SIN PLAN PARA MALVINAS

César Augusto Lerena*

Observo en los últimos tiempos que hay una mayor atención en la cuestión Malvinas; desde, la puesta en duda sobre su pertenencia hasta la reivindicación de derechos. En medio de ello, nuestros funcionarios se limitan a invitar a dialogar por enésima vez a Gran Bretaña y a resaltar las fechas conmemorativas, sin lograr un solo avance, mientras que los ingleses, controlan cada día más nuestro territorio.

El próximo 40° aniversario de la recuperación de Malvinas nos encontrará peor que en 1982: el mar argentino más ocupado y con una secretaría de Malvinas inerte.

En 1982 el Reino Unido tenía invadida 11.410 km2 (Malvinas) y hoy tiene ocupados y explota 1.650.000 km2 de territorio marítimo e insular. Más de 100 buques operando en Malvinas que extraen 250 mil toneladas anuales de recursos pesqueros por valor de mil millones de dólares anuales y, en todo el Atlántico Sur, más de 350 buques extranjeros se llevan anualmente un millón de toneladas por un valor de cuatro mil millones de dólares, el doble de las exportaciones argentinas. Si se hubiesen promovidos acuerdos entre empresas para la pesca de los recursos migratorios en alta mar otro hubiese el desarrollo empresario y social de la Patagonia.

Ahora, el gobierno ilegal de Malvinas está en proceso de construir un puerto en Malvinas que se constituirá en la puerta de acceso a la Antártida y de logística de los buques que operan al sur del Mar argentino, remplazando a Ushuaia y a otros puertos del litoral nacional. Desde la firma de los Acuerdos de Madrid (1989/90) los británicos se llevaron recursos migratorios argentinos por valor de 32 mil millones de dólares.

Sin embargo, los gobiernos no han tenido voluntad de desechar los Acuerdos de Madrid ni el Pacto de Foradori-Duncan (2016), puestos ejecución sin aprobación del Congreso, en los que se incluyeron por primera vez, las Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Les permitió a los británicos avanzar los millones de km2 referidos; regular el movimiento de las naves militares argentinas; facilitar la relación de Malvinas con Brasil y Chile y, con ello, el contacto comercial de las islas con el mundo e implementó la “fórmula del Paraguas” que permite que Gran Bretaña avance y Argentina esté congelada.

Por otra parte, el abogado Marcelo Kohen, que hoy asesora al presidente de la Nación en el Consejo Nacional de Malvinas, elaboró en 2018 un plan que les permitiría a los isleños establecer —entre otras cosas— quiénes podían o no radicarse en las islas y, a los treinta años, tener un referéndum para determinar si adoptan la soberanía británica o argentina. Un Plan que pondría en manos británicas la soberanía de Malvinas, ya que es de esperar que, si los isleños británicos son los únicos que votan, ocurriría lo mismo que ya ocurrió en el referéndum ilegal de 2013, donde el 99% opto por continuar siendo súbditos británicos.

Por su parte, Uruguay abre sus puertos a la pesca ilegal en el Atlántico Sur y tiene previsto para 2022 la habilitación del puerto pesquero Capurro, para atender la operatoria y logística de los buques que pescan en el Atlántico Sur y en Malvinas y, licitar su operación que, si son “empresas chinas”, tanto Uruguay como la Argentina, perderán el control de la pesca, en una región donde los buques chinos son mayoritarios, aunque también pescan españoles, coreanos y taiwaneses. El Atlántico Sur está internacionalizado y ello dio lugar a la presencia de buques de las fuerzas armadas de Estados Unidos, bajo pretexto de controlar la pesca ilegal.

En medio de ello, debemos sumar la revitalización de algunas declaraciones que refieren a que las Malvinas no son argentinas, como es el caso de la candidata a diputada Sabrina Ajmecht y de la reiterada declaración en ese sentido de Beatriz Sarlo. Llama la atención, en ambos casos que se preocupen por supuestos derechos de tres mil ocupantes de Malvinas y no por los millones de argentinos que han perdido casi todos sus derechos básicos, como la educación, el trabajo, la vivienda, etc. Estas declaraciones se reflotan en coincidencia con el Brexit, donde el Reino Unido necesita fortalecer su pertenencia sobre los territorios de ultramar.

Debería agregar: que todas las empresas que pescan en el Atlántico Sur y Malvinas lo hacen subsidiadas; las certificadoras internacionales de productos pesqueros avanzan para decirnos qué empresa podrá o no exportar a los mercados; nuestro Congreso promueve un área Marina Protegida Agujero Azul que dará argumentos al Reino Unido para establecer nuevas restricciones a Argentina, impedirá la pesca argentina y encarecerá la gestión en lugar de darle los medios al INIDEP para que cumpla con la tarea de asegurar una pesca sostenible y, también hay quienes promueven la creación de Organizaciones Regionales (OROP) que reafirmarán a las empresas extranjeras y al Reino Unido en la administración de aguas argentinas.

Hace casi sesenta años que los gobiernos argentinos promueven el diálogo y la cooperación unilateral, sin éxito. La Argentina tiene recursos diplomáticos, económicos, técnicos, biológicos y empresarios, para que, en forma pacífica, pueda cambiarse este modelo que impide el desarrollo regional, la generación de empleo y el fortalecimiento nacional, alcanzando mejores condiciones para estar más cerca de recuperar la integridad territorial con las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los mares correspondientes y, la disputa sobre la Plataforma Continental y la Antártida.

 

* ExSecretario de Estado y experto en Atlántico Sur y Pesca. 

Publicado por El Economista el 25/08/2021, https://eleconomista.com.ar/2021-08-sin-plan-para-malvinas/

SERPIENTES QUE HABLAN EN LOS CUADROS

Francisco Carranza Romero*

Obras del artista peruano Harry Chávez

La exposición pictórica “El mito de serpiente resplandeciente” de Harry Chávez (1° de julio – 30 de agosto de 2021) presenta cuadros hechos con innumerables bolitas (cuentas, perlas, gemas y mostacillas) de varios tamaños, colores y brillos. Es el resultado de la labor paciente y constante durante días y meses en el proceso de la exteriorización del mundo interior, el inconsciente histórico, armonización de la fusión de etnias y culturas porque de autor, como peruano inteligente y honesto, ha asumido la realidad multiétnica y multicultural.

El protagonista de los cuadros expuestos en Ccori Wasi (Quri Wasi: Casa de Oro, Galería de Artes Visuales, Universidad Ricardo Palma), es la serpiente, amaru en quechua. Este animal, presente en todo el mundo, ha impresionado tanto al ser humano que aparece en muchos relatos míticos y fábulas, y hasta es un signo zodiacal. En la realidad natural y fantástica pertenece al mundo de abajo, a este mundo y al mundo de arriba. Así se convierte en el símbolo de la fuerza, vida, muerte, misterio, sagacidad y belleza.

En el mundo andino, dos líderes de la insurrección contra el poder español adoptaron sus nombres relacionados con la serpiente: Túpac Amaru I (1572, durante el período del virrey Francisco Álvarez de Toledo quien instituyó la Santa Inquisición). Túpac Amaru II (José Gabriel Condorcanqui, desde el 4 de noviembre de 1780 hasta el 18 de mayo de 1781). Ambos fueron ejecutados, pero sus muertes no fueron en vano.

De Túpac Amaru II se recuerda el encuentro con el visitador español José Antonio de Areche, enviado del rey de España, quien, entrando al calabozo le pidió con promesas los nombres de otros rebeldes. El rebelde le contestó: “Solamente tú y yo somos culpables; tú, por oprimir a mi pueblo; yo, por tratar de libertarlo de la tiranía”. Murió descuartizado por cuatro bestias, y el lugar ahora se llama Wacaypata (waqay pata: plaza del llanto).

Hay también topónimos: Amarumayu (río de la serpiente), Amartay (amaru ratay: el descenso de la serpiente -el rayo en este caso-. Una laguna en Quitaracsa, Áncash). En la selva la serpiente yacumama (yaku: agua; madre del agua) cuida a los niños cuando se bañan en el río.

¿Tanto le ha impresionado a Harry Chávez el mito de amaru o serpiente? Supongo que su estadía en Corea del Sur por un año como estudiante de intercambio en la Universidad Dankook habría sido también la oportunidad para escuchar relatos y ver las figuras del dragón: serpiente alada con garras de felino que mora en el subsuelo, en el agua y en el mundo de arriba. El dragón es un animal fantástico de mucho poder para el bien y el mal.

Al ingresar a la sala de la exposición uno queda impactado por las miradas humanizadas y amicales de las serpientes de los cuadros, algunas con cabezas de pumas. Después del primer impacto uno reacciona según su imaginación y según sus conocimientos de la cultura peruana y mundial. En mi caso, después de unos minutos inicié el diálogo silencioso con las serpientes. Al salir de la exposición, me despedí del artista visual Harry con quien compartí muchos días en Seúl; pero las serpientes resplandecientes (tilapyaq amarukuna, en el quechua ancashino) me siguen acompañando.

Felicitaciones Harry, sigue reflexionando sobre nuestra rica realidad cultural, resultado de la fusión de etnias y culturas. Ojalá que las serpientes enrolladas de tus cuadros salgan a bailar con otros seres para que todos participemos en la danza del amor y de la fraternidad.

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América (Dankook University, Corea del Sur).

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