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EL BOTÍN DEL BCRA 2021 PROVINCIA POR PROVINCIA

Iris Speroni*

El BCRA se quedó con US$ 39.252 mil millones que pertenecen a familias y empresas argentinas.

 

Todo aquél que se dedica a producir bienes de exportación sabe perfectamente que todo es cuesta arriba gracias al gobierno. Está en inferioridad de condiciones respecto a sus pares en Paraguay, Brasil, Uruguay o Perú. O algún país de África, Asia, Europa, Oceanía o el norte de América. De hecho, debemos ser el único país del mundo donde se le dificulta a sus ciudadanos exportar. Ya sea desarrollo de sistemas, teleteatros, novelas o cuentos cortos, canciones, productos agropecuarios, lingotes de aluminio o marcos de madera para puertas. 

Todo es difícil.

Las trabas más comunes son: a) derechos de exportación, b) alto costo del flete (es el doble del promedio mundial), c) trámites interminables, d) funcionarios de Aduana corruptos, e) dificultad para importar insumos, f) restricciones de cuotas, g) intermediación del BCRA que se queda con la mitad del valor del producto exportado.

Este tema lo traté en dos artículos: EL TAMAÑO DEL BOTÍN (donde analizo las exportaciones del primer semestre 2020) y ZANAHORIA (donde analizo 2020 año completo). Ahora miremos los números del 2021.

Los distintos rubros de las exportaciones

Quienes venden servicios, que fue un rubro importante décadas atrás, optaron por: o dejar de exportar, o hacerlo con sede en otros países. Durante décadas Argentina tuvo una potente industria editorial, grandes autores de historietas, dibujantes, teleteatros que se veían en toda América Hispana y más lejos aún, y periodistas que era codiciados en todo el mundo. Toda esa actividad muere con un dólar sobrevaluado. En los últimos años (SXXI) se había desarrollado un creciente producción de sistemas informáticos, fruto de décadas de inversión en educación en desarrollo de sistemas.

De todos estos servicios, el Estado pretende quedarse con la mitad de la facturación mediante el mecanismo de pagar el dólar a la mitad de su valor. Eso destruye una multitud de servicios que podríamos exportar y de tal manera dejarle un ingreso genuino y bien pago a miles de argentinos. Asesoría, auditorías de multinacionales en sucursales de habla hispana, periodismo, literatura, artes gráficas, televisión, patentes, sistemas, videojuegos. El listado es largo. Con la característica que quienes venden estos productos son todas personas de clase media y por lo general con alto nivel de educación.

Lo voy a hacer más gráfico. Si Quino viviera, el BCRA se quedaría con la mitad de los honorarios que le corresponderían por sus ventas a Italia, Francia, España y el resto de Hispanoamérica. Lo mismo ocurriría con las novelas de Fontanarrosa o con cualquier otro artista.

Ahora bien, toda esta gente vende servicios. Son intangibles. Se soluciona con poner una oficina de 16m2 en Montevideo y facturar desde ahí. Corre para cantantes de ópera que peregrinan por los teatros europeos o los actores que prueban suerte en España o los músicos que cantan en el Grammy.

Sin embargo, existe una multitud de productores que venden objetos tangibles. Los que producen algodón o leña en el Chaco, arroz o madera en Corrientes, porotos en Salta, vino y ajo en Mendoza o frambuesas o aluminio en Chubut. Tienen que facturar desde acá y pagar la parte del león al Banco Central de la República Argentina.

Donde más duele

Antes de dar los números de cuánto se apropió el BCRA en 2021, quiero hacer un par de comentarios.

La mayoría de las exportaciones (casi ⅔) son de productos agropecuarios. Dentro de las “agroexportaciones” hay productos sin procesar (una tonelada de cerezas) o elaborados como vino, aceite de oliva, madera y su industrialización, golosinas. 

El resto (no agro) es pesca, oro y otros minerales no ferrosos, aluminio, tubos sin costura, petróleo y derivados [1].

Todo ese universo totalizó en 2021 la bonita cifra de US$ 77.934 millones, un 42% más que el año anterior.

Esto despierta una serie de comentarios. El primero es que el superávit comercial superó los 15 mil millones de dólares. Es una payasada que los políticos se quejen de la escasez de dólares. Nos deberían sobrar dólares. Deberíamos estar como Brasil o Rusia, con incrementos sustantivos de nuestras reservas año a año, porque somos países intrínsecamente exportadores. El segundo es que no todos los exportadores tienen la obligación de liquidar sus dólares a cambio de una cantidad de pesos determinada por el BCRA. Algunos son privilegiados y pueden quedarse con sus divisas (lo que no está mal sino que debería ser igual para todos). El tercero es que los productores de bienes exportables se quejan públicamente de lo gravoso que les resultan los derechos de exportación y la diferencia de cambio (varias veces más costosa que la Aduana); sin embargo el incremento de los volúmenes exportados desmiente sus reclamos y le dan el mensaje a los funcionarios de que pueden tirar de la cuerda aún más. El cuarto es que el BCRA se quedó en el año 2021 con el 50,37% del total exportado. Debo recordar que la política del BCRA tanto en inflación como en mercado cambiario es responsabilidad del Congreso y no del Poder ejecutivo. La fijación del valor del dólar es atribución del Congreso. Quinto y último: imaginen cuánto podría exportar la Argentina si nos dejaran ser. Podríamos ser un país emergente como los que integran BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), con superávit fiscal, inversiones, reservas crecientes y aumento del nivel de vida de la población. Conformar BRICSA.

Ahora sí, los números de 2021

El dólar del 30/12/2021 terminó en $ 101,75 comprador de BNA (lo que le pagan a quien exporta) y $ 205 el libre. Queda claro que cada día hábil tuvo su cotización y que el número “50,37%” no es preciso. La cuenta correcta es calcular la diferencia día a día y multiplicarla por la liquidación diaria de divisas. De todas formas, la diferencia citada se mantuvo más o menos estable todo el año por lo que el producto de esta cuenta se aproxima verosímilmente a lo que pueda ser el número correcto.

Las exportaciones totales fueron, como ya cité US$ 77.934 (Fuente: INDEC). El 77,7% proveniente de la Región Pampeana (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa).

El BCRA se quedó con US$ 39.252 mil millones que pertenecen a familias y empresas argentinas. Ese dinero pasó momentáneamente por el BCRA para remontar vuelo. Por eso Argentina, a diferencia de Brasil, no acumula reservas. ¿Cómo se va ese dinero? Pago de intereses y capital de deuda, importaciones y venta de dólares para manipular el tipo de cambio. Cortar la hemorragia que representa el BCRA nos llevaría por el camino virtuoso que tiene —en este rubro— un país como Brasil, con reservas crecientes.

Según el INDEC, la estimación de población para el 2021 es de 45.808.747 habitantes. Este año, luego del censo, veremos cuán correcto es este número.

Por lo tanto, el BCRA le quitó a cada persona la suma de US$ 857 en 2021. A una familia de cuatro integrantes, les quitaron US$ 3.427. En pesos 175.658 por familia.

Los números son dispersos según la provincia. A un habitante de Santa Cruz le quitaron US$ 3.745, Chubut US$ 2.523, Santa Fe US$ 2.475. Los menos afectados fueron Capital Federal y Formosa, por su escaso volumen de exportaciones (legales).

Si vemos los números globales y no por habitante, la provincia más afectada fue Buenos Aires, a la cual el BCRA le quitó US$ 28.023 mil millones. Todo ese dinero debió ir a las manos de familias (propietarios y empleados), empresas (productores y proveedores e intermediarios) y a los estados provincial y municipales. Nada de eso sucedió porque quedó en las manos del BCRA, durante el gobierno más unitario de nuestra historia.

¿Lo más doloroso de todo? Saber que podríamos producir el doble o el triple de riqueza y vivir todos un poco mejor.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] Lo de «industria automotriz» es una chantada, porque importa más de lo que exporta.

 

Referencias

Origen Provincial de las Exportaciones – Año 2021 – INDEC

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/opex_03_22AC291C9FFE.pdf

 

Notas relacionadas

Zanahoria

http://restaurarg.blogspot.com/2021/06/zanahoria.html

El tamaño del botín

http://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-tamano-del-botin.html

 

Artículo publicado originalmente en Restaurar.org, 23/04/2022, http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/el-botin-del-bcra-provincia-por.html

NI EBRIOS NI DORMIDOS, PACTANDO CON EL ENEMIGO

César Augusto Lerena*

El Ministro para las Américas del Reino Unido Alan Duncan escribió en sus memorias que, al momento de concretarse el llamado Pacto de Foradori-Duncan, el vicecanciller argentino «Carlos Foradori estaba tan borracho que al día siguiente no podía recordar los detalles del documento» (Télam, 26/04/2022). Si esto fuera verdad, estaríamos en graves problemas, ya que nuestra Cancillería viene tomando decisiones muy favorables a los intereses del Reino Unido y, si ello lo atribuyésemos al alcohol, se trataría de una epidemia que no podríamos imputarla a la Pandemia del Coronavirus COVID-19, porque hace más de 40 años que los británicos avanzan sobre nuestros territorios insulares y marinos. En 1982 ocupaban 11.410 km2 y desde hace muchos años tienen invadido 1.639.900 km2 equivalentes al 50% de la Zona Económica Exclusiva Argentina.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) «El uso nocivo del alcohol desafía al desarrollo social y económico de muchos países, incluidos los de las Américas, donde el consumo es de aproximadamente un 40% mayor que el promedio mundial. En general esta población consume alcohol en un patrón que es peligroso para la salud, así como para la violencia doméstica, la pérdida de productividad, y muchos costos ocultos» (www.paho.org/es/temas/alcohol). Tal vez, dentro de estos costos ocultos, la OPS pudo haber ponderado los probables efectos negativos del alcohol en las decisiones de los altos diplomáticos; pero, nosotros no creemos que esta sea la causa, aunque ya ello lo mantenía preocupado Mariano Moreno cuando decía: “hay determinaciones que no se pueden tomar ni ebrios ni dormidos”, es decir, bajo ninguna circunstancia.

Pensar que Foradori, sobrio o beodo, tomó solo la decisión de semejante cesión intenta quitar de responsabilidad al Presidente y Ministro de entonces y, por cierto a la Cancillería Argentina y a un personaje con gran poder dentro del Ministerio de Relaciones Exterior: el Director General de la Consejería Legal Internacional, en su momento la influyente Susana Ruiz Cerutti y el intermitente Subdirector y ahora Director, su ahijado Holger Federico Martinsen.

Para descartar la cuestión del alcohol de una vez por todas, tengamos en cuenta que el entonces embajador Mark Kent era afecto al buen whisky escocés y, sin embargo, ello no dio motivo a que este odioso pacto termine siendo una decisión desfavorable a los británicos, sino todo lo contrario. A esta altura, si fuésemos tolerantes, podríamos pensar que Foradori al menos estaba dormido, y preguntarnos ¿cómo se le pudo haber ocurrido a un diplomático de carrera cerrar semejante acuerdo en “una fabulosa bodega, con las paredes llenas de botellas de Merlot” y que ésta se encuentre —precisamente— en la embajada del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Arrancamos mal, “firmando” la cesión en territorio británico, en un ámbito que parece más propicio para trasnochadas libaciones que para el tratamiento de cuestiones relativas a la soberanía argentina. Sí sabemos, que fue trabajoso el pacto, Foradori entró a la bodega el día 12 de septiembre y selló el pacto, el fatídico martes 13 por la madrugada.

En realidad, nadie en su sano juicio o que no tuviese el mandato de favorecer los intereses británicos en Malvinas podría acordar «adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos». Una verdadera cesión incondicional; una entrega definitiva del ejercicio de la soberanía plena de Malvinas y una clara violación de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución.

Deberíamos descartar entonces que para “cerrar” el Pacto el vicecanciller Foradori estuviese borracho. Porque si fuese así, ¿cuál sería el tenor etílico de los funcionarios posteriores que habiendo pasado ya seis años del Pacto, aún lo mantienen vigente?

Refiere el secretario de Malvinas de la Cancillería Argentina Guillermo Carmona, que el «Gobierno del presidente Alberto Fernández llevó a cabo una serie de acciones para dejar sin efecto todas las cuestiones prácticas y los acuerdos posteriores derivados del comunicado conjunto emitido en septiembre de 2016».

Aquí el secretario, con intencionalidad o erróneamente, manifiesta que el Gobierno llevó a cabo acciones para limitar los acuerdos posteriores que derivaron del Pacto en cuestión y, omite decir que el más grave daño que provoca este acuerdo —de eso se trata cuando el llamado “comunicado conjunto” refiere en su texto siete veces a la palabra “acordar”— es la ratificación “de hecho” de los Acuerdos de Madrid y la fórmula del Paraguas, pudiéndose interpretar que el diálogo que reiteradamente la Cancillería Argentina demanda, está siendo llevado a cabo por el Reino Unido, a punto tal, que la Argentina promete quitarle todos los obstáculos para el desarrollo de Malvinas y la continuidad de los citados Acuerdos de Madrid.

Del mismo modo, el Reino Unido sigue otorgando licencias pesqueras ilegales a terceros países en violación a la Res. 31/49 de las Naciones Unidas sin iniciar acciones a las empresas licenciadas, por violación a las leyes 24.922 (1998) y 27.564 (2020) y en algunos casos la Ley 26.386 que impide a las empresas radicadas en el continente argentino operar en Malvinas y, ello significa, la extracción anual de recursos pesqueros argentinos del orden de las 250.000 toneladas, valuadas sin proceso en unos mil millones de dólares.

De igual forma las autoridades argentinas no han cancelado la autorización a los vuelos de Latam de Malvinas a Chile y viceversa y la Secretaría de Malvinas, a instancias del autopostulado Marcelo Kohen, le propuso en diciembre de 2021 al Reino Unido, efectuar “vuelos humanitarios” con la compañía Aerolíneas Argentinas para que los isleños puedan salir de las islas a reunirse con sus familiares, constituyéndose en el hecho inédito que el país invadido ofrezca vuelos humanitarios al invasor, encuadrándose en una política reiterada e inconducente argentina de cooperación unilateral.

Igualmente sigue vigente el otorgamiento por licitación en 2019 de un área con más de 100 mil km2 para la explotación hidrocarburífera offshore en la Cuenca de Malvinas, entre los archipiélagos y el continente argentino a empresas petroleras de origen británico y/o que han intervenido en explotaciones en Malvinas, en abierta violación a la Ley 26.659 (Ley Solanas), tales como Shell, BP Exploration Operating Company Ltd; Tullow Oil y Equinor; al igual que esta última frente a las costas de Mar del Plata. Todas sin análisis de impacto ambiental previo e independiente.

No se ha dejado sin efecto tampoco dentro del Pacto el acuerdo de cooperación antártica lo que constituye un acto de reconocimiento a la posición británica inadmisible. Es interesante transcribir al respecto lo dicho por el catedrático Armando Abruza: «Una reflexión aparte debe hacerse respecto a los acuerdos de cooperación con el Reino Unido en materia de investigación científica en aguas subantárticas circundantes a las Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur, en lugar de hacerlo en el marco multilateral de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), que constituye el único régimen jurídico válidamente aplicable en esa región. En esta materia, corresponde igualmente poner de relieve la técnica empleada en la redacción del texto del Comunicado Conjunto, el cual, como se ha expresado, deja traslucir la autoría británica del documento, verificable en este caso específico a partir de su diseño. Curiosamente, la temática aquí abordada no fue incluida junto a los demás asuntos mencionados en el capítulo diez “Atlántico Sur”, sino que se encuentra referida en el último párrafo del capítulo tres “Ciencia y Tecnología, Derechos Humanos y Cuestiones de Género”. La situación así descripta sugiere la intención británica de dividir el objeto jurídico de la controversia, separando a los citados archipiélagos que, por ser islas subantárticas, se encuentran comprendidas en el área de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, de las Islas Malvinas, que se encuentran fuera del área de dicha Convención. Los dos aspectos precedentemente examinados parecen confirmar la recepción en el texto del Comunicado Conjunto de desarrollos jurídicos favorables al Reino Unido, necesariamente contrarios a la posición sostenida por nuestro país en la controversia de soberanía sobre los tres archipiélagos australes. Cualquier concesión que el Gobierno argentino pudiera realizar en las materias precedentemente señaladas, sin que se reanudaran prontamente las negociaciones sobre la soberanía y sin ninguna contraprestación sustantiva a cambio, tal como indiscutiblemente ocurrió a lo largo de la década de los ‘90 y hasta entrado el siglo actual, serían incompatibles con la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional y lesivas para los intereses de la Nación». (“El Comunicado Conjunto argentino-británico…” p. 89:116 Anuario Arg de Derecho Internacional, 2016).

Por cierto, sigue vigente la Ley 24.184 de protección y promoción de las inversiones británicas que creó un régimen de privilegio por sobre los demás países y tampoco derogó la Ley 25.290 que aprobó el Acuerdo de Nueva York, que podría dar lugar a fortalecer la posición británica en Malvinas e intervenir en la administración de los recursos pesqueros en todo el Atlántico Sur. Amén de ello, la Secretaría de Malvinas en estos dos años y medio de gobierno no ha promovido la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (1986) refrendada por la Res. 41/11 de la ONU, para que todos los países de África occidental y América oriental se pronuncien enérgicamente y realicen acciones contra de la presencia militar del Reino Unido en Malvinas.

La consigna de que Argentina «adopte las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos» sigue vigente y nos preguntamos entonces con qué fundamentos se invita al diálogo al Reino Unido y a la cooperación. Si el Pacto de Foradori-Duncan se hubiese firmado ebrio o dormido ¿Cuál de estas condiciones u otras justifican mantener vigente un Acuerdo indigno que lesiona la soberanía nacional?

 

* Presidente de la Fundación Agustina Lerena (fundada 21/10/2002). Presidente Centro de Estudios para la Pesca (CESPE). Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex-Secretario de Estado. Ex-Asesor en la H. Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación. Autor de “Malvinas 1982-2022. Una gesta heroica y 40 años de entrega” (2021).

VIVAMOS TODOS DEL CAMPO

Iris Speroni*

Estamos en un desequilibrio que espirala en forma caótica.

 

En enero 2020 la Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario, amablemente, publicó una nota donde urjo a las personas con intereses en la producción agropecuaria a: a) acercarse a la política —la polis, el lugar común donde se tratan los temas que nos atañen a todos—, b) leer el artículo primero de la Constitución Nacional, donde se establecen las reglas de juego para nuestra convivencia, y c) representar los intereses de sus familias donde corresponde, esto es, en los órganos colegiados de nuestra República.

¿Por qué? Porque el status quo está en manos de unas personas que creen que es su derecho vivir a costa de una parte de la sociedad, más precisamente, a costa de quienes producen bienes agropecuarios.

Antes de que salten los que ven a los trabajadores como el enemigo, aclaro. No. No me refiero a los beneficiarios de planes sociales. Ellos son sólo una parte de nuestros males y, en todos casos, son personas a las que la propia política les ha acotado su libertad de acción, esto es, su posibilidad de ganarse la vida con un trabajo en blanco y bien pago. Es una voz comprada al sólo efecto de ser silenciada.

Me refiero a todos aquellos que integran la coalición gobernante y han armado una serie de artilugios para apropiarse de dinero ajeno como: 1) la banca con su bola gigante de Letras del BCRA; 2) los proveedores del Estado; 3) el Club de la Obra Pública (Cámara Argentina de la Construcción); 4) el Club “Traigamos autos berretas y caros de Brasil” (ADEFA); 5) laboratorios de medicamentos proveedores de hospitales públicos, PAMI, Plan Nacional de Vacunación y Plan Nacional de Castración de Niños y Adolescentes [1] también conocidos como Big Pharma (Grandes Empresas Farmacéuticas); 6) empresas de servicios públicos (actualmente en manos de fondos de inversión que no son más que los administradores de patrimonios de políticos argentinos); 7) transportistas de pasajeros corta, media y larga distancia, también en manos de políticos; 8) las fundaciones y asociaciones civiles (mal llamadas ONG’s); 9) “industriales” que viven lloriqueando créditos a tasa real negativa y preferentemente no reembolsable, subsidios, aranceles preferenciales y, ahora, no pagar indemnizaciones al personal; 10) los mil y un kioskos para quedarse con el dinero público. 

Los que ejecutan la transferencia de riqueza desde las familias y las empresas al Estado y desde el Estado a todos los ya nombrados son los políticos. Como los montos involucrados son cada vez más grandes, la parte que piden los miembros de la “política” para ser los responsables operativos de la maniobra es, a su vez, cada vez mayor.

Así estamos en un desequilibrio que espirala en forma caótica.

A este esquema político y económico le doy el nombre de “VIVAMOS TODOS DEL CAMPO”. No se trata más que del viejo plan Prebisch (el que se aplicó en 1955). Raúl Prebisch ha sido ascendido a calidad de prócer por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Su concepción económica es la base del desarrollismo, del radicalismo (en cualquiera de sus versiones), de la incomprensible izquierda local (problemas de brújula), y post-Alianza, del kirchnerismo. Todo lo que regurgitan los supuestos economistas del Instituto Patria no es más ni menos que refritos de Prebisch. No debe extrañarnos, ya que sus ideas son el corazón ideológico de la CEPAL, del cual fue director, institución que abandonó para asumir como Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

Como verán, el plan “Vivamos todos del campo” ya cuenta con varios añitos. Es curioso como los antiperonistas endilgan al peronismo este plan que en su cara pública es más o menos así: “saquémosle dinero a los productores agropecuarios, total ganan demasiado dinero, y se lo damos a gente que quiera establecer una industria, o subsidiamos la energía eléctrica para abaratarle los costos a dichos industriales o para inventar empleo público que maquille el índice de desocupación”.

El plan es exitoso, por lo menos en lo más importante: perdurar. Sobrevive porque tiene una masa de beneficiados numerosa y porque los damnificados se quedan piolas en el molde mascullando bronca pero quietitos.

Esto no quiere decir que entre los beneficiados no haya reyertas internas (y/o peleas a sangre y fuego). Que la coalición gobernante esté en estado de ebullición permanente no impide mantener la voluntad de quitarle la rentabilidad al sector más productivo del país con el objeto de apropiársela.

¿Qué hacen los miembros de la coalición gobernante con ese dinero? Algunos la embolsan y la sacan del país. Si bien nunca les pasó nada en los últimos 70 años, siempre puede aparecer un juez codicioso y/o traidor que les embargue los bienes. Por eso desde funcionarios de tercera como Romina Picolotti o el secretario privado de Kirchner ponen su dinero en el exterior, hasta sindicalistas (Santamaría) y grandes popes de los grupos empresarios nombrados colocan parte de sus fortunas a resguardo de la justicia local.

No sólo es por miedo a una inexistente justicia. También porque el esquema económico que tan útil es para apropiarse de la rentabilidad del agro hace imposible que cualquier negocio legítimo sea rentable en la Argentina. O una cosa o la otra. Eligen, entonces, seguir como estamos.

La coalición gobernante podría dejar parte de la rentabilidad agropecuaria en el propio sector para que éste reinvierta, lo que provocaría un aumento de la producción y por lo tanto de las ganancias (¡más dinero para robar, muchachos!). Sería un ciclo beneficioso no sólo para los gobernantes sino para todo el país por la capacidad de reproducción de riqueza que genera. Pero el cambio que sugiero pone en riesgo la estabilidad de todo el esquema armado. ¿Qué pasaría si algunos miembros de la coalición gobernante se dieran cuenta que ganan más con una Argentina productiva en lugar de una parasitaria y deciden defeccionar? ¿Qué pasaría con los trabajadores del sector que con esta variación cobrarían mejores sueldos? O peor aún, ¿si los paganini levantan la cabeza y quieren decidir sobre los destinos del país? ¿Si la coalición gobernante entra en crisis y pone en riesgo todo el andamiaje?

Lo mejor es dejar todo como está, total la coalición está firme al frente del país y el proyecto “vivamos todos del campo” está fuerte y coleando.

Si tienen dudas de lo que digo, vamos a los hechos. Con una diferencia de cambio del 100% entre oficial y paralelo todo el 2021, (el BCRA se queda con la mitad de la cosecha y de las exportaciones de carne), con derechos de exportación e impuestos al cheque y a las ganancias e inmobiliario, la producción agropecuaria general aumentó respecto al año anterior. Por lo tanto, la coalición gobernante – siempre apoyada por los técnicos del FMI que sugieren una y otra vez aumentar los derechos aduaneros – domina el fino arte de esquilmar casi casi hasta rozar la piel.

El “establishment” prebisheano y el statu quo

Los defensores de la teoría prebischiana (desarrollistas-radicales-Plan Fénix-Instituto Patria-troskos – etc.) dirán que lo importante es industrializar, que los países fuertes no viven del campo y sí de la industria. Que el campo es riqueza primaria (y por lo tanto supuestamente sin valor, como si la riqueza no fuera riqueza venga de donde venga). Que lo que da trabajo es la industria. Estos argumentos los escuchamos miles de veces por décadas. En la actualidad los repiten todos los días en C5N, TN, IP, Diputados TV, Canal Nueve. En fin, todos. Diputados y senadores, no importa de qué facción de la coalición gobernante provengan, son fieles sacerdotes del culto prebisheano.

Sin embargo es todo mentira. La industria no es la única que da trabajo. El campo no es riqueza primaria porque necesita numerosos insumos que forman parte de un combo inescindible. No puedo hacer ganadería sin alambradas; por lo tanto necesito a Acindar. Para criar chanchos requiero obra civil. Para sembrar, semillas y fertilizantes. Camiones y vagones de FFCC para el transporte. Silos. Maquinaria.

Pensar en el sector agropecuario como una actividad económica primaria es tan retrógrado como el Plan Prebish. No es de extrañar. Esa clasificación la inventó un economista ruso-norteamericano (en realidad muy soviético), don Wassily Leontieff, 1906-1999. Creó su tabla de ingreso-producto basada en, ¡sorpresa!, Karl Marx, en 1931, su tabla dinámica en 1953 y recibió el premio Nobel en 1976. Son contemporáneos. Ambos, obviamente, deslumbran a todas las facetas ideológicas argentinas que son el soporte académico y propagandístico del Plan “Vivamos todos del campo”, más conocido como Plan Prebish / Fénix / Instituto Patria / Lavagna-de Mendiguren / UCR / desarrollismo.

Esta propaganda pro industrialismo anti agro también miente cuando dice que los países industrializados no pierden el tiempo con la producción de productos mal llamados primarios. Al pie daré las exportaciones de trigo, soja, maíz, carne vacuna, carne porcina, carne aviar, queso, almendras, nueces de EEUU, Canadá, Francia, Alemania. Países que bajo ningún concepto se pueden calificar de “economías primarias” [2].

Exportar carne de cerdo está bien para EEUU y Alemania. Acá es una actividad que se castiga, más allá de algún negociado con nombre y apellido para tratar de estafar a chinos (¡suerte con eso, campeones!). 

Plan Agropecuario – Futuro Posible

Lo que hay que hacer es fácil. Tipo de cambio alto, derechos aduaneros nulos o mínimos, impuesto a las ganancias en cabeza de las provincias. Riego y forestación en las zonas de secano (Andes, Patagonia, oeste de la Región Chaqueña), puertos sobre el Paraná, flota fluvial mercante, flota marina mercante, FFCC.

Llevar los rodeos: i) vacuno a 200 millones de cabezas, ii) ovino a 40 millones, iii) caprino a 10 millones, iv) porcino a 15 millones, v) equino como está o un poco más. Necesitamos para esto una fuerte inversión en frigoríficos y curtiembres en todo el país.

Aumentar la acuicultura en particular de moluscos (Tierra del Fuego y Santa Cruz) y pescados de agua dulce en las lagunas naturales o artificiales (diques). Conquistar el Mar Argentino.

Aumentar la producción de frutas secas, finas y tradicionales (pepita y cítricos), olivares, viñedos, forestación – para las próximas generaciones -, gusanos de seda, legumbres (muy bien conceptuadas en el exterior), maní y otros cultivos de secano de alto valor por tonelada como la alfalfa o el azafrán. En fin, las posibilidades son infinitas y podríamos exportar diez veces los volúmenes actuales. Todos tendríamos trabajo bien pago y viviríamos como reyes.

Pero no con los actuales gobernantes al frente de los destinos de la Nación.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Lecturas relacionadas

La participación del campo en la vida pública argentina

http://iris-speroni.blogspot.com/2020/03/la-participacion-del-campo-en-la-vida.html 

Argentina necesita un submarino nuclear

http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/argentina-necesita-un-submarino-nuclear.html 

Equilibrio inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html 

Antes de que nos lleven puestos

http://restaurarg.blogspot.com/2020/11/antes-de-que-nos-lleven-puestos.html 

Nuestra hora

http://restaurarg.blogspot.com/2021/11/nuestra-hora.html 

La gran mentira de la Argentina agroexportadora

http://restaurarg.blogspot.com/2020/06/la-gran-mentira-de-la-argentina.html

 

Notas

[1] https://www.argentina.gob.ar/noticias/guia-de-atencion-de-la-salud-integral-de-personas-trans-travestis-y-no-binarias  https://bancos.salud.gob.ar/sites/default/files/2020-10/guia-salud-personas-trans-travestis-nobinarias.pdf  https://bancos.salud.gob.ar/sites/default/files/2021-06/2021-06-24-recomendaciones-para-la-atencion-integral-de-la-salud-de-nineces-adolescencias-ttnb.pdf 

[2] Exportaciones 2020.

 

Exportaciones de porotos de soja. EEUU 25,5 miles de millones de dólares.
Exportaciones de soja. EEUU 444 millones de dólares.
Exportaciones de trigo. Francia 535 millones de dólares, Canadá 2.280 millones de dólares, EEUU 1.040 millones de dólares.
Exportaciones de maíz. EEUU 9.720 millones de dólares.
Exportaciones de carne porcina. Dinamarca 3.210 millones de dólares, EEUU 5.880 millones de dólares, Alemania 4.870 millones de dólares.
Exportaciones de carne aviar. EEUU 3030 millones de dólares.
Exportaciones de carne vacuna. EEUU 3.290 millones de dólares.
Exportaciones de almendra. EEUU 3.540 millones de dólares.

Artículo publicado originalmente por Restaurar.org, el 16/04/2022, http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/vivamos-todos-del-campo.html