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LIBERALISMO, SOCIALDEMOCRACIA Y COMUNISMO

Marcos Kowalski*

Diseño: SAEEG

Dentro del escenario de las ideologías políticas se tienden a usar muchas palabras y conceptos que no todo el mundo maneja, si bien esto no es algo necesariamente malo, generalmente causa mucha confusión y desinterés en las personas al momento de debatir sobre temas de esta índole.

Es el caso de muchas personas que se autocalifican como liberales, pero en realidad pretenden ser económicamente libres, confunden libertad económica con liberalismo económico. Desde siempre en la sociedad humana, existió el circuito económico, la economía es preexistente a toda idea de ella. Y para estudiarla como dijo J. Stuart Mills “No puede ser economista, quien es solo economista”[1].

Vemos, a poco de investigar la historia, que el germen de la noción de economía se encuentra, en el período más antiguo, en libros como el código Babilonio “Hammurabi” el “libro egipcio de los Muertos” o el “Avesta” de los persas. Cuando la ideología liberal ni siquiera existía ya existía la economía y, por supuesto, el intercambio, los mercados.

Pero, para estos intercambios el ser humano no puede concebirse solo, necesita interactuar con otros hombres y establecer las reglas de esa interactuación, fundamentalmente los seres humanos somos sociables, nos dimensionamos como tales en conjunto, en comunidades, en definitiva en sociedad. Para que la sociedad de hombres funcione se necesitan reglas, fundadas en valores, que proporcionan derechos y obligaciones, facilitando la convivencia pacífica.

La idea fundamental de la ideología liberal es el individualismo, el principio hedónico de Hobbes[2], llevado a la teoría económica de mercado de Adam Smith[3] que basándose en el “dejar hacer dejar pasar”[4] sostiene que una mano invisible, regula el mercado. Surge de esta forma la idea del Estado mínimo y creando la ficción del “homo economicus” que maximiza su utilidad, tratando de obtener los mayores beneficios con un esfuerzo mínimo.

Este “homo economicus” (hombre económico) sirve a los efectos de calcular una variable económica en un pizarrón, pero poco tiene que ver con las personas reales, su mundo “individual” no son características inherentes a la condición humana y cuando aparece no lo hace porque sí, sino que es resultado de inducciones a cambios concretos y materiales en las conductas cotidianas de la gente sobre todo en la sociedad de la ciudad moderna.

A tal punto el individualismo no es característica del hombre que en la medida que fueron creciendo las ciudades, a lo largo de los últimos años y siglos el comportamiento cotidiano ha ido individualizándose progresivamente hasta el día de hoy, llegando al punto donde surge la extrañeza o la evitación ante el contacto social y con ella algunos de los trastornos psicológicos más frecuentes hoy día; tales como depresión, enfado, angustia, irritabilidad etc.

La sociedad de hoy día, donde se pretende tener como estructura económica e ideológica el liberalismo, es un régimen donde la identidad del individuo no viene definida por lo que es como persona si no por su rol laboral y el status económico que ese rol le puede brindar. Reiteramos: no por lo que es sino por lo que tiene.

La publicidad pretende convencer de que la identidad de la persona está en el propio producto. Ya no nos resulta extraño que incluso un desodorante nos sea vendido como el objeto milagroso bajo el cual podremos llegar a la cima del éxito sexual. Como consecuencia; los llamados bienes de consumo, dejan de ser objetos para empezar a formar parte de la identidad del individuo.

De esta forma se potencia este individualismo cada vez más creciente y que es promovido por la publicidad, que además impulsa el consumismo. El liberalismo parece una corriente muy heterogénea y al hombre común le da la impresión que hay muchas formas y tipos de liberalismo.

Esta ideología impacta despersonalizando al hombre real y transformándolo en un mero consumidor de productos. El tener un mejor coche y un reloj más caro ya es un valor en sí mismo, es decir, ya son criterios por los que juzgamos la valía de una persona hoy en día, independientemente de sus méritos, conocimientos o personalidad.

En la sociedad actual es fundamental alcanzar reconocimiento social y consideración y, sobre todo, mostrarlo en los espacios creados para ello: las “redes” sociales y cuesta, por ello, encontrar algunas relaciones personales y sociales que no tengan un interés laboral, económico o de status detrás, incluyendo, lamentablemente las relaciones de familia.

Un movimiento de actualización del liberalismo, aparecido después de la Primera Guerra Mundial, radicaliza la ideología liberal y pretende limitar la intervención del Estado en asuntos jurídicos y económicos a la mínima expresión. En las últimas décadas, una coalición entre ricos inversores y profesionales financieros utilizó el neoliberalismo como un instrumento ideológico para su enriquecimiento[5].

En el siglo XIX aparece Karl Marx y su famoso manifiesto comunista, donde dice que “el socialismo es hijo heredero y enterrador del capitalismo (liberalismo)” y propone en su teoría catastrófica, la abolición de la apropiación privada sobre los medios de producción, esto es, “la abolición del sistema de propiedad burguesa”, tal y como lo menciona en su “Manifiesto comunista”[6].

Marx, acepta sin beneficio de inventario la teoría de mercado de Smith, con el solo agregado en el mismo de la “fuerza de trabajo” como una mercadería más, sujetos al vaivén de la oferta y de la demanda y equilibrada, en el precio, como todo el resto de los bienes, por la famosa “mano invisible”.

Liberalismo y marxismo o comunismo parecen dos ideologías diferentes, pero están fundadas en idénticos valores; el materialismo de las acciones humanas, por eso terminan siendo aliadas. El marxismo es una ideología y no un mero programa político, pero su modelo antropológico es idéntico al de la ideología liberal.

Pero al producirse una época de crecimiento económico en la Europa de su tiempo no se había producido lo que había vaticinado Marx, porque la situación del sistema económico había cambiado. El principio de inevitabilidad de la teoría catastrófica marxista no valía, ni existía la voluntad política de llevar a cabo la revolución social preconizada.

En las postrimerías de la primera gran guerra de Europa, en el siglo XX, es Alemania la que alienta una revolución en Rusia, a los efectos de librarse de combatir en el frente oriental, en la necesidad de obtener un acuerdo de paz, propiciando el viaje por tren de los “lideres” comunistas que van a protagonizar la Revolución de Octubre y primero desplazan y después asesinan al zar de Rusia, ocupando el poder en nombre del “comunismo”.

Esta revolución es copada por los llamados “Bolcheviques” liderados por “Lenin” quien desarrolla la teoría del “socialismo científico” como paso previo al comunismo marxista, este “socialismo” en muchos aspectos se parece al comunismo puro, pero difieren en las formas; pueden ser entendidos como dos etapas de un proyecto político y de producción: primero viene el socialismo y después llega el comunismo[7].

Tanto el socialismo como el comunismo pueden ser vistos como modelos de producción y como movimiento social y político. En este último aspecto, ambos dan mucha importancia a la redistribución de los bienes, al materialismo, pero no proponen lo mismo. Mientras que el socialismo trabaja bajo el lema “de cada cual su capacidad, a cada cual según su esfuerzo”, el comunismo gira en torno al lema “de cada cual, según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.

Es decir, que en el comunismo se asume que ya se está en una situación, utópica, en la que es relativamente sencillo cubrir las necesidades de todas las personas, mientras que en el socialismo sí existen limitaciones que impiden eso, por lo que a la hora de priorizar el modo en el que se redistribuye se tiene mucho en cuenta el esfuerzo. El socialismo es el comunismo puesto en práctica.

Algunas de las formulaciones del revisionismo, que impulsan con un pragmatismo los bolcheviques de Lenin ya se podían rastrear en el prólogo de Engels en “La Lucha de Clases en Francia” de Marx, cuando expresaba que los elementos revolucionarios prosperaban más empleando los medios legales, es decir, cuando entraban en el juego político.

También en el final del siglo XIX, Eduard Bernstein[8], en Alemania, pretendía acabar con la contradicción entre las propuestas revolucionarias del comunismo y la praxis política del mismo. Pensaba que el desarrollo social podría producirse sin cataclismos. Si la catástrofe social no era inmanente a las cosas, no era, por lo tanto, necesaria históricamente.

En realidad, se estaba plasmando la tendencia de la integración progresiva de la socialdemocracia en las sociedades y sistemas políticos, en las “democracias” de Europa, si eran “parlamentarias” mejor. El sufragio universal en toda Europa occidental fue objetivo de la socialdemocracia porque se podía convertir en un arma poderosa para el socialismo.

Pero, además, se podía intentar contar con el apoyo de una parte de la “burguesía”, ya que el desarrollo económico había generado muchas diferencias internas, apareciendo las clases medias. En el cambio de siglo comenzó el debate sobre el posible acercamiento a esos sectores progresistas y acerca de las colaboraciones parlamentarias y hasta gubernamentales.

El socialismo podía o debía sustituir al capitalismo de forma paulatina, a través de conquistas alcanzadas en el juego político, con reformas, sin llegar a la revolución. Pero el pensamiento marxista más ortodoxo respondió al revisionismo formulando la “teoría del imperialismo”, que permitía salvar la cuestión de la revolución y adaptar las ideas de Marx y Engels, propias de la época del librecambismo de la primera Revolución Industrial, a la realidad de la Segunda Revolución Industrial.

La socialdemocracia es un sistema económico y político a favor de una transición pacífica y deshumanizada, desde la economía liberal de mercado hacia el socialismo por medio de los canales políticos propios de las democracias liberales, de ser posible el parlamentarismo. Para destruir mediante la propaganda los paradigmas de la cultura y remplazarlos por una cultura progresista de origen marxista.

Toda la socialdemocracia, progresista es heredera del marxismo, no es solo un programa político, es una ideología, idéntica al liberalismo, fundada en los mismos “valores”, el materialismo y egoísmo individualista, ambos propician la destrucción del Estado, en definitiva, en ambos casos el hombre es solo una mercadería más del mercado.

Hasta aquí hemos tratado en forma muy sintética explicar, siempre desde nuestro punto vista, como el marxismo, ya desde mucho antes del entrismo de Antonio Gramsci, se iba incluyendo en el sistema político de las democracias liberales, como se fue configurando en la denominada socialdemocracia. Como liberales y marxistas fueron cosificando al hombre, tratando de generar contra su naturaleza un hombre nuevo, más preocupado por tener que por ser, en definitiva, una humanidad manipulada de niños caprichosos grandes protestando e intentando que la realidad sea tal y como queremos que sea, aunque sea violando y jugando con la integridad y bienestar de otros seres humanos. La preocupación por el otro ha dado paso en la era del individualismo al miedo por el otro.

Nos preocupa nuestro propio bienestar, luchamos por nuestro futuro de forma individual y tendemos de forma casi automática a pensar que el otro tiene intereses y proyectos que irán en nuestra contra. Nos encerramos en nuestro bienestar material y es común enrostrar al otro lo que tenemos ostentando solo nuestros bienes materiales.

Siendo la naturaleza de las personas como es, social, cabe dudar de hasta qué punto el ser humano será capaz de soportar un clima de competitividad extrema entre sus iguales. De momento, las tasas de trastornos mentales nos están poniendo en alerta sobre unas consecuencias que ya empiezan a ser visibles.

 

* Jurista USAL con especialización en derecho internacional público y derecho penal. Politólogo y asesor. Docente universitario. Aviador, piloto de aviones y helicópteros. Estudioso de la estrategia global y conflictos.

Referencias

[1] John Stuart Mill. (Londres, 20 de mayo de 1806 – Aviñón, Francia; 8 de mayo de 1873) fue un filósofo, político y economista inglés de origen escocés.

[2] Leviatán, o La materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil (en el original en inglés: Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common-Wealth Ecclesiasticall and Civil), comúnmente llamado Leviatán, es el libro más conocido del filósofo político inglés Thomas Hobbes, donde dice que “el hombre es el lobo del hombre”, estableciendo las bases del hedonismo filosófico, principio que adoptan la ideología liberal para preconizar el individualismo.

[3] Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (título original en inglés: An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations), o sencillamente La riqueza de las naciones, es la obra más célebre de Adam Smith.

[4] De forma completa, la frase es: Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même; “Dejen hacer y dejen pasar, el mundo va solo” y fue usada por primera vez por Vincent de Gournay, fisiócrata del siglo XVIII, contra el intervencionismo del gobierno en la economía.

[5] En 1950, en Mont Pelerin, Suiza, bajo la conducción de Friedrich Hayek, un grupo de intelectuales liberales, entre los que se encontraba también Karl Popper, Ludwig von Mises y Milton Friedman, fue el antecedente de la creación de Neoliberalismo, la teoría económica neoclásica; el nuevo institucionalismo basado en los costos de transacción, la teoría de la elección pública (public choice) y la teoría de la elección racional (rational choice). Con esas teorías definieron una visión reduccionista del Estado y de la política.

[6] Se trata de un manifiesto encargado por la Liga de los Comunistas a Karl Marx y Friedrich Engels entre 1847 y 1848 y publicado por primera vez en Londres el 21 de febrero de 1848.

[7] Lenin, en la “Tercera Carta desde lejos”, escrita el 24 de marzo (11 del calendario ruso), insiste en la necesidad de un Estado revolucionario nuevo, en que la policía, la burocracia y el ejército permanente (órganos de coacción del Estado burgués, separados del pueblo) fueran sustituidos por el “pueblo en armas”; es decir, por una milicia popular, cuyas funciones describe minuciosamente.

[8] Eduard Bernstein en Alemania. En 1899 publicó “Las Premisas del Socialismo y las tareas de la Socialdemocracia”.

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LOS PRIMEROS 90 DÍAS DE GOBIERNO – 20 MEDIDAS PARA REACTIVAR EL PAÍS

Iris Speroni*

20 medidas para poner el país en movimiento en los primeros 90 días del próximo gobierno.

Todos los indicadores económicos del último año son negativos. Caída del empleo, de la actividad industrial, del consumo. Cierre de locales.

El pico de empleo registrado se produjo en el último trimestre del 2017, lo cual explica los resultados electorales del oficialismo en las elecciones de diputados y senadores de ese año.

Desde entonces tanto el ingreso de los trabajadores (precio) como la demanda laboral (cantidad) se deterioraron en dos etapas.

Durante el 2018: caída del salario real debido al atraso de los salarios respecto a la inflación y a las tarifas.

Durante el año en curso: caída del empleo.

Gancho de derecha y remate con un uppercut de izquierda.

Las empresas no tienen trabajo. Porque no hay ventas y porque los impuestos les succionan el capital de trabajo. No sólo altos impuestos sino adelantos impositivos. No sólo altos impuestos, sino impuestos sobre rentas presuntas. No sólo altos impuestos, sino impuestos sobre ganancias nominales no reales por ausencia de ajuste por inflación. 

Mientras, la justicia mira para otro lado cuando se trata de abusos impositivos.

Esta telaraña provoca que las empresas, primero no paguen las cargas sociales, luego paguen los salarios en cuotas y después despidan personal.

La situación actual la conocemos todos. ¿Cómo revertirla?

A semanas de las primarias sabemos que todos los políticos ofrecen el mismo modelo de país, excepto honrosas excepciones sin chances electorales. Defienden la agenda impuesta desde el exterior: destrucción de la educación, desatención de la salud, deuda eterna, desmantelamiento de las fuerzas armadas, zona liberada para el delito común en complicidad con el poder judicial, entrega de territorio y medios de producción al estado chino, abandono de los FFCC, ausencia de flota argentina, gasto público del 50% del PBI, capitalismo de amigos, agenda de género, incentivos a la inmigración indiscriminada, etc.

Aun así, asumida la oferta política, hay una prioridad: poner la economía en movimiento, obtener el pleno empleo. ¿Por qué? ¿Cómo? Trataré de exponerlo.

Es importante salir de la recesión

Cristina Fernández ganó las elecciones del año 2011 sobre una economía en crecimiento. Sin embargo sus últimos cuatro años de gobierno se caracterizaron por una meseta. Es lo que le hizo perder al oficialismo las elecciones del 2013 y el 2015.

En el 2015 la mitad del país votó un cambio de funcionarios a la espera de retomar el crecimiento. 

Las empresas deben ponerse a trabajar, a vender y más importante aún, a cobrar lo facturado. Es vital que haya trabajo. 

Y es decisivo por las siguientes razones. Empresa que cierra, difícilmente vuelva a abrir. Se destruye capital, (el de los dueños), pero además el país pierde un intangible: el conocimiento (las personas que saben hacer las cosas).

Hay otra cara: la humana. Una persona desocupada su alimenta mal y alimenta mal a sus hijos. Se desanima, pierde la autoestima y anticuerpos. Contrae enfermedades con mayor facilidad. No tiene dinero para medicamentos ni tiempo para ir al hospital. 

Necesitamos un pueblo fuerte, bien alimentado, con salud y con la autoestima bien alta. 

Entonces hoy la prioridad nacional es recuperar el pleno empleo, tanto laboral como empresarial, para mantener a nuestro pueblo sano.

¿Cómo lograrlo?

Es relativamente sencillo, toda vez que la industria tiene capacidad instalada ociosa.

Necesitamos que aumente la demanda de bienes para que traccione al empleo.

La demanda tiene cuatro componentes:

  1. Exportaciones
  2. Inversiones.
  3. Consumo (interno).
  4. Gasto Público.

Veamos primero lo que no puede hacerse: subir el gasto público. Ya estamos cerca del 50% del PBI. Aumentarlo es sumar impuestos o emisión monetaria (inflación) o deuda. Es lo que viene haciendo la casta política desde Kiciloff a hoy. No hay más tela para cortar.

El consumo interno tiene un tope. Somos nosotros vendiéndonos a nosotros mismos. Es un círculo cerrado. ¿Cómo lo financio? ¿Con más inflación? Por eso todos los aumentos de consumo interno con “ayudín” duran poco. Me refiero a “Ahora 12”, “Precios Cuidados”, pago por única vez a los empleados públicos (como en diciembre 2018).

Nos quedan las exportaciones y las inversiones. Es dinero genuino que redunda en consumo interno.

La exportación de vinos demanda botellas, cajas, etiquetas, corchos y transporte. La persona que trabaja en la bodega, o en la fábrica de botellas o el transportista desde Mendoza a Quequén, con el dinero que gana va al almacén o compra una remera para la nena o compra una gaseosa luego de jugar fútbol con los amigos. 

Las exportaciones incentivan el consumo interno de todos los que participaron.

Sucede lo mismo con las inversiones. Todos los que participan en el proceso (edificar un galpón, instalar una máquina) gastan el dinero ganado.

Poner el país en movimiento en los 90 primeros días de gobierno

Las familias no tienen dinero. Las PyMes y comercios no pueden pagar insumos, deben impuestos, pagan salarios con cuentagotas.

El gobierno que asuma debe establecer medidas de shock para activar la economía. Hay que hacer un ajuste y la única que lo puede hacer es la casta política. Es la única que engordó y se enriqueció en los últimos siete años y medio.

Todo shock reactivador implica baja de impuestos. Lo que equivale a caída de la recaudación. ¿Se desfinancia el estado? Ciertamente. El estado debe volver a costar 25% del PBI como fue desde Uriburu hasta De la Rúa.

En estos 90 primeros días propongo que el Ejecutivo «se siente» sobre la caja.

En concreto:

– no pagar sobreprecio las provisiones estatales (a veces triplican el precio de mercado) y evitar compras superfluas,

– eliminar los siguientes gastos estatales:

– toda asesoría/consultoría/tercerización,

– “ventanillas” (contratos laborales ficticios),

– donaciones a fundaciones y,

– extravagancias (sombrillas en la playa, festival del choripán, etc).

En resumen, aplicar la máxima Barrionuevo por 90 días.

Los 90 días que comienzan el 10 de diciembre del 2019

Mejorar el bolsillo de las familias

– Familias con trabajo formal y jubilados

  1. Eliminar el impuesto a las ganancias sobre los sueldos para todo el año 2019. No descontar diciembre y devolver los adelantos cobrados durante el año en tres cuotas a principio de 2020.
  2. Dejar de descontar del sueldo del trabajador todo lo que no sea previsional. El estado cubrirá la diferencia. Ídem jubilados.
  3. Suspender el cobro de cuotas por préstamos del ANSES a jubilados por tres meses.

– Familias con ingresos no formales (y todo el resto también)

  1. Eliminación de todo impuesto (nacional, provincial o municipal) sobre el consumo de luz, gas o agua corriente y sobre el combustible.
  2. Eliminación de todo impuesto (nac., prov, o mun.) sobre los alimentos (IVA, ingresos brutos, sellos).

Mejorar la caja de PyMes, Comercios, Transportistas

  1. Eliminar (o al menos suspender) todos los adelantos impositivos: percepciones y retenciones, tanto de impuestos nacionales como provinciales, incluído adelanto al impuesto a las ganancias y a la ganancia mínima presunta.
  2. Eliminar el impuesto al cheque.
  3. Eliminar todos los impuestos sobre tarifas eléctricas y de gas (nacionales, provinciales y municipales) y sobre combustibles (Ídem familias punto 4).
  4. Suspender por un año todos los embargos a las PyMes por parte de AFIP y rentas provinciales.
  5. Bajar IVA a cero en alimentos, combustibles y tarifas y a 10% en el resto de bienes y servicios.
  6. Eliminar los impuestos de sellos e ingresos brutos.

Todas estas medidas tienen por objeto romper la inercia. Por eso deben tomarse en la primera semana de gobierno.

Para crecer con solidez se requiere exportar e invertir.

Aumentar las Exportaciones

  1. Eliminar las retenciones.
  2. Eliminar los impuestos al combustible (ídem 4 y 7).
  3. Aumentar los porcentajes de participación del biodiésel y de la alconafta en combustibles.
  4. Eliminar los peajes.
  5. Eliminar los impuestos de sellos e ingresos brutos (ídem 11).
  6. Eliminar el impuesto al cheque (ídem 12).
  7. Eliminar todos los impuestos sobre el flete fluvial y marítimo.
  8. Aumentar el tipo de cambio para hacer más competitivas las exportaciones.

Aumentar las Inversiones

  1. Todas las anteriores.

Conclusiones

Un aumento del tipo de cambio asusta a los políticos porque les hicieron creer que provoca el alza del precio de los alimentos. Mentira.

Lo cierto es que la incidencia del costo del trigo en el pan es 6%. El resto son impuestos, electricidad, transporte, salarios. Con estos 20 puntos convivirán un tipo de cambio alto y alimentos baratos.

La prueba es que una manzana de Río Negro es más barata en Londres que en Buenos Aires. ¿Por qué, si no hay efecto “tipo de cambio”? Por los impuestos.

Con fletes baratos, caída de impuestos, y tipo de cambio alto, en un año aumentamos las exportaciones un 30% y las duplicamos o triplicamos en un mandato presidencial.

En cuanto a las inversiones, sólo se invierte si se piensa que se va a ganar dinero. Para que eso suceda hay que bajar impuestos y fletes.

Con sólo estas 20 medidas el país productivo se pone en movimiento. Los políticos deberán apretar los dientes por 90 días.  Luego volvemos a hablar.

En sólo 90 días el país es otro.

* Licenciada de Economía UBA, Master en Finanzas, Ucema. Posgrado Agronegocios, Agronomía UBA.

Tomado de Publicaciones de Iris Speroni, http://iris-speroni.blogspot.com/2019/07/los-primeros-90-dias-de-gobierno-20.html

 

 

Será imposible prosperar si no se respeta la Constitución

Iris Speroni*

El poder legislativo debe ejercer su rol y tomar las decisiones clave para el futuro de la Nación.

El Congreso tiene entre sus facultades contraer deuda externa, reglar los derechos de importación y exportación, y generar los incentivos para poblar el país.

 

Somos testigos de la campaña electoral más cara de la historia: u$s 9.600.000.000 (1). Con este dinero el Poder Ejecutivo junto a directores del BCRA retrasa artificialmente el tipo de cambio para enmascarar la inflación y así favorecer sus chances electorales.

Para llevar adelante esta acción el Poder Ejecutivo viola la Constitución Nacional en dos puntos: contrae deuda (con el FMI) y fija el tipo de cambio, ambas atribuciones del Congreso de la Nación (2). «Constitución Nacional,… Capítulo Cuarto, Atribuciones del Congreso; Artículo 75.- Corresponde al Congreso:…inc. 4. Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación,…inc. 11. Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras».

Representantes de la oposición han protestado públicamente por este accionar, pero ninguno ha llamado a sesiones para rechazar la deuda y la manipulación del tipo de cambio, ni ha pedido la remoción de los directores del BCRA nombrados en comisión, ni se ha presentado a la justicia por la malversación de 9.600 millones de dólares de fondos públicos.

Los representantes de la ciudadanía y de las provincias no creen relevante hacer cumplir la Constitución. Un tipo de cambio atrasado representa pobreza en las economías provinciales. Sin embargo, o los senadores no lo asumen como un problema o creen que no amerita elevar la voz.

La omisión del cumplimiento de la constitución por parte de nuestros representantes nos causa pérdidas en nuestro nivel de vida, en nuestra capacidad de ahorro y nos impide generar nuestro pequeño patrimonio. ¿Verán la relación de causa y efecto entre sus acciones y las consecuencias que pagamos todos?

EL CONGRESO

¿Los diputados y senadores relacionan que aprueban un presupuesto miserable para las Fuerzas Armadas y luego se hunde el ARA San Juan? ¿Relacionan que dejan al Poder Ejecutivo bajar artificialmente el tipo de cambio y luego las economías de Formosa y Chaco sufren?

El año pasado el ministro de Economía decidió subir las retenciones. No es facultad del Ejecutivo. La Constitución es clara: «Artículo 75.- Corresponde al Congreso: inc. 1. Legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación,…».

Es una medida que afectó a los exportadores de software. La cámara empresarial, si es que no lo hizo aún, puede acudir a la Justicia a pedir su inconstitucionalidad y reclamar la devolución de los aranceles de exportación abonados.

Dirán: «Todos los presidentes manejan los aranceles aduaneros». Sí, por el Código Aduanero firmado por José Martínez de Hoz y Jorge Rafael Videla. El horror a la dictadura de nuestros grandes demócratas desde 1983 a la fecha es selectiva. Recaudar impuestos no los horroriza.

Sólo el Congreso puede disponer la venta de tierras de propiedad nacional. Sin embargo, desde que asumió, Mauricio Macri entró en una vorágine de venta de tierras públicas, a través del solícito Ramón Lanús. Al asumir, Macri no sabía cuál era el panorama de gobierno, según sus propios dichos, sin embargo a los quince días decidió vender terrenos y edificios públicos, en coquetos barrios de la capital y en Washington. «Artículo 75.- Corresponde al Congreso:…inc. 5. Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad nacional».

Todo lo que arregló el actual gobierno con el FMI no es válido según nuestra Constitución Nacional. «Artículo 75.- Corresponde al Congreso:…7. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación».

Si uno va a pedir un crédito al banco, éste exige copia del estatuto de la empresa, y las actas de nombramiento de autoridades y apoderados. Si el estatuto dice que sólo el Directorio puede solicitar créditos, el banco exigirá la correspondiente acta de Directorio con la autorización a contraer el crédito.
¿Y el FMI presta dinero en violación a la Constitución de un país? Mala praxis. Tal vez vez provoquemos el cierre de ese antro de burócratas sobrepagados que es el FMI.

CRECIMIENTO

Quiero ahora detenerme en el inc. 19 del Art. 75 de nuestra CN. «»Artículo 75.- Corresponde al Congreso:… Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones»».
El 15 de julio del año pasado propuse en esta columna duplicar o triplicar nuestro PBI mediante una Segunda Conquista del Desierto (3). Aumentar la población de todos los pueblos artificialmente deshabitados. Despoblar las grandes urbes mediante la eliminación de subsidios y privilegios que llevan a la concentración poblacional.

La Constitución obliga a nuestros gobernantes a generar los incentivos para que la población se instale en todo el país. Hacen lo contrario. Gravan a las zonas rurales (u$s 11.000.000.000 sólo en retenciones mayormente agrícolas), a lo que se le suma el impuesto a los bienes personales -que afecta a quien tiene su capital en tierras- y el impuesto al combustible que encarece artificialmente el flete (perjudica las economías regionales). Sin embargo los impuestos al combustible fueron votados por los senadores de todas las economías regionales del país.

Las retenciones agropecuarias son un incentivo a despoblar el interior del país y mudarse a las grandes ciudades donde el estado gasta esas mismas retenciones. Va de nuevo: las retenciones a los productos agropecuarios son un mecanismo para despoblar las provincias y poblar las grandes urbes. ¿Por qué? Porque el estado gasta esos recursos en subsidios a los habitantes urbanos.

Desde el momento en que está escrito en la Constitución, senadores (cámara de inicio de estas leyes) y diputados saben qué deben hacer. Sin embargo se distraen en implementar agendas foráneas.

Retrucarán que el Congreso ha delegado al Ejecutivo las facultades de endeudarnos, de vender tierras, de manipular el tipo de cambio o subir las retenciones por leyes ad hoc. Sin embargo los legisladores no pueden transferir su responsabilidad. La CN establece: «Artículo 76.- Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo».

LOS ROLES

La definición de patrimonio neto (de una persona, de una empresa, de un país) es todo aquello que se tiene menos todo lo que se debe. Lo mínimo que uno le pide a un gobernante es que no haga daño. «Primum non nocere». Queremos que nuestros gobernantes no nos generen daño.

A casi cuatro años de asumir Macri, el estado nacional (lo que le dimos a administrar), ¿está mejor o peor? ¿El patrimonio neto del estado nacional subió o bajó? Una nación tiene capital monetario y simbólico. En lo simbólico, ¿somos un mejor país con más o menos patrimonio intangible si destruimos el Tiro Federal o si se hunde el único submarino que teníamos o estamos peor?

Los ciudadanos, en nuestro patrimonio familiar, ¿somos más ricos o más pobres? A algunos les habrá ido bien, a otros regular y a otros mal. En la sumatoria de cada fortuna personal, ¿bajó o subió nuestro patrimonio neto consolidado?

La riqueza no sólo se genera trabajando. Se necesita un marco legal y paz. Nuestro lema es En Unión y Libertad. Juan Bautista Alberdi fatigó explicando paso por paso por qué un marco legal era imprescindible para la generación de riqueza.

Si el Congreso no se ocupa de lo que se tiene que ocupar y el Ejecutivo hace lo que no debe, a nosotros sólo nos espera el escalón siguiente de pobreza. No es posible prosperar si no se respeta la Constitución.
A los miembros de la casta política: tal vez hoy se sientan en la cima de la colina porque pasan el sushi por caja chica. Sin embargo, la Constitución es clara: si nos generan perjuicio, si dañan nuestro patrimonio, nuestra vida o nuestro honor, la cárcel está a la vuelta de la esquina. Artículo 29 de la Constitución Nacional.

1. https://bit.ly/2XDnsK0

2.http://https://bit.ly/32lL5p8

3.http://https://bit.ly/2xLtxF2

* Licenciada de Economía UBA, Master en Finanzas, Ucema. Posgrado Agronegocios, Agronomía UBA.
** Tomado de La Prensa, Argentina, http://www.laprensa.com.ar/478565-Sera-imposible-prosperar-si-no-se-respeta-la-Constitucion.note.aspx