LAS ELECCIONES DE BRANDEBURGO Y AUSTRIA CONFIRMAN EL FUERTE ASCENSO DEL NACIONALISMO EN LOS DOS PAÍSES DE LENGUA ALEMANA

Enric Ravello Barber*

«Hay que rechazar cualquier regurgitación neonazi», fue la precipitada y poco democrática reacción de Antonio Tajani, (de la conservadora Forza Italia) actual ministro de Exteriores italiano a la victoria del partido social-patriota FPÖ (Freiheitliche Partei Österreichs – Partido de la Libertad de Austria) en las elecciones legislativas austriacas. Tajani que también es vice-presidente del consejo de ministros hizo un llamamiento a «aislar al FPÖ»[1]. Matteo Salvini, presidente de la LEGA, partido socio en la Cámara de Bruselas de la vencedora fuerza política austriaca, respondió con la serenidad requerida a cualquier político respetuoso con la democracia y las decisiones populares afirmando: «Es ridículo. Ninguna alarma».

La sobreactuación de Tajani es una muestra más del desconcierto de las clases dirigentes europeas que ven con asombro, rabia e impotencia el ascenso de lo que ellos llaman «extrema derecha» y que se ha convertido en la opción política más votada por las clases trabajadoras europeas.

Brandeburgo: AfD sigue creciendo en el este de Alemania

El 22 de septiembre se cerraba el ciclo electoral en tres de los Länder del este alemán. Tras la victoria en Turingia y el segundo puesto en Sajonia, la AfD confirmaba su potencia electoral en esta zona del país logrando un segundo puesto con el 29,23% de los votos, sólo por detrás de los socialdemócratas que llegaban al 30,85%. Una impresionante movilización de última hora evitó que la AfD se alzara con el triunfo, el SPD logró el voto de los jubilados (41%), mientras que AfD se confirmaba como la primera fuerza entre los trabajadores (47%) y los jóvenes (35%).

Los otros dos Länder del este —tradicionalmente muy favorables a las opciones nacionalistas— celebrarán elecciones el 2026 en Sajonia-Anhalt y en 2025 en Mecklemburgo-Pomerania, donde la más reciente encuesta predice una clara victoria para AfD con un 25% frente 21% de la CDU y el 20% del SPD[2].

Los comicios de Brandeburgo tuvieron consecuencias en la escena política alemana más allá de la victoria nacionalista. Dos miembros de la coalición gubernamental tuvieron resultados absolutamente catastróficos lo que les ha llevado a un replanteamiento interno sobre su situación actual y futura estrategia. El Partido Liberal (FDP) hizo claramente el ridículo al quedarse en el 0,8% de los votos. Su vicepresidente, el polémico Kubicki, declaró que tomarán decisiones en otoño y puso en duda que la colación gubernamental pueda llegar hasta Navidad[3]. Los Verdes no logran superar el 5% y perdieron toda su representación en el Parlamento regional; pocos días después una encuesta les daba el 9,5% para las elecciones nacionales —el nivel más bajo desde 2017[4]— un cúmulo de circunstancias que provocó la dimisión de la dirección del Partido Verde, que —de momento— permanece en una muy debilitada coalición gubernamental[5].

Alemania encara ahora las decisivas elecciones legislativas de otoño de 2025 y la situación hasta entonces parece endiablada para la coalición gubernamental que se enfrenta a una situación de muy difícil gobernabilidad, en la que convergen factores externos: la complicada situación económica de Alemania y el creciente problema de la inseguridad ligada a la inmigración y la debilidad y la desconfianza de los socios de la misma[6]. Scholz encara la recta final de su más que mediocre mandato en una Alemania que cambia claramente de signo político[7]. Tampoco se presenta fácil para el principal partido de la oposición, la cristiano-demócrata CDU: las encuestas le dan un claro triunfo pero una incómoda posición para pactos gubernamentales, AfD se sitúa en el 20% nacional y segunda fuerza política, dada la debilidad de Verdes y Liberales, la única opción que le quedaría a la CDU parece ser una gran colación con un desgastado SPD, o un gobierno en minoría apoyado por los socialdemócratas; malas opciones para una Alemania que pide un cambio profundo en la dirección política.

Es más que probable que el ambiente político de aquí a otoño se crispe y radicalice. 37 diputados del Bundestag —el número mínimo necesario— de diversos partidos han dado su firma para iniciar un proceso de ilegalización de la AfD[8], en caso de no conseguirlo piden que se retire cualquier financiación pública a la que el partido nacionalista tiene derecho por su número de electos y de votos. Sara Wagenknecht, la dirigente del partido neo-comunista crítico con la inmigración (BSW) ha calificado este intento de ilegalización de estúpido especialmente en un año de campaña electoral[9].

Las primeras tensiones consecuencia de la fuerte presencia de AfD en ambas cámaras regionales las hemos visto estos días: mientras que en Turingia todos los partidos se han puesto de acuerdo para que AfD no lograra la vice-presidencia del Parlamento que le correspondía por número de votos; el parlamento de Sajonia sí tendrá vice-presidente nacionalista: André Wendt fue elegido con los votos de todos los diputados de su partido más el de algunos miembros de la CDU y de la BSW[10].

Primera victoria social-patriota en Austria desde 1945

«Austrian far-right party wins first national election since World War II»[11] fue el poco elaborado titular de gran parte de la prensa mundial, especialmente anglo-sajona, para anunciar el triunfo del FPÖ en las elecciones legislativas austriacas. Por su parte, Le Grand Continent, el think-tank ligado al Presidente francés Emmanuel Macron, tampoco hace gala de originalidad y titula de forma parecida «En Austria se impone la extrema derecha por primera vez desde la posguerra»[12]. En realidad, parece que se trata de un copia y pega del titular que se usó para comentar el triunfo de la AfD en las regionales de Turingia; parece que la «plantilla» —que ya no asusta a nadie— la tendrán que usar varias veces más en un próximo futuro.

Efectivamente el 29 de septiembre, el partido social-patriota —como ellos mismos se han definido— FPÖ se hacía con el triunfo electoral en el país germanófono alpino al sumar el 29, 1% de los votos (+13%) por delante de los liberal- conservadores del ÖVP (Die Volkspartei – el Partido Popular) 26,3% (-11,1%) y a mayor distancia del socialdemócrata SPÖ 20,6% (-0.6%). La traducción en diputados de esos resultados significa: 57 actas (+26) para los nacionalistas, 51 para los liberal-conservadores (-20), y 41 (+1) para los socialistas; es decir Austria se enfrenta a dos posibles coaliciones para formar un gobierno estable:

ÖVP + FPÖ 109 diputados

ÖVP + SPÖ 93 diputados.

Matemáticamente habría una tercera opción:

FPÖ + SPÖ que sumaría 97 diputados, pero el SPÖ ha negado cualquier posibilidad en este sentido.

La constitución austriaca indica que es el presidente quien tiene que llamar a los líderes de los partidos para iniciar el proceso de formación del nuevo gobierno. El actual presidente austriaco Alenxader von der Belten (ex del Partido Verde) elegido sucesivamente presidente en 2016 y 2022, en ambos casos contra un candidato nacionalista, es un conocido enemigo del FPÖ y ya ha anunciado que no llamará al partido patriótico en primer lugar, sino que abrirá conversaciones con los liberal-conservadores del ÖVP, con la esperanza de que éstos puedan formar gobierno al margen del FPÖ. En cualquier caso, FPÖ y ÖVP ya han anunciado los vetos mutuos con lo que enfrentaría cualquier negociación en aras de formar gobierno.

– El FPÖ como partido más votado no va a renunciar al puesto de Canciller en beneficio del ÖVP, que es el gran derrotado político de los comicios.

– El ÖVP, en boca de su presidente, Karl Nehammer, actual Canciller del país, personaliza su veto en el presidente del FPÖ Herbert Kickl; el ÖVP podría estar dispuesto a converger con los nacionalistas siempre que Kickl quedara fuera del gobierno. Hay que señalar que conservadores y nacionalistas forman coalición en tres de los nueve Länder austriacos.

De confirmarse no sería la primera vez que ÖVP y FPÖ comparten gobierno en Austria, aunque en las dos anteriores el ÖVP tenía más votos que el FPÖ, por lo que en ambas ocasiones el puesto de Canciller estuvo en manos liberal-conservadoras.

El primer gobierno ÖVP-FPÖ se concretó tras el ascenso electoral en los comicios de 1999 de un FPÖ entonces liderado por el carismático Joerg Haider, en unas elecciones ganadas por los socialdemócratas, pero en las que la suma ÖVP ―tercera fuerza― y un imparable FPÖ daban holgada mayoría. Las negociaciones para formar gobierno tuvieron lugar en enero de 2000, las enormes presiones de la UE, Estados Unidos e Israel, obligaron al FPÖ a darle la cancillería al conservador, Wolfgang Schessel, pero eso no paró las impresionantes presiones contra Austria y Haider ―quien había hablado públicamente en términos positivos de la política económica del III Reich― y el FPÖ tuvieron que salir del gobierno ese mismo año. Joerg Haider, hijo de un militante de las SA nacionalsocialista, protagonista de una gran transformación del FPÖ en línea social y nacional, e impulsor de una tercera vía en política internacional ―se llegó a reunir con Sadam Husein en Irak y con Gadafi en Libia― murió en un accidente de tráfico poco claro en 2018.

Diecisiete años después, ÖVP y FPÖ vuelven a constituir juntos un gobierno para Austria, el puesto de Canciller sería para del ÖVP ―ahora sí, el partido más votado del país― y el de vice-canciller para el también carismático Heinz-Christian Strache (FPÖ). En esta ocasión las presiones de la UE y el eje atlantista fueron aparentemente menores y el gobierno funcionaba de forma razonablemente eficaz. Todo cambió en mayor de 2019, el día que se publicó un vídeo filmado en un apartamento de Ibiza, en el que HC Strache y Johann Gudenus ―número 2 del FPÖ― compartían una conversación personal con una joven rusa, que se auto identifica como hija de un millonario ruso durante sus vacaciones estivales de 2017; fue el llamado «Ibiza-Affäre». El asunto, que no pasaba de ser una conversación en una casa privada filmado de forma ilegal, fue oportuno y orquestadamente difundido por la prensa. HC Strache, de forma honorable e intentando evitar cualquier daño político a su partido, dimitió de inmediato, el Canciller Sebastian Kurz convocó elecciones inmediatas de la que salió un nuevo gobierno del que quedó fuera el FPÖ.

Para determinadas instancias y grupo de poder, HC Strache se había convertido en un «problema» que amenazaba con desbordar la dimensión del de Haider. Como vice-canciller austriaco estaba aproximando su país a la Hungría de Orban y a la Rusia de Putin; había un «peligro» añadido en esos momentos, estaba comenzando su andadura política AfD, el partido no tenía aún estructura y le faltaba solidez formativa y organizativa, hubo unos primeros contactos entre la entonces dirección de AfD y Strache[13], nada más peligroso para el gobierno alemán con una prolongación del FPÖ en su país. Mantengo una gran amistad personal con HC Strache, él insiste en que el «Ibiza-Affäre» estuvo organizado fundamentalmente por los servicios alemanes y la operación les llevó mucho tiempo, instalar cámaras en su apartamento de verano en Ibiza no es algo que se pueda improvisar en pocos días. La justicia austriaca inició una investigación para averiguar quién había filmado ilegalmente ese material privado, el hecho de que se detuviera en Berlín al detective privado Julian Hessentahler, abonaría la tesis del propio Strache. Austria pidió su extradición por filmar un vídeo ilegal, por chantaje y por tráfico de drogas, por lo que fue posteriormente condenado por la Corte austriaca[14]. A Strache se le abrieron 13 juicios, durante estos años ha presentado batalla en los tribunales, siendo de momento declarado inocente en 11 de ellos[15] y con toda probabilidad lo será de los dos restantes. 11 de los 13 juicios, sus gastos judiciales han superado con creces medio millón de euros.

FPÖ AfD: confluencia en los mensajes. La «Remigración» como lema principal.

Tres han sido los factores que explican el éxito de estas dos formaciones en sus respectivos países.

– La denuncia de las políticas de aislamiento y privación de libertad relacionadas con el COVID. AfD y FPÖ fueron especialmente beligerantes con todo tipo de medidas restrictivas de la libertad de movimiento y de obligación de vacunación que tomaron los gobiernos de Berlín y Viena.

– La oposición a la guerra y la negativa a seguir ayudando militar y económicamente a Ucrania. AfD ha señalado en repetidas ocasiones el riesgo militar de un enfrentamiento con Rusia[16], el negativo impacto económico que ha supuesto el corte de relaciones comerciales y sobre todo energética con Moscú, y lo absolutamente intolerable que es seguir ayudando a quienes han realizado un ataque a los intereses y la soberanía de Alemania como fue la operación de volar el Nord Stream en el Báltico[17]. El vencedor de las elecciones en Turingia, Björn Höcke (AfD) llamaba abiertamente a votar a su formación para sacar una «tarjeta roja a los belicistas» que pretenden mantener involucrada a Alemania en una guerra contraria sus intereses nacionales[18]. Destacados dirigentes del partido como Beatrix von Storch han sido directos y contundentes al denunciar que Alemania se ha convertido en una simple marioneta de los intereses estadounidenses[19].

El FPÖ ha mantenido una política muy semejante a la de AfD en la cuestión de la guerra ruso-ucraniana, pero añadiendo un argumento que tiene mucha fuerza en el país alpino: Austria no es miembro de la OTAN y el FPÖ insisten en mantenerse fuera y continuar con la política de neutralidad[20]. Recientemente los nacionalistas fueron el único partido del Parlamento austriaco que votó a favor del alto el fuego en Ucrania[21]. Es más que previsible que si el FPÖ logra entrar finalmente en el gobierno, Viena se una a otras cancillerías de la Mitteleuropa ―Hungría y Eslovaquia― en buscar una salida rápida y pacífica a la guerra en Ucrania.

– Remigración en grandes líneas significa que las políticas de «contención de inmigración» o de limitarse a una «inmigración legal y contralada» son, dadas la situación demográfica y de inseguridad, absolutamente insuficientes y que es necesario dar un firme paso más hablando de la repatriación de inmigrantes; es decir, no sólo no admitir la llegada de más sino expulsar a inmigrantes ya instalados en territorio europeo. El concepto está presente desde hace tiempo en ambientes ideológicos del nacionalismo radical europeo, pero ha sido este último año cuando lo han adoptado abiertamente partidos de fuerte impacto electoral como parte de su programa[22]. Las juventudes de AfD han popularizado varios vídeos virales con canciones cuyo lema central es la remigración, Klickl (FPÖ) ha hecho del término Remigración[23] y del lema «Austria fortaleza»[24] los elementos centrales de su campaña electoral.

El término es todavía más un eslogan que un concepto claro y definido. Hay quien habla de «remigración de los delincuentes», otros de «la repatriación de millones de inmigrantes», dando a entender que ya no se trata simplemente de expulsar delincuentes sino de revertir la situación demográfica y políticos como el diputado neerlandés Thierry Baudet (Forum voor Democratie – FvD)[25] que habla abiertamente de un programa de repatriación de inmigrantes de hasta cuarta y quinta generación, obviamente con el acuerdo de los países de origen y presentándolo como una ventaja tanto para Europa como para las zonas de procedencia. La realidad demográfica irá definiendo el significado concreto del término.

Como señalamos en el artículo anterior publicado en esta web[26], los respectivos éxitos electorales refuerzan aún más la sinergia entre los dos partidos identitarios nacionalistas germanófonos y consolidan con fuerza la bisagra austro-alemana como eje principal del nacionalismo europeo. Las felicitaciones mutuas y los mensajes de apoyo solidaridad y complicidad entre las direcciones de AfD y del FPÖ han sido una constante en las celebraciones de los triunfos electorales. También recogemos el argumento señalado en nuestro anterior artículo de que este fortalecimiento juega en contra del rol del RN de Marine Le Pen como referencia principal en este terreno político. Hay que recordar que Le Pen atacó abiertamente a AfD por usar el término «remigración» que ella consideraba inaceptable[27] y que esto fue uno de los motivos para expulsar a AfD del grupo europeo que ella lideraba. El problema se le plantea ahora cuando es precisamente un miembro de su nuevo grupo de la Eurocámara (Patriots of Europe), el FPÖ quien también usa la «remigración» como lema principal, un nuevo grupo europeo en el que ella ya no tiene el liderazgo ―que ha pasado a manos del húngaro FIDEZS― y donde, si entra en el gobierno de Austria, el FPÖ tendrá un enorme peso. Un FPÖ que ―como es lógico por cuestiones identitarias, históricas y geopolíticas― mira con mejores ojos a la AfD alemana que al RN francés. Una ascendente AfD que marca perfil propio en el contexto europeo y que hace públicas sus distancias con la línea que está marcando Giorga Meloni en Italia[28].

 

* Enric Ravello Barber (Valencia 1968). Licenciado en Geografía e Historia (UV). Doctorando en Historia. Oposición del Ministerio de Economía Español en tributación aduanera y comercio internacional. Realizados cursos de Geopolítica y Análisis internacional en LISA Institute y GEDEGYS. Especialista universitario en Historia y Filosofía de las Religiones (UNED).

Ha participado en diversas iniciativas culturales, y metapolíticas del ámbito nacionalista. Director de las revistas Tierra y Pueblo e Identidad. Artículos publicados en diversas revista y webs europeas. Ha sido secretario del think tank EurHope con sede en el Parlamento europeo.

Conferencias en múltiples ciudades europeas junto a Guillaume Faye, Pierre Vial, Jean Haudry. Organizador de un encuentro sobre América del Sur en el Parlamento europeo.

Presidente de la Asociación de Amistad Euro Sudamericana (AAESA), https://aaesa.org/.

 

Notas

[1] https://www.ansa.it/sito/notizie/mondo/europa/2024/09/30/austria-tajani-isolare-rigurgiti-neonazisti-escludere-fpo_4dcceb48-1ada-485c-b617-4ea801c8ebc2.html

[2] https://electomania.es/fr/encuesta-mecklemburgo-pomerania-occidental-insa-25s-afd-lidera-con-cdu-spd-y-bsw-siguiendole/

[3] https://legrandcontinent.eu/es/2024/09/22/record-de-participacion-en-brandeburgo-la-extrema-derecha-no-logra-superar-al-spd-pero-entre-los-jovenes-la-afd-es-el-partido-lider/

[4] https://x.com/EuropeElects/status/1838309796107186619

[5] https://www.lavanguardia.com/internacional/20240925/9967438/dimite-cupula-verdes-alemania.html

[6] https://www.diario.red/articulo/internacional/ingobernabilidad-asoma-alemania-despues-elecciones/20240902162439034705.html

[7] https://elpais.com/internacional/2024-09-23/scholz-afronta-el-fin-de-la-legislatura-debilitado-y-con-una-alemania-derechizada.html

[8] https://www.diariosur.es/internacional/europa/alemania-abre-debate-sobre-ilegalizacion-ultraderecha-20241001142254-ntrc.html

[9] http://lionelbaland.hautetfort.com/apps/m/archive/2024/09/30/sahra-wagenknecht-est-opposee-a-la-proposition-d-interdictio-6516850.html

[10] http://lionelbaland.hautetfort.com/apps/m/archive/2024/10/02/andre-wendt-de-l-afd-est-reelu-vice-president-du-parlement-d-6517175.html

[11] https://www.smh.com.au/world/europe/austria-s-first-far-right-national-election-win-since-world-war-2-20240930-p5kefv.html

[12] https://legrandcontinent.eu/es/2024/09/29/en-austria-la-extrema-derecha-se-impone-por-primera-vez-desde-la-posguerra/

[13] https://www.welt.de/politik/deutschland/article156137960/Das-Gipfeltreffen-von-AfD-und-FPOe-auf-der-Zugspitze.html

[14] https://www.blueprintforfreespeech.net/en/news/ibizagate-source-julian-hessenthaler-convicted-by-austrian-court

[15] https://www.europapress.es/internacional/noticia-absuelto-nuevamente-ex-vicecanciller-austriaco-strache-condena-15-meses-corrupcion-20230110192630.html

[16] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/05/ex-coronel-de-la-afd-en-la-conferencia.html

[17] https://euro-sinergias.blogspot.com/2023/02/explosion-del-nord-stream-las-preguntas.html

[18] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/08/beatrix-von-storch-afd-alemania-como.html

[19] https://euro-sinergias.blogspot.com/2023/05/bjorn-hocke-afd-saquen-la-tarjeta-roja.html

[20] https://euro-sinergias.blogspot.com/2023/01/el-fpo-en-el-parlamento-de-la-ue-el-ovp.html https://euro-sinergias.blogspot.com/2022/03/programa-de-cinco-puntos-del-fpo-para.html

[21] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/09/solo-el-fpo-voto-favor-de-un-alto-el.html

[22] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/03/la-remigracion-politica-y-moralmente.html

[23] https://www.letemps.ch/suisse/la-remigration-concept-defendu-par-le-fpo-bien-connu-en-suisse

[24] https://elpais.com/internacional/2024-09-29/el-lider-ultra-que-quiere-convertir-a-austria-en-una-fortaleza-frente-a-los-migrantes.html

[25] http://lionelbaland.hautetfort.com/archive/2024/10/03/le-president-du-forum-voor-democratie-thierry-baudet-sur-tv-6517315.html.

FvD tiene actualmente 3 diputados en el Parlamento neerlandés. Rechazaron formar parte del gobierno tras la victoria electoral del PVV (Partij voor de Vrijheid – Partido por la Libertad) de Geert Wilders, por considerar insuficientes sus políticas de inmigración y acusarlo de sumisión a la UE. Las encuestas anuncian una subida en los próximos comicios. Recientemente se han incorporado al grupo europeo creado por AfD y otros partidos nacionalistas. https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/09/el-partido-holandes-fvd-se-une-al-nuevo.html

[26] https://saeeg.org/index.php/2024/09/09/el-impacto-de-las-elecciones-regionales-en-turingia-y-sajonia/

[27] https://www.lemonde.fr/politique/article/2024/02/29/marine-le-pen-face-a-l-afd-une-fermete-teintee-d-hypocrisie_6219189_823448.html

[28] https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/06/el-colider-de-la-afd-arremete-contra-la.html https://euro-sinergias.blogspot.com/2024/01/a-meloni-no-le-gusta-la-afd-no-habra.html

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MADURO, HIZBULÁ, IRÁN E ISRAEL

Roberto Mansilla Blanco*

El conflicto entre Israel, Hizbulá e Irán es un escenario que puede definir algunas claves a la hora de observar el futuro político del cada vez más cuestionado y aislado mandatario venezolano

 

El asesinato en Beirut del líder de Hizbulá Hassan Nasralá este 27 de septiembre en el marco de la ofensiva israelí contra la milicia islamista al sur del Líbano, la consecuente invasión militar terrestre israelí a este país árabe y la posterior respuesta iraní atacando territorio israelí son aspectos que apuntan a otro actor geográficamente lejano de la zona de conflicto en Oriente Próximo pero geopolíticamente mucho más cercano: el cuestionado presidente venezolano Nicolás Maduro, considerado el principal aliado de Nasralá y del Hizbulá en el hemisferio occidental.

La virulenta reacción de Maduro tras la muerte de Nasralá acusando a Israel del asesinato demuestra el calibre de las relaciones geopolíticas fraguadas entre el «chavismo» y el Hizbulá, igualmente extensivas a otros actores del mundo árabe e islámico como Siria e Irán. Sin Nasralá al mando y con un Hizbulá que se prepara para una nueva guerra frontal con Israel, Maduro debe ahora medir con mayor asertividad este nuevo contexto tomando en cuenta los apoyos que ha venido tejiendo con Hizbulá, sus frecuentes críticas contra Israel y la presión internacional sobre el presunto fraude electoral en Venezuela en los comicios presidenciales del pasado 28 de julio.

El triángulo Caracas-Beirut-Teherán

La relación Maduro-Hizbulá comenzó a fraguarse con mayor nitidez a partir de 2007, siendo entonces Maduro ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Hugo Chávez. Entonces, la milicia islamista libanesa estaba librando prácticamente una guerra abierta contra Israel en el sur del Líbano, casi en paralelo a los combates israelíes contra el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza. Una coyuntura muy similar a la que observamos actualmente.

En los orígenes del movimiento «bolivariano» dentro de la Fuerza Armada venezolana a comienzos de la década de 1980 se verificó una embrionaria relación con algunos países árabes, en especial aquellos inspirados en el socialismo y nacionalismo panarábe nasserista como han sido los casos de la Libia de Muammar al Gadafi, el Irak de Saddam Hussein y la Siria de Hafez el Assad, padre del actual gobernante Bashar al Asad.

Posteriormente, a mediados de la década de 1990, la súbita aparición en estos círculos «bolivarianos» del sociólogo revisionista argentino Norberto Ceresole como una especie de mentor geopolítico del «chavismo» determinó la apertura de conexiones con Irán y algunos grupos radicales del islamismo político árabe, en este caso Hizbulá, dentro de la perspectiva ceresoliana de fragmentación de bloques de poder contra la «posición hegemónica de EEUU e Israel».

Tres actores entraron así en escena: el movimiento islamista libanés Hizbulá, con presuntas conexiones previas en América del Sur (Triple Frontera Argentina, Brasil y Paraguay); la Guardia Revolucionaria Islámica (GRI) iraní, particularmente visible a partir de 2007 con la visita a Caracas del entonces presidente Mahmud Ahmadíneyad y la adopción de una relación estratégica con el gobierno de Chávez; y los movimientos palestinos, destacando el apoyo de Chávez y Maduro a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) y al islamista Hamás.

La presencia de una numerosa comunidad de origen libanés, siria y palestina en Venezuela, así como la implicación política de varios de sus miembros a favor del «chavismo» a través de altos cargos como el caído en desgracia «ex zar del Petróleo» Tareck El Aissami y el actual fiscal general Tarek William Saab, entre otros, permitió vertebrar una sintonía especial con gobiernos como la Siria de Bashar al Asad, el régimen iraní, el Hizbulá e incluso Turquía.

Algunas fuentes identifican a la caribeña isla de Margarita y el Oriente venezolano como las regiones de mayor operatividad de supuestas células del Hizbulá y de grupos palestinos. Otros consideran que la GRI supuestamente provee a los organismos de seguridad venezolanos de expertos en represión e incluso mantiene vínculos de conexión con la FANB en materia de asistencia militar para la resistencia «antiimperialista».

Por otro lado también se señala que la presencia del Hizbulá e Irán en Venezuela tiene vínculos económicos y empresariales, algunas de ellas incluso con actividades ilícitas de lavado de dinero y mecanismos alternativos para desviar las sanciones occidentales contra Caracas a través de una compleja red financiera de clanes familiares y políticos. Con apoyo iraní, Hizbulá ha logrado tejer una red financiera que ha alcanzado la Venezuela de Chávez y Maduro, un país con una boyante comunidad árabe y especialmente siria y libanesa con incidencia social, cultural y económica pero también política, en este último caso más perfilada a favor del «chavismo».

Con Chávez pero especialmente con Maduro en el poder, Caracas le ha otorgado al Hizbulá un factor preponderante a la hora de mantener una sintonía de intereses geopolíticos contrarios a la alianza EEUU-Israel, siguiendo así los parámetros geopolíticos ceresolianos. Pero esos intereses también han alcanzado el aspecto económico y financiero, muy importante tomando en cuenta las sanciones que EEUU y la Unión Europea han realizado contra el régimen de Maduro sin menoscabar que Washington y Bruselas catalogan a la milicia libanesa de «organización terrorista».

Las razones de Israel que Maduro debe atender

Esta coyuntura de guerra abierta entre Israel y Hizbulá, que recrea para Tel Aviv una especie de segundo frente ampliado al que mantiene en Gaza contra Hamás, tiene en mente igualmente otro escenario: las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 5 de noviembre.

Tras bombardear posiciones del Hizbulá, descabezar su liderazgo con el asesinato de Nasralá y otros altos cargos y preparar la eventual invasión terrestre, el Alto Mando israelí no ha dudado en advertir que esta operación de invasión al Líbano «durará el tiempo que tenga que durar, diez años si es posible». Este 1° de octubre las fuerzas israelíes iniciaron una invasión táctica del territorio libanés. El mensaje estaba claramente dirigido hacia las dos candidaturas que pujan por llegar a la Casa Blanca, la del republicano Donald Trump (un aliado irrestricto del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu) y la abanderada del Partido Demócrata, Kamala Harris, más propensa al multilateralismo y a criticar, como ya lo hizo, la desproporcionada respuesta militar israelí contra Hamás en Gaza, denunciando el drama humanitario causado.

Consciente de la impunidad que le otorga tener el apoyo de la aún perceptible hegemonía estadounidense, con la ofensiva al sur del Líbano contra Hizbulá, Netanyahu busca claramente fijar sus posiciones hacia quién será finalmente el ganador de las presidenciales estadounidenses. Pero las dos guerras, la de Gaza y el Líbano, define igualmente otra perspectiva muy presente en el ala dura de la política y las fuerzas militares israelíes: el de asegurar definitivamente las «fronteras históricas del Gran Israel», un proyecto que viene acelerándose desde hace más de una década. Como émulo de lo que significa el Donbás para Rusia, Israel parece estar diseñando un muro de contención geopolítico defensivo entre el sur del Líbano y Gaza.

Pero existen otros factores que podrían explicar por qué Israel reactiva ahora una especie de proxy war contra Hizbulá y que desde Caracas, Maduro debe igualmente calcular. Antes del ataque israelí al sur del Líbano, el nuevo presidente iraní Masud Pezeshkian lanzó un mensaje a Washington tendiente a reactivar las negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán. La posibilidad de apertura de una etapa de distensión entre Irán y Occidente le resultaría inaceptable a la «línea dura» que hoy gobierna con Netanyahu; de allí su premura por atacar posiciones contra Hizbulá, el principal aliado iraní en Oriente Próximo junto al presidente sirio Bashar al Asad, así como en posiciones de los aliados hutíes en Yemen.

Con el descabezamiento del Hizbulá, Netanyahu busca involucrar más directamente a Irán en este conflicto. Y en este sentido ha alcanzado su propósito: horas después de la invasión israelí del Líbano, Irán lanzó ataques con casi 200 misiles balísticos hacia territorio israelí, causando decenas de muertos. Anteriormente se presentó un atentado en una estación ferroviaria de Tel Aviv. Más allá de su tradicional retórica retaliativa, Teherán ha pasado de apostar por la prudencia estratégica a tomar cartas en el asunto como hiciera en abril pasado atacando territorio israelí. Con ello manifiesta su intención de no dejar caer una pieza estratégica para sus intereses como Hizbulá, toda vez que responde a los ataques israelíes a posiciones hutíes en Yemen, una esfera de influencia que aproxima esa proxy war entre Israel e Irán.

Por otro lado, la ofensiva israelí en el Líbano puede suponer una maniobra de distracción con la finalidad de degradar la atención internacional ante el conflicto entre Rusia y Ucrania, que cada vez más se define en una confrontación directa entre Moscú y la OTAN. Aparecen algunas señales de posibilidad de una negociación en el frente ucraniano vía alto al fuego, sin perder igualmente de vista las elecciones estadounidenses, Netanyahu busca retrotraer la atención hacia sus intereses en Oriente Próximo amparando una escalada bélica en dos frentes.

Para ello, y cuando estamos a escasas semanas del primer aniversario de la cruenta guerra de Gaza, Israel parece abrir otro frente contra Hizbulá en el sur del Líbano con la finalidad de fijar una especie de cordón sanitario de seguridad que, al mismo tiempo, recree las expectativas de Netanyahu y la línea dura en Tel Aviv de concretar las «fronteras históricas definitivas del Gran Israel».

Esta visión supremacista israelí, que no calza con ninguna perspectiva de lucha por su supervivencia y vitalidad en un ambiente hostil como es Oriente Próximo, también supone un mensaje indirecto enviado hacia más lejanos de Hizbulá, Hamás, Irán, Siria y Rusia como es obviamente la Venezuela de Maduro. Para muestra un botón: en medio de esta coyuntura, el presidente argentino Javier Milei, probablemente el principal aliado israelí en América Latina, lanzó una orden judicial para arrestar a Maduro y otros altos dirigentes de su gobierno por «crímenes de lesa humanidad» justo cuando la Corte Penal Internacional está por presentar un nuevo informe decisivo sobre las investigaciones que lleva a cabo contra Maduro y otros altos cargos venezolanos.

Edmundo, María Corina y el exilio venezolano

Sin perder la atención en la crisis de Oriente Próximo vale la pena destacar qué es lo que está sucediendo en Venezuela tras las elecciones del 28J. El asilo político otorgado a mediados de septiembre por el gobierno español de Pedro Sánchez al candidato opositor Edmundo González Urrutia y la aprobación de una iniciativa parlamentaria no de ley ni de carácter vinculante impulsada por el PP, VOX, PNV, CC y UPN en la que el Congreso de los Diputados reconoce la legitimidad presidencial de Urrutia e insta al gobierno a hacer lo mismo evidencian en que medida Venezuela es materia frecuente de la política española, una variable igualmente determinada por la presencia de una numerosa diáspora venezolana presente en España.

De este modo, Madrid se convierte en la capital del exilio venezolano. Además de Urrutia están otros líderes opositores como Antonio Ledezma, Leopoldo López, Julio Borges y cientos de activistas políticos. Pero no solo hablamos de la oposición sino también de ex funcionarios de los gobiernos de Chávez y Maduro.

Toda vez Madrid, en boca de su ministro de Exteriores Albares, niega cualquier acuerdo político con Caracas para sacar del país a Urrutia, tanto el Fiscal General venezolano Tarek William Saab y la vicepresidenta y ministra del Petróleo Delcy Rodríguez aseguran el contrario. Urrutia salió de la capital venezolana en un avión de la Fuerza Aérea española.

Un día después del reconocimiento del Congreso español de la legitimidad presidencial de Urrutia, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana Jorge Rodríguez (hermano de Delcy) pidió a Maduro romper relaciones diplomáticas, consulares y económicas con España. No país caribeño y venezolano existe una notable diáspora hispana calculada en aproximadamente 50.000 personas.

En ambos lados del Atlántico hay un nombre que cobra relevancia dentro de esta crisis: José Luís Rodríguez Zapatero. En 2016 fue el artífice de acuerdos de negociación entre Maduro y la oposición que llevaron a levantamientos parciales de las sanciones de la UE contra Venezuela y liberación de presos políticos.

Pero el contexto actual resulta mucho más delicado: existe una especie de consenso internacional sobre un «pucherazo» cometido el 28J, en el que el organismo electoral venezolano reconoció la victoria de Maduro por un 54% de los votos. Desde entonces la incertidumbre impera en Venezuela. Más de 3.000 detenciones por protestas incrementan los indicios de represión y violaciones de derechos humanos por parte del régimen de Maduro, en el poder desde 2013.

En breve, la Corte Penal Internacional (CPI) deberá dictaminar una nueva fase de investigación sobre acusaciones contra Maduro y altos cargos de su gobierno por crímenes de lesa humanidad acaecidos en el país desde 2017 con las protestas estudiantiles. El veredicto del CPI puede incrementar el clima de tensión ya existente.

Mientras en Caracas y las principales ciudades venezolanas las protestas parecen mermar, otro nombre cobra importancia: María Corina Machado, la incansable líder de la oposición. Muchos observan el asilo de Urrutia como una derrota para Machado mientras la atención nacional e internacional está puesta en cuál será su estrategia, si «calentar» la calle con protestas o abrir espacios de negociación dentro de una mediación internacional impulsada desde lo 28J por Brasil, Colombia y México y que hoy se ve claramente opacada.

Esto vuelve a llevarnos a Zapatero, elogiado por el PSOE durante la votación en el Congreso de los Diputados como un adalid de la negociación. Se ve a las claras que el gobierno de Sánchez busca imponer a Zapatero como el nuevo líder de la mediación en Venezuela por encima de Lula da Silva, con recientes encontronazos dialécticos e incluso diplomáticos con Maduro.

Tras el otorgamiento del asilo, el encuentro Urrutia-Sánchez en La Moncloa determina la intención del gobierno español de ralentizar y neutralizar la votación parlamentaria de reconocimiento oficial a Urrutia, instando a retomar la mediación ahora con Zapatero como artífice pero pidiendo a Maduro que presente las actas. La oposición tanto en Venezuela como en España rechaza esta posibilidad argumentando los presuntos negocios de Zapatero con régimen de Maduro, apuntando especialmente su sintonía personal con Delcy Rodríguez.

En perspectiva, Maduro saldría políticamente ganando alejando a la oposición del centro de poder en Caracas, buscando neutralizarla desde el exterior con la intención de llevarla a la irrelevancia política y dilatando las críticas y los tiempos políticos. Sánchez gana peso dentro de la UE ofreciendo asilo a Urrutia mientras «vende» las bondades de la mediación de Zapatero, vista por cierto con buenos ojos por parte de Maduro.

A pesar de su carácter no vinculante, el PP logra una victoria parlamentaria en un momento complejo para Sánchez (aprobación de los Presupuestos del Estado; caso Begoña; nuevo gobierno catalán) toda vez que el propio Sánchez, el día en que Urrutia falta de Caracas y durante el Congreso del PSOE, instaba al Parlamento español a ser «más constructivo» y «menos restrictivo».

Pero en Caracas el futuro de Machado, beneficiada este 30 de septiembre por el Consejo de Europa con el premio Vaclav Havel de Derechos Humanos, es ahora una incógnita. Incluso el propio Maduro ha lanzado la posibilidad de una salida del país de la líder opositora, cuyo silencio incrementa igualmente el clima de incertidumbre.

La escalada de conflictos que actualmente se observan en el escenario internacional, especialmente en Oriente Próximo, dejan a Maduro en una situación igualmente compleja, cada vez más aislado y con un margen de maniobra notoriamente estrecho. Pero este contexto no le evita ciertos canales colaterales que igualmente le pueden servir para mantenerse en el poder. La toma de posesión de la nueva presidente mexicana Claudia Sheinbaum y el conflicto diplomático previo con España por su negativa a invitar al Rey Felipe VI ante el silencio de la Corona española para pedir perdón por la colonización (un tema que provocó que el gobierno de Pedro Sánchez no enviara una delegación oficial a su investidura) le permite a Maduro ganar tiempo y aliados a la hora de tejer ciertas redes de apoyos que le permitan desviar la atención exterior sobre la crisis venezolana.

 

* Analista de geopolítica y relaciones internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), Magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) Colaborador en think tanks y medios digitales en España, EE UU y América Latina. Analista Senior de la SAEEG.

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