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EL PESCADOR MENTIROSO

César Augusto Lerena*

Imagen de Claudio Bianchi en Pixabay

El saliente Subsecretario de Pesca Juan Manuel Bosch termina su función aplicando el conocido refrán “miente, miente, que algo queda” que se atribuye a Joseph Goebbels y también al filósofo francés Voltaire, quien en 1736 escribió: “Es necesario mentir como un demonio, sin timidez, no por el momento, sino intrépidamente y para siempre […] Mentid, amigos míos, mentid, que ya os lo pagaré cuando llegue la ocasión”, aunque, los registros, refieren a que la frase ya se usaba antes de Cristo. También miente el pescador deportivo y es común que éste refiera al tamaño del pescado capturado o al número de piezas extraídas, ahora, cuando la mentira proviene del máximo responsable de administrar un recurso del que dependen numerosas empresas y trabajadores, la mentira tiene patas cortas, sin alusión personal a este señor que, al final de su mandato, nos dice alegremente que cosas habría que hacer que él no hizo.

El pasado 2 de diciembre, el mismo día en el que Albert Einstein hace poco más de 100 años publicaba la “teoría de la relatividad”, en el Diario La Capital de Mar del Plata, el saliente y sonriente Subsecretario Bosch nos relata que “el sector ha crecido y se ha administrado bien durante muchos años”. Aunque reconoce que “No podemos estar exportando mano de obra a otros países” y, con ello solo, admite una pésima administración del recurso y la flagrante violación del artículo 1º de la Ley de Pesca (24.922) con la consiguiente pérdida industrial de los productos, la generación de valor agregado, empleo argentino y millones de dólares.

Nos dice que “para la transición no ha venido nadie” y cree que el gobierno entrante “tiene gente muy buena dedicada a la pesca; que la pesca viene generando una política estratégica en los últimos diez o quince años” y que él ha sido un mero “continuador” En ello, probablemente sea sincero, ya que quién suena con más fuerza para ser el nuevo subsecretario, ha sido, durante muchos años, miembro del Consejo Federal Pesquero y, acompañó con su voto positivo todas las políticas del gobierno de Macri, incluso aquellas que perjudicaron a la Provincia que representó. Y, por cierto, apoyando las políticas nacionales del gobierno ha sido co-responsable de la pésima administración del langostino, del bajo valor agregado de las exportaciones y la escasa industrialización de su Provincia.

Se ofreció Bosch a “colaborar con la próxima gestión” y, es posible, que sea muy útil tener en cuenta su modelo, para saber qué no hay que hacer para que esta actividad crezca, se diversifique, se distribuya, se desconcentre y genere empleo. Nos dice: “Para generar estas inversiones y traer recursos para que haya trabajo en tierra” (sic). Es decir, todo lo contrario, a lo hecho por este “buen funcionario continuador” y fiel seguidor de las consignas del Representante del Poder Ejecutivo Nacional ante el Consejo Federal Pesquero y uno de los responsables más destacados de la aplicación en nuestro país de un modelo extrativista y desindustrializador.

Es verdad también, que se aceleraron las transferencias de permisos, y con ello se aumentó el esfuerzo pesquero y la concentración en los buques congeladores en perjuicio de los fresqueros y costeros y del trabajo en tierra. Al respecto las estadísticas no mienten: igual número de toneladas disponibles de merluza y menor empleo. Mayor número de toneladas disponibles de langostino y menor empleo. Mayor número de dólares exportados y menor empleo. Las propias estadísticas oficiales, son elocuentes y nos muestran una de las peores administraciones. Cientos de solicitudes de cuotas destinadas a capturas a ser procesadas en tierra —y con ello generar empleo— mueren sin respuesta en el Consejo Federal Pesquero, a cargo del Subsecretario Bosch.

A ello se agrega la autorización del Consejo Federal Pesquero en este período de aumentar de la concentración de las capturas de merluza del 10 al 15% por grupo empresario. Es decir que antes 10 empresas o grupos explotaban el 100% de las capturas; ahora podrán ser siete. Una buena administración del recurso del Estado, requiere de tres premisas básicas: investigar, conservar (hacer sostenible el recurso) y distribuir. Está claro que la política del saliente Bosch es la antítesis de una buena administración.

El que se presenta en este reportaje como “el bueno de Bosch”, no es otro, que el que ha incumplido con los deberes de funcionario público, pero no está solo, lo acompañaron varios de los miembros del Consejo Federal Pesquero, que el presidió y donde se toleró la depredación, el descarte de cientos de miles de toneladas de proteína al mar y la sustitución de especies que han impedido sanear la actividad y contribuir a resolver el hambre de la Argentina.

Omite decir, que con un 50% de la flota pesquera obsoleta, se les otorgó mediante DNU mediante 20 años para su renovación, mientras se importaron diversos tipos de barcos, a pesar de mantenerse ociosa la industria naval privada y pública, cuya construcción habría generado empleo y la puesta en valor de los astilleros nacionales que se encuentran desactivados.

Miente Bosch cuando dice que se reformó la Ley de Pesca que rige desde 1998 y, como hemos dicho, incumplió su artículo más importante el 1º que define la administración de la política pesquera.

Quienes se hagan cargo de la administración pesquera nacional deberán realizar una profunda auditoría, integrada por profesionales independientes e intachables, que arrojen luz sobre una actividad que desde hace décadas navega en la oscuridad y, que, durante el gobierno del funcionario saliente Bosch hace agua por los cuatro costados.

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

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EL PLÁSTICO: DE BENDICIÓN A MALDICIÓN

Imagen de tkremmel en Pixabay

Hasta hace poco raramente hablábamos del plástico como un problema ecológico, ahora se habla mucho. Los expertos han verificado que los plásticos representan casi el 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Eso es casi el doble de las emisiones del sector aviación. Y así es: los plásticos contribuyen más al calentamiento terrestre que el conjunto de aviones que sobrevuelan el planeta. ¿Cómo es eso posible? La respuesta es que el plástico está hecho de petróleo, gas o carbón. Eso significa que, en cada etapa de su vida, el plástico contribuye al cambio climático.

El plástico permanece por cientos de años o más. Desafortunadamente, solo el 9% del plástico que se produce se recicla; la mayoría termina en vertederos o en el medioambiente. De hecho, 8 millones de toneladas de plástico ingresan por las vías fluviales cada año. Todo ese plástico está comenzando a aparecer en lugares inesperados (y no deseados) desde el agua del grifo hasta la comida. El “smog” de los microplásticos en los océanos neutraliza o elimina pequeños organismos que son la base de muchas de nuestras comidas, lo que podría tener serias implicaciones para el sistema alimentario de la humanidad (https://ecologycenter.org/).

Algunos de mi generación recordarán la frase del señor Robinson en la película “El Graduado” (1968) cuando el joven universitario encarnado por Dustin Hoffman le pregunta —mientras retozaba en la piscina— a qué debería dedicarse para ser exitoso, ya que acababa de concluir sus estudios superiores.

Escuetamente Robinson le dijo “plásticos, joven, plásticos”. En esa época comenzaba el ultra exitoso ciclo del plástico; se inició lo que parecía una nueva era de fáciles utensilios que desplazarían para siempre vidrio, papel y hojalata. Algo de eso ocurrió a lo largo de estos más de 50 años, pero al mismo tiempo el planeta terminó inundado por un material que ha creado trastornos enormes. En los mares el plástico está matando especies piscícolas y vegetación marina. En la parte terrestre del globo el plástico está afeando todos los paisajes habidos y por haber, sin contar la de suyo nefasta contribución de este material al efecto invernadero. 

Ha llegado la hora de despertar, hay que maximizar el reciclaje del plástico, dejar de fabricarlo o inventar otros materiales menos dañinos. El proceso será difícil, la industria del plástico es poderosa y extendida, pero por algún lugar hay que comenzar. Lo primero será obligar que tiendas y supermercados retornen al uso del papel. Asimismo, propiciar el reciclaje y el canje de botellas, en lugar de dejar que cada cual las deseche o almacene donde quiera. La lucha contra la contaminación ambiental es parte de la guerra contra el cambio climático. Y el plástico, de ser un producto benéfico y cómodo, ahora es el gran villano.

Hoy en día se está generando más basura plástica que nunca y reiteramos, poca cantidad se recicla. Dado que el plástico y sus ingredientes están impregnando océanos y vías fluviales, invadiendo los cuerpos humanos, deteriorando el medioambiente y perjudicando la vida silvestre, el Centro de Ecología —en paralelo con institutos afines— recomienda eliminar drásticamente los plásticos para siempre y hacerlo tan pronto como sea posible. Así están las cosas.

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/158295_el-plastico-de-bendicion-a-maldicion

 

EL DRAMÁTICO CASO DEL KURDISTÁN

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Por el tratado firmado en la ciudad francesa de Sèvres en agosto de 1920 entre la perdidosa Turquía y las naciones aliadas de la Primera Guerra Mundial (salvo Rusia y Estados Unidos) el Imperio Otomano perdió la mayor parte de sus posesiones y se decidió crear en Anatolia Oriental un Estado para los kurdos. En 1922 la Sociedad de las Naciones reiteró este propósito, pero la rebelión de Kemal Ataturk —que derrocó al Sultanato— dio por tierra con varias estipulaciones del acuerdo, entre ellas la vinculada con la creación del Kurdistán. Como el tratado no fue totalmente ratificado algunas cosas se cumplieron, otras no y luego la dinámica mundial siguió su curso, dejando en el camino varios asuntos del pasado, entre ellos la reivindicación ancestral de un pueblo aprisionado entre cuatro países, nuevamente ignorada en 1923 cuando se concluyó otro acuerdo en Lausana (Suiza) que estableció los límites de la Turquía moderna y ya no mencionó el tema kurdo. Durante los siguientes 86 años cualquier movimiento de los kurdos para establecer un Estado independiente ha sido brutalmente sofocado, en particular por los turcos, cuyas acciones del pasado han sido francamente genocidas y las del momento presente ostentan tenebrosa similitud, generando preocupación en la comunidad internacional.

El Kurdistán está enclavado entre el sureste de Turquía, norte de Siria, norte de Irak y el noroeste de Irán. Los kurdos han procurado crear un Estado independiente sobre la base de algunas o todas las áreas con población kurda. Ante la oposición de quienes controlan sus territorios ancestrales optaron por negociar autonomía. En algunos casos tuvieron éxito, en otros sufrieron horribles tragedias en Irak y en Turquía.

Durante el medioevo los kurdos formaron débiles emiratos por separado, sin lograr agruparse en lo que podría haber sido un solo país. La nación kurda quedó así dispersa y dominada por otras etnias. El colonialismo franco-británico tampoco ayudó en lo que hace a Kurdistán; los acuerdos Sykes-Picot de 1916 no resolvieron nada. La invasión norteamericana (2003) para derribar a Saddam sí fortaleció al gobierno regional kurdo en la parte septentrional iraquí. Estando así las cosas, se llegó al presente. Los kurdos de Siria y sus valientes mujeres fueron factótum en la derrota del ISIS (Estado Islámico) pero EEUU le pagó mal a sus corajudos aliados: los dejó indefensos en manos del cruel enemigo histórico. Con Irán indiferente, Siria devastada e Irak semi destruido y casi dividido, la única oposición dura de los kurdos es Turquía, históricamente responsable de múltiples matanzas de ese sufrido pueblo. Por las alianzas de Ankara con la OTAN, EEUU y la Unión Europea siguen reticentes ante las aspiraciones kurdas. Hoy las cosas podrían cambiar. Frente a la política anti kurda de Erdogan —presidente turco en ejercicio— realidades geopolíticas han creado nuevas situaciones que deberán ser consideradas.

Es casi imposible que los kurdos recuperen la integridad de su tierra ancestral, pero bien podrían acomodarse en el norte de Siria y norte de Irak a los efectos de crear un país soberano, que además sería gran baluarte contra el “yihadismo”. Con el tiempo, tal vez sea factible lograr arreglos con turcos e iraníes para repatriar kurdos y hasta adquirir parcelas territoriales. Todo es posible o tal vez no, dada la ebullición típica de esa parte del globo, pero el Kurdistán merece un Estado soberano; eso está fuera de duda alguna.

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://www.eldeber.com.bo/157614_el-dramatico-caso-del-kurdistan