de Beijing, entre los que se encuentran la rehabilitación del sistema Ferroviario San Martin; mejoras en la línea del FC Roca, obras de infraestructura en el sistema del Mitre y del Urquiza y la interconexión con los FC chilenos en la Patagonia. Proyectos que China necesita para sus importaciones.

El conocido y debatido proyecto de granjas porcinas inteligentes es resistido por la Unión Vegana Argentina y organizaciones medioambientales por sus consecuencias en el ecosistema. Prevé que la producción de carne aumente en más de 800.000 toneladas, gracias a inversiones que rondarían los US$ 3.800 millones. Todo esto significaría nuevas exportaciones por unos US$ 2.500 millones, para una población china que evoluciona socialmente.

Según El Cronista, China tiene entre sus planes de inversión en Argentina los siguientes proyectos:

    • Construcción de la planta Hidroeléctrica El Tambolar y la de Chihuido en Neuquén y la hidroeléctrica Potrero del Clavillo en Catamarca/Tucumán.
    • Instalación de una estación de Energía Fotovoltaica de Jujuy Cauchari que podría convertirse en el más grande de Sudamérica en su tipo, incluye más de 1.180.000 paneles solares ubicados a 4.020 mts. sobre el nivel del mar, construido por Power China y Shanghái Electric.
    • Inversión en el Parque Eólico «Cerro Arauco» de La Rioja y la estación Hidroeléctrica «Los Blancos».
    • Dragado del Río El Salado.
    • La transmisión eléctrica del complejo Hidroeléctrico Cóndor Cliff-La Barrancosa.
    • Acuerdos para la construcción del Polo Energético Zárate (Gas) y desarrollo de gasoductos en Vaca Muerta.
    • Vaca Muerta es otro de los proyectos que China busca potenciar.

A futuro, también tiene en carpeta los siguientes proyectos:

    • Realización de un acueducto y plantas potabilizadoras.
    • Remodelación del puente Chaco-Corrientes y Corredores Viales.
    • Desarrollo de un polo logístico de envergadura en Tierra del Fuego.

Por último, Xi Jinping sueña con cerrar la llegada de la tecnología 5G a Argentina de la mano de Huawei y de esta manera competir con EE.UU. por las telecomunicaciones, elemento central en las guerras de 7ma. generación.

La acelerada caída del gobierno de Tartufo —desde la salida del Gabinete de la Dra. Losardo— ha prendido las luces rojas y las máscaras caen, una a una, difuminando a los restos del relato. ¿Y si los chinos no atendieran el teléfono? La Sinopharm muestra interferencias en las líneas. ¿Queda tiempo? …, ¿Hay resto?… ¡¿Hay plan B?!… Es para ello que se ha nombrado un “talibán” en Justicia… Macri —preventivamente— desenvainó y se plantó en la palestra… Las definiciones están a la vista.

Por todo ello entendemos que llegó la hora —para que los argentinos libres— reflexionen a la luz de la sentencia del acápite:

“La Geopolítica clásica proporciona una serie de análisis y reflexiones que en muchas ocasiones quedan olvidadas, como ideas del pasado, sin valor en el mundo de hoy”.

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez.

Se ha desempeñado como Profesor Titular de Polemología, Estrategia Contemporánea y Geopolítica, en Institutos Militares Superiores y en Universidades Públicas y Privadas. Ha sido conferencista invitado en el país y en el exterior. Ha publicado numerosos artículos sobre su especialidad y cinco libros acerca de la evolución de la situación internacional en la posguerra fría. Actualmente se desempeña como: Presidente del “Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires” (IEEBA), Presidente de la “Academia Argentina de Asuntos Internacionales” (AAAI) y Director del “Instituto de Polemología y Estrategia Contemporánea” (IPEC), de la Universidad Católica de la Plata (UCALP). Es miembro activo de la Asociación Argentina de Derecho Internacional y miembro Honorario del Instituto de Teoría del Estado.

 

Referencias

[1] P. Sánchez Herráez. “Siglo XXI: ¿el retorno a la lucha por el Rimland? Boletín Electrónico del IEEE. 17/03/2021. www.ieee.es.

[2] Talasocracias: Se refiere al dominio imperial o a la potestad que se ejerce sobre los océanos. El concepto también corresponde el sistema político que basa su poderío en el control de los mares.

[3] Telurocracias: Son aquellos imperios continentales en los que su fuerza depende del control del territorio. Surgen de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación terrestre. Es decir, países con mucho territorio continental.

[4] H. J. Auel. “La Actualidad de ‘La Tesis’ sobre el Océano Político”. IEEBA, septiembre de 2011. www.ieeba.org.ar.

[5] Shatterbelt: Se dice de una región atrapada entre fuerzas políticas y culturales externas en colisión, bajo una tensión persistente y a menudo fragmentada por rivales agresivos.

[6] Glacis: Espacio geográfico de seguridad en las líneas de borde imperiales.

[7] H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la Quinta Campaña”. IEEBA, julio de 2020, www.ieeba.org.ar.

[8] H. J. Auel. “La Actualidad de ‘La Tesis’ sobre el Océano Político”. IEEBA, septiembre de 2011. www.ieeba.org.ar.

[9] H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la Quinta Campaña”. IEEBA, julio de 2020, www.ieeba.org.ar

[10] “Proyectos Ferroviarios respaldados por China cobran impulso en Chile y Argentina”. MercoPress, 25/03/2021, https://es.mercopress.com/rs

[11] H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la Quinta Campaña”. IEEBA, julio de 2020, www.ieeba.org.ar.

[12] Los Cinco Escritos Militares de Mao.  Obra escrita por Mao Tse-tung para sintetizar las experiencias de la Segunda Guerra Civil Revolucionaria y dada a conocer en una serie de conferencias en la Academia del Ejército Rojo, en el Norte de Shensí. De vasta difusión en Occidente.

[13] H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la Quinta Campaña”. IEEBA, julio de 2020, www.ieeba.org.ar.

[14] Grupo de Visegrado:  El Grupo de Visegrado —también conocido como V4— es el nombre que recibe la alianza política y cultural formada por cuatro países de Europa Central que comparten raíces, valores culturales e intereses: Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia, todos miembros de la OTAN y de la Unión Europea.

[15] H. J. Auel. “La Geopolítica del “virus chino”. IEEBA, mayo de 2020, www.ieeba.org.ar.

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EE.UU.-CHINA. ¿UN ENFRENTAMIENTO NECESARIO?

Giancarlo Elia Valori*

En el año que acaba de terminar, la opinión pública mundial estaba justa y comprensiblemente distraída por la tragedia de la pandemia Covid 19.

Por esta razón muchos acontecimientos de gran importancia geopolítica que en otros tiempos habrían polarizado la atención de los medios de comunicación, analistas y al público han pasado casi desapercibidos, cubiertos como lo han sido por el gran alboroto mediático sobre infecciones y vacunas.

Entre estos acontecimientos algo “subestimados”, el histórico acuerdo político-diplomático entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Sudán es sin duda el más significativo.

Gracias a la mediación activa de un Trump al final de su mandato y al príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salman, un muro de hostilidad y enemistad durante 70 años entre Israel y una parte importante del mundo árabe-musulmán se ha agrietado parcialmente, sentando las bases para una paz duradera en la región más crítica de Medio Oriente o al menos para el lanzamiento de políticas de ajedrez más pragmáticas y pacíficas.

El deshielo en las relaciones entre una parte significativa del mundo árabe y lo que hasta hace unos meses se refería despectivamente como “la entidad sionista”.

El paso hacia la paz en Medio Oriente claramente no fue considerado de particular importancia en Washington por la nueva administración Biden.

Lejos de confirmar el enfoque algo pacifista y conciliador mostrado durante la campaña electoral contra el “duro” Donald Trump, el nuevo presidente estadounidense optó inmediatamente por mostrar al mundo que prefiere el enfrentamiento a la confrontación.

Después de debutar en la escena de Medio Oriente con un repentino bombardeo en Irak contra posiciones de milicias supuestamente pro-iraníes, Joe Biden dirigió su atención a China, conocida como un enemigo estratégico contra el que reunir a todas las fuerzas del Occidente democrático.

En resumen, el nuevo inquilino de la Casa Blanca parece creer que cuando finalmente gracias a la vacunación masiva el mundo ha superado la crisis de salud, en lugar de dedicarse a la reconstrucción de las economías seriamente afectadas por los efectos del virus, las potencias mundiales deberían volver sobre los viejos pasos de la era de la Guerra Fría para lograr una “superioridad estratégica” que reafirme el papel de Estados Unidos como la potencia líder mundial.

Para dar forma concreta a este proyecto y enviar una clara señal de enemistad y hostilidad a Pekín, Biden ha ordenado al Pentágono que proceda con la planificación del plan de Trump de instalar una red de misiles de 27.400 millones de dólares que se desplegará, según la agencia NIKKEI ASIA, en países que representan un cinturón estratégico alrededor de China, Taiwán, Japón, Okinawa, Filipinas, una red de misiles de corto y medio alcance considerados adecuados para que China sienta el peso militar de la presencia estadounidense en el Lejano Oriente.

El mensaje de Biden, claramente destinado a intimidar a Pekín incluso militarmente, fue recibido con superficialidad desarmadora por el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien, olvidando los objetivos institucionales de la Alianza Atlántica, dijo ante el Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York que “la OTAN tendrá que lidiar con China, adaptando su enfoque estratégico a una relación más estrecha con Japón, Australia e India”.

Es lamentable que incluso en nuestro país comentaristas autorizados de importantes periódicos se hayan dedicado a señalar a los lectores, en tonos que recuerdan a los utilizados contra el Pacto de Varsovia en los años 60 y 70 del siglo pasado, el “peligro chino”, en una alineación poco crítica con posiciones estadounidenses que, además, no se reflejan ni en la política china ni en las relaciones entre la Unión Europea y el gobierno chino.

China, de hecho, parece decididamente orientada más que a abrir una nueva carrera armamentista, a tomar medidas concretas para elevar su economía y hacer a su población más “moderadamente rica”.

El 26 de octubre del año pasado, después de la primera ola epidémica de Covid 19, se inauguró en Pekín la quinta sesión plenaria del 19º Comité Central del Partido Comunista de China, con el ambicioso objetivo de definir, tras meses de preparación y en cuatro días de debate a puerta cerrada, las líneas estratégicas del 14º plan quinquenal del país, lanzado —a diferencia del resto del mundo— prácticamente libre de la pandemia Covid 19.

El plan, destinado a cubrir el período quinquenal 2021-2025, tiene el título, lleno de significados, “Visión 2035”, un título destinado a destacar su potencial impacto a mediano plazo en la economía china y sus relaciones internacionales. La agencia económica estadounidense Bloomberg calificó el plan como un “disparo de advertencia”, un “disparo de advertencia de cinco años a Estados Unidos”.

Un “disparo de advertencia” que claramente tiene como objetivo desafiar a los Estados Unidos no a una nueva carrera militar a los que más amenazan, sino más bien a poner en marcha, incluso con nuevos modelos de cooperación internacional, recursos frescos y creativos para elevar la economía mundial, tratando también de activar políticas de recuperación ambiental.

Es sobre la base de estos objetivos que el Presidente Xi Jinping ha dictado las directrices del nuevo plan quinquenal cuyo enfoque central es el de la “doble circulación”, una estrategia que tiene como objetivo aumentar simultáneamente la demanda interna y la inversión extranjera en bienes de consumo y tecnología, con un enfoque “dual” y coordinado de gran impacto potencial en las condiciones de vida de la población china y en las relaciones internacionales de Pekín.

Europa, por supuesto, todavía no parece querer seguir sin críticas las ideas belicosas de Washington sobre China.

El 30 de diciembre de 2020 se anunció la noticia del acuerdo entre China y la Unión Europea sobre inversiones. Después de siete años de negociaciones, durante una conferencia telefónica entre el presidente chino Xi Jinping y Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, flanqueada por el presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se aprobó el Acuerdo Global sobre Inversiones (CAI).

Se trata de un acuerdo histórico que abre una nueva “Ruta de la Seda” entre el Viejo Continente y el inmenso mercado chino.

Los principios básicos del CAI están dirigidos a un reequilibrio sustancial del comercio entre Europa y China, ya que este último ha mostrado hasta ahora poco abierto a los europeos.

Con este acuerdo, Pekín se abre a Europa en muchos sectores significativos, en particular en lo que respecta a las manufacturas y los servicios.

En estos ámbitos, China se ha comprometido a eliminar las normas que hasta ahora han discriminado fuertemente a las empresas europeas, garantizando la seguridad jurídica de quienes pretenden producir en China, alineando a las empresas europeas y chinas en términos reglamentarios y favoreciendo el establecimiento de empresas conjuntas y la celebración de acuerdos comerciales y de producción.

En lo que respecta a los servicios, China fomentará la inversión europea en servicios “en la nube”, servicios financieros, servicios privados de salud, transporte aéreo y marítimo.

Es la primera vez en su historia que China se abre a empresas e inversiones extranjeras.

China y Europa parecen haber entendido que en el mundo postpandémico no tendrá que haber espacio para “Juegos Olímpicos geopolíticos” que establezcan quién gana la medalla de “primera superpotencia”, sino que habrá una necesidad de un nuevo y creativo multilateralismo económico que vea al Este y al Oeste del mundo trabajando juntos para sentar las bases concretas para el renacimiento del planeta.

Todos esperamos que los Estados Unidos estén en juego, tal vez tomando como ejemplo el realismo de Israel y de aquellos Estados árabes que parecen haber entendido que con los conflictos son todos más pobres.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. El Señor Valori ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Porhibida su reproducción.

 

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