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100 AÑOS DEL PARTIDO COMUNISTA CHINO

Agustín Saavedra Weise*

El próximo 1º de julio se cumplirán 100 años de la fundación oficial del Partido Comunista Chino (PCC), evento refrendado poco después (21 de julio 1921) por el primer congreso nacional de esa agrupación política.

El legendario líder Mao Tse Tung fue uno de los fundadores —entre el numeroso grupo que creó esta fuerza política— en un marco de enormes dificultades y en una China que entonces se encontraba parcialmente ocupada por fuerzas extranjeras. Además, pocos años después se avecinaría una larga guerra civil entre comunistas y nacionalistas que recién concluyó en octubre de 1949 con el triunfo del PCC y la proclamación de la República Popular China (RPC). Mao ya había asumido la jefatura del partido desde 1945 y la retuvo por 31 años.

Muchas cosas han sucedido a lo largo del siglo que pronto cumplirá el PCC. Luego de una serie de cambios profundos —algunos efectivos otros no tanto— tras la muerte de Mao en 1976 su sucesor Hua Guofeng no logró mantenerse en el poder y lo sucedió en 1978 Deng Xiaoping, líder pragmático que modificó la base ideológica del PCC al permitir reformas institucionales que alentaron la adopción de modelos de desarrollo de tipo capitalista pero con un férreo control estatal. Es famosa a nivel mundial la frase de Den Xiaoping que reflejó su sentido práctico de las cosas: “no importa de qué color sea el gato, lo importante es que ese gato sepa cazar ratones”. Las reformas se intensificaron aún más con sus sucesores. En 2012 Xi Jinping asumió el mando como Secretario General del Comité Central del PCC y Presidente de la RPC, cargos que ocupa hasta el momento presente.

A partir de las reformas progresivas que el PCC implementó desde 1976 el crecimiento de la RPC ha sido vertiginoso. Hoy es ya la primera economía mundial en términos de Producto Interno Bruto (PIB) aunque todavía China está rezagada en su ingreso per cápita con respecto a otros países desarrollados. Queda mucho por hacer para que más de 1400 millones de chinos puedan tener los altos niveles de vida de sociedades como la estadounidense o los países de la Unión Europea (UE), pero el dragón del oriente ya está en franco progreso hacia ello; las condiciones de vida han mejorado notablemente. Otro tema importante de la actual RPC es que está generando una formidable maquinaria productiva de alta tecnología, ya no solo se producen copias baratas de dudosa calidad. En paralelo con estas industrias masivas de bajo nivel está surgiendo ahora en China un nuevo nivel productivo altamente calificado y capaz de competir con lo mejor de lo mejor del mundo capitalista. Y hablando de capitalismo, recordemos que —en una nota anterior del suscrito— informé que el investigador Branko Milanovic considera que en el mundo de hoy únicamente existe un solo sistema capitalista pero que básicamente es conducido por dos superestructuras diferentes. Una es la autoritaria tipo RPC y Vietnam, la otra es la liberal tipo EEUU y UE.

Sea en definitiva como se quiera calificar al movimiento económico chino, el hecho es que su avance en los últimos años ha sido impresionante y parece sin pausa. A nivel internacional también la RPC está transformando el mapa geopolítico por medio de su alianza con Moscú, su alta competitividad comercial, el camino de cintura con la nueva ruta de la seda, sus inversiones globales y mecanismos de cooperación internacional, sumando a ello un creciente poderío militar. El progreso de la RPC es indudable y mucho de ello se debe sin duda a la férrea conducción del PCC, sería necio el negarlo, pero también debe reconocerse que ese progreso ha tenido un costo elevado en derechos humanos y libertades individuales.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

 

Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/100-anos-del-partido-comunista-chino_236839

CARACÚ

Iris Speroni*

Para demostrar que se juega en serio.

En Argentina vivimos una disparidad de fuerzas entre distintos sectores, lo que genera un equilibrio político precario.

Consolidar la paz interior” y “promover el bienestar general” son mandatos del Preámbulo por alguna razón. Cuando se logran largos períodos de paz, es cuando surge la prosperidad[1].

Hoy vivimos una “paz interior” precaria por el acentuado abuso de los más fuertes sobre los más débiles. Mal basamento para que el status quo dure. En lo que a mí respecta, Carthāgō dēlenda est y todas esas cosas. Que no quede un cascote mayor a 1 cm3.

Pero eso son sueños.

La realidad es que funcionarios favorecen a unos privados en detrimento de otros. Desde que gobiernan los kirchneristas, los funcionarios gubernamentales sistemáticamente favorecen a los ciudadanos y empresas fuertes contra los ciudadanos y empresas débiles. Lamentablemente el interregno de Macri no cortó ese ciclo. Por débiles, léase “atomizados”. Todos aquellos casos donde decenas de miles poseen un pedacito de la actividad y no defienden sus intereses coordinadamente.

Hay tres grandes sectores de la sociedad y de la economía altamente desfavorecidos:

  • los trabajadores en blanco o sindicalizados.
  • las pymes industriales, comerciales, otros servicios no comerciales[2].
  • los productores rurales.

En el caso de los trabajadores en blanco, enfrentamos una situación muy delicada. El sueldo promedio es de US$ 400 (o US$ 230 si uno toma el dólar libre). El mismo nivel que en los aciagos años 2002/2004. Los funcionarios se golpean el pecho con que las personas no pueden comprar carne. Con esos valores ni carne, ni indumentaria, ni pagar la luz.

Ataques a los ingresos de los asalariados:

  • Devaluaciones
  • Impuesto a las ganancias
  • Quita del salario familiar[3] [4].
  • Carga impositiva a alimentos, combustibles[5] y servicios públicos (luz, gas, agua).
  • Impuestos directos a las familias: ABL e impuesto inmobiliario urbano.
  • Fomento del trabajo informal (“movimientos sociales”) por parte del gobierno como mecanismo de debilitamiento de los sindicatos[6].

¿Qué deberían exigir los sindicatos?

  • La reinstauración del salario familiar en los términos de la ley que le dio origen.
  • Eliminar en su totalidad el impuesto a las ganancias cuarta categoría. El salario no es ganancia.
  • La eliminación de todo impuesto a los alimentos, servicios y combustible[7].

Agregaré: oponerse al estímulo estatal del trabajo informal.

El conflicto de la carne

Analicé el discurso del gobierno[8]. ¡Cuánto más fácil sería que la gente gane bien y las cosas valgan lo que tenga que valer!

Sin embargo, creo que es todo mentira. Dicho en buen romance: la preocupación del gobierno por el precio minorista de la carne es la excusa para favorecer al frigorífico A sobre el frigorífico B en la asignación de las exportaciones.

Como me ha dicho un lector, no hay ningún nene de pecho entre los jugadores de exportaciones de carnes vacunas.

De acuerdo.

Si son tan pesados, que se agarren a los tiros, como hacen los peruanos de Lugano, en lugar de ir a llorar a papá Estado para que saque del mercado a los exportadores M, N, Ñ así se quedan con su participación. Por un lado, porque es de maricón. Por el otro, porque es un crimen. Los funcionarios cometen el delito de abuso de autoridad. Y la interacción entre ambos (el frigorífico beneficiado y los funcionarios) es peculado. Y en cuanto a los expulsados del sistema, son víctimas de coacción, les violan su derecho al trabajo y a la libertad de comercio. Más un largo listado de delitos tipificados en el código penal.

Punto a resaltar. Se repiten los protagonistas del último cierre de exportaciones de carnes. El común denominador de ambos conflictos es Alberto Fernández y el mismo frigorífico. Por lo que cualquier acción penal contra Alberto Fernández, Matías Kulfas y Paula Español debería avanzar como trompada en Comodoro Py.

 

Los representantes

Ahora bien, llama la atención la pasividad de los perjudicados en lo que es una acción conjunta de uno o varios frigoríficos supuestamente coludidos con uno o varios funcionarios públicos contra los ingresos de los productores ganaderos (y en segunda instancia contra el público y la Nación). Contra los productores, el perjuicio es inmediato y claro. Contra el público, porque estas maniobras provocarán mayores precios en poco tiempo (lo que ya sucedió con las restricciones anteriores). Contra la Nación porque afecta el nivel general de riqueza al reducir los rodeos ganaderos y daña el buen nombre del país como proveedor alimentario en el exterior.

Todo para favorecer a un frigorífico extranjero y a cadenas de supermercados también extranjeras. No suena razonable.

¿Qué podrían hacer los representantes?

Hablar sobre la plata ajena —como es mi caso ahora— es fácil. Lo difícil es poner la cara y el patrimonio en juego. Hecha esta aclaración:

Contrataría al mejor estudio de abogados penalistas del país para denunciar esta maniobra conjunta de privados y funcionarios contra los productores ganaderos. Perjudica a toda la cadena de producción, desde las cabañas, a la cría, invernada, veterinarios, proveedores, rematadores de hacienda, los trabajadores de la carne y los trabajadores rurales, etc. Además es una maniobra de frigoríficos grandes contra pequeños[9], por lo que estos últimos también pueden considerarse menoscabados por esta acción delictiva.

Pueden elegir un estudio grande o un estudio penal que trabaje en conjunto con otro que cuente con profesionales expertos en derecho administrativo y derecho impositivo. Deberán subcontratar estudios de abogados en Brasil y EEUU.

Gasten. Lo que salga. US$ 100.000 ó US$ 1.000.000 ó US$ 5.000.000. Será la plata mejor invertida del mundo.

No deben litigar sólo acá. En Brasil (donde hay antecedentes) y denunciar ante la SEC y ante la justicia ordinaria de los EEUU si cabe.

En paralelo, una campaña de publicidad y de “opinadores mediáticos” que explique por qué los funcionarios mienten. Que no es cierto que les preocupa el precio del asado para la familia trabajadora sino que defienden intereses de multinacionales contra los abnegados criadores que pasan la noche en vela y bajo la lluvia durante las pariciones. Jugar duro. Usar las palabras que el público entiende y no el lenguaje propio. Citar a Perón y su discurso del 25/10/1973 donde exige 200.000.000 de cabezas de ganado vacuno. Acusar de traidores al mandato del General a los funcionarios. Toda la carne en el asador.

¿Saben por qué hay que hacerlo? No porque el juicio se vaya a ganar. Sólo Dios lo sabe. La Justicia Argentina es randómica en el mejor de los casos[10]. Sino porque es la única manera de que esta casta de funcionarios y empresas entiendan que acá se juega en serio. El facón hasta el caracú.

Si no me creen, fíjense en el sindicalismo argentino. A un trabajador que no gana ni mil dólares por mes le dan un sablazo por impuesto a las ganancias, le quitan el salario familiar y lo amenazan con trabajo precarizado; tras lo cual va al almacén y la mitad es para el Estado.

Al sector rural:

No es por la carne. Es para que no hagan esto con otros productos.

Hoy ya están intervenidos los mercados de la carne, el trigo y el maíz. ¿Cuánto le falta al sorgo, al té y a la cebada?

Recuerden: Cachetada es la primera. Luego, es un derecho adquirido.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

Publicado originalmente por Restaurar.org https://restaurarg.blogspot.com/2021/06/caracu.html

 

Notas

[1] Constitución de la Nación Argentina

Preámbulo

Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.

[2] Queda claro que el comercio es un servicio. Pero quise separarlo de transporte, flete, maestranza y otros.

[3] Contó con el silencio del entonces número 1 de la CGT, Hugo Moyano.

[4] El estado quitó el salario familiar a los trabajadores formales y lo entregó a los trabajadores informales en la forma de AUH. Lo hace con fondos que provienen de un impuesto a la masa salarial formal.

[5] Los impuestos al combustible afectan de dos maneras a los trabajadores: cuando compran combustible (aquellos que tengan auto o moto) y en el precio de los alimentos. En efecto, la participación promedio de los fletes en el costo total del producto es del 20%, el doble de otros países de gran extensión. Esto es porque el 55% del precio del combustible es impuestos. 20% x 55% = 11%. Ésta es la participación de los impuestos vía flete en el precio de cada paquete de garbanzos. A lo que hay que sumar IVA, ingresos brutos, impuesto al cheque, cargas sociales, ABL, inmobiliario, tasa de seguridad e higiene, impuestos sobre servicios, y los impuestos en cabeza de los comerciantes y transportistas. Más algún otro impuesto que se me escape.

[6] La relación de los políticos con los trabajadores informales en detrimento de los formales y los sindicatos es otro tema más que los sindicalistas no abordan. La falta de visión estratégica del sindicalismo argentino con este tema ha llevado a la actual situación de indefensión de sus representados.

[7] Así es en EEUU y en Reino Unido.

[8] Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis

[9] El Senador De la Torre acusó a los ministros Duhau y Pinedo de favorecer al frigorífico de propietarios ingleses. De la Torre sostuvo que Duhau recibía mejores precios por su hacienda a cambio (esto último no probado). Terminó con el asesinato del senador Bordabehere a manos del custodio del ministro Duhau.

[10] En dos años, en el peor de los casos seis, Alberto Fernández es historia. Comodoro Py lo esperará.

LA HONORABILIDAD

F. Javier Blasco*

Palabra que todos hemos oído y empleado muchas veces aunque pienso que, en realidad y a tenor de los hechos, muchos no saben realmente cuál es su verdadero o completo alcance y significado. Por otro lado, la misma palabra en si misma, quizá por su raigambre, imprime un determinado carácter e incluso puede llegar a impresionar.

Término que significa según el diccionario de la RAE “cualidad de la persona honorable”. Definición escueta que realmente no aporta mucha claridad a los que tengan interés en conocer su auténtico valor. Así, por ello, debemos recurrir de nuevo al mencionado diccionario para buscar el significado de honorable; término, que en lo referente a la persona dice que “se atribuye o concede a todo aquel que es honrado y por lo tanto, merece el respeto o la estima de los demás”. Cuestión esta última de suma importancia e interés dado que empareja el respeto a las personas con la honorabilidad y por tanto es fácilmente deducible que una de las principales causas de la destrucción y la falta de respeto y estima entre los seres humanos proviene, precisamente, de la ausencia o escasez de la honorabilidad en algunos de ellos.

Además, para evitar cualquier mala o libre interpretación en cualquier otro sentido que se aleje de la realidad y a fin de completar el análisis del término en estudio, creo que deberíamos analizar lo que el reiteradamente mencionado diccionario define por honrado que viene a ser algo cómo “el que actúa rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral, especialmente en lo referente al respeto por la propiedad ajena, la transparencia en los negocios, etc.”

Una vez cerrado el círculo de la definición y el acotamiento del significado y alcance de los términos y matices relacionados con la honorabilidad, es fácil entender que para actuar en concordancia, es imprescindible ser honorable; lo que forzosamente implica ser honrado, cumplidor del deber, actuar bajo los preceptos de una moral recta y perfectamente entendida y ser especialmente respetuoso con el resto en lo referente a factores transcendentales de la vida personal, moral y social o de relación.

Es precisamente debido a las férreas exigencias que exige la honorabilidad por lo que no suele ser muy sencillo encontrar un gran número de personas honorables en la sociedad; aunque pensándolo bien, y en función de la características desgranadas en los párrafos anteriores, proporcionalmente hablando, deberían ser muchas más las halladas entre aquellos que dicen y pregonan constantemente que consagran su vida y trabajo al servicio de los demás, los políticos.

Una vez más, la realidad nos obliga a poner los pies en la tierra y a darnos cuenta de quienes somos, donde estamos, hacia donde nos dirigimos y de quién y cómo nos conducen los pasos en la vida política, laboral y social. Al hacernos tales preguntas, muchos somos los que pensamos que el mundo está hecho al revés, y no es cierto. Somos nosotros los que nos empeñamos en cambiarlo a nuestro gusto o conveniencia para obtener benéficos personales, de partido, gremio o familia sin importarnos un rábano lo que ello pueda implicar.

Una vez metidos en harina, trazado un malévolo plan y conseguidos los apoyos necesarios para poder cumplir el objetivo que se busca, a los poco o nada honorables no les importa en absoluto cambiar o derogar el ideario inicial y olvidar todas aquellas promesas mantenidas y sobadas en las campañas; promesas, que les llevaron a ocupar un puesto para el que, si lo miramos bien, no fueron elegidos por su forma final de actuar.

Somos muchos los que constantemente denunciamos actitudes cercanas a verdaderos déspotas y dictadores cuando nos referimos a ciertos mandatarios que, como si fueran verdaderos y consumados sátrapas, dirigen nuestros designios. Nos escudamos en reprochar sus malas praxis cuando ejercen de forma abusiva el poder económico, político o social y su mala catadura moral. Pero realmente, son muchos, demasiados quizás, los ciudadanos que aceptan sin rechistar todo aquello y mucho más, e incluso llegan a forzar que se les manosee, engañe y maneje al antojo de aquellos perversos y malnacidos que tratan, en nuestras propias narices, en ponerlo todo patas arriba, mandarlo al traste a base de actuaciones retorcidas o perversas, aprovechando atajos o en plena nocturnidad.

El típico tópico de que los tiempos anteriores fueron mejores y que en ninguna parte del mundo ya no se encuentran políticos o dirigentes de la talla de aquellos otrora acertados personajes; no es que sea un tópico, es una auténtica realidad. Pero a muchos se nos olvida que los que ejercen el poder sobre nosotros y manejan nuestras vidas provienen de nuestras propias filas sociales, son o han sido compañeros de estudios, ideas, aficiones e incluso han pertenecido o pertenecen a nuestros círculos más íntimos de amistades o de entidad familiar; personas que actúan y piensan o lo hicieron en un tiempo no muy lejano como nosotros mismos hacíamos. En definitiva, forman parte de nuestro entorno y estatus social.

Voluntaria o involuntariamente, les hemos dejado crecer y aumentar su deriva; mirando para otro lado, riéndoles lo que considerábamos una simple gracia, una falta de experiencia o una pequeña perversidad. También, les apoyamos en su momento a pesar de que no pensábamos igual ya que firmemente creíamos que el agua que manaba de sus ideas no llegaría a formar río jamás. Los que, con el paso del tiempo y una vez la tela de araña está montada, seguimos apoyando sus atropellos porque ahora somos y estamos presos de sus prebendas bien tejidas y enmarañadas; caímos en ellas por simpatía o por un pequeño sueldo, ayuda o beneficio que impide que veamos su perversidad con toda su dureza y claridad.

Hoy en día, increíblemente y a pesar de todo lo grave recientemente pasado y aún inacabado a nivel local, nacional y mundial, según los recientes inapelables resultados, parece que es muy fácil dejarse convencer, engañar y arrastrar a aplaudir lo que hace tan solo unos meses era imposible ni siquiera imaginar y mucho menos, mencionar.

Se nos ha prometido de todo, se nos convenció de su sometimiento y acatamiento a una serie de principios de los que nunca se iban ni podían apear; hoy todos ellos han quedado aparcados, relegados a la nostalgia o al más duro y cruel olvido o menosprecio cómo si de algo obsoleto e incluso hasta inhumano o ilegal se tratara y se nos insiste machaconamente que tenemos la obligación de abjurar de nuestros principios, perdonar a los penados por intentar golpes de Estado, a los terroristas, a los que quieren romper España en mil trozos y agradecer a nuestros dirigentes haber tenido la suficiente clarividencia y voluntad para descubrir y marcarnos el camino que nos lleva a la concordia, el perdón y la prosperidad.

Algunos aparentan resistirse a tanto cambio, no aceptan las absurdas y desmedidas pretensiones de estos que solo buscan modificar las leyes y los usos y costumbres sin justificarlo; y además, porque sin inmutarse un pelo, lo hacen por el camino más corto, forzado e incluso alegal cuando es necesario; empleando todo tipo de subterfugios, añagazas, engaños o medidas en desuso amparadas en antiguas y obsoletas leyes que llevan aparcadas en la legislación desde tiempos que no tienen nada que ver con la realidad actual.

Pero, a pesar de la existencia de los muy descontentos, de que el problema es francamente peligroso y real y a sabiendas de que, cuantitativamente, son más los que no aceptan una solución tan fuera de natura y puramente inquisitorial; todos estos descontentos, son incapaces de aunar esfuerzos y marchar juntos en un solo partido o coalición que pueda oponerse de verdad a la mayor perversidad y corruptela que se ha vivido en España tras la segunda república y la guerra civil de 1936.

Algunos de estos partidos ajenos a tanto brusco cambio y vuelta a situaciones que son mucho mejor olvidar, han jugado un papel incierto, voluble, en constante equilibrio inestable y en busca de una oportunidad; su propia vanidad y al ponerse tantas veces de perfil cuando debían haber mantenido una postura firme de verdad, les han llevado a diluirse cual azucarillos en un té caliente para ser absorbidos por los extremos más cercanos y pasar a desaparecer o a ser algo anecdótico o residual.

En estos tiempos y no sólo en España, aunque aquí tenemos nuestra propia gran cruz de piedra, madera y metal; son muchos los ejemplos en los que se ven con toda naturalidad alianzas anti natura entre partidos y tendencias políticas por el mero hecho de mantener la poltrona unos meses o años más; no importa aliarse con los partidos que pretenden disolver el Estado o que le atacan por todos sus costados, ni pagar duros y villanos peajes, que nadie en la vida hubiera sido capaz de imaginar, por derrocar al contrario y ocupar su puesto con chulería e indignidad.

Se miente y engaña asiduamente y con toda facilidad; a todo se le da la vuelta; lo que ayer era blanco puro, hoy es negro azabache y no pasa nada por decirlo sin cambiar la cara, con cinismo y argumentos tan falaces e infantiles que hacen reír a quien de verdad pretende analizar el cambio de postura y conocer la verdad.

Se le otorga siempre a una ajena y diversa paternidad a las malas rachas, a las decisiones erróneas o la adversidad; aparecen inventados “comités de expertos” como los culpables de lo que va mal; pero cuando las noticias son buenas o esperanzadoras, el gobierno corre a las pantallas y entrevistas para protagonizarlas, aunque en éstas como en las otras, su grado de intervención y responsabilidad sea más o menos igual.

Se sustituyen ministros aunque las cosas vayan mal y no sea ese el momento más oportuno para cambiar, se intenta derrocar gobiernos subordinados con mentiras y nocturnidad, se abandona el gobierno y la política prometida cuando hace tan solo un año era imprescindible su presencia en primera fila porque sin él y sus ideas nada se podía hacer para salvar a España y a los pobres que ahora, tras su marcha, son muchos más.

Fuera de casa, los Organismos Internacionales como la ONU, la OTAN, el FMI y la misma UE entre otros, se han convertido en una especie de mercados persas donde los intereses de ciertos países, los tráficos de influencias y la necesidad de supervivencia prohíben cualquier tipo de medidas correctoras sobre países gobernados por auténticos sátrapas, personajes novelescos y tiranos que engañan, persiguen y matan a propios y a los demás.

Se prometen medidas correctoras tales como la aplicación de la justicia universal, el control de los violadores de la paz, el destierro del comunismo y los abusos sociales y ambientales; todo ello disfrazado de buenísmo, feminismo e igualdad barata; pero la realidad, es que todo es humo y palabrería despreciable sin par.

No es que no haya políticos y hombres plenos de liderazgo nacional e internacional, capaces de mover a las masas sin necesidad de engañarles con prebendas o la promesa de que pronto el maná llegará. Hoy en día, al ser casi todos falsos y llenos de podredumbre personal, los dirigentes suelen ser bastante efímeros y por ello, aquellos grandes “lideres” que movían montañas y levantaban masas, pasan a otra cosa con toda facilidad; abandonan la política sin importarles todo lo dicho, prometido y dejado atrás y mediante las llamadas puertas giratorias se colocan sin preparación alguna en la gran empresa, a ser posible estatal, a vivir opíparamente de los demás.

Es triste decirlo y mucho más reconocerlo, en este mundo cambiante y francamente despiadado todo o casi todo ha perdido su valor; los pilares que sustentaban las grandes políticas, las alianzas, la economía y hasta la religión se han resquebrajado poco a poco debido a una degradación individual y colectiva del grado y nivel de educación, la formación moral y el respeto a los demás. Ya poco queda a los que nos podamos agarrar y es precisamente en este pestilente y enfermizo ambiente en el que los pobres de espíritu, los amorales y los que desconocen el valor de la honorabilidad se hacen más fuertes, aparecen, crecen y se multiplican como setas en un humeral.

Son capaces de todo, despiadados y malévolos hasta la saciedad; no paran ante nada y justifican sus posturas y acciones perversas con una sonrisa, demostrando con ello que no les importa nada ni traicioneros personajes de los que por desgracia, en España conocemos y tenemos mucho más ejemplos que los demás.

Hoy mismo, sin ir más lejos, todo un elaborado y maléfico plan se acelera con una vergonzosa intervención teatral en Barcelona para justificar lo injustificable, actuación a la que ni siquiera el gremio de los implicados acudirá; con una ignominiosa campaña contra el propio el Estado en Europa y con los ataques para desproteger el Constitucional. Lo malo de esto, es que aún no es el final; quedan todavía muchas sucias acciones con graves consecuencias que ya veremos cómo acabarán.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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