DOCTORA MARINA SAGLIETTI

Marcelo Javier de los Reyes

Conocí a Marina hace muchos años —a principios de la década de 1990—, cuando integré el que entonces se llamaba Comité de Asuntos Africanos, de los Países Árabes y Oriente Medio del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), cuya dirección por en aquel tiempo estaba a cargo del Embajador Enrique Quintana.

Recuerdo que antes y después de las reuniones del comité nos encontrábamos a tomar un café en el bar de la esquina. Allí compartíamos nuestras respectivas visiones no solo de los temas de la región sino también en el contexto en el que se desarrollaban los hechos. Sin embargo, nos íbamos más allá en nuestros análisis, hacia una observación de las cuestiones globales. Quizás Marina me haya ayudado a desarrollar mi visión estratégica, para lo cual ella era una avezada analista.

Del mismo modo, compartimos horas organizando paneles y seminarios del CARI destinados a transmitir a la sociedad las realidades de África y de Medio Oriente.

A través de esos intercambios académicos iniciamos una amistad que se fue consolidando con el paso de los años. Descubrí en Marina a una persona de grandes conocimientos, quizás tímida para transmitirlos ante un público numeroso —algo que quizás compartíamos—, pero de un gran valor humano, de una gran bondad y de un humor muy particular que nos llevaba a compartir momentos muy risueños.

Con el tiempo me retiré de ese comité y de otros a los que pertenecía, pero la gran amistad perduró, lo que nos permitió fraternizar aunque ya no nos viéramos con la misma asiduidad. Me dedicó muchas horas para guiarme y ayudarme en algunos proyectos académicos que finalmente pude concretar. Algo muy valioso en un mundo en el que el tiempo es escaso y en un ámbito —el académico— en el que a veces la generosidad no es lo habitual.

Más importante aún, porque habla de su faceta humana, fue su acompañamiento en momentos difíciles que tuve que atravesar. Algo que también llevé a cabo cuando algunas cuestiones personales la afectaron. Esto habla de la esencia de una amistad que fue mucho más allá de la mera erudición.

Marina, como otros tantos en esta bendita Argentina, infelizmente no fue una profesional reconocida y valorada como debió haberlo sido. Pero los que estuvieron cerca de ella estimo que coincidirán en lo que afirmo. Hoy has partido dejando un gran vacío en quienes te conocimos.

Me despido aquí de mi Querida Amiga Marina, de la que guardaré en mis recuerdos estas décadas de vivencias compartidas. Querida Marina, no dudo de donde te encuentras ahora, mirándonos desde lo Alto y sonriendo.

 

LA SEGUNDA GUERRA FRÍA

Nicolás Lewkowicz*

El espectro de la Segunda Guerra Fría ya informa todos los aspectos de las relaciones entre los estados.

La contienda entre Estados Unidos y China revela la lucha entre, 1) el concepto de globalización basado en la voluntad de generar una creciente centralización económica y política, y 2) la idea de una interconectividad internacional diferenciada por las particularidades de cada ecúmene cultural.

El objetivo de los Estados Unidos y de sus aliados es forzar a China a unirse a un sistema de estados basado en las normas económicas, políticas y culturales que emanan de la potencia que aún domina los mares y que, por ende, regula el comercio internacional.

El objetivo de China es preservar su estabilidad política en un ambiente de gran aceleración tecnológica, apelando a valores tradicionales y a un férreo control social.

La Segunda Guerra Fría estará sustentada en una tripolaridad en la cual los Estados Unidos y sus aliados circunstanciales lucharán para contener el avance de China, sobre todo en lo que se denomina el “Indo-Pacifico”, el cual fue un área de disputa entre el Imperio Británico, Francia y Japón durante buena parte de los dos últimos siglos.

China pudo haber llegado al fin del período de alto crecimiento económico. Una de las consecuencias del desplazamiento de los Estados Unidos hacia el Indo-Pacífico, fortalecido por la Alianza del Cuadrilátero con India, Australia y Japón, y el AUKUS, es una suerte de encierro naval de China.

Cercada en el Indo-Pacifico, China no tendrá otra alternativa que salir al mundo por vía terrestre y fortificando el frente interno con un discurso de altos ribetes nacionalistas. Contará con el apoyo de Rusia, con la cual comparte una larga frontera, además de un oponente común.

Esto explica el modus vivendi logrado con Rusia y la importancia de la alianza informal de Pekín con los países eurasiáticos, en el marco del Tratado de Cooperación de Shanghai.

El encierro naval de China en el Indo-Pacifico supone que el epicentro el sistema político internacional se traslada definitivamente a Asia y que Taiwán se transforma en el punto neurálgico de la Segunda Guerra Fría, así como Berlín lo fue durante la Primera Guerra Fría.

La contienda dará lugar a grandes innovaciones tecnológicas. Durante la Segunda Guerra Fría, la cuál podría durar hasta fin de siglo, habrá una transición hacia la sexta generación de innovación tecnológica, la cual supone un aceleracionismo exponencial en áreas como la inteligencia artificial y la biotecnología.

La posibilidad de un conflicto cinético es cada mas reducida, debido al gran daño que esto acarrearía. El conflicto será híbrido, constante y de baja intensidad en la mayoría de los casos. Las consecuencias de la confrontación entre los Estados Unidos y China afectarán todas las áreas de la vida humana.

No habrá linealidad en la contienda que se está configurando. Habrá ciertas desprolijidades en la forma de ejercer poder geopolítico, lo cual paulatinamente minará el poderío de las unidades dominantes del sistema político internacional.

A diferencia de la Primera Guerra Fría, la transferencia de conocimiento tecnológico será mucho más fluida. Esto otorgará a ciertas regiones del mundo la posibilidad establecer espacios de autonomía.

La Primera Guerra Fría enseña que el conflicto entre potencias nunca es disruptivo, sino que sirve para acomodar áreas de influencia.

En efecto, la rotura de las cadenas de abastecimiento, las venideras plagas cibernéticas, la proliferación de enfermedades y la misma oposición a la centralización política y económica llevarán en algún momento al resquebrajamiento del mundo globalizado tal cual lo conocemos.

¿Cómo afectara la Segunda Guerra Fría a la Argentina?

La Primera Guerra Fría impactó negativamente a la Argentina. Hay una correlación entre el ascenso de los Estados Unidos como potencia hegemónica y el declive geopolítico y económico de la Argentina.

Por ello, en principio, no hay mucho lugar para el optimismo cuando se analizan las posibles consecuencias de la Segunda Guerra Fría para la Argentina.

En una situación de conflicto creciente en las potencias de tierra (China y Eurasia) y las potencias de mar (Estados Unidos y la Anglósfera), es de esperar que Washington busque consolidar su dominio sobre el “Hemisferio Occidental”. Esto implica tener un control mucho más efectivo sobre América Latina y la Cuenca del Caribe.

Por el momento no se avizora en la clase dirigente una voluntad de trascender la idea de una Argentina insertada en el mundo post-histórico engendrado en las dos décadas que sucedieron al fin de la Primera Guerra Fría.

De todas formas, en algún momento, no sería impensable que hubiera una reacción a la idea de la Argentina como sujeto pasivo de la historia.

La Segunda Guerra Fría nos dejará un mundo mucho más balcanizado, el cual ofrecerá la posibilidad de establecer espacios de autonomía, que solamente pueden ser materializados a través de un decisionismo geopolítico de fuerte impronta.

Los países que se aferren a la idea de un “mundo feliz” y post-histórico sufrirán los embates inevitables que implica ser unidad subalterna en un sistema político internacional que diferenciará de manera mucho más marcada entre los países que detentan poder y aquellos que no.

La Segunda Guerra Fría ha llegado para quedarse. Eso supone el ocaso de la “gran ilusión” de un mundo unido por reglas comunes y en creciente ascenso económico. Vuelve a tener importancia el factor civilizacional. En un contexto de creciente conflicto, los valores culturales serán vistos cómo lo que realmente son: herramientas para negociar los vaivenes inevitables de la historia.

 

* Realizó estudios de grado y posgrado en Birkbeck, University of London y The University of Nottingham (Reino Unido), donde obtuvo su doctorado en Historia en 2008. Autor de Auge y Ocaso de la Era Liberal—Una Pequeña Historia del Siglo XXI, publicado por Editorial Biblos en 2020. 

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AGUSTÍN SAAVEDRA WEISE. UN HOMBRE DE VISIÓN DE ÁGUILA.

Jorge Alonzo Guirapoigua Cortez*

Qué triste noticia el fallecimiento de un gran maestro como lo fue el Dr. Agustín Saavedra Weise, que tuve el privilegio de conocer y admirar, un gran ser humano, brillante, de talla mundial y visión panorámica de águila que analizaba el mundo con total precisión, se anticipaba a los hechos y proponía soluciones ante los acontecimientos que vendrían a suceder.

Lo conocí a Agustín Saavedra Weise en el año 2003 en mis épocas de estudiante universitario, cuando me desempeñaba como ejecutivo del centro interno de la carrera de Planificación Territorial de la Facultad de Ciencias del Hábitat, Diseño y Arte de la Universidad Gabriel René Moreno, siendo también delegado al Ilustre Consejo Universitario ICU. En esa ocasión el Arq. Carlos Jaime Suarez Rivero, el Lic. Julio Guzmán G., ambos docentes de la Universidad estatal, me recomendaron que visite al Lic. José Ortiz Mercado y al Dr. Agustín Saavedra Weise, destacados intelectuales cruceños para que sean parte de los expositores de un ciclo de conferencias que habíamos organizado en la Facultad.

Desde entonces cultivamos una fructífera amistad e impulsamos diferentes eventos académicos, donde compartió sus conocimientos y cosmovisión universal del desarrollo e intervención en el territorio, que se requiere resolver, además de los aspectos físicos – espaciales, sus connotaciones socioeconómicas integrales.

El Dr. Agustín Saavedra se formó en Economía en la (Universidad de Buenos Aires) y en Ciencias Políticas (Universidad del Salvador) ambas universidades de la República Argentina. También realizó importantes cursos de Postgrado en diferentes instituciones de prestigio como ser FLACSO y otras.

Agustín a su retorno de sus estudios universitarios a Bolivia, donde aportó con sus conocimientos, inició la carrera diplomática cuando ingresó a la Cancillería del Estado Boliviano en el año 1962 como Oficial del Protocolo en la Dirección General de Ceremonial.

Asimismo, asumió como Director de la Academia Diplomática, catedrático en la misma entidad y posteriormente miembro del grupo asesor de la Academia. Además, fue Asesor del Canciller y Asesor Externo del Ministerio de Relaciones Exteriores, como también Director General de Asuntos Económicos Bilaterales, Director Adjunto del Gabinete, funcionario de la Dirección de Política Exterior y Subsecretario de Comercio.

Su trayectoria tuvo alcances internacionales como Primer Secretario, Ministro Consejero y Encargado de Negocios en Argentina y Ministro Consejero y Encargado de Negocios en Chile entre 1976 y 1978. Del mismo modo, fue designado como Ministro de Relaciones Exteriores y Culto (1982).

Ocupó el cargo como Embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas y Organismos Internacionales con sede en Ginebra, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Bolivia en la República Argentina y Embajador en Misión Especial (en varias oportunidades).

Dentro de su experiencia internacional fue jefe de la Delegación Boliviana como Embajador en Misión Especial ante la Cumbre Mundial de Naciones en Desarrollo sin Litoral auspiciada por la ONU (Almaty, Kazajstán). De la misma forma presidió también las reuniones preparatorias previas de Asunción y Nueva York (2003). Colaboró en la redacción de la Declaración de Almaty.

Su profundo compromiso con el país, que era su principal anhelo, lo llevó a defender los intereses del Estado. Asimismo se desempeñó como miembro del Consejo de Ex Cancilleres y del Consejo Consultivo Permanente de Relaciones Exteriores (2001-2006) como también de la Junta de Asesoramiento Estratégico dependiente de la Presidencia de la República (2004-2005). Ha sido miembro del Consejo Asesor marítimo de la Presidencia del Estado en su calidad de ex Canciller.

El rol del Dr. Agustín Saavedra Weise incluso fue vital en el sector privado, como presidente del Directorio de la Caja de Salud de la Banca Privada (gestión 2012-2013). Fue durante más de 16 años Gerente General (Secretario Ejecutivo) de la Asociación de Bancos Privados (ASOBAN) filial Santa Cruz. Al retirarse voluntariamente en abril 2014, fue agasajado con reconocimientos de la matriz y de la regional Santa Cruz de ASOBAN.

Desde el 2004 hasta 2014 se desempeñó como director-Fundador de la Administradora de Cámara de Compensación y Liquidación (ACCL SA), empresa subsidiaria de ASOBAN.

Se desempeño como director alterno en la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz por ASOBAN desde 1998 hasta abril 2014, donde entregó todos sus conocimientos para poder llevar adelante el desarrollo del sector privado, que es pilar fundamental en el caso de la región de Santa Cruz.

En los últimos años asumió cargos como director de Bolivia en FONPLATA y presidente del Banco Central de Bolivia del Estado Plurinacional de Bolivia.

El Dr. Agustín fue profesor de prestigiosas universidades nacionales e internacionales, consultor internacional de prestigiosos organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y miembro de los fundadores de FONPLATA, esta última tiene como sede a Santa Cruz.

El Dr. Agustín escribió diversas publicaciones; mencionaré algunas a continuación:

  • Publicó el libro “Documentos sobre la Mediterraneidad Boliviana”, publicado en Buenos Aires en 1979, que es un clásico para quienes estudian nuestra política exterior en general y la cuestión marítima en especial.
  • En 1995 publicó “Bolivia en el contexto internacional”, que recoge artículos de prensa sobre ciencia política, geopolítica y relaciones internacionales. En forma sintética, cada artículo es una cátedra resumida de los temas que aborda.
  • Otro libro de Agustín publicado en 1995, “Bolivia y el Mundo”, contiene ensayos sobre la realidad nacional e internacional.
  • También “Las Perspectivas de Bolivia en torno a los Corredores Bioceánicos”, que fue publicado en la ciudad de La Paz en 1996.
  • En el año 2006 publico “Santa Cruz Diversas Reflexiones”, que son conjuntos de artículos publicados en nuestro país.

Del mismo modo, publicó muchos artículos en diversas revistas académicas de Bolivia, Chile y Argentina. Asimismo, ha escrito notas periodísticas en “La Nación”, “El Cronista Comercial”, “Ámbito Financiero” y “La Prensa” de Buenos Aires. También publicó comentarios en la revista “Visión”. Varios de sus trabajos han sido traducidos y reproducidos en medios estadounidenses y europeos.

En Bolivia colaboró con el diario “El Deber” desde 1966. Allí ha publicado el grueso de sus columnas. Asimismo, ha escrito en “El Mundo” y en “El Nuevo Día” de Santa Cruz de la Sierra. En Cochabamba, escribió para “Los Tiempos” y para “Opinión”. En La Paz, ha publicado trabajos en “Presencia”, “Hoy”, “El Diario”, “La Razón”, La Prensa” y en el Semanario “Pulso”. Sus notas, desde 2011, se reproducían semanalmente en los diarios “Página Siete” y “Los Tiempos”. También se reproducen muchos de sus comentarios en numerosas publicaciones nacionales e internacionales —impresas y digitales— tanto de naturaleza académica como de divulgación general.

Como decía en el prólogo del Libro “Santa Cruz Diversas Reflexiones”, que fue publicado en 2006, según el diplomático Fernando Zalazar, menciona que estamos frente a un observador de la realidad nacional, latinoamericana y mundial mediante sus artículos que teníamos el privilegio de leer cada domingo en diferentes medios locales, nacionales e internacionales.

El diplomático Fernando Salazar cita al escritor Edgard Lawrence Doctorow, escritor contemporáneo norteamericano, quien menciona que un buen escritor provoca sensaciones en el lector, no le informa que está lloviendo, sino que lo hace sentir que se está mojando.

El escritor Doctorow no sé si conoció a Agustín, sin embargo reflejaba la manera de escribir de este autor cruceño de visión universal en una época donde la mayoría de los ciudadanos son de visión particular.

Como delegado al Ilustre del Concejo Universitario (ICU) de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno lo propuse Doctor Honoris Causa, por su aporte al desarrollo del Estado Nacional; se discutió en la plenaria y posteriormente el Ilustre Concejo Universitario lo remitió a la comisión académica que no lo concretizó hasta ahora. Sin embargo, otras instituciones de nuestro país y del exterior merecidamente lo distinguieron.

Lamentamos la irremediable perdida de un brillante profesional cruceño de visión universal; que Dios lo tenga en su gloria.

Siempre te recordaremos y te llevaremos en nuestro corazón.

 

* Planificador Territorial, Secretario municipal de Ordenamiento Territorial, Gobierno Autónomo Municipal de Porongo.