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HABLAR Y ESCRIBIR CON ARBITRARIEDAD

Francisco Carranza Romero*

Elio Antonio de Nebrija, autor de la Gramática castellana (1492).

El ser humano tiene un sistema de códigos para su comunicación con otros miembros de su comunidad. Y la lengua es un sistema («conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí» según el Diccionario de la Real Academia Española).

Lengua hablada. Los seres humanos, para comunicarse usan gestos y sonidos orales. Los líderes culturales, preocupados de la comprensión de los miembros de su comunidad, determinan el número de sonidos (fonemas) de la lengua que usan y aconsejan que deben ser pronunciados bien. Un sonido o las uniones de sonidos se convierten en palabras con significados que son clasificadas según sus funciones. Las uniones de palabras forman frases y oraciones.

Todas las expresiones obedecen a las normas creadas para sostener la unidad grupal. Por eso, no basta hablar una lengua; hay que hablar bien. El simple uso no es la regla. El buen uso es la regla.

Lengua escrita. Los seres humanos, conscientes de la necesidad de conservar lo que piensan y dicen o para poder enviar mensajes a donde no llega la voz, inventaron la escritura con ideogramas (símbolos que representan ideas) y letras (grafías que representan los sonidos). Estaban conscientes de la realidad: Verba volant; scripta manent. Y, para evitar el uso arbitrario de las grafías, el grupo culto de los usuarios estableció las normas que ayudaran la comprensión y unidad de los escribientes.

El idioma castellano es de escritura alfabética latina. Desde los tiempos de Elio Antonio de Nebrija se ha repetido el principio: «Una letra para cada sonido, y un sonido para cada letra». Aquí surge el problema porque cada hablante tiene su forma de hablar (idiolecto) y cada grupo humano tiene su habla diferente según su localidad (dialecto). El deseo, por más bueno que sea, no siempre se hace realidad; por eso seguimos con problemas que debemos conocerlos y corregirlos para colaborar en la unidad hispánica.

Cito algunos casos donde hay problemas:

Vocales: diptongos crecientes (cuarto, piano) y decrecientes (aire, peine). Los adiptongos o hiatos se marcan con tilde: cafetería, capicúa, oí, país.

Consonantes: las letras c, g tienen dos realizaciones fonéticas cada una.

La letra ce con las vocales a, o, u suena como k (oclusivo palatal sordo): casa, comida, culantro; con e, i es fricativo sibilante: cerca, círculo.

La letra ge con vocales a, o, u es oclusivo velar sonoro: gato, gota, gula; con e, i se pronuncia como la jota (fricativo velar sordo): gente, gitano.

En las pronunciaciones de ce, ci, s, z hay los fenómenos de ceceo y seseo (en Andalucía e Hispanoamérica).

En la pronunciación de las letras ye y elle la mayoría opta por el yeísmo. Los bilingües quechua-español diferencian bien la ye de la elle.

También hay grupos consonánticos en inicio de sílaba: br, bl (bramar, blando), pr, pl (soprano, plano), tr, tl (tráfico, atleta), gr, gl (grato, glacial), cr, cl (cráneo, declinar), fr, fl (franco, flaco). En margen final de sílaba no se realizan.

Dos letras mudas: la consonante h (hambre, huevo) y la vocal u en estos casos: que, quinto.

Nebrija, considerado el primer lingüista y gramático de la lengua castellana, ya tocó los problemas mencionados en el «Vocabulario castellano – latino» (1495, Universidad de Salamanca) y en «Reglas de orthographía en la lengua castellana» (1517, Alcalá de Henares). He tenido acceso a este libro gracias a la edición comentada por Antonio Quilis Morales en 1977, Instituto Caro y Cuervo, Bogotá.

Acentos

El castellano tiene dos acentos: acento de intensidad y acento de tono. Para marcarlos, cuando es necesario, se recurre a los signos diacríticos.

Acento de intensidad. Las palabras se clasifican por la ubicación del acento: agudas (pared, pasión), grave (pera, césped), esdrújulas (número), sobreesdrújulas (dígamelo). Los sustantivos, pronombres, adjetivos, verbos, adverbios tienen acentos que, según las normas, pueden llevar la tilde o no. La tilde es una rayita oblicua que baja de derecha a izquierda (´).

Los pronombres átonos son: 1. Personales: me, te, se, la, lo, le, nos, os. Relativos: quien, que, cual. 2. Los adjetivos átonos: posesivos: mi, tu, su (antepuestos a los nombres).

Acentos de tono. Se distinguen con signos diacríticos dobles: de apertura y cierre.

De interrogación: ¿…? Ej.: ¿Me comprende?

De exclamación: ¡…! Ej.: ¡Claro que sí!

Por la influencia de la ortografía inglesa algunos no escriben los signos de apertura. La lengua castellana tiene sus normas ortográficas que hay que conocerlas y respetarlas. Cada lengua tiene sus normas.

 

Signos de ritmo: coma, punto, punto y coma, puntos suspensivos.

Signos para aclarar o complementar la información. Son signos dobles (de cierre y apertura): entre paréntesis, comillas.

Para escribir con corrección hay que estudiar las normas de la ortografía de la lengua que se usa. Pero, desgraciadamente, hay documentos oficiales de los ministerios, municipalidades y de otras instituciones (de salud, educación, seguridad, etc.) redactados con muchos errores ortográficos, especialmente de la tilde para marcar el acento de intensidad.

En el uso de la lengua se mide el nivel de conocimiento de ella. El uso con conocimiento de los códigos lingüísticos diferencia al hablante culto del inculto.

El castellano en Perú

¡Ay, Perú! es la exclamación espontánea al ver en muchos lugares palabras que deberían llevar tilde pero que están sin tilde como en estos ejemplos: PERU en las placas de los vehículos. POLICIA, COMISARIA en los vehículos, uniformes y locales policiales. MAXIMA referente a velocidad y altura en las vías de transporte. MONTICULO, AGATAS, OVALO en los nombres de lugares y calles. NUMERO, PORTERIA, SOTANO en la entrada de los edificios y en los estacionamientos. CARNICERIA, CLINICA, LAVANDERIA, LICORERIA, NOTARIA, OPTICA, PERFUMERIA, SASTRERIA, VIDRIERIA en los avisos. CESAR, ALCANTARA, CESPEDES, ROCIO en los nombres, Ni hablar de los anuncios en los mercados donde los avisos y nombres de productos están con errores de letras y tildes.

Y hay palabras que cambian de significado por la tilde: revólver, revolver; público, publico, publicó. Un caos babélico.

Cuando se hace la observación de estos errores y horrores ortográficos, la respuesta del que se cree sabihondo de la lengua es: «Las letras mayúsculas no llevan tilde». Y, cuando se le pregunta: ¿En qué norma de ortografía se basa para decir eso? La respuesta inmediata y tajante del sabihondo-ignorante: «¡Así es!» La ignorancia, realmente, es patológica.

En el estacionamiento de un centro de ventas de una universidad hay avisos con letras minúsculas donde la palabra vehículo aparece sin tilde 2 veces; pero en plural, qué sorpresa, está con tilde. Cuando comenté sobre estos y otros errores ortográficos, uno con uniforme de empleado me respondió con su atrevida y patética sinceridad: «Por las puras huevas habla. ¡Esto es Perú!» Para este ciudadano el Perú no tiene remedio; y hace recordar la pregunta del personaje Zavalita: «¿En qué momento se jodió el Perú?» (Mario Vargas Llosa: «Conversación en la Catedral»).

Los que redactan los documentos oficiales, los que fabrican las placas y los que redactan y pintan los avisos públicos ignoran las normas básicas de la ortografía castellana. Y los que reciben y pagan por estos materiales plagados de errores lingüísticos son otros ignorantes y cómplices; por tanto, no deben echar la culpa sólo a los ignorantes escribientes y técnicos (técnico: palabra esdrújula que lleva tilde sin excepción).

La educación escolarizada en todos los niveles (primaria, secundaria y superior) tiene que enfatizar en el buen uso de la lengua en sus realizaciones oral y escrita para superar las arbitrariedades lingüísticas. Pero, desgraciadamente, los grados de escolarización y los títulos académicos, no garantizan el uso correcto de la lengua. Se puede tener conocimiento de muchos datos; pero, escribir y explicar en forma correcta y sencilla es saber. «[…] hoy en día resulta evidente que el solo conocimiento de la estructura de la lengua no garantiza un desempeño eficaz en las interacciones comunicativas. Los procedimientos que se llevan a cabo en el aula de clase deben centrar su atención pedagógica en los usos lingüísticos y comunicativos con el fin de que los estudiantes desarrollen un saber hacer cosas con las palabras». (Lomas, p. 21, citado por Edilberto Cruz).

Más allá de la ortografía también hay errores gramaticales en el uso de la lengua castellana: concordancia de género y número; conjugación verbal, especialmente de los verbos irregulares que en latín también son irregulares; consecutio temporum

Las redes sociales y los avisos en las vías y en todo lugar demuestran el nivel cultural de los ciudadanos de una localidad, porque la lengua es un factor cultural muy importante. Por esta anarquía o majadería fonémica, ortográfica y gramatical se conoce el nivel lingüístico de los usuarios.

Una propuesta para incentivar la competencia lingüística escrita: en los concursos para los cargos donde la comunicación escrita cumple su función, se debe pedir la redacción sobre un tema sin recurrir a los aparatos electrónicos. Así se podrá seleccionar funcionarios con buen nivel de conocimiento de la lengua. Los que registran las partidas de nacimiento son los que han diversificado los apellidos de los hermanos del mismo padre y madre creando problemas que, para corregirlos, hay que gastar tiempo y dinero porque es un proceso burocrático. Como ejemplos cito los apellidos más comunes con varias versiones de escritura, siendo la primera la correcta: González, Gonsález, Gonsalez, Gonzales; Sánchez, Sanchez, Sanches; Rodríguez, Rodriguez, Rodrigues… El registrador de las partidas ignora el origen del sufijo -ez (hijo de, hija de). Y hasta se justifica autoritario: «En los nombres propios no hay reglas». Para él o ella va este principio latino: Uti non abuti. Quien no asume su error nunca superará su estado de ignorancia.

Pero, Perú no es el único país donde hay estos errores en el uso de la lengua castellana; viajando o leyendo constatamos las faltas. Error de muchos, consuelo de tontos.

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

 

Referencias

Cruz Espejo, Edilberto. Nuevo elogio a Nebrija. Bogotá: Academia Colombiana de la Lengua, 2009.

Lomas, Carlos. Cómo enseñar a hacer cosas con las palabras. Barcelona: Paidós, 1999.

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CRISIS POLÍTICAS Y RUPTURA DEL TEJIDO SOCIAL: DE LA GRIETA A LA FRACTURA DE LA COHESIÓN SOCIAL

Gabriel Francisco Urquidi Roldán*

Marco teórico

El análisis de las crisis políticas contemporáneas requiere integrar las dimensiones económicas, psicosociales, institucionales y de corrupción sistémica. Desde la teoría de la movilización de recursos[1] y los enfoques sobre el conflicto social[2], se entiende que las protestas surgen de la acumulación de desigualdades y de la pérdida de legitimidad del poder político. A su vez, la teoría de la anomia[3] y el concepto de violencia estructural[4] permiten comprender cómo la desintegración de normas compartidas y la exclusión social crean el terreno propicio para el estallido de conflictos.

En este sentido, la «grieta» no constituye solo un fenómeno discursivo, sino un dispositivo de fragmentación social que es funcional a las élites políticas y económicas. Cuando la corrupción, el narcotráfico y el financiamiento ilícito penetran el aparato estatal, se produce una pérdida de confianza generalizada, fenómeno que Max Weber[5] denominó «crisis de legitimidad» del Estado racional-legal.

Análisis comparativo internacional

Los casos de Sri Lanka, Nepal, Madagascar y Perú muestran un patrón recurrente donde las crisis económicas, la corrupción y el colapso institucional derivan en estallidos sociales y cambios abruptos de gobierno.

En Sri Lanka (2022), la combinación de endeudamiento externo, inflación, escasez de alimentos y denuncias de corrupción y lavado de dinero en el círculo presidencial precipitó la caída de Gotabaya Rajapaksa[6].

En Nepal, la manipulación de recursos internacionales y los conflictos internos por el control de la ayuda humanitaria contribuyeron a una inestabilidad política crónica[7].

Madagascar atravesó repetidos golpes de Estado motivados por el uso indebido de fondos públicos y redes de contrabando y narcotráfico[8], mientras que en Perú los escándalos de corrupción y financiamiento ilegal de campañas políticas (Odebrecht, minería ilegal y narcotráfico) erosionaron la legitimidad de sucesivos gobiernos[9].

En todos los casos, las causas económicas (recesión, inflación, endeudamiento), psicosociales (frustración, miedo, pérdida de horizonte colectivo) y éticas (corrupción estructural, impunidad judicial) actuaron como catalizadores del colapso político y la ruptura del tejido social.

Argentina: entre la grieta, la corrupción y el desencanto

A días de las elecciones del 26 de octubre, Argentina enfrenta un panorama de profunda vulnerabilidad social y moral. La pobreza estructural, el desempleo creciente, la inflación sostenida y la violencia estatal contra los sectores más frágiles —jubilados, personas con discapacidad, enfermos crónicos y terminales, y trabajadores de la educación— reflejan la desconexión entre los funcionarios a cargo de la administración pública y las necesidades reales de la sociedad.

Paralelamente, se han revelado escándalos de corrupción, estafas financieras y vínculos con el narcotráfico, que comprometen tanto a funcionarios públicos como a empresarios cercanos al poder. El uso discrecional de fondos, los mecanismos de lavado de dinero y la triangulación con empresas fantasmas evidencian un sistema de poder capturado por intereses ilegales, donde la justicia aparece, en muchos casos, cooptada o indiferente.

Este entramado reproduce un modelo de impunidad institucionalizada, que profundiza la desconfianza social y el descreimiento en la democracia. La grieta, alimentada por la polarización mediática y el miedo, se convierte así en una herramienta política para dividir y neutralizar el descontento ciudadano.

Conclusión

Las experiencias de Sri Lanka, Nepal, Madagascar y Perú confirman que cuando la corrupción y el financiamiento ilícito se convierten en norma, la legitimidad política se derrumba. En la Argentina de hoy, el deterioro económico y moral conforma un terreno fértil para la fragmentación social.

El desafío no radica únicamente en recuperar la economía, sino en reconstruir la ética pública y el sentido de comunidad. Las elecciones del 26 de octubre no solo pondrán a prueba la resistencia de las instituciones, sino la capacidad del pueblo argentino de rechazar la impunidad y reivindicar la justicia social como principio fundante de la democracia.

 

* Licenciado en Seguridad. Especialista en Análisis de Inteligencia y Maestrando en Inteligencia Estratégica Nacional, con experiencia en estrategia, geopolítica, tasalopolítica, producción de información, así como en Seguridad y Protección de Infraestructuras Críticas.

 

Referencias bibliográficas

[1] Tilly, C. From Mobilization to Revolution. Reading, MA: Addison-Wesley, 1978.

[2] Touraine, A. El regreso del actor. Buenos Aires: Eudeba, 1984

[3] Durkheim, É. Le suicide: Étude de sociologie. Paris: F. Alcan, 1897.

[4] Galtung, J. « Violence, Peace, and Peace Research». Journal of Peace Research, vol. 6, n° 3, 1969, p. 167-191.

[5] Weber, M. Economía y sociedad. México: Fondo de Cultura Económica, 1922.

[6] Sri Lanka https://www.crisisgroup.org/asia-pacific/south-asia/sri-lanka.

[7] Nepal: violentas protestas hacen caer al primer ministro, mientras los manifestantes incendian el Parlamento y otros edificios públicos https://www.bbc.com/mundo/articles/cqxz8q48ej3o.

[8] Madagascar: una isla cansada de promesas y sacudida por una nueva crisis política, https://www.france24.com/es/áfrica/20251013-madagascar-una-isla-cansada-de-promesas-y-sacudida-por-una-nueva-crisis-política.

[9] Miles protestan contra el gobierno y el Congreso en Perú https://www.dw.com/es/miles-protestan-contra-el-gobierno-y-el-congreso-en-per%C3%BA/a-74376577.

 

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INTERCULTURALIDAD, EDUCACIÓN Y CULTURAS INDÍGENAS

Francisco Carranza Romero*

En el centro el autor, Francisco Carranza Romero,  en abril de 2025 en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, Huaraz, Perú. A su derecha, su esposa, la Dra. Hyesun Ko.

Cultura

La cultura es la respuesta creativa del homo sapiens en su esforzada sobrevivencia en realidades naturales (geografía, clima y biósfera) y sociales. Abarca las labores de consecución y elaboración de alimentos, construcción de viviendas, caminos y canales, y la fabricación de ropas y medicinas. Es también la actitud ante la naturaleza y su valoración.

Interculturalidad

Esta palabra (inter-cultural-(i)dad) es un reto de comprensión y realización: compartimiento

(-inter) de las culturas.

Las respuestas a diferentes realidades naturales y sociohistóricas originan diferentes culturas. La convivencia con otros implica el conocimiento de su propia cultura para compararla con la del otro. Sólo conociendo bien su propia cultura puede apreciar la otra.

Un caso real: los seres humanos, cuando se congregan, necesitan códigos comunes para poder informarse y expresar sus sentimientos hasta entenderse (estado mental de decodificación). Así crean las lenguas. Como esta creación lingüística se da en diferentes lugares y épocas es necesario el esfuerzo constante de aprender nuevos códigos para comprenderse.

Como se observa, el ser humano es el agente creador, difusor y preservador de la cultura.

Elementos de la interculturalidad

A: yo, lo mío. También nosotros y nuestro excluyentes porque toman en cuenta sólo a sus cercanos por tener la misma etnia, nacionalidad y cultura. Un ejemplo de nosotros excluyente lo encontramos en la lengua quechua: nuqakuna (nuqa: yo; –kuna morf. del plural) = egos, yoes, solamente nosotros. Es el egoísmo colectivo (¿oxímoron o contradictio in adjecto?).

B: tú, el otro (de otra etnia, nacionalidad y cultura).

El ser humano, ante el otro, se compara y saca sus conclusiones. Así se acerca a otro con diferentes actitudes.

Clases de interculturalidad
  1. Interculturalidad vertical o subordinada. Es un fenómeno personal, local, nacional e internacional.

1.1. El dominador impone su cultura a otro: A/B

Con esta actitud el elemento A trata de imponer su cultura a otro u otros porque considera que la suya es superior y debe ser el patrón para otro. Así los dominadores impusieron e imponen lenguas, creencias y costumbres a los dominados. Recurriendo a los léxicos «civilización, desarrollo, progreso y salvación» afectaron y afectan la vida de los dominados a quienes los califica de «bárbaros, incivilizados, atrasados y gentiles».

En nuestros días, los que tienen el poder adornan esta actitud sociocultural con bonitas palabras: «globalización» e «internacionalización»; pero lo que pretenden es que otros acepten sus políticas y creencias. Así globalizan u homogenizan imponiendo lo suyo. También predican el ecumenismo religioso imponiendo sus creencias y ritos.

El ciudadano de la urbe quiere imponer al ciudadano del área rural su manera de pensar (modus cogitandi), su forma de vida (modus vivendi) y su manera de actuar (modus operandi).

Las fronteras visibles e invisibles que separan a las gentes son muros fabricados para advertir al otro: este espacio es mío, no puedes pasar aquí si no aceptas mis condiciones.

El dominado (B), para sobrevivir, se subordina consciente o inconscientemente ante el dominador y su cultura. Por ejemplo: El estudiante del área rural que estudia con docentes que no conocen la realidad rural; por tanto, no la valoran. En las clases se usan los materiales didácticos elaborados por y para los citadinos. Si este estudiante nacido en el campo continúa la educación escolarizada lejos de su pueblo natal y en una realidad citadina porque en su pueblo natal no hay centros escolares de más alto nivel, puede llegar a pensar y aceptar que su cultura es inferior. Además, como los medios de comunicación se ocupan poco de los asuntos de la zona rural siente la presión sociocultural y se convierte en un alienado. Si tiene nombres y apellidos impuestos por los que se repartieron las tierras y por los bautismos hasta busca sus raíces más allá de su localidad. Y, cuando llega a tener su descendencia, le pone nombre que le parece extraño (extranjero) que ha escuchado sin preocuparse de la ortografía ni del significado.

El trato de dominación se da también al medio ambiente. La tierra es maltratada, explotada y contaminada por gentes y empresas voraces que sólo buscan sus beneficios económicos sin importarles la biósfera del presente y del futuro que recibirán los descendientes. Así las urbes se convierten en estructuras de cemento, asfalto, vidrio, plásticos y metales. El agua no se salva de esta destrucción; por eso, los lagos, ríos y mares se están convirtiendo en cementerios de algunos animales y vegetales que están en peligro de desaparecer. El aire está cada día más contaminado con monóxido de carbono. La energía solar también podría ser aprovechada sólo con fines particulares y egoístas. «La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería» (encíclica Laudato si). 

1.2. El dominado cuestiona y se rebela hasta vengarse: B/A

Cuando el dominado (B) reflexiona sobre su situación injusta, se atreve a cuestionar el sistema. El estudiante de la zona rural, cuando llega a comprender la injusticia, se atreve a cuestionar y a rebelarse contra este modus operandi de la dominación. Cuando tiene su descendencia se atreve a ponerle nombre sabiendo el significado y la combinación semántica con los apellidos. Los andinos quechuas, que no han renunciado a su cultura, dicen: Shutipis naanim: El nombre también es camino (destino). Entonces, es calificado «rebelde, revoltoso, subversivo» y hasta puede recibir sanciones. Cuestionar la realidad injusta, desgraciadamente, tiene sus consecuencias. La historia de la humanidad nos da ejemplos de algunos rebeldes que sufrieron y hasta murieron por pedir y exigir los cambios justos. Las revoluciones y luchas contra la dominación son respuestas a situaciones injustas. Pero estas luchas, muchas veces se convierten en venganzas, revanchismos y desencuentros.

La interculturalidad vertical es la práctica de la alteridad u otredad que no ayuda la convivencia pacífica del yo con el otro; al contrario, fomenta la desconfianza, odio y violencia.

  1. Interculturalidad horizontal o coordinada: A-B

Es el respeto mutuo entre A (yo) y B (otro). Es el nosotros incluyente: nosotros y nuestro que incluye al otro. En quechua se expresa así: nuqantsik o nuqanchik. El morfema –ntsik o –nchik es incluyente. Un quechuahablante, al ofrecer el hospedaje a alguien, le dice: Kaymi wasintsik (Ésta es nuestra casa. Mi casa es también tu casa). Yachakuntsik (yachaku-ntsik): Aprendemos.

Este acercamiento interpersonal es de apertura mental, tolerancia, fraternidad y solidaridad a pesar de las diferencias. Tanto A como B asumen esta actitud y práctica porque conocen, aceptan y valoran bien sus culturas (riquezas compartibles) y se respetan. Esta actitud es de aceptación recíproca donde cada uno aporta en el cuidado del bien común. Es el encuentro y reencuentro fraternos.

El estudio voluntario de otras lenguas, fuera de la materna, es una muestra clara del deseo de comunicarse con el otro que tiene lengua diferente. Así se llega a conocer que cada lengua contiene riquezas culturales (idea, historia…). Lingüísticamente, no hay ninguna lengua superior ni inferior; son códigos que sirven para la comunicación.

El humanismo, la fraternidad, el ecumenismo y el comunitarismo son pensamientos, actitudes y prácticas de la interculturalidad horizontal que se ponen en práctica en las relaciones interpersonales, intersociales e internacionales.

La interculturalidad horizontal y las culturas indígenas. Con esta actitud y criterio, las culturas indígenas de América merecen el respeto porque son herencias de nuestros antepasados. Es la riqueza cultural milenaria que sobrevive gracias a la resistencia de los que asumen la indigenidad americana con amor y valor que; no tanto por la política educativa de los ministerios de educación. 

La educación escolarizada tiene mucho que aportar en la formación de los estudiantes con apertura mental y afectiva para que amen y respeten a su cultura local y a la del otro. Los docentes y estudiantes son los verdaderos protagonistas de la interculturalidad horizontal. Los profesionales egresados de los estudios superiores deben ser ejemplos del respeto y cuidado de nuestra humanidad y nuestra naturaleza (nuestra casa común).

La naturaleza es depositaria de la historia de la humanidad. Si pudiéramos oír sus voces de alegría y llanto dialogaríamos con ella.

En los pueblos andinos la naturaleza es un ente vivo con quien se dialoga; por eso hay expresiones que la califican con amor y respeto: Patsa (pacha) (Madre Tierra), Yaku Mama (Madre Agua), Inti Yaya (Padre Sol) y Wayra Yaya (Padre Aire, Padre Viento).

Antes de beber el licor, primero se hace el brindis a la madre naturaleza (Patsa Mamata upyatsiy). Kay patsam wasintsik: Este mundo es nuestra casa. En los bordes de los caminos se ven morritos de piedras (Apachita), son las ofrendas de los viajeros a la naturaleza. Además, los andinos continúan el diálogo con sus difuntos, por eso les ofrecen comida, bebida y alguna otra ofrenda.

Con este pensamiento los ciudadanos de las comunidades campesinas andinas se enfrentan a las empresas que, en nombre del progreso y desarrollo, afectan los humedales, los ríos, los terrenos de cultivo y la biósfera. Las empresas, generalmente, tienen el apoyo del gobierno central que está en la urbe capital, de las fuerzas del orden (policía y ejército) y del poder judicial. En esta confrontación desigual se sacrifican muchas vidas de los defensores de la madre naturaleza. Así, la interculturalidad queda lejos de hacerse realidad.

Conclusiones
  1. Necesitamos promover la ecología mental para respetar a otro superando las diferencias de etnia, nacionalidad y cultura (creencia, lengua, gastronomía, vestimenta…).
  2. La interculturalidad horizontal es la salvación de la humanidad y de la naturaleza. Es un proyecto común de la solidaridad intergeneracional: pensar no sólo en el presente sino también en el futuro. Es la difícil realización del comunitarismo superando el individualismo.
  3. La educación de interculturalidad horizontal -la cultura de la vida- se debe dar en todo momento y lugar: en el hogar, en la escuela y en la sociedad. Si la ciencia y la tecnología no ayudan a conservar la vida de la humanidad y de la madre tierra, son cómplices y herramientas de la destrucción.
  4. Así como nos preocupamos de que no se extingan las plantas y animales; también nos debemos preocupar de que no se extingan las culturas (lenguas, creencias, músicas, danzas…). “No debemos entender […] por progreso la destrucción de la (cultura) antecesora y la superposición de otra con fines de opresión y dominación extranjerizante” (López p. 39).
  5. Enfrentemos el futuro con amor y solidaridad por tener el futuro común; sin el resentimiento ni los complejos de superioridad ni de inferioridad (Carranza, “Los indígenas y el bicentenario de la independencia del Perú”). 

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

 

Referencias

Carranza Romero, Francisco. Madre Tierra, Padre Sol. Trujillo, Perú: Computer Age, 2000.

Carranza Romero, Francisco.  Diccionario quechua ancashino-castellano. Madrid:  Iberoamericana Vervuert, 2003.

Carranza Romero, Francisco. Diccionario español-quechua ancashino. Madrid: Iberoamericana Vervuert, 2023.

Carranza Romero, Francisco. «Los indígenas y el bicentenario de la independencia del Perú». SAEEG, 28/07/2021, https://saeeg.org/index.php/2021/07/28/los-indigenas-y-el-bicentenario-de-la-independencia-del-peru/.

López Domínguez, Noemy. «Danzas tradicionales de Áncash”». Huaraz, Perú: Killa Edit., 2024.

Papa Francisco. Laudato si, mi Signore. Sobre el cuidado de la casa común. Carta encíclica, 2015, https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html.  

 

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