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EL DESARROLLO DEL CIBERESPACIO BÉLICO EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Parte 2)

Giancarlo Elia Valori*

Imagen de Pete Linforth en Pixabay

La defensa de la ciberseguridad es la base de la capacidad de combate del ciberespacio y una garantía importante para las operaciones militares. Guiados por la idea de la colaboración militar y dirigida por la industria, los Estados Unidos de América y el Reino Unido hacen pleno uso de las tecnologías y capacidades de la industria para fortalecer la investigación y el desarrollo de tecnologías y equipos de ciberseguridad, así como para mejorar el rendimiento de sus capacidades de defensa.

En agosto de 2021, la Agencia de Sistemas de Información de Defensa de los Estados Unidos (DISA) otorgó a la firma de ciberseguridad Forescout-Active Defense for the Enterprise of Things un contrato de 115 millones de dólares estadounidenses para promover un modelo de seguridad de confianza cero. También conocida como arquitectura de confianza cero (ZTA), arquitectura de red de confianza cero (ZTNA) o seguridad sin perímetro, describe un enfoque para diseñar e implementar sistemas de TI. El concepto principal detrás del modelo de seguridad de confianza cero es “nunca confiar, siempre verificar”, lo que significa que no se debe confiar en los dispositivos de forma predeterminada, incluso si están conectados a una red autorizada, como una LAN corporativa e incluso si se verificaron y verificaron antes.

DISA seleccionó la plataforma Forescout como parte del proyecto Compliant Connectivity (C2C). El Departamento de Defensa espera que C2C proporcione un conjunto de capacidades informáticas y de TI para administrar todos los recursos en la red del Departamento. Una de las capacidades habilitadas para C2C de la plataforma Forescout es la visibilidad de extremo a extremo de las redes conectadas del Departamento y también permitirá a DISA actualizar los procesos de seguridad, incluida la automatización de las funciones de seguridad esenciales y un mejor intercambio de información.

DISA también planea desarrollar un prototipo de la arquitectura Thunderdome zero-trust, cuya producción comenzará a principios de 2023. La nueva arquitectura promete mejorar la seguridad, reducir la complejidad y ahorrar costes, al tiempo que reemplaza los enfoques actuales de defensa en profundidad para la ciberseguridad.

Al mismo tiempo, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) desarrolló un nuevo software de ciberseguridad de drones, a saber, el Sistema Militar Cibernético de Alta Garantía (HACMS), e invitó a los piratas informáticos a asistir a la Conferencia de ciberseguridad DEFense readiness CONdition (DEFCON) en los Estados Unidos de América en agosto. Los resultados muestran que incluso los profesionales no son capaces de descifrar dicho software, aunque creo que aquellos que podrían hacerlo permanecerían ocultos, prefiriendo declararse “golpeados” en lugar de exponerse al aire libre.

HACMS utiliza técnicas de “método formal” para asegurar matemáticamente que no haya fallas de software que permitan a los piratas informáticos ingresar y tomar un sistema informático. La arquitectura del software separa estrictamente las diversas funciones del sistema de control específico de la tarea, e incluso si los piratas informáticos pudieran ingresar al software de la cámara del dron, no podrían secuestrar su sistema de comando y control. Además, en septiembre, DARPA lanzó el proyecto Hardening Development Toolchain Defense Against Burst Execution Engine (HARDEN), que tiene como objetivo ayudar a los desarrolladores a comprender el comportamiento de contingencia y emergencia en las computadoras para evitar que los ciberatacantes utilicen las capacidades integradas de los sistemas críticos para generar cálculos maliciosos y accidentales.

En enero de 2022, la Agencia de Innovación de Defensa (DIU) anunció que había otorgado a la firma de ciberseguridad CounterCraft un acuerdo de liquidación adicional para nuevas tecnologías para capturar y bloquear amenazas internas en redes comprometidas. La técnica, conocida como “plataforma de engaño cibernético”, crea una trampa para que los adversarios dejen atrás las técnicas, herramientas y arquitectura de comandos que utilizan después de comprometer una red. CounterCraft dice que la tecnología es esencialmente “honeypots” y “honeynets”», es decir, técnicas de ciberseguridad que crean trampas tentadoras (honeypots) y vinculan estas trampas (honeynets). El comportamiento de los atacantes en un entorno de honeypot se puede clasificar, lo que permite a las instituciones visualizar sus vulnerabilidades en las cadenas de infiltración.

DIU se dirigió a la industria en julio de 2021 para capacidades avanzadas de detección y respuesta de puntos finales (un punto final de comunicación es un tipo de nodo en la red de comunicación; es una interfaz que consiste en una parte de comunicación o canal de comunicación).

DIU ha declarado que el Comando Cibernético de los Estados Unidos y los diversos componentes cibernéticos del servicio quieren ser cada vez más la “joya de la corona” en la red defensiva y el sistema de armas defensivas para oponerse a la actividad cibernética maliciosa alrededor de la cual DIU está desplegando elementos engañosos para crear esencialmente sensores y capacidades de prefiltrado, así como dispositivos de recopilación de datos prefiltrados. Este es esencialmente un método para implementar artefactos falsos, señuelos, algoritmos erróneos y honeypots, e implementar retiros y puntos finales altamente personalizados y específicos en datos de tráfico muy específicos e indicadores de filtrado previo en un entorno que nos permite comprender los detalles de las amenazas al visualizar interacciones con artefactos falsos. Si los métodos y técnicas descritos anteriormente se prueban con el tiempo, estas herramientas cambiarán las reglas del juego en cuanto a cómo el Departamento de Defensa, y cualquier Agencia, protegen sus redes y datos.

Esto significa que los defensores del ciberespacio pueden desarrollar planes de protección personalizados y respuestas que sean más específicas para cualquier parte del Departamento de Defensa o cualquier otro Ministerio, en lugar de tratar de adoptar un enfoque único para la protección cibernética.

El Ejército de los Estados Unidos está aprovechando las nuevas tecnologías para avanzar en el desarrollo y despliegue de armas cibernéticas, incorporando mejoras en los sistemas existentes para garantizar la efectividad continua de las defensas cibernéticas. Entre ellos, el proyecto de Análisis y Detección de Redes (CAD) se basa en la Plataforma de Big Data del Ejército, llamada Gabriel Nimbus, que puede ejecutarse en varias redes clasificadas, aumentando así el espacio de almacenamiento; agregar nuevas fuentes de datos; e integrar aplicaciones y herramientas especiales.

Además, el programa de Monitoreo de Actividad del Usuario (UAM) permite a los analistas identificar la actividad de los usuarios de alto riesgo en las redes del Ejército casi en tiempo real para abordar las amenazas internas. Esto ayuda a aprovechar todas las herramientas, aplicaciones, así como los flujos de datos y flujos en el Gabriel Nimbus. La emulación de amenazas es el proyecto que permite a los usuarios simular capacidades hostiles en sus redes con el objetivo de encontrar vulnerabilidades antes de ataques reales. Se espera que esto se implemente en los próximos meses.

Las operaciones defensivas desplegables en el ciberespacio. Los proyectos Systems-Modular (DDS-M) se pueden configurar con el kit de hardware para su uso por parte de los equipos de protección cibernética (CPT). El proyecto Garrison Defensive Cyberspace Operations Platform (GDP) es un sistema capaz de capturar datos a alta velocidad y se está moviendo a la nube como un arma militar basada en software.

Se están desarrollando tres versiones del PIB, y se espera que la cuarta y la quinta se lancen en 2022 y 2023.

El Comando Cibernético del Ejército de los Estados Unidos emitió un anuncio en agosto pasado solicitando información sobre los recursos de Endpoint Security Solutions as a Service: un recurso potencial para que el Ejército encuentre soluciones de seguridad de endpoints y servicios de alojamiento, con el objetivo de mejorar la seguridad general y reducir el riesgo. Cyber Command busca aumentar la visibilidad de la seguridad de los endpoints en todos los dominios operativos del Ejército y realizar un seguimiento de las métricas de cumplimiento que proporcionan una protección sólida de los activos y sistemas para detectar y responder a las amenazas cibernéticas de manera adecuada en todas las ubicaciones y entornos. (Parte 2)

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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DIPLOMACIA DIGITAL “À LA MODE IRANÍ”. LOS ÁRBOLES…. ¿NOS PERMITEN VER EL CIBERBOSQUE?

Susana B. García*

Desde comienzos del 2022 el conflicto entre Rusia y Ucrania acapara casi toda la atención internacional, volviendo a colocar en la mesa de académicos y analistas la discusión sobre qué es y qué no es ciberguerra”. Todo ello a la luz del rol que desempeñan las acciones de los actores antagónicos en el ciberespacio o de la interpretación que se haga de ellas. Algunos expertos[1] señalan incluso que la invasión rusa a Ucrania puede convertirse en la primera experiencia real de una verdadera “ciberguerra”[2].

Y en este punto son muchos los que tienen la falaz impresión que estas “ciberacciones” sólo se están produciendo en un territorio determinado y sólo están protagonizadas por dos únicos actores.

Sin embargo, como admitiría cualquier experto en relaciones internacionales, existe una multiplicidad de espacios geofísicos en conflicto[3], con o sin declaraciones altisonantes y/o tambores de guerra, pero en ebullición permanente.

En esos territorios ya identificados o incluso en otros que aún no lo están, los eventos que tienen lugar en el ciberespacio —ese espacio inconmensurable para algunos y que permea a los espacios tradicionales más fácilmente asequibles por el común de la gente— merecen la debida atención. Caso contrario correremos el riesgo de creer casi ingenuamente que lo que algunos denominan “ciberguerra” sólo toma cuerpo en vísperas de o durante el desarrollo de un conflicto armado.

Otro de los aspectos sensibles, que con frecuencia se malinterpretan, es que estas “ciberacciones” se inician poco tiempo antes de la escalada de hostilidades diplomáticas y/o militares. Es probable que algunos recuerden acontecimientos más recientes como los ciberataques que provocaron los cortes de energía eléctrica en Ucrania en 2015/16 y o el de NonPetya en 2017 que afectó a las redes gubernamentales ucranianas. Pero muchos olvidan que Rusia viene ajustando su “ciberestrategia” contra Ucrania desde hace más de 20 años.

En el ciberespacio varios factores coadyuvan a un estado de confusión y desinformación permanente. Por un lado la vorágine cuanti/cualitativa de incidentes perpetrados por una masa polimórfica de actores embanderados en intereses comunes o disímiles. Y por otra, la falta de definiciones internacionalmente aceptadas de los “ciber-términos” que se acuñan para relacionarlos con eventos y actores del mundo físico. Todo ello en su conjunto contribuye a dificultar la comprensión de eventos hipercomplejos como el caso ruso-ucraniano o a desconocer el delicado entramado de otros como en el caso turco-iraní.

No debemos olvidar que las operaciones de “ciberespionaje”, cuyo foco está puesto en aras de objetivos estratégicos de largo plazo más amplios, se realizan por mandato de los gobiernos que poseen “cibercapacidades” maduras y continúan de manera persistente, muy a pesar de los eventos geopolíticos que llenan los titulares mediáticos. Insistimos, estas operaciones se inician mucho tiempo antes que suenen los tambores de “ciberguerra”.

Aumenta la “Ciberactividad” en Turquía e Irán

En los últimos años se ha observado una gradual escalada de Irán dentro de su persistente campaña de “ciberataques” al sector público y privado de Turquía. Estos ataques habrían sido ejecutados, según expertos en ciberseguridad, por hackers patrocinados por el gobierno iraní. Desde fines del 2021 esta tendencia comenzó a cobrar mayor intensidad.

Turquía no es uno de los países que se destaque por sus capacidades en ciberseguridad. Recién en febrero de 2020 inauguró su primer Centro Nacional de Ciberseguridad en Ankara y hacia fines de ese mismo año lanzó su primer plan estratégico en la materia para el período 2020-2023.

Y no es que no haya sido víctima de ciberataques, en realidad el gobierno turco se jacta de haber detectado más de 300.000 intentos de hackeo[4] en los últimos tres años con software de desarrollo nacional. En 2020 Turquía fue uno de los países que presentó el mayor índice de aumento de ciberataques a nivel mundial[5], que totalizaron 102 incidentes en los primeros 10 meses. Los sectores más afectados fueron el tecnológico, e-commerce, público, finanzas, energía y salud.

En marzo 2021, Yemeksepeti, el principal sitio web de delivery online de productos alimenticios en Turquía con más de 19 millones de clientes, fue objeto de un ciberataque que resultó en el robo de información personal de una cantidad no revelada de clientes. Meses más tarde robaron información de cerca de 1 millón de personas en el municipio turco de Konya, en la región central del país, y en julio dos de las principales instituciones bancarias no pudieron operar durante varios días aunque las autoridades turcas negaron la relación de este incidente con un ciberataque y aseguraron que los datos personales de sus clientes no fueron puestos en riesgo.

Pero como bien saben, en el ciberespacio se cuecen habas en todas partes. También en Irán han aumentado los “ciberincidentes”. A fines de enero 2022 la cadena nacional de radio y TV IRIB (Islamic Republic of Iran Broadcasting), así como a los canales afiliados al gobierno, Koran Channel, Radio Javan Radio Payam fueron víctimas de ciberataques que emplearon un malware (software malicioso) con capacidad de borrar archivos.

La transmisión de los mencionados canales fue también interrumpida y en su reemplazo transmitieron imágenes[6] de los dos líderes del Movimiento Mujahedin-e-Khalq (“Luchadores del Pueblo” o MeK), Maryam y Massoud Rajavi, además de una imagen del Ayatolá Khamenei cruzada con líneas rojas y la leyenda: “Salve Rajavi, muerte a Khamenei!”.

La firma Check Point analizó los ataques pero no pudo definir una atribución determinada. Según el gobierno iraní los autores provenían del Movimiento MeK, una organización que llegó a estar en las listas de terrorismo de EEUU y de la UE, o que incluso se presentara como una “opción democrática” para Irán. Los Mek no tienen grandes apoyos en Irán, donde son acusados de cooperar con Occidente e Israel, pero cuentan con amigos poderosos fuera de allí y tienen acceso a las redes de disidentes exiliados. Por supuesto los representantes de esta organización negaron su involucramiento en este “ciberincidente”.

Irán también acusó al grupo insurgente “Jaish al-Adl” pero finalmente un grupo autodenominado Predatory Sparrow[7] se adjudicó la autoría no sólo de este incidente sino de algunos de los principales ataques de 2021. Cabe entonces recordar que en julio 2021 un ciberataque al sistema ferroviario iraní fue provocado por el malware Meteor y no por ransomware cómo se había informado inicialmente. También en septiembre y octubre 2021 Irán fue víctima de otros dos ciberataques que adquirieron notoriedad en los medios. Uno de ellos afectó el sistema nacional de distribución de combustible dejando sin servicio a cientos de terminales en territorio persa. El otro fue dirigido a Mahan Air, la principal línea de aeronavegación comercial en Irán.

El gobierno iraní dirigió sus acusaciones a sus antagonistas tradicionales como EEUU e Israel, señalándolos como facilitadores. Pero algunos expertos sugirieron que no debía descartarse el accionar de diferentes grupos de piratas informáticos integrados por disidentes iraníes con base en territorio turco y hackers turcos en estos incidentes. Más recientemente otras fuentes consignan que las TTP (técnicas, tácticas y procedimientos) utilizadas son similares a las empleadas por el grupo disidente “INDRA” en campañas contra empresas privadas en Siria.

Según los investigadores[8], las TTP analizadas demostraron que los “ciberatacantes” eran jugadores de nivel intermedio ya que sus componentes operacionales alternaban entre elementos rudimentarios y otros más avanzados. También registraron cierta redundancia entre los diferentes componentes del ataque, característica ésta que sugeriría una distribución mal coordinada de responsabilidades entre los diferentes equipos participantes, además de reconocer que los archivos eran desplegados de manera torpe y detallada y “definitivamente impropia de ‘cibertacantes’ avanzados».

Infografía de ataques en Irán 2021-2022

Fuente: https://www.iranintl.com/en/202202215721

Justo es reconocer que las devoluciones de gentilezas cibernéticas entre ambos países son de larga data y algunos episodios han revestido cierto grado de gravedad. Recordemos que en 2015 se responsabilizó a Irán del “blackout” (corte de energía generalizado) que afectó a Ankara y a otras importantes ciudades turcas, dejando a cerca de 40 millones de personas sin servicio eléctrico.

¿Quiénes son los hackers iraníes que están atacando Turquía?

Como ocurre también muchas veces en el quinto dominio, las preguntas relacionadas a las operaciones que allí ocurren encuentran alguna explicación, también en los medios digitales.

En marzo de 2019 alguien bajo el seudónimo de “Lab. Dookthegan” publicó en su cuenta de Telegram el código fuente de seis herramientas de hacking[9] (Glimpse/Boundwater, PoisonFrog, HyperShell, High Shell, Fox Panel y Webmask – principal herramienta detrás de DNSpionage) que empleaba el APT 34 (también conocido como Oilrig o Helix Kitten), una de las organizaciones de élite iraní de ciberespionaje”. La información filtrada también incluía un listado de 66 víctimas principalmente de países de Medio Oriente, pero también en África, Asia y Europa. En ese listado figuraban víctimas vinculadas al sector energético de Turquía, a la aerolínea Etihad Airways y a una empresa petrolera de Emiratos Árabes Unidos. OilRig ha estado activo desde 2014 y dirige sus acciones contra organizaciones gubernamentales, militares, financieras, así como a empresas de energía y telecomunicaciones en Medio Oriente y China.

A principios del 2020, el grupo conocido como APT 35 (Phosphorous, Charming Kitten o Ajax Security Team) fue sindicado como el responsable de campañas de phishing contra víctimas de alto riesgo en varios países, incluida Turquía.

Sin embargo, aunque Lab Dookthegan ya lo había mencionado en su filtración de Telegram, los nuevos incidentes en Turquía están siendo atribuidos por los especialistas al grupo denominado Muddywater, un nuevo actor en la escena para quienes no viven en Medio Oriente.

Recién en 2019 aparece información sobre este grupo no sólo en Telegram sino en la Darknet. Si bien no publicaron sus herramientas, como en el caso de Oilrig, difundieron capturas de pantalla[10] que demostraban que Turquía era el destino elegido para sus ataques. Algunos de sus blancos fueron Koç Savunma, una empresa que provee soluciones informáticas al sector de defensa turco, y Tubitak Bilgem, un centro de investigación en seguridad de la información. 

¿Qué se sabe del Grupo MuddyWater?

MuddyWater, también conocido como ITG7 entre otras varias denominaciones, es un grupo que ha estado activo en realidad desde 2017 en los países de Medio Oriente. Entre febrero 2018 y abril de 2019 ejecutaron una serie de campañas de phishing a personas vinculadas al gobierno, a organizaciones educativas y financieras, empresas de telecomunicaciones y del sector de defensa en Turquía, Afganistán, Irak, Azerbaiyán y en el mismísimo territorio iraní. Cabe señalar que 80 de los 131 ataques estuvieron dirigidos al sector de telecomunicaciones y servicios IT, principalmente en Pakistán y Turquía.

El grupo emplea una puerta trasera propietaria basada en PowerShell, llamada POWERSTATS, que le permite recolectar información sobre cuentas locales y de dominio, servidores, direcciones IP internas y externas, ejecutar código remoto, descargar y subir archivos mediante C&C (comando y control), desplegar contramedidas si detecta acciones de análisis de malware, deshabilitar las funciones de protección de Microsoft Office, borrar archivos de discos locales y tomar capturas de pantalla entre otras funciones.

Según informan en Sentinel Labs[11], expertos en “CiberInteligencia”, el análisis de las actividades de este grupo sugiere que si bien recurren a “ciberherramientas” ofensivas que se encuentran disponibles online, han comenzado a dotar de mayor complejidad y precisión a su habitual conjunto de técnicas y tácticas para evitar ser detectados. Su transformación a “ciberamenaza” puede ejemplificarse con tres hitos: la evolución de la familia de malware PowGoop, el uso de herramientas de tunneling ( para eludir los firewalls, o para establecer un canal de comunicación cifrado y difícil de rastrear entre dos computadoras sin interacción directa de la red) y la afectación de servidores Exchange en organizaciones de alto valor.

En enero 2022 EEUU subió la vara y su Ciber Comando atribuyó la actividad de este grupo al Ministerio de Inteligencia de Irán (MOIS)[12].

Según el Servicio de Investigación del Congreso norteamericano, el MOIS “realiza vigilancia interna para identificar a los opositores al régimen. También vigila a los activistas contra el régimen en el extranjero a través de su red de agentes ubicados en las embajadas de Irán”.

Pero los expertos de SentinelLabs se excusaron de suscribir a esta atribución, aclarando que la atribución a un gobierno particular sólo pueden hacerla los gobiernos que cuentan con un aparato poderoso y avanzado de inteligencia de señales multifuente.

Otros investigadores, CISCO Talos reconoce las TTP de MuddyWater por el predominio de scripting en sus cadenas de infección empleando lenguajes como PowerShell y VIsual Basic.

Symantec por su parte señala que sus ataques se caracterizan por emplear la herramienta customizada Powermud combinada con scripts PowerShell, LaZagne y Crackmapexec. El grupo emplea un repositorio GitHub para guardar malware y otras herramientas disponibles online para después customizarlas previo a cada ataque.

Una característica del grupo MuddyWater que sorprendió a los investigadores fue su especial dedicación a tareas de “ciberinteligencia”; por ejemplo monitorear todos los informes de gobierno y de expertos en el área de ciberseguridad que se publican y que se refieren a ellos. Por ejemplo tienen una cuenta de Twitter que “sigue” a los investigadores de ciberseguridad que publican datos sobre el grupo. Una vez identificadas las fuentes de interés, despliegan técnicas de “cibercontrainteligencia”: comienzan a plantar falsas banderas para despistar a los investigadores. En los primeros ataques por ejemplo confundieron a los investigadores al emplear DNS Messenger, que generalmente se asocia al grupo chino FIN7. En otros ataques llegaron incluso a introducir caracteres chinos en el código.

Pero lo más desconcertante fue descubrir que les gusta dejar mensajes a los expertos[13] en ciberseguridad, una práctica más vinculada al hacktivismo. En 2019 Kaspersky Lab los rankeó en tercer lugar como “ciberamenaza, y parece que esta calificación afectó su ego. En represalia cargaron un exploit en YouTube que desactivó el antivirus de esa plataforma, provisto por Kaspersky. Llegaron incluso a dejar un mensaje para los investigadores, por si quedaba alguna duda de su “peligrosidad”. Algo similar ya le había ocurrido a los expertos de Trend Micro cuando estaban investigando las actividades del grupo en Turquía, Pakistán y Tayikistán en 2018.

En noviembre 2021 CISCO Talos designó a este grupo como MERCURY, en oportunidad del ciberataque a TÜBITAK, el Consejo de Investigación en Ciencia y Tecnología de Turquía. En diciembre 2021 IBM Security X-force le atribuyó el empleo de la puerta trasera Aclip que se aprovecha de la API de la plataforma Slack para filtrar comunicaciones encubiertas y robar información de reserva de vuelos de una aerolínea no identificada, pero que algunos señalan como de origen turco.

MuddyWater es, según fuentes norteamericanas, un elemento clave en el aparato de ciberespionaje iraní. El grupo habría mantenido un esfuerzo persistente durante varios meses en 2019 para infiltrarse dentro de las redes gubernamentales de Turquía, Jordania e Irak. Este laborioso esfuerzo continuó incluso después que un drone norteamericano matara al general del IRGC Qasem Soleimani en enero 2020. El grupo también habría intentado penetrar organizaciones norteamericanas pero no existe información pública sobre estos hackeos.

La selección de las víctimas y la similitud en los códigos analizados y documentados en informes públicos[14] sugieren que la autoría de esas campañas se corresponden con el actor Cobalt Ulster, también conocido como Muddywater, Seedworm, TEMP.Zagros o Static Kitten, vinculado al gobierno de Irán.

Los incidentes más recientes registrados en Turquía incluyen como vectores de infección el empleo de documentos adjuntos en formato PDF o Microsoft Office incluidos en campañas de phishing. El nombre de estos archivos infectados se encuentra en idioma turco por lo que fueron recepcionados como documentos legítimos provenientes de los Ministerios de Interior y Salud de Turquía. Mediante una táctica conocida como “Web bug”, estos enlaces maliciosos son utilizados por los ciberatacantes para saber cuando estos documentos son abiertos por la víctima. Una vez logrado el acceso inicial, se inicia la silenciosa tarea de recolectar información sensible y relevante de esas redes informáticas.

En los últimos dos años parece haber surgido evidencia suficiente en los círculos profesionales de ciberseguridad para determinar que la dirección que sigue la trayectoria cibernética del Grupo MuddyWater son las redes gubernamentales, con el objeto de ejecutar acciones de “ciberespionaje” que responden a intereses iraníes, mediante el despliegue de ransomware y malware destructivo, así como el robar propiedad intelectual con gran valor económico.

Finalmente, los expertos coinciden que el accionar del Grupo MuddyWater obedece a tres propósitos:

    1. Espionaje en apoyo al objetivo estratégico de Irán de convertirse en líder regional en Medio Oriente.
    2. Robo de propiedad intelectual en busca de una ventaja competitiva y económica mediante campañas agresivas a entidades privadas y diversas instituciones vinculadas al gobierno, como las universidades y los centros de investigación.
    3. Ataque Ransomware como Thanos con la intención de destruir los rastros de su intrusión a las redes de las víctimas o bien para interrumpir la operación de empresas privadas. Según la empresas israelíes de ciberseguridad ClearSky y Profero, el grupo emplea el malware Powgoop para instalar el ransomware Thanos (o Hakbit), aunque también se registró el empleo de otro malware, GuLoader, escrito en Visual Basic 6.0. Este ransomware es ofrecido como RaaS (Ransomware as a Service) en foros de habla rusa.
La Diplomacia Digital “à la mode iraní”

Para los expertos israelíes, los ciberataques a Turquía podrían estar relacionados con las acusaciones que Ankara hizo públicas sobre la actividad de inteligencia iraní en el país, dirigida a disidentes. Recordemos que recientemente la inteligencia turca desmanteló un plan iraní para secuestrar a Yair Geller[15], un empresario turco-israelí con inversiones en la industria de defensa. Las especulaciones giran en torno a que el secuestro fue un acto de represalia de Irán por la muerte del científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh[16], considerado el padre del programa de armas nucleares del país persa, en 2020.

Pero para otros expertos, estas acciones podrían ser tan sólo una evidencia de la particular estrategia de “ciberdiplomacia” del gobierno de Hassan Rouhani.

La “ciberdiplomacia es otro de los términos híbridos que han surgido frente al impacto que el avance de las tecnologías, así como los riesgos y amenazas derivados del empleo de las mismas, tiene en las relaciones en el sistema internacional. Una muestra de ello son las iniciativas que llevan a cabo los Estados para dar respuesta a los diferentes desafíos de ciberseguridad.

En la UE, por ejemplo, existe un marco de trabajo para la ciberdiplomacia[17] para protegerse contra las “ciberamenazas”  procedentes de terceros países. Esta iniciativa pretende dotar a los países de la Unión con instrumentos alternativos de reacción frente a las “ciberacciones” de sus potenciales agresores. Entre ellos se encuentran los clásicos de cooperación y diálogo diplomático, además de medidas preventivas contra los ciberataques. Sin embargo las acciones de la UE se centran principalmente en imponer sanciones (otro de los clásicos diplomáticos) contra los “ciberatacantes”, o a quienes facilitaran su ejecución.

Sin embargo, algunos autores[18] sostienen que “ciberdiplomacia” no es lo mismo que “diplomacia digital”. Si bien la primera podría referirse a las herramientas diplomáticas disponibles (cooperación, diálogo, sanciones, etc.) para resolver cuestiones relativas al ciberespacio, la “diplomacia digital” recurriría al empleo de las herramientas digitales (redes sociales, y por qué no exploits, malware, etc) con fines diplomáticos. Ambos términos, al igual que sus definiciones, son incluso algunas veces intercambiados y de manera indistinta adoptados por los diferentes gobiernos, mientras continúan desarrollando capacidades cibernéticas ofensivas y defensivas a la carta.

La irrupción disruptiva del ciberespacio en la arena internacional está generando nuevas formas de cooperación, competencia y conflicto que no pueden analizarse con las teorías del pasado, particularmente en relación con algunos actores no tradicionales que se caracterizan por su comportamiento extremadamente ambiguo e impredecible como Irán y Corea del Norte[19].

Irán por ejemplo, uno de los cinco actores internacionales con mayor cantidad de operaciones ofensivas registradas en el ciberespacio, parece tener su propia agenda de “diplomacia digital”.

El Centro Nacional del Ciberespacio del gobierno de Irán ha resumido algunas de las “ciberpolíticas” del régimen de Rouhani[20], que puede darnos una idea de la autopercepción iraní.

“En los últimos 15 años, algunas normas se han vuelto vinculantes en la arena internacional y este proceso ha tenido lugar sin la presencia e incluso la participación efectiva de Irán. Este proceso, así como el diseño de nuevas reglas y normas vinculantes, puede en algunas ocasiones estar en conflicto con los intereses nacionales o internacionales de Irán. Esto no sólo afecta su soberanía, sino que podría afectar seriamente los derechos e intereses iraníes, así como generar nuevos argumentos y excusas para generar presiones y sanciones por sus actividades en el ciberespacio.

Dada la proliferación de informes políticos o mediáticos…que aluden a ciberataques dirigidos por Irán a Estados Unidos y Arabia Saudí, que señalan o sugieren el patrocinio del gobierno iraní a las actividades de destrucción y robo de información y presentan a Irán como una “ciberamenaza” son también factores que aceleran el mencionado proceso. Las sanciones podrían sentar bases para que se ejerza una mayor presión, o se ejecuten “cibersanciones” o “sanciones no ciber” y otras contramedidas hostiles contra nuestro país, cuya evolución puede representar una amenaza a los “ciberintereses” de Irán.

En el futuro, Irán será testigo de la imposición de una “ciber-cruzada” que requerirá efectuar coordinaciones previas técnicas, políticas y diplomáticas en cooperación con todos los actores en el campo. Irán deberá enfrentar el establecimiento de argumentos normativos que permitirán la acción conjunta de empresas norteamericanas como una “primera línea de cibercombate” contra el gobierno y las empresas iraníes bajo el pretexto de responder a los ciberataques ejecutados por Irán, además de requerir una acción colectiva conjunta para combatir los flujos de filtración de información y los intentos por incrementar la desconfianza en el ámbito nacional”[21].

En el diseño de la política cibernética[22] del país persa participan el Consejo Supremo de Ciberseguridad, el IRGC (Islamic Revolutionary Guard Corps – Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica) y el Ejército Cibernético de Irán. Esto permite reconocer que los objetivos de su política de ciberseguridad contribuirán a proteger la integridad e independencia política, proteger el legado chiita en la sociedad iraní y Medio Oriente, concretar su ambición de convertirse en potencia regional, entre otros. Y por supuesto comprender que en Irán los blancos de los ciberataques se determinan en paralelo a las prioridades de defensa, tanto interna como externa, de su país.

A pesar de su “auto victimización” no podemos dejar de mencionar que, desde 2007, Irán ha recorrido un largo camino y se ha convertido en un “ciberactor» sofisticado y con sólidas capacidades, reconocido en la arena internacional. Existe suficiente documentación para sostener que, a partir de haber experimentado ser víctima de un ciberataque a su ambicioso programa nuclear, surgió el “Ciber Ejército Iraní” bajo la dirección del IRGC. Este grupo actúa principalmente cuando se producen eventos de relevancia geopolítica y diseña sus ciberataques en conformidad con los objetivos estratégicos del gobierno iraní.

En este sentido, algunos autores especulan que la reciente “escalada cibernética” iraní podría bien considerarse una reacción contra los intentos de Turquía de normalizar sus relaciones con países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí e Israel.

En el pasado la ofensiva iraní se caracterizó por ataques dirigidos a destruir información de valor, ataques DDoS y ataques para generar disrupción en las cadenas de producción industrial. Sus blancos estaban localizados en EEUU, Europa, Israel y el Golfo Pérsico, además de objetivos nacionales en el interior de Irán. Los ataques a Turquía habían sido menos frecuentes hasta hace un par de años, pero los cambios anunciados desde Ankara en torno a su relacionamiento internacional, parecen haber llevado a Irán a emplear con mayor énfasis su diplomacia digital mediante los diferentes cibergrupos afiliados a su gobierno.

El intento de secuestro y asesinato del empresario turco-israelí que fuera frustrado pos autoridades israelíes y turcas, coincidió con las declaraciones provenientes de Ankara en torno a su voluntad de normalizar las relaciones diplomáticas con Israel, anunciando la próxima visita del presidente Isaac Herzog. Estos eventos sucedían días antes que se conociera la intención del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de visitar Emiratos Árabes Unidos para afianzar sus relaciones bilaterales y desarrollar diversos proyectos en forma conjunta. En ese momento el Grupo MuddyWater atacó sitios gubernamentales turcos, entre ellos el Centro TÜBITAK de I+D en ciencia y tecnología, como ya mencionamos.

Todo ello demuestra, según Jason Brodsky (director de United Against Nuclear Iran), que Irán emplea sus capacidades cibernéticas como una extensión de sus políticas de seguridad y de relaciones exteriores, en un combo customizado de ciberespionaje, ciberataques y operaciones de influencia.

En este contexto, cobra particular importancia el tema de la probable y tan largamente debatida adhesión de Turquía a la Unión Europea, que Irán tampoco vería con buenos ojos. Podríamos preguntarnos entonces si el marco de trabajo en ciberdiplomacia de la UE (con mucho de la visión tradicional de la diplomacia) será suficiente para contrarrestar la ofensiva de la diplomacia digital iraní. Sin mencionar la relevancia económica que tiene Turquía para el bloque no sólo en términos de destino de inversiones europeas. Dada la profusión de plantas industriales de empresas europeas radicadas en territorio turco, no sería extraño que puedan resultar afectadas por esta dinámica de “ciberebullición” turco-iraní y por supuesto, quedar atrapadas en la telaraña de la diplomacia digital de Irán.

 

* Susana B. García. Directora de Ciberprisma y Consultora Independiente sobre Riesgos Tecnológicos. Docente de Posgrado en carreras de Inteligencia y Ciberseguridad.

Artículo publicado originalmente el 25/02/2022 en Ciberprisma https://ciberprisma.org/2022/02/25/diplomacia-digital-a-la-mode-irani/

Referencias

[1] Miller, M. 2022. Russian Invasion of Ukraine could redefine cyberwarfare. Magazine online POLITICO. Estados Unidos. URL: https://www.politico.com/news/2022/01/28/russia-cyber-army-ukraine-00003051

[2] Torrero, M. 2022. La Ciberguerra entre Ucrania y Rusia. Blog CIBERPRISMA. Argentina. URL: https://ciberprisma.org/2022/02/14/la-ciberguerra-entre-ucrania-y-rusia/

[3] Pérez Palomino,C. 2021. Mapa de conflictos y guerras que seguirán activos en el nuevo año tras un 2021 convulsivo en todo el planeta. Diario Online 20MINUTOS. España. URL: https://www.20minutos.es/noticia/4931104/0/guerras-estancadas-protestas-sociales-regreso-del-extremismo-asi-se-han-recrudecido-los-conflictos-este-2021/?autoref=true

[4]Simsek B. 2020. Turkey launches 3-year cybersecurity action plan. Diario online DAILY SABAH. Turquía. URL: https://www.dailysabah.com/politics/turkey-launches-3-year-cybersecurity-action-plan/news

[5] Railly News. 2021. One of the country where Turkey Cyber Attack of the Show Most Growth. Diario online RAILLY NEWS. Turquía. URL: https://www.raillynews.com/2021/01/One-of-the-very-growth-of-the-countries-where-turkey-cyber-attacks/

[6] Paganini P. 2022. Iranian Broadcaster IRIB hit by wiper malware. Blog SECURITY AFFAIRS. Italia. URL: https://securityaffairs.co/wordpress/128309/hacking/irib-hit-by-wiper-malware.html

[7] Liveuamap. 2021. Sitio de noticias Liveuamap. Irán.URL: https://iran.liveuamap.com/en/2021/26-october-a-group-calling-itself-predatory-sparrow-has-claimed

[8] Paganini P. 2021. Meteor was the wiper used against Iran’s national railway system. Blog SECURITY AFFAIRS. Italia. URL: https://securityaffairs.co/wordpress/120679/malware/meteor-wiper-irans-national-railway.html

[9] Cimpanu, C. 2019. Source Code of Iranian Cyberespionage tools leaked on Telegram. Sitio Web ZDNET. EEUU. URL: https://www.zdnet.com/article/source-code-of-iranian-cyber-espionage-tools-leaked-on-telegram/

[10] SUDO NULL. 2019. Turrbid waters: how hackers from MuddyWater attacked a Turkish manufacturer of military electronics. Sitio web de noticias IT SUDO NULL. Alemania. URL: https://sudonull.com/post/28155-Turbid-waters-how-hackers-from-MuddyWater-attacked-a-Turkish-manufacturer-of-military-electronics-Gr

[11] Shushan Ehrlich, A. 2022. Wading Through Muddy Waters / Recent Activity of an Iranian State-Sponsored Threat Actor. Blog SENTINELLABS de SENTINELONE. EEUU. URL: https://www.sentinelone.com/labs/wading-through-muddy-waters-recent-activity-of-an-iranian-state-sponsored-threat-actor/

[12] USCYBERCOM. 2022. TWITTER USCYBERCOM Cybersecurity Alert. EEUU. URL: https://twitter.com/CNMF_CyberAlert/status/1481341952247349248?s=20

[13] Ibid. 10.

[14] Abouzeid, H. 2019. Detecting a MuddyWater APT using RSA Netwitness Platform. Blog RSA SECURITY. EEUU. URL: https://community.netwitness.com//t5/netwitness-blog/detecting-a-muddywater-apt-using-the-rsa-netwitness-platform/ba-p/521145

[15] Simsek, A. 2022. Intelligence thwarts Iranian attempt on Israeli-Turkish businessman. Diario online DAILY SABAH. Turquía. URL: https://www.dailysabah.com/turkey/investigations/intelligence-thwarts-iranian-attempt-on-israeli-turkish-businessman

[16] AFP. 2022. Israel, dissident group killed scientist Fakhrizadeh in complex operation,  Iran says. Diario online DAILY SABAH. Turquía. URL: https://www.dailysabah.com/world/mid-east/israel-dissident-group-killed-scientist-fakhrizadeh-in-complex-operation-iran-says

[17] Consejo de la Unión Europea. Ciberseguridad: cómo combate la UE las amenazas cibernétcas. Consejo UE. Europa. URL: https://www.consilium.europa.eu/es/policies/cybersecurity/

[18] Serrano Casas B. 2018. Ciberdiplomacia y diplomacia corporativa: claves para la ciberseguridad. Sitio web THIBER. ESPAÑA. URL: https://www.thiber.org/wp-content/uploads/2018/09/Analisis_Actualidad_Internacional_THIBER_Digest_1.pdf

[19] Crabu, M. 2022. Kim Jong Un: la Guerra Cibernética es una Espada Multipropósito. Blog CIBERPRISMA. Argentina. URL: https://ciberprisma.org/2022/01/18/kim-jong-un-la-guerra-cibernetica-es-una-espada-multiproposito-marco-crabu/

[20] Abedi, S. 2020. Cyber diplomacy in Iran´s government. Diario Online ASIA TIMES. Canada. URL: https://asiatimes.com/2020/01/cyber-diplomacy-in-irans-government/

[21] Ibid 20

[22] Daricili, A. 2020. ¿Cuáles son los objetivos de las estrategias de ciberseguridad de los países con más poder del mundo?  ANADOLU AGENCY. Turquía. URL: https://www.aa.com.tr/es/análisis/-cuáles-son-los-objetivos-de-las-estrategias-de-ciberseguridad-de-los-pa%C3%ADses-con-más-poder-del-mundo/2063747

CRYPTOJACKING: CUIDADO CON DIICOT-BRUTE. HACKERS RUMANOS TIENEN COMO OBJETIVO MÁQUINAS LINUX UTILIZANDO CONTRASEÑAS DÉBILES.

Marco Crabu*

Cryptojacking: cuidado con Diicot-Brute. Desde hace unos días, la noticia ha estado circulando en las revistas comerciales de que una banda de tecnocriminales, muy probablemente de Rumania, ha infectado cientos de ordenadores en todo el mundo en los últimos meses con el fin de extraer ilegalmente la criptomoneda Monero.

Los piratas informáticos incautaron los sistemas informáticos de las víctimas, en los que “se ejecutaba” el sistema operativo Linux, utilizando una herramienta de “fuerza bruta SSH” llamada “Diicot Brute” para descifrar las contraseñas débiles, y luego instalar el malware “minería” en la máquina host.

Este tipo de ataque se llama “cryptojacking” y se caracteriza por el hecho de que el ciberdelincuente utiliza en secreto el poder de computación de la máquina de su víctima para generar criptomonedas.

Esto también podría parecer un delito de poca importancia, ya que la acción fraudulenta es sólo para proporcionar a la víctima un consumo sustancial de electricidad y recursos informáticos de su máquina, pero en cualquier caso esta acción se perpetra a expensas de su voluntad y con el único propósito de permitir que el atacante obtenga beneficios para sí mismo.

Pero ¿qué es una criptomoneda y qué son las actividades mineras?

Sin necesidad de entrar en la “profundidad” en el mundo, aún poco clara para algunos, de las criptomonedas y sus características, vamos a tratar de hacer un breve resumen.

Recibo de transacción de moneda virtual

Una criptomoneda es una moneda digital (de curso legal especialmente en Estados Unidos pero reconocida en muchos países) con la que se pueden comprar bienes y/o servicios. Con el fin de proteger todas las transacciones realizadas en criptomoneda, se utiliza un “libro mayor” en línea, seguro, preciso e inmutable con cifrado avanzado, llamado “blockchain”. Se dice que blockchain es una tecnología “descentralizada”, es decir, no tiene una dependencia central, como los bancos tradicionales, por ejemplo, pero es la misma comunidad de mineros de criptomonedas (los “mineros”) la que la administra y deposita su confianza en ella, no controlando cómo se emite, gasta o equilibra la moneda virtual.

En los últimos años, las criptomonedas han comenzado a proliferar exponencialmente tanto que hoy en día hay alrededor de 10.000 “monedas virtuales” en circulación —la más conocida es Bitcoin— y su valor total es de alrededor de 1,3 billones de dólares (ligeramente por debajo). Debe quedar claro que la criptomoneda es, sin embargo, una compra altamente especulativa y volátil.

Los llamados mineros, a través de un programa instalado en el ordenador, emiten dinero nuevo y lo liberan en un proceso llamado minería. Para simplificar la comprensión de su funcionamiento es costumbre compararlo con la famosa actividad de los buscadores de oro del pasado. Ambos mineros son recompensados con un activo que aún no está en circulación y cuyo propósito común es crear ganancias. Una vez en la luz, el oro se convierte en parte de la economía, así como el trabajo realizado por el criptominero termina con la colocación de criptomonedas en el libro mayor blockchain. En ambos casos los actores reciben su recompensa, que vuelve a la circulación una vez que se vende al público, esto para recuperar los costos operativos.

La recompensa del minero en algunos casos depende del tipo de moneda virtual, pero para simplificar se puede generalizar identificando dos incentivos: las tarifas de transacción, es decir, una pequeña comisión otorgada al minero que agrega la transacción al libro mayor por aquellos que gastan en criptomoneda, y la concesión de bloque único que se agrega a la blockchain.

¿Cómo llegaste a descubrir esta actividad maliciosa?

La campaña de cryptojacking fue descubierta recientemente por investigadores de la compañía Bitdefender, líder mundial en seguridad informática, que identificaron y describieron en un informe las huellas de la actividad maliciosa de la banda criminal, que tiene como propósito no solo la creación de criptomonedas, sino que también es potencialmente capaz de lanzar otros ataques desde las máquinas infectadas. Los hackers, de hecho, se han conectado a dos botnets: “Chernobyl” (variante de DemonBot basado en Linux) y otra de la matriz “IRC Perl”.

Fuente: Bitdefender

Botnet proviene de las palabras robot y red, donde la red es internet, mientras que el bot se refiere a los dispositivos de las víctimas. La tarea de las botnets es realizar actividades ilegales o maliciosas como el envío de spam, la exfiltración de datos, la extorsión a través de ransomware o DDoS (Distributed Denial of Service, o la capacidad de enviar la máquina atacada en picada, creando una interrupción de sus servicios normales). Pero mientras que el ransomware tiene visibilidad inmediata en la máquina víctima, las botnets DDoS se pueden diseñar para el control inmediato y total del dispositivo infectado, o para actuar “silenciosamente” o en segundo plano, esperando recibir instrucciones del atacante.

Como se anticipó, las máquinas que habían sido atacadas eran aquellas con sistemas Linux a bordo que usaban credenciales de protección “débiles” y fácilmente expugnables. Pero el elemento novedoso es que el ataque habría permitido a los hackers mantener el anonimato completo y sin ser detectados por los diversos honeypots dispersos por la red.

En informática, un honeypot es un sistema o componente de hardware o software que se utiliza como “trampa” o “cebo” con el fin de proteger los sistemas de los ataques de los hackers (cit. Wikipedia).

Pero evidentemente no sucedió exactamente así. Los analistas de Bitdefender han podido identificar rastros de actividades maliciosas de sus honeypots, cuyos datos han demostrado que los intentos de descifrar contraseñas por parte de la herramienta “fuerza bruta” han estado comenzando desde el pasado mes de enero y que los hackers han intentado ocultarlas a través de líneas de código compiladas en “Bash”, el shell de Linux más popular.

Fuente: Bitdefender

Bash es un shell de texto, o un intérprete de comandos, es decir, el componente fundamental que permite al usuario comunicarse con el sistema operativo a través de una serie de funciones predefinidas, o ejecutar programas y scripts (cit. wikipedia).

Sin embargo, parece que las IPs rastreadas pertenecen a un pequeño grupo de sistemas comprometidos, lo que sugiere que el ataque aún no es a gran escala.

Los analistas también notaron que los tecnocriminales usaban “Discord”, para compartir información y transmitir toda una gama de malware, incluidos “troyanos de acceso remoto (RATs)”, DDoS, varios códigos fuente y más.

Discord es una plataforma estadounidense de comunicación y uso compartido, utilizada principalmente por comunidades del gaming, donde los usuarios interactúan entre sí a través de llamadas de voz, videollamadas, mensajes de texto, medios y archivos en chats privados o como miembros de un servidor. Esta plataforma se ha vuelto cada vez más utilizada por los tecnocriminales precisamente por sus características que la hacen adecuada para sus fines. De hecho, ya en abril un equipo de Cisco había detectado unos veinte mil virus en esta plataforma.

Los ciberpolicías han estado investigando la amenaza desde el pasado mes de mayo y pronto se encontraron con el cargador “.93joshua” por casualidad, encontrado en un directorio público del servidor con IP “http://45.32.112.68/.sherifu/.93joshua”. Desde aquí se vuelve a su dominio vinculado, o “mexalz.us”, un sitio web gestionado por Rumania, donde también se aloja el programa de minería especialmente modificado “XMRig” (así como un conjunto de otros archivos y varios programas maliciosos), que sirve precisamente para generar la moneda virtual Monero.

¿Cuál fue la estrategia de acción de cryptojacking?

La estrategia de acción de los hackers se explica brevemente en los siguientes pasos:

escaneo masivo de la red a través de herramientas tradicionales pero apropiadas como masscan o zmap. Por medio de estas herramientas, los hackers son capaces de determinar diversa información de sus objetivos: estado en línea, vulnerabilidades, sistema operativo y servicios, con el fin de encontrar claves públicas débiles en los diversos registros.

acceso a las credenciales a través de herramientas de fuerza bruta —contenidas en los archivos jack.tar.gz y juanito.tar.gz— incluyendo Diicot-brute, que se utilizan como un verdadero servicio centralizado a través de API personalizadas. A partir de aquí se volvió al hecho de que los atacantes eran de Rumania, ya que la interfaz de la herramienta de fuerza bruta era una mezcla en rumano e inglés.

acceso inicial a los sistemas de destino con credenciales detectadas y distribución de carga útil.

Durante el proceso de borrado de las pistas los hackers también utilizaron Discord, ya que ofrece la posibilidad de alojar el “servidor de comando y control” y utilizar los “webhooks” para el envío de datos.

Más allá del ingenio de los tecnocriminales, la lección aprendida de este conjunto de eventos es siempre la misma: el elemento humano es el eslabón más débil de la cadena, ya que sin duda es posible dificultarles (a los hackers) su vida, simplemente adoptando una serie de precauciones, incluyendo precisamente la elección y el uso de credenciales adecuadas y respetuosas con los criterios mínimos de seguridad. En el mundo todavía hay demasiadas personas que utilizan credenciales que son fáciles de adivinar, y esto no solo afecta a los perfiles de redes sociales de usuarios inexpertos, sino también a las cuentas de los empleados de las empresas más grandes del mundo y entre estas también las definidas como infraestructura crítica.

 

* Licenciado en Ciencias Sociológicas, Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Bolonia. Especialista en Seguridad, Geopolítica y Defensa.

 

Artículo publicado originalmente el 22/07/2021 en OFCS.Report – Osservatorio – Focus per la Cultura della Sicurezza, Roma, Italia, https://www.ofcs.it/cyber/cryptojacking-attenzione-a-diicot-brute/ 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor.