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FUTUROS POSIBLES

Iris Speroni* (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

El peor de todos los escenarios, enterarnos después de que todo haya sucedido.

Mientras los políticos nos distraen con entretenimientos varios, las decisiones económicas y políticas corren por otro lado.

Nosotros, los comunes, solamente podemos especular a través de segmentos de información accesible luego de escarbar entre la mugre. O, el peor de todos los escenarios, enterarnos después de que todo haya sucedido.

La cual es nuestra situación más frecuente.

Sucede lo mismo en todo Occidente, por si es consuelo.

Separar lo real de lo que está a la vista requiere un esfuerzo. Quien trabaja de sol a sol o quien para ir a un trabajo de 9 a 5 requiere hora y media de viaje de ida y otro tanto de vuelta, no tiene tiempo para estos melindres.

Voy a dar un ejemplo del pasado para terminar con el presente:

El 2017 fue un buen año para el oficialismo. Con la levadura del BCRA, subió el empleo y el salario. Le permitió a JxC hacer una buena elección de mitad de término. Con ese resultado en la bolsa se dedicaron a dinamitarnos el presente y futuro.

Efectivamente, el 27 de diciembre de 2017 el Congreso de la Nación sancionó el Presupuesto Nacional. El 28 de diciembre a la mañana, el Jefe de Gabinete junto al Presidente del BCRA y los ministros de Economía y Finanzas nos dijeron, muy sueltos de cuerpo que lo aprobado la madrugada anterior estaba escrito en el agua. O dicho en criollo, se pasaban el Presupuesto Nacional por el trasero.

Esa conferencia inició una reacción en cadena.

Al informar el jefe de gabinete que bajaba la tasa en pesos de las letras del Central comenzó un efecto Puerta 12 de los fondos de inversiones colocados en pesos con garantía de tipo de cambio (bicicleta). En resumen, el gobierno tenía que sacar dólares de la galera para devolverles a sus amigos de Wall Street (y a sí mismos a través de oscuras empresas inscriptas en Delaware). Anduvo a los trompicones hasta que apareció el FMI y salvó no al gobierno, sino a los fondos de inversión[1]. Por lo cual la pregunta no es ¿dónde está el dinero del FMI? —como inquirió el diputado Kirchner el viernes 28 del corriente— sino ¿qué hizo el gobierno con los dólares que ingresaron desde el 10 de diciembre 2015 hasta el fatídico Día de los Santos Inocentes del 2017?

Puedo responder parcialmente. El BCRA y el Tesoro se endeudaron en dólares para poder venderlos. Sí, así como suena. Aumentar artificialmente la oferta de dólares para que los dólares estuvieran “baratos”. En resumen: se endeudaron para manipular el mercado de cambios[2]. Fue lindo mientras duró y duró hasta que el pueblo votó.

El 2018 implicó caída de actividad, pérdida de empleos, devaluación (ya no estaba el BCRA para vender dólares con el fin de manipular su precio a la baja) e ir a rogar al FMI.

Esto en el universo de lo real.

Veamos el mundo de lo aparente.

El gobierno pidió un préstamo al FMI para salvar a los amigos. Ahora bien, para hacerlo, requiere la autorización del Congreso (art. 75 CN), la que no fue solicitada[3].

¿Qué hizo la oposición y qué podía hacer? Pudo pedir la destitución de los cuatro fantásticos el mismo 28 de diciembre de 2019 por pretender desobedecer el Presupuesto Nacional recién aprobado[4]. No. Se fueron de vacaciones y volvieron en marzo.

Meses después, frente a la negociación con el FMI la oposición podría haber dicho “Pare mano, tallador”, haber comunicado fehaciente y preventivamente al FMI que cualquier deuda que se conviniera sin autorización del Congreso era nula y que no se repagaría en caso de convenirla y pedir juicio político a todos los involucrados. Nada hicieron.

¿De qué se ocuparon todos? Del aborto. El 2018 fue aborto, mañana tarde y noche. En TV, en radio, en la prensa escrita. Un vórtex que succionó a todos (yo incluida, mea culpa) mientras el Ejecutivo cerraba un pacto con el FMI y la oposición miraba para otro lado. Mientras la población perdía puestos de trabajo y quienes conservaron su empleo sufrieron la pérdida del poder de compra de su salario. La realidad pura y dura.

What’s up, doc?

(¿Qué hay de nuevo, viejo?).

¿Y ahora?

El presidente Fernández lo primero que hizo al asumir fue reconocer la deuda con el FMI. Podría haberla repudiado, porque el FMI no respetó el procedimiento obligatorio. No se puede desconocer el dinero ingresado, pero al estar el FMI en falta, se podría haber devuelto sólo el capital (o capital más interés razonable), desconocer todas las comisiones, además de establecer plazos de buena voluntad. (Luego de una puntillosa auditoría que demuestre que el dinero verdaderamente ingresó, lo que no sabemos).

No. Lo primero que hizo fue reconocer la deuda[5].

El gobierno actual sigue todas las políticas del gobierno anterior[6]. Tipo de cambio artificialmente bajo que destruye a la industria nacional, descapitaliza al agro (que podría exportar el triple de los volúmenes actuales) y sigue sin invertir en infraestructura de transporte, de salud o de educación. Listar las similitudes y la continuidad de políticas ministerio por ministerio nos llevaría horas. Hasta usó el mismo slogan que su antecesor “ser el supermercado del mundo”. ¡Ja! El dólar exportador cerró el viernes 28/05/2021 en $ 93,7500 ¿quién va a exportar una caja de medio litro de puré de tomates?

La realidad es un salario promedio de US$ 300 y desocupación récord. La realidad es que las actividades que podrían florecer en este contexto de pandemia mundial y que podría ayudar a la prosperidad general son perseguidas por el oficialismo a cambio de hacer “favores” a los amigos para que ganen una participación adicional de mercado[7].

Esto dentro del universo de lo real.

Lo que se ve. El diputado Máximo Kirchner critica la herencia recibida del ex presidente Macri (C5N 28/05/2021). El ex presidente y otros exponentes de JxC hablan mal del oficialismo (luego votan todos juntos en el recinto). Se denuncian mutuamente ante la justicia.

El oficialismo le “vende” a su base electoral que ellos cuidarán sus ingresos, no como Macri, miembro de la patronal; mientras aplican un ajuste feroz y el salario se reduce al mínimo desde 2003. JxC le “vende” a los productores rurales, parte de su base electoral, que JxC vela por sus intereses, no como el FdT que los maltrata (lo cual es cierto), cuando votaron aumentos de impuesto inmobiliario y de derechos de exportación y se hacen los tontones con el tipo de cambio.

Se realimentan mutuamente y nos embroman en equipo.

Durante el 2020 tuvimos covid mañana, tarde y noche por TV, radio, vía pública, prensa escrita. Fue la distracción necesaria mientras todos juntos se apoderaron de nuestro presente y nuestro futuro.

Hasta que no digamos nosotros “pare mano, tallador” y empecemos al menos a limitar los volúmenes de saqueo, estamos a la merced de mediocres, facinerosos y alcahuetes.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/futuros-posibles.html

 

Referencias

[1] Lo que sucedió es una transferencia de riesgo o una sustitución de acreedor. Wall Street volcó en un organismo internacional un mal crédito. Una vez más.

[2] Con eso mataban dos pájaros de un tiro: el dólar barato inflaba la economía y les permitía ganar las elecciones de mitad de término (lo que sucedió) y venderles dólares “baratos” a los amigos.

[3] En realidad el único que nos puede endeudar es el Congreso, quien le da la tarea operativa al Ejecutivo dentro de montos, plazos y tasa de interés preautorizados. El Ejecutivo no puede ir alegremente y endeudarnos. No tiene la potestad (lo que el FMI sabe perfectamente).

[4] La Comisión Bicameral que supervisa a los directores del BCRA podría haber removido a Sturzenegger (como en su momento lo hizo con Redrado). Para los otros tres, la cámara de diputados debió pedir el juicio político. La oposición podría argüir que no tenían los ⅔ necesarios. Verdad. Pero, vamos, es el FdV (luego FdT). Podía juntar 2.000.000 de firmas y exigir el tratamiento en el recinto. Podría haber ido a los canales de televisión y explicar por qué estaba mal lo que hicieron. Podría haber explicado al Pueblo cuánto costaba la bicicleta 2015/2017 y cómo afectaría al bolsillo de todos. O, lo más importante, en forma preventiva podría haber informado al FMI que desconocerían todo crédito no aprobado por el Congreso de la Nación, como exige el art. 75 de la CN.

[5] Está bien la declaración del presidente Fernández de denunciar penalmente al presidente Macri por administración fraudulenta por contraer deuda sin aprobación del Congreso.

Pero parece que el presidente actual se saltó algunas clases en la facultad. Al reconocer la deuda el Congreso, la transforma de nula a válida y reconoce (si bien ex post) el accionar de Macri, lo que vuelve abstracto cualquier denuncia penal. La denuncia quedará sólo en fuego de artificio (lamentablemente)

[6] Bicicleta con seguro de cambio para los bicicleteros.

[7] ¿Cuál es la diferencia entre Caputo que se vendía bonos del Tesoro a sí mismo a través de compañías suyas en Delaware y entre Kulfas-Cafiero-Español que ayudan a un frigorífico extranjero a tener mayor participación en las exportaciones de carne a costa de otros jugadores?

EN EL ESPEJO SUECO

Santiago González

La crisis del virus corona puso en evidencia que la Argentina carece de liderazgos competentes públicos y privados

La clase dirigente argentina, especialmente el Estado en sus tres poderes pero también la comunidad académica, los líderes corporativos y sindicales y la prensa, tuvo la inmensa fortuna de poder hacer frente a la crisis provocada por el virus corona con el diario del lunes en la mano. Gozó de tres largos meses de ventaja para ver lo que ocurría en Europa, para leer lo que se averiguaba y se escribía sobre el virus en el mundo, para estudiar y comparar las estrategias adoptadas por otros países. Tuvo la oportunidad de diseñar de ese modo un camino propio, tan atento a las necesidades sanitarias como a las urgencias de un país azotado por intolerables niveles de pobreza y años de recesión. Pudo atender el aviso de esta columna, que hace más de un año advirtió que la cuarentena era un lujo que una Argentina empobrecida no podía darse. Pudo haber prestado atención, especialmente, a lo que estaba haciendo Suecia, cuya estrategia ofrecía una alternativa muy apta para las apremiantes circunstancias del país.

La dirigencia argentina, toda la dirigencia, no sólo el gobierno, pudo en suma haber reaccionado inteligentemente, de manera creativa, incluso apostando especulativamente contra el ciclo. Pero no lo hizo. Temerosa, confundida, atrapada en sus laberintos ideológicos, en su cortedad de miras, en su mezquindad, en su incompetencia, pero también convenientemente untada, se acopló a las recomendaciones de los laboratorios y de los organismos internacionales manejados por los laboratorios, y hoy tenemos la economía hecha trizas, la pobreza superando el 50% de la población, y una tasa de mortalidad por el virus que se ubica entre las más altas del mundo. Y para completar el cuadro del fracaso más escandaloso que haya conocido el país en materia de gestión, carecemos no sólo de vacunas sino también de una evaluación propia sobre la calidad de esas vacunas, algo impensable en la Argentina anterior a 1983.

Me referí a Suecia, cuya experiencia los medios argentinos no mencionan y los medios internacionales fustigan con un fervor sospechosamente unánime. Bajo la conducción de su epidemiólogo jefe Anders Tegnell, un hombre que resistió abrumadoras presiones internacionales e internas con la convicción del que sabe lo que está haciendo, Suecia no impuso cuarentena alguna, ni detuvo su economía, ni bloqueó la circulación, ni suspendió las clases. Apostó a lo que suele describirse como “inmunidad de rebaño”. El gobierno se limitó a difundir recomendaciones sobre uso de tapabocas y distanciamiento, puso límites a las reuniones sociales masivas, y dispuso el cierre temprano de bares y restaurantes, más que nada para regular la dinámica de los contagios, no para impedirlos. Aparte de eso, todo siguió funcionando normalmente.

La estrategia sueca fue hostilizada por el establishment académico internacional, incluida la revista especializada The Lancet, a la que nuestros expertos y comunicadores suelen referirse con respetuosa reverencia. Una simple búsqueda en Google sobre la política sanitaria conducida por Tegnell sólo recoge comentarios negativos, de la prensa y la academia. Pero nadie explica por qué Suecia exhibe tasas de mortalidad inferiores a las del promedio de Europa, que adoptó políticas restrictivas mucho más drásticas y extendidas.

Estos son los resultados conseguidos por Suecia, en comparación con la Argentina.

Y esta es la evolución comparada de la mortalidad por millón de habitantes:

Nadie piense en alguna imaginaria excepcionalidad sueca: ellos mismos reconocen haber sido bastante descuidados en el acatamiento a las recomendaciones. Ni en una intensa campaña de vacunación: apenas un 10% de la población sueca ha sido inoculada contra el virus.

La Argentina y Suecia son vecinos en la escala mundial de países ordenados por su PBI, en los puestos 21 y 22 respectivamente. Esto quiere decir que producen más o menos la misma riqueza por año. Pero Suecia tiene un territorio infinitamente más pequeño (450.000 km2 frente a nuestros 2.780.000 km2), un clima extremadamente riguroso, y menos de la cuarta parte de la población argentina. Según cifras de 2017, su PBI per cápita es de 54.000 dólares al año frente a 14.500 de la Argentina, y aun así su clase dirigente consideró que no podía darse el lujo de una cuarentena.

 

Publicado originalmente en https://gauchomalo.com.ar/la-argentina-en-el-espejo-sueco/ , “El sitio de Santiago González”

PARECE QUE, DE NUEVO, EN ESPAÑA EMPIEZA A AMANECER

F. Javier Blasco Robledo*

Debo confesar que he pasado unos años de mucha zozobra y gran preocupación por la deriva que España iba contrayendo de manos de unos dirigentes que, sin disimulo y con todo el descaro, buscan hacer de ella todo lo contrario a lo que nos comprometimos y conjuramos los que, con gran ilusión y fuertes dosis de esperanza, pudimos votar la Constitución Española en 1978.

Hemos visto de todo y casi nada bueno; se han cambiado los papeles, tanto que hasta aquellos que odiaban a España por pretender escindirse o porque luchaban bajo y con la bandera del terror, la bomba ciega y el cobarde tiro en la nuca por la espalda, son ahora los que tienen en sus manos los designios de España. Y todo, por una vergonzosa y execrable cesión a sus exigencias de un débil gobierno (el más débil de toda la democracia) que necesita sus votos u otro tipo de apoyos para resurgir sus ideas decimonónicas y mantener sus posaderas en unas poltronas a las que no honran ni respetan. Poltronas, que no dudan en abandonar siempre que les surja un nuevo horizonte donde poder medrar, por muy incierto que este sea, o porque ven que se pone en peligro la continuidad de su prestigio o el futuro personal o colectivo del grupo que domina los designios de España con una férrea postura y actitud dictatorial aunque “oficialmente” proclamen lo contrario.

No han transcurrido ni veinticuatro horas del cierre de los colegios electorales en Madrid y ya se pueden sacar algunas lecciones aprendidas a modo de conclusiones, porque son tan claras que no precisan de mucho pensamiento crítico ni de un análisis estructurado sesudo para alcanzar sus posibles consecuencias.

Las recientes elecciones en la Comunidad de Madrid son fruto de un estado de alerta permanente de la que era y seguirá siendo su Presidente, Isabel Ayuso quien, tras muchas alarmas e intentos de golpes bajos y sucios, previó y se adelantó a las desastrosas consecuencias del “efecto mariposa” que nació en Murcia de la mano del mayor gurú de la perversidad y cerebro oculto del gobierno a la sombra, Iván Redondo con la inestimable y nada “altruista” colaboración de un partido, Ciudadanos (Cs); partido, que ya agonizaba a los dos años de obtener sus mejores resultados, como consecuencia de su defectuosa actuación o inacción en Cataluña, aspiraciones diversas hacia la izquierda, rencillas personales, zancadillas y codazos entre sus dirigentes por ocupar los mejores puestos o tener una mayor visibilidad.

Muchos observadores y analistas políticos y hasta su mismo partido, no las tenían todas consigo a la hora de conocerse la decisión de convocar elecciones por anticipado. Pero Ayuso, supo ver la conveniencia, a pesar de los muchos consejos en contra, de desmantelar aquella maniobra que nació entre corruptos en Murcia, para “oficialmente” luchar contra una corrupción, inventada y no demostrada en el PP. Maniobra, que quedó pronto truncada por una ágil reacción de contrapeso y los atacantes (PSOE y Cs) sólo obtuvieron una pieza menor, el alcalde de la capital murciana, a pesar de haberse montado todo como una cacería de altos vuelos o mayor como así se les llama, para llegar hasta la toma por asalto, mediante una apalabrada o en ciernes, aunque reiteradamente negada, moción de censura en la Comunidad de Madrid.

La experiencia nos demuestra que Sánchez es un especialista en llegar a los sitios por la puerta de atrás o moldeando mociones de censura basadas en dimes, diretes, medias verdades y hasta en falsos testimonios amañados por cualquiera, incluso jueces, sin venir a cuento y sin justificación alguna. Una maniobra de este tipo más en su haber, no era cosa extraña y además, al ser habitual en él, se encontraba en dicho ambiente como pez en el agua.

La rápida reacción de la presidente madrileña dejó, literalmente, con el culo al aire a Iván Redondo, a Sánchez y al “tonto útil”, aunque en este caso totalmente inútil, Aguado; el vicepresidente madrileño de Cs quien se había pasado toda la legislatura, poniendo trabas en el camino de su jefa, llevándole la contraria y hasta proponiendo cosas diametralmente opuestas al ideario o temario oficial de un gobierno que a todas vistas, no funcionaba. La ocasión la pintaban calva, y Ayuso entendió que de un zarpazo se podría quitar de encima a los mochuelos que la estorbaban, le hacían daño y además, si lo hacía bien, hasta podría obtener mayores réditos o consecuencias, como así ha sido y a continuación veremos.

Tras aquella reacción, en Moncloa saltaron las señales de alarma, los agitadores, al verse sorprendidos por su descuidado y más débil flanco, y a tenor de las encuestas internas proporcionadas por el CIS de Tezanos cuyos verdaderos resultados se ocultaban a la mayoría de los mortales, entendieron que había que poner todo tipo de trabas para que estas no se celebraran y en el peor de los casos, la mejor carne en el asador para contrarrestar los efectos en una balanza que, en tan corto espacio de tiempo, era muy difícil equilibrar.

Posiblemente, alguna mente perversa —muy probablemente Redondo— apuntó que el grave problema generado durante más de dos años de continuos desprecios, ataques frontales y perversidades manifiestas contra la presidente y la población de una región, a la sazón la más prospera y generosa con el resto —por aportar más que nadie a las arcas comunes sin recibir más que palos a cambio— era poner a las cabezas más visibles al frente de sus partidos en Coalición (PSOE y Unidas Podemos), Sánchez e Iglesias y esperar que su tirón personal apaciguara los impulsos de la osada e intrépida Isabel que, poniéndose la Comunidad por montera y sin muchos o ningún apoyo político —ni siquiera en su propio partido— se lanzó a la aventura en busca de una mayoría absoluta o al menos suficiente, para gobernar en solitario y poder aplicar sus políticas sin moscones rondando a su lado, que la retrasen o despisten a diario.

En dicho contexto, conocimos la abrupta salida de Pablo Iglesias del gobierno para encabezar la candidatura de su partido a gobernar la Comunidad y ponerse al frente de la izquierda en la región. Salida, decretada como “cese” para poder cobrar una cuantiosa y suculenta subvención. Hemos podido ver a un Iglesias totalmente desbocado; convertido en alguien a quien todo se le iba de la mano, como enviar a sus matones personales a sueldo a boicotear las palabras de Vox en Vallecas y atacar con piedras y palos a las fuerzas policiales, mientras tildaba a dicho partido de fascistas y de sembrar el odio o, sobreactuando sin mesura ni decoro con unas oxidadas balas como si fueran una grave amenaza o llamando él y sus secuaces de todo menos bonitos a los votantes y a los que se encuentran a gusto siguiendo las ideas del PP, sus ofertas y forma de actuación.

También vimos a Sánchez en plena esencia, actuando de actor principal en los primeros mítines, de campaña basados en un ideario rancio, guerra civilista y demasiado manoseado, con un pobre Gabilondo —al que se le obligó a confesar que era un “soso”— actuando de telonero o segundón y haciéndole cambiar totalmente de prontuario y de programa hasta tres veces en el corto espacio de la campaña. Un partido socialista que ha usado a muchos de sus cargos en el gobierno a hacer propaganda, sucia y malintencionada, como la absurda navaja (aumentada casi cien veces) que con afán mostraba a la prensa la Ministra de Industria acusando a Vox, a sabiendas de que “la feroz amenaza” era fruto de los desvaríos de un enfermo mental, que hasta puso su remite en el sobre en el que se la envió.

Un Ministro del Interior y una Directora General de la Guardia Civil que han perdido la poca honorabilidad que les quedaba por participar activamente en los mítines, donde nunca debieron aparecer en aras de la oficial neutralidad de su cargo, por ocultar datos muy relevantes en el tema de los activistas a sueldo, y por atacar a los partidos que nada tenían que ver con esa feria montada en su contra, que por ser tan burda, pronto en sus propias manos les explotó.

En definitiva, una vez más pudimos comprobar la baja ralea de Sánchez ya que, a medida que avanzaba la campaña y comprobaba que su intento era vano, fue abandonando y distanciándose de su candidato; tanto que para que no le salpicara, le relegó a un hotel cercano a la sede del PSOE para no verse ni un poco salpicado de los malos resultados que su forzado invento cosechó.

Hemos visto a un director del CIS mintiendo descaradamente, poniéndole la guinda a la porquería en la que ha convertido una institución tan seria, afamada, costosa y bien dotada de medios y personal, que jamás sufrió tanto cómo con él a los mandos del timón de la mentira, lo absurdo y la degradación. Un Tezanos que además de ejercer dicho cargo por enchufe partidista, que no por méritos ni valía, también dirige una revista socialista en la que se permitió ofender a los madrileños que votaban al PP, llamándoles “tabernarios” a dos días de su encuentro con las urnas.

Una RTVE, que en plena campaña, una enchufada periodista en un programa de gran audiencia por la mañana, otrora encargada de la predicción del tiempo en los telediarios, se preguntase extrañada, como era posible que todavía algún madrileño pudiera votar a Ayuso y, a la ínclita, nada le ocurrió.

La otra parte implicada en el fallido aquelarre, Cs, a la vista de la que se les venía encima y que todas las culpas apuntaban al ex vicepresidente Aguado, le apartaron de los focos y pusieron a su mejor efectivo actual, Edmundo Bal para tratar de salvar los platos rotos de una catástrofe anunciada y que ellos mismos cocinaron; quien, aunque no lo hizo mal del todo, se esforzó y trató de pegar los platos rotos con pegamento caducado, el mal ya estaba hecho y muy mal resultado cosechó.

Ayuso a lo suyo, poco a poco empezaba a ganar confianza, entre propios y extraños; las principales empresas demoscópicas, que llevaban meses creyendo en ella y en sus posibilidades, pronto la destacaron como vencedora de una batalla en la que se presentaba sola contra el mundo y sin contar con muchos apoyos por parte de los medios y redes salvo de algunos que llevamos años animándola a seguir en el empeño, porque intuíamos que pronto podría dar a los lobos hambrientos y a los malos agoreros un gran revolcón.

La candidata de Vox, Roció Monasterio y su permanente mosquetero, Abascal, salvaron los muebles y avanzaron tan sólo un escaño más gracias al victimismo al que los socialistas y comunistas les encasillaron y porque del desmembramiento de Cs había mucho donde pescar. Al final de la campaña tuvieron que bajar mucho los decibelios y aspiraciones para presentarse como útiles y necesarios y pronto se vieron obligados a dejar de aspirar a dirigir la derecha como resultado final.

Por último, aparece la hasta ahora desconocida candidata de Más Madrid, Mónica García; una señora médico que miente más que habla hasta en su CV. Que a pesar de su profesión, propone en su ideario desmantelar el Hospital Isabel Zendal con lo admirado y necesario que ha demostrado ser en mitad de una grave pandemia lo que dice bien poco de su profesionalidad. Aunque, como último eslabón ha sabido aglutinar a los desquiciados o cansados de tanta mentira en una izquierda en desbandada porque, quizá sea la más moderada que todas las que le precedieron o le acompañan en cargos visibles de su partido y en toda la izquierda madrileña. Una señora que con el mismo número de escaños que el PSOE, le sobrepasa por tener unos 5.000 votos más y por ello, se convierte en la lideresa de la oposición relegando al hasta ahora partido hegemónico en la región a la durísima tercera posición. Situación delicada esta, de la que aún resta por ver que otras muchas consecuencias tendrá a nivel nacional.

Iglesias, tal y como lo tenía premeditado y comentado —porque no se calla ni bajo el agua— anoche, antes de terminar el recuento total de los votos, anunció que abandonaba la política y todos sus cargos, no recogería el acta de diputado regional (para, entre otras cosas, cobrar los 15 meses que le corresponden de compensación por su cargo como vicepresidente segundo del gobierno) y que se dedicará a otros menesteres en la enseñanza universitaria de la que salió, siendo un mediocre profesor no titular o cobrando pingües sueldos en tertulias de baja calidad o en programas de propaganda marxista, financiados por fuerzas o países extraños con oscuras agendas que fomentan el desconcierto en países democráticos con el afán de disturbar.

Con dicho gesto ha confirmado su inconstancia, que la política le cansa, que no es serio ni tenaz y que lo suyo son los aires de grandeza. Todo apunta a que quedar al mando de la última fuerza política en la Asamblea madrileña no era un plato de buen gusto para su alter ego personal. Veremos en breve donde pica este pollo y de qué gusanos se quiere alimentar.

Su marcha personal, puede ser el preludio de algo más, al igual que los roedores abandonan el barco cuando este se va hundir, también puede implicar que el partido que nació del 15M y estuvo a punto no hace mucho, de sobrepasar al PSOE, esté dando sus últimos estertores y en breve desaparezca como otros que hemos visto pasar del todo o casi todo a la nada en pocos años.

En lo personal, Gabilondo, queda muy afectado por haberse visto forzado a todo y al comprobar que su partido le ha abandonado, puede que en breve saque el billete de partida y se dedique a otras cosas como la docencia de donde nunca debió marchar.

Monasterio, en menos de un día, se ha dado cuenta de la realidad y ya ha bajado sus humos y ha ofrecido su apoyo a la investidura de Ayuso, sin aparentemente, pedir nada a cambio;  aunque a la espera de que alguna pera en dulce, en el futuro le pueda deparar.

Edmundo Bal, en pago a sus esfuerzos, y como los generales nombrados antes de la caída de Hitler, ha sido elevado a la segunda autoridad de un partido que agoniza y que posiblemente al igual, e incluso antes que Podemos, desaparezca del elenco político y quede absorbido por otros. Dos fracasos totales en tan corto espacio de tiempo en Cataluña y en Madrid, no hay perro pichi, que lo pueda aguantar.

La lideresa de la oposición madrileña deberá medir mucho sus palabras y salidas de pata de banco, sus exabruptos y sobre todo, los ataques contra la sanidad madrileña, porque son propios de algarada y de pancarta y muy alejados de la realidad. Está por ver su capacidad de proponer algo coherente y que sirva de ayuda a los ciudadanos. Cuando deje su postura actual, podrá mejorar mucho, y si no lo hace, pronto correrá la misma suerte que Podemos en unos años más.

Por último, Ayuso que ha demostrado ser una resistente gladiadora en solitario, no se debería dejar embaucar por los cánticos de sirena ni por los piropos interesados de los que antes la criticaban y ahora la quieren adular por si hay alguna tajada que sacar. Hoy ha hecho unas declaraciones muy serias en el programa de Herrera y creo que ese es el camino que debe llevar, no dejarse impresionar, remangarse y ponerse a trabajar en serio en su programa sin dejarse despistar. Corresponde a otros transpolar o no resultados, ella tiene su compromiso y lo debe tener limpio y claro tanto personalmente, cómo por el equipo del que se vaya a rodear.

Este es el epitafio de unas elecciones, en las que nadie creía, muchos despreciaban y pocos pensaban que de ellas, tantas cosas podían pasar.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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