Archivo de la etiqueta: MERCOSUR

PROYECCIÓN GEOESTRATÉGICA DE SINGAPUR HACIA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Enna Viant Valdés* – Ruvislei González Saez**

Introducción

Singapur, pequeño Estado del Sudeste Asiático ha devenido en un importante actor que ha desarrollado una política exterior activa desde su independencia y ha logrado posicionarse tanto a nivel regional como global. En la búsqueda de nuevos espacios para la ampliación de sus relaciones político-diplomáticas, económicas y científico-técnicas, ha tenido una proyección estratégica dirigida a profundizar los vínculos con América Latina y el Caribe (ALC). Para ello, aprovecha sus ventajas comparativas y competitividad basado en indicadores económicos-comerciales, tecnología, innovación y finanzas.

Estratégicamente ubicado en el corazón de Asia, Singapur está justo en el centro de los principales flujos comerciales de la región asiática y se consolida aún más su importante posición en el comercio, las finanzas mundiales y la conectividad. La ciudad-Estado posee una estabilidad política y fuerte liderazgo, con el Partido de Acción Popular (PAP) en el poder por más de 40 años desde la independencia, el cual ejerce gran influencia. Ello permite también desplegar una dinámica política exterior, especialmente en su entorno más inmediato en el marco de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y proyectarse hacia otras áreas, particularmente hacia ALC.

El referido actor del Sudeste de Asia, ha sido sede del secretariado del Foro Económico Asia Pacífico (APEC) que involucra a naciones de Asia y las Américas, a la vez forma parte del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), de la Cumbre de Asia Oriental y de la Mancomunidad de Naciones. Su rápido desarrollo le ha llevado a tener una influencia importante en los asuntos internacionales. En ese sentido, políticamente es un actor relevante para el diálogo con terceros, ejemplo de ello han sido las conversaciones entre la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y Estados Unidos (EE.UU.), en el 2018, entre otras.

Singapur, desde muy temprano en los años setenta del siglo pasado aumentó su proyección hacia ALC, particularmente con los países conocidos como América Latina-Bloque de seis estados (Zaini, y Mohad Mahadee, 2016, 832), ha aprovechado sus relaciones, numerosos acuerdos económicos y su posición estratégica clave para servir de puente entre las dos áreas[1]. La nación asiática se ha propuesto ampliar su presencia en el escenario internacional con la función principal de desarrollar la internacionalización de las empresas locales, no sólo desde el punto de vista comercial, sino que también ha promovido la inversión de sus compañías en el extranjero. El sector de los servicios se ha convertido en determinante.

En su interés por la región, la nación asiática ha priorizado los vínculos con Argentina, Brasil, Colombia, México (International Enterprise, 2020) y se propone como puente hacia el Sudeste Asiático, debido a su posición de liderazgo como centro financiero y de negocios, al igual que en el área de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) (Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, 2017, 11). Entre los primeros mecanismos de acercamiento bilateral y birregional, estuvo el Foro de Cooperación América Latina-Asia del Este (FOCALAE), creado por iniciativa de Chile y Singapur en 1999.

A la vez, Singapur se propuso fortalecer los lazos birregionales a través de la promoción de las relaciones de la ASEAN con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y con la Alianza del Pacífico (AP); pero de manera bilateral, se planteó tener una relación más estrecha con esta última, por lo que pasó de la posición de Observador en 2014, a Estado Asociado. A la vez, en el propio año, el gobierno singapurense acreditó un representante plenipotenciario ante la Comunidad del Caribe (CARICOM).

La firma de Tratados de Libre Comercio (TLC) con Costa Rica, Panamá, Perú, y la membrecía compartida de este último, junto con Chile y México como socios en el Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífica (CPTPP), perfila un diseño de acciones que sustentan las relaciones económicas, entre otras dimensiones, construidas de forma paulatina. Se aprecia, por otra parte, una extensión de las conexiones en otras áreas, tales como la ciencia, la tecnología y la educación. (Ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur MFA, 2013).

Las relaciones políticas y diplomáticas de Singapur con América Latina y el Caribe

La diplomacia, considerada una herramienta de la política exterior singapurense, ha desempeñado un rol relevante para el impulso y ampliación de su reconocimiento internacional, donde se conjugan los intereses políticos y económicos. En esa línea, las relaciones de Singapur con ALC comenzaron gradualmente a ampliarse en un período posterior a los años setenta del siglo XX tras su independencia. Las relaciones diplomáticas de Singapur con América Latina y el Caribe, se podrían ubicar en tres momentos:

  1. El período 1965-1990 donde la mayoría de los países latinoamericanos y nuevos actores caribeños iniciaron sus lazos. Constituyó un reconocimiento a la independencia alcanzada, pero también el deseo de cultivar otro tipo de relaciones. Coincidió con algunos actores regionales que poseen relaciones económicas más activas y determinadas misiones con presencia física en Singapur: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
  2. Entre 1990-2000 donde Paraguay, Surinam, Guatemala, Ecuador, Nicaragua y Cuba, formalizaron los vínculos y se abrió a otros países del Caribe con los casos de Barbados, Belice, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas así como San Cristóbal y Nieves.
  3. A partir del 2000 hasta el presente, donde se establecen vínculos más extensos con el resto del Caribe, en particular con Antigua y Barbuda, Bahamas, Dominica, Guyana, Haití y República Dominicana.

La profundización de los vínculos con los países del área en la década de los años setenta y ochenta del pasado siglo se fue desarrollando mediante el diálogo político y el interés económico, así como, mediante la participación en mecanismos como la Comisión Económica de la Cuenca del Pacífico y posteriormente la APEC. Los tipos de gobiernos en esos años en Sudamérica, alineados con Estados Unidos y con posiciones anticomunistas incidieron en el acercamiento con Singapur, que mantenía similar enfoque en ese entonces.

En la actualidad se encuentran acreditadas en Singapur solo diez embajadas de la región en este país: Argentina, Costa Rica, Cuba, Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá, Perú y Venezuela. De igual modo Bahamas, Barbados, Belice, Jamaica, Uruguay y San Vicente y las Granadinas tienen consulados abiertos, los dos últimos con Cónsules Honorarios. Por otra parte, en la mencionada región, Singapur dispone físicamente solo de una misión diplomática en Brasil, al frente de la cual tiene un Encargado de Negocios a.i., mientras en cinco países tiene designados embajadores no residentes, quienes cubren seis naciones (MFA, 2019)[2]. En este aspecto, le aventajan sus socios regionales del Sudeste de Asia tales como Malasia, Tailandia, Indonesia, Filipinas y Vietnam, cuya representación y actividad político-diplomática en países acreditados es más amplia en la región ALC[3].

En el período 2015-2019 la tendencia general en los contactos a nivel de cancillerías, fue más activa con Argentina, Brasil (con cinco delegaciones cada una); en general Cuba con seis, esta última con el nivel más alto de Viceprimer ministro, junto a las de México y Panamá en relación con los mencionados países. Por su parte, se registran relevantes visitas presidenciales y del Primer Ministro de Singapur a México en el año 2016 y 2019 respectivamente, mientras que en el año 2016 lo hizo el Presidente panameño a Singapur. En el caso de la región del Caribe además de Cuba, en el período 2015-2019, quedó registrada la visita del premier de Jamaica en el año 2017 (Ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur, 2019).

Al establecer correlaciones entre los vínculos económicos y políticos, son significativas las relaciones diplomáticas establecidas en los años 70 y comienzos de los 80 del pasado siglo con Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, que se mantienen en el núcleo de las relaciones actuales. Vale apuntar que, además de los intercambios referidos, también han adoptado modalidades vinculadas con una proactiva diplomacia multilateral, en la cual se han aprovechado para sostener encuentros al margen de estos y llegar a acuerdos e importantes consensos, de carácter bilateral o con grupos de países en organizaciones o mecanismos establecidos, lo cual dimensiona el valor y proyección de los contactos.

La diplomacia de Singapur ha trabajado intensamente el tema bilateral, no solo para las cuestiones económicas, prioridad de la política exterior, sino también las políticas multilaterales, entre ellos la búsqueda de apoyos para el acceso a candidaturas en organizaciones e instituciones donde se debaten prioridades de su política exterior.

Un aspecto que marca un hito superior en las relaciones político – diplomáticas descansa en los mecanismos establecidos entre los respectivos Ministerios de Relaciones Exteriores. Particularmente México, estableció el Mecanismo de Consultas Políticas en 1997. La Secretaría de Relaciones Exteriores propugnaba en la primera década del 2000, un mayor acercamiento político con los países del Sudeste asiático, debido a su creciente importancia geopolítica en Asia – Pacífico, y al aumento de su relevancia económica a nivel mundial.

Asimismo, se propuso celebrar encuentros de alto nivel en diversos foros multilaterales para encauzar el fortalecimiento de lazos bilaterales y “consolidar el diálogo político con Singapur” (SREM, 2012, págs.10 – 55; SREM, 2018). A tales efectos, el canciller singapurense realizó la primera visita de un titular de este tipo a México en 2014 y desde el 2013 – 2016 tuvieron lugar las reuniones anuales del mecanismo de consultas políticas bilaterales México – Singapur con sede alterna en ambas capitales, eventos que han tenido una progresión notable con las visitas de alto nivel del entonces presidente Tony Tan Keng Yam en el 2016 y el premier Lee Hsien Loong en el 2019 a México, ambas por vez primera. Singapur se identifica como el instrumento efectivo de la estrategia hacia la ASEAN (Granguillhome y col, 2016, 14).

Con Cuba, existe un diálogo político de alto nivel, que ha tenido lugar alternadamente en ambas capitales y manifestado en el intercambio de delegaciones de cancilleres en 2010 y 2015, la celebración de cuatro reuniones, entre las respectivas cancillerías, de ellos el IV Diálogo en el 2017, y la visita del entonces viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda a Singapur en 2019, entre los más sobresalientes, además de intercambios en otros foros. La potenciación de las relaciones de cooperación bilateral ha sido uno de los aspectos que ha estado en el centro de los intercambios, lo cual favorece la apertura oficial de la embajada cubana en Singapur en noviembre de 2016 (Cubaminrex, 2016).

Por su parte, Brasil ha estado muy interesado en la continuación del diálogo político regular de alto nivel con intercambios más frecuentes y activos entre los respectivos ministerios y agencias, para desarrollar aun más las relaciones bilaterales, lo cual quedó plasmado en la declaración conjunta rubricada tras la visita oficial del canciller brasilero Nunes Ferreira a Singapur en mayo de 2018. De hecho, excepto en el 2016, hubo intercambios oficiales de visitas ministeriales en ambos sentidos desde el 2015 – 2019, aunque hubo otros escenarios internacionales donde se han desarrollado los contactos.

En el plano propiamente bilateral, las relaciones de Argentina con Singapur “vencieron la inercia ya entrada la década de 2010”. En agosto de 2011 fue firmado el Memorándum de Entendimiento sobre Consultas Políticas que en marzo del 2014 tuvo en Singapur la primera reunión bilateral, continuada en el 2017. Un avance significativo fue la reapertura de su embajada en Singapur en este último año, lo cual fue estimulado en contactos previos y posteriores entre cancillerías en diferentes escenarios. Las consultas han servido para promover no solo el comercio e inversiones, sino en materia de cooperación técnica, como energías y tecnología, y educativa-cultural, entre otros ámbitos de interés común, incluyendo la coordinación entre ambos países en diversos foros multilaterales.

En este caso, se apuntalan los intereses políticos en función del fortalecimiento bilateral y el afianzamiento de coaliciones económico comerciales, en particular al propiciar un mayor acercamiento entre el MERCOSUR y la ASEAN a través de Singapur, extendida además a otras organizaciones regionales como la Asociación Económica Regional Integral (RCEP), FOCALAE, la AP y en sentido general ampliar la presencia argentina en los países del llamado Indo-Pacífico (Ramoneda, 2019, 25-26).

Proyección geoestratégica bilateral de Singapur hacia América Latina y el Caribe

Aprovechando el adelanto de un grupo de países que fomentaron la apertura, la ciudad-Estado avanzó los vínculos económicos y cooperación tecnológica, para incentivar un acercamiento político con las naciones del área. Pudiera decirse que Singapur intentó favorecer la “geopolítica de la integración” en las naciones de la AP para incidir en su posicionamiento regional, frente a varios de sus vecinos competidores del Sudeste Asiático. Incluso una de las variables utilizadas, ha sido las exportaciones de armamentos.

En la mencionada variable de exportación, Singapur avanza sin preocupación en ALC, aunque muchas veces pasa desapercibido, a partir de los vínculos con Estados Unidos. Sin llegar a ser un aliado de la nación norteamericana, es un socio clave mediante el Acuerdo de Sistema de Seguridad de 2005, expandido mediante el Acuerdo de Cooperación de Defensa Estados Unidos-Singapur de 2015. En este escenario, se ha convertido en el segundo exportador de municiones del Sudeste Asiático después de Filipinas hacia ALC. Los países receptores son principalmente de Centroamérica, como Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Ecuador (Sudamérica). En ese sentido, la ST Land Systems, constituye la empresa singapurense de referencia del sector, incluyendo los temas del ciberespacio (Picard y col, 2019, 55).

Se aprecia la evolución de los pilares de la política exterior singapurense, expresado en el reforzamiento de la defensa de su política de liberalización del comercio y las finanzas y en consecuencia las alianzas bilaterales, así como la profundización de las relaciones en nuevos nichos de mercados, que, si bien han propiciado un crecimiento económico, difieren de la concepción de desarrollo más integral. Ello en parte está relacionado con los problemas estructurales de las economías de ALC, así como a las asimetrías en esas interacciones.

No es casual el interés de Singapur en determinados países de la costa del Pacífico, es decir, México, Chile, Perú y Colombia, aunque también de Brasil y Argentina. El mayor volumen de negocios está en esta parte y los que comparten a su vez, en su gran mayoría una concepción de visión hacia la región asiática. En el marco de la Cuarta Revolución Industrial se abren potencialidades para Singapur como un actor relevante de tecnología y que puede posicionarse a mayor velocidad, antes que varios de sus vecinos Malasia, Tailandia, Indonesia o Vietnam en esta parte del mundo. Mientras por el otro lado, evita generar cualquier choque con grandes actores asiáticos como China, Japón o Corea del Sur.

Al analizar el comercio intrarregional por grandes sectores y los destinos finales del valor agregado, es posible observar que hay una importante proporción del comercio que incluye valor agregado de otras manufacturas (incluye productos de las industrias química y petroquímica, de caucho y plástico, metales y sus productos derivados, maquinarias eléctricas y no eléctricas, vehículos y otros equipos de transporte, entre otros) y de servicios. En cuanto al origen del valor agregado exportado por sector transformador en bienes, se evidencia el predominio de los productos primarios (agricultura, ganadería, caza y pesca, y minerales) por sobre las manufacturas basadas en recursos naturales (metales elaborados, madera y muebles, y textiles y confecciones). La mayor parte de los productos transformados, de tipo primario y de las manufacturas basadas en recursos naturales de ALC tienen como destino principal Asia-Pacífico, región a la que pertenece Singapur. 

Relaciones comerciales Singapur-América Latina y el Caribe

Dentro del Sudeste de Asia, la ciudad-Estado mantiene un liderazgo con tendencia sostenida en el tiempo. En este último caso, al relacionar aspectos de los vínculos bilaterales políticos con los económicos, se aprecia que el núcleo descansa en los países con los que se ha desarrollado una mayor actividad diplomática y estrategias económicas, si se exceptúa las establecidas con México, Panamá, que figuran como las de mayor intensidad en América Central. De igual modo y en particular dentro de Sudamérica, Singapur tiene una gradación en las relaciones políticas y económicas bilaterales, destacándose los casos de Brasil y Argentina, que clasifican además entre los seis países de mayor intercambio total en el 2018 (Gráfico 1).

Gráfico 1: Relaciones comerciales Singapur-ALC en 2018 en miles de dólares.

Fuente: Elaborado por los autores, con datos de la OMC (2019)

Cuando se analizan las relaciones comerciales de Singapur con la región, es importante tener presente, que en primer lugar los lazos con su entorno inmediato resultan los prioritarios. En ese sentido, Asia representó el 67,4% de sus ventas globales, mientras ALC casi el 3% por encima de África y Medio Oriente. En tanto, para las importaciones constituyó ALC el último mercado para adquirir productos, lo que representó solo el 1,5% de las compras totales realizadas (OMC, 2019).

Si se analizan las relaciones por subregiones (América Central, Sudamérica y el Caribe), puede destacarse que para las exportaciones singapurenses, Centroamérica (incluyendo México), constituye su principal mercado. En ese sentido, Panamá constituye el primer comprador de productos singapurenses, constituyendo el 60,1% de las exportaciones a esta región. México se ubica como tercer comprador de la nación asiática en el área y el segundo en Centroamérica, mientras en las exportaciones a Singapur es el primero, el que tan solo representa el 41,7% del total del mercado latinoamericano. Centroamérica no es tan relevante como Sudamérica, a excepción de la nación mencionada anteriormente y en ello reside también la relevancia de la participación de estos dos actores en mecanismos conjuntos, ya sea a través de CPTPP como en el marco de los lazos Singapur-AP.

En cuanto a Sudámerica, Brasil constituye el segundo mercado para las ventas singapurenses en toda ALC al contribuir con el 11,2% del total. Aun cuando tiene TLC con otros países relevantes como Chile y Perú (esta última tiene a Singapur como destino más importante de exportaciones no tradicionales en el Sudeste Asiático), no son tan relevantes para las ventas de la ciudad Estado como los casos de Argentina y Ecuador,  aunque estas exportaciones en general solo representaron el 1,1% y 1,4% de los envíos totales de la nación asiática hacia la región. Sin embargo, esta zona es importante para las importaciones de Singapur luego de México. Brasil constituyó el segundo mercado suministrador a la pequeña nación con el 27,7% del total, seguida por Venezuela con el 13,3% a nivel regional y luego en esta área Argentina con el 1,1%, pero por detrás de Costa Rica. Debe destacarse que, en el caso de Venezuela, está relacionado con la compra de petróleo y otros productos derivados.

Al analizar el comercio con el Caribe, puede decirse que no es una zona representativa, aunque, Bahamas deviene como el principal destino de las exportaciones singapurenses con el 8,8%, mucho más que países con los que tiene acuerdos o participan en procesos como el CPTPP. Es decir, las ventas a esta nación caribeña superan las de Chile, Perú, Ecuador, por solo citar algunos ejemplos. Le siguen en el área Antigua y Barbuda e Islas Caimán con el 1,2% y 1,1% del total de las ventas a ALC. En tanto, para las importaciones, el principal suministrador del área es Trinidad y Tobago, seguido por Bahamas y República Dominicana representando del total el 0,8%, 0,7% y 0,7% respectivamente.

Tal y como demuestran los indicadores entre 2008 y 2018, Singapur se posicionó en el mundo y la región del Sudeste Asiático entre los 10 primeros puestos en cuanto a líder en servicios comerciales con exportación e importación de alrededor de 200 mil millones de dólares (10mo. lugar mundial  en el 2018); exportación de tecnologías de comunicación e información, con 13 mil millones de dólares con un aumento anual del 4% (6to. lugar en el 2018); exportación de bienes manufacturados con 301 mil millones de dólares y un crecimiento del 9% (9no lugar en el 2018), por solo citar algunos significativos.

En el 2019, la clasificación del desempeño de este actor fue como la 14ª economía de exportación más grande del mundo (Singapur Comercio Exterior, 2020). Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Industria y Comercio, a pesar de solo haber crecido la economía 0.7% en ese año (MTI Singapur, 2020), el positivo saldo comercial superó la cifra de 30 mil millones de dólares con también positivo superávit en el saldo de bienes y servicios. De igual modo, la base de datos del Índice Mundial de Innovación, Cornell INSEAD y OMPI de 2019 lo ubican en el cuarto lugar, liderando los índices de innovación, por encima de las expectativas correspondientes al nivel de desarrollo, como país de ingresos altos.

Otro elemento a tener en cuenta es el efecto contraproducente de los TLC establecidos, instrumentos de la política económica y materialización de uno de los pilares de la política exterior singapurense, que si bien estimulan el libre mercado y la liberalización de comercio y las finanzas, en función del desarrollo económico, las relaciones establecidas con las contrapartes, no son abordadas de manera integral, para propiciar un desarrollo social integrador y crecimiento económico sistémico.

La tendencia acusada en las variables de intercambio económico – comercial y financiero entre el 2015 y el 2018, entre Singapur y ALC se mantienen en el 2019 y son nichos importantes aprovechados para reforzar su posicionamiento como ente dinámico en el sistema de Relaciones Económicas Internacionales. En ello pesan varios factores:

  • Por un lado, el largo ciclo de desaceleración del crecimiento económico desde el 2013 generalizado en países y sectores, que en el 2019 es considerado sincrónico, con una coyuntura actual, caracterizada por la baja dinámica del crecimiento del PIB, consumo, inversiones, y balances externos que desfavorecen la salida del estado del ciclo apuntado.
  • Entre otros aspectos el hecho de que esa desaceleración sincronizada afecta a alrededor del 70% de las economías de la región, debido a que la economía latinoamericana y caribeña está acoplada a la economía y el comercio mundial, y tanto uno como otro, han perdido dinamismo (James y col, 2020, 1).
  • Agudización de la crisis derivadas del avance de la pandemia de la Covid-19 y que conduce a afectaciones en las dinámicas comerciales bilaterales.

No podría subestimarse en este análisis, la interrelación de la economía mundial y cada una de las regiones y sus respectivos países que han sufrido en general el impacto de la desaceleración y estancamiento de los procesos de concertación política e integración endógena. En este último caso las relaciones de Singapur con la AP pudieran tener una relativa afectación, pues si bien las relaciones extrarregionales con socios asiáticos ha sido una alternativa de ampliación del mecanismo, en este caso también influye “el impacto de los choques externos, que se incrementan, con la existencia de una disminuida capacidad de resiliencia por parte de la mayoría de las economías” de ALC. De este modo se constata además que “la economía de ALC está inmersa en un largo ciclo de desaceleración del crecimiento económico en los últimos seis años, que en 2019 es considerado sincrónico y generalizado en países y sectores”, tal y cual corroboran expertos del CIEI (James y col, 2020, 1).

Otros indicadores e instituciones como IMD, refuerzan sus altos niveles de competitividad y resiliencia, si se compara con sus similares en Asia Pacífico y el mundo en términos de desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia en los negocios e infraestructura. Singapur continuará siendo un socio confiable en sus relaciones con ALC, tal y como lo ratifica la evaluación de riesgo país a corto plazo con perspectiva estable de agencias reconocidas como Standard & Poor´s y Moody´s entre otras, si bien no dejan de señalar las amenazas que representa la creciente confrontación estratégica entre Estados Unidos y China.

La variable de las FinTech para el posicionamiento de Singapur en ALC

El término FinTech alude a la naciente industria en la que las empresas usan la tecnología para brindar servicios financieros de manera eficiente, ágil, cómoda y confiable. La palabra se forma a partir de la contracción de los términos finance y technology. Las empresas FinTech ofrecen diversos tipos de servicios financieros y operan en mercados variados. Asia-Pacífico ha experimentado un mayor incremento de las inversiones en empresas FinTech. Algunos países como Singapur tienen posiciones de avanzada con marcos legales establecidos y mayor influencia que resultan favorables en la promoción de iniciativas para incrementar la eficiencia y competitividad de sus mercados, mejorar la gestión de riesgos y aumentar la oferta de productos y servicios en condiciones más ventajosas. En 2015 se constituyó el Grupo de Innovación en Tecnologías Financieras, órgano integrado a la Autoridad Monetaria de Singapur. Dicho organismo consideró este grupo como factor clave para posicionarse como centro financiero internacional. (Financial Services and Markets Act 2000 Appointed Representatives Regulations 2001/1217).

Desde principios de siglo varias de las empresas singapurenses del sector han mostrado interés en el área. La variable tecnológica ha constituido un fundamento de la proyección singapurense hacia la región por las potencialidades existentes. Ya en el 2004, Crimson Logic comenzó sus incursiones en ALC hasta la actualidad, implementando con éxito un Sistema de Recolección de Datos Avanzado para la Autoridad del Canal de Panamá. Desde entonces ha trabajado con la Autoridad de Aduanas panameña para desarrollar un sistema de documentación electrónica y otro integrado de gestión aduanera para la Administración de la Zona Libre de Colón (Figura 1). En 2010, TTBizLink desarrolló una Ventanilla Única Electrónica al gobierno de Trinidad y Tobago; en el 2012. La compañía ganó un concurso para la creación del Sistema Integrado de Comercio Exterior (SICEX) del gobierno de Chile.

Figura 1: Posicionamiento de la empresa singapurense Crimson Logic en ALC.

Fuente: (Crimson Logic, 2019)

IDA International, una subsidiaria de la Infocomm Development Authority de Singapur, está apoyando al gobierno de Costa Rica a crear una institución nacional de tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) que supervisará la planificación y gestión de todas las iniciativas TIC del sector público. También estudia la viabilidad del transporte de carga entre puertos o ciudades dentro de Brasil, con el fin de recomendar políticas y desarrollar sistemas apropiados para el cabotaje sin documentación, el transporte nacional de mercancías y de pasajeros por una embarcación registrada en otro país.

Lo más interesante es, que la presencia de compañías tecnológicas de Singapur en ALC se han hecho cada vez más necesarias en la zona. En sectores puntuales, la región tiene marcos normativos y regulaciones que datan de hace 30 años y no se adaptan a la nueva realidad económica muy vinculada a la Cuarta Revolución Industrial. En ese sentido, la facilitación comercial sigue siendo un problema, al igual que la poco eficiente distribución modal del transporte, donde el marítimo y ferroviario deberían tomar un mayor protagonismo, en beneficio de la competitividad de los países y su reducción de los costos logísticos.

Además de lo referido anteriormente, se ha iniciado en los organismos económicos de la región, un debate para desarrollar una red de puertos digitales colaborativos en la región. En este proyecto empresas singapurenses están trabajando en la zona. Al ser también justamente de este país que políticamente es muy cercano a Estados Unidos, entonces no generaría ningún tipo de riesgo para compañías estadounidenses y de la región que colaboran. En ese sentido la propia Crimson Logic trabaja en ello.

La consultora Oliver Wyman[4], utilizada a estos fines, sugería a los países de América Latina y el Caribe utilizar la experiencia de los Sandboxes Regulatorios[5] (Bancos de Pruebas Regulatorios) de Singapur punto de partida para propuestas similares en ALC y una oportunidad única de aprovechar las ventajas del uso de las nuevas tecnologías para impulsar el crecimiento económico regional. Su puesta en práctica debería tomar en consideración las particularidades de cada mercado y de las entidades que ofrecen servicios financieros en ellos.

Estas nuevas vías de relacionamiento son más recientes, pero sin dudas constituye una revolución el uso de la tecnología en las finanzas y un potencial de intercambio toda vez que existía un potencial con las fintech latinoamericanas que se encontraban en el proceso de transformación del financiamiento para las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, MiPyME (Wyman, 2018). Aunque se ha logrado una penetración limitada hasta la fecha, “este mercado naciente en ALC presenta un enorme potencial para aumentar las ganancias y el valor empresarial a largo plazo con un cambio del enfoque de las instituciones financieras necesarias hacia la innovación, para poder acceder a este potencial». (CEPAL, 2020, 36).

La implicación más relevante de la revolución FinTech en ALC es la transformación del mercado de financiamiento para las MiPyME. Las tendencias de mercado presentadas sin embargo muestran una penetración creciente de las tecnologías digitales, tanto las MiPyME como los consumidores. El hecho de que el mercado aun no esté saturado, constituye una  oportunidad para posicionarse en el mismo y establecer nuevas sinergias en el ámbito de los negocios, que se extienden a otras áreas de la economía y la sociedad, con opciones de financiamiento en un mercado competitivo en el mundo digital. 

Desde el 2013 se vienen dando pasos en algunos países latinoamericanos, que propician la vinculación con el uso de la tecnología en las finanzas. Perú, Paraguay, Uruguay y Colombia han aprobado regulaciones creando un nuevo estatuto legal que permite a empresas no bancarias emitir dinero electrónico. En el caso de Colombia y Perú los requisitos se extienden al capital. De igual modo en Colombia fue regulada la actividad de financiación colaborativa a través de la emisión de valores (Lavalleja, 2020).

Según estudios de la CEPAL, México es el de mayor grado de desarrollo regulatorio y el primero en el abordaje de la regulación de desarrollo de la FinTech. Brasil y Colombia están en las etapas de desarrollo, aprobación y entrada en vigor de nuevas normativas: segmentos de medios de pago y transferencias desde una perspectiva general. (CEPAL, 2018, 19). Esta ley se basa en los principios de inclusión e innovación financiera, fortalecimiento del consumidor, preservación de la estabilidad financiera, prevención de operaciones ilícitas y neutralidad tecnológica. Su objetivo es aumentar la certeza jurídica a través del marco legislativo para regular las plataformas denominadas Instituciones de Tecnología Financiera (ITF).

La experiencia de Singapur y la Autoridad Monetaria (MAS), la Corporation Financiera Internacional, el Grupo del Banco Mundial y la Asociación de banqueros de la ASEAN, dieron un impulso a la extensión de las FinTech en la región, al crear la Red de Innovación Financiera de la ASEAN. Ello lo avala el liderazgo singapurense dentro de Asia Pacífico en materia de la calidad de banda ancha y conectividad a internet, así como en la facilitación del comercio con terceros. (Rovira 2020, 24). Se abre de este modo una dimensión no explotada de los flujos intraregionales además de una potencial extensión a otros mercados.

Una autoridad en el tema empresarial, Benedict Koh[6], reconocía como otro potencial importante, el sector de la banca personal, basándose en el hecho de que “casi la mitad de la población latinoamericana, carecía de relaciones bancarias” y en consecuencia, las empresas singapurenses podían aprovechar el espacio a través del ofrecimiento de servicios de préstamos bancarios a ese segmento poblacional que en Brasil contaba con 60 millones de personas y en México más de la mitad de la población mayor de 15 años (Koh, 2020). En este campo se abrirían nuevas avenidas a Singapur en ALC en tanto entraría a un eventual mercado de consumidores, que permitiría a las personas acceder a créditos y préstamos en la modalidad peer-to-peer (entre particulares).

Similar a lo que sucede en otras regiones, los pagos y envíos de dinero a través de móbiles tienen una demanda creciente, del mismo modo que el aumento de personas con teléfonos móviles, incluso sin poseer cuentas bancarias.  Más allá de lo expuesto, la demanda de fintech puede ser vista a través del financiamiento a los emprendedores y negocios en tecnologías de las finanzas que ya en el 2016 crecieron en un 81%.

Otra área de las FinTech en ALC se programa en la asociación con bancos innovadores que utilizan la tecnología para optimizar y mejorar la eficiencia en sus operaciones, cuyas soluciones especialmente en inteligencia artificial (IA), reducen los procesos bancarios. Las FinTech en general vinculados a los sistemas de IA se proyectan como uno de los sectores que moverán a la economía singapurense con una incidencia en el crecimiento mayor al 30% para el 2035. En las relaciones de Singapur con ALC se considera además de los vínculos tradicionales, la ampliación a sectores donde está bien posicionado, como la industria digital con énfasis en el comercio electrónico para proveer servicios de visual data y big data analytics[7].

Se considera para ello la potencial inserción teniendo en cuenta que el comercio electrónico en ALC (60% del total, ocupado por Brasil y México) es mayor que el del Sudeste de Asia y al predominio del mercado electrónico en el empresariado local, así como en la esfera de la salud considerando las plataformas B2C[8] o B2B2C[9], vinculadas  a paquetes de seguros que ayuden a reducir los costos de salud de potenciales pacientes en la región, dirigido al sector privado.

Brasil ha sido uno de los países interesados en la exploración de oportunidades por parte de Singapur, en sectores tales como data analytics, la  tecnología de las finanzas (fintech), el comercio electrónico y la educación al tiempo que fue reconocida tanto la posicion líder del país sudamericano del eje de innovación en América Latina, como las capacidades de las compañías singapurenses en el área de la tecnología, de modo que coicidieron en el potencial de este sector además de la invitación a las compañías brasileras a establecer sus operaciones en Singapur como puente para ampliar las oportunidades en la región del Sudeste de Asia, además de otros intereses conjuntos en los temas de propiedad intelectual e innovación, investigaciones, ciencia y tecnología. (Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, 2018).

Las FinTech pudieran brindar una plataforma para ampliar y desarrollar  la vitalidad general en los intercambios, con la limitante que resulta de la heterogeneidad de los problemas estructurales sistémicos de ALC; intereses y prioridades de los diversos actores; el  nivel de preparación del capital humano; los recursos económicos y potencial tecnológico dispar de las economías, las brechas en la integralidad del desarrollo que lastran el establecimiento de un nuevo orden  socialmente inclusivo y sostenible, así como un posicionamiento coherente en la región y en el mundo.

Conclusiones

El relacionamiento de Asia con ALC ha sido creciente después de la segunda mitad del siglo XX. Varios actores asiáticos se han destacado en los vínculos con esta región como Japón, China, India, Corea del Sur, sin embargo, poco se hace referencias a naciones del Sudeste Asiático y particularmente a Singapur.

Los fundamentos principales que determinaron la proyección geoestratégica de Singapur hacia ALC han sido en primer lugar, los indicadores económico-tecnológicos, diversificación de mercados, los indicadores y dinámicas del posicionamiento económico-comercial, financiero, tecnológico en Asia e internacionalmente.

Pueden identificarse como los principales indicadores de posicionamiento de Singapur en ALC los flujos económico-comerciales que si bien han tenido ligeros aumentos, estos siguen por debajo de otros países asiáticos con fuerte presencia en la región. Además, se encuentran dentro de las cuestiones financieras las IED, afines con el sector tecnológico y de innovación el cual deviene en la mayor ventaja absoluta en su interacción con esta parte del mundo.

La gradación de los vínculos varía por subregiones, con tendencia al refuerzo de la interacción con América del Sur, sin desconocer el resto, pero con evidente menor dinámica económica y con énfasis multilateral con el Caribe, ponderado en temas de cambio climático, objetivos de desarrollo sostenible y formación de recursos humanos. Aún así la prioridad son los países latinoamericanos con costas al Pacífico.

Singapur deviene como ente activo y articulador de consensos y asociaciones en función de alcanzar intereses prioritarios de su política exterior. Ello le permite convertirse en facilitador y puente entre diferentes actores internacionales incluyendo Estados, organismos internacionales y grupos de influencia, en la diversidad de escenarios existentes en ALC, donde se abordan dinámicas e implementan acciones que han definido y permitido evaluar su proyección geoestratégica.

Las Fintech dentro de la variable tecnológica, constituyen el principal fundamento de la proyección hacia la región, incluyendo las oportunidades existentes en el entorno diverso de las relaciones y procesos económicos en general.

 

* Instituto Superior de Relaciones Internacionales, Cuba.

** Jefe del Equipo de Asia y Oceanía del Centro de Investigaciones de Política Internacional, Cuba. Miembro de SAEEG.

 

Referencias bibliográficas

Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques. Características y funcionamiento del Parlamento de Singapur en el marco de la visita de su Presidenta, Halimah Yacob, al Senado de la República. p.11. 2017. <  http://Centrogilbertobosques.senado.gob.mx/>. [Consultado: 2 de febrero de 2020].

CIEI, Colectivo de autores. Centro de Investigación de la Economía Internacional. 2012. Contenido e importancia de la Economía Internacional. Tomo 1, cap. 1. Editorial Félix Varela. p.11

CEPAL. La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe Asia Pacífico. 2018. ISBN:   978-92- 1 -057537-9.   p. 19.

CEPAL. Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe, 2020 (LC/PUB.2020/21-P), Naciones Unidas, 2021. p.120. ISBN: 978-92-1-004751-7.

CEPAL; Banco de Desarrollo de América Latina, CAF y la ALADI. IV Seminario Académico del Observatorio América Latina Asia Pacífico. Montevideo, Uruguay. p. 6. 2019. <www.observatorioasiapacifico.org>. [Consultado: 12 de enero 2020].

Crimson Logic. Sharing our experience in implementing Port Community System. Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú. 2019. <www.apn.gob.pe>. [Consultado: 20 de abril de 2021].

Cubaminrex. Memoria Anual MINREX. p. 338. 2016. <www.cubaminrex.gob.cu>. [Consultado: 10 de septiembre de 2018].

Empresa Internacional de Singapur. Entrepreneurship in emerging economies. The creation and development of new firms in Latin America and East Asia. 2019. <https://www.enterprisesg.gov.sg/blog/where-to-begin-in-latin-america.pdf>. [Consultado: 11-de diciembre 2019].

Enterprises Singapur. Where to begin in Latin America? 2021. <https://www.enterprisesg.gov.sg/blog/where-to-begin-in-latin-america>. [Consultado: 12-de enero de 2021].

Granguillhome Morfín, Rogelio y Rubinstein Derzavich, Miriam.  México y la ANSEA: en busca de una relación estratégica. Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 108, septiembre-diciembre de 2016,  págs. 175-193,  ISSN 0185-6022.

James Heredia, Jourdy; Cobarrubia Gómez, Faustino; Pérez García, José Ángel; Quirós Santos, Jonathan; Bullón Méndez, Mariano. Retos de la integración en América Latina y el Caribe desde la perspectiva de la nueva administración estadounidense. Centro de Investigación de la Economía Mundial (CIEM). La Habana. p.1. 2020.

Lavalleja, Martin. Panorama de las FinTech. Principales desafíos y oportunidades para Uruguay Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL. Estudios y Perspectivas. Serie 48. Montevideo, Uruguay. ISBN: 1727- 8694. p. 120. 2020. <www.cepal.org/es/publications>. [Consultado: 2 de febrero de 2021].

Ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur, MFA. 50 Años de Política Exterior de Singapur en apoyo a la Agenda 2030. MFA. p.112. 2015.

Ministerio de Comercio e Industria de Singapur. MTI downgrades 2020 GDP growth forecast to ‘’-0.5 to 1.5 per cent’’. 2020. <https://www.singstat.gov.sg/-/media/files/news/gdp4q2019.pdf>. Recuperado el 24 de marzo de 2021.

MTI Singapur. Singapore and the Pacific Alliances Substantially conclude negotiations for the FTA. Press Release. 2020. <https://www.mti.gov.sg/SINGAPORE-MERCOSUR>. [Consultado: 3 de enero de 2021].

Ramoneda, Ezequiel. Instituto de Relaciones Internacionales, IRI (2019). Opiniones en el IRI 25-26. Universidad Nacional de la Plata. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. págs 1-5. 2018. <www.iri.edu.ar>. [Consultado: 4 de enero de 2021].

Rovira, Sebastián. Hacia un mercado digital regional en América Latina. Cuarto Seminario Académico América Latina y Asia, entre la revolución digital y una globalización cuestionada. ALADI, CAF, CEPAL. Montevideo, 2019. p. 24.

Singapur Comercio Exterior. Commodity, Singapore´s foreign trade. 2020. <https://commodity.com/singapore/>. [Consultado: 20 de febrero de 2021].

Zaini, Othman y Mohad Mahadee, Ismail. ASEAN-Latin America Bilateral Relations: Symbiosis or Antagonist? En World Applied Sciences Journal 34 (6). p. 832-838. ISSN 1818-4952 © IDOSI Publications 2016. DOI: 10.5829/idosi.wasj.2016.34.6.15673.

Bibliografía consultada

Empresa Internacional de Singapur. Entrepreneurship in emerging economies. The creation and development of new firms in Latin America and East Asia. Disponible en: https://www.enterprisesg.gov.sg/blog/where-to-begin-in-latin-america.pdf. Recuperado el 11 de diciembre 2019.

OMC. Flujos comerciales. 2019. <http://www.oms.org/Countryprofile/en/country/SGP/year/2018/Trade flow/EXP/IMP/Partner/by-region>. [Consultado: 23 de marzo 2021].

World Bank. Datos de Exportación e Importación de Singapur con países de América Latina y Caribe. 2019. <https://Wits.worldbank.org/CountryProfile/en/Country/SGP/Year/2018/Trade Flow/EXP/IMP/Partner/by-region#>.  [Consultado: 12 de febrero de 2021].

Wyman Oliver. Fintech América Latina Crecimiento y Consolidación. 2018. <http://www.oliverwyman.com/>. [Consultado: 4 de enero 2021].

 

Citas y notas

[1] Singapur tiene la economía más avanzada del Sudeste Asiático y la estructura económica y política más estable del área. Es considerado el cuarto centro financiero del mundo.

[2] Los embajadores no residentes son cinco y están acreditados por países en: Argentina, Chile, (Cuba y Panamá son atendidos por el mismo embajador desde Singapur), México y Perú.

[3] El número de embajadas por países del Sudeste de Asia son: Malasia 7 (Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú, Venezuela); Indonesia 12 (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Mexico, Panamá,  Perú, Suriname, y Venezuela); Tailandia 5 (Argentina, Brasil, Chile, México y Perú); Filipinas 4 (Argentina, Brasil, Chile, México)  y Vietnam 7 (Argentina, Brasil, Chile, Panamá, Cuba, México,Venezuela).

[4] Oliver Wyman, consultora estratégica de gestión a nivel global con experiencia especializada en estrategia, operaciones, gestión de riesgos, transformación organizativa y desarrollo del liderazgo. http://www.oliverwyman.com/

[5] Los sandboxes regulatorios ofrecen a las instituciones fi­nancieras y compañías no financieras espacios controlados donde pueden testear soluciones Fintech innovadoras con el apoyo de una autoridad durante un periodo limitado de tiempo, permitiendo validar y testear su modelo de negocio en un entorno seguro.

[6] Benedict Koh, Director Regional para América Latina y Caribe de Enterprise Singapore.

[7] Big Data Analítica: Herramienta empleada para medir patrones y tendencias en los datos. cantidades voluminosas de datos estructurados o no es­tructurados que las organizaciones pueden minar y analizar para obtener beneficios empresariales.

[8] Business to Consumer: Transacciones realizadas directamente entre la compañía y los consumidores, los usuarios finales de sus productos o servicios.

[9] B2B2C Business to Business to Consumer: Modelo de comercio electrónico que combina el Busi­ness-to-Business con el Business-to-Consumer, dando lugar a un intercambio o transacción completa. Es un modelo de comercio electrónico que genera un servicio de intercambio simbiótico y una pasarela de entrega de productos.

©2021-saeeg®

 

EL EJERCICIO DE LA SOBERANÍA PACÍFICA EN EL ATLÁNTICO SUR Y MALVINAS

César Augusto Lerena*

El presidente Alberto Fernández, entonces jefe de Gabinete durante la presidencia de Néstor Kirchner, expresó a la Nación (13/06/2003) que el gobierno tenía como objetivo recuperar las Malvinas. Siete años después en su mensaje en el Congreso de la Nación del 01/03/2020 mostró igual su interés al respecto. A un año y medio de su asunción, por la forma y en los tiempos que el Coordinador del Consejo de Malvinas Daniel Filmus lleva la cuestión, no parece que esto vaya a ocurrir durante su mandato. Aun así, como modesto observador, le prestaría mucha atención a lo que no hacen y a lo que podrían hacer excepcionalmente el trio integrado por el profesor universitario Marcelo Kohen, el embajador en Londres Javier Figueroa y el referido Coordinador. ¿Y los consejeros que son los que tienen que proponer al Presidente la Política de Estado? En lugar de empezar a reunirse a diseñar las estrategias y tácticas destinadas a recuperar Malvinas, parecen haberse quedado atados a los eventuales llamados de un Coordinador que no coordina.

Seguramente a instancias de la Secretaría de Malvinas de la Cancillería y de Pesca del Ministerio de Agricultura, el presidente anunció que enviaría tres proyectos de leyes, que luego serían sancionadas, aunque como veremos resultan absolutamente inofensivas. La primera ley (27.558), de “creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a Malvinas”, Cuerpo se supone, debía proponer la Política de Estado en esta materia y, que hasta la fecha se ha reunido un par de veces vía Zoom, evidentemente, nada importante o confidencial, por el sistema absolutamente vulnerable utilizado y, por suerte, porque varios de los miembros (Marcelo Kohen; Martín Balza; Susana Ruiz Cerutti) designados en el Consejo —por sus antecedentes— no parece que fueran a preocuparse por recuperar la soberanía de Malvinas (ver César Lerena “La Estrategia del Consejo Nacional de MalvinasParte I (09/02/21), Parte II (15/02/2021), Parte III (19/02/21), Parte IV (27/02/2021)  y Final (06/03/2021). En este punto, sería de esperar alguna movida de los Veteranos de Malvinas y, de algún otro miembro que, entiendo, no querrán quedar pegados ante esta falta de acción.
La segunda ley (27.557) “de demarcación del límite exterior de la plataforma continental argentina” es cartón pintado. Las Naciones Unidas no reconoció nada y una Comisión de Límites solo “recomendó” 351.633 km2 (28/03/2016 y el 17/03/2017) del total de 1.782.000 km2 reivindicadas por Argentina y, ni siquiera trató 1.430.367 km2 por entender que se encuentran en disputa con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (en adelante el Reino Unido). En lugar de hacer mapas deberíamos ocuparnos, ya que en 1982 teníamos ocupados 11.410 km2 y tres millas alrededor de las islas y hoy tenemos 1.639.900 km2 del mar argentino y su plataforma invadida; gran parte de la plataforma continental más allá de las 200 millas en disputa, al igual que la Antártida Argentina.       
La tercera ley (27.564), de aumento de sanciones, resulta absolutamente inocua. Desde su sanción a la fecha no se ha colocado ninguna multa a buque extranjero en la Zona Económica Exclusiva (en adelante ZEE) Argentina. Por otra parte, no se ha sancionado a ninguno de los buques españoles, coreanos, taiwaneses o británicos que pescan en Malvinas; alguno de los cuales podría estar violando no solo la ley 24.922 sino también la 26.386 que impide a los buques radicados en el continente argentino pescar en Malvinas. De Malvinas —año tras año— se extraen 250.000 toneladas de pescados por valor de mil millones de dólares. Tampoco se ha hecho nada respecto a los buques que en alta mar pescan los recursos migratorios originarios de la ZEE Argentina, que depredan el ecosistema perjudicando económica, social y laboralmente a nuestro país. 

¿Qué se supone que debería hacer la Argentina?

En primer lugar, tomar las medidas necesarias para que las Resoluciones de las Naciones Unidas no sean modificadas por el Reino Unido y mucho menos por la Argentina.

Mantener incólume el alegato del Embajador José María Ruda de «persuadir a la comunidad internacional de que las mencionadas Islas son parte integrante del territorio argentino y que el deber jurídico y moral de Gran Bretaña es devolverlas a su verdadero dueño, afirmándose así el principio de la soberanía y de la integridad territorial de los Estados…» y, del mismo modo, las cinco resoluciones concatenadas de las Naciones Unidas que han fortalecido y fortalecen la posición soberana argentina respecto a Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur (en adelante Malvinas): la Res. 1514 (XV) del 14/12/1960; la Res. 2065 (XX) del 16/12/1965; la Res. la 3160 (XXVIII) de 14/12/1973; la Res. 31/49 del 01/12/1976 y la Res. 41/11 del 27/10/1986, sobre las que no habría que innovar ya que cualquier intento de esta naturaleza podría debilitar la favorable posición actual de argentina, dándole al Reino Unido el mejor escenario para replantear la cuestión de “la autodeterminación”; posición sepultada tras el reconocimiento de los “intereses” y no “deseos” a los isleños que, en todo caso, debería tratarse de un derecho de los argentinos y, también, en el muy importante argumento —a los múltiples agregados por Argentina— de que las Resoluciones de las Naciones Unidas referidas a la Cuestión Malvinas omiten toda referencia a la “autodeterminación de los isleños” ya que en todos los casos, limita las negociaciones a la Argentina y al Reino Unido y en ningún caso a los isleños, entendiendo, obviamente, que estos son parte de la corona británica.

Además de ello, las distintas resoluciones refieren a la “integralidad territorial”, sobre lo que nada nuevo se podría agregar a lo ya sostenido por Ruda —reiterado por Argentina durante todos estos años— confirmado por el ilegal referéndum efectuado en las islas, donde los isleños implantados por el Reino Unido, mayoritariamente británicos, desean seguir perteneciendo a la corona, desmitificando el inconsistente argumento de la autodeterminación e independencia.

Toda idea destinada a ratificar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas de las Resoluciones citadas respecto a la posición argentina o recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) debiera ser descartada de plano, ya que podría debilitar o revertir la posición altamente favorable de Argentina que las referidas resoluciones le otorgan a nuestro país. Por el contrario, habría que hacer pie en estas resoluciones para llevar adelante nuevas políticas activas en el Atlántico Sur y Malvinas, algunas de las cuales se enuncian en este trabajo, aunque previamente y, de modo general, se sintetizan las referidas resoluciones de las Naciones Unidas.

En la Res. 1514 (XV) la Asamblea General «convencida de que todos los pueblos tienen un derecho (…) al ejercicio de su soberanía y a la integridad de su territorio nacional», declaró —entre otras cosas— que: «1. La sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas (…) deberá respetarse la integridad de su territorio nacional. 6. Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas (NdA: de aplicación al territorio y no a la población). 7. Los Estados no deberán (…) intervenir en los asuntos internos de los demás Estados y respetar los derechos soberanos de todos los pueblos y de su integridad territorial».

La Res. 2065 (XX), que confirmó «la existencia de una disputa entre los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido acerca de la soberanía sobre dichas Islas, dejando en claro la disputa territorial negada sistemáticamente por el Reino Unido e, invitando a ambos gobiernos (no a los isleños, cuestión relevante que da por tierra con los insostenibles argumentos de la autodeterminación) a «proseguir sin demora las negociaciones (…) teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la resolución 1514 (XV)…»; Resolución, que fuera adoptada por una gran mayoría de votos, sin ningún voto en contra, incluso del Reino Unido que debió abstenerse, consagrándose un triunfo diplomático argentino que difícilmente pueda mejorarse, porque está atado al rechazo sistemático a reunirse de parte del Reino Unido durante los últimos 56 años y al conjunto de resoluciones de las Naciones Unidas que aquí se detallan.

La Res. 3160 (XXVIII), que señala que la Res. 2065 (XX) indica que «la manera de poner fin a esta situación colonial es la solución pacífica del conflicto de soberanía entre los Gobiernos de la Argentina y el Reino Unido con respecto a dichas Islas y, expresando su reconocimiento por los continuos esfuerzos realizados por el Gobierno de la Argentina…».

La Res. ONU 31/49 que se relaciona con las resoluciones precedentemente citadas y refiere «1. En particular, las conclusiones y recomendaciones del Comité Especial relativas a dicho Territorio (…) 2. Expresa su reconocimiento por los continuos esfuerzos realizados por el Gobierno de la Argentina (…) 3. Pide a los gobiernos que aceleren las negociaciones relativas a la disputa sobre soberanía (…) 4. Insta a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso recomendado en las resoluciones arriba mencionadas». Cuestión esta última que el Reino Unido ha violado en forma continua y creciente, desde 1982 a la fecha, ocupando mayores territorios insulares y marinos de Argentina y explotando los recursos naturales pesqueros, agropecuarios e hidrocarburíferos.

La Res. 41/11 donde la Asamblea General que a instancias de Brasil declara la “Zona de paz y cooperación del Atlántico Sur” (ZPCAS) con el apoyo de todos los Estados ribereños de África Occidental y América Oriental con Mar Territorial y Z.E.E. en el Atlántico Sur (sin participación alguna del Reino Unido, dejando de manifiesto su situación irregular en el mar argentino), consciente la Asamblea de «la determinación de los pueblos de los Estados de la región del Atlántico Sur de preservar su independencia, soberanía e integridad territorial…»; convencida de «la necesidad de mantener la región libre de medidas de militarización (…) la presencia de bases militares extranjeras y, sobre todo, de armas nucleares», exhortando entre otras cosas a «3. (…) la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en dicha región, la no introducción de armas nucleares o de otras armas de destrucción masiva y la no extensión a la región de rivalidades y conflictos que le sean ajenos; 4. (…) respeten la unidad nacional, la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de todos los Estados de la región, se abstengan de la amenaza o la utilización de la fuerza (…) así como el principio de que es inadmisible la adquisición de territorios por la fuerza». Todas cuestiones que constituyen un llamado de atención y un mensaje a la presencia del Reino Unido ocupando los territorios insulares y marítimos de Argentina en el Atlántico Sur, ya que como nos refieren Juan J. Castelli y Fabian Aouad ello, queda ratificado cuando el Reino Unido le informa al Secretario General de las Naciones Unidas (el 03/07/1997 doc. A/52/462 del 14/10/1997), que «celebra los objetivos de la resolución 51/19 de la Asamblea General de promover la paz y la cooperación en el Atlántico Sur y desea señalar (…) la evolución de las relaciones anglo-argentinas, que ha contribuido a reducir la tensión en el Atlántico Sudoccidental. Prosigue la cooperación en el marco de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur (…) y en la Comisión sobre Hidrocarburos del Atlántico Sudoccidental en la cual, en particular, se están desarrollando las disposiciones relativas a la explotación conjunta de los hidrocarburos en la zona especial de cooperación establecida por el Reino Unido y la Argentina en la Declaración Conjunta de 27/09/1995». Los británicos, no dejan pasar una oportunidad para dejar huellas en las cuales ratifican su carácter de ocupante (ilegal) y administrador provisorio (forzoso) y los gobiernos argentinos demuestran a cada paso sus errores diplomáticos.

Es evidente que esta Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS) resulta un ámbito extraordinario para mejorar las políticas argentinas destinadas a profundizar la soberanía en el Atlántico Sur, mediante una relación más activa y estrecha con el resto de los Estados ribereños, procurando una acción común que desaliente la presencia extranjera en estos mares (César Lerena “Atlántico Sur. Una Zona de Paz y Cooperación en conflicto”, 04.11.2020) y, si bien hasta el momento esta Zona no ha tenido el impulso y el poder suficiente, por razones de dominio obvias e ineptitud de los sucesivos gobiernos, declaraciones como las obtenidas en la VII Reunión Ministerial realizada el 15-16/01/2013 en Montevideo deberían mutar en hechos concretos en favor de un mayor control argentino, suramericano y africano del área.

En el complejo escenario en el que se encuentra la Argentina, con las islas y el 52% de su territorio marítimo ocupado por el Reino Unido, sin una estrategia diplomática acorde a la pérdida de soberanía que ello implica, la cuestión, no pasa por buscar nuevos fundamentos jurídicos, históricos o geográficos u obtener nuevos apoyos o declaraciones (que habrá que seguir gestionando año tras año), sino aplicar nuevas herramientas destinadas a debilitar la posición británica en el área de Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur, la Antártida y el Atlántico Sur. Para ello debería considerarse a este último, no como una ribera del continente sino como parte integrante del mismo y, como su primera barrera de defensa y, ello supone tomar algunas medidas que permitan regular, tener bajo control y explotar los espacios aéreos y marítimos argentinos, la plataforma continental, los archipiélagos y las cuestiones pertinentes de la Antártida Argentina. Para ello, se indican algunas cuestiones a tener en cuenta:

1) La Organización Nacional

a) La Creación del Ministerio del Mar

Crear el Ministerio del Mar (del Atlántico Sur, Islas y Antártida Argentina), que entienda sobre toda práctica de extracción, explotación o investigación de los recursos naturales vivos o no vivos en el Atlántico Sudoccidental y la Antártida y aquellos que estén vinculados a éstos territorios, directa o indirectamente con la Plataforma Continental Argentina, la ZEE o la Alta Mar cuando se traten de recursos migratorios y/o asociados y/o que intervengan en la cadena trófica de los recursos vivos de dominio de la Argentina y que, tenga este Ministerio, como primera misión y función, la de promover la legislación aplicable para revalorizar y demostrar la vocación soberana de ocupar, explotar en forma sostenible y cuidar ambientalmente estos espacios argentinos. Francia que tiene una ZEE Continental equivalente al 10% de la Argentina y tiene un Ministerio de este tipo.

b) La regulación de los espacios marítimos

Efectuar las reformas profundas indispensables, modificar o reglamentar algunas leyes argentinas, tales como la de Defensa Nacional (Ley Nº 23.554 y afines); Código Aeronáutico (Ley Nº 17.285 y mod., Nº 23.399); Seguridad Interior (Ley Nº 24.059 y mod.); Espacios marítimos y líneas de base (Ley Nº 23.968); CONVEMAR (Ley Nº 24.543); Pesca (Leyes Nº 24.922 y Nº 26386); Hidrocarburos (Leyes Nros. 17.319, 26.197, 26.659, 27.007 y 27.444); Puertos (Ley Nº 24.093 y provinciales del litoral marítimo); Navegación (Leyes Nros. 20.094, 2.637, 17.371, 21.763, 22.228, 26.354, 26.994, 27.077 y 27.419); Ley de Marina Mercante y Flota Fluvial (Ley Nº 27.419, Art. 10º y 13º); Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo (Ley Nº 20.645); Ambiente (Ley Nº 25.675); Ministerios (Ley Nº 22.520 y mod.) y, toda Ley aplicable al Atlántico Sudoccidental para ajustarla al objeto.

c) La administración del Río Paraná, el Río de la Plata y los puertos

La Argentina debe administrar en forma directa el Río Paraná, donde el dragado, el balizamiento y el mantenimiento son solo herramientas. La Administración supone ayudar a potenciar la región del litoral y las provincias que hacen tráfico fluvial y generar —entre otras cosas— las condiciones adecuadas para reducir los fletes y optimizar el comercio regional, nacional e internacional. Ello incluye la prolongación y profundización del Canal de Magdalena para constituir un eje de autonomía soberana del transporte y comercio nacional entre el Río Paraná, el Río de la Plata, el Atlántico Sur y el Estrecho de Magallanes y los pasos al Pacífico. El día 20 de noviembre se instituyó como el día de la Soberanía Nacional debido a la Batalla de la Vuelta de Obligado, combate, que queda totalmente desdibujado frente a la realidad actual de la explotación de los efluentes troncales fluviales y su comercio, donde empresas extranjeras administran puertos y flotas de banderas extranjeras transportan la carga nacional. Por otra parte, la explotación del Río Paraná, su dragado, mantenimiento y control de las empresas transportadoras está concesionado (privatizado) a empresas extranjeras, a quienes se les otorgó de facto el “poder de policía” con el cobro actualizado en dólares de un peaje relacionado al volumen transportado; con cuya recaudación, la Argentina estaría en condiciones de realizar el dragado en forma directa con dragas nacionales ya disponibles y la eventual construcción de nuevas en astilleros nacionales.

La Argentina debe reformular la política portuaria nacional y su emplazamiento estratégico. Sus puertos, al igual que los canales que fueran necesarios deben estar aptos para realizar las operaciones de buques de gran porte y portacontenedores, de modo de asegurar el traslado marítimo y fluvial de mercaderías en todo el litoral patagónico y bonaerense y el río Paraná y de la Plata.

d) La Reforma de la Ley de Pesca y del Código Penal

Llevar adelante políticas activas en el Atlántico Sudoccidental, declarando a este espacio de interés ambiental, social y de desarrollo económico de la Argentina y Suramérica. Establecer la “Unidad Económica Pesquera” y mejorar la distribución de los recursos; incrementar el valor agregado de los productos; fomentar el consumo interno; eliminar los descartes y aprovecharlos para la generación de proteínas destinadas a la alimentación social, mayor industrialización y empleo; promover y subsidiar la captura nacional en alta mar y buscar acuerdos para la pesca en ésta; dificultar la captura en el área de Malvinas; federalizar la explotación de los recursos y radicar estratégicamente empresas en determinadas regiones del litoral marítimo, etc. Reformar el Art. 186º del Código Penal para combatir el tránsito y la navegación no inocente y la pesca ilegal. Decomisar los buques y las mercaderías.

2) Las Políticas de Estado respecto a Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur, la Antártida y los Espacios marítimos correspondientes

a) Cumplir en forma irrestricta con la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.

A las medidas indicadas precedentemente se agregan las siguientes, pero, en ningún caso las que pudieran tomarse pueden apartarse de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional y de las que pudieran resultar de la Constitución de la Provincia de Tierra del Fuego.

b) Modificar la Ley de Creación del Consejo Nacional de Asuntos relativos a Malvinas

Modificar la Ley 27.558 con el objeto de ampliar el número de miembros del Consejo, darle carácter ejecutivo y agregar expertos en diplomacia, estrategia, defensa, petróleo, pesca, comunicación y, otros.

c) La Pesca ilegal, la emergencia pesquera y las áreas marinas protegidas

Resulta indispensable poblar alta mar con más buques pesqueros argentinos. Poner toda la flota pesquera potera y congeladora a pescar en la alta mar. El plan pesquero debe priorizar la captura de la población de calamar que migra a Malvinas y al área adyacente a la ZEE Argentina y deben eliminarse todo tipo de impuestos y derechos (combustible, derechos de captura, derechos de exportación, etc.) a los buques nacionales que pesquen en la alta mar. Al mismo tiempo acordar y controlar todos los buques extranjeros que navegan y pescan ilegalmente en la alta mar los recursos migratorios originarios de la ZEE Argentina y dentro de ésta, en especial aquellos licenciados por el Reino Unido.

Declarar zona de emergencia pesquera y ambiental y Áreas Marinas Protegidas (AMP) dentro de las 200 millas alrededor de Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, entendiendo que la explotación en esa área afecta al ecosistema del Atlántico Sur, por cuanto la captura biológicamente sostenible no puede ser controlada ni determinada por la Autoridad de Aplicación Argentina a la par de cumplir con los compromisos argentinos en esta materia.

Penalizar a todos los buques extranjeros que pescan en Malvinas.

Promover internacionalmente una política de preeminencia en favor de los Estados Ribereños respecto a la explotación de los recursos migratorios originarios de la ZEE, tomando las acciones precautorias para evitar la depredación del Atlántico Sur por parte de los Estados de Bandera (buques extranjeros).

d) Reclamo de lucro cesante por la explotación de los recursos en Malvinas

Iniciar una demanda por lucro cesante contra las empresas pesqueras que pescaron en Malvinas entre 1976 a 2021 donde empresas españolas, británicas (o de las islas), coreanas, taiwanesas, chinas, etc. extrajeron anualmente 250.000 toneladas por un valor estimado en los mil millones de dólares; en decir que en estos últimos 45 años han extraído 11.250.000 toneladas por un valor estimado en los 11.250 millones de dólares.

e) Promover el Desarrollo Patagónico. La administración y desarrollo de Malvinas

Favorecer la radicación poblacional e industrial en la Patagonia. Dotar al puerto y a la base aérea de Rio Grande y Ushuaia de las mejores condiciones para operar toda la flota mercante, pesquera y militar y, otorgar cuotas de pesca a las empresas que instalen industrias procesadoras en la Isla de los Estados.

Prohibir en las Provincias del litoral marítimo la instalación de aeropuertos privados con capacidad para operar aviones de gran tamaño o militares y, desactivar los existentes.

El gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego debería dictar los códigos de administración urbana y rurales de las islas, en consonancia con los vigentes, independiente de su ocupación británica, de modo de poner de manifiesto la legitimidad argentina sobre Malvinas. Al mismo tiempo modificar la toponimia en los archipiélagos.

Por su parte, el gobierno nacional debería elaborar un proyecto de desarrollo portuario, vial, industrial, agropecuario, social, turístico y ambiental de Malvinas e incorporarlo al presupuesto nacional, de modo, de resaltar ante la comunidad internacional y los habitantes de las islas, la voluntad argentina, que habrá de trabajar para el desarrollo sostenido de Malvinas al momento de extinguirse la invasión británica en el territorio argentino, asegurándoles a los isleños y a quienes habiten este territorio nacional en el futuro los recursos necesarios para garantizarles el bienestar y el resguardo de los modos de vida.

3) La Defensa Nacional, flota mercante e industria naval

Ejecutar la Ley de Marina Mercante y Fluvial (Nº 27.419) para asegurar que todo el flete en el mar y los ríos se realice mediante buques argentinos y la Ley de Promoción de la Industria Naval Pesquera (Ley 27.418) para garantizar la construcción nacional.

Equipar a la Armada Nacional, la Fuerza Aérea Argentina y a la Prefectura Naval y dotar a estas armas militares y de seguridad de los medios necesarios para patrullar en forma permanente los espacios marítimos y aéreos y, mantener activo un sistema satelital que permita en tiempo real, conocer que pasa en los mares y espacios aéreos argentinos del Atlántico Sudoccidental, los Archipiélagos y la Antártida.

Fortalecer la presencia naval y aérea en el litoral patagónico y en especial Tierra del Fuego.

4) La Política de Acuerdos respecto a Malvinas y el Atlántico Sur

a) Fortalecer la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS)

Promover la relación con todos los Estados ribereños de África Occidental y América Oriental con Z.E.E. en el Atlántico Sur con el objeto de contribuir a la preservación de la independencia, soberanía e integridad territorial y desarrollar relaciones en condiciones de paz y cooperación económica.

b) Desechar los Acuerdos vinculados a Malvinas o al Atlántico Sudoccidental con incidencia en los archipiélagos argentinos y espacios marinos correspondientes ocupados por el Reino Unido

Desechar los Acuerdos Madrid, el Acuerdo de Nueva York, el Convenio del Atún y las negativas Organizaciones regionales de Ordenamiento Pesquero (OROP) que regionalizarían el Atlántico Sur con claros beneficios para los Estados de Bandera (buques extranjeros) y la consolidación del Reino Unido en Malvinas; el Pacto de Foradori-Duncan, cuyos efectos prácticos deberían ser la anulación de la Comisión Conjunta de Pesca del Atlántico Sur; la Comisión sobre Hidrocarburos del Atlántico Sudoccidental; los vuelos a Santiago de Chile y San Pablo desde Malvinas y viceversa y, el establecimiento de una fecha de vencimiento para el tratamiento de la soberanía de Malvinas, entre otras cuestiones, con fundamento en que en todos estos años no han sido ratificados por el Congreso Nacional estos Acuerdos y ser contrarios a los intereses nacionales, en especial por la violación del Reino Unido a la Res. 31/49 de las Naciones Unidas, quien ha invadido en forma creciente nuestros territorios insulares y marítimos y ha explotado los recursos nacionales.

c) La implementación de un Protocolo Adicional del MERCOSUR

Firmar un Protocolo Adicional “Mercado Común Pesquero del Sur (MERCOPES) del MERCOSUR para fortalecer la presencia suramericana en el Atlántico Sur en contraposición a la ocupación del Reino Unido y la extranjerización del Atlántico Sur.

d) La instrumentación del Acuerdo entre el MERCOSUR y la Unión Europea y las certificaciones

En línea con este pre-acuerdo y en función de las nuevas condiciones relativas al Brexit, acordar con la Unión Europea para que todos los productos originarios del Atlántico Sudoccidental (Área FAO 41 y 48) o migratorios o asociados a ésta deban encontrarse certificados por los organismos oficiales de la Argentina, Uruguay o Brasil según corresponda, para su ingreso a la Unión Europea, de modo de reducir la pesca y el comercio ilegal por parte de los Estados de Bandera, inclusive el Reino Unido.

e) La Política Rioplatense

Trabajar para llegar a una política común rioplatense con los acuerdos económicos adecuados con Uruguay para que, en forma inmediata, este país suspenda todo el apoyo logístico que le presta a los buques extranjeros que operan sin permiso en alta mar y Malvinas y, al mismo tiempo, realizar las negociaciones necesarias para facilitar las operaciones de los grandes buques, el comercio, el control aduanero, la reducción de costos, el resguardo del acceso al Río de la Plata y el transporte en el área norte del Atlántico Sudoccidental.

f) Ejecutar el Tratado de Paz y Amistad con Chile

Profundizar las relaciones culturales, comerciales y turísticas con Chile de modo de fortalecer los vínculos con este país. En este sentido, es necesario mejorar la vinculación de Chile respecto a la Antártida; el transporte, la seguridad y en los corredores bioceánicos; acuerdos de libre comercio y coordinar un plan turístico binacional de modo de promover la explotación de ambos mares y sus archipiélagos australes.

g) Promover el interés de Suramérica del Continente Antártico

En atención al Tratado Antártico y, sin menoscabo a los derechos de soberanía territorial, que se dejan en claro en el art. IV inc. 1 y 2 de éste y teniendo en cuenta las superposiciones territoriales reclamadas, el gobierno argentino debería invitar a todos los países de Suramérica a adherir al Tratado, de acuerdo con lo previsto en el art. XIII inciso 1 para acordar con ellos la transformación del Continente Antártico en la “Reserva Ambiental, Científica, Acuífera y Alimentaria de Suramérica” y convenir con estos países, en el marco de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CRVMA) la explotación de los peces, crustáceos y moluscos al sur de la latitud 60ºS.

Nada está hecho, mientras quede algo por hacer (Romain Rolland)

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad. En prensa: “Argentina. La Casa Común. La Encíclica Laudato Si’ El Cuidado de la Casa Común. Comentada”.

©2021-saeeg®

 

EL CONO SUR ANTE SU POSTERGADA INTEGRACIÓN. COMPETENCIA, IDEOLOGÍA Y OTROS OBSTÁCULOS.

Marcelo Javier de los Reyes*

El presente artículo procura repensar la postergada y real integración del Cono Sur en momentos en que la incertidumbre global nos ensombrece. Para ello retomo dos antiguos artículos con la intención de establecer un debate sobre una cuestión que considero de vital importancia en que ciertas estructuras están crujiendo a partir de la competencia entre Estados Unidos y China, las diferencias entre Estados Unidos y la Unión Europea —por ejemplo respecto de la OTAN y de las políticas de defensa—, el Brexit —la salida del Reino Unido seguramente fortalecerá el “atlantismo” con los Estados Unidos, nada nuevo— o la búsqueda de un camino propio por parte de los europeos luego de décadas de haber sido llevados de las narices por la gran potencia del norte.

En este marco, insisto en la imperiosa necesidad de que nuestra región retome las posibilidades de una integración sin intromisiones geopolíticas o ideológicas de países extra regionales, varios de los cuales son los responsables de nuestras diferencias.

En principio, deseo rescatar un artículo de Leonel Itaussu Almeida Mello, cuyo uno de sus méritos es haber examinado la literatura disponible respecto de la relación entre Argentina y Brasil y demuestra que antes del Tratado de Integración de 1986 hubo intelectuales que se abocaron a esa cuestión[1]. El autor menciona el ensayo del historiador Caio Prado Jr., pero habría numerosos investigadores que la abordaron, como por ejemplo Oscar Camilión[2] [3] y el célebre libro “Argentina y Brasil en la integración continental” de Liborio Justo[4] (1902-2003), el que —en 1936— le gritó “¡Muera el imperialismo yanki!” al primer presidente estadounidense en ejercicio que visitaba la Argentina, Franklin D. Roosevelt, en momento en que iba a iniciar su discurso ante el Congreso de la Nación. Al lado de Roosevelt, estaba el presidente de la Argentina, el general Agustín P. Justo, el padre de Liborio.

El 1º de diciembre de 1936 el presidente Franklin Delano Roosevelt brindó su discurso en el Congreso Nacional.

La relación entre Argentina y Brasil fue central en varios trabajos que abordaron la cuestión de las represas, motivo de tensión en momentos en que ambos países eran gobernados por los militares, y el desarrollo nuclear. Con referencia a este último tema puede mencionarse Oliveiros S. Ferreira, quien publicó un artículo en O Estado de São Paulo[5], tema que también fue tratado por el general Juan Enrique Guglialmelli[6].

La idea relevante cuando se analiza en paralelo el desarrollo económico de ambos países, que está muy bien sintetizada por Leonel Itaussu Almeida Mello, es observar cómo la Argentina, cuya economía era el doble de la brasilera en 1930, fue cediendo el paso rápidamente hasta que medio siglo después la economía de Brasil se tornaba el cuádruple de la Argentina. Inmediatamente aclara que “actualmente la diferencia se redujo a poco menos de dos tercios”.

El proceso de integración a partir de 1986 y que derivó en el Mercorsur, ha sido un paso enorme pero incompleto. En este sentido rescato la parte final del artículo, cuando se refiere a la visión del general Juan Domingo Perón acerca de que “antes del tercer milenio nos encontraría unidos o dominados”, pero debe recordarse que en 1951 expresó el famoso “ABC”: “la Argentina sola, no tiene unidad económica. Brasil solo, tampoco. Chile solo, tampoco la tiene. Pero estos tres países unidos conforman quizá la unidad económica más extraordinaria del mundo entero”. El autor también menciona al general Guglialmelli, quien consideraba que “el Cono Sur debería ser el punto de partida para la ulterior unidad latinoamericana y un núcleo de poder regional frente a los grandes centros de poder mundial”. Ésta, aún, es una tarea pendiente y por la que se debe poner todo el empeño.

El segundo artículo al que deseo referirme, es de John Child, de 1981, en el que considera acertadamente que América Latina, en la mayor parte del siglo XX, ha tenido un bajo nivel de conflictos y un gasto relativamente bajo en lo que se refiere a la compra de armas[7]. No obstante no acuerdo en que esa compra de armas tuviera más relación “con problemas internos como orgullos y rivalidades entre servicios” sino que existían conflictos entre los países de la región pero que, felizmente y salvo excepciones, no llegaron a convertirse en conflictos armados.

Con respecto a la tipología que presenta, es verdad que varios conflictos limítrofes han sido solucionados pero aún persisten varios, como el reclamo de la salida al mar por parte de Bolivia, el litigio entre Perú y Ecuador, y en el caso específico de la Argentina y Chile, parecería que por más que se hayan solucionado numerosas cuestiones limítrofes siempre surgirá un nuevo motivo de reclamo por parte de Chile, como el formulado a partir de la extensión del mar territorial argentino.

Dentro de esta tipología debo considerar —a pesar de los años del artículo de Child— que ha acertado al expresar que “en el presente y futuro las formas dominantes de conflictos serán ideológicas, por recursos, y por influencia”. En la actualidad el tema de la puja por los recursos tiene una gran vigencia pero también debe destacarse que la imposibilidad de un desarrollo armónico y consensuado de los países de la región se haya entrampado por disputas ideológicas. Un claro ejemplo de ello ha sido el fracaso de la UNASUR, una institución que logró un consenso con amplias posibilidades de expansión en diversos ámbitos pero que finalmente no pudo avanzar por las divisiones entre los dirigentes de los países, quienes privilegiaron la ideología por encima del desarrollo y el bienestar de las poblaciones de sus respectivos países.

La UNASUR fue gestada con esa falla de origen, la ideologización, y significó la pérdida de una gran oportunidad para la región, a la que tanto le cuesta encontrar consensos y un camino propio de crecimiento. El Cono Sur precisa estadistas, es decir, dirigentes con visión estratégica, que se propongan trabajar en forma conjunta más que posar para una foto … algo que escasea en las últimas décadas.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] Leonel Itaussu Almeida Mello. “Brasil y Argentina en perspectiva: competencia, distensión e integración”. En: Atilio A. Boron (Compilador), Teoría y filosofía política. La recuperación de los clásicos en el debate latinoamericano. Buenos Aires: CLACSO, marzo de 2002, 304 p. (ISBN 950-9231-73-8).

[2] Camilión, Oscar H. “As relações entre o brasil e Argentina no mundo atual”. En: Revista Brasileira de Política Internacional, Río de Janeiro, vol. 12, nº 45-46,  marzo-junio de 1969.

[3] Camilión, Oscar H. “Relaciones argentino-brasileñas”. En: Estrategia, Buenos Aires, vol. 4. Nº 21, marzo-abril de 1973.

[4] Justo, Liborio. Argentina y Brasil en la integración continental. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1983, 184 p.

[5] Ferreira, Oliveiros S. “Brasil e Argentina: a geopolítica e a bomba”. En: O Estado de São Paulo, 26/12/1976.

[6] Juan Enrique Guglialmelli. “¿Brasil fabrica la bomba?”. En: Estrategia, nº 70, p. 5-12.

[7] John Child. “Pensamiento geopolítico y cuatro conflictos en Sudamérica”.  Revista Ciencia Política, Pontificia Universidad Católica de Chile, vol. 3-N°12-1981, p. 71-104.

 

©2020-saeeg®