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IRÁN, ESE GRANO DONDE LA ESPALDA PIERDE SU SANTO NOMBRE

F. Javier Blasco*

La Comunidad Internacional (CI) lleva años hablando mucho y nada bien de Irán desde su nacimiento como República Islámica tras el derrocamiento del Sha de Persia, Reza Pahlevi (1979) al haberse convertido en una especie del perejil de todas las salsas por desear arrojar a los israelíes al mar, declararse enemigo de acérrimo de Arabia Saudita y aparecer en todas aquellas más conflictivas en Oriente Próximo.

Irán es una república islámica de 1.648 millones de kilómetros cuadrados ubicada en el golfo Pérsico que cuenta con lugares de interés histórico que datan del Imperio persa cuya la capital fue fundada por Darío I en el siglo VI a. C. Su censo en 2023 alcanzó la cifra de casi 91 millones de habitantes, mayoritariamente chiitas, cuyo gobierno tiene determinadas características que le otorgan un régimen especial, que se basa en la teocracia dando pie a un Estado unitario, aunque su oficialmente Parlamentarismo y Presidencialismo se sostiene bajo la vigilancia de un complejo sistema de equilibrios y contrapesos que ejercen un control múltiple y podríamos decir, donde reina una elevada desconfianza entre unos poderes y los otros.

Cuenta con un potente Ejército al estilo clásico, aunque pobremente armado y mal instruido con cierto grado de grandes deficiencias. Además, existe lo que se conoce como la Guardia Revolucionaria, que es donde descansa el verdadero poder militar, con elevado número de integrantes, de gran capacidad de proyección (los Quds) con altos niveles de instrucción y dotados de un sinfín de medios sofisticados, principalmente en aviones y grandes medios de artillería de largo alcance con un elevado e indeterminado número de misiles de todo tipo de alcance y de precisión, varios de ellos dotados de combustibles sólidos lo que les hace más fácil y acorta el tiempo para su entrada en posición lo que dificulta su posibilidad de localización antes de hacer fuego. Además de lo anterior, en dicha Guardia Revolucionaria también se integran las conocidas fuerzas para la Organización y la Movilización de los Pobres (Basich) conocidas por su crueldad a la hora de establecer el orden público cuando la población se levanta contra el régimen por cuestiones políticas o en protesta por la hambruna u otras muchas acuciantes peticiones de un pueblo bastante culto pero muy necesitado y dado a la droga en gran parte.

Las múltiples sanciones internacionales por sus incumplimientos sobre el alcance y dimensiones de su programa nuclear y otros asuntos de menor índole, los ha llevado a aumentar su instinto o desconfianza y a aprovechar las nuevas tecnologías recibidas o copiadas a determinadas fuentes externas, que se han empleado fundamente en la evolución y perfeccionamiento de sus misiles y drones (principal proveedor a Rusia de estos artefactos).

Su doctrina nacional a modo simplista, se basa en la exaltación nacional a toda costa, en la intransigencia ante el expansionismo cultural o religioso interno fuera de los cánones marcados por ellos mismos y en el esparcimiento e implantación de la religión chiita en contra de la sunita en todo el mundo, aunque no siempre sucede con esta rama ya que depende de cómo sean sus intereses en cada lugar (Líbano o Gaza), en su odio a EEUU y, fundamentalmente, tal y como se ha mencionado, en la lucha por la erradicación y desaparición de Israel de la faz de la tierra.  

El programa nuclear iraní se puso en marcha en la década de 1950 bajo los auspicios de EEUU. Actualmente, Irán es el séptimo país en producir hexafluoruro de uranio y controla todo el ciclo del combustible nuclear en varios centros de producción, tratamiento y enriquecimiento, principalmente en Isfahán, Natanz y Fordow. Cuenta con una sola central nuclear en Bushehr.  Todas ellas han sido objeto durante varios días de ataques importantes por la aviación israelí (para ablandar o anular sus defensas antiaéreas) y el pasado sábado, de madrugada, por la acción de los medios navales y aéreos norteamericanos apoyados por sus aliados en la zona y en estrecha coordinación y cooperación con los israelitas; todos ello, encuadrado en la que se conoce como «Operación Martillo de Medianoche».  

Las capacidades de expansión y despliegue de los Quds y la gran eficacia para lograr un buen adiestramiento y alimentación del combate de otros grupos terroristas como los hutíes en Yemen, las fuerzas yihadistas de Siria o en Irak, Hamás en Palestina (sunita) y Hezbolá en el Líbano (chiita) ―todos ellos para desestabilizar las zonas de despliegue y obstaculizar las acciones de EEUU o Israel, según los casos― y sus constantes referencias y desprecios a los avisos y consejos de la CI para que frenara el desarrollo y evolución de su programa nuclear, así como sus amenazas a la existencia o supervivencia de Israel, han llevado a los dos potentes aliados en la zona ―Israel y EEUU― a urdir un plan de mediano plazo que podía resumirse en un debilitamiento progresivo de los tentáculos iraníes en sus grupos terroristas amamantados por ellos hasta su casi total extinción y, una vez conseguidos tales objetivos en sus zonas de despliegue o habitual implantación, ir directamente a la madre del cordero, las defensas de las instalaciones y sus propias capacidades nucleares usando los medios precisos en cada momento mediante una serie de eficaces ataques selectivos y muy psicológicos para finalmente, dejarles con las manos vacías y sin capacidad de respuesta militar o terrorista seria en el momento de ser atacados en fuerza, y además, con el menor daño posible para la población civil iraní.    

Así, Israel ha efectuado prácticamente en soledad la totalidad de los esfuerzos para anular las grandes capacidades de la mayor parte de los grupos terroristas fuera de Irán, ha ablandado las principales defensas antiaéreas que daban cobertura a los centros de producción y enriquecimiento de su programa nuclear y, finalmente, mantenerse en apoyo de sus potentes primos que han desplegado potentes medios y armas únicas en el mundo, al parecer capaces de haber puesto en peligro y dañar totalmente o al menos dilatar bastante en el tiempo el programa nuclear iraní.

Bien es cierto que el know kow de las técnicas y procedimientos de obtención y enriquecimiento del material necesario para crear bombas nucleares sigue estando en manos y a buen recaudo de los iraníes y podrán volverlo a intentar de nuevo; pero esta vez ya no lo harán de la misma forma ni bajo los auspicios u ojos entornados del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), ahora ya se sabe a ciencia cierta que no son nada de fiar; conocen las capacidades y decisión real de la CI de impedirlo y no tras este inesperado ataque ya no despreciarán las decisiones y los planes norteamericanos e israelíes en temas que les conciernen y son graves como ir a la guerra, si fuera necesario.

No obstante, con esto no se ha acabado el conflicto e Irán puede tomar grandes y graves represalias como el ya anunciado cierre del estrecho de Ormuz por donde transita el 20% del petróleo y del gas que se producen en el mundo y que sus capacidades militares siguen casi intactas; pero dados los pocos apoyos reales que les queda en la zona e inclusive en el mundo (Putin, a pesar de comprarle masivamente drones ya tiene bastante con Ucrania y parece que Trump le está permitiendo mucho allí a cambio de su no injerencia en este otro tema y China está volcada en sus intereses vecinos) y por lo tanto, tendrá que someterse a la realidad y agachar las orejas bajo los auspicios de la ONU, dado que sus agresores se han cuidado muy mucho en decir al mundo y muchas veces, que sus ataques van exclusivamente contra su programa nuclear ilegal y, por el contrario, no pretenden derrocar o cambiar el gobierno de Irán.  

Las reacciones chinas y rusas a día de hoy son muy tibias y bastante significativas y como elementos en contra o realmente negativos podemos considerar el verdadero daño hecho en las instalaciones nucleares, ya que la radiación nuclear entorno a estas no ha variado mucho, lo cual es muy significativo y negativo y por otro lado, la enorme posibilidad de que Irán actúe contra una o varias de las bases militares a su alcance o radio de acción que albergan miles de tropas norteamericanas en su conjunto. En el lado positivo está el mensaje dado por Trump haciendo replegar hoy los bombarderos B-2 que participaron en la acción mostrando así que ya no tiene intención de volver a actuar con ellos. 

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG. 

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ISRAEL Y ESTADOS UNIDOS FRENTE A GAZA: ¿ESTRATEGIAS FRACASADAS?

María Elena Álvarez Acosta*

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La operación militar israelí sobre la Franja de Gaza ―concebida como una operación fácil, de bajo costo y breve― incluía de facto para finales de enero cinco frentes, más otros actores: los internos (Gaza, Jerusalén y Cisjordania) y los de la frontera norte (Líbano), los que incluyen las acciones de hostigamientos y represalias contra objetivos estadounidenses en Siria e Irak y las acciones de Israel y Estados Unidos contra esos países y los distantes: el caso de Yemen, donde se involucra Estados Unidos como actor protagónico. Todo ello sin que ningún país le declare la guerra al otro.

Además, en la madrugada del 28 de enero tres soldados estadounidenses murieron y al menos 40 resultaron heridos en un ataque con drones en Jordania, cerca de la frontera con Siria. Se abría un frente más en Medio Oriente, directamente vinculado a Estados Unidos.

Durante casi 120 días Israel ha bombardeado una y otra vez el territorio de Gaza. Paralelamente, Sudáfrica presentó una demanda contra Israel en la Corte Internacional de Justicia por «presunto» genocidio en Gaza. Sin embargo, aunque finalmente la Corte declaró que Israel debe garantizar que sus fuerzas no cometen genocidio y tomar medidas para mejorar la situación humanitaria de los palestinos en el enclave, Netanyahu lo cataloga de «indignante»[1] y, por supuesto, continuó utilizando los mismos métodos.

La muerte sigue presente cotidianamente en Gaza; las potencias occidentales tratan de «buscar vías» para controlar la situación, pero sin condenar a Tel Aviv y, sobre todo, que el conflicto no se extienda. No obstante, ya se ha regionalizado, ¿o no?

¿Qué ha sucedido en el terreno?

Cuando las acciones militares se iniciaron se limitaron al norte de la Franja de Gaza, posteriormente se extendieron a todo ese territorio. Los israelíes esperaban que fuera una campaña fulminante, dado su nivel de destrucción por los armamentos y tácticas utilizadas, más la ayuda recibida desde el exterior, así lo indicaba.

Además, estaban los precedentes: las guerras desarrolladas por Israel y sus operaciones contra Gaza habían sido de pocos días. Esa era la «costumbre». Esta operación debía ser breve.

Pero las acciones militares en este territorio se prolongaron y se  expandieron a la totalidad de la Franja. La brevedad se convirtió en una larga espera e Israel no ha logrado sus objetivos: el retorno de los rehenes y la destrucción de la organización de Hamás; por el contrario, en la actualidad se contabilizan más de 27 mil palestinos muertos, de ellos entre el 50 y 60 por ciento son niños y mujeres. Igualmente, según fuentes israelíes, el 70 por ciento de las fuerzas de Hamás se mantenían intactos. A ello se suma que, según Roger Zuzunaga Ruiz[2], «a Israel esta guerra le cuesta 19.000 millones de dólares, es decir, unos 220 millones de dólares por día».

Pero no sólo se ha expandido el accionar militar a todo el territorio de Gaza, sino también a Cisjordania y Jerusalén Oriental, en ambos territorios no son combates o ataques militares como en la Franja, sino represión constante contra la población palestina (más de dos millones y medio de personas) que protestan de diversas formas, pero que pudiera adquirir otras formas de lucha, como un carácter armado, frente a las acciones de los colonos ―más de 400.000 mil― que asesinan a docenas de palestinos semanalmente, sin rendir cuenta a nadie, con el respaldo del gobierno, y por el genocidio en Gaza.

Paralelamente, al norte de Israel hay otro frente, contra Hezbollah. Este se califica como conflicto militar limitado. No obstante, Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, advirtió que si Israel libra una guerra con el Líbano, la respuesta sería «ilimitada» (…) y expresó que el asesinato de Saleh Al-Arouri, un alto líder de Hamas en Beirut, «no quedará impune»[3]. El fuego transfronterizo entre las Fuerzas de Defensa de Israel y Hezbollah se ha incrementado, aunque se mantiene, por debajo del umbral de una guerra propiamente dicha.

Pero hay otros escenarios de guerra esporádicos. Estos son: Siria e Irak. Se caracterizan por los ataques de Israel y de los Estados Unidos contra «fuerzas iraníes» y las acciones de hostigamiento a las fuerzas estadounidenses en Irak y el noreste de Siria por fuerzas irregulares de milicias armadas. Los intercambios han aumentado cada vez más.

Por ejemplo, el 20 de enero, un ataque israelí en Damasco mató a al menos cinco miembros de la Guardia Revolucionaria iraní[4]. Poco después, en otra acción atribuida a Israel, se registró un ataque con drones contra un vehículo en el sur del Líbano que mató a al menos dos personas, entre ellas un miembro de Hezbollá[5].

La estrategia de Washington

Como se observa, las acciones militares no sólo involucran a Israel en los diversos frentes abiertos sino también a fuerzas estadounidenses. Debe recordarse que Washington, después del 7 de octubre, comenzó a desplazar inmediatamente buques de guerra, aeronaves y portaaviones hacia el Mediterráneo oriental y el Mar Rojo. Así como múltiples aeronaves fueron enviadas a bases militares de Estados Unidos ubicadas en distintos puntos de Medio Oriente y fuerzas de operaciones especiales estadounidenses trabajan de la mano con el ejército de Israel en la planificación e inteligencia[6]. El despliegue militar de Estados Unidos se proponía apoyar a Israel, disuadir de cualquier acción contra este último, así como contra sus bases militares en la región: era necesario evitar la extensión del conflicto en Medio Oriente.

Yemen

Las acciones de los hutíes, que desde un primer momento plantearon su apoyo a Hamás, han consistido en el lanzamiento de misiles crucero y drones contra Israel, pero también a barcos con conexiones con Tel Aviv. Los hutíes han declarado que «sus ataques en el mar Rojo son para ejercer presión económica sobre Israel»[7]. Estas son maniobras de apoyo a las acciones contra los palestinos en la franja de Gaza. Desde mediados de noviembre, rebeldes hutíes han atacado buques en el mar Rojo.

La importancia del mar Rojo ―delimitado al norte por el canal de Suez y al sur por el estrecho de Bab el Mandeb― es capital para el comercio global: por sus aguas navegan más de 19.000 cargueros anualmente, lo que supone el 11% del tráfico marítimo global, además de ser el camino más rápido entre los puertos asiáticos y el Mediterráneo[8] (…). También tiene un peso específico en materia de aprovisionamiento energético, ya que por esta zona pasa en torno al 12% del suministro de crudo mundial y el 8% del gas natural licuado (GNL) transportado por vía marítima, por lo que la interrupción del paso de buques supone un trastorno para países importadores de energía[9].

Estados Unidos, «autoproclamado salvador del mundo y de las buenas causas» y su inseparable aliado, el Reino Unido, «justifican su intervención precisamente como fórmula para responder a un «desafío internacional» lanzado por los hutíes, que amenaza el comercio global»[10]. El 12 de enero, Estados Unidos y Reino Unido lanzaron ataques contra más de 60 objetivos en 16 lugares de Yemen[11]. Comenzaba la guerra contra territorio yemení.

En ese contexto, la reacción de los países del área ha subido de tono y el malestar regional crece en Medio Oriente. Hassan Nasrallah[12] planteó que las operaciones de Estados Unidos en el mar Rojo condicionan la seguridad en la ruta naviera y pueden generar un «campo de batalla» en la estratégica vía comercial.

«Irak, Líbano y los talibanes en Afganistán rechazaron los ataques de la potencia estadounidense en Yemen y advirtieron dque el riesgo que el conflicto en Gaza se extrapole al resto de la región es cada vez más elevado. Abdellatif Rashid, presidente de Irak, a través de un mensaje de Presidencia, dijo: «Denunciamos enérgicamente los intentos de ampliar la guerra, y afirmamos que las aventuras de fuego, en este caso, nos pueden quemar a todos»[13].

Mientras, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Líbano planteó que «no tratar los motivos verdaderos de esta escalada, es decir el alto el fuego global de la ofensiva israelí y la guerra contra Gaza, puede expandir el círculo del conflicto como ya ha empezado a suceder»[14].

Paralelamente, otros países, como China y Egipto, hacen llamados por detener el enfrentamiento.

La situación en torno al mar Rojo y a Yemen ha motivado que algunos afirmen que «Con los ataques liderados por Estados Unidos en Yemen, ya no cabe preguntarse si la guerra entre Israel y Hamás escalará hasta convertirse en un conflicto más amplio. La cuestión es si podrá contenerse»[15].

Precisamente, el derrame de la violencia se amplió. Ante los sucesos de Jordania[16], Biden anunció que Estados Unidos ya ha decidido su respuesta al ataque (…) aunque no dio detalles, y señaló a Irán como «responsable», al menos de manera indirecta[17]. Mientras Irán negaba su participación. La respuesta fue el bombardeo a 85 objetivos en Siria e Irak: se anunció que eran bases y centros de armamentos iraníes.

Algunas ideas esenciales

Aunque Israel sigue llevando a cabo un genocidio en Gaza, permite las acciones represivas en Cisjordania y Jerusalén y extiende sus acciones militares ―bombardeos e incursiones militares― a los países vecinos, no ha logrado sus objetivos. Paralelamente, cada vez crece más el apoyo a los palestinos a nivel mundial.

Por su parte, la estrategia de Estados Unidos ha sido un fracaso; a pesar de todo su apoyo a Israel en todos los ámbitos, este último no ha obtenido sus propósitos; mientras, tampoco ha podido disuadir a los que ayudan a los palestinos con diversas acciones militares contra Israel y contra las propias instalaciones militares de Washington. En ese contexto, Estados Unidos se ha convertido en actor directo en el conflicto, hasta el momento, contra Yemen y diversas áreas de Siria e Irak. En la práctica, el objetivo de evitar que el conflicto se extendiera ha sido un fracaso.

En ese ámbito, tal vez no es tan difícil responder a la pregunta: Estados Unidos, ¿podrá contener la ampliación de las acciones militares y una regionalización aún mayor del conflicto?

Todo indica que no, pues sus propias acciones han contribuido enormemente a ello y es muy difícil que cambie su estrategia.

 

* Doctora en Ciencias Históricas. Profesora Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”. Investigadora en el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI).

 

Referencias

[1]«Corte Internacional ordena a Israel evitar actos de genocidio en Gaza; Netanyahu lo cataloga de “indignante”». Voz e América, 26/01/2024, https://www.vozdeamerica.com/a/corte-onu-anunciara-su-fallo-preliminar-en-el-caso-de-genocidio-contra-israel/7458195.html.

[2] Roger Zuzunaga Ruiz. «El multimillonario costo para Israel de la guerra en la Franja de Gaza». El Comercio (Perú), 11/01/2024, https://elcomercio.pe/mundo/oriente-medio/guerra-israel-hamas-cuanto-le-cuesta-la-guerra-a-israel-en-gaza-cuanto-ha-gastado-israel-en-la-guerra-en-gaza-220-millones-de-dolares-al-dia-benjamin-netanyahu-palestina-noticia/.

[3] Se acusa a Israel del ataque que mató al funcionario de Hamas el, Saleh Al-Arouri, en Beirut, el 3 de enero del. Israel no se atribuyó la responsabilidad del ataque. (CNN, Resumen de noticias de la guerra entre Israel y Hamas del 3 de enero de 2024. Disponible en: https://cnnespanol.cnn.com/2024/01/03/noticias-guerra-israel-hamas-gaza-palestinos-muertos-ataques-orix-17/.

[4] Las autoridades iraníes catalogaron el hecho como un «intento desesperado de propagar la inestabilidad en la región».

[5] France24, con  AFP, EFE y Reuters. «Ataques en Siria y Líbano atribuidos a Israel aumentan la tensión regional; Irán anuncia represalias». France 24, 20/01/2024, https://www.france24.com/es/medio-oriente/20240120-un-ataque-aéreo-en-damasco-mata-a-miembros-de-la-guardia-revolucionaria-siria-e-irán-acusan-a-israel.

[6] Tara Copp y Lolita C. Baldor, Associated Press. «Un vistazo al apoyo de EEUU a Israel: buques de guerra y 2.000 soldados en alerta máxima». Los Angeles Times, 18/10/2023, https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2023-10-18/un-vistazo-al-apoyo-de-eeuu-a-israel-buques-de-guerra-y-2-000-soldados-en-alerta-maxima .

[7] Adriana López. «Los hutíes dicen que sus ataques en mar Rojo son para ejercer «presión económica» sobre Israel». El Confidencial, 10/01/2024, https://www.elconfidencial.com/mundo/2024-01-10/israel-gaza-guerra-hamas-palestina-directo_3808277/.

[8] «Claves para entender el conflicto en el Mar Rojo con los hutíes del Yemen». EFE, 12/01/2024, https://efe.com/mundo/2024-01-12/huties-mar-rojo-claves-conflicto-yemen/.

[9] Ídem.

[10] Ídem.

[11] Manuela Cano. «¿Quiénes son los hutíes y por qué el mar Rojo es clave en el conflicto en Medio Oriente?». France24, 12/01/2024, https://www.france24.com/es/medio-oriente/20240112-el-mar-rojo-quiénes-son-los-hutíes-y-por-qué-este-punto-es-clave-en-el-conflicto-en-medio-oriente.

[12] Líder de Hezbolá

[13] «Yemen: Nuevo bombardeo estadounidense en una estratégica base militar hutí». France 24 con Reuters y EFE, 13/01/2024, https://www.france24.com/es/medio-oriente/20240113-estados-unidos-lanzó-un-nuevo-ataque-contra-los-hutíes-en-yemen-aseguran-fuentes-estadounidenses.

[14] Ídem.

[15] Steven Erlanger, David E. Sanger, Farnaz Fassihi y Ronen Bergman. «La guerra regional que nadie quería ya está aquí. ¿Cuál será su alcance?». The New York Times, 16/01/2024, https://www.nytimes.com/es/2024/01/16/espanol/guerra-israel-estados-unidos-yemen.html.

[16] El ataque a una base estadounidense, en el que fallecieron tres soldados.

[17] «Biden anuncia que EEUU ya ha decidido su respuesta al ataque en Jordania». Europapress, 30/01/2024, https://www.europapress.es/internacional/noticia-biden-anuncia-eeuu-ya-decidido-respuesta-ataque-jordania-20240130175405.html

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EL EJE DE LA RESISTENCIA Y LAS PROBLEMÁTICAS DE SEGURIDAD NACIONAL ISRAELÍ

Salam Al Rabadi*

En principio, las guerras complementan la política, pero en Israel las guerras siguen siendo absolutamente la norma y la política es la anomalía. Ha quedado claro que el Estado ocupante no puede mantener su seguridad excepto acumulando medios de fuerza, lo que profundiza su alienación y aumenta la imposibilidad de aceptarla. La fuente de las contradicciones sigue siendo la alienación fundamental y radical de Israel del entorno árabe al que se impuso. En la práctica, esta realidad es insostenible, ni intentando aumentar el poder ni mediante alianzas (públicas y secretas), incluida la firma de inútiles acuerdos de paz.

El camino de la negociación y el proceso de paz árabe-israelí (desde el Acuerdo de Camp David en 1978, pasando por la Conferencia de Paz de Madrid en 1991, los Acuerdos de Oslo de 1993, el Tratado de Wadi Araba en 1994 y los llamados Acuerdos de Abraham con algunos estados del Golfo en 2020) ha demostrado su fracaso y su total incapacidad para disuadir a Israel y cambiar su comportamiento en materia de seguridad.

La política de acomodación, alianzas de seguridad y maximización de la cooperación económica no condujo a ningún resultado significativo en términos de cambiar las posiciones hostiles de Israel. Al contrario, ha aumentado su rigidez y obstinación. El Estado ocupante ha estado y todavía está enfrentando sus problemas de seguridad a través de una estrategia basada en el rechazo habitual («No») que reflejan sus constantes de seguridad, las más importantes de las cuales son:

    • No a la retirada completa a las fronteras de 1967.
    • No a un Estado palestino con plena independencia.
    • No a detener las operaciones de asentamiento y desmantelar los asentamientos.
    • No al retorno de los refugiados palestinos.
    • No a que ningún país árabe o regional tenga un programa nuclear.
    • No a cualquier desequilibrio en el equilibrio del poder militar.

En consecuencia, la superioridad militar sigue siendo el principal elemento del que depende el Estado ocupante para mantener su existencia. Su singularidad en este ámbito sigue siendo el verdadero pilar de su protección, incluso en caso de que se logre la paz. Donde la teoría de la seguridad nacional israelí siempre se basará en el principio de que la entidad ocupante se basa en un área geográficamente limitada. Por lo tanto, mientras exista vulnerabilidad a nivel de profundidad estratégica, es necesario confiar en una fuerza disuasoria de ataque que preserve la continuidad de Israel.

Sin embargo, como resultado de las victorias estratégicas del eje de resistencia en la guerra de julio de 2006, a través de las guerras de Gaza (2008-2021) y de la guerra global contra Siria (2011-2019), se han producido cambios radicales que conllevan amenazas que tendrán repercusiones muy graves en el destino y en la existencia del Estado ocupante israelí.

En este contexto, las victorias de la resistencia palestina en Gaza en octubre de 2023 fueron una extensión de esta tendencia ascendente en términos de restablecer el equilibrio estratégico entre el eje de resistencia y el Estado ocupante, la cual sufrió varias derrotas severas que la llevaron al escenario de absoluta impotencia. Esta nueva realidad es inseparable del proceso de victorias desde la guerra de julio de 2006 y sus secuelas, que dieron lugar a muchos acontecimientos geopolíticos relacionados con la creciente fuerza del eje de resistencia, entre ellos:

    • Adquirir experiencia de combate no convencional: este eje se ha vuelto capaz en el futuro de librar batallas multinivel que requieren una coordinación logística masiva.
    • Cambiar el concepto militar basado en el desgaste y la defensa y sustituirlo por una estrategia ofensiva preventiva: basada en el principio de penetrar en los territorios ocupados y lanzar incursiones con miles de misiles al mismo tiempo desde varios frentes diferentes. Cambiando así radicalmente la ecuación de disuasión mutua con Israel.

Esto es lo que realmente se vivió en pequeña medida sobre el terreno en la guerra de Gaza de 2021, donde el eje de resistencia, a través del movimiento Jihad Islámico y del movimiento Hamás, pudo adoptar esta estrategia que demostró su eficacia. Las capacidades militares israelíes fueron incapaces de afrontar e interceptar cientos de cohetes que fueron lanzados desde Gaza al mismo tiempo y desde diferentes lugares. Por lo tanto, estos desafíos plantean verdaderos interrogantes que giran en torno a la siguiente pregunta:

¿Es el Estado de ocupación israelí capaz de afrontar todos estos desafíos en cualquier guerra futura?

Es lógico decir que la naturaleza de los desafíos que enfrenta el Estado ocupante a nivel de estructura y concepto de su seguridad nacional ha cambiado de manera dramática y fundamental y entre esos desafíos se encuentran:

    • El eje de resistencia cuenta ahora con enormes capacidades armadas que pueden cubrir todo el territorio del Estado de Israel.
    • El ejército sirio y Hezbolá tienen experiencia militar ofensiva fruto de la guerra de guerrillas con movimientos terroristas apoyados por Occidente e Israel.
    • El eje de resistencia desarrolló su estrategia militar basada en atacar la superioridad aérea y marítima de Israel.

Aquí hay que reconocer que las victorias del eje de la resistencia sobre Israel en las guerras del Líbano, Gaza y Siria han llegado a representar un punto de inflexión estratégico y un verdadero desafío para Israel en términos de su poder disuasivo y el trabajo de sus servicios de inteligencia. Actualmente sufre la pérdida de sus elementos de disuasión más importantes. Por tanto, cualquier nuevo enfrentamiento militar será complejo y alcanzará todas las zonas de toda el área de Israel (desde el río hasta el mar).

Parece que el Estado ocupante nunca estuvo tan amenazado como hoy, como resultado del desarrollo y madurez de las experiencias del eje de resistencia, que ha demostrado que ahora posee una visión militar y política con un enfoque lógico y racional (a nivel de pensamiento y práctica). Podemos decir que las guerras perdidas de Israel y su incapacidad para lograr cualquiera de sus objetivos en Siria, Gaza o el Líbano son evidencia concluyente de la superioridad del eje de resistencia en todos los niveles.

En este contexto, se puede enfatizar que la posibilidad futura es inevitablemente la opción de la guerra y la confrontación integral. La cual no será (como era el caso anteriormente) una guerra convencional que se desarrolle únicamente en tierras árabes y se decida por la superioridad militar israelí. Al contrario, esta vez será una guerra en la que el Estado ocupante no tendrá la iniciativa. Quizás el Estado ocupante pueda iniciar esa guerra, pero lo más importante es cómo la gestiona y le pone fin. Ciertamente no podrá resolverlo en absoluto, pero más que eso, es probable que esta guerra llegue inevitablemente a todas las calles del propio Israel.

En principio, según el patrón de desarrollo de la estrategia del eje de resistencia, es posible enfatizar la posibilidad y capacidad del eje de resistencia de lanzar un ataque integral contra Israel (y no simplemente adoptar una política defensiva), ya sea mediante una andanada de drones y misiles desde todos los frentes (Irán, Irak, Yemen, Líbano, Siria, Gaza), que irá acompañada de un ataque electrónico, de modo que el sistema defensivo «Cúpula de Hierro» sea incapaz de afrontar plenamente un ataque tan grande. Embestida a gran escala capaz de atacar y perturbar bases aéreas y navales, centros militares e infraestructura en todo Israel. Sin mencionar que esto coincidió con la posibilidad de lanzar un ataque terrestre a gran escala a través de todas las fronteras dentro de los territorios palestinos ocupados.

Por ejemplo, según informes y estudios publicados por centros de investigación e instituciones militares israelíes, Hezbollah en particular tiene enormes capacidades militares que le permiten ocupar la región de Galilea en el norte de Israel, con consecuencias nefastas para la entidad israelí. Por lo tanto, si se aborda la ecuación que está ligada a las enormes capacidades misilísticas de la resistencia que fueron activadas en la guerra de julio de 2006 (Haifa y después de Haifa), y si se añade la ecuación de los drones y las capacidades navales (Karish y después de Karish), entonces es lógico que el próximo enfoque futuro sea, al menos de acuerdo con la ecuación: ¡¡el control total de Hezbollah sobre la región de Galilea y más allá de Galilea dentro de la propia entidad israelí!!

* Doctor en Filosofía en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales. Actualmente preparando una segunda tesis doctoral: The Future of Europe and the Challenges of Demography and Migration, Universidad de Santiago de Compostela, España.

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