Iris Speroni*
Es imposible activar el mercado interno cuando el salario promedio es U$D 300 mensuales.
El motor de la prosperidad
Argentina necesita arrancar su camino hacia el lugar donde todos vivamos mejor.
Los motores posibles para que un país crezca son pocos:
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- mercado interno,
- exportaciones,
- inversiones.
Los libros de texto de economía agregan el Estado como motor de la economía, pero en realidad es un agente más, si bien más grande, el cual incursiona en algunas de estas tres propuestas. El famoso “cavar pozos y taparlos” de Keynes. Es un ejemplo del primero, donde se pagan sueldos y esas personas van al almacén, con lo cual mueven el mercado interno. Si el Estado decide hacer una nueva Atucha o una nueva represa, es el Estado, como agente, que incursiona en el tercer punto, inversiones. Y si el Estado vende reactores nucleares vía el INVAP, entonces exporta. Con lo cual, volvemos a que tenemos tres soluciones posibles para salir del estancamiento, que son las nombradas.
Con esto cerramos la parte técnica.
¿Cuál de las tres deberíamos elegir para arrancar el motor? ¿Se puede con las tres a la vez? ¿Cómo sería?
Los últimos gobiernos (Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández) quisieron mover la economía en base a incentivar el mercado interno. Y la forma de hacer —¡pardiez!— fue mediante emisión monetaria. Por eso Cristina Fernández cambió la carta orgánica del BCRA, por eso Mauricio Macri duplicó los planes sociales, por eso Alberto Fernández … Dios sabe qué quiso hacer el actual presidente.
Lo que sabemos es que esto no funciona. Porque es un mercado de pobres donde A le vende a B y nadie tiene una moneda. Es imposible activar el mercado interno cuando el salario promedio es U$D 300 mensuales. Nadie que tiene esos ingresos vive bien en ningún lugar del globo. ¿Por qué sería distinto acá?
Lo explico de otra manera. El gobierno y los amigos del gobierno (léase la UIA) tienen dos alternativas: que la gente gane bien (¿U$D 1000?) y que el kilo de carne salga 6 U$D ó que la gente gane mal y abaratar el precio de la carne con diferentes artilugios, como prohibir la exportación (nunca mediante eliminar impuestos). ¿Cuál eligen? Mantener pobre al pueblo.[1]
Entonces, pretender que el motor de la economía sea el mercado interno con salarios de hambre es contradictorio per se. Es inoperante y destinado al fracaso.
Fracaso en el que incurrieron los tres gobiernos y la razón por la que estamos cada vez más pobres.
Por lo tanto, eliminado el abusado mercado interno nos queda la inversión y/o las exportaciones como motor para arrancar la economía.
¿Exportar o invertir?
Cualquiera de los dos sirve. Pero seamos realistas, ¿quién va a invertir con la macroeconomía hecha un desastre, con todos los precios relativos distorsionados y con un BCRA que se apropia de la mitad del valor de las exportaciones y/o con una inflación de 110% anual por lo menos?
No sólo eso. Los políticos argentinos traicionan a la madre, mucho más a los comunes.
Los criadores de cerdos invirtieron consistentemente en los últimos años, al punto que la producción aumentó al 8% anual en el último lustro. De pronto, los políticos autorizan la importación de carne porcina de Brasil, con un subsidio público del 50% (cotización artificial de la divisa), a pesar de los problemas bromatológicos de la carne brasileña. Generan una competencia desleal, con importaciones a mitad de precio, mientras entregan mercadería sub par a la población.
Por lo que creo que se debe arrancar por las exportaciones y rogar que las inversiones empiecen una vez que se acomode la macro.
Exportar
¿Qué es lo que podemos exportar? Siempre sostengo que podríamos llevar las exportaciones a U$D 300 mil millones ó U$D 500 mil millones en poco tiempo, pero específicamente ¿qué podríamos exportar?
En primer lugar, hay que poner en orden la macroeconomía.
Cero inflación, permitir el libre uso de divisas para las transacciones entre privados, dejar libre la cotización de dólares, euros, yuanes, reales, rupias, rublos. Dejar de emitir letras del BCRA y por lo tanto, que el estado no determine la tasa de interés de la economía. Que los privados se presten el dinero a la tasa que quieran.
Eso va a acomodar un poco las cosas.
Ahora bien, parto de la hipótesis de que el tipo de cambio está manipulado por el BCRA. Si el BCRA dejara de intervenir en el mercado cambiario, lo esperable es que el tipo de cambio sea libre y naturalmente más alto. Eso, automáticamente hará más competitiva toda nuestra producción y por lo tanto más exportable.
Evolución de las exportaciones
De estos cuadros se desprenden dos conclusiones:
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- El saldo comercial acumulado durante el gobierno de Alberto Fernández fue de U$D 62.499 millones. Ese dinero deberían ser las reservas mínimas del BCRA. Deberíamos todos nadar en la abundancia.
- Las exportaciones anuales crecieron un 50% en sólo tres años y sin ninguna ayuda por parte del Estado y, por el contrario, toda suerte de impedimentos.
Queda demostrado en forma práctica que podemos aumentar las exportaciones.
Cosas a exportar
¿Qué debemos exportar? ¿Cuáles son los pasos para llegar al hito de U$D 300 mil millones? ¿Y al de U$D 500 mil millones? ¿Debe el estado intervenir, manipular las inversiones, fomentar alguna actividad en especial? [2]
La respuesta genuina es que el Estado debe ordenar la macro y dejar que los ciudadanos descubran qué se puede vender y qué no. ¿Quién sabe? Tal vez un par de amigos descubren cómo hacer kayaks con fibra de vidrio y exportan al mundo o un par de hermanos misioneros cultivan hongos gastronómicos y colocan su sofisticada producción en Dubai. Así existen fenómenos como Cicaré o el Pursang de Anadón. Creo que es lo más sano que existe.
Los gobernantes no harían más que cumplir con el mandato constitucional: “…asegurar los beneficios de la libertad…” y “…promover el bienestar general…”. ¿Cómo? Sencillo, la Constitución Nacional nos lo dice: “Art. 75, inc.19. Proveer lo conducente … a la defensa del valor de la moneda…”.
En resumen, exigimos de los funcionarios que no nos compliquen la vida como lo hacen desde hace décadas.
¿Hay cosas que el gobierno debe hacer? Sí, claro. Primero, como dije, ordenar la economía; segundo, colaborar con un buen servicio de relaciones exteriores; tercero, invertir en las fuerzas armadas porque nadie respeta a un país que no puede defenderse; cuarto, administrar justicia (también mandato constitucional) de forma tal de hacer más fáciles las relaciones laborales y comerciales; quinto, generar las condiciones para tener un buen sistema de transporte tanto terrestre como fluvial como marítimo; sexto, garantizar la calidad de la provisión de energía eléctrica de tal forma de poder producir; séptimo, no interferir ni boicotear el crecimiento del interior del país [3].
En concreto, ¿cómo crecerán las exportaciones?
Se llegará de los actuales U$D 88 mil millones a U$D 300 mil millones si damos los siguientes pasos:
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- al sincerar la macro (tipo de cambio y tasa de interés),
- y al bajar impuestos (DEX e impuesto a las ganancias) se lograrán dos efectos:
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- se blanquearán exportaciones ya existentes,
- determinadas actividades que hoy están en equilibrio o levemente deficitarias pasarán a ser superavitarias y aumentarán sus volúmenes exportables.
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Ejemplos:
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- Actualmente, según las autoridades del sector, se declaran sólo la mitad de las capturas de pesca. La otra mitad se trasborda en altamar y no se declara a la Aduana. Eso duplicará las exportaciones formales en el sector sin inversión adicional alguna,
- En los últimos años se redujeron las superficies sembradas y plantadas con arroz o arándanos porque, debido al tipo de cambio retrasado, las explotaciones se volvieron deficitarias, en particular para el pequeño productor. Ídem bodegas vitivinícolas o limones en Tucumán.
El segundo paso requerirá cierta maduración, en particular lo que tiene que ver con que la población gane confianza en la estabilidad de la economía. Entonces los rubros a crecer y exportar en temas agropecuarios son:
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- carne aviar,
- carne porcina,
- carne caprina,
- carne ovina,
- carne de camélidos [4],
- equinos vivos,
- lanas (ovina, caprina, camélidos),
- cultivos de secano (uvas, olivos, frutas secas, azafrán),
- frutas finas,
- frutas en general,
- floricultura (hoy inexistente) [5],
- la producción vacuna mediante el uso de pasturas y la mejoras que hoy la faltas de rendimiento no permiten (índices de fertilidad, pesos promedios, etc.),
- la producción tradicional de granos mediante mejoras en el manejo.
Luego tenemos los aumentos de producción que sí requieren inversiones. El principal es el riego. Esto permitirá triplicar la superficie arable.
El mercado lácteo debe llegar a exportar U$D 4.000 millones anuales entre leche en polvo, quesos y otros productos. Esto requiere la reformulación completa de las relaciones comerciales intracadena.
El mercado internacional de maquinaria agrícola ascendió en el año 2021 a U$D 81 mil millones. Argentina no tiene participación alguna. Debe aspirar a estar dentro de los 10 primeros proveedores mundiales.
En cuanto a pesca, debe reformularse. Custodiar el Mar Argentino e impedir la pesca furtiva, cancelar las actuales concesiones y armar un nuevo esquema. Esto duplicará o triplicará los actuales valores.
Estimular la acuicultura. Tanto de peces como de mariscos. Podemos llegar a exportar entre U$D 2.000 y U$D 5.000 millones en este rubro, además de traer prosperidad a las costas patagónicas.
Reformular el negocio textil. Actualmente existe para satisfacer el mercado interno. Básicamente consiste en la confección sobre telas asiáticas, a veces introducidas por contrabando. Caro y de mala calidad. El temperamento deber ser distinto y no sabemos si los actuales empresarios, llenos de vicios, son las personas indicadas. El negocio deben ser las fibras naturales (lanas, algodón, lino, bambú), lavado, hilado y si es posible, tejido. Asociarse con empresas italianas para ser proveedores de su confección y/o confeccionar aquí con su supervisión. Buscar el sector de alta calidad y alto precio dentro del mercado internacional.
Ídem para los cueros. Un guante de cabritilla cuesta 200 euros en Piazza di Spagna en Roma. Los guantes de cuero de oveja para motociclistas tienen muy buenos precios. Toda esa industria (calzado, marroquinería, accesorios, talabartería) requiere inversión y alta calidad de mano de obra. Por lo que necesitaremos tiempo y dinero para ambos. Totalmente factible. Italia exporta U$D 6.600 millones de calzado de cuero por año; Brasil U$D 353 millones. Nosotros no existimos.
Industria del conocimiento. Si adecuamos el tipo de cambio y los impuestos, la exportación de servicios explotará. Eso incluye informática, consultorías, docencia, auditoría. Nada hay que hacer excepto dejar de ahorcar a los protagonistas.
En cuanto a los combustibles, estamos en una situación desafortunada en este momento. Exportamos petróleo crudo e importamos refinados. Eso debe darse vuelta y la única forma es mediante inversión en refinerías de petróleo.
Industrias
Cada una es un mundo. Actualmente exportamos el 90% de la producción de aluminio en lingotes. Tal vez el desafío sea exportar productos elaborados en base a aluminio.
La industria maderera está en la misma situación que otras. Sólo necesitan un tipo de cambio competitivo, impuestos razonables y fletes.
El aumento del tipo de cambio le dará competitividad a la producción industrial nacional. Dejaremos de importar de Brasil shampoo, jabón de tocador o cubiertos. No hay ningún secreto de producción. El único secreto brasileño es el tipo de cambio de importación al 50% del verdadero y la ausencia de derechos de importación. Cortar con el tipo de cambio subsidiado solamente aumentará la actividad industrial doméstica. Algunos de ellos podrán exportar.
Un punto que no se tiene en cuenta es el flete internacional. Para las cuentas nacionales es una importación de servicios, al igual que los seguros. Si ciudadanos argentinos se deciden a ser armadores nos podemos ahorrar algún número entre cero y U$D 6.000 millones anuales. Una inversión que hoy no se concreta por las intervenciones estatales, en particular en el mercado de cambios y tributarias.
El Estado debe invertir o facilitar las inversiones privadas en dos grandes rubros: fletes internos, esto es habilitar puertos sobre el Paraná y dejar que existan las flotas fluviales argentinas, permitir el transporte marítimo de carga por los puertos patagónicos con el fin de evitar que todo llegue por camión vía la Ruta 3, dejar navegable el canal Magdalena y poner a punto los FFCC de carga. Fomentar el transporte aéreo para los productos que lo ameriten.
De a poco, ladrillo a ladrillo, construir nuestra prosperidad.
Inversión
La contracara de las exportaciones debe ser la inversión. El dinero ganado por exportar no debe transformarse en tesoro (amontonarlo en una cuenta corriente) sino convertirlo en inversión.
En inversión privada, con todas las actividades que se nos ocurran.
Pública, al garantizar calidad en transporte, conectividad por fibra óptica y satelital; y en energía eléctrica de calidad (potencia) en todo el país.
La inversión es necesaria por dos razones; porque es imprescindible para crecer constantemente, y porque si no se hace, la inundación de exportaciones producirá una caída del valor de la divisa. La forma de prevenirlo es mediante la inversión y la importación de maquinaria.
Ése fue el secreto del crecimiento desde 1880 a 1975. Exportaciones contra inversión.
Por último, no hay que esperar inversiones externas, es un espejismo. Dejemos que los argentinos saquen sus dólares de sus escondites y confíen en el país. Ésa y no otra debe ser la base de la inversión futuro que llevará nuestro PBI y nuestras exportaciones a niveles jamás soñados.
Prosperidad
El aumento de exportaciones tendrá los siguientes efectos: aumento de demanda laboral que llevará inevitablemente a un aumento del salario medio, y un aumento de la prosperidad en las provincias en relación con la capital y el Gran Buenos Aires. Los objetivos son pleno empleo, formalización del mismo y salario medio de U$D 1.400.
Habrá movilidad de población dentro del territorio nacional. Debemos desarrollar la Argentina marítima.
Si además invertimos en riego, triplicaremos la superficie arable y se requerirán grandes inversiones en construcción civil en todos los pueblos y ciudades que nacerán en nuestro territorio.
¡El futuro es nuestro! Sólo tenemos que sacarnos estos parásitos de encima.
* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).
Notas
[1] La solución de los gobiernos es abaratar artificialmente los productos que los pobres (los que ganan U$D 200 ó U$D 300, es decir todos) compran. Y así artificialmente, subir su poder de compra. Es buscar el equilibrio hacia abajo, hacia la pobreza, en lugar de buscar el equilibrio hacia la prosperidad.
Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis
http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/carne-y-el-valor-del-salario-episodio.html
[2] Lo que hay que erradicar de la vida política argentina y de nuestro vocabulario es la fórmula UIA, la fórmula De Mendiguren: exenciones impositivas + subsidios + créditos blandos. Nunca más nada de eso. La solución es todo lo contrario: macroeconomía estable, bajos impuestos y dejar a la gente tranquila con trabas burocráticas. Nosotros nos arreglamos solos.
[3] Lo que ha hecho mediante: 1. tipo de cambio artificialmente bajo; 2. malos y caros fletes; 3. altas tasas de interés; 4. acumular empleados públicos (consumo) en la capital federal.
[4] En los tres últimos casos las exportaciones son inexistentes. Tanto Paraguay como Uruguay crecieron en los rubros.
[5] Las exportaciones de Holanda son U$D 5.170 millones anuales. Colombia exporta U$D 1730 millones anuales, en particular rosas.
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Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis
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Echar al régimen
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300 dólares
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Publicado el 13/05/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/05/el-secreto-de-la-prosperidad.html