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PRECIOS CUIDADOS SALUD DESCUIDADA

Iris Speroni*

Si es un producto distinto, debería llevar otro nombre.

La buena nutrición es la piedra angular de la salud de las personas.

Tengo 58 años de edad. Cuando era niña comía galletitas tales como Lincoln, Manon, Rhodesia, Chocolinas o Merengadas. Bebía Nesquik. No mucho porque en casa eran de comida sana y fruta.

Hace ya varios años que todos esos productos y otros no dulces como Express o Criollitas saben diferentes a lo que recuerdo. En un principio creí que era un caso de “lo de antes fue mejor”. Muchas veces la nostalgia es de la propia juventud y no otra cosa.

Entonces decidí dar una segunda mirada. ¿Cambió algo? ¿Será la misma fórmula? En resumen: ¿son los mismos productos o son otros disfrazados? ¿Sólo conservan la apariencia?

La industria de elaboración de alimentos 

Durante el gobierno del presidente Menem muchas de las empresas tradicionales argentinas, algunas centenarias, se vendieron. Terrabusi, Bagley, Chocolate Águila en su mayoría pasaron a manos de grandes corporaciones alimenticias internacionales. Aún las empresas argentinas que crecieron y se convirtieron en multinacionales (¡aleluya!, queremos grandes empresas argentinas, son todo un orgullo) vendieron parte de sus paquetes accionarios a extranjeros.

Hay muchas razones dentro de estas ventas. Creo que acá corresponden para nosotros las mismas consideraciones que Walter Ellis razonó para Gran Bretaña. ¿Por qué los capitalistas nativos no invierten en su propio país? Lo explica Ellis en ¿POR QUÉ GRAN BRETAÑA VENDIÓ TODAS SUS COMPAÑÍAS? Básicamente, es un tema de confianza. Si al país le va mal, el argentino nativo capitalista pierde toda su inversión (o la parte del portafolio personal que tenga en esa empresa, que puede ser el 80%, 50%, 25% del total). Si a una megacorporación alimenticia le va mal aquí, perderá entre 0,1%, el 2% de su negocio. Mientras, se llena los bolsillos con rendimientos que no obtiene en ningún otro lado y – lo más importante – domina porciones relevantes del negocio alimentario internacional. Las multinacionales miran – correctamente – el negocio de otra manera.

Cuando se instalaron las grandes empresas norteamericanas o suizas en Argentina supuse que pasaríamos a exportar al mundo. ¿Por qué no? ¿Por qué no exportar galletitas, caldos de sopa, copos de maíz, o papas fritas de copetín desde aquí? Nada de eso sucedió. Me equivoqué. Abastecen al mercado interno, con un sistema de consolidación del mercado y, como si esto fuera poco, a veces importan productos alimenticios elaborados de Brasil o México. Ejemplo: los copos de maíz Kellogs, como si acá no pudiéramos hacerlos.

Supermercados e industria alimenticia

En cuanto al mercado interno, en las dos últimas décadas se armó un mecanismo perverso. En la ciudad de Buenos Aires el 75% de la venta minorista de alimentos está en manos de las cadenas de supermercados. Empeoró con la intendencia de Macri-Larreta, quienes autorizaron los “locales de cercanía” de Carrefour. El resto de las ventas está en manos de los minimercados gerenciados por ciudadanos chinos. Del almacén de los gallegos queda poco y nada.

En el interior la participación de los conglomerados es menor que en la capital. 

“Precios Cuidados” garantiza que las cadenas ofrezcan un precio igual o levemente inferior al de los comercios pequeños. Provoca que las familias acudan a comprar al lugar bendecido por el gobierno en detrimento del resto. En economía se denomina “desvío de comercio”. Es el gobierno quien envalentona la concentración (*).

No me interesa hablar de la comercialización sino de las cadenas elaboradoras. Lamentablemente, ambos negocios están íntimamente relacionados.

¿Cuál es el gran problema con todo esto? Que los supermercados son un vehículo de comercialización de las grandes empresas. La falta de acceso al público por ausencia de canales de comercialización abiertos deja afuera a las empresas elaboradoras de alimentos pequeñas y medianas. Funcionarios, supermercadistas (extranjeros en su mayoría) y grandes empresas elaboradoras (extranjeras en su mayoría) trabajan mancomunadamente para concentrar el mercado y dejar afuera a los criollos.

Obviamente el discurso público de los funcionarios contradice sus actos. Esto es parte de la psicopatía de todo político del siglo XXI. Pero, como recomendaba Néstor Kirchner, hay que fijarse en lo que hacen y no en lo que dicen. Así que vemos a actuales y pretéritos secretarios de comercios golpearse el pecho y autodenominarse patriotas y defensores de “la mesa de los argentinos” cuando en realidad son y han sido funcionales a las empresas de alimentos de capitales extranjeros.

El Congreso votó una ley para que las pymes ingresen a las góndolas. Como todo lo que hacen, no sirvió. Tiene errores técnicos groseros que marqué cuando la estaban discutiendo.

La situación actual de comercialización y oligopolio es fácilmente reversible. Se deben generar nuevos canales de comercialización atomizados, que abaratarán la comida, infinitamente mejor que “precios cuidados”. Además de, por supuesto, eliminar impuestos a la venta de alimentos y a los combustibles (20% del costo).

“Precios cuidados” —reitero— es un mecanismo de consolidación para concentrar el mercado argentino.

Alimentos y Salud

Quiero volver al verdadero motivo de este artículo. Le saqué fotos a productos como chocolatines, alfajores, chocolatadas y galletitas. Todos ellos —¡incluso Cadbury!— contienen lecitina de soja. Por eso no tienen el mismo gusto que antes. Porque no son lo mismo que antes. Antes las galletitas no se hacían con soja. Por eso no deberían permitirles mantener el nombre, el logo, la marca. De ese tipo de cosas debería ocuparse la Secretaría de Comercio. Ah, cierto, está para otra cosa.

Alimentamos a los argentinos con soja y carne de feed-lot. Comemos hamburguesas caras (hechas con desechos y llenas de sal y conservantes) y salchichas rellenas de Dios-sabe-qué. Bebemos líquido en base a leche mezclada con chocolatada de soja. Caro y malo.

Voy a citar a la Jueza de EEUU, Ketanji Brown Jackson, egresada de Harvard: “No soy bióloga”. Tampoco médica, química o licenciada en nutrición. No sé si la lecitina de soja es buena o mala para el cuerpo. Cita al pie [1].

Lo que sí sé es que las galletitas y los alfajores, como originalmente los cocinaban nuestras abuelas, no tenían soja en ninguna de sus formas. Tampoco cómo los elaboraban las empresas hace tres décadas atrás. Sé que antes las Chocolinas no tenían el gusto a perro muerto que tienen en la actualidad. Que nuestros alimentos no deberían tener ni conservantes ni aceite de soja tratado ni aceites saturados.

Si queremos que nuestros hijos crezcan sanos [2] tendremos que cocinar los alfajores y las galletas nosotros. La harina y la maicena están libres de lecitina de soja (me fijé). Tampoco el dulce de leche (ninguna de las marcas lo contiene). Si le agregamos huevo y leche, ya tenemos un alimento sano.

No tienen soja. Harina, dulce de leche y preparado para tapitas de alfajor sin soja.

Cuando uno ve tantas mujeres jóvenes gordas, no es por falta de proteínas, como nos quieren engañar. Los argentinos comemos 110 kg de carne por año por habitante, 240 huevos por habitante por año. Somos uno de los pueblos que más proteínas ingiere del mundo. El doble que los alemanes. Todas las obesidades que vemos es por haber traído a la Argentina las fórmulas malsanas que se aplican en la elaboración de alimentos en los EEUU. Terminamos con la población con los mismos problemas de salud que allá. Lamentablemente.

Al pie agrego las fotos de galletitas, alfajores, chocolatines con el listado de los componentes. Es espeluznante. Un dato adicional: algunos artículos esconden en un doblez termosellado la descripción del producto. Cumplen con la ley (el envoltorio incluye lo exigido) pero lo ocultan de la vista del comprador. Fea la actitud.

Componentes del alfajor Oreo escondidos.
Futuro

Algún día tendremos un gobierno al servicio de los intereses de la Nación y de la salud de su pueblo, no como ahora. Cuando el momento llegue deberemos vigilar qué componentes se utilizan en la elaboración de alimentos y prohibir todo aquello que afecte en forma negativa. La buena nutrición es la piedra angular de la salud de las personas. Una buena alimentación nos aleja de los médicos. Deberán modificarse las formas de comercialización, habilitando la comunicación entre los consumidores (atomizados) y las pequeñas y medianas compañías elaboradoras (atomizadas). Comprobaremos que será “para el bien de todos y para el mal de ninguno”.

Notas

[1] Cito artículos que enumeran las bondades de la lecitina de soja y las contraindicaciones entre ellas que no deben consumirla mujeres embarazadas o en etapa de lactancia.

https://nutricionyfarmacia.es/blog/salud/fitoterapia/lecitina-de-soja-beneficios/

[2] Sería interesante que las empresas que venden harina hicieran propaganda en los programas gastronómicos para instar a cocinar.

 

(*) Los gobiernos kirchneristas, el de Macri y el actual de Fernández se han llenado la boca con el control de precios (“precios cuidados”) y los arreglos con cámaras empresarias, cuotas de exportación, etc. Sin embargo han sido años de grandes privilegios para las cadenas de supermercados, que les han facilitado el incremento en la participación del negocio.

Esto va desde Menem (que autorizó, por ejemplo, un Jumbo en tierras del Regimiento de Patricios).  Kirchner permitió la fusión Jumbo-Disco en contra de todos los dictámenes de su propia tropa. Durante el gobierno de Cristina Fernández se acusó de contrabando a esta empresa de capitales chilenos. Fue sobreseída. El jefe de gobierno de Macri, Marcos Peña Braun, se relacionaba directamente con el negocio. 25 años de crecimiento sin descanso del sector.

Productos con Lecitina de Soja:

Galletitas, alfajores y chocolatines que contienen soja. La mayoría de ellos dentro del programa de “Precios Cuidados”.

Lo que me pegó en el corazón: Nesquik.

Si son otra cosa, que tengan otro nombre.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

Artículo publicado originalmtnete el 07/05/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/05/precios-cuidados-salud-descuidada.html

FEMENINAS SIN FEMINISMO

Revista Tiempo GNA*

La llamada “ideología de género” es antinatural porque va contra la misma realidad y cae en la contradicción de pretender mostrar la igualdad subrayando la diferencia.

Esta gendarme, muy femenina pero no feminista, escribió lo siguiente:

“Somos GENDARMES. NO GENDARMAS. Gendarmería nos abrió la puerta y nos dio la posibilidad de formar parte de sus filas. Somos hombres y mujeres, formados como un solo escudo, unidos para defender el país cuando nos necesiten. Sabemos manejar diferentes armas, sabemos disparar bajo cualquier presión, tuvimos muchas supervivencias y no nos morimos por arrastrarnos en el agua bajo una gran helada. Estamos ORGULLOSAS DE PERTENECER A TAN MAJESTUOSA INSTITUCIÓN, no nos da vergüenza decirlo. Tuvimos la suerte que no todas tienen y muchas quieren. Sabemos lo que se siente tener miedo de cargar un arma, sabemos el cansancio después de cada maniobra después de cada caminata. Sabemos lo que es no bañarse por días, tener el pelo duro de la tierra o el barro y no nos avergüenza darlo a conocer, al contrario, lo contamos con mucho orgullo. Nos encanta rendir honores en cada formación.

Nos enorgullece rendir honores a nuestra BANDERA ARGENTINA y a nuestros Veteranos de Guerra. Si tan sólo supieran lo que sentimos cuando escuchamos las palabras ¡SUBORDINACIÓN Y VALOR! y en ese mismo instante sentir cómo tu piel se eriza al contestar a viva voz: ¡PARA DEFENDER A LA PATRIA!. Es un sentimiento que nos llena el alma y no podemos explicar con palabras lo que sentimos con el corazón. Esa sensación maravillosa al cantar con pura energía nuestra canción “AGUILAS DE LA FRONTERA”, asentando el taco con un violento giro de cabeza mirando a nuestro superior hasta el final de esos 50 metros en donde demostramos la energía que caracteriza al gendarme. La verdad nunca lo sentirán y me apena que así sea. Tenemos derechos y muchos, lo que no tenemos es derecho a cambiar la historia. ¿Se imaginan cambiar la marcha de San Lorenzo? ¿La de Malvinas? ¿Curupayti? ¿O que nos cambien nuestro Decálogo del Gendarme Argentino sólo por el hecho de que hace referencia a un género masculino y no incluya a una mujer? ¿O porque terminen en O y no en A, en E o en X? ¡Déjennos en paz! ¡Es nuestra historia! ¡Nuestro orgullo! ¿Hasta dónde llegarán? ¡A las feministas no las necesitamos!

¡No quieran cambiar nuestras raíces, nuestra historia, nuestro legado! ¡No nos representan y nunca lo podrán hacer!” Fuente: Autora anónima

NOTA: La lingüista María Marta García Negroni, doctora en Ciencias del lenguaje y profesora de la Universidad de San Andrés, explicó a LA NACION que la palabra “soldadas” no está admitida por la Real Academia Española (RAE) y su uso es incorrecto. “En el Diccionario de la RAE, ‘soldada’ quiere decir otra cosa: la paga que se da a los soldados”. El ejemplo es válido para el neologismo “gendarmas”.

* Artículo publicado en Revista Tiempo GNA 69, abril de 2022.

EL BOTÍN DEL BCRA 2021 PROVINCIA POR PROVINCIA

Iris Speroni*

El BCRA se quedó con US$ 39.252 mil millones que pertenecen a familias y empresas argentinas.

 

Todo aquél que se dedica a producir bienes de exportación sabe perfectamente que todo es cuesta arriba gracias al gobierno. Está en inferioridad de condiciones respecto a sus pares en Paraguay, Brasil, Uruguay o Perú. O algún país de África, Asia, Europa, Oceanía o el norte de América. De hecho, debemos ser el único país del mundo donde se le dificulta a sus ciudadanos exportar. Ya sea desarrollo de sistemas, teleteatros, novelas o cuentos cortos, canciones, productos agropecuarios, lingotes de aluminio o marcos de madera para puertas. 

Todo es difícil.

Las trabas más comunes son: a) derechos de exportación, b) alto costo del flete (es el doble del promedio mundial), c) trámites interminables, d) funcionarios de Aduana corruptos, e) dificultad para importar insumos, f) restricciones de cuotas, g) intermediación del BCRA que se queda con la mitad del valor del producto exportado.

Este tema lo traté en dos artículos: EL TAMAÑO DEL BOTÍN (donde analizo las exportaciones del primer semestre 2020) y ZANAHORIA (donde analizo 2020 año completo). Ahora miremos los números del 2021.

Los distintos rubros de las exportaciones

Quienes venden servicios, que fue un rubro importante décadas atrás, optaron por: o dejar de exportar, o hacerlo con sede en otros países. Durante décadas Argentina tuvo una potente industria editorial, grandes autores de historietas, dibujantes, teleteatros que se veían en toda América Hispana y más lejos aún, y periodistas que era codiciados en todo el mundo. Toda esa actividad muere con un dólar sobrevaluado. En los últimos años (SXXI) se había desarrollado un creciente producción de sistemas informáticos, fruto de décadas de inversión en educación en desarrollo de sistemas.

De todos estos servicios, el Estado pretende quedarse con la mitad de la facturación mediante el mecanismo de pagar el dólar a la mitad de su valor. Eso destruye una multitud de servicios que podríamos exportar y de tal manera dejarle un ingreso genuino y bien pago a miles de argentinos. Asesoría, auditorías de multinacionales en sucursales de habla hispana, periodismo, literatura, artes gráficas, televisión, patentes, sistemas, videojuegos. El listado es largo. Con la característica que quienes venden estos productos son todas personas de clase media y por lo general con alto nivel de educación.

Lo voy a hacer más gráfico. Si Quino viviera, el BCRA se quedaría con la mitad de los honorarios que le corresponderían por sus ventas a Italia, Francia, España y el resto de Hispanoamérica. Lo mismo ocurriría con las novelas de Fontanarrosa o con cualquier otro artista.

Ahora bien, toda esta gente vende servicios. Son intangibles. Se soluciona con poner una oficina de 16m2 en Montevideo y facturar desde ahí. Corre para cantantes de ópera que peregrinan por los teatros europeos o los actores que prueban suerte en España o los músicos que cantan en el Grammy.

Sin embargo, existe una multitud de productores que venden objetos tangibles. Los que producen algodón o leña en el Chaco, arroz o madera en Corrientes, porotos en Salta, vino y ajo en Mendoza o frambuesas o aluminio en Chubut. Tienen que facturar desde acá y pagar la parte del león al Banco Central de la República Argentina.

Donde más duele

Antes de dar los números de cuánto se apropió el BCRA en 2021, quiero hacer un par de comentarios.

La mayoría de las exportaciones (casi ⅔) son de productos agropecuarios. Dentro de las “agroexportaciones” hay productos sin procesar (una tonelada de cerezas) o elaborados como vino, aceite de oliva, madera y su industrialización, golosinas. 

El resto (no agro) es pesca, oro y otros minerales no ferrosos, aluminio, tubos sin costura, petróleo y derivados [1].

Todo ese universo totalizó en 2021 la bonita cifra de US$ 77.934 millones, un 42% más que el año anterior.

Esto despierta una serie de comentarios. El primero es que el superávit comercial superó los 15 mil millones de dólares. Es una payasada que los políticos se quejen de la escasez de dólares. Nos deberían sobrar dólares. Deberíamos estar como Brasil o Rusia, con incrementos sustantivos de nuestras reservas año a año, porque somos países intrínsecamente exportadores. El segundo es que no todos los exportadores tienen la obligación de liquidar sus dólares a cambio de una cantidad de pesos determinada por el BCRA. Algunos son privilegiados y pueden quedarse con sus divisas (lo que no está mal sino que debería ser igual para todos). El tercero es que los productores de bienes exportables se quejan públicamente de lo gravoso que les resultan los derechos de exportación y la diferencia de cambio (varias veces más costosa que la Aduana); sin embargo el incremento de los volúmenes exportados desmiente sus reclamos y le dan el mensaje a los funcionarios de que pueden tirar de la cuerda aún más. El cuarto es que el BCRA se quedó en el año 2021 con el 50,37% del total exportado. Debo recordar que la política del BCRA tanto en inflación como en mercado cambiario es responsabilidad del Congreso y no del Poder ejecutivo. La fijación del valor del dólar es atribución del Congreso. Quinto y último: imaginen cuánto podría exportar la Argentina si nos dejaran ser. Podríamos ser un país emergente como los que integran BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), con superávit fiscal, inversiones, reservas crecientes y aumento del nivel de vida de la población. Conformar BRICSA.

Ahora sí, los números de 2021

El dólar del 30/12/2021 terminó en $ 101,75 comprador de BNA (lo que le pagan a quien exporta) y $ 205 el libre. Queda claro que cada día hábil tuvo su cotización y que el número “50,37%” no es preciso. La cuenta correcta es calcular la diferencia día a día y multiplicarla por la liquidación diaria de divisas. De todas formas, la diferencia citada se mantuvo más o menos estable todo el año por lo que el producto de esta cuenta se aproxima verosímilmente a lo que pueda ser el número correcto.

Las exportaciones totales fueron, como ya cité US$ 77.934 (Fuente: INDEC). El 77,7% proveniente de la Región Pampeana (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa).

El BCRA se quedó con US$ 39.252 mil millones que pertenecen a familias y empresas argentinas. Ese dinero pasó momentáneamente por el BCRA para remontar vuelo. Por eso Argentina, a diferencia de Brasil, no acumula reservas. ¿Cómo se va ese dinero? Pago de intereses y capital de deuda, importaciones y venta de dólares para manipular el tipo de cambio. Cortar la hemorragia que representa el BCRA nos llevaría por el camino virtuoso que tiene —en este rubro— un país como Brasil, con reservas crecientes.

Según el INDEC, la estimación de población para el 2021 es de 45.808.747 habitantes. Este año, luego del censo, veremos cuán correcto es este número.

Por lo tanto, el BCRA le quitó a cada persona la suma de US$ 857 en 2021. A una familia de cuatro integrantes, les quitaron US$ 3.427. En pesos 175.658 por familia.

Los números son dispersos según la provincia. A un habitante de Santa Cruz le quitaron US$ 3.745, Chubut US$ 2.523, Santa Fe US$ 2.475. Los menos afectados fueron Capital Federal y Formosa, por su escaso volumen de exportaciones (legales).

Si vemos los números globales y no por habitante, la provincia más afectada fue Buenos Aires, a la cual el BCRA le quitó US$ 28.023 mil millones. Todo ese dinero debió ir a las manos de familias (propietarios y empleados), empresas (productores y proveedores e intermediarios) y a los estados provincial y municipales. Nada de eso sucedió porque quedó en las manos del BCRA, durante el gobierno más unitario de nuestra historia.

¿Lo más doloroso de todo? Saber que podríamos producir el doble o el triple de riqueza y vivir todos un poco mejor.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] Lo de «industria automotriz» es una chantada, porque importa más de lo que exporta.

 

Referencias

Origen Provincial de las Exportaciones – Año 2021 – INDEC

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/opex_03_22AC291C9FFE.pdf

 

Notas relacionadas

Zanahoria

http://restaurarg.blogspot.com/2021/06/zanahoria.html

El tamaño del botín

http://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-tamano-del-botin.html

 

Artículo publicado originalmente en Restaurar.org, 23/04/2022, http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/el-botin-del-bcra-provincia-por.html