BOMBAS ATÓMICAS EXTRAVIADAS Y NUNCA ENCONTRADAS

Comandante Espuela (Revista Tiempo GNA*)

Demasiadas flechas rotas

En la jerga militar, se llama “flecha rota”, cuando la bomba nuclear no detonó y se halla perdida. En la Guerra Fría, las reservas nucleares eran muy grandes y para evitar un ataque ruso por sorpresa, los estadounidenses permanentemente tenían bombardeos que volaban por todo el mundo, con armas termonucleares armadas activas y a veces las cosas salían mal. Las bombas pesaban más de 3 toneladas, era difícil transportarlas y durante una emergencia, para que el avión no se estrellara, los pilotos “accidentalmente” las dejaban caer. El gobierno de los Estados Unidos admitió haber perdido 11 bombas nucleares: 6 en su territorio y otras 5 en el Océano Pacífico, el Atlántico y Mediterráneo. En algunos casos, las extraviadas no contenían carga nuclear; en otros, estaban completas y listas para ser detonadas. Pero algunos expertos creen que fueron unas 50 y una cantidad similar extravió Rusia. Es decir, durante la Guerra Fría, más de 100 artefactos nucleares estarían perdidos en todo el mundo y nunca fueron recuperados. Después de más de medio siglo, el festival de bombas atómicas surcando los cielos ya ha dejado consecuencias en todo el planeta. Aún hoy, muchos detalles sobre el contenido radiactivo de esas bombas y/o sus restos siguen bajo secreto.

Se busca flecha rota

La silueta que se observa en la foto, tiene el mismo tamaño de una bomba atómica que cayó accidentalmente en un bosque de los EE.UU. Cómo aún no fue encontrada, se colocaron esos carteles para que los habitantes sepan identificarla. 

Los accidentes
  • En 1956, un bombardero B-47 cargado con dos bombas atómicas se esfumó para siempre mientras sobrevolaba el mar Mediterráneo y aún hoy se ignora qué sucedió con la tripulación y su carga mortal. En EE.UU., otras bombas atómicas se perdieron en Carolina del Norte y Georgia, así como en la costa de New Jersey y el Estado de Washington. En esas zonas existen carteles con la silueta de una bomba de con ese tamaño para que sea identificada en caso que sea descubierta.
  • El 11 de marzo de 1958, por la zona rural de Carolina del Sur (EE.UU.) volaba un B-47 a unos 4.500 m de altura, por un error se desprendió una bomba nuclear de 3 toneladas que transportaba, era una Mark 6 de 26 kilotones. El artefacto atómico cayó en la huerta de la casa de Walter Gregg y su familia. El núcleo de plutonio no explotó, pero 400 kilos de un alto explosivo, detonaron dejando un vasto cráter fangoso de 16 m de diámetro por 7 m de profundidad y destruyendo la casa. La bomba tenía puestos los seguros, por lo que no hubo radiación atómica y las únicas muertes fueron algunas gallinas. La propiedad pasó a través de varios propietarios, pero ninguno se molestó en rellenar el agujero. Siguió siendo un lugar asombroso, hasta que al 50 aniversario del accidente, se creó el único sitio accesible para turistas en los EE.UU.
  • En 1965, el portaaviones estadounidense Ticonderoga, surcaba el océano Pacífico cuando uno de sus aviones cayó al mar, con piloto y bomba atómica incluidos. Se encuentran a unos 5.000 metros de profundidad y desaparecieron para siempre. Por un tiempo, el accidente se mantuvo en secreto.
  • En 1966, un bombardero B-52 que transportaba cuatro bombas nucleares, se estrelló en Palmares, España. Tres fueron encontradas pero la restante que cayó en el mar y nunca habría sido recuperada.
  • En 1968, un bombardero norteamericano que se dirigía a la base militar Thule llevando bombas nucleares, se estrelló cerca de Groenlandia, las bombas se perdieron en el mar helado. Según documentos desclasificados obtenidos por la BBC, una de las cabezas nucleares habría atravesado el hielo y fue a parar al fondo.
  • No hace mucho la BBC publicó un artículo donde cuentan la historia de un buzo canadiense que podría haber encontrado una bomba atómica. El buzo estaba explorando el mar cerca de la costa de la Columbia Británica, cuando descubrió un objeto metálico de gran tamaño que se destacaba de entre la arena. Las autoridades intervinieron y el Departamento de Seguridad Nacional Canadiense dijo que se podría tratar de una bomba nuclear perdida en un accidente aéreo en 1950. Habían pasado 67 años, pero otros idóneos en el tema negaron esa posibilidad, pues estaba lejos de donde cayó el avión que la transportaba.
  • Dentro de las que sí se encontraron, el 23 de enero de 1961 un avión de bombardeo de la Fuerza Aérea de los EE.UU. que volaba sobre Carolina del Norte, en forma accidental se desintegró en el aire cayendo a tierra dos bombas de hidrógeno MK-39 cada una de 2 megatones, en total unos 4 millones de toneladas de TNT. Todas tenían cuatro mecanismos de seguridad destinados a evitar una detonación accidental. Se hallaron en un prado enterradas en el fango a unos 30 metros de profundidad y fueron encontradas fácilmente por el paracaídas que llevaban para un descenso controlado que estaban enredados en los árboles.

La guerra fría duró 46 años y se podría escribir un libro del centenar de esos accidentes, donde el mundo tuvo mucha suerte. El 90% de los incidentes donde el artefacto nuclear no fue encontrado, es clasificado como secreto, por lo que algunas historias nunca se sabrán.

 

* Revista independiente para el personal de la GNA, Tiempo GNA, Nº 64, enero de 2022.

 

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