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EL ATLÁNTICO SUR ARGENTINO OCUPADO POR BRITANIA, ESPAÑA Y CHINA

César Augusto Lerena*

Reconquista de Buenos Aires por las fuerzas regulares e irregulares comandadas por Santiago de Liniers. Rendición del comandante británico William Carr Beresford, 12 de agosto de 1806.

El 2 de febrero de 1825, se firmó el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación” entre el Reino Unido y las Provincias Unidas del Río de la Plata que, luego repitió Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela, transfiriendo la conducción económica y financiera a los británicos. En ese Tratado se estableció una “Perpetua Amistad” —ello no frenó a la pérfida falange de Albión— para que, en forma oscura y traidora, invadiera Las Malvinas en 1833 y se establecieron privilegios, como transformar en inembargables sus posesiones, la libre navegación en mares y ríos, la aplicación de la “cláusula de Nación más favorecida” en todos los negocios, incluso, más de las que podrían recibir las argentinas.

Cuando el 12 de agosto de 1806 orientales y españoles echaron a los ingleses de Buenos Aires, comenzó un largo y silencioso derrotero de ocupación inglesa, con la complicidad de gobernantes y la tolerancia o el interés de los ciudadanos influyentes.

Ello se ratificó en 1933 con el Tratado Roca-Runciman y en las Declaraciones Conjuntas de 1989 en París, convertidas luego, en el Tratado del 14/15 de febrero de 1990, comúnmente llamado Acuerdo de Madrid (sin ratificación del Congreso) y, en el Tratado de “Promoción y Protección de Inversiones” de 1990, complementario del anterior, convalidado por la Ley 24.184.

Estos Tratados terminaron con la Argentina soberana, industrial, tecnológica, científica y dueña de sus recursos naturales y servicios públicos y la devolvieron a sus orígenes de proveedor de granos, transgénica, semilla-dependiente y química-fumigada. La Argentina del monocultivo, con los servicios y los recursos naturales privatizados y el Atlántico Sur Argentino ocupado por la Britania, España y China.

En mi artículo anterior “Los extranjeros invaden el Atlántico Sur y la Patagonia Argentina” dije: “Los británicos ocupan 1.639.900 millones de km2 de territorio marítimo argentino, equivalente a toda la Patagonia y a las provincias de La Pampa, San Luis, Mendoza, Jujuy y Formosa. ¿Es necesario darle más énfasis a esta deshonrosa pérdida de soberanía nacional?

Dije también que desde hace más de 50 años y, con más intensidad desde 1976 los gobiernos argentinos han tolerado la pesca ilegal de un promedio anual de 300 buques extranjeros que se llevaron 44 millones de toneladas por un valor comercial final del orden de los 770 mil millones de dólares, aunque, días atrás la Directora ilegítima de Recursos Naturales de Malvinas Dra. Andrea Clausen, le explicó al Penguin News que “generalmente hay un número grande de poteros y arrastreros, unos 400 de origen chino operando en el Atlántico sur” y, entre ellos, no ha sumado los más de 100 buques españoles y otros que pescan con licencia ilegal británica. ¿Es necesario resaltar que mediante esta pesca ilegal se han llevado unas tres deudas externas argentinas? ¿Esta entrega económica no ha sido exagerada como hipotético pago a la guerra perdida en 1982? ¿Es tal vez una compensación económica a las compras chinas de granos como ocurrió en su momento con la URSS o, como se dijo que ocurrió con Japón, cuando donó a la Argentina el INIDEP?

La misma Dra. Clausen nos “relata” que “todas estas capturas ilegales son muy al norte de la ZEE de Falklands. Y si bien la captura del calamar Illex pertenece a la misma biomasa, la verdad es que las Falklands han tenido una zafra razonablemente positiva con un volumen total por encima de las 60 mil toneladas”. ¡Que notable casualidad! Ni soviéticos ni búlgaros se acercaron a pescar en la zona arbitraria de exclusión británica de Malvinas en oportunidad de los “Acuerdos Marco” y ahora, tampoco los chinos (¿?). Y el Estado Argentino desde hace 40 años tolera que todos estos barcos subsidiados pesquen nuestros recursos pesqueros, los depreden y compitan con los empresarios argentinos con esta materia prima argentina, ingresando sin aranceles en el mercado internacional.

¿Y porque la Argentina nunca ha reclamado sobre la captura de los recursos migratorios argentinos? y no ha hecho cumplir las observaciones explicitadas en el Artículo 2º de la Ley 24.543 (CONVEMAR). Una renuncia vergonzosa a nuestros derechos.

Los hechos recientes que terminaron con la captura de un buque chino y otro portugués, dieron motivo a una auspiciante reunión interministerial presidida por el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, donde participaron además el Jefe de la Armada y el Prefecto Nacional Naval y, si bien es necesario coordinar las acciones de vigilancia y control (léase la acción de la Armada y la Prefectura), lo importante es definitivamente evitar la pesca clandestina y detener —con los elementos que sean necesarios— los buques que pescan los recursos nacionales (y en estos incluyo, a los migratorios), ya que es una vergüenza que estos últimos 40 años solo se hayan capturado 80 buques y multados por un valor de 25 millones de dólares. Para ser más preciso: solo 2 buques capturados por año cuando en la región pescan 300 buques (según la representante británica en Malvinas 400) por año que no solo ingresan a la ZEE Argentina, sino que capturan nuestros recursos migratorios (calamar, merluza, etc.) y, además respecto a las multas citadas me gustaría saber cuánto efectivamente cobró el Estado Argentino y, aún cobradas, igualmente resultarían insignificantes en atención a los valores de las capturas que efectúan estos barcos.

En distintos artículos hemos dado herramientas para terminar con este escarnio, me referiré solo a dos de ellas:

  • Poner toda la flota congeladora a pescar por fuera de las 200 millas, con el combustible libre de impuestos y todas las extracciones que se realicen en esa zona igualmente liberarlas de todo tipo de impuestos. Esta flota debería pescar con el apoyo militar de la Armada Argentina, tratándose de cuestiones que afectan a la soberanía nacional.
  • La Cancillería debería tomar urgente contacto con los países cuyos buques pescan en el Atlántico Sur, en especial con los españoles y chinos, para iniciar caminos de acuerdos empresarios, con la intervención necesaria del sector empresario nacional.

José Prego de Oliver escribió una Oda a la gloriosa jornada de Reconquista de la Ciudad de Buenos Aires el 12 de agosto de 1806: “La atroz muerte con mano descarnada, sus caballos, agita, y el carro estrepitoso precipita sobre una y otra gente encarnizada. Húndese el eje todo en cráneos, en escombros, en sangre, en lodo. Por puntos se ensangrienta la pelea; el español avanza, y horror, y confusión, y estrago lanza. La falange de Albion ya titubea; y a la diestra cuchilla cede por fin, y la cerviz humilla. La hermosa Capital encadenada por los crudos Britanos, viéndose libre, al cielo entre ambas levanta enternecida y prosternada: Sobre los muertos llora, y orna la sien del jefe, vencedora”.

A CASI 210 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO El ATLANTICO SUR ARGENTINO ESTÁ INVADIDO POR BRITÁNICOS, CHINOS Y ESPAÑOLES. ¿Ha quedado claro? La declaratoria de derechos y la administración de la crisis no alcanza. Argentinos de los dichos a los hechos.

Ceterum censeo Carthaginem esse delendam.

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provin05cia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

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LOS EXTRANJEROS INVADEN EL ATLÁNTICO SUR Y LA PATAGONIA MARÍTIMA

César Augusto Lerena*

Almirante Guillermo Brown (1777-1857)

El padre la Armada Argentina Guillermo Brown, fue el organizador y, el almirante de la flota naval argentina, que combatió y tomó el 15 de marzo de 1814 la isla de Martín García, que estaba en poder de los españoles, una de las más importantes victorias de la emancipación. El mismo año con la fragata Hércules entre el 14 y 17 de mayo libró el combate naval del Buceo y obtuvo el triunfo contra los realistas y, junto a las acciones por tierra de Artigas y Rondeau liberaron Montevideo.

En la difícil etapa de la independencia, en inferioridad de condiciones militares, con la pérdida de un importante número de vidas y un gran esfuerzo, se hizo de la isla Martín García, un basamento rocoso de 1,84 km2 de superficie, considerado estratégico.

Desde la ocupación el 3 de enero de 1833 (la rendición de José María Pinedo) del Reino Unido de Gran Bretaña de las islas Malvinas, la Argentina fue perdiendo el control del Atlántico Sur y los gobiernos no han hecho otra cosa —fuera de la recuperación de Malvinas en 1982— que reclamar a los británicos que se sienten a negociar la soberanía. ¿Quiénes son estos diplomáticos argentinos que tienen cómo única estrategia pensar que los británicos negociarán en favor de la Argentina la posesión de Malvinas, el resto de las islas y el Atlántico Sur? O que, mediante la cooperación nos será devuelta Malvinas. ¿Qué se supone que hace el Reino Unido con la Resolución 31/49 ítem 4 de la ONU que “insta a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en las… islas…”? Avanza, avanza, avanza, ante la pasividad y cooperación unilateral de Argentina.

En 1815 solo 1,84 km2 justificaron a Brown la toma de Martín García, lo que el Gral. San Martín calificó como “el más importante triunfo de la revolución americana de ese momento”, que dio fin a la dominación española de la Provincia Oriental. En 1982 los británicos tenían ocupada las Malvinas, un territorio agreste de 11.410 km2 y 3 millas de mar desde las costas. Hoy el Reino Unido ocupa 200 millas alrededor de Malvinas y un total de 1.639.900 millones de km2 de territorio marítimo argentino. ¿Alguien se habrá dado cuenta que la superficie ocupada es equivalente a toda la Patagonia (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Río Negro) y las Provincias de La Pampa, San Luis, Mendoza, Jujuy y Formosa? ¿Por qué además de poner énfasis en los legítimos reclamos de Malvinas no se visibiliza que la Argentina tiene invadido 1,6 millones de km2 de territorial nacional?

Han transcurrido ya 187 años que el Reino Unido ocupase Malvinas y 55 años de reclamos y de entrega sostenida y creciente de la Soberanía Nacional desde la Resolución 2065/65 de la ONU. ¿Los gobiernos aplicarán únicamente estas políticas declarativas e inconducentes?

La Argentina viene perdiendo el Atlántico Sur en todos los terrenos. En 1984 con el Tratado de Paz y Amistad con Chile perdió territorios insulares y marítimos. En 1985 el Reino Unido inauguró un nuevo aeropuerto en Malvinas. Luego, con la excusa de los Acuerdos Pesqueros con la URSS y Bulgaria del canciller Dante Caputo en 1986, los británicos avanzaron en la ocupación del Atlántico Sur. Años después, en octubre de 1989, llegaron los Acuerdos de Madrid y con ellos la “fórmula del paraguas” que entregaron la pesca y consolidaron la ocupación militar y económica del Reino Unido en el Atlántico Sur. Con el acuerdo de Domingo Cavallo de conservación conjunta de los recursos pesqueros al este de Malvinas, los británicos consolidaron el otorgamiento de licencias pesqueras a buques extranjeros y, ya en 1994, con la veda del calamar para los argentinos se facilitó la llegada de esta especie al área de captura inglesa, mientras que estos ocupaban 1.400 km2 de la ZEE (el llamado GAP) para para proteger sus importantes capturas de calamar. A partir del Acuerdo con la Unión Europea en 1994 se inició la extranjerización de la pesca nacional y, un año después se acordaba con los británicos la investigación de los recursos en un área más amplia de la zona de exclusión de Malvinas con lo que se facilitó una información biológica vital. En 1995 se ratificó la CONVEMAR y se redujo de 200 a 12 millas el Mar Territorial y, en 1996/9 Andrés Cisneros nos explicó las bondades de las políticas de cooperación que terminarían favoreciendo al Reino Unido. Ya en 1998 el Reino Unido trasladó el Comando Sur desde la isla Ascensión a Malvinas, instalando la mayor base de la OTAN en el Atlántico Sur, con aviones, fragatas, misiles y radares de última generación y están informados de los movimientos militares argentinos. Este mismo año se sanciona la Ley 24.922 y en lugar de promover la industria nacional se extranjerizó el mar argentino y, mientras en 1970 todas las empresas pesqueras eran nacionales, en 2020 siete de las diez principales empresas exportadoras son extranjeras y los inversionistas extranjeros americanos y chinos adquieren los capitales accionarios de las más importantes empresas nacionales y extranjeras. En 2000 la Argentina, por la Ley 25.290, aprueba el llamado Acuerdo de Nueva York que pone en manos de los Estados de Bandera (con mayoría en las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) el control de las especies migratorias y le abrió al mismo tiempo al Reino Unido de Gran Bretaña, las puertas en esas organizaciones regionales para intervenir bajo pretexto de considerarse en Malvinas un estado ribereño. Su falta de ratificación por la oposición de organizaciones y expertos, lo impidió hasta hoy. Por falta de apoyo de países amigos (España e Italia) con el Tratado de Lisboa, Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y la Antártida, se incorporaron a la Unión Europea como territorios británicos de ultramar. En 2010 se iniciaron las exploraciones petroleras británicas en Malvinas y en el 2011 el gobierno británico creó una “reserva ecológica” de un millón de km2 que incluye a Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. En el año 2015 Londres anunció el hallazgo de petróleo en el pozo Isobel Deep en la Cuenca Norte y en 2016 se ratifica de hecho el Acuerdo de Madrid con la firma del Pacto Foradori-Duncan, con el aval de los cancilleres Malcorra y Faurie, que propicia remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas Malvinas, lo que implica renovar las investigaciones conjuntas pesqueras y habilitar un nuevo vuelo semanal a San Pablo, uno de los centros económicos más importantes del mundo. En 2018 se firmaron acuerdos pesqueros con China y Rusia, dos potencias de pesca a distancia. En 2019 la Argentina adjudicó la explotación offshore de 100 mil km2 en el Atlántico Sur, entre Malvinas y el continente argentino, 18 áreas en la Cuenca de Malvinas a las empresas Shell, BP Exploration Operating Company Limited, Tullow Oil, Equinor y otras.

El 9 de abril de 2020, en el portal NODAL, el embajador en actividad Javier Figueroa, desconoce las aclaraciones que el gobierno nacional realizó al ratificar la CONVEMAR y refiere erróneamente que la Argentina no puede controlar lo que ocurre más allá de las 200 millas y que, “las flotas extranjeras no realizan pesca ilegal”, que “tal regulación se realiza a través de las denominadas OROPs…”. Propone acuerdos binacionales, entre ellos, con China y España, cuyos buques son los mayores depredadores en el Atlántico Sur y, mientras los primeros capturan subsidiados y tienen una suerte de surtidor de combustible en Alta Mar para evitar pérdidas de tiempo, los últimos colaboran con los británicos en Malvinas, donde en este momento tienen asociaciones y construyen un puerto pesquero para mejorar sus operaciones en las islas.

Finalmente, ¿cuáles han sido las razones para que los gobiernos argentinos desde hace 50 años y con más intensidad desde 1976 hayan acordado y tolerado que, un promedio anual de trescientos buques extranjeros, pesquen en el mar argentino, llevándose unos 44 millones de toneladas por un valor comercial final comercial del orden de los 770 mil millones de dólares? Con lo que se podía haber desarrollado la Argentina y muy especialmente el litoral marítimo bonaerense y patagónico.

¿Dónde está el Subsecretario de Pesca Carlos Liberman? Cuando el 25 de abril cientos de buques extranjeros de distintas nacionalidades pescaban en la Zona Económica Exclusiva Argentina, como filmó y denunció el Capitán de Pesca Alberto Mendoza del buque argentino “Don Pedro” (Mat. 068) y, más allá de las 200 millas marinas, cuando estos buques ilegales capturan nuestros recursos migratorios y las especies asociadas.

Video filmado por el Capitán del buque de bandera argentina Don Pedro, Alberto Mendoza, el 25/04/20

¿Qué opina el Ministerio de Defensa y la Cancillería al respecto?

¿Dónde estaba la Armada?, que mientras se invadía nuestro territorio y explotaban ilegalmente nuestros recursos tendría amarrado su buque patrullero ARA Bouchard (P-51), diseñado y adquirido especialmente para realizar las misiones de protección marina y, el 26 de abril circulaba una gacetilla de la Institución firmada por el Cap. de Fragata Aliotta Llatser, donde nos relataba que había “una flotilla de pesqueros de otras nacionalidades por fuera de las 200 millas… y que el Comando de Tránsito Marítimo realiza monitoreos electrónicos y satelitales hasta la milla 200 y mantiene un avión S-2T Trubo Tracker en guardia permanente…”

¿Qué le pasa, por otro lado, a los guardacostas de la Prefectura? que se les escapaban los buques pesqueros ilegales desarmados.

Hace 50 años que buques extranjeros ocupan nuestro territorio marítimo y roban nuestros recursos pesqueros. ¿Necesitamos que más tripulantes argentinos se jueguen la vida y su empleo y denuncien lo que toda la Argentina conoce?

El ATLÁNTICO SUR ARGENTINO ESTÁ INVADIDO y alguien tiene que decirlo. La declaratoria de derechos y la administración de la crisis no alcanza. Argentinos a las cosas y, de los dichos a los hechos.

 Ceterum censeo Carthaginem esse delendam.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

 

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LOS GNOMOS DE ZURICH Y EL ORDEN MUNDIAL

Agustín Saavedra Weise*

Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay

El 12 de agosto de 2011 publiqué un artículo llamado Kennedy y los gnomos de Zurich. Pasados 19 años, esos figurativos “gnomos” siguen haciendo de las suyas. Hoy en algunos lugares se los llama de otra manera, pero siempre son los mismos y actúan en las principales urbes, no solo en la ciudad suiza que les dio su nombre. Washington, Nueva York, Los Ángeles, Moscú, San Petersburgo, Beijing, Shangai, Paris, Londres, Berlín, etc., detentan grupos de poder vía líderes políticos y ejecutivos de sus grandes empresas transnacionales. Forman un conjunto multiforme que actúa sutilmente silencioso, como si el planeta y sus inmensos recursos le perteneciera.

La frase “Gnomos de Zurich” la divulgó el ex Primer Ministro británico Harold Wilson en los años 50 del siglo XX. Usó la expresión para referirse a la forma oculta en que los banqueros suizos de Zurich —centro financiero de alcance mundial— especulaban, agigantando o aminorando las crisis de turno en función de sus intereses. Pasados los años, el presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy popularizó mundialmente la expresión al referirse explícitamente —en uno de sus últimos discursos de 1963—  a los gnomos de Zurich. En esa oportunidad, Kennedy englobó en el apelativo a poderes ocultos de nivel planetario que deberían ser develados, por traficar con crisis internacionales o creándolas a su gusto cuando así les convenía. Con el tiempo, la expresión gnomos de Zurich pasó a formar parte de varias teorías conspirativas, algunas extremas y alejadas de la realidad, otras no tanto. Lo que quiso decirnos Kennedy quedó en el misterio por su trágica muerte en noviembre de 1963. Es más, muchos piensan que fue asesinado para que no revele nombres ni fuentes de esos misteriosos personajes.

El 20 de enero de 1960, el general Dwight Eisenhower al dejar el mando presidencial (justamente en manos de Kennedy) durante su discurso de despedida acusó a un “Complejo Industrial-Militar” de conspirar y manipular la economía. Esos poderosos eran sin duda parte de los gnomos de Zurich, élite privilegiada que controla los resortes que generan guerras, amén de otros factores geopolíticos y económico-sociales.

Y podemos pasar en el presente a otra grave crisis planetaria que nos acosa: el Covid-19. Hasta el momento, no se puede afirmar 100% que el Coronavirus se desarrolló autónomamente o si fue gestado en laboratorio. Tampoco se puede afirmar por completo que nació en China; otros dicen que fue trasladado allí y, en fin, hasta que no se sepa la verdad verdadera (si eso ocurre algún día) solo podemos especular que todo lo gestado y por gestarse viene de la mano de los gnomos de Zurich, tal vez con la idea de recomponer el orden mundial una vez se mitigue la pandemia. ¿Teoría conspirativa? Sin duda alguna, pero no muy alejada de la realidad y de los días que vendrán en la etapa post pandemia. Al final, llámense gnomos de Zurich, duendes, capitanes y reyes o como quieran denominarse hoy, reitero que convivimos con empresas y poderosos que regulan aspectos fundamentales del planeta. Los tales gnomos se mueven en función de intereses y potenciales beneficios, reviente quien reviente, caiga quien caiga; ese grupo de poder planifica procesos al milímetro. Desde esta nuestra Bolivia periférica y emergente, debemos estar siempre alertas ante las movidas de los gnomos de Zurich, que está visto sí existen, no son fábulas.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/175334_los-gnomos-de-zurich-y-el-orden-mundial